Las vueltas de la vida (3)
Incesto m/h
LAS VUELTAS DE LA VIDA III
El tiempo transcurrió, tratando de que todo fuera normal, mas nuestra relación cambió completamente. En familia mi madre se notaba muy distante conmigo. Sin embargo, cuando hablábamos por teléfono, la notaba muy distinta, surgió una especie de amistad muy especial entre los dos.
Una tarde me sorprendió una llamada de ella, que me invitaba al mismo bar a tomarnos un trago. Nunca pensé nada malo de esa salida. La pasé a buscar a su trabajo y camino al bar, me confesó que había tenido muchos problemas en el trabajo, que estaba estresada y que lo único que quería era tomarse un trago y fumarse un cigarro para olvidar su mal día. Conversamos de trabajo, de los niños, de una tía etc. Me confesó que se sentía muy a gusto de poder salir conmigo, cosa que nunca habíamos echo antes. Yo también disfrutaba de su compañía, de una u otra forma, esa mala pasada del destino nos había juntado mas como amigos. Incluso ese día, hablando de dinero, surgió una idea de crear un negocio entre los dos, donde ambos aportaríamos un capital.
Esas salidas se siguieron repitiendo, y más aún con le creación de este pequeño negocio, que en un par de meses, llego a hacerse realidad. Se trataba de una pequeña tienda de ropa de mujer, en el centro que si bien no proporcionaba grandes ingresos, era una buena fuente de ingreso para ambos. Por lo mismo muchas veces a la salida del trabajo, nos turnábamos para dar una vuelta por este.
Una tarde, donde teníamos que juntarnos para tomar unas decisiones, nos fuimos a beber una copa, mientras sacábamos cuentas. No podíamos llegar a aun acuerdo y mientras conversábamos del tema los tragos siguieron viniendo. Luego de un rato, donde ya ninguno de los 2 quería seguir hablando del tema, decidimos dejarlo hasta ahí. Mientras terminábamos nuestra última copa, le pregunté como estaba su relación con mi padre. Ella suspirando me dijo que las cosas seguían igual, que la rutina con el la estaba matando, pero que estuviese tranquilo que no volvería a buscar un amante por fuera. De la misma forma me preguntó por mi relación y tal cual como habíamos hablado por MSN, le confesé que mi mujer, no me complacía del todo en la cama, que por eso a veces buscaba algo por fuera. Ambos sabíamos lo apasionados y calientes que éramos, y como nuestras respectivas parejas no nos complacían en la intimidad. Era un tema raro para hablarlo tan directamente con tu madre, pero ella me daba pie a plantearle tal cual como eran las cosas, sin omitir nada.
La conversación fue subiendo de tono, sin darme cuenta terminé contándole alguna de mis infidelidades, hasta que me di cuenta que mi madre, me pedía mas detalles, de cómo nos habíamos juntado, de cómo eran las tipas, de donde habíamos ido, las cosas que habíamos echo. Me di cuenta que la conversación le gustaba, es más podría decir que la estaba excitando. Por mi parte, comencé a sentir un morbo al estar contándole esas cosas a ella y aun dándome cuenta que me estaba sobrepasando en las cosas que le contaba, continuaba relatándole mis aventuras, con muchos detalles. Ambos teníamos más de una copa encima, y mientras yo le contaba mis experiencias, ella sin darse cuenta que yo la miraba, se tocaba las piernas cada vez mas arriba. Era indudable que la charla la había excitado.
Miraba sus ojos, sus pechos, sus ojos atenta a mis palabras: Me recordaba todas las cosas que me había escrito. Su sexualidad frustrada, sus fantasías sin cumplir. Su mano en mi pierna, hasta que sin darnos cuenta, al estar tan juntos hablando muy despacio, para que los de la mesa de junto no nos escucharan, nuestros labios se tocaron. Fue solo un segundo, no dijimos nada, solo nos miramos fijamente, sin asustarnos. Ella mencionó lo tarde que era, y ordenando la cuenta salimos del local. Nos subimos a mi auto, ella cierra la puerta muy suavemente, quedando esta mal cerrada. Pase mi brazo por sobre su cuerpo para cerrar yo la puerta. Nuevamente nuestros rostros quedaron a corta distancia, mirándonos fijamente, deseándonos, hasta que inevitablemente nos besamos. Un exquisito beso que como la lava que sube por un volcán aumento en segundo de temperatura.
Nuestras leguas luchaban una con la otra y mi mano en sus cintura la atraía mas y mas a mi, mientras ella me tomaba de la espalda y me presionaba contra su cuerpo.
Me separo de ella y solo me dijo: "Conduce"
Rápidamente conduje hasta el primer motel que encontré, y apenas entramos a la habitación nos entregamos al placer. Mis manos se perdieron bajo su falda de ejecutiva, acariciando sus piernas, hasta encontrarme con sus pantaletas, completamente húmedas. Notaba a la perfección los pliegues gruesos de su sexo, acariciándoselos haciendo que ella me besara con más pasión todavía. Lleve mi mano atrás, agarrándole descaradamente su culo, apretándolo contra mi cuerpo. Mi mano encontró el cierre de su falda, que apenas fue bajado, este cayo al piso, sin dejar de besarnos. Una a una, nuestras prendas fueron saliendo quedando desparramadas por todo el piso. Madre e hijos completamente desnudos, de pie besándose en un privado lugar lejos de la mirada juzgadora de la sociedad. Mi verga dura como una roca entre el cuerpo de mi madre y el mió, los brazos de mi madre en mi cuello besándome apasionadamente mientras yo con las mías recorría toda su espalda desnuda, pasando por sus anchas caderas y su maravilloso trasero.
La lleve hasta la cama y acostándola de espalda me dedique a chupar sus pechos, Dos hermosas y grandes tetas blancas, con pezones rosados, durísimos eran succionados por mi boca fuertemente, mientras con mi mano jugaba entre sus piernas acariciándole su sexo suavemente, masturbándola, haciendo que se mojara mas aun. Poco a poco deje de lado sus pechos, bajando sin separar mis labios de su cuerpo, besando sus caderas, el interior de sus piernas, admirando su delicioso coño, de labios gruesos, muy gruesos, con una pelambrera muy abundante, pero muy cuidada. Su olor, su aroma a hembra entraba por mis narices volviéndome loco. Se podía ver la humedad de su rosado sexo, besando los contornos de este, bajando nuevamente por sus piernas, mientras mi madre se estremecía de placer, acariciando mis cabellos gimiendo suavemente, hasta que mi lengua entró de improviso en esa húmeda cavidad, saboreando el néctar que este me ofrecía, al tiempo que mi madre lanzaba un profundo suspiro, apretándome con fuerza mis cabellos, entregándose completamente al gozo de sentir esa lengua intrusear su intimidad. Lentamente, profesionalmente, fui haciéndola gozar oralmente, haciendo que ella se moviera desesperada al sentir tanto placer.
No aguanto más, ella también me quería sentir y dándome un empujón, me dejo de espaldas y corriendo su pelo largo hacia un lado, pude ver como mi verga entre sus manos era dirigida hacia su boca, para darme un placer indescriptible. Una y otra vez mi verga era chupada con fuerza, tratando de sacarme mi leche con gran maestría.
Aunque la sensación era divina, yo ya no aguantaba mas la ganas de estar dentro de ella, y sacándola de esa posición, la hice montarse sobre mí. Sus grandes pechos chocaban contra mi cara, mientras ella con su mano en mi verga buscaba la mejor posición. Sentí la humedad de su sexo en la punta de mi verga y lentamente, disfrutando se fue bajando hasta metérsela completamente. Un gran suspiro de parte de ella al ver como esa gruesa verga entraba en su intimidad. Se movía deliciosamente de adelante atrás enterrándosela una más. Nos besamos apasionadamente, mientras mis manos manoseándole su divino culo, la presionaba más aun contra mi cuerpo.
Apoyando sus manos sobre mi pecho se sentó con las piernas una a cada lado de mi cuerpo haciendo que la penetración fuera completa. Me dijo que la sentía toda, y no paraba de subir y bajar, haciéndome llegar al cielo. Mis manos torpemente no se decidían si acariciar sus exquisitas nalgas o sus divinos pechos. Pechos que se movían de arriba abajo en cada movimiento de mi madre.
La quería tener en todas las posiciones, todo lo que había fantaseado hacer con un hombre, esa noche lo haría conmigo.
Se notaba en su rostro, con ojos cerrados como estaba disfrutando al sentirse penetrada por su hijo, moviéndose cada vez mas fuerte, levantándose hasta que casi mi verga se salía , para volver a sentarse sobre ella clavándosela entera. Sus movimientos se fueron acelerando, sus gemidos se escuchaban por todo el cuarto. La tome de las caderas y la hice subir, quedando su sexo nuevamente en mi boca. Mi madre se masturbaba como loca, mientras yo le comía nuevamente su sexo.
¡ Dámelo en la boca Ángela ¡
Estas seguro
Si .. quiero que acabes en mi boca .. quiero sentir tu orgasmo directamente en mi boca chuparte hasta sacarte la ultima gota
¡ No me hables así que me matas ..!
¡ vamos Ángela .. quiero hacer realidad cada una de tus fantasía! quiero sentir como mi madre se corre en mi boca vamos .. ¡dámelo! .. ¡dámelo! .. ¡dámelo!
¡No aguanto mas!
Nunca había sentido correrse a un mujer de esa forma. Un potente chorro cayó sobre mi boca inundándomela completamente. Sin ningún asco comencé a tragar su acabada, mientras ella se masturbaba mas rápido aun, gritando de placer. Fueron como 6 a 7 chorros los que salieron de su deliciosa vulva, que me mojaron toda la cara. Aun después de haber acabado mi madre seguía teniendo uno tras otro orgasmo, poniéndose tiesa, aguantando el gemido, para luego soltarlo estruendosamente.
Fue bajando, besándome los labios, sintiendo su propio sabor directamente de mi boca, besando mi pecho, hasta que nuevamente me comenzó a chupar con mas ganas que la primera vez
Ahora me toca a mi .. quiero sentir tu leche dámela .. dale la leche a tu mamita.
Ahhhhhh que divina eres pero antes quiero comerte el culo mama
No .. ¡dame la leche primero! .. después haremos eso y lo que tu quieras.. quiero sentirla AHORA!! .. eso quiero .. échame tus mocos en la boca mi nene
Oh mamá que rico la haces .. apriétame las bolas con tus manos .. así un poco mas fuerte ..eso .. así
¿Te gusta como te la chupa mamita? ..
Oh si .. chúpamelas las bolas ..eso .. déjame mirarte .. que rica madre tengo
Que rico lo tienes hijo .. te la chuparía toda la noche
Métela entre tus tetas mama .. ohhhhhh.. que placer .. me encantan tus tetas
¿Te gustan?
Si .me encantan .. me moría de ganas de chuparlas .. pero me encanta también ver mi verga entre ellas
Lo tienes divino mi amor vamos dame tu leche quiero sentirla por favor !!! .
¿Quieres que acabe?
Si . directamente acá .. cumple mi fantasía .. que mas rica leche que la de mi propio hijo ..
Ahhhhhhh
Eso .. así mi rey .. bótala dámela .. Quiero tus mocos en mi boca
Ahhhhhhhggggg . ¡¡¡¡toma!!!!!
Comencé a córreme y mi madre si sacar mi verga ni un segundo comenzó a tragarse toda mi leche. Gemía como loca, moviendo el culo de lado a lado, sin soltarme las bolas apretándomela como para que me saliera más . No dejaba de chuparla haciéndolo sonar.
Sin decirnos nada, mi madre se da vuelta, colocándome su concha en mi cara, haciendo un extraordinario 69. Todo el culo de mi madre en a cara, admirándolo en todo su esplendor, cada pliegue, cada forma era besada por mi boca. Comencé a prestar especial atención a la entrada de su culo, besándolo, mojándoselo, tratando de meterle mi lengua por ahí, logrando que mi madre no aguantase las ganas de gemir y obligadamente sacándose mi polla de la boca para poder gemir con ganas. De mi lengua pase a mi dedo, metiéndoselo lentamente, intruseando ese recóndito lugar. Ella lo levantaba más y me chupaba con más fuerzas aun.
En eso estábamos cuando comienza a sonar el celular de mi madre. Por razones obvias no lo contestó, pero luego volvieron insistir y volvieron a insistir hasta que se desconcentró, se pudo nerviosa y contesto. Era mi padre que le preguntaba donde estaba. Ella al lado mió, le respondió que estaba conmigo y que ya nos estábamos yendo. Estaba nerviosa, pero complacida. Se puso a mi lado, me beso suavemente y me dijo que era mejor que nos fuéramos. Que era muy tarde, que se había puesto nerviosa y que mi padre la esperaba.
Quedamos en que mañana, apenas saliéramos de trabajar, nos juntaríamos y terminaría esta conversación que nos quedó pendiente.