Las vicisitudes de Gertrudis

Mi vida contada en primera persona desde mi nacimiento, primeras relaciones, violación, inicios lésbicos, etc

Las vicisitudes de Gertrudis

Con el comienzo del estado de alarma y posterior confinamiento a causa de la pandemia de COVID, descubrí esta página de relatos eróticos que me llamó la atención. Al ver que había diferentes clasificaciones según el tipo de relato, cada día miraba solamente las clasificadas como confesiones y lésbicos. Pero no eran muchos así que aumenté mis expectativas y tipo de relatos. Fui aficionándome a comentar algunos en los que coincidí con personas de un altísimo valor, como comentaristas, como personas y como que algunos/as empezaron a publicar también con fantasía, imaginación, en fin grandísimos relatos. Pero me impactó sobremanera el primer relato de apasionado2, en el que describía como había llegado a su situación personal actual. Ello hizo que me animase, con distinto resultado como se verá, a contar mi vida que hasta ahora, 42 años, está llena de momentos que pueden ser clarificadores para algún/a lector/a, y ayudar sin pretender ser ejemplo para nadie pues en muchas de esas situaciones no soy un buen ejemplo. Sin más preámbulo, doy comienzo:

Me llamo Giovanna, como digo tengo 42 años y soy morena de pelo corto y negro, ojo castaño, bonita nariz y boca pequeña de finos labios, con una preciosa dentadura que hacen que tenga una hermosa sonrisa, dicen. En cuanto a mi cuerpo mido 1,68 y peso 52 kg por lo que soy delgada, casi una tabla pues tengo poco culo y poquito pecho, mis tetitas son casi diminutas y ello hizo que me sintiese acomplejada muchos años,  por lo que apenas uso sujetadores. Destacan mis largas y torneadas piernas, proporcionados muslos, y marcadas caderas.

Nací en el norte de Italia, en el seno de una humilde familia de origen de la Argentina (mi padre), Argentina de origen alemán (mi mamá, Gertrudis) y a ella la quise honrar cuando me bauticé en todo relatos poniéndome su nombre. Y es que ella falleció a las pocas semanas de mi nacimiento, a causa de problemas derivados de mi venida al mundo.

Tras los funerales, mi papá me envió con mi joven tía Hilda, que se había casado y emigrado a España, en la zona centro del país. Ella tenía 18 años y un bebé de cinco meses, mi primo Sergio, y me dio de mamar al tiempo que a mi primo por lo que podemos decir que somos hermanos de leche.

Así crecí con una muy buena relación con mi tía y mi primo, no tanto con mi tío. Ellos se ocuparon de mí como unos padres, educándome igual que a Sergio.

Con éste tonteamos de adolescentes y nos dimos nuestros primeros besos. Y quise perder mi virginidad con él. Así el día que cumplí años lo hicimos y no fue una buena experiencia quizás porque era la primera vez para ambos. Sergio pretendió que lo volviésemos a intentar a lo que yo me negué ofreciéndome a masturbarle en varias ocasiones. Creía yo que lo que hacíamos no estaba bien, a causa de nuestro parentesco así que, para dejar de realizar esas prácticas, me puse de novia con un chico mayor de casi 20 años. El intentaba que tuviésemos relaciones sexuales así que yo acepté a masturbarle, y alguna relación oral que me desagradaba, pues le gustaba correrse en mi cara. Pasado un año del inicio de nuestra relación consentí en tener un sexo completo, para lo que me llevó a la casa de unos amigos estudiantes que no estarían ese fin de semana. Uno de mis puntos más erógenos es mi pequeño culo. Solo acariciármelo ya me excita y me humedezco, así que bailamos y me sobaba el culo pero cuando me sentí excitada le detuve y yo no quería seguir adelante, sabía a que había ido pero me quería echar atrás. Me dijo que me tranquilizase y tomamos un cubata para desinhibirme. Supongo, por lo que pasó después, en el cubata puso algún tipo de droga pues me quedé como atontada, a lo que empezó a meter mano y acariciarme el culo y las tetas, donde mis pezones se pusieron duros como garbanzos. Me dejé follar oponiendo muy poca resistencia, sin mucho miramiento me introdujo su polla, por lo que leo aquí no era muy grande supongo que de un tamaño normal, pero me hizo mucho daño a pesar de estar yo húmeda, pues fue muy brusco. Cuando estábamos en esas entró en la casa uno de sus amigos, viniendo hacia la cama. Yo no era capaz de oponer resistencia a pesar de que varias veces me negué. Gerardo, mi novio, se corrió, tras lo cual me empezó a manosear y morrear su amigo. Me puso las bragas en la boca y se colocó tras de mi. Me sodomizó causándome un daño inenarrable. Tras salirse de mí culo me penetró vaginalmente y se corrió dentro de mí. Así abusaron repetidas veces hasta que ya no pudieron más. No usaron condón así que gracias que no me quedé embarazada. Me vistieron y me dejaron en una calle cerca del instituto.

Conseguí llegar a casa de mi tía muerta de dolor, miedo y vergüenza pero, por suerte, no había nadie en casa pues habían salido al cine. Me bañé y sobre la cama me tiré llorando de impotencia. El caso es que no denuncié mi violación porque en ese momento yo entendí que era novia de Gerardo y había consentido tener relaciones con el y nadie me creería que había sido forzada y violada. Sé que me porté como una adolescente estúpida.

Con el transcurrir de los años ambos han acabado mal. Su amigo murió de sobredosis y Gerardo está en la cárcel para varios años por camello, así han expiado sus actos.

Otro hecho que me marcó sucedió al cabo de un mes aproximadamente y es que mi tía Hilda se separó de su marido y empezó una relación con una chica. Eso me impactó y comencé a ver a mi tía como mujer y me enamoré platónicamente de ella. Pensaba en Hilda continuamente y las espiaba para masturbarme, Pero nunca me pillaron y poco a poco fui descubriendo mis gustos sexuales. Aún así nunca tuve relaciones hasta los 22 no tuve más relaciones que conmigo misma, pues ya comenté estaba enamorada de mi tía.

Comencé la carrera de magisterio, una profesora de la universidad se encaprichó de mí y me dejé seducir. Estaba casada y yo estuve como su amante durante casi dos años, teniendo sexo un par de veces por semana, en lo que me enseñó a disfrutar los placeres de Lesbos. Elena era una belleza, tenía un gran parecido con Hilda, pero un par de años mayor que ella, o sea 42 como yo ahora, un poco más alta que yo, pelo oscuro por la cintura, siempre vestía bastante sexy, mostrando un escote precioso, de pechos medianos y un culo respingón.  No sé por que se encaprichó de mí, su marido aunque no sabía de nuestra relación sí que sabía que era bisexual. Y pasó que yo no me dejaba penetrar, solo hasta el punto g y clítoris y creo que eso fue la excusa para dejar de ser amantes. Mucho tiempo así que creo que le gusté bastante, y ella a mí, además de enseñarme todo. Quedamos bien y fue mi primera amiga.

A los 24 años toda mi experiencia había sido con Elena, pero yo estaba feliz de haber descubierto el sexo.

Acabé magisterio y empecé a dar clases particulares. Sexualmente hacía mis pinitos pero no era muy activa aunque estuve en una relación de dos meses. Pero como yo no me dejaba penetrar nunca, no fue más allá. De todas formas no estaba enamorada, salvo de mi tía cuyo amor platónico seguía persiguiéndome. Hilda y Andrea se casaron tan pronto se aprobó el matrimonio homosexual.

Conseguí un trabajo en colegio privado en una ciudad del norte y para allí me fui pues nada me ataba.

Iba teniendo relaciones esporádicas pues nunca follaba más de un par de veces con la misma chica. Normalmente me iba de ligue a una ciudad cercana. Más grande y donde nadie me conocía. En verano me iba de vacaciones a las islas y allí si tenía más sexo, pero sin dejar que me penetrasen nunca. Acudí a una sicóloga, no era Susana jejenes, pero no conseguí nada. Yo sabía que mi trauma provenía de mi violación y el profundo dolor que sentí.

Me contrataron en una guardería y entró un niño de dos años, Marcos, cuya madre Almudena estaba embarazada y nos hicimos amigas, aunque con Elena había tenido buena amistad, Almudena fue mi primera amiga de verdad, a la única persona que le conté mi violación después con el tiempo, Por su trabajo tenía que viajar bastante y pasé a ser como una tía para Marcos. Lo llevaba a mi casa hasta que Félix o Almudena lo viniesen a buscar. Me contrataron como niñera de Marcos, cuando salía de la guardería.

Félix tuvo un accidente y se murió, así que Almudena se quedó viuda con 25 años (por entonces yo 31 pues es seis años más joven), un niño de dos y una niña en camino. Es un pibón. Poco más baja que yo, 1,65, y 59 kg. Pelo castaño y largo, de grandes ojos marrones, grandes pestañas, labios gruesos, cara angelical no aparenta su edad.  Una buena talla de pecho con tetas redonditas, tiesas a pesar de sus dos lactancias, y con grandes areolas y pezones riquísimos y duros cuando se excita. Buen culo aunque el de Elena e Hilda son de otra categoría.

Cogió la baja por su embarazo y trauma de la muerte de su marido y pasamos mucho tiempo juntas, ayudándola y apoyándola. Al cabo de cinco meses ya a punto de parir, tras acostar a Marcos nos sentamos en su salón me toma de la mano y me dice:

Giovanna perdóname que te pregunte esto: tú ¿eres lesbiana verdad?

Si me dan una puñalada no me sale sangre. Nunca le había expresado mis preferencias sexuales y menos hablarle de mi amor platónico. Le contesté dubitativa que si lo era. No es algo de lo que me avergüence pero en esta ciudad nunca me manifesté por ser educadora sí que tengo recelos a que no sea bien visto. Por ello no tengo pareja ni siquiera soy muy activa.

Continuó diciendo: Sabes mi situación, solo tuve relaciones con Félix pero me considero heterosexual y nunca me han atraído las mujeres pero creo haberme enamorado de ti.

Me sonrojé y tuve un subidón tremendo, apenas era capaz de articular palabra. Como pude le dije:

Nunca me había enamorado hasta que te conocí y no se me pasó por lo más remoto de mi imaginación que tu estando enamorada de Félix y pasando lo que pasó, podría declararte que te amo, que eres lo más importante de mi vida, tú y tus hijos.

Almudena: Yo no busqué esto. Alguna vez Félix y yo comentamos que si a uno de nosotros pasaba algo, el otro debería rehacer su vida, no cerrar las puertas al amor. No sé si estando tan cerca el nacimiento de mi hija me encuentro muy sensibilizada y, tras muchas vueltas en mi cabeza no me puedo negar que me enamorado de ti y, dicho esto, me besó tiernamente en los labios diciendo: se que con esta tripa no estoy muy atractiva pero quiero que sepas mis sentimientos, Giovanna te amo y si los tuyos me corresponden……

Me volvió a besar y yo le correspondí. Poco a poco nuestros besos fueron más y más profundos. Nos abrimos nuestras bocas y las lenguas comenzaron una cruzada maravillosa. El mejor beso de mi vida. Nos fuimos a la cama y la desnudé dejándola en sujetador y bragas que eran cómodas y nada espectaculares. La besé por todas partes y mientras me quitó el pantalón, yo si llevaba bragas de encaje y tras quitarme la camiseta le enseñé mis pequeños, casi diminutos, pechos pues yo no uso sujetador. Ella me besó y mientras tanto yo le quité el sujetador y me mostró unos considerables pechos preparados para la lactancia. Avergonzada y sonrojada, como ahora jijiji, le dije de la mala suerte que yo estaba con la regla. Le quité las bragas y Almudena mostró un pubis con bastante vello pero recortado y yo le enseñe el mío también con vello pero más cuidado. Nuestros labios no son prominentes y me dediqué a besarlos y abrirlos con mis dedos introduciendo mi lengua y provocándole un rápido orgasmo. Le chupé sus maravillosos flujos de varios orgasmos, extasiada. Le confesé mis problemas con la penetración contándole toda mi historia a lo que le quitó importancia y dijo que iríamos progresando. A día de hoy, 11 años más tarde, sigo sin poder ser penetrada, me bloqueo. Solamente hasta mi punto g y me saca unos orgasmos maravillosos mientras me acaricia el culo o las tetas que también son muy sensibles. Me puse piercings en pezones, clítoris y lengua para darnos más placer yo no la quería perder por nada, a ella si la penetro con varios dedos y algún consolador, pero solo con la lengua ya tenemos orgasmos. De hecho tocándome el culo y las tetas ya me corro sin tocarme el coño.

Me pidió que nos casáramos para darle otra madre a sus hijos y así lo hicimos. Hace de mi lo que quiere, pues creo que con Almudena he sacado una vena de ligera sumisión, no en el aspecto sexual, pero es que me da tanto……

Tenía que viajar bastante por su trabajo en el que tiene un muy buen salario.

Pero todo se tuerce y por Reyes va a cumplirse seis años, me diagnostican un mieloma múltiple, parecido a leucemia pero en la médula. Para no ser muy descriptiva diré que me hicieron trasplante autólogo de células madre tras los ciclos de quimio y radio. A causa de una arritmia que se me declaró tengo problemas de corazón y en el periodo de aislamiento sufro un shock cardiogénico que me lleva a UCI con pronóstico crítico advirtiendo a Almudena que avise a los familiares que de esa noche no paso. Así avisa a mi tía, su mujer y mi primo. Hilda avisa a dos hermanas de padre que tengo en Italia con las que no mantengo apenas contacto pero en esas circunstancias cree que debe llamarlas. Salgo de esa noche y tras llevarme a mi habitación de aislamiento a las dos horas un fallo multiorgánico que me hace permanecer en la UCI once días más. Esto fue en mayo del 2016. En septiembre un shock séptico y me operan de urgencia permaneciendo doce días en la UCI de ellos 5 en coma inducido con respiración asistida. Resumiendo ese año me salvé por tres veces de irme de viaje definitivo. Tras salir del coma, yo creí que había gastado todos los comodines, le confesé a Hilda mi primera relación con su hijo, la violación que sufrí y posterior enamoramiento platónico hasta conocer a Almudena. Aún hoy me sonroja decir que en ese momento le pedí que me dejase chupar sus pechos por última vez, recuerden que me dio lactancia. Se miró con Almudena y sacó sus pechos a los que di un lametón y dije: ahora los tuyos mi amor. Almudena me los dio llorando y estuve un buen rato enganchada a ellos. Cuando, a día de hoy, me lo recuerda, me escondo y se ríe a carcajada y le digo: ríete que bien que llorabas.

Por supuesto tras caer enferma me quité los piercings, pues me tuvieron que operar varias veces y hacer pruebas de scanner, resonancias, colonoscopias, pet-tac, etc…. que me siguen haciendo con cierta periodicidad. Ahora estoy bien, con movilidad reducida debido a las lesiones vertebrales que me produjo el mieloma, e inestabilidad, así como insensibilidad en la parte inferior de mi cuerpo, pero mis relaciones sexuales siguen siendo geniales, a pesar de que me cuesta más trabajo excitarme, mi chica es una lesbiana consumada ya.

Almudena ha dejado de viajar para no tener que dejarme sola. Yo he dejado de trabajar y este año había planeado embarazarme con un óvulo de Almudena pero con el maldito COVID me ha chafado. Los niños me adoran y Noa la he criado desde que nació, pero me gustaría darles un hermanito y hacer mi aportación a la familia.

Con todo ello me considero una mujer afortunada. Tengo una familia maravillosa, no conozco celos ni infidelidades, amo y dejo que me amen, he lidiado tres veces con la muerte. Tengo movilidad reducida pero me valgo para casi todo, aunque no me dejan hacer esfuerzos. En fin soy feliz y vivo en paz.

Gracias por vuestra atención. Espero que mi historia sea valiosa para que sepáis lo importante de no dejarse vencer por nada.

Vuestra amiga, Giovanna.