Las vergas grandes me encantan

Mi esposo ya contó en dos relatos como me he gozado a un amigo con una polla inmensa, ahora yo contare mi primer encuentro con él.

ABRIL 9 DE 2005

Nos reunimos en nuestro apartamento con Daniel, yo estaba tremendamente excitada y por ello para la ocasión me puse una blusa negra transparente anudada al frente, la cual es tan tenue que hubiese dado lo mismo no usar nada, porque no solo se veían mis pezones sino que incluso hasta el color de mi piel se podía conocer, para complementar mi atuendo, me puse una falda muy corta, que en algunas ocasiones uso para excitar a alguien, cuando con ella cruzo mis brazos sobre mi pecho, se levanta lo suficiente permitiendo que me vean el comiALBERTO de mis nalgas, finalmente usé unos zapatos altos de tacón puntilla, los cuales no demoraron mucho en se abandonados en la sala de mi apartamento.

Una vez que llegó Daniel, me detuve con mi mirada en su entre pierna para constatar que realmente tuviera un pene de las dimensiones que nos había dicho; esta verificación la hice porque ya en otras ocasiones algunos mentirosillos me decepcionaron con sus falsas promesas, de pronto es que para tomar sus medidas usan un metro chiquito……; pero por encima no pude ver mucho y menos calcular, así que debía esperar hasta desnudarlo.

La velada comenzó con una muy agradable conversación sobre muchos temas, pasando por música, actualidad, política, arte y fotografías, en este punto Daniel sacó de su bolsillo algunas fotos suyas en la cual estaba desnudo, creo que se moría de ganas por mostrarlas, sin embargo, el fotógrafo no debía ser muy experto, porque las tomo en ángulos que no permitían establecer la longitud de su miembro, así que una vez más debí resignarme a esperar hasta que se desnudara; continuamos conversando los tres mi esposo, Daniel y yo muy amenamente durante bastante tiempo mientras que nos tomábamos unos vinos deliciosos y hacia las 9 de la noche el se sentó a mi lado en el sofá y comenzamos a acariciarnos mutuamente, empezó por besar mis pezones y mi cuello, luego paso sus manos a mis muslos, y un rato después estas empezaron a avanzar bajo mi falda por lo cual le bajé la cremallera y le saque el miembro, el cual estaba muy erecto y caliente y así pude constatar que en realidad lo que nos había dicho no era mentira y que si tenía los 23 prometidos; tome entre mis manos su miembro de color oscuro y estuve pajeándolo un rato, el comenzó a desnudarse y una vez que lo hizo, se arrodilló frente a mi vulva y acercando su boca a mis labios los empezó a chupara sin olvidarse de lamer mi clítoris, de esta forma me hizo correr un par de veces y estando yo en tal grado de excitación le propuse pasarnos de la sala a la alcoba en donde nos terminamos de desnudar totalmente y nuevamente se metió entre mis piernas para subirme con su boca hasta que me hizo explotar en un increíble orgasmo; cambiando de posición nos colocamos en un 69 para que ambos pudiéramos disfrutar de un sexo oral, y fue en ese momento en el cual me percaté que no solamente tenía un pene largo sino también grueso, sus 7 cms de diámetro me incomodaron un poco porque debido a su grosor, era incomodo tenerlo entre mis boca pero aun así me sentía muy excitada ya que me gustaba ese trozo duro, tibio, un poco húmedo y de sabor delicioso, así me hizo tener otro orgasmo lleno de oleadas de calor y placer; le tomé la cabeza entre mis manos y lo hice levantar para luego recostarlo boca arriba y yo me abalance sobre el montándolo y a la vez ofreciéndole mis senos para que se deleitara con ellos, mientras tanto tome su miembro con mi mano y acerqué su glande a mi clítoris para rozarlo repetidamente, cuando ya no podía esperar por las ganas de tenerlo adentro, metí el glande entre mi vulva y empecé a sentarme poco a poco para ir introduciéndolo dentro de mi en forma lenta, pausada pero segura y así poder disfrutar a lo máximo de tal forma que no me fuera a doler y se dañara tan rico momento, lo sentía caliente, grueso, excitante y me daba gran placer el tenerlo dentro de mi, estaba muy húmedo y entraba a presión pero con suavidad; yo me movía muy despacio arriba y abajo para que mi vagina se fuera dilatando y poco a poco para que pudiera entrar de a pedacitos, mis movimientos y el tamaño de es miembro dentro de mi cueva me excitaron mucho y esto me hizo explotar en un nuevo orgasmo que hacia que todo mi cuerpo vibrara y temblara de place; luego que descanse un poco y continué moviéndome hacia abajo hasta que el miembro de Daniel logró entrar totalmente dentro de mi lo cual me excitaba mucho no solo físicamente sino sicológicamente por tener una herramienta de tal tamaño incrustada en mi vagina, sentía como me llegaba internamente mas arriba que de costumbre pero no era para nada doloroso y si me producía mucho placer; de la excitación que tenía por sentir una vega grande, me olvidé de pedirle que usara un preservativo, de lo cual fui consciente mucho más adelante, continuamos entonces moviéndonos juntos en forma sincronizada, mientras el subía su pelvis yo bajaba mi cuerpo para que llegara su pene más al fondo, hasta que yo volví a correrme mientras el también lo hacía simultáneamente; cuando empezó a descargar su semen caliente noté la humedad dentro de mi vagina y fue entonces cuando me percaté del olvido del preservativo, pero ya era tarde y además estaba gozando como nunca, lubricándome por todas mis partes internas y haciéndome sentir su calor dentro de mi; aunque ya había llegado no me detuve y continué moviendo un poco mas y me vine de nuevo en otro orgasmo no tan fuerte pero si muy placentero.

Luego y después de descansar un largo rato, el se vistió y se fue y como nosotros estábamos bastante excitados por la nueva experiencia, mis orgasmos y todo lo ocurrido esa noche nos dimos gusto haciendo con mi esposo el amor de una forma apasionada y muy….muy….muy rica.

Como fue muy excitante gozar con un miembro así de grande, pienso volverlo a ver para hacer de nuevo el amor, ahora puedo decir que si bien el tamaño del miembro no importa para hacer el amor, si es excitante tener la experiencia, pero ello no significa que a partir de ahora solamente quiera miembros grandes, solo que de vez en cuando me comeré un coloso, deben interpretar esto como el tener una experiencia sicológica adicional. Una vez probado he decidido continuar en la búsqueda de un amante dotado con más de 25 cms.