Las ventajas de no tener principios

¿ Holmes y el Dr. Watson?. No. El Sardina y Dr Carmelo en caso sórdido donde se mezcla poder y sexo.

Las ventajas de no tener principios.

En el reservado de la reina Isabel II de Lhardy, tras un opíparo cocido con postre de soufflé , regado con un buen Rioja. Los Montecristos en la mano mientras toman el café y una copa de Duque de Alba, Miguel Martínez, comisario de policía y Carmelo Ruiz, médico que fue represaliado y que gracias a su compañero de almuerzo empieza a levantar cabeza comentan.

-“ No ha salido nada en la prensa, sólo la esquela del marquesito. La

verdad es que has tapado la historia muy bien. Creí que iba a haber un escándalo, pero eres un artista.”

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comenta el doctor entre la humareda del puro.

-“Joder, Carmelo, que los dos somos viejos, nadie quería que se supiera cómo la ha diñado el gilipollas ese. Iba a ser un lío, con nobles, banqueros, militares y la Santa Madre Iglesia, vamos que todos lo querían tapar.”

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el comisario dio una calada al cigarro tras mojar la punta en el brandy. Y comenzó a narrar...

Me había llamado a media mañana el Comisario Jefe de Madrid, apenas me explicó el asunto, agarré el coche y salí de naja para el pequeño palacete del Viso. Se juntaban dos cosas para el encargo: era territorio de mi comisaría y yo siempre he sido hábil resolviendo problemas delicados.

Me abrió la puerta una mujer mayor, se presentó como el ama de llaves de los marqueses. Me contó que el día anterior era su día libre, había estado con sus parientes en Navalcarnero. Al entrar por la mañana, no había dado importancia a que el señorito no estuviera en casa, ella tenía la llave. Se había puesto a ordenar, cuando subió al cuarto de los señores, allí se encontró con lo que se encontró.

Estaba asombrada y asustada pero al tiempo orgullosa de cómo había resuelto el problema: Llamando al Comisario Jefe, que conocía porque era primo segundo de su cuñado Leocadio, que le había recomendado que no hiciera ni tocar nada hasta que llegara el comisario Martínez, o sea el menda.

Me acompañó hasta el dormitorio principal, estaba en el primer piso, por el camino pude deleitarme con una buena colección de cuadros, no sé mucho de pintura pero eran antiguos y tenían buena pinta, pensé que valdrían una pasta.

Me quedé de piedra al entrar en la habitación. En la cama, en pura pelota , y atada al cabecero, estaba una tía buenísima, jovencita, rondando los dieciocho. Buena de cojones, pelo negro corto, blanquísima de piel y con unas tetas como melones. El coño con un matojo ensortijado que llamaba como un conejo al lobo. Eso sí la boca roja de sangre seca y al lado de la cabeza una polla cortada.

No hablaba , sólo lloraba, casi en silencio. Al pié de la cama, en medio de un charco de sangre, un tipo desnudo y muerto.

Me dí cuenta que no podía sacar nada ni al difunto ni a la gachí, así que te llamé para pedirte ayuda y tú me has enviado a esos dos chicos, psiquiatras, que se han hecho cargo de la chica.

En esas estaba cuando han llamado por teléfono , era la superiora del Convento de Nuestra Señora del Perpetuo Refugio y ahí descubrí casi todo. Me ha costado un poco, pero la poli no es tonta.

Resulta que ese convento se dedica a cuidar niñas sin padres, porque no los tienen, porque están en la trena, o vete tú a saber. Allí las dan de comer, poco y mal, las enseñan religión y demás zarandajas . A las feas las mandan a servir a casa de señores bien, las guapas tienen otro destino: queridas de ricos, fulanas de altos cargos. Lo que mas se cotiza es el desvirgue , después la siguen teniendo en el convento y las ofrecen una y otra vez. Todas son jóvenes, no sé que habrán pensado para cuando sean viejas.

La palomita, nunca mejor dicho porque se llama Paloma, era primeriza, el marqués le había echado el ojo en una labor de investigación de mercado, y decidió follársela, aprovechando que tenía la familia en San Sebastián de veraneo.

Pagó , le llevaron a la chica al chalet, las monjitas te dan el servicio a domicilio. La chica iba medio anestesiada, la han subido al dormitorio y a petición del cliente , la ataron para que no se resistiera. Esos son hechos.

Lo que ocurrió después son conjeturas, aunque bien documentadas.

El galán la despertó y decidió que para empezar, la palomita le chupara la pija. La chica inexperta de pajarillo se convirtió en mastín y le arreó un bocado al instrumento, vamos que lo se quedó en la boca, luego lo escupió, por eso estaba al pié de la cama.

El gilipollas con el dolor , se cae y se pega contra el borde de la mesilla. No sé ni sabré si se desnucó o sólo se desmayó. Por la cantidad de sangre, creo que es más lo segundo , pero no se despertó , y se desangró como un cochino. Con la chica en el loquero, y con ayuda de la ama de llaves, metí al difunto en el maletero de su coche. Lo llevé hasta unas barrancas en Segovia, vi que no había nadie, lo senté,le eché una botella de coñac por encima, le prendí la ropa, empujé y dejé que se despeñara.

Una hora y media tardé en llegar a Segovia, entre lo que anduve y el autobús. Era tarde casi las cuatro, llamé al Comisario Jefe y hambriento me metí un cochinillo en Cándido.

Llegué a casa tarde, comido, bebido y caliente, la niña me había puesto, le pegué un buen polvo a mi mujer y al día siguiente empezamos a ordenar todo.

Accidente de coche, sin autopsia, seguía oliendo a alcohol, aviso a la familia, entierro y asunto casi acabado.

Martínez se sirve otro brandy, tienen la botella en la mesa, el médico le acompaña y además pide dos cafés.

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“ ¿ Qué han dicho en la clínica?. - pregunta Carmelo, sonriente. No puede evitar meter una pulla- “La López Ibor, aunque él es un hijo de puta, es buena y tiene unos psiquiatras jóvenes cojonudos”-

-“ Carmelo, que te conozco. El López Ibor te cae mal porque es del Régimen y esos dos, que dices cojonudos, es que son un par de rojos como tú: Castilla de Pino y Martín Santos, pero tienes razón que son majos. Son ellos los que han descubierto por qué le mordió. Creía que le iba a meter el diablo. Parece ser que la tal Paloma vio un día en el convento, como se follaban a una compañera, de las feas. Un ardor de la chica y un fontanero. Cuando la pobrecita asistió al castigo de la folladora, la arrearon 100 varazos, por dejarse meter el demonio, decidió que a ella no le metían el diablo ni de coña. Así que cuando vio la polla en alto , delante de ella, y lista para entrar en la boca. ¡Zas! Le atizó un bocado”-

-“ Y ahora , viene lo mejor. Que ser listo , siempre trae beneficios, y para eso te necesitamos- continua Martínez , el “Sardina”, da un trago lento a la copa y una chupada al puro, queda poco, lo apaga en el cenicero y vuelve a saborear el brandy.

-“Resulta que a mi jefe y a nuestro amigo el General, héroe de mil batallas ,se les ha ocurrido que un asunto como ese ,de las chicas a domicilio , controladas por las monjas y con servicios a la clase dirigente, como siga contigo se me va a pegar tus maneras de hablar, que ya te he dicho que debes disimularlas, En lenguaje normal , los clientes son tíos ricos ...La gente follando, si se les sabe preguntar cuentan de todo y más a unas cándidas señoritas de convento. Así que se han decidido crear un escuadrón de Mata Haris para espiar por si a alguien se le ocurre tocar los cojones al Generalísimo. Que con esto de la victoria de los americanos, anda enredando D.Juan y algunos monárquicos. Yo he dicho que tú podías ser el médico, para mejorar la vida de esas chicas. Necesitan cuidados, lo mismo algún aborto y ahí tú no tienes precio, bueno precio sí, porque se te pagarán tus honorarios. Hay que llevar el negocio con tranquilidad, y pensar que siempre estarán mejor ahí que en un reformatorio. Y follar se las van a follar igual, pero con nosotros sin más mala hostia de la debida.

La gordo de pasta se lo llevan los jefes , que escojónate, les ha dado un ardor con lo de entrenar a las nuevas espías. Al convento se le dará algo, para que no se quejen, pero están dispuestas a todo, las tienen agarraditas por donde mas duele. Total que se saca un dinero, todos contentos y …”-

-“Miguel eres un cabronazo, seguro que la idea se te ha ocurrido a ti No sé como te las apañas pero. siempre tienes lías a todos y sacas tajada.”-

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“ Carmelito, ¿ Te has dado cuenta que ya nos hemos ventilado una botella del Duque de Alba,? vamos a pedir una espuela y otro par de puros ….¿ Has visto lo buena que está la duquesita? Yo la echaría un polvo.”-

-“ Y cualquiera”-

Nota de la autora.

Tras la guerra civil española, muchos niños y niñas fueron metidos en centros de internamiento o dados en adopción a las familias adictas al franquismo.

Luís Martín Santos y Carlos Castilla del Pino trabajaron al comienzo de sus carreras de psiquiatras en la Clínica López Ibor .

En el restaurante Lhardy, famoso por sus cocidos, existe un reservado que usaba Isabel II.

Lo demás es fantasía de la autora.