Las vacaciones, mejor con sexo (2)
Es la segunda parte de la historia que lleva el mismo título, podéis leer la otra parte si queréis, pero no es necesario.
Después del gran sexo de ayer, hoy me levanto con ganas de seguir disfrutando. Hoy, en lugar de ir a la piscina, decido ir al spa, para relajarme completamente antes de follar.
Llego al spa y veo que no hay nadie, me extraña, pero aún así entro. Mi sorpresa es mayúscula cuando veo que ante mí se encuentra la misma chica con la que tuve sexo ayer. La descubro tumbada en el jacuzzi, totalmente desnuda y acariciándose el clítoris con los ojos cerrados mientras gime suavemente.
De repente abre los ojos y ve me ahí de pie.
-Hola, como soy la jefa del hotel había cerrado el spa para poder masturbarme tranquila pensando en ti, pero veo que se me olvidó echar la llave.
-Sí —contesto sin saber qué más decir.
-Ven, acompáñame, voy a cerrar con llave para que podamos disfrutar con total privacidad, me llamo Helena por cierto.
-Yo me llamo Diana.
Cuando ya ha cerrado con llave, se acerca de nuevo hasta mí y me coge de la mano dulcemente. Me lleva caminando hasta el jacuzzi y una vez dejo mi toalla al borde, me meto con ella. Ella sigue totalmente desnuda, pero yo llevo puesto mi biquini. Conversamos un poco.
-Bueno, Diana, cuéntame, ¿qué haces aquí y cuánto tiempo vas a quedarte?
-Pues estoy de vacaciones con mi familia, pero todavía no sé hasta cuando nos quedaremos, hasta que se cansen, ¿y tú qué haces aquí?
-Yo soy la directora y la jefa de este sitio, junto con mi novio, Daniel.
Tras esta breve conversación nos acercamos aún más, cuando queremos darnos cuenta nos estamos besando mientras acariciamos nuestros cuerpos.
Me quito el biquini y las dos desnudas comenzamos a acariciar el clítoris de la otra, en seguida estamos frotando nuestras vulvas. Bajo hacia su concha y absorbo su clítoris mientras gime sin cesar. Cuando se corre me besa en los labios y decide que quiere que yo sienta el mismo placer que acaba de sentir ella. Esta vez es ella quien absorbe mi clítoris hasta que me corro mientras gimo más y más.
Ahora que las dos nos hemos corrido, vamos a las duchas, nos enjabonamos mutuamentente durante un rato y luego aclaramos el jabón con el agua de la ducha. Nos besamos bajo la ducha. Cuando salimos quedamos en que volveremos a vernos.