Las ubres de Carmen y mi amigo Mustafa

Vi a mi amigo marroqui como le mamaba las tetas a mi mujer embarazada.

Había tenido un día duro de trabajo en la gasolinera, pero cuando llegaba a casa, siempre me esperaba Carmen. Me llamo Cristóbal, tengo 32 años, mi esposa Carmen tiene 30, llevamos casi 3 años casados y esperamos un bebe dentro de tres meses.

Cuando entre, Carmen me recibió como siempre con un beso en la boca.

¿Como te ha ido el día cariño?

Bien, como siempre, ¿Y tu? En ese momento me sonó el móvil, era Mustafa,

Un marroquí que vivía cerca de mi casa y que compartíamos cierta afición a fumar hachis.

De acuerdo, a las diez te pasas por mi casa, hasta

Luego.

¿Quien era?

Mustafa

¿Habéis quedado?

Si, nos fumaremos unos petas y me acostare pronto que mañana trabajo.

La verdad que desde que le conocí hace casi un año,

Somos inseparables. Coincidimos en la construcción y congeniemos bien.

Termine de cenar y me lié el primer peta, a los cinco minutos llamaron a la puerta, era mustafa, que como siempre se retrasaba aunque fuese diez minutos.

Buenas noches.

Buenas noches, siéntate – respondí.

Estuvimos hablando y fumando durante una hora.

Hablábamos sobretodo de nuestros respectivos trabajos, de las malas condiciones, mientras Carmen estaba ahí con nosotros viendo el televisor y sin prestarnos atención.

Carmen estaba en pijama, era una mujer muy guapa de cara, bajita y algo gordita, sin estar embarazada tenia una ciento cinco, osea, ahora las tenia exageradas.

Me levante para orinar, cuando volví pase por el mueble y me traje una botella de ron brugal, una botella grande coca-cola y una bolsa de cubitos. En cuanto me vieron Carmen y Mustafa se echaron a reír, Carmen estaba ya acostumbrada a que de vez en cuando lo hiciese.

Llevábamos dos horas bebiendo y fumando, Carmen de vez en cuando le daba unas caladas, ella cuando no estaba embarazada solía fumar conmigo. Yo ya iba bastante colocado entre el alcohol y los porros, mustafa también, apenas hablábamos. De repente Carmen cambio de canal y sin darse cuenta puso una película porno de la televisión local, cambio rápido de canal.

¿Os habéis puesto cachondos? –dijo riéndose.

La verdad que esa tía tenia unas pedazo de tetas – respondió Mustafa.

Carmen también las tiene muy bonitas- le dije a mustafa.

La verdad que no se como estuve para hacer ese

Comentario. Mientras Mustafa y yo no parábamos de mirarle las tetas a Carmen.

La verdad que si, tienes unas tetas impresionantes.

¿Y tu como lo sabes?- dijo Carmen mientras se reía a carcajada.

Hace unos tres meses mientras iba al baño te vi semidesnuda en tu dormitorio.-

La verdad que creo que Mustafa confeso eso porque iba muy borracho, pero yo, me quede estupefacto, y a los diez segundos tuve una erección. Me había excitado de ver a mi esposa observada por otro hombre.

Si no llega a estar tu marido en ese momento seguro que entro a tu dormitorio.- dijo Mustafa.

Creo que hace tiempo que no ves a una mujer en bolas, ¿Verdad?- Le respondí riéndome.

La verdad que desde hace tiempo.

Carmen enséñaselas- le dije de broma.

Si con eso lo consolamos- dijo ella mientras yo no paraba de reír.

Entonces yo me acerque a ella y le empecé a tocar

Las tetas por fuera, el miraba atónito, mientras Carmen aguantaba la risa. De repente le solté los botones del pijama, Carmen me pregunto muy bajito que que hacia, yo no le respondí y seguí con mi calenton. Se le veía el sujetador.

¿Quieres que siga?- le dije.

El asintió con la cabeza. Le baje el sujetador y se le

veía el pezón, estábamos excitadísimos.

¿Te gusta lo que ves?- le pregunte.

Si…..si….si me gusta- dijo nervioso.

Me quede un rato mirando a los dos, Mustafa no paraba de mirarle las tetas, Carmen lo miraba a el con una sonrisa y yo mirándolos a los dos. Me decidí y le quite el sujetador y la parte de arriba del pijama y Mustafa se quedo perplejo de ver esas hermosas ubres.

¿Puedo tocar?- nos pregunto Mustafa.

Vamos, no te cortes que hoy es tu noche- le dije

Mustafa se acerco, toco suavemente, tendría por lo menos una ciento veinte. Siguió tocando cada vez con mas fuerza, hasta que se decidió a mamarlos como si fuese un bebe.

Esta noche son tuyas amigo- le dije.

El siguió mamándole las tetas a Carmen, de repente empezaron a morrearse con fuerza y a desnudarse rápido, ella cogio su polla que era mucho mas grande que la mía y empezó a mamársela. Yo empecé a masturbarme mientras los animaba a que siguiesen.

¿Te gusta ver lo que hacemos tu mujer y yo, cornudo?- me pregunto Mustafa.

Asentí con la cabeza a la vez que respondía afirmativamente, me excite muchísimo que me dijese cornudo.

Ellos ya estaban follando, ella gemía como loca, hasta que el la saco y vi caer casi un litro de semen del coño de Carmen, en ese instante mientras le caía el semen la penetre yo, a los cinco minutos me corrí de lo excitado que estaba.

Desde aquella noche somos mas amigos que nunca, hemos tenido un niño que se llama Víctor, de vez en cuando Carmen le va a dar leche a Mustafa, y otras veces viene el aquí a mamarle las tetas, es lo mejor que me a pasado ser un cornudo, ya os contare mas experiencias.