Las Tribulaciones de todo buen padre. (2)

Si tu hija quiere que la preñes y te exprime como un limón , no le des mas vueltas; disfruta.....

Nunca una verbena de San Juan fue tan extraña como aquella, o al menos me lo pareció a mi. Encerrado en mi habitación con la silla atrancando la puerta. Para que?, para que mi preciosa hijita no entrara en mitad de la noche y me follara sin pudor alguno.

Después de todo, uno tiene remordimientos , mas aun si te follas a tu hija sin condón y corriéndote a lo bestia en el primer polvo salvaje de tu vida adulta.

En la calle se oían las continuas explosiones rodeando cada rincón de la ciudad, pese a eso nada mas poner la cabeza sobre la almohada de la cama me quede torrado como un muerto, quizás fuera la edad, el cansancio acumulado , el stress de los días anteriores.... o para mi pesar...., lo de tirarse a una muchachita que para mi pesar era mi única hija.

Solo cuando el sol empezó a darme en la cara a través de la persiana en la calle, desperté atontado..., hacia muchísimo tiempo que no dormía de un tirón, había perdido la cuenta, desgreñado , agotado y con la mente nublada me levante con la persistente erección mañanera.

Me calce las chanclas a ciegas arrastrándome hacia la silla que medio dormido aparte, arrastrándome por el pasillo hasta la cocina y pillar algo fresco que llevarme a la garganta.

Apure un largo trago de la jarra de agua helada de la nevera sin darme cuenta que no estaba solo en la cocina, balanceando sus piernas sobre una de las sillas de la cocina mi hija almorzaba uno de aquellos tazones enormes de cereales, igual que cuando era una cría.

Me senté frente a ella observando la cuchara entrar y salir de su boca, aun no eran las 8 de la mañana y allí estaba zampando de lo lindo con una chispa de picardía cuando poso la cuchara hablándome.

  • Porque te encerraste anoche?-- no pude entrar en tu habitación papa.... hay que ver como eres...-- siguió engullendo los cereales sin inmutarse.-- parando otra vez para soltarme-- Como demonios vas a preñarme si no follamos!-- se encogió de hombros volviendo a su almuerzo disgustada.

Igual que un aspersor de jardín escupí toda el agua de mi boca manchándolo todo, mi hija pequeña me estaba echando la bronca por no poder follar conmigo?

Los pinchazos en mis sesos me dijeron claramente que no estaba teniendo una alucinación, estaba resacoso …., pero el cielo de mi memoria se despejo recordándome el increíble polvo de la tarde anterior. La manera en que mi polla se había enterrado hasta los huevos en la tierna vagina de mi hijita. Mieeeerdaaaa, no fue un sueño pensé llevándome la mano a la desgreñada cabeza, en verdad me la follé !-- lamente echando un vistazo hacia el calzoncillo de nuevo empalmado.

Me detuve un segundo tapándome la cara avergonzado, alejándome como un viejo pervertido y asqueroso . Me duche a toda pastilla, adecentando algo mi careto frente al espejo donde me afeitaba alelado, aunque me hubiesen atizado una buena ostia debía ir como cada mañana a la gestoria en la que trabajaba desde hacia mas de 22 años.

Aun con un calor de mil demonios, la corbata y el traje estaban ligados a mi desde tiempos inmemorables, apreté el nudo terminando de cepillar las invisibles pelusillas de las mangas de la americana .

Ali del baño renovado, impermeable a todo lo que no fueran balances, albaranes y declaraciones de renta..., allí donde todo cuadraba a la perfección y no existían las sorpresas desagradables.

Tomando mi maletín junto a la puerta, me cepille pulcramente el pelo que religiosamente cortaba todos los lunes de primero de mes, apenas se distinguían una hilera de canas en las sienes.

Dispuesto a salir hacia mi trabajo me detuve con la voz de Valeria sonando a mi espalda.

  • No sera mejor que te pongas los zapatos, vamos.... a no ser que quieras ir a trabajar con las chanclas...!-- se aproximo tendiéndome los rígidos zapatos negros.
  • Clarooo..., esssss... no se donde tengo la cabeza..., me apresure a calzarme los zapatos observando desde mi privilegiada posición la preciosa rendija donde aquellas magnificas tetas asomaban tentadoras. – hasta podía darme el gusto ver asomando las aureolas rosadas.

Cerré los ojos de inmediato, no fuera a quedarme ciego con semejante visión. Por Diooos....! – la culpabilidad luchaba con el inicial empalme de mi polla, descubriéndome cuando ella alzo los ojos y poso la manita cariñosa sobre el terrible bulto del pantalón.

  • Vaya.... tienes buenas vistas desde ahí verdad?-- repaso fregando su mano por toda la bragueta despertando a la bestia medio dormida-- mmmmm que gordaaaa... , seguro que si... hago esto-- acompaño sus palabras bajándose los tirantes de su camisetilla rosa dejando al aire los colosales melones.

No se si chille , o si llore como una niña.... agarrando mi maletín como una tabla salvavidas , palpe a tientas el picaporte abriendo la puerta a mi espalda y saliendo a la carrera escaleras abajo desertando de volver al interior y ser violado por mi hijita.

No pare hasta llegar al descansillo del edificio, sin aliento, empalmado como nunca y con el sonido de una carcajada resonando por toda la escalera.

Sudaba a chorros cuando llegue a la oficina y di con los demás viejas reliquias de la gestoria.

León Marqués; gestor jefe y encargado de la tesorería , ademas de un putero declarado . Ezequiel Marero derecho civil y penal, o lo que era igual a ; un misero chupatintas dominado por una tiránica madre, y por ultimo Margarita Ompalo... la única mujer de la plantilla en otro tiempo macizorra en toda regla y embarazada casi de 7 meses otra vez.

Todos ellos pasados la treintena al igual que yo, con historias patéticas sobre sus espaldas. Ahora después de todos esos años compadeciendolos entendía algo mejor sus miserables vidas. Estaba atrapado , lo sentía según pasaban las horas y las manecillas del reloj avanzaban a toda prisa. Me daba pánico regresar a casa, me aterrorizaba... que cojones!-- , solo escuchar el timbrazo del teléfono conseguía hacerme brincar en la silla como un conejo asustado.

  • Vaya.... parece que alguien de aquí …. va a tener que olvidar el café..., o pasarse al descafeinado....!-- Tranquilo hombre...!-- murmuro León desde su abarrotada mesa.-- Si hemos decidido venir en un día de fiestas es por adelantar algo de papeleo, si en verdad quieres volver a casa y relajarte....-- Ya sabes...
  • Noooo, – contesto soltando aire de los pulmones-- Solo es cansancio..., ayer estuve discutiendo con Valeria... y todo se salio de madre...!-- carraspeo incomodo sin apartar los ojos de la pantalla.
  • Ahhhh... los hijos...!-- murmuro Margarita al otro lado-- No me digas mas ...se paso la mano por la curva de su descomunal barriga..., problemas a la vista... verdad?-- Ya lo veía venir con ese yerno tan extraño...!-- Al menos libre del capullo...- por fin lo puedo decir,!-- suspiro aliviada.-- Porque el capullo se ha largado para no volver?-- pregunto
  • Si eso si...!, en cuanto Valeria se instalo en casa..., – Así que... la tengo viviendo al final del pasillo , otraa vez...!-- seguí hablando ensimismado en los documentos.--
  • Vamooos... no seas tan duro...!-- Desde que mi hijo volvió a casa después del despido...-- hablo Margarita estirándose sobre su butaca acomodando su mano sobre el vientre-- Me ha ayudado muchiiiiisimooo con todo...., si no fuera por el.. no habría podido con todo.... , los niños, la casa..., – dale tiempo ya veréis como os apañáis la mar de bien!-- guiño un ojo dándole esperanzas.
  • No se Margarita...., no se-- recordo el polvo en su butaca-- No se trata de lo mismo...!-- acabo callando.

Conforme la hora de la comida se iba aproximando las pulsaciones de su corazón parecían pararse y luego acelerarse como un bólido , uno a uno los demás componentes de la plantilla fueron alejándose a sus respectivos hogares. Solo yo permanecí en un sombrío silencio viéndolos desaparecer en la calurosa tarde.

El estomago rugía cuando tome la americana bajando la persiana arrastrándome de nuevo hacia casa. Con que le saldría esta vez?, tomando impulso me dirigí al ascensor, con la voluntad de resistir a cualquier provocación rastrera.

Eche un vistazo a ambos lados del pasillo, dejando mi maletín justo donde todos los días en angulo de 45 º, no se escuchaba televisión ni ruido alguno, habría salido..., algo mas aliviado afloje el nudo de la corbata desabrochando el primer botón y deshaciéndome de los zapatos.

Me encantaba caminar descalzo por mi casa, no habiendo moros en la costa uno podía permitirse ciertos privilegios...., me llegaba a la nariz un rico olorcillo flotando de la cocina, me di prisa por llegar a la fuente de tan delicioso manjar.

En el centro de la mesa de la cocina una esplendida paella parecía llamarme a zampármela sin miramientos, justo al lado una gran jarra de cerveza fresca helada y dos inmensas tajadas de roja sandia.

  • Menos mal que has aparecido...., si llegas a tardar un poquito mas no te espero-- sonrió Valeria detrás de la mesa.-- Va siéntate... no te quedes ahí pasmado... hoy es fiesta, no?-- pues ala...!-- empezó a llenarme el plato sin dirigirme una mirada.

  • Lo siento hija, se me ha ido el santo al cielo...!-- me senté a la mesa dispuesto a darme un banquete.--Vaya.... esto huele de vicio!-- sonreí complacido metiéndome la primera cucharada de arroz a la boca.-- Esta de lujo!-- le solté mirándola por primera vez.

Sin una pizca de maquillaje y con el pelo recogido en una coleta pareció como si el tiempo volviese a cuando era una niña y la consentía como la única hija que teníamos. Seguí comiendo satisfecho, observando como el elaborado delantal de su madre ahora cubría a mi hija.

Me escocieron los ojos, pero conseguí no soltar ni una sola lagrima mientras duro la comida , entre risas y relajados acabamos apilando los platos a un costado vacíos.

  • Ahora viene cuando me ayudas a fregar los platos..., Mira que no comprate un lavavajillas!-- arrastro la silla levantándose.-- anda dame...-- me tendió la mano tomando la pila de platos con las dos manos y girándose.

El palillo con el que me mondaba los dientes se me cayo al suelo cuando la vi volverse hacia la pila de fregar, bajo aquel almidonado delantal de su madre iba totalmente desnuda, ni un solo retal de tela cubría su esplendidas curvas.

Al darme cuenta cerré la boca incomodo en mi silla, podía ver su adorable culazo incitando a mi rabo a renunciar a la siesta como evitar ladear la cabeza al ver la preciosa rajilla abriendo aquellos mofletudos labios del coñito mas adorable del mundo.

Desvié la vista , carraspeando diciendo estúpidamente.

  • Valeria vas desnuda...-- solté como un gilipollas integral-- pensaba , pensabaaa que llevabas bermudas o una de esos malditos tops que lleváis todas.-- enrojecí al darme cuenta como la tela del pantalón se deformaba horrorosamente-- alcance la servilleta para taparme.
  • Ahhhh buenooo... aquí en la cocina hacia muchísimo calor....! pero me he puesto el delantal para no quemarme!-- me hablo por encima del hombro.-- Me vas a ayudar o te vas a quedar pasmado ahí.... , vienes????--

Me puse en pie impulsado por la costumbre, sin darme cuenta que la servilleta colgaba del tremendo bulto de mis pantalones como un perchero de ultima hora. Seguí sus ojos hacia donde se habían desviado..., me saque de un tirón la servilleta apresurándome a la pila donde yo enjuagaría los platos que Valeria me pasase enjabonados.

Mi incomodidad era cada vez mas aparatosa al lado del cuerpo desnudo de mi hija, era mi rabo quien se apoyaba contra la madera de los armarios inferiores haciéndome casi imposible enjuagar los platos sin derramar algo de agua en el suelo.

Sin despegar los labios lavamos cada uno de los cacharros utilizados conscientes de que la erección iba creciendo mas y mas dentro de mis pantalones.

Era como si dos personas peleasen dentro de mi cuerpo, uno deseaba tocar...follarse a esa deliciosa muchachita, el otro apenas podía despegar los ojos de los platos y de la enorme paellera sucia.

Restregando los restos pegados de la enorme sarten redonda Valeria paso el estropajo sobre la costra seca que parecía no salir con nada, aun con todas sus fuerzas no conseguía desincrustar ni una pizca.

  • Esto no sale...-- murmuro haciéndose con una cucharilla dispuesta a rallar llevándoselo todo-- A ver si así...-- se inclino aplicando toda la fuerza sobre la mano...-- la pequeña cucharilla resbalo de su jabonosa mano cayendo dentro la pila llena de agua.
  • Seras bruta...-- sise viéndola-- Así rallaras la paellera , dejame anda....dame el dichoso estropajo— . Agarre el estropajo colocándome detrás de ella y de la voluminosa sarten.

Ni se que demonio se apodero de mi , pero antes de enterarme de lo que mi boca había soltado-- agarraba el áspero estropajo con el cuerpo de Valeria prácticamente a mi paquete. No era buena idea..., y si mejor salia por patas ?.., apenas conseguía tragar la saliva en mi garganta. Sus apetecibles nalgas acunaban perfectamente el descomunal bulto encerrado en mis pantalones, suerte la mía....!,

Tomando el retal jabonoso restregué sobre la suciedad acompañando mis caderas a cada movimiento de mi paquete sobre el jugoso culo de mi hija, pare rascando con la uña la mugre sin ser ya dueño de mis actos.

Visualizando la redonda superficie metálica , con las cosquillas de su coleta acariciándome la nariz a cada vaivén de mis caderas acompañándome sin soltar palabra, la oía resoplar cada vez mas rápido posando sus manos a ambos lados de la pila, afianzándose hasta ser ella la que moviera su culito perezosamente sobre mi polla dos y tres veces.

No seré un jodido hipócrita, aquello levanto otro par de palmos mi ya empalmado rabo... agujerearía los jodidos pantalones si seguía frotándose de la manera como lo hacia.

  • Ves solo hay que.... hacer un poco de esfuerzo... así poco a poco...!-- susurre moviéndome y pegando la polla al culo de Valeria frotándome .
  • Valeeeee... ya lo veoo …, mmmmmmmm, mmmmmm, hay mucha mierda pegada espera te ayudo con la uña...-- pronuncio aplicando la uña sobre la costra , levantando el culete y meneándose descaradamente sobre mi rabo.-- Siii asi si sale..., mmmfff..., despacito...-- jadeo.

Valeria empezaba a menear las caderas a un ritmo acompasado conmigo resollando por encima de su cuello con las manos dentro del agua, todo mi rabo se mecía sobre el culazo de mi hija de abajo y arriba , volviendo a comenzar de manera enloquecedora cada vez que ella empinaba mas y mas su culo hasta fallarme el aliento, entonces al darse cuenta sacudía sus caderas frotándose descaradamente mojando la tela de mi pantalon con sus jugos.

Ya entonces, la oía jadear mordiéndose los labios al empezar los dos con aquellos brutales empujones , olvide la puta paellera sujetándome a su cadera, acariciando la piel bajo la fina tela del delantal , suave , delicada cuando empezamos a imitar las envestidas en seco de una follada enloquecedora.

La paellera salpico al caer dentro del agua cuando solté la otra mano con la que la sujetaba, agarrándome a su cintura mientras aceleraba la fricción, me iba a correr..., no tardaría mucho …, lo presentía a cada meneo de cadera.

Si me hubiera dado un infarto allí mismo hubiera muerto con una sonrisa estúpida estampada en la cara, mi corazón no aguantaría mucho semejante trajín... , me detuve recobrando un poco de aliento...., era una locura... jodeeer..., una puta locura!, pero tan bueno....

Pare solo un segundo, con el corazón latiendo a toda pastilla. Fue entonces, cuando sentí la mano de mi hija sobre mi barriga tanteando a ciegas sin volverse, dudando hasta dar con el cierre de la cremallera , abriéndola perezosamente.

Estaba en otro mundo, pues ni cuenta me di hasta que su palma envolvió la erección sobre el calzoncillo y se adentro en el cierre , me estaba sacando la polla que apenas toco salio de su mano amorosamente.

Pegue un pequeño saltito, al notar las carnes húmedas rozándose por primera vez... eso era otro cantar..., estaba muy húmeda..., tanto que enseguida doblo su cintura sobre la pila ofreciéndome la visión de la tierna rajilla brillante empujando hacia atrás.

Mi hija se apalanco sobre la pila meneando el culito incitándome, casi todo el grueso glande se apoyaba perezosamente en la apertura estrecha de su coño a la vez que empujaba hasta casi hincarse mi rabo, de hecho chorreaban sus jugos sobre el capullo sin duda gracias a la follada en seco anterior. Era ella quien apurando un gruñido echo el cuerpo hacia atrás empujando su chochete a clavarse el cabezón de mi polla.

Shhhhhhhhhhh,....., la escuche pararse hasta que una de sus manos empezó a acariciarse por delante y me sentí envuelto un su melosa esencia.

Sujeto a su cadera incline un poco mas el peso de mi cuerpo hincándome un par de palmos en la estrecha rajilla, era glorioso... rodeado por toda aquella tiernas paredes cediendo poco a poco.

Murmuramos a la vez quejidos o jadeos, nada distinguía a unos de otros, podía oler el sudor en su cuello empapando su coleta y pegue mi nariz a su cuello , la desproporción paracia monstruosa.

Aun así, medio clavado entre sus nalgas con sus caldos empapándome los huevos empuje con muchísima calma hasta que mi rabo se metió hasta el fondo. No me moví, asustado por la magnitud de la grandeza que mi hija apretaba su coño aceptándome, volvía a sorprenderme ….pues solo un pequeño jadeo satisfecho salio de su garganta.

  • Ohhhhhhh siiiiiii, mmmmm-- dio un pequeño paso hacia atrás – espera un poquitoooooo....-- pronuncio quejumbrosa.

Pegado a ella como estaba, totalmente clavado a su vagina me temblaron algo las manos cuando descendieron hasta sus nalgas asiéndome a ellas como tabla salvavidas, menuda gloria!, – separe los cachetes en una viciosa contemplación de mi cipote totalmente clavado y retrocediendo con ganduleria,

Valeeeeriaaaaaaa... aullé al retroceder y destapar un par de palmos de brillante polla – diooooosssss....,-- gemí adelantando mis caderas volviéndome a hundir en sus entrañas.

El salpiconazo resonó en la cocina , baje los ojos hacia abajo perdido en las hermosa estampa del coño dilatado aceptándome como nunca otra lo hiciera, mi dedo apenas rozo ingenuamente el rosado ojete del culo, suficiente para encabritarla y sentir la prensa de su vagina apretándomeme la polla.

Las estrechas paredes parecían amarrarme como una funda 2 tallas mas pequeñas, mi hija me estaba dando los mejores años folladores de mi vida a mis 45 años, la certeza de la revelación me dejo atontado.

Mi pequeñina estirada sobre la pila de fregar los platos con las mejillas sonrojadas se mordía los labios, aguantándose los gemidos que deseaban salir de su garganta.

  • Ohhhh hijaaaaa, hijaaaaaaaaaa,...ohhhh dioooos..., que bueeenoooo...-- murmure envistiendo dentro y fuera.
  • Ohhhh dioooos, ooohhhhh siiiii, siiiii... , dameeee duroo Papaaaaa..., ooohhh que pollon tienes papaaaa... me mataaaaa...!,-- jadeo antes de verse lanzada hacia delante .-- Me quema el coño.... ooohhh diooos, follame, follameee, follameeeee

Apenas empece a joderla mis manos volaron de su culo hacia sus hombros y de ahí hacia sus melones, hasta empezar a entrar y salir de su coño despacio, acompasando cada empuje con el excitante gritito de mi hija acompañándome.

No ayudaba escuchar los chasquidos de la carne entrechocando, sus caderas bailando mientras sus nalgas chocaban una y otra vez sobre mi estomago, le había sacado las tetas del recatado delantal que botaban encima de mis narices.

Era demasiado..., no aguantaría mucho mas..., aun así …, acelere las riñonadas hasta solo escuchar el sonido de succión de su coño aguantando cada empujón con un precioso quejido bañando mi rabo con una gloriosa lluvia de jugos a cada acometida , se estaba corriendo aullando en un largo grito que me puso los pelos de punta.

No podía dejar de manosear sus tetas, apretándolas y estrujándolas con lujuria enredando entre mis dedos aquellos pezones tiesos botando ritmicamente sobre mi rabo, y la presión de sus paredes vaginales aplastándome la polla otra vez cuando las oleadas de pegajosos caldos bajaron por mi cipote . Aquello fue demasiado para mi , me corrí aullando sin detenerme en un profundo empujón con el que bañe el interior de su vagina.

Casi como una explosión nuclear, estalle salpicando hasta el ultimo hueco del útero de mi hija, sin poder dejar de mecerme ahondando cada caño de caliente esperma con un gruñido y un suspiro de ella resonando en mis oídos.

Hasta que por fin mis caderas se detuvieron y me quede medio muerto sobre la espalda de Valeria, babeando sobre su hombro procurando recuperar algo de aliento, con aun la polla empotrada en su coño sin movernos un centímetro.

Permanecimos callados, encajados como animales hasta que el cuello de mi hija se giro un poco y su boca busco la mía abriéndose para meter su lengua y enroscarse sobre mi lengua, quise retroceder ante este beso con el que nuestras lenguas se atornillaban . Pero mi cuerpo no estaba por la labor, por fin... abriendo los ojos y despegándome de su boca con un ruidito , procure echarme hacia atrás y destapar el coño donde tan bien descansaba mi polla.

Abandonar el coño de mi hija se volvió un autentico suplicio, aun mas cuando parecía no querer liberarse, como me la apretaba... tanto que cuando por fin mi polla salio de su interior lo hizo con un genuino ruido de descorche, igual que una puta botella de champan.

El Plooop no me me asusto tanto, lo verdaderamente terrorífico fue el tremendo boquete dejado por mi polla .

Me iba a condenar al infierno , retrocedí un paso, dos , tres , aun con la polla fláccida y brillante caída sobre la tela del pantalón. Un pequeño reguero goteaba de la punta manchando el suelo, pero no fui consciente de nada, solo del redondo culete enderezándose para volverse hacia mi.

  • Madreee miaaa papaaaa...., no voy a poder fregar sin acordarme de este polvo...-- se rió bajando la vista mirando hacia mi polla y lamiéndose la boca-- Estoy deseando probarla-- me guiño el ojo desapareciendo hacia el dormitorio.-- Que tengas una buena siesta … Papi...!

Me quede inmóvil allí en medio de la cocina casi desierta, viendo desaparecer el culo de mi hija contoneándose apeteciblemente delante de mis narices, apenas unos segundos y estaba de nuevo en la cocina, con la polla fuera del pantalón colgando cual badajo de campana.

Aturdido me la metí de nuevo en el calzoncillo apresurándome por borrar de la cabeza ese ultimo episodio, la paellera aun yacía tristemente olvidada sobre la pila , al menos terminaría con aquello...

Fregué la sarten con la culpable conciencia atormentándome , nunca volvería a comer paella sin pensar en el polvazo de después, escurrirla y secarla apenas conseguían disipar las imágenes en flashback entre mis ojos.

Volvía a estar empalmado con solo recrearlo en mi mente, solté el estropajo abandonando la inútil tarea de pasar por alto de que había vuelto a follarme a mi hija.

La migraña parecía revolotear sobre mi cabeza cuando destrozado me senté en mi butaca a descansar los ojos, el verano solo acababa de empezar y el silencio de las calles a esa hora era evidente.

La torridez del aire apenas dejaba respirar, con lo que dormir resultaría un milagro, todo molestaba... corbata , camisa, pantalones, en verdad hasta costaba respirar sudando por cada uno de los poros.

En calzoncillos, como un dominguero aburrido me tendí sobre la butaca con el ligero crujir de las alas de las palomas revoloteando la desértica plaza, para cuando desperté estaba empapado en sudor con el sol en pleno auge , a media tarde cuando nadie se atreve a salir fuera en la calle todo parecía estar sumido una quietud peligrosa.

Resoplando me apresure a refrescarme la cabeza bajo el grifo de la cocina, allí donde antes me había vuelto a follar a mi hija, me limpie la cara resoplando , salí hacia el pasillo deteniéndome con la mano sobre el picaporte de su habitación, picando levemente entre en la habitación esperándome cualquier cosa.

No era buena idea, era malisima, pero antes de que mi cerebro fundido se percatase entre en el templo de mi hija en silencio, en verdad solo quería saber si estaba verdaderamente bien, no muchas mujeres pueden aceptar una polla descomunal como lo había echo mi Valeria.

Parándome a los pies de la cama la vi medio dormida, aun desnuda sobre las sabanas arrugadas, y mis buenas intenciones salieron volando por la ventana.

Sin entender el porque, me senté sobre el borde de la cama, observando su leve respiración haciendo subir y bajar las tetas redondas y llenas con aquellas aureolassss rosadas , ni que decir de su estrecha cintura acabando en unas redondeadas caderas y un culito encantadoramente tentador, desde donde estaba con el tenue reflejo de las luces de fuera podía ver el estrecho coñito llamándome incesantemente.

Procurando no hacer ruido me tumbe junto a ella, igual que cientos de veces hiciera con su madre en tardes como aquella.

Mi adorada esposa, solía dejar que me acomodase a su espalda tal como estaba haciendo ahora y arrimase mi polla a su coño..., solía refregarme arriba y abajo, abandonándome al juego del que siempre terminaba hincando la punta y eyaculando ferozmente.

Solo que …., la mano de mi hija , la que parecía dormida voló hacia atrás agarrándome la polla deteniéndome...

  • Mmmm... pero que es esto?-- murmuro somnolienta...-- Vayaaa que gorda... solo puede ser...Paaaapaaaa!-- se volvió asombrada pillándome de semejante guisa.-- Pero..., uuuaaaaauuuu ya esta dura?-- espera.... aun me escuece un poco....-- murmuro colocándose frente a mi y poniendo una pierna por encima de la mía....,-- esperaa.... ooohhhh, que gorda..., yaaa casi...-- sujeto firmemente el cabezón colocandolo en la apertura de su coño.
  • Yo no..., bueno... no era mi intención...-- sentí los labios abriéndose encajándose a todo el glande.-- Ohhhh valeria..., ya estas húmeda...-- gruñí en un esfuerzo sobrehumano de no clavarme hasta los testículos.-- Tu madre solía dejarme clavar...--de inmediato los brazos de mi hija me sujetaron de la cintura cuando se pego a mi cuerpo y se empalo hasta la mitad de mi rabo.
  • Ohhhhh, diooooos... mmmm..., deja que...-- me acomode sujetando su pierna y empujando hasta hundirme enterrándome en toda la estrecha vaina.-- el ancho y colorado cabezón taladro hundiendose como un hierro ardiendo.
  • Mmmm..., ahhhh siii, essooo esss, maaaaadrrreeee miaaaaaa queeee gordooooooo..., uffffff , esperaaaa-- se detuvo haciéndose a toda aquella carne empujando.

Casi estaba enterrado hasta los testiculos y podía ver la carita de esfuerzo de mi hija haciéndose con todo mi tremendo tamaño , un rostro entre dolor y placer que me traía loco allí parado con la polla forrada de tierna carne juvenil. Me detuve hasta ver a mi pobre niña relajando las prietas contracciones sobre mi tranca, acoplándose para de un empujón lento y profundo hundirme hasta la tierna matriz.

El quejido de la pobre me supieron a gloria, no podía parar , ya no. Así encajado agarrando su pierna empece a clavarme unos cuantos embates potentes , salimos despedidos hacia arriba golpeando la madera del cabezal que empezó a sacudirse al compás de los meneos y los jadeos con los que zambullía mi cipote hasta los huevos.

Cada vez mas rápido y mas fuerte acelere las embestidas hasta solo percibir el chapoteo de la polla salpicada por los jugos de ambos , hasta que los espasmos del tierno coñito empezaron a volcar empalagosos oleadas sobre mi .

Abandonándose soltó un aullido desgarrador, casi llego a asustarme lo suficiente para detenerme, pero estaba en ese punto de no retorno donde las sacudidas de goce estallan sin tapujos, haciéndola jadear con la cabeza echada hacia atrás mientras me salpica brutalmente con su deliciosos esencia pegajosa.

Aquello me dio alas, hundiendo mi cabeza entre el hueco de su cuello y la almohada , clavado en las tiernas entrañas bien lubricado, empuje hasta deslizarme engrasado como un puto martillo neumático. Me escuche aullar a cada embestida en la me hundí mas y mas en el coño de Valeria, hasta sentir como la punta de mi nabo golpeaba el útero.

  • Ahhhhh yaaaa, yaaaaa , meeee corrroooo....! Me corrro hijaaa...., meeeee agarrras la pollaaa.....ohhhggg-- empuje con la voluntad de un joven semental primerizo hasta notar el cálido enema derramándose n abundantemente, acompañando cada aliviado jadeo final un espeso y viscoso caño hasta las profundidades de sus tiernas partes.

Me detuve permaneciendo atontado sobre su hombro, siento la caliente leche manando y regándola , tal como ella deseaba permanecí inmóvil mientras su vagina me ordeñaba perezosamente, hasta parpadear somnoliento, sudoroso . A quien quería engañar? Me quedo estirado sobre la cama contemplando el techo, el brazo cubriéndome la cara , aun perturbado pestañeo volviéndome hacia mi muda acompañante, no la escuche pronunciar palabra alguna, solo sus lentas respiraciones.

Pese a todo la polla descansaba sobre la pierna reluciendo con los jugos de ambos mezclados, a mi nariz llegan los delatores olores a jodienda de media tarde, Estaba perdido... como padre seré pésimo..., un cero …, pero como follador... como follador...., – termine revolviéndome sobre el costado.

Valeria me sonrío con ese gesto sexy al que cuesta acostumbrarse , toda ella brillaba con una capa de placentero sudor follador , y no pude evitar recorrer con mis ojos toda la extensa piel desnuda, deteniéndome en la tenue linea de vello adornando su coño.

Puedo escuchar la gutural carcajada al abrir las piernas enseñándome la espesa masa glutinosa pringandola.

  • Esta vez te corriste un montón papi..., – volvió a cerrar las piernas echándose de lado-- Se buenoooo anda! Mmmmm , que sueñoooooooo …., despiertame cuando llegue la nocheee.... podemos cenar en la terraza y seguir follando... mmmm?
  • Ehhhhhh siiii..., – me escurrí de la cama sentándome con las manos en la cabeza.-- Iré a aaaa, aaaa...., a suicidarme...-- pronuncie en tono derrotado arrastrándome fuera de la habitación.

Es cuando llego a la puerta volví a oírla hablarme despacio casi en un susurro.

  • Papa..., no te preocupes tanto... nunca me han follado tan bien como tu...!,-- No le des tanto a la cabeza.... disfruta...-- hasta luegoooo-- bostezo silenciando su voz.

Cerré la puerta dando vueltas a las palabras de mi hija, a mi también me gustaba follármela... de hecho cada vez mas..., y deseaba pese a mi corta experiencia re descubrir la sexualidad..., a mis años..., me adentre en mi dormitorio vistiéndome con bermudas sin dejar de darle vueltas.

Mi adorada esposa ya no estaba, solo mi hija..., y puede que....uffff..., mejor no darle tantas vueltas!.