Las tribulaciones de Elena (4)

Una chica normal, una vida normal, y las circunstancias que lo van a cambiar todo.

Elena recordaba la conversación telefónica mientras miraba como su amiga totalmente desnuda le elegía el vestuario

  • Ahmed?

  • Hola, como estas?

  • si bien

  • Que quieres?

  • mira es que una amiga quiere conocerte

  • Y quien es esa amiga tuya?

  • diana, no la conoces

  • No me lo digas, le has hablado de lo que ha pasado hoy, no?

  • si

  • Jajajaja, y seguro que esta loca por conocer al tío que se ha follado a una tía como tu

  • si

  • Bueno, si voy me la voy a follar hasta reventarla, es lo que quieres?

  • si

  • Donde estáis?

  • en casa

  • Pues en veinte minutos estoy ahí, no le digas nada a esa zorrita, y tú prepárate y no te olvides de nada de lo que has aprendido esta tarde.

  • bien

  • Hasta ahora.

  • hasta ahora.

Diana le eligió una falda y un suéter que se ataba al cuello y le dejaba toda la espalda descubierta. Evidentemente el sujetador quedaba descartado. Ella se puso una falda de Elena y una camisa pero sin ropa interior, y no le dejo ponerse tampoco a ella.

  • tendrías que vestir mas corta, que tienes unas piernas muy bonitas.

Dijo diana metiendo las manos dentro de la falda de Elena y acariciando su sexo, Elena noto sus dedos paseando por su raja y cerro los ojos dejándose llevar por aquella invasión. Ella estaba de pie y diana sentada en su cama, su suéter se levanto y unos labios comenzaron a besar su vientre. Su cuerpo volvía a arder de deseo. Lidia la hizo arrodillarse entre sus piernas y echándose hacia atrás en la cama le acerco la cabeza a su sexo y Elena se entrego de nuevo al manjar que se le ofrecía arrancando los gemidos de su amiga.

-  así zorrita así, mmm...

La mano de diana se poso en su nuca, atrapándola más si cabe en el sexo de su amiga que rezumaba líquidos por todos lados.

  • diosss me corroooo, ahhhhh

El sexo que devoraba se deshizo en su boca, y las piernas  se contraían sobre su cabeza queriendo cerrarse ante tan desmesurado orgasmo.

  • ohhh, para para, uffff

  • Te ha gustado?

  • uffff, creo que voy a tener que venir mas a menudo a que me limpies los bajos

  • Que guarra eres

  • si, ha mucha honra, no como tu que de modosita las matas callando, jajaja.

  • No, yo no . .

  • ahora me dirás que no te gusta?

Elena se quedo callada

  • a ver levántate

Elena se levanto y diana le metió la mano bajo su falda encontrando su sexo ardiente y mojado

  • mmmmm, menuda zorrita estas hecha, y seguro que te gusta que te toquen el coño como yo ahora no?

Elena no contesto, se dejaba llevar entre gemidos por la mano de diana que la recorría a fondo, sus dedos masajeaban su clítoris sin ningún reparo aprisionándolo sin ninguna delicadeza, notaba su humedad recorriendo sus muslos y su sexo no tardo en explotar en un orgasmo que le hizo tambalearse.

  • jajajaja, no me extraña que tu amigo te hiciera lo que me contaste, eres una facilona.

  • Calla

  • que no es verdad?

  • Es que no se que me pasa, no puedo evitarlo

  • pero te gusta?

  • Si

El timbre de la puerta sonó, y ambas se recompusieron rápidamente, dirigiéndose hacia la puerta. Al abrirla Ahmed apareció ante ellas.

. Vaya, vaya, que chicas mas guapas, tu eres diana no?

Ahmed la cogio de la cintura y le planto un beso profundo que diana, no rechazo, Elena se quedo plantada viendo como se morreaban sin ningún pudor delante de ella.

. Que calladito te tenias a esta amiga, guau esta muy buena

  • gracias. Dijo diana

. Me han dicho que querías conocerme

  • jajajaj si, no podía quedarme sin saber quien era quien había pervertido a mi casta amiga

. Jajajajaja, casta? seguro que viendo como nos morreábamos se ha mojado la muy puta

Y dicho eso su mano se metió baja la falda de Elena encontrando su sexo empapado

. Mírala, como una perra en celo

Ahmed saco los dedos impregnados de flujo de Elena y se los llevo a la boca de diana, esta los lamió con devoción.

. Tú, acaba lo que he empezado. Dijo dirigiéndose a Elena la cual apoyándose en la pared comenzó a masturbarse viendo como los dos se devoraban. Ahmed cogio la camisa de diana y la abrió haciendo saltas los botones, apoderándose de los exuberantes pechos de diana. La contundencia de la acción la dejo perpleja y mas aun cuando una mano invadió su sexo y comenzó a follarla rápidamente.

. Así que quería conocerme, no?

  • mmmm

. Veo que si, y tu coño también lo dice

  • que gusto, diosss

(Perdon por la reedicion, faltaba indicar el numero de entrega)

Dos dedos entraban y salían de su sexo a toda velocidad y aquel tratamiento tan brusco la llevo a correrse entre gritos de placer.

. Vaya, a esta zorrita rubia le gusta que la traten rudamente, se deshace enseguida, ven aquí Elena, límpiale el coño que esta guarra se ha corrido con ganas.

Elena se arrodillo y metiendo su cabeza bajo la falda comenzó a saborear el sexo de su amiga.

  • mmmm, no, por favoorr.

. Que, no te gusta?

  • demasiado

. Que, te lo montas con ella?

  • esta tarde la primera vez, ohhhh, mmmm.

. Vaya con las putitas, se cuentan sus cosas y se ponen calentorras.

Ahmed cogio las manos de diana y las elevo por encima de su cabeza, asiéndolas con una de sus manos, con la otra comenzó a sobarle los pechos de forma brusca, los apretaba y los soltaba, provocando que los gemidos que el trabajo de Elena le producía se trasformaran en gritos, sus pezones, que se ofrecían duros y prominentes no tardaron también en ser usados por los dedos que la martirizaban.

. Paro?

  • nooo

Los pechos de diana comenzaron a ser azotados por las manazas de aquel hombre, primero suavemente, pero poco a poco fui subiendo la intensidad y diana no pudo más y se corrió de nuevo, vaciándose en la boca de su amiga.

  • aaaahhhhhhhh

Grito diana mientras sus pezones eran apretados sin compasión, pero su grito fue ahogado con los labios de Ahmed, que la morreo mientras se convulsionaba de placer.

. Dime, quieres conocerme más?

  • si, por favor

Ahmed cogio del pelo a Elena y la saco de debajo de la falda de diana. Y la morreo también mientras sus manos se perdían en su culo.

. Vaya, parece que estabais esperando a que viniera ya sin bragas las dos.

Y cogiendolas de la mano a las dos las llevo a la habitación de los padres de Elena.

  • Pero y si vuelven mis padres?

. No te preocupes, se han ido con mi padre a cenar, y le he llamado para que los tenga hasta tarde entretenidos. Y deja de quejarte, si quiero follar en esa cama lo haré, además ya la he probado, lo sabes no?

Elena se quedo callada

. Te vi. por el espejo mirona. Y no dijiste nada, así que como aquella vez, calladita.

Ahmed se giro y comenzó a besarse con diana, la camisa que llevaba desapareció y ella empezó a besar su pecho mientras las manos pugnaban por liberar aquella herramienta que masajeaba a través del pantalón. Cuando por fin cedió estos cayeron a los pies de Ahmed que se deshizo de ellos llevando a aquella rubia a la cama. Mientras la mano de ella se aferraba a su objeto de deseo el con una mano atrapaba su pelo besándola, con la otra amasaba su culo con fuerza arrancando de vez en cuando quejidos ahogados de ella.

Poco a poco diana acabo tumbada boca arriba mientras la mano de Ahmed la recorría sin ningún miramiento. Apretaba sus pechos dejando marcados sus dedos y después estiraba los pezones haciendo que ella se estirara para evitar el castigo. Cuando su mano por fin busco su sexo entre sus piernas y sus dedos se introdujeron dentro de ella comenzó a gemir.

. Estas empapada zorra

  • me corro, sigueee

El ritmo infernal de los dedos dentro suyo y una boca devorando su pecho fue demasiado y se corrió entre espasmos, pero el ritmo no decreció y se le encadenaron varios orgasmos que la hacían gritar de placer mientras Ahmed disfrutaba de ella, usándola como nadie lo había hecho.

. Pero que guarra eres, has mojado la cama con tus corridas, ven Elena, quítate esa ropa que llevas límpiala.

Y Elena obedeció y al poco estaba entre las piernas de su amiga otra vez, lamiendo aquel sexo que Ahmed había vaciado de placer.