Las tres pruebas

Continuación de "Nuevo sumiso en la montaña" donde un tio empieza a descubrir su dependencia de un amo.

“Vaya siesta que me he echado!!!”

Estoy adormilado y poco a poco voy recuperando la consciencia. Cada vez tengo más sueños con tíos y a veces me avergüenzo de ellos. Tengo que salir de dudas ya y buscar a un tío para que me eche un buen polvo.

“Este sueño ha sido la leche. Hasta parece que me duele el culo, jejeje”.

Abro los ojos y no reconozco el lugar. Aún estoy atontado y no recuerdo haberme echado la siesta aquí. La verdad es que el lugar es espectacular. Estoy tumbado en la entrada a una cueva entre sol y sombra.

“Joder!!!! Pero si estoy en pelotas!!!!”

De repente me doy cuenta que estoy desnudo. Sólo tengo puestas las botas de montaña. Pero… ¿Qué coño ha pasado? Me levanto rápidamente y busco mi mochila por los alrededores pero lo único que veo es la toalla donde estaba tumbado. El miedo empieza a apoderarse de mi mente. Lo que ha pasado me preocupa pero… ¿qué hago ahora? Me muevo nervioso por la entrada de la cueva. Tengo que buscar a alguien que me ayude a volver pero ¿cómo voy a explicarle que estoy desnudo? Qué vergüenza!!!

Intento tranquilizarme para pensar en lo que ha pasado. “El sueño que he tenido... joder!! Que no ha sido un sueño!!”

Me noto el culo resentido incluso hay restos de semen en mi cuerpo. La verdad es que cuando pienso en el sueño me empalmo. “No es posible”, “yo nunca me atrevería” son frases que no paro de decirme pero sé que me miento a mí mismo. La realidad ha superado a mis fantasías.

La verdad es que he que he disfrutado como nunca en mi vida. Recuerdo cómo me han obligado a chupar pollas incluso como me follaron. Aunque me excito mucho al recordarlo estoy totalmente confundido. No sé si estoy tan nervioso porque quiero salir corriendo o porque necesito encontrar al tal Pedro para… para disfrutar con las indicaciones que me dé.

Mientras todas estas cosas me vienen a la cabeza mi mirada, hasta ahora perdida, se detiene en un papel que hay en la toalla. Es una especie de carta que comienzo a leer.

“A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que no ha sido un sueño. Tenemos la mala costumbre de dormir a nuestros candidatos aunque en tu caso te quedaste tan relajado que casi no ha sido necesario.

Si, tal y como sospeché al ver tu culo, eres virgen estarás preguntándote de que va todo esto. Ahora seguro que tienes dos sentimientos muy distintos: o sales corriendo para tu casa; o sales corriendo a buscarme.

Bueno, pues tú eliges. Saliendo de la cueva encontrarás tu mochila a pocos metros con todas tus cosas. Si atraviesas la cueva llegarás a la charca donde nunca tenías que haber llegado. Eso sí, la segunda opción es un punto de no retorno donde tú no decidirás nada.

Recordando cómo has jadeado cuando te follé no dudo que pronto nos veremos.”

Las preguntas se me acumulan en la cabeza.

“¿candidato a qué? ¿Punto de no retorno? Lo mejor será volver a casa y olvidarse de este tema”

Salgo de la cueva a buscar mi mochila con mucha precaución para que no me vea nadie en pelotas. Mientras la busco no paro de pensar en lo que me está pasando. Por una parte quiero volver a casa pero por otra… estoy tan nervioso como cuando deje de fumar. Parece mentira que con el polvo que me han echado me hayan creado tanta adicción a... ufff. Necesito ver esas poyas cerca de mí, necesito tocarlas, chuparlas…

Me doy media vuelta y corro hacia la cueva. No quiero que Pedro piense que me he rajado y pase de mí. Necesito verle.

En cuanto llego a la cueva veo un papel nuevo en la toalla y me pongo a leerlo inmediatamente.

“Sabía que volverías pero es la primera y última vez que vas a poder cambiar de opinión. Como ya te dije, este es un punto de no retorno y a partir de ahora tendrás que seguir todas las indicaciones que te dé a rajatabla o lo pagarás.

Si quieres verme otra vez tendrás que superar algunas pruebas.

  1. 1.Tienes que mantener tu semen para mí, no te puedes correr antes de verme.
  2. 2.Tienes que estar aseado cuando te vea, es decir, solo puedes mantener los pelos de la cabeza y deberás limpiarte el culo.
  3. 3.Tienes que vestirte apropiadamente.

Otra cosa, toda la gente que me rodea cumple un requisito fundamental. Mi polla entra entera en sus bocas.

Ahora es el momento de seguir, adéntrate en la cueva y no tengas miedo.”

¡Joder!, ¿cómo voy a cumplir todas estas cosas?

Me tengo que depilar, tener el culo limpio creo que tiene más implicaciones de las que me imagino, no tengo ropa ni sé la ropa que me tengo que poner. Creía que Pedro prefería que esté desnudo. ¿Y su polla? ¿Cómo quiere que me quepa en mi boca? Es imposible!

No me queda más remedio que fiarme de la nota y seguir por el único pasillo que hay en la cueva. ¿Cómo quiere que no tenga miedo? El corredor está totalmente oscuro pero al entrar en el siento…