Las Travesuras de Anita
Conocí una hermosa chica con quien tuve una relación excitante y quien me relató experiencias de amor filial que aumentaron mi deseo y mi placer, ahora me gusta más que antes.
Las travesuras de Anita
Conocí a una hermosa chica, de talla pequeña, llenita, hermosas nalguitas, pechos pequeños, con quien hice una íntima amistad. Es una delicia acariciar su piel blanca, ver como sus nalguitas se ponen rojitas cuando las apreto con mis manos y cuando le doy suaves mordiscos.
Tiene pechos pequeños, duritos y deliciosos aunque pequeños. Llega fácilmente a los orgasmos, excitante.
Anita tiene una relación de varios años con su hermana Carla, hermana mayor de unos 21 añitos. Su historia es digna de relato:
Anita y su hermana Carla, comparten el mismo cuarto de la casa, viven sus padres también con ellas. Cada una de ellas duerme en su propia cama. Al estar solas, con la puerta con seguro Anita se pasa a la cama de Carla y así juntitas empiezan a acariciarse. Se ponen de costadito se abrazan y se dan grandes besos silenciosos, donde la noche es testigo de su gran amor. Sus cuerpos entrelazados por sus brazos, apretándose con sus labios unidos a media boca abierta, donde Anita pierde incluso la respiración por los apretones y grandes besos de su hermana Carla.
En este estado de excitación se quitan sus ropas. Anita se pone boca arriba en la cama, al medio. Carla, se acerca despacio para unir sus labios a los suyos tratando de meter su lengua en la boca de Anita y con una de sus manos frota suavemente su coño, con toda la palma de su mano de arriba hacia abajo.
Las dos hermanas empiezan a excitarse, Anita abre más sus piernas para que Carla pueda abarcar todo su coño con su mano. Anita rodea con sus brazos la espalda de su hermana, apretándola, hasta llegar a sus nalgas y tomar cada una de ellas con sus manos. Los labios de Carla se van a los pechos de Anita y sus dedos empiezan a jalar su clítoris, luego uno de sus dedos la va penetrando, Anita acaricia suavemente las nalgas de su hermana y luego su mano se desliza por el coño de Carla para penetrarla de la misma forma que ella es penetrada, las dos están dándose placer.
Carla se cruza en la cama dejando su coño cerca de la cara de Anita para inclinarse a besar y lamer el coño de su hermanita y lo hace. Anita metía golosa la lengua en el coño de su hermana y uno de sus dedos le penetraba el culo. En esta excitación Carla mordía el clítoris de su hermanita y sus dedos penetraban sin parar el coño de Anita. Así juntas llegaban al orgasmo y recibían sus flujos ahogados en sus bocas con el cual bañaban su cuerpo impregnadas de sus aromas.
En uno de estos días, descansando de un gran momento de pasión entre Anita y Carla, escucharon gemidos en el cuarto de al lado, muy avanzada la noche, eran sus padres que estaban teniendo sexo. El momento empezó a excitarlas nuevamente, se miraron una a la otra, bajaron de la cama y se propusieron espiarlos. El cuarto tenía un ventanal al centro, un metro y medio del suelo. Entreabrieron la ventana y se oían más fuerte los gemidos de los dos. Estaban sus padres desnudos en la cama, él estaba sobre ella. Anita y Carla, podían ver el cuerpo desnudo de su padre, y en la parte de sus nalgas que se movían de arriba hacia abajo penetrando el coñito de mami. Ellas se concentraron y excitaron con la escena. Minutos después su padre se salió de encima de su mami y se puso de pie en la cama, sosteniendo su gran verga dura. Mami se sentó en la cama con su cabeza a la altura de la verga de papi, notaron como papi tenía una gran verga, más grande que la de sus novios. Anita se mordía los labios del gusto por admirar la gran verga de su padre y ver después como con las grandes chupadas que le daba mami a esa gran verga, salió rica lechita que mami dirigió a sus pechos sosteniendo la verga con una de sus manos y lo poco que quedó mami lo limpió con su lengua hasta que esa verga perdía vigor. Anita quedó admirada por esa gran verga que debía medir unos 20 centímetros (acá en el norte del Perú los hombres se caracterizan por tener un pene de esas dimensiones, si lo sabré yo que he probado varios).
Esta escena de sexo entre los padres de Anita, encendió su placer y el de su hermana Carla. De inmediato fueron a su cuarto, se desnudaron y se costaron en la misma cama, de costadito, abrazaditas, dándose grandes besos a media boca abierta con jugueteo de sus lenguas mientras las manos de una iban hacia la cabeza de la otra, luego las manos acariciaban los brazos de la otra hermana para luego deslizarlas sobre su espalda y luego bajarlas hacia sus nalgas y apretárselas con firme deseo mientras sus cuerpos se pegaban más y más rozándose los coños con sus piernas, frotándoselo con sus muslos. Recordando en su mente el momento de placer y sexo de sus padres.
Desde ese día, Anita no podía evitar mirar la entrepierna de su padre en cada momento que estaban cerca, tratando de ver la forma de su verga sobre el pantalón de su padre. A su madre, trataba de llenarla de muchos mimos, abrazos, imaginando en cada abrazo y beso cuando su mami se la chupaba a su mami, cuando era penetrada por esa gran verga, sentía algo de envidia.
Trataba de aprovechar los momentos a solas con su mami, empezaba a sentir un fuerte deseo por ella, casi más que el que sentía por su hermana. Es en uno de esos momentos esperados por Anita que un día se quedaron a solas. Como hacía calorcito, Anita sugirió para que se den un baño juntas, a lo que su mami aceptó sonrientemente. En el baño Anita pudo ver detenidamente el cuerpo de su mami y su deseo fue más grande aún. Con la ducha abierta dejaron el agua caer sobre sus cuerpos, luego Anita toma el jabón del baño y se lo entrega a su mami para que sea ella quien enjabone su cuerpo. Ella le pide coquetamente que le ponga jaboncito por todo su cuerpo y su mami tímidamente le pone en su vientre, en su espalda, en sus piernas, en su cuello y se iba a detener allí, pero Anita le increpó que le faltaba jaboncito en su trasero, en su vagina y en sus pechos, sus mami lo hizo de manera suave y rápida también.
Anita toma el jabón para enjabonar a mami, ella empieza desde las piernas, desde la parte de atrás de sus muslos, sube lentamente hasta encontrar su raja, enjabonando con su mano de costado tratando de chocar su mano a su raja con el jabón, luego el coño tratando que sus dedos y jabón choquen con los labios del coño, luego sus manos iban subiendo hasta sus pechos donde los pezones de mami chocaban con sus dedos y el jaboncito era un buen pretexto. Luego untó jabón en cada una de sus manos para pasar una de sus manos por las nalgas de su mami y la otra en el coño, frotaba suavemente el coño de mami que iba sintiendo como se iba excitando, arrancando débiles gemidos de su boca, increpando a Anita que era por el dolor de la presión que hacía. La mami de Anita tomó la mano de ella que estaba en su coño y la quitó diciendo que estaba bien de jaboncito, lo que trataba de evitar era su excitación que iba en aumento, lo que un refrescante baño trataba inútilmente de disminuir.
Anita, pendiente de su mami, no le dio tregua y le dijo para ver una película juntas en el tiempo que llegue alguien a casa. Como estaban solas y recién bañadas solo vestían ropa interior. La mami de Anita estaba de costado frente al reproductor, después de poner una película erótica sin ser pornográfica, se subió chocando su coño a una de las caderas de su mami frotándose duramente el coño y se acostó delante de su mami. Así se acostaron en el cuarto de mami, donde antes su papi tuvo un envidiable sexo con esa caliente mami.
En la cama, Anita de espaldas a su mami fue retrocediendo despacio y sin prisa, hasta que sus nalgas chocaron en uno de los muslos de su mami. Anita miró a su mami coquetamente y le dijo pícaramente que deje de tocarle el trasero para ver la película y se volvió a girar para estar frente a la película que se reproducía. Nuevamente, Anita repitió sus movimientos retrocediendo para tener su raja en medio de uno de los muslos de su mami. Esta vez Anita se volteó a mirar a su mami diciéndole:
Anita: mami, qué bandida eres, de nuevo me estás tocando el trasero!!
Mami: no hijita, fue sin querer, casualidad, además estás que te mueves y te mueves.
Anita: (se da vuelta y se pone frente a su mami, pone una de sus rodillas de su pierna pegada en el coño de mami y sus manos las pone detrás de los pechos de ella). Mira las cosquillas que te voy a hacer por todo tu cuerpo.
Mami: no serás capaz Anita.
Anita mueve sus manos haciendo las cosquillas despacio mientras también mueve su rodilla en el coño de mami observando que finge incomodidad por las cosquillas aunque su rostro la delata y una pequeña humedad que se asoma en la ropa interior. Anita sigue rascando con las yemas de los dedos el cuerpo de mami y va bajando por las piernas sacando la rodilla del coño hasta ver que sus manos están a escasos centímetros del coño y ligeramente desliza un dedo por debajo del calzón hasta meterse bien adentro del coño con lo que mami da un pequeño movimiento de costado sintiendo el dedo firme que entra en su coño y que Anita no deja de mover hasta provocar un temblor en su cuerpo, donde sus piernas se hicieron rígidas, el calor de su cuerpo subió rápidamente, su respiración se hizo entrecortada que le hizo perder la razón y dejarse hacer por su hermosa hija.
Cuando reaccionó la mami de Anita, estaba con el calzón bajado, el coño al aire con los labios de Anita en su clítoris y los dedos de su adorada hijita dentro de su coño que se movían sin cesar, y un segundo orgasmo se vino de prisa en la habitación. La mami estaba hecha un mar de deseo. Anita se dio vuelta saliendo del coño de mami por unos segundos para dejar su coño frente a mami, en la pose del 69, mientras seguía penetrando el coño materno mordiendo su clítoris. La ardiente mami se dejó llevar por el momento puso sus manos en las caderas de Anita y le bajó su calzoncito para acariciar con sus dedos el coño de su hijita amorosa. Esta excitación las llevó a hacerse un 69 de aquellos entre madre e hija. Terminaron acostadas frente a frente, de costado, dándose muchas caricias y besos, penetrándose luego con los dedos mientras más besos venían.