Las travesuras de Andrea I (su primera infidelidad
Luego de que una amiga descubriera las mentiras e infidelidades de su -ahora ex- esposo, le aconsejo que se desquite, y aquí algunas de esas travesuras de mi amiga. Los nombres están cambiados a su petición.
Las travesuras de Andrea I (Ojo por ojo, la primera infidelidad)
Hace tiempo que un par de amigas me han pedido que publique algunas de sus experiencias, y por fin he tenido tiempo para complacerlas. Esta serie de relatos es sobre una de ellas, a quien llamaré Andrea –todos los nombres en esta serie son ficticios, los hechos no. Andrea tuvo un matrimonio a muy temprana edad -20 años- y aunque siempre tuvo señales de que esa relación no iría por buen camino, decidió seguir adelante. Lamentablemente la relación duró mucho más de lo debido (12 años) pero por suerte terminó hace un año y medio aproximadamente.
No daré detalles de su relación, sólo comentaré que años de descuidos, maltratos, agresiones e infidelidades, sólo podían terminar en divorcio; en este caso, para bien de mi amiga. Eso sí, el estúpido de su marido pagó unas cuentas de las que hizo; aquí sólo relataré lo relacionado a las infidelidades de Andrea, con lo que su ex maridito pagó las suyas.
Mi amiga, Andrea, tuvo una relación francamente mala y tal vez por ello se descuidó bastante físicamente; ella siempre tuvo buen cuerpo, pero sobre todo después de su embarazo subió muchísimo de peso. Hace como dos años, en una visita al DF, Andrea me contó lo mal que estaba su relación: descuido, agresión e infidelidad, se volvieron algo muy común en la relación. El chistoso de su marido le había sido infiel, entre otras veces, con una mamá de una amiga de su hija y con la esposa de un matrimonio amigo de ellos. Le dije a mi amiga que le pagara con la misma moneda y que se divorciara lo antes posible, pero que en el camino lo hiciera pagar. Me dijo que le encantaría, pero con su obesidad quién se fijaría en ella. Entonces le hice que ver que así como se había descuidado, podía cuidarse y recuperar su figura. Si lo hacía seguro le lloverían galanes, y le pondría los cuernos a su marido con quien ella quisiera. Así lo hizo, mi amiga se puso a dieta rigurosa y ejercicio todos los días. A la fecha, sigue cuidándose.
Habiendo recuperado su atractivo visual, su esposo (David) recuperó eventualmente el interés por su esposa, pero mi amiga lo rechazó en varias ocasiones. La ya muy dañada relación estaba en picada inevitable y afortunadamente. En esos días hablaba muy seguido con mi amiga y así me contó de un papá de la escuela de su hija (el matrimonio también era amigo de ellos, pues las hijas eran amigas) que empezaba a coquetearle piropeándola y felicitándola por haber perdido tantos kilitos de más. De ahí pasaron a los mensajitos por celular. (Ahora el relato será en primera persona)
Salvador y Paty son esposos, y son papás de una amiga de mi hija; Salvador empezó a coquetearme desde que bajé de peso y mis tetas y mi culo volvieron a notarse, ya no mi panza. Luego de unas semanas comenzaron los mensajitos al celular todos los días; “Ay, Andreita, qué bien se te ve esa faldita…pero mejor debe verse debajo de ella”, “hasta la tanguita se te notaba, cómo se antoja verla más cerquita”, “me paraste todos los pensamientos…y otras cosas”, “qué ricos, qué sucios, qué cachondos pensamientos despiertas, Andreita”. Éste último mensaje fue el paso final y así empezó todo.
- Mmmmm…a ver cuéntame alguno .
- Qué? Te vas a animar a hacerlo realidad?
- Mmmm…no sé, depende .
- De qué, Andreita?
- De que se me antoje, de que me convenzas, de que me animes –no podía creer lo que estaba haciendo, estaba provocando o siendo provocada para ser infiel, sí, mi marido se lo ganó, pero esto realmente estaba pasando; sólo había fantaseado con ello, pero no imaginé si o cómo pasaría.
- Claro que se te va a antojar, claro que te voy a convencer y claro que te voy a animar…de hecho creo que tienes muchas ganas de que nos veamos y hagamos travesuras, creo que necesitas una buena encamada, Andreita .
- Ah sí? Por qué crees eso? Crees que David no me atiende?
- Como lo necesitas, por supuesto que no! Ese güey se la vive en sus pinches torneos de dominó, y la neta se ve que andan bien mal…yo ni así dejaría de atenderte. Y si él prefiere sus pinches torneos y te descuida, pues hay que hacerle el favor al amigo de cuidarle y atenderle a la esposa .
- Mira qué acomedido…
- Cómo se me antoja llevarte a un hotel, abrazarte por atrás, besarte el cuello, acariciarte la cadera, las piernas, subir hasta agarrarte las tetas, abrirte la blusa arrancando los botones, morderte el cuello, magrearte las tetas …
- No suena mal .
- Hincarme, levantarte una de esas minifaldas que te pones enrollándola en tu cintura, admirar tus ricas nalgas, tu delicioso culo por el que babean todos los papás de la escuela …
- Tanto así?
- Ni te hagas, que bien que te gusta…quiero olerte las nalgas, lamerlas, ver tu tanguita, cómo se pierde en tus nalgas…mordértelas…muero por verte el conejito…cómo lo tienes? Abultadito? Te lo rasuras? Cortito?
- Cómo crees?
- Cortito…y ahorita mojadito, o no? Seguro te estás acariciando el conejito…o más que eso…mándame una foto … mira lo que provocas con sólo pensar en ti, en tus nalgas, en tus tetas, en tu conejito …(me mandó una foto de su paquete bajo el bóxer, la verdad yo ya estaba bastante mojada y le mandé una foto enseñando mi panty mojadita; sé que mensajearse no es gran cosa, pero me estaba acercando a la infidelidad)
- Pues sí me estás animando .
- Y esto no es nada, Andreita…te voy a atender muy bien! Como se te debe atender…mucho, bien, rico y travieso. Tú dices cuándo, tú mandas .
Pocos días después de estos mensajes las niñas se fueron de campamento y David se había ido a una capacitación a Querétaro todo el día y volvería hasta bien entrada la noche, así que estaba sola en la casa pensando en muchas cosas, principalmente en entregarme a otro hombre; ¿qué se sentiría ser acariciada por otro hombre que no fuese mi esposo? ¿ser besada, acariciada, penetrada, por otro? Me excitaba sólo de pensarlo. De repente, a media tarde, llegó un mensaje de Salvador.
- Solita, Andreita?
- Qué agradable sorpresa…sí, solita, tú crees?
- Con ganas de travesuras?
- Tal vez…dónde estás?
- En mi despacho –es abogado- y con mucho antojo de travesuras y de ti.
- No suena mal…
- ¿Qué traes puesto?
- Ya me viste hace rato que dejamos a las niñas –me llamó inmediatamente-.
- Debajo de eso.
- Un conjunto negro…
- Mándame una foto –me desabotoné la blusa y le envié una de mi brassiere- qué rico…ahora una de tu panty –lo hice- puta madre, qué rica ropita…ya quiero ver lo que hay debajo.
- ¿Ver?
- Jajaja…andas con ganas, ¿verdad?...Ver, tocar, acariciar…
- Eres un canijo –en ese momento tocaron a la puerta- ay, no manches, con lo buena que está la plática…espérame, deja abrir.
- No abras…o no tardes, para seguirle, Andreita.
Al abrir la puerta quien estaba esperando era Salvador –con quien hablaba- y me puse de mil colores, me quedé muda de la sorpresa y de la pena, una cosa es escribir o decir travesuras, y otra muy distinta es tener al susodicho en la puerta de tu casa!
- Hola, Andreita! Qué bueno que no tardaste…pero lástima que te hayas abrochado la blusa –miró fijamente mis tetas- aunque con lo que se ve…
- Qué haces aquí, Chava?
- Pues como estás solita y andamos con ganitas, me pareció buena idea.
- No me vas a dejar pasar? Además aquí nos pueden ver los vecinos, no sea que piense mal –lo dejé entrar…y vaya que entró, jijiji-
- Salvador, no la amueles aquí no –se sentó en la sala y me senté a su lado-
- Ábrete la blusa, ahora quiero verlas en vivo y a todo color.
- Va a venir David!
- Ábrete la blusa, Andreita…
- En serio, Salvador, va a venir David y si te ve aquí, va a pensar mal.
- Va a pensar bien, que le estamos poniendo el cuerno, además dijiste que estaba en Querétaro y que va a venir hasta la noche, así que tenemos tiempo…-se sentó más cerca de mí y me desabotonó un botón de la blusa, le brillaron los ojitos y yo me excité bastante; estaba a punto de serle infiel a mi esposo y en nuestra propia casa- desabróchate la blusa –lo obedecí- ¡qué ricas tetas Andreita! –con sus dedos rozó el brassiere acariciando levemente mis tetas, luego tomó mi mano y la llevó a su paquete- mira cómo me lo pones, y todo esto te vas a comer, Andreita –me saqué un poco de onda por lo directo que estaba siendo Salvador- no te preocupes, el chiste de los amantes es hacer guarradas, es coger rico, ser cabrón, ser puta –me dijo mientras metía su mano entre mis piernas, acercándose a mi panochita pero sin tocarla-
- Es que nunca le he sido infiel…no sé…
- Tú déjate llevar…-me besó y eso me excitó muchísimo; ya le estaba siendo infiel a David, le estaba pagando una de las que me hizo. Me estaba besando otro hombre, le había enseñado las tetas a otro hombre, le estaba acariciando el paquete a otro hombre; decidí dejarme llevar y hacer lo que me dijera Salvador. Nos seguimos besando y yo continuaba acariciando su paquete, estaba enorme y durísimo; él me agarraba las nalgas y después me bajó uno de los tirantes del brassiere y me pellizcaba los pezones- ábreme el pantalón, Andrea…-entre los nervios y la excitación me incliné hacia su cadera, le abrí el pantalón y su miembro ya estaba fuera del bóxer, eso me sorprendió- no creo que seas nueva en eso, Andreita…-me agarró la cabeza suavemente y la acercó a su miembro; lo agarraba con la mano manteniéndole firme y directo a mi cara; me lo metí a la boca y empecé a mamársela, también lo acariciaba y masturbaba con una de mis manos.
- Mmmmmmmm…mmmmmmmm…mmmmmmmmmm
- Así, Andreita, trágatela toda…así, mami, así…sabía que eras buena para esto…
- Ah sí?
- Sí, tienes cara de mamadora –no podía creer los que estaba haciendo, ni lo caliente que estaba- ay, qué rico, no mames…a ver tu ropita…-me levantó la mini descubriéndome las nalgas.
- Mmmmmmmmm…mmmmmmm…mmmmmmmm…qué rica…
- Qué bonito calzoncito, Andrea…-me acarició las nalgas- y qué buena estás…-acercó su mano a mi conchita, pero se la quité, entonces me quitó la blusa mientras yo se la seguía mamando; se desabotonó la camisa y volvió a acariciarme la cabeza suavemente- qué ganas tenía de meterte mano…y de que hicieras esto.
- Mmmmmm…sí te gusta?
- Cómo no?! Me estás calentando cabrón! –entonces volvió a buscar mi conchita con sus dedos y le volví a quitar la mano- a poco no tienes ganas de que te meta mano? –me agarró fuerte las nalgas- se siente calientito tu conejito, Andreíta…creo que quiere dedito…si le vas a poner lo cuernos a David, pónselos bien…a poco crees que él se limita? –tenía razón- mmmm…está calientito y mojadito tu conejito…qué rico te va a entrar –jugueteaba mi conchita con sus dedos-
- Prométeme que nadie se va a enterar, Salvador…-me metió un dedo en la conchita-…ay…-exclamé suavemente mientras lo masturbaba-
- Claro que no, Andrea…te gusta?
- M-hm –asentí-.
- Estás bien calientita y mojadita…la quieres adentro? –no respondí-
- Qué rico…me gusta cómo se siente –me refería a acariciar su miembro y sentir cómo me acariciaba la conchita con sus dedos; empezó el mete y saca con sus dedos, cada vez más adentro de mi conchita-.
- La quieres adentro, Andrea? –no respondí- quieres que te la meta?
- No sé…si quiero…pero…
- Voltéate…-hizo que me hincara sobre él, pero dándole la espalda, me enrolló la mini en la cintura, me hizo a un lado mi calzoncito- siéntate poco a poco, métetela lo que quieras…piensa que es un consolador, que es un juguetito para divertirte…relájate y siéntela, Andreíta…-darle la espalda, no verlo, me facilitó las cosas y me excitó; me agarró la cadera y fui descendiendo poco a poco; nervios y excitación me invadían por completo- así, Andy, así…te va a encantar, mami…-sentí la puntita en mi conchita- síguele, síguele, Andrea…siéntate en tu juguetito…poco a poco siéntela toda…
- Me gusta…mmmmm…-subí un poco y luego volví a bajar-…qué rico…
- Qué rico te está entrando…qué rico te la estás metiendo…
- Sí, qué rico se siente…mmmm
- Solita te ensartas, Andreíta…y se ve riquísimo cómo te entra –llegué hasta abajo, la tenía toda adentro y sentí delicioso; fue muy excitante dejarme coger por otro hombre, y en mi propia sala; moví la cadera en círculos y luego empecé el sube y baja para seguirme metiendo la verga de Salvador; él me agarró de las nalgas para ayudarme con el movimiento, y claro, manosearme- Puta madre, hasta que se me hizo tenerte así, Andrea…no chingues qué ganas tenía de cogerte…ver esas ricas nalgas devorarse mi reata…y con el calzoncito puesto te ves…ay, no mames, qué rica estás…-cambié de posición para sentarme sobre él, ya no hincarme, él me inclinó hacia adelante- así, me encanta cómo se ven tus nalgas.
- Qué rico, Chava!
- Te gusta, Andy? Te gusta mi reata, eh?
- Ay, sí…ya me hacía falta…
- Te tienen muy descuidada, verdad, Andreíta?
- Sí, Chava…hace meses que no me toca…
- Pues cuando quieres tu juguetito, aquí lo tienes, mami…cuando tenga hambre tu conejito, me dices –aceleramos el movimiento y se escuchaba cómo mis nalgas rebotaban en su pelvis-
- Ay, sí…-después de unos minutos me dijo que me volteara-.
- Ahora siéntate en mi reata pero de frente, quiero ver tu cara cuando te entra, quiero verte las tetas y lamerlas –obedecí, aunque por estúpido que suene, me daban nervios voltearme, iba a ver al hombre que me estaba cogiendo, con el que le era infiel a mi cabrón marido; sentí que si lo hacía ya no había vuelta atrás, es más de hacerlo, seguro se repetiría…y eso deseaba, estaba excitadísima-.
- Siéntate y métetela, Andrea…-así lo hice, me agarró las nalgas y las tetas; me quitó el brassiere- No mames qué rica estás; desde que te vi te me antojaste…sobre todo ahora que volviste a adelgazar –acerqué mis tetas a su cara- qué ricas tetas…y qué ricos pezones…duritos, duritos…
- Chúpamelas…-susurré-.
- Qué?
- Chúpamelas…
- Dímelo fuerte –me dijo mientras me agarraba fuerte las tetas y me pellizcaba los pezones con una mano y me jalaba la cadera hacia él con la otra mano, agarrándome las nalgas-.
- Chúpamelas…-dije un poco más fuerte-.
- No te contengas, Andy –me dio una nalgada- deja salir a la puta que llevas dentro, mami…coge, coge…emputécete…-me dio otra nalgada-
- Ay…chúpame las tetas…
- Qué más?
- Chúpame las tetas…cógeme…métemela…cógeme…-me lamió los pezones con la puntita de la lengua (eso me calentó muchísimo) luego me los chupó, me mordisqueó las tetas y mientras yo aceleré mis movimientos con la cadera; poco después sentí que me vendría, así que aceleré más mis movimientos, los hice más violentos y gemí cada vez más-.
- Así, mami, así –siguió chupándome las tetas-.
- Ay…ay…-gemía anunciando mi orgasmo-…mmmm..ayyyyy…
- Te vas a venir, Andy?
- M-hm…-seguí gimiendo-.
- Qué rico…vente, mami…vente en mi verga…apriétamela!
- M-hm…mmmmmm…-me agarraba fuerte las nalgas empujándome hacia él y me chupaba los pezones, yo trataba de apretarle la verga con mi conchita, pero apenas controlaba mis movimientos, pues mi primer orgasmo lo tuve segundos después-…aaaaaahhhhhhhhh…mmmmmmmmmm.
- Qué rico, mami, qué rico…vente, chiquita, vente…qué buena estás, Andreíta…-luego de un par de minutos me dijo que me pusiera de perrito en el sofá- acomódate la ropa pero no te quites nada, me gusta cómo te ves con el calzón puesto y la mini enrollada…puta madre qué rica te ves! Qué rico se asoma tu conejito debajo de tu mini…-me acarició las nalgas por encima de la mini, luego la subió a mi cintura, me volvió a acariciar las nalgas jugando un poco con mi calzón, después me acarició y golpeteó las nalgas con su verga (me excité muchísimo) la restregaba en el canal de mis nalgas y sobre mi conchita-.
- Ay, qué rico!
- Ya te hacía falta una buena cogida, Andreíta.
- Ay, sí.
- O varias…no mames qué rico culo te cargas…y el pendejo de tu maridito lo descuida…jajajaja…por mi mejor, porque vaya que me voy a divertir con este culazo de su vieja…-estaba disfrutando mucho esto, pero para mi era cosa de una sola vez, al parecer Chava tenía otra cosa en mente- ahí te va, Andy –me hizo a un lado el calzón, acomodó su verga en mi conchita, la golpeteó un poco y me la metió hasta el fondo- aaahhhh…qué rico.
- Ay…mmmmm…qué rico, Chava…-me bombeaba delicioso agarrándome de la cadera-
- Te gusta?
- Sí…
- Te gusta mi verga, Andy?
- M-hm…
- Dímelo!
- Me gusta!
- Di que te gusta mi verga…dilo…dilo, mami…dilo, Andreíta…
- Me gusta…tu verga, Chava…mmmmmm…-aceleró el bombeo-.
- Te gusta que te la meta?
- Sí…me gusta que la metas…-me bombeo más fuerte y de repente me dio una nalgada- ay!
- Yo creo que me llevo esto de recuerdo…-me arrancó el calzón de un tirón-
- Ay!
- Puta madre, qué rico huele tu coño, Andy! –me calentó mucho lo que me hizo decir y más cuando me arrancó el calzón, estaba por venirme otra vez-.
- Aaaahhhhhh…mmmmmmmm…
- Te vas a venir otra vez? Vaya que andabas con ganas, chiquita!
- Sí…mucho…mmmmmmmmm…aaaaaahhhhhhhhh…
- Dime que te dé más verga, Andreíta!
- Dame más verga, Chava!
- Dime que te gusta la verga!
- Me gusta la verga!
- Quieres más?
- Sí…aaaaaahhhhhhhh…
- Dímelo!
- Dame más verga…dame más vergaaaaaaaa…
- Eso! Ponle bien los cuerno al pendejo de David!
- Aaaaaahhhhhhhhh…mmmmmmmmmmm…-estando a punto de venirme él me la sacó y se vino en mis nalgas y en mi espalda, en ese momento, al sentir su caliente semen sobre mi, me vine por segunda vez-.
- Aaaahhhhhh…mmmmmmm…qué rico, mami!!!!
- Aaaaaahhhhhhh…
- Qué ganas de echarte mis mecos en tus nalgas, Andy! –luego de venirse, me embarró su semen en mis nalgas y en mi concha con su verga; yo me dejé caer en el sillón dejando mi culo levantado-…qué rico cojes, Andreíta…nos vamos a divertir mucho…me volvió a bombear sólo un par de minutos, en lo que perdía su erección.
- Me rompiste el calzón…
- Quería verte bien el culo…además es mi souvenir.
- Para qué lo quieres!?
- Para jalármela pensando en tus nalgas…en tu panochita…cuándo nos vemos para otra?