Las travesuras de Amy 2

La segunda parte del coño de Amy necesita sexo, en la cuál se pone cachonda con la solución a sus problemas , un tío muy astuto ¿o un mirón?

Las travesuras de Amy 2:

Estaba desesperada. Después de los relatos debería haberse dormido profundamente , pero la preocupación por la batería del ordenador familiar no le dejaba descansar , ¿qué iba a hacer?, no encontraba ninguna solución , a no ser que algún amigo le prestase el cable un rato, pero , ¿quién tenía el mismo cargador?.

A Amy se le encendió la bombilla , ¡su amigo Marcus! , seguro que él se lo dejaría , era un buen chico.

Era sábado, se acercaba la hora de comer y aún no se decidía , debía tenerlo para el domingo a primera hora , porque su mierdi ordena tardaba mucho en cargarse , pero ¿qué excusa le daba a Marcus? , no se lo podía confesar , quedaría como el culo.

Finalmente decidió decirle que había entrado en una página de libros que a su madre no le gustaban , para leer la saga de acción que estaba de moda, pero se le había gastado la batería y no tuvo tiempo de borrarla del historial , así que le caería una buena.

Ella mentía muy mal , pero seguro que Marcus se lo creía , era inocentón, además , lo que decía tenía un fundamento lógico, era casi real.

Le avisó por teléfono y se encaminó a su casa.

Mientras caminaba , pensaba en cómo hacerlo lo más creíble posible, pero una parte de su mente parecía creer que sería más excitante ser descubierta.

Su amigo le abrió la puerta. Era alto, de ojos color caramelo , aunque carecía de todo músculo y era muy pálido, larguirucho , y ligeramente mayor que ella.

Se saludaron y la invitó a pasar al salón.

Ella le explicó su mentira , que quería leer un libro que a su madre no le gustaba y no podía borrarlo del historial porque su ordenador no tenía batería.

Marcus la examinó, no parecía creerla, empieza el interrogatorio , se sentía una acusada delante del juez más severo , su propia conciencia , que la impulsaba a confesar.

¿Por qué no le gusta a tu madre?:-

Porque es violento.-

Pero tú lees libros violentos , ves películas sangrientas, juegas a videojuegos de pegi inapropiado… ¿por qué esto es diferente?.- razonó él

Porque hay muertes.-

¿Y?.-

Ella se quedó en blanco , no había pensado en eso, sus padres no le habían dicho nada de otras muchas cosas agresivas , ¿por qué de repente se preocupaban por su mente inocente?

Se puso a la defensiva , no podía descubrirlo, era demasiado humillante, no volvería a salir con ella , y , extrañamente , eso la molestaba.

¿Y a ti que más te da?, dame el cable y déjame en paz.-

No.-

Gracias, ehhh, ¿qué? , ¿por qué no?.-

Porque quiero saber la verdad y ese es el único modo.-

Ella lo miró , insegura, confiaba en él , pero eso era su sucio secreto.

Estaba en páginas de sexo.- soltó al fin , en bajito , pues al fin y al cabo , los padres de Marcus y sus hermanos estaban en la cocina y sus habitaciones , respectivamente, los podían oír.

Y te pusiste cachonda, ¿no?.-

Sí , bastante.-

¿te tocaste?.-

Sí.- admitió ella , avergonzada.

Me gustaría haber estado allí.-

Ella se mojó , sus pezones empezaron a erguirse al imaginarse a su amigo de la infancia observando su coño , sus frenéticos movimientos , viendo como perdía el control, hasta que la vergüenza desaparecía y sólo existía el placer.

Te has calentado, ¿verdad?.-

Un poco.- dijo ella , mentía descaradamente , pero no podía admitirlo con tanta facilidad , sería como decir que tu hermano se ponía duro viéndote ducharte , algo difícil de admitir , pero morboso como el demonio.

Te voy a dar el cable porque has dicho la verdad , yo ya lo sabía, algún día te contaré cómo lo supe. Además, te voy a ver desnuda y acariciándote en breve, porque quieres y porque me pusiste la polla como el hierro  , así que me debes un espectáculo privado. ¿Estás de acuerdo?.-

Sí .- susurró ella , cohibida.

Marcus volvió de su habitación con el cargador.

Toma.- le dijo , mientras ponía el objeto entre sus manos, aprovechando para rozar la curva de su delantera.- Acuérdate de mi esta noche, estoy seguro de que harás cosas muy interesantes.

Amy volvió a su casa , con sus pezones más duros que en una mañana nevada y el coño chorreante, Marcus tenía razón, ésa noche no se dedicaría a dormir, la única duda era , ¿cómo se había enterado de sus actividades secretas?.