Las tetas nuevas de mi hermana (1ª parte)

Mi hermana siempre había sido un elemento y una gamberra que siempre se metía conmigo y se burlaba de mi, pero ahora parecía centrada. Volvía de su erasmus y parecía más cambiada que nunca, sin embargo, algo llamó mi atención; se había operado las tetas.

Tenía 18 años recién cumplidos, vivía solo con mi madre en una casa en un barrio pijo de Madrid. Acababa de acabar bachillerato y el curso que viene comenzaría la universidad en un campus. Tenía ganas de irme de aquí. Mi vida era muy aburrida y yo estaba muy desmotivado. Mis compañeros del colegio privado al que iba eran casi todos muy aburridos salvo el grupo de los populares, que además eran los únicos que pillaban cacho. El resto jugábamos videojuegos, íbamos a jugar al futbol, salíamos a reírnos y beber pero de ligar prácticamente nada. Mis amigos eran muy aburridos y yo estaba hasta los huevos. A ellos no parecía importarles.

La verdad que yo siempre había sido un niño tranquilo y tímido. Pero desde los 14 años mi mente había empezado a cambiar. No podía parar de pensar en mujeres, pero además me sentía algo malvado, siempre buscaba la forma de salirme con la mia egoístamente y además quedar bien. Si bien la mayor parte de las veces no me atrevía a hacer lo que quería.

El verano se me estaba haciendo largo. No tenia mucho que hacer y mis amigos solo querían echar partidas online. Yo en cambio deseaba salir y conocer mujeres.

Pero bueno, vayamos al meollo del asunto. Recuerdo que era un 28 de julio cuando mi hermana mayor volvía a casa. Se había ido de Erasmus a Inglaterra, tenía 3 años mas que yo y era lo opuesto a mi. De pequeña había sido una niña malvada, siempre metida en lios. Manipuladora y peleona. Pero con la edad se había ido volviendo más tranquila. Ahora solo pasaba por ser una chica extrovertida y divertida, salía mucho de fiesta y seguro que desfasaba mucho. Además fumaba porros. Tenía un tatuaje en el brazo derecho, un poco choni. Pero ya no parecía malvada en absoluto, de hecho era una persona amable generalmente.

A mi no me hacia ilusión que vienese. Estaba muy bien solo y mi madre entre el trabajo y lo que salía me dejaba la casa para mi solo durante mucho tiempo. Con mi hermana eso ya no sería así, al menos no tanto tiempo.


Aquel 28 de julio por la tarde me encontraba con mi pene en la mano viendo un videode Angelina Valentine y sus increíbles tetas, era un vídeo de strip-tease, donde yo me imaginaba que me lo hacia a mi. La verdad que mi polla era parecida a la de un actor porno. 18.5 cms de largo y muy gruesa. Yo sabia que tenía un gran tamaño y por eso me frustraba más el hecho de no haberla usado nunca. Entoces sonó el tiembre de fuera.

“Mierda mi hermana” – pensé

Baje la tapa del portátil y me metí mi polla en los pantalones como pude mientras la erección me bajaba por la sorpresa.

Baje las escaleras de nuestra casa y abrí la puerta principal. Ella estaba fuera del patio, en la puerta que da a la calle con una gran maleta a su lado y despidiéndose del taxista que la había traído. Desde lejos pude darme cuenta que estaba cambiada. Parecia más atractiva. Mi hermana siempre había sido una chica con un gran culo y caderas, cintura estrecha, ojos grandes, mirada penetrante, morena de pelo, de piel ni muy blanquita ni morena, nariz perfilada y labios grandes y carnosos.  Yo nunca me había fijado en ella como una mujer pese a su evidente atractivo, era mi hermana y entre todas las perrerías que me había hecho cuando eramos pequeños y mi fijación por las tetas grandes (ella siempre las había tenido pequeñas y puntiagudas,feas para mi) nunca me había generado atracción. Ahora la veía más morena de piel (raro ya que venía de Inglaterra) y más atractiva, parecía que tenía más curvas.

Me fui aproximando a la puerta para abrirla con la llave.

-Ayyy, qué ganas tengo verte Javi!- me dijo a través de la puerta.

Cogí las llaves y le abrí. Llevaba un pantalón vaquero color claro con zapatillas converse y arriba iba muy ligera, llevaba un top rosa chillón con bastante escote y entonces me fije, estaba tremendamente abultado. Ese top parecía hacerle unos melones impresionantes.

Me saludó con un fogoso abrazo y unos cuantos besos.

-Bueno, ¿cómo te va? – me dijo con entusiasmo

-Nada, aquí muy bien, ahora descansando

-Te dio la nota a la primera, cómo me alegro!, ahora a disfrutar en la universidad

-Mama no está no?

-No, pero vendrá dentro de poco.

Llegamos dentro de casa. La acompañe a la cocina donde ella se dirgió, por si quería hablar o algo. Fue directa a la nevera. Saco una coca-cola y un poco de empanadilla de atún.

-Joder que hambre traigo.

Mientras bebía la lata de pie me fije bien en su cuerpo. Estaba increíble. Ella siempre había sido bella pero no así, tan resultona. Miré directamente sus tetas. Eran impresionantes. Podían ser perfectamente como las de Angelina Valentine. No me lo creía. No podía ser el top, sus tetas de siempre no podían mostrarse así ni aunque llevase un relleno extra.

-Estoy cambiada ¿eh?- me dijo ella riéndose de forma amistosa

-Eh… esto… sí, te veo diferente. ¿Qué es? – pregunté ingenuamente como si no me hubiese fijado en sus tetas.

-He estado yendo a un salón de belleza donde me he puesto un poco morenita y bueno, también me opere el pecho en una clínica.

-¿Ah sí?- dije otra vez haciéndome el tonto

-Sí. ¿Verdad que se nota? A mi me encanta como me han dejado. Era justo lo que buscaba. Me encantan mis nuevas tetas. ¿Te gusta como quedan?

-Sí. Te queda genial – le respondí - ¿es silicona?

-Así es jajaja – se acercó a mi y me las mostró de cerca – si quieres me las puedes tocar, soy tu hermana, el tacto me gusta, están muy duras pero suaves.

-No, es igual – le dije

-Ayyy, que vergonzoso mi hermano, no pasa nada – me dijo siempre con un tono de hermana mayor

Una vez acabo de comer y hablamos trivialidades dijo que se iba a dar un baño en la piscina.

Yo subí a mi cuarto a continuar con mi vídeo. Abrí el portátil y saqué mi rabo. Pero lo volví a cerrar. La visión del cuerpo explosivo de mi hermana había sido demasiado. Joder, estaba más buena que Angelina Valentine, era increíble. Me masturbé pensando en sus tetas y me corrí.


Tras correrme estaba tranquilo y la verdad que también tenía ganas de darme un baño en la piscina. Me limpie y me puse el bañador y baje para abajo. Ella estaba boca abajo en su hamaca. Con el bikini desabrochado y unas gafas de sol. Yo me tiré directamente en la piscina.

Estuve nadando un poco, de lado a lado de la piscina y entonces ella cambió su postura y lo hizo dejando el bikini caer, con el sol de cara y sus tetas completamente descubiertas. Yo estaba en el borde de la piscina. Entonces me llamo.

-Javiii, ven a contarme cosas que me aburro. Anda

Me acerque al borde de la piscina más cercano, ella no parecía darle ninguna importancia al hecho de ir en top-less. Al fin y al cabo, eramos hermanos.

Estuvimos hablando sobre trivialidades hasta que me comentó que se había echado novio en Inglaterra. Era un guiri alto y fuerte según ella, de 27 años, que trabajaba como actor de teatro. Decía que estaba muy pillada por él y que él estaba en Madrid también. Se había ido con unos amigos de turismo pero que se verían pronto.

Para que no pensase nada raro apenas le miraba a las tetas. La verdad que después de correrme estaba relajado. Aún sentía como mi polla se pondría de nuevo como una roca si pudiese mirarla con descaro. Pero no lo hice.

Finalmente salí de la piscina. Mi hermana me dijo de echarme crema y yo accedí, me embadurno toda la espalda mientras yo estaba tirado en la hamaca. Mi hermana me estaba sorprendiendo. Estaba muy cambiada físicamente pero también era mucho más amable. Apenas había nada de su orgulloso y altivo carácter de antes, al menos de momento.


Pasaron los días y me fui dando cuenta que el carácter de mi hermana no había cambiado tanto de hecho había ido a peor. No se si tras su cambio físico estaba más orgullosa. Pero el hecho de convivir con ella me hizo darme cuenta que no era lo mismo verla cada 3 meses un par de tardes.

Me mandaba tirar la basura, fregar en su lugar porque ella tenía que salir y yo no tenía nada que hacer (según ella), me pedía el portátil, me decía de prepararle la cena que ella estaba cansada y al contrario que la primera vez que coincidimos en la piscina, me decía de darle crema yo a ella.

Yo me estaba hartando y ciertos sucesos me hicieron estar a punto de explotar.

Recuerdo que estábamos en la piscina, ella como siempre tumbada en su hamaca y se le había derramado el Nestea que estaba tomando. Me llamó gritando, yo estaba en mi cuarto.

-Javi mira, que se me ha caído esto, ¿puedes limpiarlo tú que yo estoy aquí muy agustito? – me dijo

Yo llegue y me encontré con sus enormes tetas descubiertas, eso hacia que me pusiese nervioso y no pensase bien, con lo que no me daba tiempo a replicar.

Otra vez me encontraba en el baño del piso de arriba, con mi ropa preparada ya pues me iba a duchar, yo estaba en calzoncillos en ese momento. Abrí el grifo y cerré la puerta.  Mi hermana la abrió justo en el momento en que iba a poner el pestillo.

Entró en sujetador y bragas con ropa en la mano.

-Javi, vete al otro baño a ducharte, que voy a salir – ya ni siquiera me pedía las cosas, simplemente me mandaba como a un perro

-¿Por qué no te vas tú? – era la primera vez que le replicaba algo

Ella con tono indignado me dijo:

-Porque voy a salir con mi novio y en el otro baño no tengo mis cosas

-Pues llévatelas

-Pero es que son muchas cosas y tú solo tienes que coger tu desodorante – me dijo mientras se quitaba el sujetador en mis narices y sus tetas quedaban a apenas 20 cms de mi.

Se las miré. Ella me miró. Levanté la vista un poco mosqueado y me fui sin decir nada.

Otra vez recuerdo que eran las 2 de la mañana ella venía de pasar el día con su novio supuestamente en un viajecillo romántico a la sierra. Mi madre no estaba pues se había ido 2 semanas de viaje y nos había dejado la casa a a cargo. Venía como amargada, con cara de pocos amigos. Yo estaba en el salón viendo una peli. Ella entró al salón y se tiró en el sofá.

-¿Qué ves?- me dijo

-Nah, la segunda de Alien, está bien.

-¿No deberías estar en la cama?

-Tengo 18 años y estoy en mis vacaciones.

-Sí, menudas vacaciones – dijo ella sarcásticamente

Ahí me incomode pero no le dije nada. Ella simplemente cogio el mando y cambio de canal.

-¿Pero qué haces? – le dije

-Vengo cansada Javi y eso es un rollo, vete a jugar al wow o algo.

-Yo no juego a eso.

-Ah – me dijo

-No me puedes hacer eso.

-Venga Javi por fiii, que he tenido un día muy largo.

Yo alucinaba.

-¿Y qué? – le dije

Ella pasó de mi y se puso a mirar su móvil.

En ese momento mi rabia crecio, situaciones como esta me había hecho pasar decenas de veces en mi niñez gracias a mi dócil carácter pero yo estaba harto. Yo ya no era ese niño ingenuo. A mi me importaba una mierda ella y solo quería ver mi película y que no me tocase los huevos. Me dio rabia y estuve a punto de ir a quitarle el telemando a la fuerza incluso aunque tuviese que pegarle. Como ya había tratado de hacer cuando  era pequeño. Sin embargo esta vez mis ganar de pelearme desaparecieron. En cambio tuve unas crecientes ganas de arrancarle la camiseta y amasarle esas pedazo  de tetas y su gran culo con gran fuerza para acto seguida sacar mi polla y follarme sus tetas. Me tuve que reprimir. Me fui arriba y me hice una paja brutal. Nunca en mi vida la había tenido tan dura.

Media hora más tarde, baje abajo sigilosamente. Quería masturbarme mirándola desde algún rincón. Podía verla desde la oscuridad del pasillo despatarrada en el sofá. Estaba increíble incluso así tirada. Seguía con una camiseta de manga corta y un pantalón de pijama. Estaba hablando por el móvil. Yo fui masajeándome el rabo pero estaba demasiado cagado. El miedo a que me pillará era demasiado elevado, así que solo me quede escuchando su conversación. Parecía hablar con una amiga.

-Si tia, me ha llevado a un sitio increíble, qué bonito. Era una cabaña, pero con cosas muy chulas dentro.

….

-Sí tia.

….

-Después hemos estado en el lago, hemos alquilado una barquita. Qué romántico es jajaj.

….

-Sí tia. Estoy enamorada.

….

-La noche muy bien tia, fuimos a cenar a un sitio muy bonito.

….

-Precioso sí, pero no me acuerdo del nombre.

….

-Ah, pues… después bien fuimos a la cabaña, a nuestro nidito jajaja

….

-Muy bien, es muy romántico.

-Bueno, es normal jajaja

….

-Bueno, no es eso. No es egoísta solo que… no se.

-A ver. Te lo digo. Pero por favor que no salga de aquí. Él se esfuerza, se mueve bien pero es que… la tiene muy pequeña.

….

-No se, como 10 centímetros o así ajaja. De verdad, muy pequeña y es que yo no siento apenas nada. La verdad que a veces me deja un poco mal….

-No claro. Pero yo le quiero. Es un chico muy atento, romántico pero… bueno eso, que es un problema menor. Lo compensa con otras cosas.

Ella se levantó en ese momento. Yo me cague y subi a mi cuarto. No me vio.

Una vez allí me di cuenta de que estaba empalmidísimo. No sabía porqué. Deje escapar mi gran polla, en su plenitud y con su virilidad se veía muy grande y potente. La verdad que había tenido suerte al menos en eso. No como el micropene del novio de mi hermana. “Ridículo” pensé satisfecho.


Habían pasado 4 días desde aquella noche. Otra vez era de noche y yo estaba en mi cuarto leyendo un comic. Otra vez mi hermana había salido de escapada romántica con su novio. Entonces, a las 3 de la mañana, recibí una llamada suya:

-Susana, ¿qué pasa?

-Levantate y ven a abrirme, que no tengo llaves

Baje de mala hostia. ¿Y si me hubiese pillado dormido? Ni siquiera era capaz de excusarse o decir por favor.

Le abrí la puerta y otra vez estaba allí con esa cara de vinagre como el otro día. Generalmente a mi siempre me había sentado mal esa cara pero ahora me hacia gracia sabiendo a que se debía.

-¿Qué tal la noche? – le dije divertido buscando meter cizaña

-Pues muy bien Javi

-Qué tal Mike?

-Ah, pues muy bien. Es un tio espectacular.

-¿Cuánto mide? Me dijiste que es alto

-1.86

-Anda. Eso os gusta a las mujeres. Los hombres con un buen tamaño

-Sí…, oye hermano y tú qué? qué tal la noche? sales o algo?

-No…

-¿Ni tienes novia?

-Ehm… no…

-Vaya qué pena – dijo ella triunfal – ahora te vas a la camita ¿no? – me dijo en torno materno casi riéndose de mi

-No, voy a ver la tele – le dije

-La tele la voy a ver yo, así que quédate si quieres pero deberías irte a dormir, a mama no le gusta que te quedes tan tarde.

-No, hoy no hermana.

-¿Qué?- me dijo

-Hoy voy a ver lo que yo quiera. Por lo del otro día.

-Pero como puedes ser tan reconroso. Y tan prigado. Lo que tendrías que haceres salir con tus amigo y conocer chicas.

-Eso no es de tu incumbencia.

-Ya, jodido perdedor.

Ante esas palabras yo rebote, ya estábamos en salón y entonces se lo dije:

-Susana, yo no tengo la culpa de que tu novio sea un jodido medio-hombre con micropene- aquí la adrenalina se me disparó

Ella tardó en asimilar el golpe. De verdad, no se lo esperaba. La rabia llenaba su cuerpo. Pensé que me iba a pegar. Pero parecía calmarse. Lo más calmadamente posible me dijo:

-¿Cómo sabes eso?

-Te lo escuche decir.

-Me espiaste. Jodido perdedor. Vamos que tú eres un super macho ajjajaajaj – se rio con saña – seguro que no tienes cojones a hablarle a ninguna tia.

-Di lo que quieras, pero más que tu novio sí.

-Sabes cual es la diferencia entre tú y él? Que él tiene cojones para conseguir una tia como yo. – y se hizo un gesto con los brazos autoseñalandose – y tú nunca tendrás una mujer como esta que tienes delante– y mientras lo decía se amasó las tetas con las manos y me tira un guiño mientras hizo el gesto de besar con los besos.

La verdad que no había reparado en lo espectacular que estaba esa noche. Vestido rojo que le llegaba algo por encima de las rodillas marcando un culo impresionante. Hombros y cuello al descubierto y sujetado por sus enormes tetas, algo escotada. Pese al calentón del momento no pude evitar ponerme nervioso ante ese gesto de burlarse de mi guiñándome el ojo. Ella lo notó.

-Joder qué ridículo eres. Te pones nervioso hasta con tu hermana. Encima además de pringado la tendrás pequeña, anda vete a tu cuarto.

Me fui un poco con el rabo entre las piernas fui subiendo las escaleras. Todavía sentía rabia pero ni aún perdiendo los papeles había sido capaz de hacer frente a mi hermana. Ella ganaba una vez más. Me consumía la rabia y encima después de esto nuestra relación iba a cambiar y ella se comportaría aún peor conmigo. Joder. No lo podía soportar me moría de ira. Como el otro día, no me salía querer pegarla. Solo pensaba en su impresionante culo en ese vestido, en sus enormes tetas que tanto quería amasar con todas mis fuerzas, en su piel dorada, en sus labios provocativos, en su tatuaje de macarra insolente. Joder, empecé a sentir una erección impresionante. Al mirarme en el espejo de mi cuarto pude ver como en mis ajustados vaqueros se podía sentir la fuerza de mi pene contra la prenda clamando por salir. El bulto era considerable. No había pasado ni minuto y medio desde que ella me había mandado a mi cuarto. Bajé lleno de rabia por las escaleras, estaba fuera de mi.

Ella me oyó bajar pero no me hizo caso, estaba con el móvil. Ignoró mi presencia. Sentí más rabia. Me puse delante de ella y le dije:

-No hermana, no tienes razón, te jodes.

Mi hermana tiró el móvil a un lado, se rio y me dijo

-Venga ya, ¿qué quieres?

-Mira

Y le señale el bultaco de mi pantalón. Ella seguía con su vestido rojo puesto, con sus melones pidiendo salir pero no más que mi polla que se veía completamente aprisionada.

Ella lo miró. Al principio se sorprendió.

-No seas ridículo Javi – me dijo y volvió a coger su móvil ignorándome

-¿Cómo que ridículo? Has sido tú la que has hablado sin saber

-En serio, ¿te crees que soy tonta? Quitate lo que te hayas metido ahí.

-¿Qué dices?

-Jajajaj ¿en serio te crees que me voy a creer que eso es tu pene? Ridículo…- y siguió con el móvil – venga vete

Pensé en irme y quedar peor de lo que había hecho hasta ahora pero estaba cansado de acumular tanta rabia.

-Eso es mi polla Susana

-Que te vayas Javi, que no es verdad. Y lo sabes.

-Estoy hasta los huevos de ti – y me baje la bragueta y quite el botón , en mis calzoncillos mi polla podía echarse más hacia delante – mira

Ella reaccionó con incredulidad y rabia. Tan solo me dijo con rabia contenida.

-Que no me enseñes tus asquerosos gallumbos. ¡A tu cuarto ¡– y me señalo hacia arriba

Ahí perdí la paciencia. Saqué mi polla de mis calzoncillos que quedo a la altura de su cara, estaba completamente dura, con las venas a punto de estallar. Con la luz cálida del salón parecía aún más grande. Ella no daba crédito.

-Pero… ¿qué haces? – me dijo ya con algo de miedo

-Te jodes – le dije- estoy hasta los huevos de tu puta actitud hacia mi, de tratarme como a un perro y de que me mandes

Ella se quedo mirándola. Mi polla estaba completamente dura, aún liberada se notaba rabiosa por liberar tensiones.

-Quiero ver tus tetas – le dije

-Qué coño dices?

-Ahora mismo.

Sin esperarlo ella me hizo caso. La verdad que yo estaba fuera de mi. Llevaba un sujetador precisoso rojo. También se lo quito.

-Voy a follarme tus tetas – le dije

Puse mi gran polla entre sus tetas. No podía follarmelas ya que estaba seco. Ella se dio cuenta y fue ella misma quien empezó a mamarme la polla. Empezó con timidez y haciendo un gesto de leve asco pero a medida que se la iba metiendo más al fondo parecía mamar con mayor gusto incluso de forma ansiosa. Empezó a lamer con rapidez. Se la metía lo más honda posible mientras me palpaba con su lengua todo lo que podía. Lamia cada trozo de mi polla con los ojos cerrados, la recorria con la lengua de punta a punta y se la metía dentro llenándola de saliva. Pero yo quería follarme su boca. Le agarré la cabeza y di la primera embestida, y saque mi polla.

-Susana, los dientes.

-Perdona, es que es muy gorda.

Ahora sí, se esforzó por apartar los dientes yle follé la boca. Pasé a las tetas. Ella se escupió en las tetas y las lubricó con la saliva. Empecé a follarmelas. Ella me miraba penetrante con gesto de disgusto. Yo seguía a serio, seguía fuera de mi, esta vez por el placer de estar con semejante monumento.

-Joder me voy a correr.

-Vale, hazlo sobre mis tetas.

Me importaron una mierda sus palabras y me corrí en su cara. Una inmensa corrida se esparcida por toda su cara. No me lo recriminó. Solo se quedo seria y callada en el sofá. Subí a mi cuarto, me limpié y me dormí como un niño.

Continuará....