Las tetas de mi hermana pt3

Luca buscará seguir mejorando sus acercamientos con Pao, lo que no sabe es que todo puede cambiar de un momento para otro.

Ahora mi mente solo pensaba en como hacer que mi hermana entrara en mi habitación y asi poder presentarles a los hermanos incestuosos. Me parecía que después de lo que yo había hecho, a ella no le gustaría para nada esa situación, pero ya no tenía nada que perder, la deseaba mucho, como nadie en el mundo, y ella lo tenía que saber.

Después de un largo tiempo mi vida continuo normal, yendo a clases y divirtiéndome con mis cosas. Mis pajas pensando en pao no habían cesado, me había creado un álbum con las fotos de sus sesiones para poder disfrutarlas, tenía como 50 fotos solo de ella y como 20 de otras mujeres, algunas famosas y otras del porno.

A mi hermana le iba cada vez mejor en su trabajo como modelo, con él y con la ayuda de mis padres se pudo comprar un carro. Yo la solía ver en la universidad y cuando iba a cenar en casa, allí solíamos a hablar un poco, era poco el tiempo en el que me podía fijar en ella, pero lo aprovechaba para mis pajas nocturnas.

Ella en las cenas solía vestir bien pero nada que fuera muy provocativo, aveces iba con ropa que no mostrara mucho y otras veces se solía poner ropa dónde se dejaba ver más, esos días eran mis favoritos. Yo solía mirarla mucho en las cenas, trataba de no hacerlo pero se me hacía muy difícil y más si ya no la veía tanto, me di cuenta de que ella lo notaba, pero a pesar de eso, ella no me miraba con malos ojos, ni le molestaba.

A pesar de que habíamos retomado nuestra relación de manera normal, no teníamos contacto físico, ella no me abrazaba y si se despedia era de lejos. No sabía que le pasaba a mi hermana, ni que pensaba, había días que me trataba bien y otros en los cuales era indiferente conmigo.

En una de las cenas familiar estaba llegado tarde y me apresure a entrar a casa, abrí la puerta y note que mis padres ya habían comido y estaban en el sofá viendo la televisión.

-Hola, perdón por llegar tarde, tenía que hacer cosas de la universidad en casa de un amigo.

-Tranquilo hijo, te dejamos comida en el microondas, te sirves cuando quieras.

Noté que mi hermana no estaba con ellos y pensé que no había venido a cenar.

-Está bien, en un rato comeré, ¿y mi hermana vino a cenar?.

-Sí, tu hermana cenó con nosotros, ahora está en tu cuarto utilizando la impresora para un trabajo de ella.

Al escuchar eso me entró calor en el cuerpo y miedo, ¡Mierda! gritaba por dentro, Pao iba a a ver la carpeta que tenía con sus fotos. Rápidamente sin decirle una palabra más a mis padres seguí caminando rápido hasta mi cuarto, tenía que evitar que ella encontrará ese archivo.

Entre a mi habitación y vi a mi hermana de espaldas en mi computadora, se dió vuelta y tenía una hojas en las manos al parecer había terminado lo que vino a hacer.

-Hola hermanito, solo estaba imprimiendo unas cosas que necesitaba de la uni y no tenía dónde hacerlo, ya me voy. - me dijo con una voz alegre.

Por como actuaba parecía que no había visto nada, ¡uffff que susto!. Note que llevaba un suéter grande de la uni a la cual íbamos, y un jean, no dejaba ver mucho con esa ropa.

-Está bien puedes imprimir aquí todo lo quieras - le dije, soltando el bolso que yo tenía en la cama y sentandome en ella.

-Gracias, espero no molestarte.

-No para nada, todo lo contrario si necesitas utilizar mi PC también puedes hacerlo - no entendí por qué había dicho eso pero creo que era para no hacerla sospechar de algo.

-Solo necesito la impresora, me lleve mi laptop a mi apartamento pero no tengo donde imprimir.

-Bueno mi habitación siempre estará a la orden para lo que necesites - al decir eso me di cuenta que eso había sonado mal.

-Jajajaja eso no sonó muy bien - se rió y se lo tomo con humor, me sorprendió que no se molestara.

-Jajaja lo sé, pero ya sabes lo que trato de decir. - (sí, que la quería en mi cama) pensaba dentro de mi.

-Jajaja si lo entendí perfectamente no te preocupes - mi hermana se levantó de la PC tomando sus papeles para irse.

-Bueno... ya me voy, gracias por prestarme la impresora.

-De nada Pao, no te preocupes.

Caminó hacia la puerta y le eche un último vistazo a su culo antes de que se fuera, ya cuando cerró la puerta me entró un alivio.

-¡Maldición eso estuvo cerca! - tuve suerte de que mi hermana no había encontrado sus fotos en mi PC.

Revise mi computadora, asegurándome de que no hubiera nada raro y salí a cenar. Había tenido mucha suerte de que no encontrará nada, sí no, ya estuviera muerto seguramente.

Después de que casi me atrapan, pasaron algunos días hasta la siguiente cena familiar, ese día yo me encontraba en mi habitación haciendo un ensayo que tenía para la universidad. Sonó el timbre de la casa y pensé que sería mi hermana que había llegado casa, paso una media hora y me llamaron a comer.

Llegué a a la mesa y lo primero que ví fue Pao, ¡Estaba increíble!, llevaba un top blanco que mostraba sus tetas de manera espectacular, era la primera vez que la veía con un escote así en casa, también llevaba un short corto, que dejaba ver sus bellas piernas, estaba hermosa.

Me senté y los saludé a todos en la mesa de manera normal, empezamos a comer y nuestros padres nos comenzaron a preguntar que como íbamos en la universidad. Obviamente mi hermana sacaba buenas notas y a mí no me iba tan mal.

-¿Y a ti Luca cómo te va? - preguntaba mi padre.

-Bien adaptándome a las clases y materias.

-Bueno si necesitas ayuda ya sabes que puedes contar con tu hermana, ya ella paso por todo eso - decía mi madre.

-No, está bien, quiero vivir la experiencia solo.

-Igual si necesitas ayuda yo te podría explicar- me sorprendió que mi hermana me ofreciera su ayuda.

-Lo tomaré en cuenta. - le dije mirándonos directamente.

Seguimos charlando y yo no podía dejar de fijarme en mi hermana, comíamos y no dejaba de mirar sus hermosas tetas, ese escote que llevaba era una locura, me parecía demasiado para una cena en familia, dejaba ver mucha piel y como sus tetas se unían entre si. Mis ojos iban directo a ella y a sus dos tetazas, pao lo había notado y cada vez que lo hacía, nuestras miradas se cruzaban, fueron cruces que parecían eternos, pero solo eran segundos, los dos sabíamos que estaba pasando algo, ella parecía saber lo que estaba viendo y no le parecía mal o eso pensaba yo.

Terminamos de cenar y mi hermana se acercó a mi para pedirme algo.

-Luca.. ¿me prestas un momento tu computadora?, necesito imprimir algo.

Otra vez tenía que estar atento a que no encontrará nada, por suerte estaba yo ahí para vigilarla.

-¡Claro! no hay problema, vamos.

Fuimos a mi habitación, ella caminando adelante mío, no tarde en mirarle el culo y las piernas, el short que cargaba dejaba ver bien las formas de sus nalgas por lo ajustado que era.

Entramos y encendí la PC, espere que iniciará y le puse de una la página del correo, así no tendría tiempo de buscar nada.

Ella se sentó en la computadora y empezó a hacer sus cosas, yo me acosté en mi cama que quedaba justo a espaldas de ella. Mientras la veía busque en mi teléfono sus fotos, tenerla vestida como una diosa en mi habitación, no me lo imaginaba ni en mis mejores sueños y menos después de todo lo que pasó. Llevé mi mano a mi pene dándole pequeñas sacudidas encima de la ropa para no levantar sospecha.

Ella siguió haciendo lo suyo hasta que me pidió ayuda.

-Necesito que me ayudes, guardé el archivo pero ahora no lo encuentro.

Me levante y me puse detrás de ella mientras estaba sentada, desde arriba podía ver bien sus dos hermosas tetas y el canalito formaban juntas, tenía una vista privilegiada, me entraron ganas de estirar la mano y tomar una de ellas, pero sabía que eso era demasiado.

-Bueno déjame ver - justo levante la mirada a la PC y me doy cuenta que pao estaba buscando cerca de donde yo tenía el álbum guardado.

-Lo mandé a guardar aquí pero ahora no lo encuentro. - Pao movía el mouse y lo pasaba por encima del archivo donde tenía las fotos de ella. En ese momento me entró miedo, por suerte para mí el album tenía un nombre que no levantaba sospechas, pero me daba pánico que le diera click.

-¡Dame el mouse, yo lo busco por ti! - me había puesto nervioso, me incline sobre su espalda dejando mi cara justo al lado de la suya encima de su hombro, tome el mouse sobre su mano y lo moví rápidamente para que no entrara ahí.

-¡Eh cálmate! pareciera que escondieras algo.

-No, escondo nada, solo son mis cosas privadas.

Pao se volteo hacia a mí dejando nuestras rostros cerca y con cara seria me dijo.

-No pareciera eso, seguro que ahí guardas el porno o fotos de chicas.

Después de escuchar eso pensé, ¡Mierda! ¿Se habría dado cuenta de las fotos? No, era imposible, si las hubiese visto ya me estaría matando. Me puse blanco del miedo y muy nervioso.

-¿Pe... pero qué dices? Lo que tengo ahí es personal, no tienes por qué saberlo.

-Bueno, está bien, no te pongas nervioso relájate.

-Baje más el mouse y mi hermana me detuvo.- era raro tener mi mano encima de la suya, sus manos eran suaves y un poco más pequeñas que las mías.

-Ese, ese de ahí es el archivo. - ella le dió y mando a imprimir.

Solté el mouse y la mano de Pao sintiendo un gran alivio, solo quería que imprimiera sus cosas y ya.

-Gracias hermanito por ayudarme a encontrarlo.

-De nada ya puedes terminar.

Ya inclinado con mi cara sobre su hombro, baje un poco la mirada y no podía creer lo cerca que estaba de las tetas de pao, ¡Dios mío se veían increíbles! su piel parecía tan suave y note algunos lunares pequeños que tenía sobre ellos, eran hermosas.

Pao volteo su cara hacia mi y justo me aparte, se me acelero un poco el corazón, ya tenía un pequeño bulto sobre mi pantalón, tuve la suerte de que mi hermana estaba de espaldas y no lo podía notar.

Me alejé y me senté en mi cama esperando que terminara, ella empezó a imprimir sus hojas, las junto y se levantó. Pude mirar a pao de pies a cabeza y como iba vestida en mi habitación, era una locura, mi hermana sin querer me estaba dando un espectáculo visual que no iba a olvidar fácilmente.

-Bueno, ya me tengo que ir, gracias por prestarme la impresora, otra vez.

-De nada, para lo que necesites cuenta conmigo y con mi impresora.

  • ja ja qué gracioso.

Me sonrió y tomo sus cosas mientras se dirigía a la puerta de mi cuarto para irse, pero antes de abrirla mi hermana se había quedado quieta un segundo, como pensativa, se dio vuelta caminado hacia a mí y se sentó a mi lado en la cama, ya todo me parecía bastante raro.

-Luca te quería decir algo antes de irme.

-Si dime - respondí un poco nervioso sin saber que iba a pasar.

-Se que últimamente no solemos hablar mucho, pero siento que has cambiado y eso me alegra - me dijo poniendo su mano en mi hombro.

Me quedé sorprendido ¡mi hermana me estaba diciendo que había cambiado!.

-Me alegra mucho que lo notes, he tratado de mejorar durante todo este tiempo. - dije mintiendo un poco, seguía igual que antes o hasta peor.

-Lo sé, aunque lo que hiciste estuvo mal, siento que fui demasiado dura contigo en ciertas ocasiones.

-No tienes que decir eso, yo también me equivoqué y me lo merecía.

-Si que te lo merecías, pero ahora todo está volviendo a ser como antes y eso me gusta. - me dijo ella con una sonrisa.

-Poco a poco nos olvidaremos de lo que sucedió y avanzaremos. - le dije sonriéndole también.

-Espero que así sea, bueno eso era todo lo que tenía para decirte.

Pao se acercó a mí y me dio un abrazo, yo no lo podía creer, sus brazos rodearon mi cuello y su cabeza quedó al lado mía, yo me había quedado en shock, tenía tanto tiempo sin abrazarla y por fin podía sentirla, rodee con mis brazos su cintura y la atraje hacia mi con fuerza. Pude sentir bien como sus pechos se presionaban contra mi, se sentían firmes y suaves, ya con mi cabeza en su cuello note lo bien que olía mi hermana, este abrazo lo estaba disfrutando como un niño, se sentía increíble.

-Extrañaba esto - dije sin querer cerca de su oído.

-Yo también extrañaba a mi hermano.

Nos separamos de el abrazo que había durado segundos, pero que para mí habían sido minutos después de una larga espera. Me agarro la cara y me miró fijamente con esos ojos azules, me intimidaba, me había entrado el nerviosismo en el cuerpo, aparté un poco la mirada hacia abajo y note sus pechos, tenía a la mujer que deseaba frente a mi, Pao tomo mi barbilla y giro mi cara hacia un lado.

-Te quiero mucho hermano, gracias. - se acercó a mi cara y me dió un beso en la mejilla, no fue el típico beso juntando cachetes para despedirse, sentía sus labios pegados a mi, en lo que fue un beso largo y marcado.

Si ya estaba sorprendido, ahora aún más, lo que no había pasado en un largo tiempo, de repente pasaba todo seguido en un mismo día, y todo por haber cambiado según ella.

-Perdón te deje todo marcado con labial - me dijo después de darme el beso en la mejilla y pasar su mano tratando de limpiarme.

-Tranquila, ya me limpio yo después - me acerque y le di un último abrazo antes de que se fuera.

En ese momento se me pasó por la cabeza proponerle que se quedara para hacer la llamada con Carla y Jon, pero me parecía que era muy pronto, sentía que tenía que calmar mis ansias y no precipitar las cosas.

-Te quiero mucho hermana, no sabes cuánto - le dije sin soltarla.

-Yo igual... bueno creo que ya es hora de que me vaya, tengo que levantarme mañana temprano, te dejare para que hagas tus cosas.

-Está bien, nos vemos - nos separamos y ella se levantó para irse, la seguí con la mirada para darle un último vistazo a como iba vestida y a su culo.

Cerro la puerta y ya sentado en mi cama me deje caer hacia atrás, no podía creer que Pao hubiese aflojado un poco su comportamiento conmigo. Ese abrazo, sus tetas contra mi, ese beso, todo fue más de lo que esperaba.

Me levanté y me senté en la computadora para buscar el álbum de fotos que tenía de mi hermana, me saque la verga y con una mano me pajeaba mientras que con la otra buscaba sus fotos.

Abrí el album y conseguí una de mis favoritas, era de una sesión para una marca de malteadas. Era ella inclinada mirando directamente a la cámara de forma sexy e intimidante, justo como lo había hecho conmigo hace algunos segundos, tenía la pajilla de la malteada en la boca y con un escote dónde se juntaban sus dos tetazas formando un caminito entre si, ¡Dios me encantaban!.

Acelere el ritmo de mi paja y no aguantaba mas, puse la foto en pantalla grande y acerque mi pene a la pantalla, lo coloqué justo donde mi hermana se metía la pajilla en la boca. Tenía la verga apunto de explotar eche un último vistazo y la escena era increíble, parecía que mi hermana me mirara fijamente a mí y en vez de la pajilla en la boca, estuviera besando la punta de mi pene, ¡AHHH maldita sea no aguanto más!, Tome mi verga y lo estire hacia atrás soltando chorros y chorros sobre la foto de Pao.

-¡Maldición! toma hermanita todo esto es tuyo - decía dentro de mi, mientras observaba como la cara de Pao y sus tetas en la pantalla se llenaba de mi semen, ¡era una locura!.

Limpie todo y me di cuenta de lo que había hecho, logré que mi hermana me perdonará y actuará normal conmigo de nuevo, todo me había parecido muy raro, pero desde que hable con ella y le dije que iba cambiar no hice nada que la molestará, no trate de incomodarla en todo este tiempo y creo que había funcionado. Lo de hoy había sido un avance muy grande. Pao no solía vestirse así en las cenas y hoy fue todo diferente, hasta parecía que lo había hecho a propósito para provocarme, todo me parecía tan raro, las miradas, ese beso en la mejilla, no... no, me estaba montando una película, era imposible, seguro ya se sentía más cómoda frente a mí y por eso actuó de esa manera y se vistió así.

Tuve la suerte de que no encontró nada en mi computadora, si no, nada de esto hubiese pasado, ahora tenía que ir paso a paso para conseguir algo de su parte, sin precipitarme y que todo se diera de manera natural entre los dos. Lo más importante es que gracias a lo ocurrido, sentía que iba por buen camino.

Después de lo que pasó, deje que todo fluyera de manera normal. Pao parecía volver a la normalidad conmigo, ya solíamos a hablar más, cuando ella iba a casa ya me saludaba, y lo más importante es que no me trataba indiferente.

Ese tiempo trate de enfocarlo en la universidad, me había concentrado tanto en lo de mi hermana todas estas semanas, que había bajado el promedio, me tenía que preparar y me propuse a mejorar mis notas para este semestre. Yo no era alguien que saliera mucho de fiesta, pero mis amigos, sobretodo Mario era el que me influenciaba a hacerlo por más que tratara de evitarlo.

-Luca tenemos que salir este fin de semana, los estudiantes de último año harán una fiesta de recaudación de dinero para su graduación, tenemos que ir.

-No creo que sea buena idea tengo que estudiar y preparar el ensayo para redacción.

-Ya tendrás tiempo para eso, es una sola noche, habrán chicas de todos los semestres, no podemos no ir.

-No lo sé... - estaba dudando.

-solo piénsalo, nos divertiremos, seguro ligamos con alguna chica y todos felices.

Tenía tiempo que no ligaba y sentía la necesidad de calmar las ansias que tenía con mi hermana.

-Mierda, siempre me corrompes ¿Qué día será?.

-Este sábado, si quieres yo te paso buscando en el carro.

-Ehhh por fin te prestan el auto tus padres.

-Jajaja, para una vez que lo hacen tengo que aprovecharlo.

-Jajaja bueno, quedamos para ese día entonces.

-Dale, yo comprare las entradas para los dos y después me pagas.

-Me parece bien.

Pasaron los días, llegó el sábado y me preparé para la fiesta. Tenía esperanza de conseguir algo, tenía tiempo sin liarme con una chica y ya lo extrañaba. Desde que empezó todo esto por mi hermana, solo tenía ojos para ella, tenía que aprovechar el día de hoy para sacarme esas ganas. Mario me pasó buscando y fuimos hasta el lugar, era un local nocturno grande que habían alquilado, entramos y sonaba reggaetón del momento, el lugar estaba lleno de puros estudiantes, Mario y yo nos miramos y fuimos a por un trago, tenía que empezar la fiesta.

-Mira todas las chicas que hay, hoy va a ser una gran noche - me decía Mario.

-Esta casi toda la universidad. - le dije mirando a todos los que había en el local

-Ven tenemos que sacar a bailar a alguien.

Fuimos a lo que era la pista de baile y no tarde en fijarme en una chica que ya había visto anteriormente en la uni, bajita pelinegra, hermosa de cara, tenía los ojos color café, y una sonrisa que me gustaba mucho, no tenía tetas grandes, ni un culazo, pero su rostro opacaba todo eso. Ella estudiaba un semestre más que yo, apesar de haberla visto ya varias veces, no me había atrevido a hablarle, pero ya con un trago encima no tenía nada que perder.

-Ya vengo - le dije a Mario.

Caminé hacia la chica y me acerqué a ella por su espalda, tocándole el hombro para hablarle.

-¡Hey qué tal!, me llamo Lucas, pero me puedes decir Luca.

-¡Holaaa! ¿Qué tal?

-Te he visto de lejos y no pude evitar no venir a hablarte.

-Jajaja, que bueno que lo hiciste, me llamo Isabel pero puedes decirme Isa.

-Lindo nombre, ¿Bailas?.

-¿Cómo decirte que no? ¡Claro!.

Me puse detrás de ella y empezamos a bailar, ella movía el culo muy bien, coloque mis manos en su cintura y me pegue a ella siguiendola al ritmo de la música, los roces hacían que mi amiguito se despertara y ella lo notaba, ya que aumentaba el ritmo, bailamos varía canciones y la tensión entre nosotros aumentaba, nos gustabamos. Cambiamos de posición y ella se puso al frente mío, cada vez bailamos más cerca, se sentía que había algo entre nosotros sin apenas conocernos, se podría decir que esto era lo que se consideraba un ligue de una noche, nuestras piernas se rozaban y mi bulto de hacía más grande, sin decir una palabra nos besamos, puse mi mano en su rostro mientras nuestros labios se juntaban y con mi otra mano no tarde y la lleve a su culo, se sentía tan bien, nuestras lenguas jugaban entre sí, apreté su culo y ella hizo un pequeño gesto de haberle gustado. Todo parecía que iba encaminado a hacer una gran noche o eso parecía.

-¡Hey Luca! tienes que ver esto - ¡joder! Mario me interrumpía mientras me besaba con este pibón.

Dejé de besarla y me voltee con cierta molestia

-Ahora no puedo, ¿No ves qué estoy en algo?.

-Esto es más importante, ya tendrás tiempo con esta chica.

¡Maldición! no había otro puto momento para molestarme, pero tenía qué ir a ver que era.

-Espero que sea algo bueno, si no, vas a ver.

Ma acerqué a Isa y le volví a dar otro beso rápido antes de despedirme.

-Perdón Isa, pero tengo que ver algo urgente y vuelvo.

-Esta bien, no importa. - me decía con cara de disgusto, parecía no haberle gustado mucho que me fuera.

Después de despedirme, seguí a Mario a un lugar cerca de la pista de baile donde habían unas mesas.

-Mira allá están tu hermana y sus amigas, ¡Dios que que buenas están! - me señalaba Mario.

Mire y estaba mi hermana con sus amigas, yo no daba crédito a lo que mis ojos veían, Pao estaba como una diosa, llevaba un vestido negro corto, pegado al cuerpo, dejaba ver sus hermosas piernas y un escote en forma de "V" que que resaltaban sus grandes tetas. Pao nos vio y nos saludo a lo lejos con la mano.

-Sí, es mi hermana y sus amigas. Nos están saludando, si quieres vamos a saludarlas.

-No lo sé, me da pena.

-¿Te vas a cagar ahora? Pensé que veníamos a ligar y pasarla bien.

-Si pero... con alguien que esté a nuestro nivel, no con las amigas de tu hermana.

-Siempre hay que mirar en grande. - le solté decidido - Yo iré a saludarlas si quieres me esperas, vuelvo en un rato.

Me acerqué a donde estaba Pao y sus amigas, entre ellas también estaba Lara una de las amigas de mi hermana que más me parecía guapa, tenía una tetas naturales que se veían firmes a través del vestido blanco que llevaba, sin embargo, al lado de mi hermana todas estaban escalones por debajo.

-Ven acá, dale un abrazo a tu hermana mayor - me dijo pao, un poco borracha, parecía que llevaba un par de copas encima.

-Hola pao - Nos abrazamos y como no llevaba sostén, pude sentir muy bien sus pechos pegados a mi, eso me encantaba.

-Te ves increíble con ese vestido - le dije mientras nos separabamos del abrazo y me la comía con la mirada de arriba a abajo.

-Gracias hermanito, tu también estás guapo.

-Jaja ¿yo? nada que ver, seguro tu los tienes locos a todos aquí.

-Jajaja no te creas, nadie se atreve a hablarme pareciera que me tuvieran miedo.

-Normal con lo buena que estás, no saben lo que se pierden. - upss se me había escapado de mi boca lo buena que estaba.

-¡¡Eyy!! basta con eso, que soy tu hermana -dijo dándome un golpesito en el hombro y con un tono sonriente, parecía no haberle dado importancia a lo que dije.

-Solo digo la verdad.

-lo que tú digas, ¿andas solo?.

-Andaba con Mario pero no sé atrevió a venir, también le dio miedo.

-Jaja ni que nos fuéramos a comer alguien. Al que ví comiendo fue a ti.

  • ¿Ah? ¿A qué te refieres?.

-No te hagas el tonto. Te vi como estabas con una chica besándote. - !¿Qué?! me había visto con aquella chica.

-Si eres exagerada, solo nos estábamos conociendo.

-Jaja no creo que hoy en día se conozca a la gente a los besos.

-Eso te lo estas inventando.

-Tengo un hermano mentiroso me parece, igual no creo que sea tu tipo de chica. - me decía en un tono de sobrada.

-¿Qué sabes tú cuáles son mi tipo de chica? Pareces un poco celosilla de que haya conseguido a alguien - le dije en tono burlón.

-No estoy celosa ¿qué dices?. Solo se cuales son tus gustos, y ella no lo es.

-¿Cómo estás tan segura?.

-Solo lo sé, soy tu hermana.

  • ¿Ah sí?, Entonces dime cuales son mis gustos.

En ese momento se acercó a mi oído y me dijo algo que me dejó en shock.

-Se que tienes un álbum en tu computadora con tu prototipo de chica. Me mentiste.

Me quedé un momento en shock. ¡¿Qué mierda?!, había escuchado bien, ¿Mi hermana sabía lo de las fotos?, ¿Pero cómo se entero? No entendía nada, me había asegurado de que no los viera y todo me había parecido normal de su parte. Mi corazón empezó a latir más rápido y me puse muy nervioso no sabía que decir.

-Pa.. pao, yo puedo explicarte...

-¿Qué otra mentira me vas a decir? Ya se que no cambiaste, ví eso la primera vez que entre a tu cuarto a imprimir y tú no estabas. Me molestó, yo confiaba en ti.

Me había quedado completamente pálido sin poder decir nada.

-¿No vas a decir nada?, al menos invéntate algo bueno.

-Pao la verdad lo siento, no lo puedo evitar de verdad. - le decía mientras se me salían lágrimas, había arruinado todo.

-¡No llores, basta! ya no sé que hacer contigo. - estiró su mano sobre mi cara secando mis lágrimas. - Mira haz lo que quieras la verdad, no me importan esas fotos, lo importante es que nuestra relación como hermanos esté bien y más nada, ya lo que hagas tú con ellas es tu problema y no me lo cuentes, no quiero saber yo nada de eso.

-¿Qué? - el alcohol estaba haciendo que pao aflojara sus verdades y no estuviera tan molesta.

-Lo que escuchaste, ya lo intente todo contigo para que cambiarás, la ley del hielo, no contacto físico y nada funcionó, ya no te puedo odiar más, ni tratarte mal, lo mejor es que actuemos como hermanos que somos y sigamos adelante, que tú por lo menos te controles y llevemos todo de manera normal.

No daba crédito a lo que escuchaba, mi hermana me estaba diciendo que no le importaba que yo tuviera sus fotos, prácticamente que no le importaba si yo me masturbaba con ellas, esto ya me parecía surrealista. Reaccione y lo único que se me ocurrió fue darle un abrazo a Pao.

-Gracias por ser la mejor hermana del mundo, yo trataré de ser el mejor hermano posible. - fue lo único que atiné a decir, me estaba dando cuenta que mi hermana estaba aflojando su temperamento hacia mi.

-Siempre hermanos ¿ok?- me dijo mientras yo sentía todo su cuerpo.

-Siempre juntos- fue lo que dije, el abrazo de mi parte duro un poco más, me estaba poniendo un poco caliente, por mi mente pasaban muchas cosas, mi hermana estaba aceptando que yo la deseara, aunque ella no quisiera saber nada.

En ese momento interrumpió Lara, la amiga de mi hermana.

-Veo mucho cariño por acá. ¿Te importa qué saque a bailar a tu hermano?

-No, no me importa, pero lo cuidas. - dijo mi hermana separandose de mi.

Mierda, quería estar más tiempo con Pao sentía que había algunas cosas que hablar.

-Tranquila lo trataré bien. - Lara me tomo de la mano y nos fuimos a la pista.

Empezamos a bailar y Lara me pego todo su culo de una, perreaba increíble, al estar un poco caliente mi pene no pudo evitar ponerse duro por los movimientos de Lara, ella movía sus caderas y sus nalgas de lado a lado frotando mi duro pene contra ella. Así seguimos un buen rato yo podía notar como mí hermana nos veía mientras seguía tomando. Lara me estaba poniendo duro y ella lo sabía, se voltio hacia a mí y empezamos a bailar pegaditos frente a frente.

-Veo que alguien ya esta un poco contento.- me decía al odio.

-No lo puedo evitar, te mueves muy bien.

-jaja no has visto nada pequeñín.

Seguimos bailando cada más cerca como si nos fuéramos a besar, podía sentir su aliento a menta contra el mío, deseaba mucho besarla, pero otra vez me interrumpían el momento.

-Bueno.. bueno, creo ya está bien. - decía mi hermana tomándome por el brazo ya borracha.

-Solo estábamos bailando no te preocupes - le dijo Lara.

-No soy tonta que te conozco, ¡es mi hermano!.- decía Pao molesta y Lara quedándose muda

  • Está bien, no paso nada igual - dije tratando de calmar a pao.

-¡Tu no digas nada, ven conmigo!.

Pao me tomó de la mano y me llevo al otro lado de la pista, lejos de donde estábamos.

-¡¿Qué te crees? ¿qué te puedes besar con mis amigas?¡. - me regañaba.

-Solo estábamos bailando, no es para tanto.

-Yo la conozco muy bien y si es para tanto.

-Bueno está bien, no volverá a pasar pero no te pongas celosa. - traté de calmar el asunto.

-No estoy celosa, solo te estoy protegiendo.

-Pues no parece.

-Lo que digas. - se volteo y la tomé ahora yo de la mano, acercándome a ella.

-Además no tienes porque preocuparte, ni Lara ni la otra chica de antes están a tu altura. - le dije al oído.

-No digas estupideces. - noté que mi hermana se estaba ruborizando y soltó una pequeña sonrisa.

-Es la verdad, tú misma sabes cuáles son mis gustos.

-Sí pero basta, no hablemos más del tema.

-Tenemos muchas cosas que hablar y lo sabes.

-Ya te dije todo lo que te tenía que decir así que calla. Mejor bailemos - Pao se dirigió hacia a mí de espaldas pegando su culo a mi bulto.

No tardó ni un minuto y ya tenía mi pene duro pegado a el culo de mi hermana mientras se movía de manera sensual, era imposible de que ella no lo notará, cada movimiento de ella, hacia que mi pene se frótara de arriba a abajo con sus nalgas, casi como si me hiciera una pequeña paja. Parecía una diosa bailando de esa manera, la excitación que cargaba no era normal. Con mis manos pase de tomar su cintura a llevarlas a su abdomen, en ese momento Pao se echó un poco para atrás y presionó mas mi pene contra sus nalgas. A ella también le estaba excitando la situación, lo sabía por dentro, mire su cara y no parecía mi hermana, parecía una mujer en toda regla, tenía una cara de diabla.

Seguimos bailando y yo sabía que no aguantaría tanto tiempo así, tuve la suerte de que pusieron una canción lenta y pude evitar correrme dentro de mis pantalones. Continuamos pegados el uno con el otro, mi pene duro contra su culo, y mis manos en su abdomen, nos movíamos de lado a lado al ritmo de la música.

Yo tenía mi cara en su hombro, no decíamos ni una palabra, solo nos dejábamos llevar por el momento, la excitación me estaba jugando un mala pasada y yo ya no pensaba con claridad, no me importaba nada, solo lo que estaba pasando en ese momento. El tener a Pao cerca, su olor, su piel, hizo que me pusiera cariñoso, empecé a besar su hombro suavemente, colocando mis labios sobre ella, le di el primero y note que Pao no decía nada. Seguí besando y alze la vista hacia su cara y pude notar que tenía los ojos cerrados, mis besos en el hombro tomaron dirección ahora al cuello, cuando llegue, no pude evitar intensificar un poco más sacando mi lengua, lo cual hizo que mi hermana despertara del trance que llevaba.

  • ¡¿Qué haces?! !No ves que estamos en público! - dijo ella separándose de mi y un poco alarmada.

Me sorprendí por un momento, ¡Mí hermana me estaba diciendo que no, porque habia gente!, ¿Entonces si no habría nadie, hubiésemos continuado? Na, no sabía que pensar en ese momento, pero sentir mis labios contra su piel era delicioso.

-Perdón me deje llevar.

-Creo que iré por un trago. - Pao se fue hacia la barra pero ví que iba un mareada. Cuando estaba a punto de caerse la agarre.

-Creo que ya está bien de tragos por hoy, es mejor que te lleve a casa.

-Solo uno más.

-¡No!, ya fue suficiente, ¿dónde están tus llaves del auto? - Pao un poco con la mirada perdida me indicó su bolso.

Tome las llaves y me dispuse a llevar a mi hermana a su casa, no podía dejarla ahí y en ese estado, puse su brazo sobre mi hombro y la agarre por la cintura llevándola hasta el carro, la monte y nos fuimos. Empecé a manejar y en el trayecto no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado hoy, miraba a mi hermana y estaba acostada en el asiento de al lado medio dormida, se veía hermosa. Llegamos y la tomé, ella estaba muy poco consciente de lo que ocurría, subimos a su apartamento y me dirigí a su cuarto para dejarla acostada. Ya ahí con ella tirada en la cama le di un vistazo y pensé todo lo que había pasado en la fiesta, ¡era una locura!, pensé en sacarme el pene ahí y masturbarme pero era demasiado, ya era muy tarde y no quería arruinar nada del día de hoy, tapé a Pao con una sábana y yo me fui a acostar al mueble de afuera, allí no dejaba de pensar en todo, hasta quedarme completamente dormido.

Ya en la mañana noté que me estaban acariciando el cabello mientras dormía, abrí los ojos lentamente y lo primero que vi fue a mi hermana sentada a mi lado en el mueble. Pensé que estaba en un sueño, tenía el cabello recogido con una coleta y una franela oversize blanca que dejaba ver sus hermosas tetazas flotando ya que no llevaba sostén y podía notar muy bien sus pezones queriendo escapar de la tela.

-Ya te despertaste dormilón.

-Buenos diaaas Pao - le decía mientras bostezaba.

-Ya es bastante tarde son las 11am.

-¡Mierda! nuestros padres no saben dónde estoy.

-Tranquilo, ya les dije que me ayudaste a venir a casa y que te quedaste aquí.

-Uff menos mal.

Justo me di cuenta que tenía una erección mañanera que se notaba a través del pantalón, me preguntaba si Pao lo había notado mientras yo estaba dormido.

-Gracias por cuidarme ayer, estaba un poco borracha y no me dejaste sola. - justo se inclinó sobre mí para darme un beso en el cachete y un abrazo.

Sus tetas se pegaron contra mi pecho pudiendo sentir bien sus tetas y sus pezones. Yo ni corto ni perezoso, pase mis brazos por su espalda baja, notando que no tenía shorts, la franela oversize le cubría hasta el culo y solo andaba en bragas. Eso me excitó demasiado. Sentí sus labios contra mí y después coloco su cabeza en mi hombro mientras yo estaba acostado, nos estábamos abrazando.

-De nada Pao, solo cuidaba de mi hermanita. - le decía mientras la tenía sobre mi.

A todo esto el mueble era de una plaza para dormir. Ella estaba sentada mientras se inclinaba sobre mi, pero al sentirnos tan cómodos subió sus piernas y las coloco encima de una de las mías, rozando así mi bulto. Lo tuvo que haber sentido si o si, me pregunté si lo había hecho a propósito. Eso me había prendido.

Ya abrazados y yo acariciando su espalda, no dejaba pensar en todo lo que había cambiado la situación con mi hermana. Ya no se cortaba nada en el contacto físico, incluso pensaba que mi hermana le estaba gustando la idea de provocarme cada vez que podía. Pao se había enterado de mis deseos hacia ella, y en vez de frenar todo como la había hecho antes, parecía haberse resignado y aceptado que su hermanito no iba a dejar de desearla. Me preguntaba que se le pasaba por su cabeza, ¿pensaba ella en mi? ¿Le gustaba nuestro contacto físico?. Algo si sabía, que dentro de ella algo había cambiado.

-Te he preparado el desayuno, te lo mereces por todo lo de ayer.- me decía acercando sus labios a mi oído.

-Gracias Pao, no tenias por qué hacerlo.

-Quería agrecederte de alguna manera.

Acercó mucho más sus labios casi rozando mi oreja y me susurró suavemente y de manera sensual.

-Anda al baño a hacer lo que tengas que hacer mientras yo prepararé la mesa.

¡No lo podía creer! pao me estaba diciendo que me fuera a masturbar, o había entendido mal.

Me quedé quieto, ella Justo se levantó sobre mí, miró mi bulto y soltó una pequeña sonrisa dejándome un poco caliente. Antes de que se fuera a la cocina pude notar que tenía los pezones duros.

Me levante hacia el baño y me senté en el inodoro, Pao me estaba provocando, me estaba poniendo duro a propósito y quería que me pajeara. Si ella así lo quería, lo obtendría, saqué mi pene de mi pantalón y empecé a masturbarme desenfrenadamente, podía escuchar como mi hermana colocaba los platos en la mesa, me dio mucho morbo hacerme uno paja en su casa, nosotros solos y que ella lo supiera. Recordé todo lo que había pasado ayer y hoy, lo que hablamos, como había pegado mi pene a su culo, el baile, los besos a su piel. Continúe con la paja cada vez más rápido, mi mano y el contacto con el líquido preseminal hacia que mi paja sonara cada vez más, de repente note que los platos habían dejado de sonar y no escuché más a mi hermana, seguro ya me había escuchado y dado cuenta de mi gloriosa paja pensando en ella.

Ya me estaba por correr, pero quería asegurarme que ella escuchará y supiera que lo había hecho. Me levante y abrí la tapa para soltar mis chorros dentro del bater. No, sin antes decir en un tono de voz que Pao pudiera escuchar.

-¡Qué malditas tetazas tiene dios!.

Justo en ese momento solté de 5 chorros de semen mientras jadeaba, todos gracias a esas malditas tetas de mi hermana. Cuando terminé y me estaba limpiando, Pao tocó la puerta para decirme que ya estaba todo listo en la mesa, como si estuviera esperando a que terminara.

Salí y la encontré en la mesa, ella actuó como si no hubiese ocurrido nada, pero yo sabía que lo había escuchado todo, nos miramos directamente y en su rostro noté que sabía que me había pejeado en su nombre.

Comenzamos a desayunar y todo parecía que se había puesto un poco más tenso, nos mirábamos sin decir una palabra, pero a la vez diciendo todo, yo no dejaba de pensar en lo de ayer y tenía que hablar con Pao sobre eso.

-Pao con respecto a lo de ayer...

Ella me detuvo.

-Lo que pasó ayer, ya pasó, aparte no recuerdo muy bien lo de anoche, estaba muy borracha.

-Pero...

-Creo que es mejor que lo dejemos así. - ella bajó su cara, como si sintiera vergüenza de lo que había pasado.

Sabía que Pao trataba de evitar el tema. Ella me había dicho que no le importaba que yo la deseara, no con esas palabras exactamente, pero que lo podía hacer, que me podía masturbar pensando en ella y sus fotos. Algo en ella estaba cambiando, nuestro contacto físico cada vez iba a más de una manera radical, y ella parecía disfrutarlo, parecía que ella estaba aceptando todo lo que estaba pasando y no lo podía evitar.

Terminamos de comer y Pao recogió todo y lo llevo al lavaplatos, yo la seguí no podía dejar que ella hiciera todo. Ver a mi hermana solo con una franela oversize y esa coleta, me parecía lo mas sexy que había.

-Déjame limpiar, ya hiciste mucho por hoy.

-Esta bien toma, me iré a duchar y después te llevo a casa.

-Me parece bien.

Comencé a limpiar los platos y escuché que mi hermana entraba al baño y posterior abría la ducha. Termine rápido de lavarlos y me acerqué a la puerta del baño. Escuchaba como el agua caía sobre el cuerpo de Pao, me imaginé su cuerpo mojado, gotas sobre sus tetas, ufff me estaba poniendo duro de solo pensarlo, lleve mi mano a mi pene y empecé a tocarme por encima del pantalón.

De repente llegó lo que me sorprendió Pao empezó a gemir, ¡mi querida hermana se estaba masturbando conmigo en casa!

-¡¡Mmmmmm!!... ¡Mmmm!

¡Dios me estaba poniendo palote! No evite pensar en mi hermana desnuda dándose dedo a todo lo que da. ¿Cómo se vería su vagina? Eran las dudas que entraban en mi cabeza, pero tenía que ser hermosa y apetitosa como toda ella. Seguí con el oído pegado a la puerta escuchando el espectáculo y masturbándome.

¡¡¡fap, fap, fap!!! - se escuchaba como la mano de pao sonaba contra su vagina y como trataba de aguantar sus gemidos- ¡¡¡Ummm!!! ¡¡hmmmm!!

Escucharla gemir era demasiado excitante.

Sin duda mi hermana está jadeando con la boca cerrada, ella seguro trataba de que no se escuchará pero era todo lo contrario. Mi hermana estaba caliente y no dudaba que era por todo lo nuestro. Pensé en entrar y calmar nuestros deseos, pero no quería asustarla, solo me quedé a escuchar y disfrutar, mientras yo seguía pajeandome, esperando acabar cuando ella también lo hiciera.

-Aahhhhh!! ...ahhhhh!!! ....ssssiiii! - empecé a escuchar como mi Pao se masturbaba más rápido, ya no trataba de aguantar sus gemidos parecía una loba en celo. Yo lo único que quería es que corriera para mí, yo también aumente el ritmo de mi paja haciendo que sonora el líquido preseminal contra mi mano.

¡¡¡Nos estábamos masturbando al mismo tiempo y a metros de distancia!!!

¡¡Ahhhh.... aaaaahhhhhhhhhh!!!!!! - sin duda se estaba corriendo.

-¡Vamos hermanita correte pensando en tu hermano! ¡Correte para mí! - decía por dentro, mientras yo también soltaba chorros y chorros de semen, todos imaginando a mi hermana desnuda y corriendose.

Pao me había demostrado que a ella también le había calentado todo lo nuestro, no era solo yo. Su paja, ella quería que la escuchará y sin duda la escuché y la acompañe en sus deseos.

Rápidamente busque algo para limpiar todo, mientras Pao terminara de bañarse, limpie todo, y me senté a esperarla en el mueble mientras veía la tv. Mi hermana duro unos 10 minutos más y salio en toalla, solo voltee y lo primero que pude notar fue su mirada, ella sabía lo que habíamos hecho. Era una mirada con pena, pero también con deseo, se fue a vestir y salió para llevarme a mi casa.

Había salido con un hoddie que no me dejaba mucho para la imaginación, tenía miedo que ella se estuviese arrepintiendo de lo que había ocurrido.

Nos montamos en el carro y no decíamos nada, estábamos tímidos sin saber que decir. Deje que todo pasara y solo me concentre en el camino, noté que la vía que estaba tomando era un poco distinta a la de la casa.

-¿A dónde vamos pao?, Por aquí no es la casa.

-Primero tengo que ir a recoger una ropa a una tienda y después te dejo en la casa. ¿No te molesta verdad?.

-No, para nada. Yo te acompaño.

Seguimos y llegamos a la tienda. Mi hermana recogió la ropa y se fue al vestidor a probarséla.

-Ven acompáñame - me dijo - no quiero que venga un pervertido y me espíe.

Me quedé un poco atontado con lo que dijo pero la seguí.

Llegamos a vestidor y era un pasillito con varías cortinas, habria 5, y mi hermana tomó el último. yo me quede afuera esperándola, ella empezó a cambiarse y al colocar la ropa que se iba a probar encima de la cortina, está se deslizó un poco dejando un pequeño lugar por donde poder ver.

Ella no se dió cuenta, y yo, ni corto ni perezoso empecé a ver disimuladamente. Ella estaba con una blusa y de repente se la empieza a quitar dejando su hermosa espalda con algunos lunares a mi vista, solo cubierta por el sostén, me dió mucho morbo estarla espiando, deseaba que se lo quitará.

Para mí sorpresa ella se da la vuelta, y me deja ver sus hermosas tetas de frente a mi, estaban siendo aguantadas por un sostén de lencería blanco transparente que solo tapaba el pezón. !Eran una locura esas tetas! se veían enormes, y con algunos lunares lo que los hacia ver hermosos.

-¡Vamos quitatelo!- decía en mi mente.

Ella se quedó quieta admirando su escultural cuerpo frente al espejo. ¡¡¡Y empezaba a tocarse las tetas!!! Se las empezó a levantar y las juntaba haciendo que parecieran dos montañas justas.

Ya todo me parecía una locura. Ya mi miembro estaba duro y tenía una carpa imposible de ocultar. Me empecé a tocar por encima del pantalón y empecé a verla, a ver su cara mientras se tocaba y note una pequeña sonrisa, ella agarró su hoddie, se volteo y se lo puso, y ahí comprendí que Pao estaba jugando conmigo, le gustaba provocarme y tenerme duro, al final el pervertido al que ella se refería, era yo mismo.

No sé cuento tiempo estuve admirando a mi hermana en el vestidor pero habrán sido algunos minutos qué para mí habían sido eternos.

Ella salió y no se cortó en mirarme el bulto y sonreír. Ella había logrado su objetivo, me había calentado. Pero lo que ella no sabía es que estaba jugando con fuego y yo era un pequeño diablillo que quería más, y ella se podía quemar.

Ella pagó y nos fuimos, ya en el auto vía a mi casa, no dejaba de pensar en todo, era el momento de intentar que mi hermana estuviera conmigo y los hermanos incestuosos. Tenía que arriesgarme y diseñe un plan rápido.

Llegamos a casa y antes de bajarme puse en marcha lo que habia pensado.

-Pao antes de que te vayas necesito pedirte algo.

-Dime.

-Últimamente no voy muy bien en clases de redacción, y necesito entregar un ensayo perfecto para mejorar la nota...

-Yo no te haré el ensayo, eso lo tienes que hacer tu.

-No... no... ya eso está listo, solo necesito que me ayudes en la corrección, solo es eso.

-Está bien, no hay problema con eso entonces, ¿Para cuándo necesitas mi ayuda?.

-¿Para el próximo viernes puede ser?.

-Me parece perfecto.

Pao y yo nos despedimos. Me dió un beso de despida y yo me aleje diciendo que nos veíamos el viernes que viene. Lo había conseguido era el momento de intentarlo todo con Pao, sabía que ella estaba empezando a ceder, y que le calentaba también ponerme duro, era solo cuestión de tiempo para que nos soltáramos y lleváramos esto más allá.

No quería apresurarla en nada, quería que ella también se sintiera agusto, que ella me deseara y me mirara con los mismos ojos que yo la miraba a ella, que ella ya no pudiera reprimir lo que también sentía, quería que se entregará a sus deseos y me pidiera que la follara.

Todos esos días antes del viernes no dejaba de pensar en lo que podría pasar, en lo que era mi fantasía y mi deseo se pudiera llegar a convertir en realidad. Traté de no pajearme mucho para llegar cargado y más excitado que nunca a ese momento, también me depile dejando mi pene perfecto, se veía mucho más grande, seguro que a Pao le encantará.