Las tetas de mamá 10
El marido vuelve a aparecer en la vida de Pilar y a Miguel le sale su vena fetichista
La vida de Miguel y Pilar continuaba, el dinero no faltaba, el negocio iba bien, Pilar nunca imaginó que hubiera tanta gente dispuesta a follar con ella, además eran casi todos gente del barrio, atraídos por el morbo de follar con una vecina que hasta hace poco había sido tan "normal" como sus madres o esposas. Además se decía que se acostaba con su hijo con lo que el morbo era mayor.
Miguel era quien le conseguía los clientes, solía quedarse espiando lo que hacían con su madre y a veces le sorprendía la imaginación de los hombres que se la follaban.
La popularidad de Pilar iba en aumento,verá una mujer complaciente y que se dejaba hacer y llegó a oídos de su marido que decidió comprobarlo.
Sonó el timbre de la puerta, Pilar abrió y se quedó sorprendida.
Hola, Jesús, ¿Que quieres?
Nada, verte, ¿Puedo pasar?
Pilar se echó a un lado y Jesús pasó y se dirigió hacia el salón, sacó unos billetes del bolsillo y se los ofreció a Pilar.
¿Y esto?
Nada, que a mí me gusta pagar por adelantado.
¿Pagar que?
Mira, Pilar se a lo que te dedicas y he decidido acercarme para pasar un buen rato con mi mujer, pero pagando.
Tu estás loco,
Venga, Pilar, no hagas que me enfade además me han dicho que eres muy buena.
Bueno, lo hago para que te vayas pronto y Miguel no se entere de que has estado aquí.
Ya, Pilar, lo haces porque siempre has sido una puta y te gusta, dijo Jesús sentándose en el sillón.
Venga, Pilar, empieza a desnudarte.
Cómo Pilar no esperaba a nadie estaba con la ropa de andar por casa, una bata abotonada por arriba.
Empezó a desabotonar se la bata y se la sacó por la cabeza, quedándose en sujetador y bragas de color carne, Jesús se había sacado la polla y empezaba a acariciarse.
- Cuántas ganas tenía de verte así, quítate el sujetador.
Pilar lo hizo y aparecieron sus pechos bamboleándose, Jesús aumentó el ritmo de su paja.
- dios, que tetas cuanto tiempo hacía que no las veía, agárratelas y chúpate el pezón.
Pilar se metió una teta en la boca y empezó a chuparse el pezón, haciéndolo a continuación con la otra, Jesús no podía más.
- Ven aquí, Pilar, acércate.
Pilar se acercó a Jesús, este se levantó, dirigió su polla hacia las tetas de Pilar y descargó en ellas todo su semen.
¿Ya has terminado, Jesús?
No, Pilar, esto es el principio, con el dinero que te he dado hay para un polvo y te lo voy a echar, por lo pronto bájate las bragas para que vea tu chocho peludo.
Pilar se quitó las bragas, Jesús se volvió a sentar.
- Venga, Pilar siéntate encima.
Jesús dirigió su polla hacia el coño de Pilar, ésta se sentó encima y se la metió hasta el fondo.
- Así, Pilar, así, dijo Jesús aferrándose a sus tetas. Venga, empieza a moverte.
Pilar empezó a moverse arriba y abajo, Jesús no soltaba sus tetas, estaba disfrutando como nunca de su mujer.
Se iba a correr, no podía más, oyó la puerta y vio a su hijo en la puerta del salón, asombrado.
No pudo más y se corrió dentro de su mujer, ésta se levantó y fue hacia su hijo, éste la rechazó, estaba realmente enfadado y se fue a su cuarto. Su padre se vistió y se fue, quedándose Pilar pensativa y desnuda en el salón.
Miguel estaba furioso, pero a la vez, ver a su padre aferrado a las tetas de su madre y a ella cabalgando sobre el le había excitado, no tenía ganas de follar con su madre, debía de idear algo.
Fue al dormitorio donde dormía con su madre, abrió el armario y empezó a rebuscar entre su ropa, eligió una falda roja que pocas veces había visto puesta a su madre.
Se desnudó y apareció su polla completamente tiesa, empezó a sonar e con la falda, pero en un momento dado lo pensó mejor, se la puso, su polla tiesa rozaba con el forro de la falda, era suave, cálido, la erección iba en aumento, empezó a caminar por el dormitorio, el forro le iba rozando el pene a cada paso que daba, era como hacerse una paja a cámara lenta, nunca lo hubiera pensado, anduvo un poco más y ocurrió lo irremediable, se corrió, una mancha apareció en la falda a la altura de su polla.
Abandonó el dormitorio y salió hacia el salón donde estaba su madre, ésta seguía desnuda, miró hacia la puerta y vio a su hijo con la falda puesta, también vio la mancha y supo al momento lo que había ocurrido, ella ya sabía que su hijo se masturbaba con su ropa tanto exterior como interior, pero nunca le había visto con una prenda puesta y se excitó.
Se acercó a él y empezó a chuparle el pezón.
¿Que haces mamá?
Lo que tú sueles hacerme a mi cuando me ves vestida como ahora lo estás tú, dicho esto siguió con el pezón y le puso las manos en el culo, acariciándole a través de la falda.
Miguel se excitó de nuevo, el bulto de su polla era evidente a través de la tela, su madre al verlo abandonó su culo y le levantó la falda por delante, agarrando su polla.
Vaya, como estás, hijo.
Si mamá, entre tú y la falda estoy cachondísimo.
Pues mamá lo va a solucionar en un momento.
Pilar empezó a pajear a su hijo, de pié como estaban, la polla de Miguel palpitaba en su mano, empezó a meneársela violentamente hasta que sintió sus contracciones, un buen chorro de semen salió haciendo un charco en el suelo.
Pilar arrastró a su hijo jo al sofá, siempre con la falda subida y la polla fuera y le sentó.
¿Te gustaría hacerme lo que me ha hecho papá?
Si, mamá, si.
Pilar agarró la polla de su hijo y la dirigió hacia su coño, se sentó encima y empezó a moverse lentamente, Miguel metió la cabeza entre sus tetas y se abandonó.
Su madre le estaba cabalgando. Miguel la agarró por el culo y empezó a acompasar su movimiento mientras sus tetas bailaban y le daban en la cara.
¡Me gusta que me abofetees con tus tetas, mamá!
Y a mi me gusta sentir tu polla dentro, hijo.
¡Sigue mamá, sigue!
Si hijo, di.
Miguel se corrió, mientras lo hacía agarró fuerte las tetas de su madre lo que provocó que está también lo hiciera.
Pilar se separó de su hijo y se quedó mirándolo.
¿Se te ha pasado ya el enfado?
Si mamá, eres única haciendo feliz a un hombre, pero no quiero que vuelvas a follar con papá.
Está bien, hijo, lo tendré en cuenta,, a partir de ahora solo follaré contigo y con quién tú digas.
Así me gusta mamá, dijo Javi levantándose y dándole un beso en la boca.