Las Salidas de Silvia

¿Hola, que tal? Mi nombre el Silvia, tengo 40 años, separada dos veces, tengo un hijo mayor de 20 y un nene 5 años, actualmente estoy en pareja ya hace 3 años, pero cada uno vive en su domicilio.

Físicamente soy una mujer grandota, alta, mido 1.75, tengo cabello largo rizado, soy blanca, Tengo unas tetazas formidables que siempre han sido mi orgullo, desde que me opere ya hace varios años. Los hombres me las quieren comer con las miradas siempre, y, obviamente, los hombres que se me acerca, le gustan las tetas grandes, a menos que solo se acerquen por el morbo de verlas. Tengo una cola ancha, que también es objeto de miradas.

En ciertae gusta que me vista provocativa y a mí me encanta hacerlo, aprovecho estas ocasiones para vestirme sexy y captar miradas. Ese día escogí un short de negro de cuero corto y entallado, la prenda se metía disimuladamente en mi culo y me hacía ver unas nalgas bastante pronunciadas. Para la parte de arriba tomé una blusa de botones roja, que dejaba ver mi ombligo y los botones me hacían enseñar solo el borde de mis senos; para ser sincera me sentía bien buena y no me daba pena mostrarlo. Lo complete con unos tacazos con plataforma negros de 15cm, que obviamente al ponérmelos llegue a medir 1.90 cm, muy alta.

Cuando mi hijo y Marta (la mujer que se queda esa noche a cuidar a mi hijo más chico) me vieron salir del cuarto vestida así, ambos se sorprendieron. A mi hijo no le gustó mucho que su madre se vistiera así, ya que es muy celoso y cuida, y se fue a su cuarto sin decir nada. Marta (mujer de 55 años) me dijo que estaba vestida para matar.

Cuando me pareja mi vio, casi se muere de un infarto. Le sacaba casi 15 cm de diferencia de estatura. Esa noche hacía un calor seco de primavera, estaba ideal para tomar cerveza. Llegamos al lugar y nos sentamos en una mesa reservada, la verdad el lugar no era lo mejor, por el ambiente social. Quiero comentarle que mi pareja me encanta, lo malo es que soy demasiado puta (nunca fie infiel), me gusta estar con él, salir y cojer; A mi pareja le encanta que use ropa interior sexy, siempre uso tangas por lo mismo, luego le gusta que se me noten los tirantes de mi tanga por encima de mi pantalón o falda, así que casualmente a medida que avanzaba la noche y de repente me daba algún beso, me tocaba el culo y sacaba mis tirantes de la tanga para que estuvieran a la vista; yo me dejaba hacer y me encantaba. ¡Esa noche me puse una tanga negra de cuero¡

Volviendo al relato, lo estaba pasando muy bien y ya medio tomada, estaba entrando en ambiente. No soy tonta y me doy cuenta cuando estoy siendo blanco de miradas y cuando no, ese día en especial la mesa de nuestro lado estaba muy activa con las miradas, se trataba de una mesa de tres hombres ya maduros, no se veían muy finos, estaban un poco pasados de peso y eran bastante ruidosos.

Desde donde yo estaba la mesa de los vecinos me quedaba de frente, mi pareja les daba la espalda, así que ellos aprovechaban la oportunidad de dedicarme constantes miradas. En un momento dado tuve que ir al baño, el lugar estaba lleno y el llegar ahí y regresar era toda una odisea, sobre todo para ir al sanitario de las mujeres, el cual tradicionalmente se llena aún más, como pude llegué. Al salir el pasillo estaba lleno y me topé de frente con uno de los tipos de la mesa, me miró y me sonrió, yo lo ignoré y trate de pasar. El tipo no se movía y yo lo tenía de frente, a pesar de que el pasillo estaba lleno, con un esfuerzo de su parte fácilmente podíamos haber transitado él y yo sin problemas, pero no lo hizo, así que tuve que pegarme a la pared lo más que pude y tratar de pasar.

Así lo hice, pero el tamaño de mis senos me jugaron una mala pasada, así prácticamente le embarré mis tetas contra su pecho, quedando nuestras caras muy cerca. El sintió a la perfección la textura de mis senos y solo se limitó a sonreír, a mí esto me causó mucho coraje, al final no puede salir de la situación como lo hubiera querido.

Regresé a la mesa y al poco rato claramente vi al tipo, riéndose con sus amigos, supuse con certeza que estaba presumiendo lo que acababa de suceder, lo cual me hizo hacer un coraje mayor, pasó un poco más de tiempo y volví a mi asunto con mi novio, dejé de lado el tema y me volví a concentrar en pasármela bien.

Nuevamente tuve que levantarme para contestar una llamada, era Marta, la mujer que estaba cuidando a Lorenzo (mi hijo menos), así que me dirigí al baño, ya que ahí se podía escuchar mejor. De regreso otra vez la misma historia, el mismo tipo y la misma situación, lo miré con enojo, a diferencia de la vez anterior cambié de estrategia y traté de pasar de frente a la pared, fue un grave error, me ha metido una manoseada descarada, sentí claramente sus mano sobre mis nalgas e incluso alcanzó a rozarme con su verga; su triunfo era completo, primero con mis tetas y luego con mi culo.

Estaba roja del coraje, mi pareja me preguntó si todo estaba bien y yo contesté que no había problema, que solo es que había mucha gente y no podía escuchar bien. El problema fue que mi novio (por cierto se llama Diego) una vez que va al baño por primera vez, tiene que ir constantemente; sucedió su primera visita y con ella vinieron varias.

Diego se levantó al baño y en cuanto me quedé sola en la mesa las miradas continuaron más intensas, de repente mi acosador se levanta y se acerca a mí:

  • Hola preciosa¡
  • Qué tal?
  • Solo quise decirte que estas buenísima, eres por mucho la mejor vieja de todo el lugar
  • Es todo? Te puede retirar?  mi novio no tarda en llegar.

El tipo solo sonrío y regreso a su mesa. Yo me quedo verde del coraje esperando a mi novio, él regresa y seguimos charlando. Pedí una margarita, esta bebida me encanta por su sabor y porque tradicionalmente son muy ligeras. Al retirarse puede ver de reojo que la gente de la mesa de lado llama al mozo, el cual compartíamos ambas mesas y mi acosador le dio algunas instrucciones.

Seguimos tomando y mi novio me besaba esporádicamente, me encantan sus besos, realmente me la estaba pasando bien. Me relajaba y sentía el efecto de las margaritas en mi cuerpo, poco a poco me estaba desinhibiendo.

Nuevamente Diego se levanta para ir al baño y otra vez la misma historia:

  • Hola otra vez?
  • Hola¡
  • Te he dicho en los últimos minutos que estas buenísima?
  • Si gracias
  • Me encantaría poderte invitarte a salir un día de estos, puedo?
  • Estoy en pareja
  • No te pregunté tu estado civil, te invite a salir
  • Soy casada; solo salgo con mi movio
  • Entonces tendré que buscar la manera de estar contigo a espaldas de el

Se retira y otra vez la misma dinámica, otra Margarita, algunos besos y yo me empezaba a calentar, nuevamente Diego debe ir al baño (recuerden que al tomar cerveza debe descarga seguido)

  • Deberías de estar más contenta, salir y bailar, así todos podríamos ver mejor tus encantos
  • Por favor ya déjame en paz, no quiero problemas
  • Sólo quiero decirte que se ve que te encanta la verga y que la mía está estallando nada más de verte

Me quede helada, solo alcance a decir:

  • Qué te pasa estúpido?, no te me vuelvas a acercar o dirigirme la palabra, en tu vida vas a tener a una mujer como yo
  • Tal vez

Y se marchó, sin inmutarse y tan tranquilo. Mi novio regresa y seguimos charlando, yo realmente me estaba poniendo muy cachonda, no sé si por el alcohol o por las caricias de Diego, pero caliente ya estaba.

A la siguiente vuelta al baño de mi novio, otra vez lo mismo, sinceramente yo pensaba que después de mis palabras me había deshecho de este tipo, pero parecía no tener límite y una decisión a toda prueba.

  • Oye te puedo preguntar algo?
  • Mmm
  • Sabes que hace poco fui al doctor y me dicen que me faltó calcio, al parecer mi mamá no me dio suficiente leche materna, crees que puedas ayudarme? Es una noble causa, puedo morir por ello

La verdad es que no sé si sean las copas pero el comentario me causó gracia, me encantan los piropos, traté de mostrarme molesta pero no pude evitar esbozar una sonrisa

  • No gracias, tendrás que buscar otra candidata
  • Tú te lo pierdes, tal vez al final de la noche pienses distinto
  • No creo, gracias

Al regresar Diego, ahora tenía que ser yo la que tenía que ir al baño, traté de aguantarme pero era imposible, me levanté  y a salir me topo a mi acosador nuevamente de frente (él también se había levantado de su asiento), y ahora? Por adelante o por atrás? Que espectáculo le voy a dar?

Instintivamente le di la espalda, no sé si la calentura, la simpatía de su ultimo piropo o porque realmente creía que el menor daño se daba dando la espalda. Nuevamente la manoseada y me restriega su paquete, el cual ya sentía un poco duro, sólo que esta vez el sentimiento no fue de enojo (muy a mi pesar me gustó), la verdad es que no sé si en algún punto paré un poco mis nalgas.

Regresé y le pedí a Diego que nos fuéramos, la situación no me gustaba y la verdad yo ya estaba lista para cojer, así que qué caso tenía seguir ahí, por qué no mejor ir a casa y cojer como merecíamos?

  • Por favor vámonos, estoy caliente y quiero verga mi amor
  • Espérame, me tomo ésta y pido la cuenta, mientras voy al baño
  • Otra vez? No puedes ir en la casa
  • Ya sabes cómo me pongo cuando tomo

Nuevamente mi “amigo” regresa a escena

  • Al parecer tu novio quiere que te siga buscando
  • Si verdad¡
  • Me encantan tus nalgas, no me las quieres enseñar?
  • Y para que quieres que te las enseñe, si ya las manoseaste todas?

No sé porque dije esto, él suelta una carcajada y me dice:

  • Mira vamos haciendo algo, si te desabrochas un botón de la blusa, no regreso, solo por el gusto de verte mejor las tetas

Diego regresa y yo me quedo pensativa, si me desabrocho el botón será bueno o malo? Le quiero dar un panorama mejor de mis tetas? Cumplirá su palabra o solo está jugando conmigo? Quiero que me deje en paz¡

Al final decido, realmente sigo caliente y me suelto un botón, la blusa era traicionera y ese botón hacia toda la diferencia, con esto daba un panorama excelente de mis senos, vi sus miradas y me gustó.

Le pedí nuevamente a Diego que nos fuéramos, quería intentar que no me gustara lo que estaba pasando y lo que estaba sintiendo. Mi novio pidió la cuenta, al querer pagar el mozo nos dice que no estaba funcionando la terminal bancaria y no pasaban la tarjetas de crédito. Mi noviose molesta y pregunta que como puede ser, le piden disculpas, pero no hay nada que puedan hacer por él, la situación era por demás desagradable, y ahora que hacemos?

El mozo nos dice que puede uno de nosotros ir a un cajero, sacar dinero y pagar, no hay otra opción. Diego nunca me dejaría ir sola a una cajero en la madrugada a sacar efectivo, con mucho coraje me pide que espere, como el cajero no está cerca, la espera puede ser de hasta una hora en ir y volver

La situación me preocupa, si con mi marido enfrente este tipo no tiene límites, que va pasar sin él? Mi marido me da un beso y se despide, yo me quedó con una sensación combinada entre caliente y asustada, creo que lo segundo más que lo primero.

En cuanto me quedo sola, mi acosador regresa y se sienta en la mesa

  • Quien te invitó a sentarte? No me dijiste que no ibas a regresar? Yo cumplí, tu no
  • Tienes razón, paro lo he hecho por una cuestión de principios
  • Principios?
  • Claro, una mujer como tú no puede estar sola, hay aquí muchas hijos de puta que pueden querer abusar de ti, así que estoy aquí para defender los intereses de tu novio, no por gusto sino por una obligación de caballero

No pude evitar volver a sonreír

  • A si, y de ti quien me cuida? Si eres el peor de todos
  • Es un riesgo que debes de correr, cómo te llamas?
  • Silvia, pero por favor vete, no es correcto que este aquí
  • Me voy pero ahora si con una última condición y ya no regreso
  • Y cuál es?
  • Que vayas al baño y te quietes el sostén
  • Estás loco¡
  • Tú dices?

Se levanta y me quedó sola, caliente y con ganas de que llegara Diego, no sé porque pero me levanté al baño. Allí pensé en quitarme el sostén, fui fuerte y no lo hice, a la salida nuevamente mi amigo, ahora no hubo corajes ni dudas, me di la espalda y pasé detrás de él dándole la espalda, solo que ahora justo cuando estaba en la posición ideal para que su verga rozara con mi culo, me detuvo y así duramos algunos segundos, yo sacando las nalgas y él arrimándome su verga. Pasó entonces que luego de un rato su pene empezó a reaccionar al roce con mi cola y se puso como un fierro bien duro. Lo sentí al principio clavado en mi cola, pero luego él se lo acomodó y lo empecé a sentir a lo largo de toda mi rajita. Yo empecé a mover un poco mi cola para sentir algo de placer y él se dio cuenta enseguida de lo que estaba haciendo así que me susurró algo al oído:

  • Regresa al baño y quítate el sostén y la tanga

Dudé un poco pero lo hice, regresé al baño y me quité el sostén y la tanga. Mis tetas se veían hermosas, grandes y mis pezones evidenciaban mi calentura. El short estaba muy ajustados, de forma que se me metían en la rajita marcándola completamente. Los pezones y las areolas también se me notaban, Regresé a la mesa y me decepcioné un poco al no ver a mi amigo quien ya me estaba nuevamente en su mesa, me desconcerté, pues qué no se había sentado conmigo? Por qué regresaba con sus amigos, y ahora que hacía?

Regrese a mi mesa, para mi sorpresa, ahora no me hacían caso, justo estaba hecha ahora una puta, había hecho lo que me pedía y ahora cuando tenía avances conmigo me dejaba así, sería capaz de dejar a su presa justo cuando ahora tenía una posibilidad de cazarla?

Pasaron unos minutos y regresó, el corazón se me vino encima

  • Ahora será al revés, la única manera en que regrese es que te levantes y comiences a bailar para nosotros, si no lo haces, no regreso

Seguí desconcertada, pero yo no pensaba, había pedido una última margarita para esperar a mi marido y me sentí mareada y cachonda, me levanté y empecé a mover el culo, me agachaba y ofrecía una excelente visión de mis tetas y de mi culo

Mi amigo se levanta de su silla y se puso a bailar conmigo, y me dice

  • Silvi luces muy linda y que estaba muy encamable; menuda guarra eres, cómo te gusta esto eh?

Yo acepte sus cumplidos con una sonrisa y al final le di un pequeño beso en la mejilla, como él se dio cuenta de mis intenciones comenzó a acariciarme la espalda y luego bajo sus manos hasta agarrarme las nalgas como para abonar terreno, yo le sonreí aceptando la situación.

Mientras comenzó a besarme el cuello y a frotarme su pene en mi estómago, sentía como su verga le iba creciendo por debajo de sus pantalón, y yo me le pegaba lo más que podía para sentir ese pija que crecía más y más en el interior de su pantalón. Los demás con lo que estaban observando se fueron poniendo algo cachondos.

Yo me derretía, no dije nada y me deje hacer cerrando los ojos. Luego la música termino, pero él no me soltó y me siguió besando y apretándome contra él. De pronto sentí que alguien se me acerco por atrás, ¡hola! Silvi, era otro de ellos y también comenzó a tocarme y a recargar su pene entre mis cola. Eso me excito tanto que me empecé a mover rítmicamente para sentir mejor la verga que tenía atrás y la que tenía adelante. Sentía sus panzas presionándome y sus vergas frotándose contra mis nalgas y mi pubis.

Luego, el acosador principal solo me dice: Ven. Me toma de la mano y me llevo a una oficina justo en el segundo piso del bar. Al subir las escaleras me hace pasar primero y sé que al subir tiene una excelente visión de mis nalgas, no me importa y yo las muevo lo más que puedo.

Llegamos a la oficina y solo me empuja en un sillón, me pide que me desnude y así lo hago, no vuelvo a decir palabra.

Se saca su verga, no es nada fuera de lo común en tamaño pero es muy gruesa, yo estoy fuera de mí.  Era gordo, no muy guapo, maduro; al mismo tiempo su verga era como él, ancha y tosca, me tenía caliente y totalmente entregada.

Comienzo a mamársela con fuerza y él solo gime y me dice:

  • No que nunca iba a tener una vieja como tú?. Pues aquí te tengo hecha una puta y lista para que te coja; quieres verga?
  • Si
  • Sí que?
  • Si quiero verga, cogeme por favor¡¡

Al poco tiempo se sienta el sillón, se ve que desea que yo haga todo el trabajo, no sé si sea por su peso corporal o porque me quiere tratar como una golfa, primero lo cabalgo de frente, siento su verga gruesa dentro y me excita bastante. Muevo mis caderas lo más que puedo y él toma fuertemente mis tetas con cada una de sus manos, la sensación es deliciosa, a pesar de que su verga no es tan grande no importa porque el grosor compensa muy bien el tamaño. Estoy demasiado caliente, un orgasmo tras otro, no sé qué me pasaba, me sentía mojadísima, estaba fuera de mis cabales.

  • Ahhhh que rico, más¡¡ mas¡
  • Así te quería tener, mueve el culo
  • Síiiiiii, que bueno que no dejaste de buscarme, que rico me estás dando¡
  • Te gusta perra?
  • Me encanta¡ no puedo dejar de terminar¡

Con sus manos me toma de las caderas me cole fuertemente, yo busco su boca y lo beso con pasión, su aliento sabe a hombre y a alcohol, no es un sabor particularmente agradable pero es perfecto para la situación, todo en él forma parte de un mismo paquete, su aliento, su físico, su boca, su verga son excitantemente desagradables, son de macho, nada fino, nada elegante.

Al terminar grito sin pudor

  • Mas¡¡, Mas¡¡ Así¡¡¡ Así¡¡¡ Eres un cabrón, que rico¡¡¡

Con una mano me jala el pelo y con la otra me da unas nalgadas durísimas. Este tipo, que apenas hace unos minutos me causaba asco ahora me da un placer extraordinario, me siento humillada y sometida, yo podría haber escogido a cualquier cabrón del lugar y justo este tipo es el que me está sometiendo y tratándome como una puta vulgar

Mi pide que me levante y que cambie de posición, me indica que ahora me quiere cojer de espaldas. Él sigue sentado en su misma posición y yo soy la que debo de cambiar, mover el culo e insertarme su verga.

Lo obedezco, al salir su verga de mi cuerpo, la veo, fea y gruesa pero muy erecta y muy mojada por mis jugos, no puedo resistir la tentación de metérmela a la boca

  • Te la puedo mamar antes corazón? Quiero limpiarla con la lengua antes de que me la metas nuevamente

Lo digo en el tono más cachondo que puedo tener, como negarse a tal petición?; él solo asienta con la cabeza, su triunfo es completo¡¡ y yo que le gritaba hace unas horas que nunca iba a tener una vieja como yo¡

La mamo por rato y me encanta, mientras la tengo en la boca gimo, él sigue sentado y yo de rodillas, la mamo desesperada, al poco tiempo me retira y me pide que me la meta otra vez.

Me incorporo y me pongo de espaldas, me inserto nuevamente su verga y comienzo a mover mis nalgas, sé perfectamente que este cabrón quiere una mejor visión de mi culo y se lo voy a cumplir. Pienso en Diego que seguro debe estar enojado buscando dinero en cajero automático y yo con toda la pija adentro y gritando como loca. Me excito más y ya no sé si es un solo orgasmo largo o se presentan uno tras otro, me considero muy caliente pero esto es demasiado

  • Te gustan mis nalgas? Agárreme el culo¡¡ es tuyo¡ Así me querías tener no?
  • Si puta
  • Como le haces cabrón? Me has puesto súper caliente¡¡ Ahhh¡¡¡

Lo intenso de la seducción previa hizo que la cogida no durara particularmente mucho, pero eso no importó estaba tan caliente que estuvo delicioso, el morbo de la situación me hizo terminar y gritar como una perra, pero él seguía, y seguía.

Luego me pidió que me acostara en el sillón, ahora él me iba coger sobre mí, pero ante me pidió que me ponga el corpiño de encaje blanco y la tanga de cuero negra. Lo hice y me acosté, el me separo bien las piernas y me taladro con su pija., Me estaba matando, yo jadeaba y gemía, no podía controlar los gemidos, temía que se escucharan afuera de la habitación. Aunque en ese momento no me importaba nada, solo quería que me llenara las entrañas con su semen caliente, quería recibir su leche dentro de mí.

En un momento, alguien entro de golpe, era el amigo de tipo que me estaba cojiendo y dijo: ¡volvió el cornudo de la puta¡ El tipo se salió de mí al escuchar esas palabras, fue como un vació que no lo esperaba:

  • Noooo por favor no pares ,terminemos¡
  • Por supuesto que vamos a terminar¡

Él le dijo a su amigo que lo entretenga, yo afirme diciéndole que si pregunta por mí que le diga que estaba en el baño. ¡Ok nos dijo¡ Entonces me agarro del pelo y me tiro en el piso frio de la habitación, solo abrí las piernas y el tipo en posición de misionero me la metió hasta el fondo.

Ahí estábamos los dos cojiendo sin parar, yo le habría cruzado las piernas, para que me la metiera más a fondo. Me había metido toda su pija de hombre y le había plantado las manos en su culo peludo. Nos empezamos a decir de todo: te gusta puta, te gusta la pija? Me encanta, me estas matando hijo de puta. Te voy a cojer todos las noches que vengas de ahora en más putita. Siiiiiiii no pares, cojeme cuando quieras, soy tuya. Sos mi puta Silvi? Si soy tu puta, culiame, no pares¡ El tipo (que no sabía su nombre) era todo un semental, pero no pudo más de la excitación y empezó a terminar como un loco. Sentía que mi vagina se llenaba de leche, mi cuerpo al sentir su semen entro en convulsión, empecé a tener un orgasmo largo, jamás en mi vida me había pasado por eso, mis ojos se pusieron en blanco y casi me desmayo. ¡Diooos fue único, fue algo increíble¡

Al terminar me vestí rápidamente, todo el depósito de leche en mi concha quedo atrapada entre la tanga y el short.

  • Me voy, mi novio ya llego¡ le dije asustada
  • Siii, métele, me contesto riéndose.
  • Si, hace como 15 minitos que debe estar esperando
  • Jajaja, pobre.

Me dirigí a la puerta y antes de salir me dijo:

  • Oye tengo que confesarte algo
  • Que pasa?
  • Soy el dueño del lugar, me llamo Claudio y las tarjetas de crédito no tienen problema

Solo sonreí y alcance a decir

  • Sos un hijo de puta?
  • Otra cosa, tus margaritas tenían una elemento “extra” que al parecer te acelero el lívido, que conveniente no? Fue una prueba exitosa¡
  • Qué carajo me pusiste en la bebida
  • Si te digo, me matas, algo blanco. Jajaja

No sabía que decir, ni que hacer. Claudio me beso ante de marcharme y me dijo: Hoy quiero que te cojos a tu noviecito como mi leche adentro de tu concha, no te la laves trilita.

Yo lo mire y Salí salí corriendo, pero antes alcance a decirle:

  • A ver qué día de estos me das otra de esas margaritas?
  • Veinte con algunas amigas el jueves que viene, todo gratis, te espero¡

Y lo mire con esa cara de puta que pongo cuando me pongo así de caliente, y le conteste: Ya veré¡ La verdad me había encantado, me fascina sentirme deseada y que alguien llegue a esos niveles para tener mis nalgas, es algo que me prende Allí comprendí que esa noche no fui yo realmente, producto de alguna especie de droga que no supe que tome. Al bajar estaba Diego esperando en la barra y me dijo:

  • Dónde estabas?
  • En el baño amor, tome mucho, vamos ya?
  • Ok amor

Al final salimos de eso bar de cuarta con mi short lleno de leche. En el trayecto hacia mi casa, mientras Diego conducía, paso su mano derecha en la rajita de mi short, allí se dio cuenta de la húmeda del mismo y me dijo: ¡Estas toda mojado bebe¡ Si amor, le conteste. Quiero cojerte apenas lleguemos? Yo dude, pero le conteste que sí, ya que seguía recaliente, entiendo por culpa de esa droga que supuestamente bebí.

Apenas llegamos, me llego directo a la cama, yo trate de frenarlo, con la excusa que necesitaba ir al baño, pero él no me dejo, no me hizo caso y me recostó en la cama. Yo inmediatamente apague la luz del velador, el ambiente se escureció de golpe. No quería que observara nada raro de mi concha. El seguía besándome, mientras me saco el short de un tirón y la camisa, quedando solo en tanga y corpiño. Ahí comprobó que mi tanga esta toda mojada, se sorprendió de eso, pero siguió tocándome, corrió la tanga he introdujo sus dedos en mi concha y allí me dijo: amor, estas hecha un mar?, mientras me pasaba su índice derecho por mi raja recién mancillada por Claudio.

Luego con sus dedos embarrados de mis jugos y de la leche de mi amigo me acaricio mi cara, mis labios y abrí mi boca para que metiera sus dedos y le dije: que rico huele mi amor, ahora prueba tú como esta de rica. Luego tome mi mano y la lleve al interior de mi vagina, en forma de gancho recogí todos mis flujos vaginales y conduje mi índice hasta su boca para que lo limpiar. Ahí observe en medio de la penumbra que Diego lamia cuidadosamente, mientras yo me retorcía en la cama viéndolo lo que podía. Ooooooh…..Otra vez…chúpalo otra vez, le dije, mientras me frotaba mi monstruoso clítoris…Y él obedeció.

Luego Diego intentó meterme su pija por mi vagina. Espera amor, le dije, primero cómeme los jugos de concha. Él accedió, desde luego. Lo olio, luego pasó su lengua con amor sobre los labios exteriores. Los abrió con sus dedos y bebió, bebió y bebió. Después hundió su rostro hasta lo más hondo y sacó todo lo que había para el postre de esa noche especial.

Al ver que no sospechaba nada, prendí la luz del velador, allí estaba Diego chupando mi concha como si nada. Entonces le mire y le dije: cojeme mi amor, cojeme, te necesito. Separo sus manos de mí y se quitó su pantalón, yo estaba por quitarme mi lencería pero me dijo que me quedara así.

Tomo su verga y la puso en la entrada de mi concha. Vi como la puso y la metía en mí, apreté mi boca para no gemir, por las dudas que mis hijos y Marta no me escucharan. El me dijo: mi amor que ricas estas, me gusta como estas así de abierta. Sus palabras me hicieron recordar la verga de Claudio y le dije a mi novio: te gusta como estoy de abierta mi amor. Si bebe - me respondió - estas riquísima. Cerré mis ojos y mis labios recordando las palabras de Claudio que quería que mi novio me cojiera con su leche

En esos momentos la verga de Diego la embarraba de la leche de Claudio, sus movimientos y los míos batían la leche de Claudio. Mi novio no dejaba de decirme que le encanta como me había vestido esa noche. Le dije que lo había hecho por él y que me siga cojiendo.

Seguía recordando los deseos de Claudio que quería que mi novio me cogiera con su leche y que se viniera mezclando la leche de mi novio con la de Claudio y que sin desearlo era la primera vez que mi novio me cogía con la leche de otro. Luego le pedí que se viniera, que no dejaba de moverme. Deseaba gritar, pero mordí mis labios porque no quería que me escucharan.

Sentí como se ponía rígido mi novio y empezó a venirse. Yo tuve un orgasmo como nunca en mi cama lo había vivido, la leche de Diego se mezcló con la de Claudio. Inmediatamente lo beso y le dije: te amo mi amor.

Mi novio me miro a los ojos mientras se reía y me dijo: me has hecho muy feliz amor. Sentí que término de venirse y cuando saco su verga vi como salía las leches mezcladas, impregnándose en las sabanas de mi cama: Vi la verga de mi novio toda embarrada, brillosa. Luego acaricio su verga y puso sus dedos en mi boca. Feliz probé dos leches diferentes.