Las putas

En cierto modo, esta reflexión corta es un homenaje para estas señoras o señoritas

El diccionario que yo tengo dice: “ Aquella que recibe un pago en dinero o especias por sus servicios sexuales ” y con esto sé que no descubro nada.  El “oficio o profesión” más viejo desde que el Mundo es Mundo, pues bien, es verdad, siempre estuvieron, están y seguirán estando y justo es reconocer que hace falta mucho hue…, perdón, ovarios para llevarlo a la práctica, mal que les pese a moralistas o feministas inundados de hipocresías.

Al respecto, hace mucho tiempo atrás me dijo un comerciante conocido, medio en broma, medio en serio y lo de medio en broma, en realidad, es sólo un decir, tal que cuando uno se expresa del modo que sea, no hace más que plasmar oralmente lo que le pasa por la cabeza, según él…

La “puta” más cara del planeta la tengo en casa, le doy todo el dinero que cobro, se queda con la mitad de lo que compro y me la puedo “coger” cinco o seis veces por mes y sólo si ella quiere.  Al principio estaba todo bien, el sexo era casi diario, era atenta, cariñosa, me atendía, participaba, me cocinaba y planchaba, ahora, cada dos por tres, la “matan” las jaquecas, me cela, me exige, me “rompe las pelotas”, grita, le pone “cara de culo” a mis amigos y nada la conforma, se mete a opinar en todo, para peor, es siempre la misma “carne””.

“Si sabía desde un principio cual era la historia, contrataba a una mujer para que hiciera las cosas de la casa, los bienes adquiridos serían sólo míos, nadie se metería con lo que hago o dejo de hacer y cuando quiero “mimos” me voy con la “puta” que yo elijo ”, sin contar las que me saldrían gratis.

Hacé un cálculo, la “pendeja” jovencita que yo quiero y cuando la quiero, es “carne” tierna, no se queja, no revisa mis cosas, hace lo que le pido, no le duele nunca la cabeza y como una barbaridad gasto $ 1.000 cada vez que llamo a una.  Tres veces por semana suman $ 12.000 al mes, le anexo $ 4.000 de una señora que lave y planche, otros $ 14.000 para alimentos y otros gastos, todo esto suma unos $ 30.000 de gastos mensuales”.

“Atendido, bien comido y bien “cogido”, en cambio a mi mujer le doy $ 60.000 por mes y es una exigencia constante, por ello, si estuviera solo, la cuenta es sencilla, me sobrarían $ 30.000 para los servicios, para el auto y vivo sin problemas, sin quilombos ni “cuernos” porque, a no engañarse, uno nunca sabe, ya que todos estamos expuestos a formar parte de ese particular “club” y la “pongo” cuando quiero, es como digo “la “puta” más cara del planeta la tengo en casa. ”.

Es dable destacar que los importes son estimativos, pero esto de la suma de gastos y los razonamientos es lógica pura de muchos hombres que las mujeres ignoran o les conviene ignorar haciéndose las desentendidas o mirando para otro lado.  Indudablemente habría que escuchar sus versiones, pero no estoy para promover un debate en el que los ataques y defensas puedan surgir, mucho más a sabiendas que siempre fui un defensor de la pareja constituida con sentimientos y razonamientos compartidos.

Esto sin “ pelotudismos ” o idioteces personalistas de ninguno de los lados, aunque no por esto desmerezco a “ las putas ”, ellas tienen su trabajo, su “profesión” y se la “ bancan ” aún a pesar de aguantar a “especímenes” de cualquier color, olor o peso, sin diferenciar masculinos o femeninos y de tolerar el desprecio o la condescendencia hipócrita de aquel o aquellos que las “ usan ” o abonan por sus servicios.

A veces, muchas veces, no se entiende o no se quiere entender porque los razonamientos de algunos no dan para más, estas “ señoras o señoritas ” no son pedazos de papel usado para limpiar las “ mierdas ”, son mujeres, con todo lo que esa denominación implica ( de “híbridos” no opino, aunque el trabajo para “ellos/ellas” también abunda porque también los “clientes” abundan, pero no se les puede decir nada porque pasan a ser “discriminados” y se sienten con derecho a discriminar, beneficiados por una Justicia que no es tan ciega y se destapa un ojo para juzgar) .

Por otro lado, regresando al tema de las “señoras o señorita” , que en realidad es lo que interesa… ¿Cuántas veces escuché o escucharon, “aquella es una puta? y cuando uno opina y pregunta: “ Está muy buena, ¿no le “entrarías”?” , la respuesta es similar: claro que sí o ya me la hice, pero es una “puta” .  La denominación siempre es peyorativa ( ser “gato” implica otro nivel y otros gastos, pero es lo mismo, igual pasa con las “artistas” del cine porno ).

Indudablemente, cuando se está en pareja (con una mujer, claro está) , todo hombre quiere a una mujer que cumpla una determinada expectativa: “ Dama en la casa, puta en la cama ”.  Esta parece ser la premisa, aunque si se separa o divorcia de la mujer en cuestión, lo de “ dama ” se olvida rápido y pasa a ser sólo “ puta ”.

Por desgracia, si la “ ganó ” fácil es una puta ( no quiero contar aquí, para no herir “machismos” que el hombre jamás es el que “gana” ), si la mujer tiene ganas de estar con un hombre y lo expresa o encara, es una “ puta ”, si se pinta en demasía, es “ puta ”, si usa ropas ajustadas que resalten su físico, es “ puta ” y hay más…

Si lo engaña, es “ reputa ”, “ hija de puta ”, mal parida ” u otras yerbas ( salvo que uno sea el amante beneficiado entonces pasa a ser una mujer que no es comprendida por el “boludo o gilipolla” y mala persona que resulta ser el marido o novio ), si tiene orgasmos ruidosos, es “ puta ” ( que “salte” un hombre que diga que esto no le gusta ).  Siempre nos rondan, de alguna u otra manera, forman parte de nuestro entorno.

Como sea, el estigma siempre está presente, por eso les recalcaría a muchas mujeres: “ hay que serlo, sentirse bien pero no demostrarlo ” porque demostrarlo deriva en una “ acusación ” pronta, la hipocresía parece tener los dedos almidonados para “apuntar” a mansalva y suele sonar feo, ni hablemos cuando esa acusación proviene de la boca de otras mujeres.

¿Será porque ellas no se animan?...  ¿Será porque estas “chicas” (aunque hay de todo como en botica) viven cuidando su apariencia física y ellas suelen olvidarse del espejo?...  ¿Será porque pueden sacarle algo de dinero a sus parejas y, por ende, a ellas mismas?...  ¿Será porque éstas disimulan sólo su orgasmo?...  ¿Por qué será que para las “señoras de bien” las “putas” pasan a ser la peor escoria? Después de todo, en virtud de que somos adultos, habría que aceptar que en materia de sentimientos o de meras relaciones carnales nadie “ le roba ” nada a nadie y cada cual hace lo que le venga en ganas.

Me caben por esto, las generales de la Ley y les quiero contar…  Una vez tuve una amante, casada, hermosa y muy “ señora bien ”, cuando estábamos juntos en una cama no nos privábamos de nada y daba rienda suelta a todas sus fantasías, pedía y exigía penetraciones cariñosas o duras, por dónde fuere debido a que no ponía remilgos, “ Penetrame así, soy tu puta ”, “ ¿Qué puta que me siento? ”, “Metémela bien profundo, hazme sentir la más puta de las putas” .

Eran expresiones comunes y según decía, con su marido no podía gritar en sus orgasmos del mismo modo en que lo hacía conmigo, copiosos, abundantes, extensos, tampoco practicaba con él algunas variantes de cama y penetraciones.  Como “ puta ” en mi cama era fantástica, como “ Señora Bien ” era una “ cagada ” y una hipócrita total.  Dejé de verla por una denominada “ puta ”.

Sucedió luego de una maratónica tarde de sexo en un hotel transitorio ( por favor, sin sonrisas “pelotudas”, ahora me tomo otros tiempos, pero hace bastantes años atrás supe darme algunos gustos ) en que no se privó de gritar su “ putativo ” placer, encendí el televisor para pasar el rato de “ recuperación ”.  La “ señora ” regresaba del baño y observando la pantalla, desnuda ella y muy suelta de cuerpo opinó que la que allí aparecía era una “ reverenda puta ”.

No decía nada que yo desconociera pues era una modelo que figuraba en distintos “ muestrarios ” de hoteles y en una hoja específica de un incipiente Internet.  Aún hoy no sé por qué me rebelé, quizás porque pretendía definiciones que ella rehuía.

  • ¿A vos en que te jode? , -le pregunté y puede que con malos modos-.
  • Me jode porque la va de novia de “fulano” y lo “caga” con cualquiera que esté dispuesto a pagar o a regalarle algo ”.
  • Claro, vos opinás así porque sos “ la Inmaculada ”, vos respetás a tu marido y a tu familia, ¿no eras vos la que decías gritando hace apenas un rato que eras “ una gran puta ”?
  • No es lo mismo, yo lo hago sólo con vos ”.
  • Es probable que tu marido no piense lo mismo, así y todo,puede que esta chica busque sus gustos en la variedad, no habría que ser tan puntilloso para juzgar .
  • De cualquier modo es “puta” porque cobra por ello.  De eso estoy segura ”. (¡Teorías hipócritas si las hay!)

Yo sabía que antes de ser mi amante había salido con otro y salté…

  • No sea hipócrita, ¿esto quiere decir que a vos sólo te faltaría cobrar? , ( en efectivo porque regalos y otras especias los aceptaba todos ),
  • ¿Acaso me estás tratando de puta? ”,
  • ¿Yo?, jamás, eras vos quien lo gritaba hace un rato, tengo a Dios y a la Virgen como testigos

A todo esto, no sé por qué “mierda” los “meten” siempre en medio de una “cogida”, “ay Dios mío lo que me estoy comiendo”, “Dios que “polvo” que me eché”, “Virgen santa, me duele”, “ay Señora, me está partiendo”, “tomá Dios, tomá”. Siempre están y yo sigo esperando que no escuchen ni vean o que estén tan acostumbrados que ya no den ni “cinco de pelotas” ).

En definitiva, se enojó, se vistió y se fue ofendida, nunca más nos llamamos.  Como sea que fuere, ¿Por qué no dejamos a las “trabajadoras del sexo” en paz y tratamos de respetarlas? , aunque más no sea por el mero hecho de que son mujeres y que conste que con esto no hago una defensa de la “ trata ” ni de los prostíbulos ilegales amparados por Políticos, Funcionarios Judiciales y Policías corruptos a los que habría que combatir mejor, lo expreso, simplemente porque muchos se sorprenderían de lo que muchas veces suele acontecer...

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Gracias.

Guilleos1