Las pruebas de Carlitos (1)

Carlitos poco a poco gozará de la aceptación y respeto de los demás muchachos gracias a su exuberante tía...

Las pruebas de Carlitos I

Jamás imaginé verme en la situación que estoy a punto de contarles, lo juro… lo pienso una y mil veces y siempre me pregunto porqué no corté por lo sano cuando pude hacerlo… no lo sé

Comenzaré por presentarme y describirme (aunque resulte trillado es necesario para que tengan una idea más completa de mí): me llamo Silvia, tengo 29 años bien llevados ya que mucha gente me dice que no los aparento; resultado de los ejercicios que practico con cierta regularidad, así como de mi alimentación ya que soy vegetariana.

Soy de contextura normal, estatura media, piel canela (morena) y aunque no soy una belleza de reinado mundial tengo un rostro y senos que a mas de uno han llamado la atención… soy muy extrovertida por lo que hago amistades fácilmente, soy lo que se dice una mujer con un "no sé que" que atrae en mi manera de ser, pero lo que realmente llama la atención de mí sin necesidad de emitir palabra alguna, fortuna y maldición a la vez, es mi trasero… de familia nos viene a casi todas las mujeres: mi madre, mis primas, etc. Desde los 16 años tuve problemas con malcriados de todas las edades en la calle que no medían sus palabras a mi paso ya que el bamboleo al caminar parece premeditado pero es en realidad inevitable; por eso prefiero usar ropa holgada que me evite problemas en mi vida cotidiana, a excepción de las salidas a divertirme con mis amigas en aquel entonces… y ahora con mi esposo.

Estoy felizmente casada desde hace 5 años con un hombre maravilloso al que amo, Hernán es mayor que yo por diez años y no podemos quejarnos de nuestra condición: económicamente nos va muy bien, él es empresario y yo trabajo como secretaria a medio tiempo para poder atender las cosas de la casa. Además tenemos un hijo de tres años, el único por ahora, que es una bendición.

En la intimidad, sexualmente con mi esposo nos llevamos bien aunque debo confesar que en estos últimos meses hemos entrado en una etapa de cierta monotonía, es decir, en la cama siempre hemos hecho solo lo convencional pero últimamente me quedo con ganas de algo mas, y aclaro que desde que nos casamos solo mi marido me había tocado, hecho el amor… y jamás se me había ocurrido serle infiel.

Vengo de una familia pequeña, en casa éramos solo mis padres, mi hermana y yo; a diferencia de Hernán que viene de una familia realmente numerosa: es el tercero de seis hermanos y con sus tíos y primos son muy unidos. Es por eso que casi todos los sábados y domingos lo pasamos en casa de uno de sus parientes y ahí todas las demás familias nos reunimos. En ocasiones anteriores nos ha tocado a nosotros ser los anfitriones.

En estos años he visto crecer a casi todos los sobrinos de mi marido pero particularmente le tenía mayor cariño a Carlitos. El es hijo menor del hermano mayor de mi esposo y lo conozco desde que tenía 7 años, ahora llega casi a los 13 y sigue siendo el mismo gordito retraído e introvertido de siempre. El y su familia son los más apegados a nosotros por lo que es normal que pasen mucho tiempo en nuestra casa y nosotros en la suya. El papá de Carlitos es muy dominante con todos sus hijos pero sobretodo con él. Creo que eso ha motivado que sea un niño sumamente tímido y retraído. Su madre, por el contrario, lo engríe mucho… cuando de comprarle algo se trata no escatima esfuerzos. No exagero si les digo que Carlitos debe tener casi una juguetería entera en su casa con lo último en novedades.

Como vivimos en una zona residencial, hay parques y muchos centros de entretenimiento donde los muchachos juegan y se reúnen… casi todos nuestros vecinos tienen hijos de la misma edad de Carlitos por lo que cuando viene se junta con ellos, al parecer han hecho buena amistad, o al menos eso creía yo.

El último fin de semana se iniciaron todos mis problemas. Como era costumbre, ya nos tocaba ser anfitriones así que Hernán y yo nos preparamos durante la semana para tener todo listo para la familia: los anfitriones preparan la cena y los que llegan traen lo demás (bebidas de todo tipo, postres, etc).

Dejamos todo listo para el sábado: mi marido coordinó con sus hermanos y primos para que traigan toda la cerveza que fuera necesaria ya que ese sábado había fútbol en la tele y lo verían en la sala. En esas ocasiones las esposas nos quedábamos platicando en el comedor, tomando también algunas copitas y jugando una que otra partida de cartas; a pesar de ser casi un ritual lo de los fines de semana era para mi siempre divertido ya que me enteraba de muchas cosas que mis cuñadas y demás deslizaban cuando se pasaban de copas.

Me vestí lo mas cómoda posible, como siempre lo hago cuando estoy en casa: me puse unos pantalones cortos de jean (el inicio del verano ya se hacía sentir), una blusa estampada y unas sandalias de tiritas muy cómodas. Me miré al espejo y noté como sin proponérmelo estaba muy provocadora… el short de jean marcaba demasiado mis nalgas y hacía que mi trasero destaque más de la cuenta. Estaba por cambiarme cuando mi marido me dijo que no….que me quede así: " estás en casa y si estás cómoda así pues que diablos, además solo viene la familia y ya todos conocen los atributos de mi negrita o no? " Asentí y le tomé la palabra, además era cierto: estaba re-cómoda.

Con precisión de reloj fueron llegando todos, incluido Carlitos y familia, asi el día transcurrió como siempre: los caballeros viendo el fútbol por la tv y nosotras conversando y tomando unas cervecitas también. Los muchachos salieron a jugar al parque y Carlitos como siempre se reunía con los hijos de nuestros vecinos, en particular con tres con los que había hecho mucha amistad: Luisito, que tenía 14 años y vivía justo al lado, Arturito de 12 años como él y Pablo de 15, el mayor de todos y al parecer el líder del grupo.

Buenos días señora- dijo Pablo- ¿ha venido Carlos?

Hola chicos ¿cómo están? si… ahora lo llamo

Hola!! – dijo entusiasmado Carlitos… se saludaron y salieron para el parque.

En la sobremesa siempre que comenzamos a hablar terminamos hablando de nuestros hijos… todas y cada una exagera las virtudes de sus vástagos:

"Mi Mario ha sacado el mas alto promedio del tercer grado"

"Andreita va a ser la estrella del musical en su escuela por fin de año"

"Carlitos es el mejor en deletreo… por eso le compré la cámara digital que tanto quería."

etc,etc

pero nadie podía competir conmigo porque mi bebé era el mas pequeño y lindo de todos… tarde o temprano me iban a pedir que les muestre las últimas fotos tomadas a mi nene.

"Silvia, muéstranos las fotos del bebé" – dijo Eugenia, mi cuñada y mamá de Carlitos.

Ok, ya las traigo.

El álbum estaba en el estudio de Hernán así que fui a traerlo. El estudio está junto a la entrada principal de la casa y tiene un ventanal enrejado que da a la calle. Entrando al estudio podía escucharse el bullicio de los niños y muchachos en la calle, típico de fin de semana. Justo cuando encuentro el álbum y lo tomo para salir escuché unas sonoras carcajadas con aire a burla que venían justo de un grupo parado cerca de la ventana. Con mucha curiosidad me asomé al ventanal separando cuidadosamente las cortinas para ver con un solo ojo qué pasaba y evitar ser descubierta.

Para mi asombro el causante de las risas era mi sobrino Carlitos. Todos estaban justo en la vereda de mi casa y lo señalaban a él que estaba rojo como un tomate. Al frente había un grupo de tres muchachas de unos 13 años aproximadamente que se reían también aunque con mas moderación. No pude ver que pasó pero me quedé para escuchar y saber… observando a Carlitos pude ver que tenía una cámara digital pequeñísima en la mano (la que supongo le regaló su mamá) a la vez que Pablo, su amigo le decía:

-¿cómo se te ocurrió que aceptaría tomarse una foto contigo? Ja,ja,ja

  • Pero tú me lo aseguraste… - dijo Carlitos casi sollozando - ¿acaso no hablaste con ella?.

  • ¿De veras te creíste eso de que Lorena estaba interesada en ti? Jajajaja mírate bien Carlos… tú… interesarle a ella??? ¡!!que tonto!! Jajaja – rieron todos.

Ahora lo entendía: Carlitos pasó el bochorno de su vida al querer tomarse una foto con la muchacha que vive al frente de nosotros o al querer al menos fotografiarla solo a ella

Mira Carlos, seamos claros- recalcó firmemente Luisito – si estamos contigo y te aceptamos en el grupo es solo por tus cosas, si o no muchachos?

Siii!!! - dijeron todos al unísono.

Ahh…. y además por el culo de tu tía

Me quedé helada. Pensé haber escuchado mal, pero no. Luisito remarcó: "con tal de poder entrar a la casa de tu tía y verla… humm" – y mordiéndose los labios hizo un ademán con las manos como de querer agarrar algo grande.

"Cuantas noches… en su honor… " repitió cerrando el puño y sacudiéndolo

Sii, - agregó Pablo- he escuchado a mi viejo decir que el culo de la negra de tu tía está para el crimen.

Ja,ja,ja,ja… estallaron todos de risa menos Carlitos que estaba aún avergonzado aunque al parecer no era la primera vez que escuchaba decir eso a sus "amiguitos".

Me daba rabia ver esa escena: ahí estaba mi sobrinito siendo el hazmerreír de todos… verlo así todo gordito y humillado me daba mucha pena… y rabia nuevamente por los mocosos esos… hablar de esa manera! No sabía que esos mocosos se habían fijado en mi pero pensándolo bien, vinieron a mi cabeza recuerdos de antes que ahora tenían más sentido: los trabajos voluntarios de Pablo y Luis (podaban el jardín gratis, limpiaban el garage gratis, etc) y de cómo se peleaban para ayudarme a meter las bolsas del mercado a la casa… pensé que eran sumamente educados.

Y esos roces que asumí como casuales y que era imposible que tuvieran una segunda intención… qué tonta he sido: esos muchachos estaban creciendo y fantaseando conmigo

Las siguientes palabras de Pablo me trajeron nuevamente al presente:

Se me ocurre una idea. Carlos, realmente quieres ser mejor considerado entre nosotros no?

Si… asintió Carlitos.

Entonces tienes que demostrarnos que tienes agallas… deberás pasar unas pruebas en las que demostrarás si realmente eres merecedor de pertenecer a nuestro grupo.

De qué se tratan estas pruebas?

Todo a su tiempo, primero ¿estás dispuesto a pasarlas?

Todos esperaban la respuesta de Carlitos… "si…" dijo finalmente.

Bien! Entonces ahí va la primera… muy fácil… primero deberás tomar una foto del trasero de tu tía y traerla para verla todos!

¿Qué? Eso es imposible… dijo Carlitos asustado.

Ahora te vas a achicar? No sé como harás pero sea saliendo de la ducha, o donde sea… deberás tomar una foto al trasero desnudo de tu tía… y ojo cuidado con hacernos fraude y darnos gato por liebre ah?

Al toque nos daríamos cuenta, ese culo es infalsificable… dijo Luis.

Jajajajaja estallaron todos en risas, hasta Arturito que no había abierto la boca para nada.

Me sentí en parte yo también humillada… mocosos malcriados, tenía unas ganas de jalarlos de los pelos, llevarlos a sus padres y desenmascararlos. Aunque sentí algo en mí interior, como que mi ego y autoestima crecieron por lo que había sin querer causado.

¿Y… lo harás? – preguntó Pablo.

Carlitos estaba acorralado: si decía no sería el fin de su última esperanza de ser parte de algo… dejar de ser el nerd perdedor en lo social que era hasta ahora… y por otro lado tenía miedo y no sabía que le podría pasar si era descubierto tratando de fotografiar desnuda a su tía

Lo haré – dijo finalmente

Ok… ponte a trabajar en un plan

Tomé el álbum en mis manos y lo abracé contra mi pecho… tratando de ordenar mis ideas: ¿qué hacer? Si le decía a sus padres sería terrible para Carlitos. He visto como antes su padre lo ha castigado, inclusive a palmadas delante de la gente… no quería que mi sobrinito sea un completo traumado… entonces, me dejaría fotografiar??

Al pasar la idea por mi cabeza un extraño escalofrío recorrió toda mi espalda… no podía creerlo pero me estaba inquietando la idea de ser fotografiada por mi sobrino… un mocoso… debo estar mal, pensé.

Pasé al comedor nuevamente y aunque seguía la conversación sobre lo grande y lindo que estaba mi hijito, mi cabeza estaba en otro sítio

Se hizo de noche y los muchachos regresaron a casa, incluido Carlitos que se notaba preocupado… mi marido y sus primos y hermanos estaban aun tomando en la sala y se notaban ya los primeros estragos en ellos. Eugenia y las demás esposas llamaban a sus hijos para que se alisten y volver a sus casas.

Ya muchachos, recojan sus cosas y despídanse de la tía Silvia.

En eso Carlitos dijo: - mamá, podría quedarme a dormir? Mañana domingo los muchachos me han ofrecido jugar en un campeonato de fulbito del barrio. Por fa

Eso no tendría nada de raro en otras circunstancias ya que Carlitos se había quedado antes (tenemos un cuarto de visitas) pero ahora, después de escuchar lo que escuché, un escalofrío recorrió mi cuerpo y más aún la respuesta de su mamá.

Bueno, eso depende de tu tía Silvia… pregúntale a ella

Carlitos me miró y dijo: - puedo tía??

Mi cabeza estaba en otro sitio pensando en cuáles serían las verdaderas intenciones del muchacho… a lo que tontamente respondí – qué?

Quedarme a dormir… si?

Si… como no. Puedes quedarte.

Bueno pero portate bien, Carlitos eh? Dijo su madre. –Espero no te dé problemas.

No creo… pensé

Avanzada la noche, mi esposo seguía tomando con algunos de sus primos y sus esposas… yo también estuve departiendo con ellos y tomando unas copas pero tuve que dejarlo para acostar al bebe.

En el segundo piso, Carlitos veía la tele en el hall al que dan todos los cuartos… a pesar de la hora continuaba haciendo algo de calor por lo que solo me había puesto encima, además de lo que ya tenía, una casaca delgada y seguía solo con mi short.

Mientras me dirigía al cuarto para ver al bebe sentía la mirada de Carlitos puesta sobre mí… me sentía extraña porque sabía que aunque mi sobrino no se había expresado de la manera como lo hicieron los otros chicos sobre mi, él se sentía también atraido por mi figura.

Luego de asegurarme de que el bebe estaba bien, le pedí a Carlitos que bajara el volumen para no despertarlo.

Bajé a la sala y me despedí de todos porque tenía sueño. Los padres de Carlitos ya se habían ido así como la mayoría de los parientes. Solo quedaban mi esposo y dos de sus primos (bastante tomados) y sus esposas.

Subí nuevamente y me dirigí a mi cuarto… nuevamente sentí la mirada de mi sobrino y fue en ese momento que me vino una idea no sé de donde… ver hasta donde llegaba su límite. Cerré la puerta de mi recámara y me quité toda la ropa. Me puse un tanga blanco que le encanta a mi marido (de esos que no tapan nada) y me coloqué un babydoll del mismo color sin ponerme sostén por lo que se podìan ver casi sin esfuerzo mis senos… me cubrí con una bata que también traslucía y dejaba ver prácticamente todo. En la cómoda cogí un frasco de pastillas… y así salí al hall. Carlitos al verme quedó de una pieza.

Carlitos, vamos a prepararte la cama… le dije mientras me dirigía al cuarto de huéspedes.

Se puso de pie y me siguió, asintiendo con la cabeza. El pobre no sabía para donde mirar… intencionalmente solté el frasco de pastillas y me agaché a recogerlo. El también se agachó y llegó primero quedando en una posición desde la cual tenía una vista completa de mis senos queriéndose salir.

Tía que es esto?

Son mis pastillas para dormir, justo me las recomendó tu mamá, vengo de tomarme una para dormir como un tronco (mentí). Justo ahora después de ayudarte a preparar la cama me acuesto y … hasta mañana.

Ah si… son igualitas a las que toma ella y no la despierta ni un terremoto, dijo iluminándosele el rostro.

No las tomo desde hace más de un mes, que es cuando tuve problemas de insomnio, pero como sabía que las reconocería quería que esté seguro de que me iba a dormir instantánea y profundamente.

El preparar la cama fue una completa exhibición de mi cuerpo aparentemente sin intención. Carlitos hacía las cosas tratando de disimular sus miradas sin éxito. Estirando las sabanas y metiéndolas debajo del colchón hacían que se bamboleen mis senos y que casi se salgan del pronunciado escote.

Listo, acuéstate a la hora que quieras… buenas noches Carlos.. le dije y le di un beso en la mejilla.

Buenas noches tía.

Salimos y nuevamente se sentó para ver la tele. Yo me dirigí a mi cuarto y cerré mal la puerta, dejándola aparentemente cerrada pero con un empujoncito podía abrirse.

Apagué la luz y me metí a la cama, no podía creer que me estaba excitando la idea de que Carlitos pudiera entrar creyendo que estaba dormida por las pastillas… ¿qué sería capaz de hacer? ¿Tomaría la foto?

Me puse de costado dándole la espalda al lado mas cercano al borde de la cama y en cierta forma a la puerta, por el calor me cubrí medio cuerpo solo con una sábana.

Pasaron unos diez minutos que me parecieron horas interminables. En el silencio podía escucharse claramente la música de la sala donde seguían tomando mi esposo y familiares así como casi imperceptible la tele que veía Carlitos.

Pensé que quizás no se atrevería a hacer nada por estar mi esposo abajo así que casi di por descartado que entraría, cuando en eso siento que la puerta del cuarto se abre

Pude ver el resplandor en la pared originado por la entrada de la luz del hall. Carlitos había estado dándome tiempo para que la pastilla haga su efecto. Sentí que se quedó parado, como para acostumbrarse a la oscuridad. Como tengo una lamparita en el tocador, Carlitos la encendió para iluminar un poco el cuarto. No era mucho pero al menos tenía una mejor vista: de pie donde estaba me veía de espaldas aparentemente dormida por el efecto de la pastilla y tapada solo con la sábana.

Se acercó al borde de la cama y se quedó un rato sin hacer nada… yo estaba que me estremecía… no sabía que iba a hacer el muchacho. De pronto sentí como con mucha delicadeza corría la sábana dejándome descubierta. Me había quitado la bata por lo que estaba solo en babydoll delante de Carlitos dejándole tener una vista panorámica de mi anatomía.

Levantó cuidadosamente el borde del babydoll hasta mi cintura dejando al descubierto casi todo mi trasero ya que el tanga no tapaba casi nada. Ese acto hizo que se me comenzara a humedecer la rajita.

Sentí como se apoyaba en la cama con cuidado: se había puesto de rodillas en el piso para tener una visión directa de mi trasero… creo que se puso tan cerca que hasta podía sentir su respiración. En eso, siento las yemas de sus dedos en mis nalgas… era un toque suave con sus manos regordetas tratando de seguir la forma redondeada de mis glúteos… me estaba excitando eso…. me estaba excitando el toque suave de mi sobrinito…se me erizó la piel… y me mojaba sin creerlo.

En eso siento un clic y el resplandor de la foto tomada por él. Había cumplido su misión… por una parte me sentía bien por él. Pero Carlitos no se movía. Volví a sentir sus dedos recorrer mis nalgas pero esta vez escuchaba un poco mas fuerte su respiración… yo me estaba excitando y creo que él también… ¿habría estado con una chica antes? ¿Sería yo la primera mujer que toca en su vida? Eso me encendía mas… deseaba que siguiera y fuera mas osado.

Como leyéndome la mente Carlitos me besó suavemente las nalgas y aspiraba fuerte para sentir el olor de mi cuerpo, hasta intentó separarlas para ver mi hoyito. Siempre cuidadoso a cada cosa nueva le seguía una pausa eterna… a estas alturas el muchacho estaba convencido de que yo dormía como un tronco producto de la pastilla que creyó que había tomado. Luego que separó mis nalgas, lentamente puso a un lado la tira del tanga y sentí su dedito pasar por entre ellas y por mi hoyito… eso me comenzó a volver loca.

Se dio cuenta de la humedad en mi tanga y eso le llamó la atención… ¿sabría que las mujeres nos mojamos al excitarnos? Ahora sentí su dedito endemoniado pasar esta vez por la zona entre mi hoyito y mi rajita… como acto reflejo tensé un poco el cuerpo y Carlitos se asustó… creyó que había despertado!!!

Como precaución paró su incursión al borde de mi rajita… al ver que no me despertaba continuó y yo disimuladamente trataba de facilitarle las cosas, así de costado como estaba y casi al borde de la cama, abriendo ligeramente las piernas y tratando de ofrecer mi culo en pompa a Carlitos que a estas alturas era el dueño de la situación.

Apenas sentí su dedito entrando en mi rajita tuve un orgasmo que a duras penas pude reprimir. Era la experiencia mas sorprendente y excitante de mi vida. Sentía ese dedo como si del mas grande de los penes se tratara… sentía también la respiración acelerada de Carlitos, estaba emocionado y algo asustado. Sabía que el sentía mi calor... mi humedad mas íntima y eso lo excitaba.

Comencé a correrme como pocas veces lo he hecho en mi vida y dejé escapar un suspiro que fue imposible aguantar y que nuevamente asustó a mi sobrinito.

De pronto se escuchó un clic… era nuevamente Carlitos tomando una foto, pero ¿a qué? En ese momento no me importó ya que comenzó un suave mete y saca con el dedo en mi rajita que me hizo volver a sentir riquísimo, creo mas por el morbo de la situación nueva para mi que por otra cosa.

Me daban ganas de voltear a verlo, ver su cara… su expresión de estar tocando las intimidades de su tía.

Carlitos sacó el dedo de mi rajita y tardó una eternidad en dar su siguiente paso. Creo que se aseguró de que su tío (mi marido) y los demás no tengan intención de dejar de hacer lo que fuera que estuvieran haciendo bulliciosamente en la sala.

Regresó de puntillas al dormitorio y pude sentir el sonido del cierre de su pantalón… ¿qué seguiría ahora? Casi podía imaginarlo… sacó su pene y comenzó a masturbarse, podía sentir su respiración cada vez mas acelerada y el sonido de su rítmico vaivén.

A los pocos segundos sentí un tibio contacto en mi culo: Carlitos estaba pasando la cabecita de su pija por entre mis nalgas! Nuevamente estaba que me ponía a mil y me sentí culpable al imaginarme la situación: si pudiera verme yo misma… mi sobrino al pie de mi cama frotando su pija en mi culo, cerca de mi hoyito y yo gozándolo como desquiciada. Yo misma había permitido eso y mi culpabilidad al instante se transformaba en excitación… deseando que mi sobrino pierda la cabeza e intente penetrarme ahí mismo… como lo deseaba… deseaba una pija en mi rajita en ese instante para calmar mi calentura… oh Dios que estaba diciendo? Nuevamente otro clic me sacó de mi estado de excitación ¿qué estaría tramando? Sería solo para tener recuerdos excitantes de su tía?

Rápidamente ocurrió lo que estaba esperando: Carlitos se corrió tratando de hacerlo en su mano pero fue inútil. Un chorro de potencia inusitada salió de la pija del muchachito que fue imposible evitar que caiga en la cama y sobre mí.

Carlitos se asustó, limpió con algo lo poco que pudo y salió de mi cuarto cerrando la puerta. Suspiré y me di cuenta de que estaba empapada en sudor y muy agitada… increíble, ese mocosito me calentó como nunca. Pasé la yema de los dedos por mis nalgas y sentí cerca de la raya de mi culo restos del chorro de Carlitos.

Por mi mente pasaban muchas cosas: qué haría él con las fotos? ¿se las mostraría a sus amigos? ¿Se excitarían con ellas? Todo esto daba vueltas en mi cabeza y me excitaba tanto nuevamente que no me percaté siquiera que mientras con una mano le daba gusto a mi rajita con la otra en la boca saboreaba lo que quedaba del recuerdo húmedo de mi querido Carlitos.

Espero que les haya gustado. Este relato tiene poco de realidad y mucho de fantasía, además, al ser mi primer relato, espero sus críticas, comentarios y sugerencias a mi correo elvira_lujan@yahoo.com.ar . Prometo responder a todos y continuar con la historia. Un beso.