Las primeras infidelidades de Selene

Las primeras aventuras y deseos más profundos de una chica casada...

Empecemos por decir que siempre me ha fascinado tener sexo, ser usada por alguien, que me haga sentir sumisa, pero nadie había logrado hacerme sentir como yo realmente lo deseaba.

No sé porque todos los hombres que han estado conmigo terminan enamorándose y siendo muy dulces conmigo, eso provoca que me aburra de ellos, uno de tantos que paso entre mis piernas fue un ingeniero. Me gustaba coger con él porque siempre que me hablaba para

hacerlo con él, era ir a su oficina, donde estaban sus trabajadores.

Creo que eso era lo que me calentaba tanto, que ellos me veían y sabían que iba a coger, de hecho, me gustaba pasearme semidesnuda por la casa oficina por si ellos andaban por ahí me vieran, pero nunca lo conseguí. Así pasaron varios años cogiendo mucho, pero sin llenar ese deseo de sentirme lo suficientemente humillada, lo más que hicimos para sentirme así fue tener un trío con un él y un empleado.

Me gustó mucho sentir 2 vergas al mismo tiempo, sentir como 2 manos diferentes me tocaban, sentir como se prendían de mis tetas, en verdad lo disfruté mucho sentirme usada por 2 vergas una joven y otra mayor fue delicioso, pero el momento duro poco el trabajador se vino muy rápido y pues ya después lo siguió mi Ingeniero; creo que el ingeniero nunca supero eso y después se fue alejando de mi hasta ya no volver a saber de él.

Después de él vinieron varios, no me pregunten cuántos porque no recuerdo, solo que nadie me ha usado lo suficiente, nadie ha llegado a mis límites y decirle basta no lo hare, solo les contaré los más sobresalientes, quien se acercó un poco a hacerme sentir sumisa.

Empecé en un trabajo nuevo que solo iba en las tardes un rato, como quedaba lejos prefería caminar para llegar más pronto, esa noche empezaba hacer ya un poco d fresco, era una calle un poco sola así que iba caminando rápido, de pronto vi una camioneta que se paró y me vio. Él iba en sentido contrario a mí, yo seguí caminando muy rápido de pronto la camioneta va avanzando a mi ritmo y me dice vamos te doy un aventón, yo: "no gracias", pero no voy a negar que me gusto verlo y más que me dijera eso, en mi mente empecé a calentarme, después de un rato acepté subirme.

En cuanto me subí se sacó la verga y me tomo del cabello para que se la mamara, de inmediato lo hice y me calentaba más cada que sentía como se excitaba y me decía así perra, después de un rato me dijo levántate la blusa y se prendió de mis tetas. Aún que pienso que a él le gustaba más mi cuca y mi boca.

De ahí me llevo a tomar el camión y me dio dinero por mamársela eso me calentó mucho más, me pidió mi número para llamarme otro día, esa misma noche me escribió diciendo que no podía dejar de pensar como se la mame, que quería repetir, yo la verdad lo deseaba pensaba que había encontrado al hombre que me podría usar un poco más....

( Continuara ... )