Las perversiones del abuelo

ESTE RELATO ES 100% FICCIÓN...Un abuelo debe cuidar a tres nietos mientras sus padres están de viaje de trabajo pero, estarán a salvo con él?

Este relato es ficción

¿Que clase de padres tengo?...eso me he preguntado estos últimos 8 días. Tiempo que  mi abuelo Carlos ha vivido con nosotros. El tiene 70 años de cabello cano, robusto, de voz ronca y severa que, contrarresta con una sonrisa calida que esboza cada vez que habla.

Sin embargo, a mi, nunca me inspiro confianza, incluso algo de temor me provocaba cada vez que le visitábamos en su casa.

Ahora lo tengo aquí, gracias a mi querido padre que, sin consideración alguna acepto una comisión de su compañía para viajar a Shangai por 7 meses y claro, como era de esperarse, se fue únicamente con mi madre y nos dejó aquí con la excusa de; no tenemos que perder días de clases o reprobaríamos el año. Así con 20 años acabados de cumplir debo como hermano mayor, cuidar de mis hermanitas; Sofía de 19 años y Montserrat de 18 años.

No todo ha sido malo en estos últimos días, verán, mi abuelo solo hace dos cosas: Ver televisión y jugar cartas con sus amigos en nuestra sala 3 veces por semana, lo que, para un guarillas como yo, le genera mucho tiempo a solas para hacer lo que más me gusta, ver porno por Internet.

Estaba tan obsesionado con eso que nada mas llegar del colegio me encerraba en mi habitación a verlo y hacerme las pajas de rigor.

Llevaba estos 8 días practicando mi rutina de porno y paja sin inconveniente hasta que, cometí el peor error de todos, olvide asegurar la puerta de mi dormitorio antes de hacer las guarradas que más me gustan.

Alucinado viendo como un tío taladraba salvajemente a una chica y como esta bramaba ferozmente en cada embiste no me percate que, mi hermanita había entrado cual gacela sigilosa al cuarto plantadose tras de mi, contemplando con ojos como plato las imágenes proyectadas en la pantalla.

-          Waaaaa parece que la estuviera matando- dijo Sofía con voz entrecortada, me

quede como de piedra no sabia que hacer, o que decirle a la niña delgada de piel clara y cabello castaño. Mi hermanita me pillo viendo porno, creerá que soy un pervertido y tendría toda la razón, los segundos pasaban y sentía que me daba un infarto. Aun no se con que fuerzas logré articular palabra.

-          Que estas haciendo aquí a esta hora? no tendrías que estar dormida – le dije en voz baja pero firme

-          Montse esta dormida. El abuelo esta preparando Cola Cao y me envió a ver si querías – respondió sin apartar la vista del ordenador – ¿ellos que están haciendo? –

-          están jugando a cosas de mayores, tu no tienes que verlo, mejor vete a tu cuarto-respondí con una autoridad declinante

-          no, hasta que me digas que juego es ese –

-          te dije, a cosas de mayores, ya puedes irte – continuaba hablando en voz baja, no quería que el abuelo me pillase también.

-          No quiero, puedo seguir viendo el video contigo – exclamo Sofía aumentando el tono de voz

-          Si, esta bien pero quédate calladita ¿quieres? – dije con el corazón en la mano, intentando que bájese el volumen de su voz.

-          Chicos van a querer Cola…pero que coños están viendo? – grito en abuelo de pie en el umbral de la puerta, lo que más temía se volvió realidad.

Dando un salto mi hermana y yo nos volteamos tratando de pensar una excusa  adecuada para salir del paso, fue ahí donde vi sus ojos llenos de un sadismo reprimido por mucho tiempo, pensé que, en esa fracción de segundo fraguo un plan para nosotros o tal vez ya lo tenía y  le di la oportunidad de llevarlo a cabo.

-          No se asusten chicos, que no le diré nada a sus padres. Siempre que me dejen ver la peli con ustedes – dijo acercando una silla al escritorio, se sentó acomodándose a mi lado y dando golpecitos en sus piernas dijo – ven Sofía siéntate en la falda de tu abuelo.

La niña ingenuamente se sentó sobre él y seguimos viendo el video por unos 10 o 15 minutos más, hasta que, el abuelo hábilmente tomo el control del ordenador poniendo videos de sitios que ni conocía, se notaba que tenia más experiencia que yo en el porno de Internet, pues al comenzar su juego coloco un video de un chico besando apasionadamente a una chica con unas enormes tetas al aire. Disimulado puso su mano derecha sobre el muslo desnudo de mi hermana y lo fue deslizando arriba y abajo, por debajo de su falda, el abuelo girando la cabeza y guiñándome un ojo dijo

-          dime cariño le has dado un beso así a algún chico?-

-          no – respondió Sofía

-          pero, sabes como hacerlo?-

-          dar besos con saliva? No, no se como se hace -

-          quieres que te enseñe? –pregunto el abuelo mientras continuaba sobando la pierna de la niña, acercándose cada vez más a su lugar secreto – es fácil lo único que tienes que hacer es abrir la boca y sacar la punta de tu lengüita-

no podía creer lo que veía, Sofía abre la boca y mi abuelo, aprovechando la situación sostuvo la nuca de mi hermana con su mano izquierda y comenzó a comerle la boca lascivamente dando sonoros chupetones a la lengua de la niña, el morbo me tenía alucinado, sabia que el viejo maldito quería abusar de Sofía pero, me encontraba tan excitado por la escena que mi mente estaba completamente nublada por la lujuria que, aumentaba cada vez que jadeando Sofía tragaba aire, oportunidad que el abuelo aprovechaba para meterle la lengua hasta la garganta.

-          lo hiciste muy bien para tu primera vez, te gusto?, es rico ¿verdad? – preguntó el viejo alejándose, quedando ambos unidos por un hilillo viscoso de baba

-          si, me gustó mucho- dijo mi hermana recobrando el aliento

-          te gustaría que hiciéramos eso también?- pregunto mi abuelo indicando la

pantalla, en ella salía el mismo chico dándole a la chica ahora totalmente desnuda una comida de coño de campeonato, el viejo degenerado sabia muy bien cuando dejar de besarla para hacerle ver esas imágenes instándole a hacer lo mismo con ella.

-          no sé –

-          dale, se siente como un calorcito y unas cosquillas ricas, ¿no es cierto Rafa? –

el viejo canalla quería usarme para convencer a mi hermana. No se que hacer, por un lado ese viejo asqueroso esta abusando de Sofía y por el otro quiero que lo haga, podría apreciar en vivo y en directo lo que me gusta ver en el ordenador

-          si, da un gustito en la tripa- soy un desgraciado

-          ves…bájate la falda, las bragas y súbete a la cama quieres cariño-

la niña obedece como poseída, después de comerle la boca tiene que estar tan caliente como yo pensé, Sofía llevaba una blusa roja y una falda gris hasta la rodilla que se quitó soltando el seguro, estas se le cayeron hasta los tobillos seguidas muy de cerca por las bragas blancas con una notoria mancha de humedad, el abuelo sonrió maliciosamente acercándoseme.

-          sabes Rafa, desde que tengo tu edad me atraen los culos jóvenes de una forma que me es imposible resistir, recuerdo que tenia unos 17 años la primera que vez rompí uno, era la hija de una vecina y mi mamá la cuidaba cuando la mujer tenia que trabajar. La niña tendría unos 8 años y me la pase por la piedra muchas veces. Ahora gracias a ti, le romperé el culo a tu hermana esta noche – me susurro el

viejo degenerado al oído, mientras veía como Sofía se acostaba en la cama.

Me quede petrificado por lo que escuche, quería levantarme, tomar el teléfono, llamar a mis padres y contarles que mi abuelo Carlos quería violar a mi hermana pero, nuevamente el morbo me congelo.

El viejo se levanto de la silla muy despacio y quitándose la camisa se acerco a la cama hincándose frente a la niña, la arrastro al borde de ella y colocando las piernitas sobre sus hombros, hundió su cara en el coño virginal de mi hermana, su lengua revoloteaba rítmicamente desde el borde de su sonrosado agujero, hasta el botoncillo de placer procurando mayor atención en ese punto, sin pensarlo me desabroche el pantalón liberando mi durísima polla, comenzado a masturbarme lentamente, quería durar lo más posible mientras escuchaba a Sofía gemir más y más fuerte.

Se notaba que mi abuelo tenía habilidad en comer coños pues no pasaron ni 5 minutos cuando mi hermana se corrió dando un ruidoso chillido, recibió su primer orgasmo por parte del degenerado del abuelo, este de entre las piernas sacó la cara llena del juguito de Sofía y mirándome satisfecho, mientras yo, al mismo tiempo  me masturbaba descaradamente frente a ellos.

  • date vuelta corazón, tengo ganas de comerte ese culo tuyo –

Sofía agotadísima se volteo lentamente dejando su culito al borde de la cama con las piernas colgando, el viejo con las dos manos le abrió las nalgas dejando descubierto el anito y el coñito que eran muy chiquito, y sin cortarse lo más mínimo mete su cara entre medio de ese culo, dándole lamidas a toda su raja sacándole muchos gemidos de placer,

Dejándolo reluciente de saliva y bien lubricado. Al darse cuenta que ya estaba lista, se levanto, soltándose los botones termino por bajarse los pantalones y los calzoncillos dejando al descubierto una tranca gruesa y venosa de unos 20 centímetros dura como el acero.

  • aquí viene corazón, relájate y no aprietes el ano ¿entiendes muñequita? – dice

hincándose otra vez. En mi ángulo puedo ver perfectamente cuando el viejo sitúo su polla en la entrada del culo de mi hermana, yo estaba a punto de correrme cuando escuché el alarido brutal de mi hermana al notar como la verga dura le perforaba hasta lo más profundo de sus entrañas. Asustado miré al viejo quien, con las manos clavadas en sus caderas presionaba el cipote contra el ojete de Sofía que ya se había tragado el glande.

-          abuelo, me haces daño, por favor detente que me duele mucho – dicho esto Sofía intenta forcejear para soltarse pero, mi abuelo la tiene bien sujeta.

-          Tranquila preciosa, no te muevas, relájate o te dolerá mas –

Continuando con la lenta y constante presión, forzando lo más posible su pequeño  esfínter. La niña lloraba y gritaba cada vez más fuerte del terror y dolor que sentía, pero el cabrón no tomaba en cuenta las suplicas de su nieta, estaba decidido a fallársela.

Con un fuerte movimiento de cadera su polla desapareció por completo dentro del culito hasta ahora virginal. Mi hermana dio un grito desgarrador y cayo hundiendo su cara en la cama, mi abuelo se mantuvo quieto por unos minutos para luego comenzar un suave bombeo, dentro, fuera, dentro, fuera, Sofía a penas daba unos extenuantes gemidos de dolor. La visión de la polla del viejo dentro de las nalgas de mi hermana era tan excitante que comencé a masturbarme nuevamente.

-ya debes tener tu ojete acostumbrado al grosor de mi polla, así que, ahora va      enserio- dicho esto, el viejo subió una pierna a la cama para mantener el equilibrio y empujar con más fuerza. Empezó un enviste endemoniado provocándole un dolor punzante en el culo dando escalofriantes gritos de dolor, las gotas de sudor bajaban por su frente mezclándose con las lagrimas que emanan a raudal, sus manos encrispadas se aferraban a la ropa de cama intentando escaparse de la terrible sodomizada, el sádico cabrón continuaba con el violento mete y saca, las penetraciones eran cada vez mas profundas llegando a golpearse los cojones contra el coñito de Sofía, haciendo que el sonido de sus huevos retumbe en mi habitación.

Luego de unos minutos la niña ya no gritaba ni forcejeaba, solo con la boca abierta y la cara desencajada se dejaba hacer en las manos del sádico abuelo que continuaba su frenético bombeo como queriendo reventarla.

Estuvo mas de media hora cabalgando a mi hermana cuando dando un bramido vació sus cojones en las entrañas de Sofía, socó su polla ya flácida con manchas de sangre comprobando que, le había desgarrado el agujerito, dándole una sonora nalgada el viejo me mira y dice:

–        Rafa termina con eso, esta noche dormirás en el cuarto de tus padres, yo dormiré aquí con Sofía, como es la primera vez que le petan el culo esta muy cansada y no quiero moverla-

–        Si abuelo lo entiendo – dije parándome de la silla cabreado, aún no había alcanzado mi tan preciado orgasmo y subiéndome el pantalón caminé hacia la puerta sin apartar la vista del trasero de mi hermana.

–        Espera – dijo mi abuelo, descubriendo las sabanas y cargando a Sofía en volandas la colocó entre ellas, dejando apuntado su trasero desnudo directo a mi - mira como quedó – continuó. Separando las nalgas con sus manos, su pequeño orificio rosa ahora se encontraba destrozado, dilatadísimo y rojo por el salvaje folleteo, algo de leche e hilillos de sangre se escurrían por los glúteos. Le di las buenas noches y antes de cerrar la puerta, vi al abuelo acostándose junto a Sofía abrasándola por detrás.

-          buenas noches – respondió.

Esa noche me masturbe 3 veces recordando la dolorosa enculada que recibió mi hermana de 18 años, agotado me dormí profundamente. Al otro día desperté muy temprano, culpa de la luz que se filtraba por la ventana, me levante, Salí del dormitorio de mis padres y camine por el pasillo. Siguiendo un misterioso rechinar que me llevo directo a mi cuarto. No bien me iba acercando por el pasillo, los sonidos eran cada vez más agudos. Apoyado en el marco abrí despacio la puerta. Lo que allí vi me sorprendió.

El viejo pervertido nuevamente se follaba a mi hermana, esta vez con todo su cuerpo cubriendo a la niña, la tenía doblada aguantándole los tobillos sobre sus hombros mientras le daba por el culo. Sofía completamente desnuda sollozaba y gemía, su cara se encontraba roja por el esfuerzo de soportar las embestidas, cubierta de lágrimas secas demostrando que lloró durante la noche.

-          por favor abuelo ya no más, me duele, me duele mucho el culito, déjame tranquila por favor abuelito para ya - susurraba ella casi sin aliento.

-          Silencio putita mía, que no la estamos pasando bien? – decía el viejo que no tenia lastima alguna y seguía bombeando con un ímpetu descomunal

-          Rafa venga entra…no sabes como me pone tu hermana – dijo sin dejar de follarla.

El cabrón me había descubierto y como sabía que me ponía eso, me invito a pasar, flexionando los brazos se levantó unos centímetros dejándome ver los pequeños botoncillos del tamaño de limones coronados por manchitas rosas en forma de pezones que, tenía mi hermana por tetas pero, tras agudizar la vista. No podía creer lo que veía.

Marcas de dientes, varias y repetidas por todo el contorno de sus senos sin desarrollar, el muy cabrón no solo la sodomizó si no que le mordió repetidamente sus pequeñas tetas.

-          tiene un culito tan dulce que no puedo parar de follárselo, esta ya es la quinta vez – me dijo

La quinta vez!!!  Imaginar que el desgraciado se la follo toda la noche, hizo que se me endureciera la polla otra vez, deseaba sacarla y cascarmela ahí mismo pero, no quería demostrarle que era tan salido como el. Sofía se dio cuenta de mi presencia, me miró con ojitos vidriosos llenos de lágrimas.

-          Rafa, hermanito ayúdame, dile al abuelo que, lo que me hace no me gusta, me arde y duele muchísimo- dijo chillándome del dolor

Yo no la mire, me di la vuelta y Salí del dormitorio con dirección a la cocina.

El crujir de mi cama se incrementó con un mayor frenesí al igual que los lamentos y suplicas de Sofía, parecía que mi abuelo quería que, escuchara como le destrozaba el culo a mi hermana y así fue por más de una hora, no podía concebir el aguante descomunal que tenia el viejo, se la folló toda la noche y aún tenia energía para seguir haciéndolo, empalmado me deslice al dormitorio de Montse, rogaba que no hubiese oído nada y al abrir la puerta lo confirme, la pequeña estaba completamente dormida. Afortunadamente ni los alaridos, ni el rechinar de la cama la despertó.

De un momento a otro todo sonido cesó y luego de unos minutos la puerta se abrió y mi abuelo salio, vistiendo una camisa abierta dejando al aire una polla morcilloza cubierta de lefa.

-          no andes así por casa, podría verte Montse o que, pretendes follartela también? – no sé por que dije eso, pero en mi cabeza daban vuelta muchas ideas

-          tal vez – respondió mi abuelo

-          anda a ver a tu hermana y échale esta pomada en el ojete para que se le quite el dolor, voy a ducharme mientras- dijo el viejo dándome el tubo del medicamento

Corrí a mi cuarto, al entrar contemple a mi hermana boca bajo llorando desconsolada

-          tranquila Sofía te pondré esta crema y se te quitara el dolor - le dije abriéndole

las nalgas, su agujerito rosadito se encontraba de un color rojo brillante cubierto por lefá y restos de sangre. Tome sus bragas que aun se encontraban donde mismo quedaron la noche anterior y con ellas le limpie la leche que  escurría de su reventado orificio. Después de dejarlo lo más limpio que pude, le unte el medicamento metiéndole todo el dedo anular dentro de su dilatado ano, entró con tanta facilidad que comencé a calentarme con la idea de metérsela yo al igual que mi abuelo y follarmela a conciencia,

entonces todo se aclaro en mi mente, soy tan depravado como el viejo degenerado ese y si quiere romperle el culo a Montse, pues le ayudare a follarse a mi hermanita de 19 años.