Las peliculas porno

Una vez leí en un libro que todas las personas gay, en el fondo tienen algo de sadomasoquistas.

Una vez leí en un libro que todas las personas gay, en el fondo tienen algo de sadomasoquistas, en aquel momento, no solo lo negué rotundamente, sino que me moleste porque alguien escribió tal cosa. Ahora pienso que tal vez es cierto, al menos por lo que a mi toca.

Hacia ejercicio en un campo deportivo, bueno, correr es ejercicio no?, mmmm, bueno, volveré a empezar.

Amanecí caliente, sentía un ansia en todo el cuerpo, solo pensaba en sexo, así que me puse unos pantalones cortos y una camiseta y me fui a un campo deportivo, para ver si ligaba algo. Llegue y aquello estaba muy solo, claro a esa hora era lo más lógico, así que empecé a correr un poco para hacer tiempo.

Al rato me canse y me subí a las gradas que rodeaban la pista de correr, me senté en una banca y me puse a contemplar la pista semivacía. En eso, una voz gruesa me saco de mi tranquila actividad. –ya te cansaste?, -me dijo, voltee a verle, era un hombre como de mi estatura, mas bien delgado, con ropa común, rostro atractivo, que me recorría el cuerpo lentamente con la vista. No recuerdo que le conteste, pero si recuerdo que sentí como surgió el deseo en mi. El estaba de pie recargado en el fondo de las gradas un alejado de mí, y con un gesto me dio entender que me acercara, y así lo hice.

Me empezó a hablar, pero ahora ya no me miraba, sino que su vista estaba posada en la pista, mirando todo y nada, así que me pare al lado de el, también mirando a la pista. Me dijo, -corriste mucho?, y al decir esto, extendió una mano hasta mi cintura, la deslizo hasta el borde superior trasero de mi pantalón corto y metió su mano, me quede de una pieza, sorprendido, excitado, incrédulo. ¿Cómo se atrevía a hacer eso?, ahí?, al aire libre, que había visto en mi que sabia que se lo iba a permitir? Mientras pensaba todo esto, su mano se había deslizado por la raja de mis nalgas y su dedo llegaba hasta mi culo, lo froto un par de veces mientras decía, -ahhh tienes tu puchita peludita. - ¿qué?, oí bien?, puchita?, no soy mujer, pensé, no tengo ninguna pucha, no soy joto, por quien me toma?, pero junto con estos pensamientos, una sensación de excitación me recorrió el cuerpo. Saco su mano, y se llevo sus dedos a la nariz, cerro los ojos y dijo, -ahhh estas sudadita, que rico hueles. –me quede, ahí, simplemente viendo como pasaba sus dedos una y otra vez por su nariz. De pronto abrió sus ojos y me dijo, te gustan la películas porno?, ven vamos mi casa. Sin esperar que le contestara, se dio la vuelta y empezó a bajar las escaleras, como un autómata lo seguí, lo seguí sin pensarlo mucho, lo seguí aceptando que el llevaba las reglas en este juego.

Salimos a la calle y se dirigió a un auto, súbete me dijo, mientras me abría la puerta. Me subí, mientras sentía que el corazón se me salía del pecho. Se subió al auto y lo arranco sin decir palabra, al cabo de unos minutos me dijo, siempre vienes a buscar macho a este campo?. No, no –balbucee, si saber muy bien que decir. Macho?, -pensé, no, yo soy activo, a mi me gusta coger, ni siquiera me gustan la gente afeminada., pero solo lo pensé no dije nada.

Llegamos a unos departamentos y me dijo -aquí es, -nos bajamos y entramos, era un departamento sencillo, común, yo me sentía nervioso, un tanto temeroso, quizás inhibido por la seguridad que emanaba aquel hombre.

Me extendió la mano y me dijo –ven mija, vamos a mi recamara.

Entramos y parándose detrás mío, me empezó a bajar el pantalón, -no, espera dije yo, -me dijo, -esperar?, a que?. –así que sin hacer caso ya me había bajado el pantalón, yo no traia ropa interior, así que en menos de 5 minutos después de haber entrado a su casa, ya tenia el culo al aire. Me empujo a su cama y me puse de rodillas, mientras acercaba su cara a mi culo, sin darme tiempo de nada, empezó a besar mis nalgas y a pasar su lengua por mi raja, -mmmmm, la sensación era riquísima, tanto, que al poco tiempo, yo mismo empecé a abrirme las nalgas con mis manos, mientras el solo decía –así , así, ábrete mija, ábrete.

Para esos momentos y con lo caliente que estaba ya no me importaba mucho que me dijera mija o mami, o como quisiera, solo quería seguir sintiendo ese placer.

Me dijo, -así que buscabas macho, verdad putita?, no me pregunten porque, pero le conteste, si, si buscaba. – y que quieres?, eh?, putita?, dime que quieres?, - no le conteste nada solo seguí moviendo las nalgas, sintiéndome ya bastante humillado por estar en esa posición con el culo levantado. Me dijo, - contéstame putita, que quieres?, -verga, quiero tu pito, conteste (aja, el activo hablando, pensé para mis adentros), pero volví a mover el culo ofreciéndoselo. Me dijo- buenos pues le vamos a dar a esta putita lo que busca, pero antes me vamos a calentar el culito, diciendo esto y sin previo aviso, me soltó una fuerte nalgada, me sorprendí mas que lo que me dolió, pero antes que pasara el ardor del primer golpe, me volvió a soltar otro manazo, -heyyy, -proteste, pero me dijo, - te gusta, putita, te gusta, tu déjate, - así que me deje, que podía hacer?, siguió dándome de nalgadas, ZAS, ZAS, ZAS, hasta que empecé a sentir como el culo se me calentaba, todo todo, era una sensación curiosa, me dolía, pero me gustaba, me excitaba, lejos de rechazar, empecé a levantar mas las nalgas, como ofreciéndoselas, -así, así, me dijo, verdad que te gusta que tu papi te castigue por andar de putita?, - si, si, pégame pégame, escuche una voz que decía, de repente me di cuenta que era yo, pidiendo que me pegaran.

Me dijo –ábrete, ábrete, -con mis manos en mis nalgas me abrí y ZAS, me suelta un golpe en el culito, un estremecimiento me recorrió el cuerpo, como un calor desde mi culo a todo mi cuerpo. –así así, ábrelo- me volvió a decir, -sin pensarlo, volví a relajar el cuerpo, y ZAS otro golpe, y otro, y otro, ahora ya no me tocaba las nalgas, me pegaba con la punta de los dedos en el puro culito, tomo lubricante y me puso en el culo y me dio otros golpes, ZAS, ZAS, ZAS, me sentía desesperado, caliente, adolorido, pero seguí ahí, con las nalgas levantadas y el culo abierto.

Mi verga la sentía chiquita, pequeña, como escondiéndose, estaba excitado pero toda la excitación la tenia en el culo, me paso la mano por los huevos y me dijo, -esto no te sirve, putita, solo eres un culo, para darle placer a los hombres.

Se alejo un poco y me dijo, -así quédate, se empezó a desvestir, quise voltear a verlo, pero soltándome otra nalgada me advirtió – dije que así quédate, no voltees.

Escuche el ruido de condón y después de un momento, sentí sus manos sobre mis nalgas, me dijo –ahí te va lo que buscabas putita, - me la metió de un solo golpe, grite, me quise sacara pero me tenia bien agarrado, me retorcí, me quemaba, -me dijo –cálmate putita, si esto era lo que querías no?,, y empezó a sobarme los huevos suavemente, el dolor fue disminuyendo y fui relajando el cuerpo, al sentir esto, se empezó a mover, y mover y mover, era riquísimo, el placer me llenaba el cuerpo, sentía las nalgas calientes, el culo ardoroso, pero me encantaba. Que manera de coger.

Estuvimos así no se cuento tiempo, mi verga seguí sin responder, dos veces me lleve mi mano a mi verga, pero el con un movimiento me quitaba y solo decía, -deja, no la necesitas. Y siguió metiendo y sacando, hasta que sus movimientos se hicieron mas intensos, mas rápidos y apretándome las nalgas, sentí como se venia. En ese momento empecé a temblar, mi culo se contraía y tuve un orgasmo, sin tocarme la verga, que sensación, parecía que se me había acumulado algo en el bajo vientre, un bola de placer, no se como describirlo.

Aun temblaba un poco, cuando me saco la verga y dándome una palmada me dijo, -muy bien putita, lo hiciste muy bien.

Me llevo de nuevo al campo, y vi. como carro alejarse, mientras pensaba, - heyyy y las peliculas porno?,

ahhh pero que rico.

Vsiempre@yahoo.com