Las palomitas más morbosas

Una tarde de cine super morbosa con mi novio y mis padres donde una bolsa de palomitas se convirtió en un juego muy especial.

Os voy a contar lo que me paso con mi novio hace unos días en el cine. Antes que nada quiero dejar claro que ambos somos bastante morbosos y que nos encantan los juegos, aunque a veces se nos van un poco de las manos. Je,je

Yo tengo 20 años y el 24 y llevamos saliendo 2 años. Bien el juego fué el siguiente: escogimos una película de éxito, concretamente “ocho apellidos vascos” con la sala bien llena de gente y la fuimos a ver con mis padres ya que es una película para todas la edades. El hecho de ir con los padres es algo que solemos hacer ya que yo tengo una muy buena relación con ellos y así al terminar siempre nos invitan a cenar.

Un detalle importante: antes de entrar mi padre me compró un menú gigante de palomitas y bebida a mí  y otro a mi novio. Nos sentamos en medio del cine para ver bien la película y yo me quede en medio de mi novio y mi padre.

Al empezar la película empezamos a comer las palomitas y a reír mucho ya que la película es muy graciosa. A los quince minutos mi novio dijo que sus palomitas no estaban bien y que salía a cambiarlas. Yo dije que le acompañaba y salimos los dos.

En vez de ir al puesto de palomitas fuimos a los aseos en los que no había nadie ya que todos estaban viendo la película. Entramos en el de las chicas y nos encerramos en una cabina y allí le baje los pantalones dejando su polla ya dura a la vista.

Me senté en la taza del aseo y con el de pie empecé a mamársela. Use mi lengua y mis labios para darle el máximo placer recorriendo su glande y metiéndomela hasta la garganta. No tardo mucho en tener los primeros espasmos y así que los noté se la saqué y pajeándolo con la mano hice que se corriese sobre las palomitas.

Las dejo bien pringosas ya que normalmente se corre bastante. Una vez terminó se la chupé para limpiársela y volvimos a las butacas del cine. El llevaba la bolsa de las palomitas y empezó a coger las más pringosas para dármelas una a una en la boquita para así poderlas degustar.

Comer las palomitas con el semen de mi novio al lado de mi padre era super morboso y más cuando mi padre me miró y me dijo, “¿qué, están mejor estas que os han dado?” y yo le dije “ummmm, deliciosas, creo que me podría comer dos bolsas”.

Al final de darme las palomitas le chupe los dedos a mi novio para limpiárselos ya que los tenía llenos de su propio semen.

Bueno este ha sido uno de nuestros juegos morbosos. ¿Os ha gustado? Si es así os contaré otros, en un nuevo relato. Besos.