Las olas tienen nombre
En el horizonte, las olas tienen nombre.
Escribiré un poema sobre el alba,
tintaré de nubes el cielo
y derramaré cien gotas de mar
por los acentos que me faltan.
Vendrán barcos repletos de leyes
sin saber de versos ni de auroras
ni de hogueras en la orilla ni de besos en la lengua,
a quitarme mi lápiz de agua
e intentar describir la poesía.
Llegarán las olas como tiros
de una pistola ronca y viuda
y heridos de muerte, los bufones,
caerán sangrando sobre la arena.
En el horizonte han hundido un petrolero.
Pero vendrás también tú desde la orilla
desnuda como el mar y la amapola,
achicando barcos y tempestades,
desvistiendo de espuma la marea
para dibujar tu voz sobre la playa.
Y entrarán las olas a la arena
con el nácar caliente de otras playas
a cubrir tus pechos con sus manos,
a imitar un susurro en caracola.
En el horizonte, las olas tienen nombre.
El tuyo.