Las Noches de Perséfone....9

Vol 2... 2

-Te dije que tenía que llevarte al cirujano plástico – se limito a decir, me desato el sostén, dejándome topless empezó despacio a revisarme cada centímetro de la piel, no tenia interés en verme desnuda, podría verlo en sus ojos, solo me revisaba, al ver que estaba igual que como me había dejado, empezó despacio a olisquearme la piel, empezó en mi ombligo, subiendo justo por la mitad de mi vientre, me olio el pecho, los senos, el cuello, al final, se termino por reclinar todo sobre mi, me abrazo, así, con su cuerpo recostado sobre el mío, sus piernas entre las mías y se quedo así… sin decir nada.

Despacio empecé a acariciar su espalda, su cabello… nos quedamos así, abrazadas por un tiempo que me es imposible definir y me fui durmiendo poquito a poco despacio, sintiendo el ritmo de su respiración y todavía ayudada del narcótico que me había dado.

Abría los ojos de vez en vez entre el tiempo que me costo despertar, me la encontraba sobre mi, también dormida… al final cuando desperté, solo estaba yo, dormida, topless en su cama. Estaba descalza, me puse de pie tome la camiseta que me había quitado del piso y salí de la habitación, para encontrármela ahí,  recostada en el sillón, con los ojos cerrados, tocándose los pechos sobre el saquito de lino que cubría su piel. Se veía extremadamente concentrada,  así que pensé por un momento en retirarme… pero… no se… algo en ella, en la forma en la que se tocaba me hizo caminar hacia ella, mas y mas cerca… para ser honesta, no sabia que hacer, así que lo mas callada que pude, me hinque a su lado, ella me miro, me tomo del cabello y me jalo hacia ella y comenzó a besarme frenética, como si con cada beso quisiera arrancarme un pedacito del alma, hasta ese momento no lo había notado, tenia mas de un año sin besarla y con cada beso revivían una mezcla indescriptible de sensaciones y recuerdos, recordaba vívidamente como se sentía su boca, su respiración, la forma en la que me mordía el labio inferior, como podía besarme dulce y salvaje al mismo tiempo, como todo parecía detenerse cuando ella me besaba, el tiempo, el sonido, la lluvia, el mundo entero dejaba de girar…. pero… también recordaba lo malo, el otro lado de la moneda, la sensación de miedo en la boca del estomago el sentir que siempre alguien estaba asechando, el sentir que el solo hecho de estar parada a su lado implicaba que yo tenia una “enemistad” o algo parecido con alguien a quien ni siquiera conocía ni me importaba… todas estas ideas revoloteaban por mi cabeza sin control… pero al final, el calor de su respiración, la sensación cálida de sus besos era más fuerte que cualquier otra cosa…

Sentí como metió sus manos debajo de mi camiseta, tocando mi vientre y subiendo hasta mis senos, sentí como jalo mi camiseta para quitármela por completo y déjame topless de nuevo, siguió besándome mas y mas…

  • para, para por favor – me limite a decir mientras trataba de alejarme de ella, ella se negó a soltarme y siguió besándome…mas y mas fuerte cada vez, se saco el saco, la blusa blanca que cubría su piel morena, me abrazo más fuerte, sentí sus senos contra los míos, sentí como sus manos tomaron mis caderas, como se empujaba contra mí, marcando el ritmo de sus caderas, me llevo al sillón, se recostó sobre mí, no dejaba de besarme, sus caderas se movían contra las mías, su piel caliente, su respiración, en medio de todo el ruido, de la confusión de sus besos, sonó su teléfono.

-hummmm….. odio ese teléfono- se limito a decir mientras  separaba su cuerpo de mi...

yo me puse la blusa de nuevo, me sentía extraña estando ahí, a su merced, no puedo decir que no me diera gusto, pero una parte, quizás la mas mínima, sentía un tipo de desagrado, supongo que me hubiera gustado conocerla en otra situación, siendo ella una mujer común, normal, que trabajara en una oficina de 8 a 5... pero las cosas eran lo que eran y no se podían cambiar... al menos yo no podía cambiarlas.

Me limite a vestirme de nuevo, se acercó a mi mientras se abotonaba la blusa dejando el saco olvidado, me tomo de la muñeca, me jalo hacia ella, y me dijo despacio - dadas las circunstancias actuales.... Vamos a irnos de luna de miel- lo sentí realmente como una burla y el mensaje entremezclado de que teníamos que movernos porque seguramente, alguien seguía los pasos de Perséfone. Era sencillo adivinar eso, siempre habría algo o alguien tras de ella eso era lo único que sabia con seguridad.

Por fin después de mucho rogarle me entrego la ropa que tenía cuando me había "levantado" días atrás, con la cantaleta de que esa ropa era demasiado caliente para donde iríamos, le prometí que dejaría que me comprara lo que quisiera si me dejaba llamar a casa.... y ella a su vez me prometió dejarme llamar, siempre y cuando me dejara poner el rastreador nuevo... idea que en verdad deteste desde el inicio, pero... Al final siempre me ha parecido inútil razonar con alguien que sabes puede matarte solo porque si.

Se acercó a mi despacio y como todas las veces anteriores me tomo del tobillo derecho para ajustarme una pulsera mucho más pequeña, un aro de oro blanco, con pequeños rubíes incrustados, que hacían la vez de pequeñas figuras, como las flores de una enredadera grabadas en el metal... Debo admitir que de todos los "collares de perro" que Perséfone me había puesto, este era el más hermoso.

Lo examine despacio cuando la escuche -es lindo ¿no?, lo tengo hace meses... Me parece que el plateado te queda más lindo-  dijo sonriendo orgullosa.

-es el más lindo collar de perro que he tenido jamás – dije entre risas.

Claro que mi risa no le pareció graciosa y me miro con unos ojos que podrían partirme a la mitad.

Mientras salíamos pude percatarme que estaba en un pequeño departamento en medio de una ciudad, llena de ruido y bullicio que no pude reconocer, sabía que no estaba donde me habían recogido, la ciudad era totalmente distinta.

Nos montamos a un coche, como siempre una camioneta negra con los videos entintados que no dejaba ver absolutamente nada del exterior al interior y empezamos a salir de la ciudad, mientras yo iba en actitud de cachorro de perro, pegadita a la ventana, tratando de ver algo que me pareciera familiar.

-quítate de ahí, te van a dar un tiro- dijo Perséfone tratando de alejarme de la ventana mientras me jalaba de la blusa hacia ella –y bueno… cuéntame…¿Qué has hecho sin mi estos meses?- se limito a decir.

  • ¿Que no me vigilabas?-  me limite a contestar mientras trataba de seguir viendo por la ventana.

  • pero quiero que tu me cuentes- decía mientras seguía jalándome de la ropa.

-bueno… - dije mientras me alejaba de la ventana y me sentaba a su lado – supongo que hice lo que hace la gente normal, conseguí un trabajo, pague renta, tome mucho café y me estrese… lo común- me limite a decir- por cierto… necesito que me digas cuantos días planeas tenerme secuestrada por que tengo que llamar a mi trabajo para decir que no podre ir – me limite a decir, tratando de ver por la ventada.

  • No sé por qué quieres tener un trabajo… - me dijo muy seria mientras me veía muy fijo como si de verdad no entendiera o le pareciera demasiado ajeno- yo puedo darte lo que necesites, si deseas algo puedes pedírmelo, yo trabajo mucho para que tu no tengas de que preocuparte, aparte – dijo mientras llevaba su mano a mi mejilla – tu eres mía y no tiene por qué faltarte nada – dijo con tanta convicción que me pareció que de verdad lo pensaba así.

-tu trabajas… no veo por qué yo no…- me limite a decir – y no te preocupes yo puedo comprarme lo que necesite, no pasa nada – dije en un tono relativamente altanero, como el que no necesita ayuda de nadie.

  • ¿Sabes que he pensado? – dijo muy seria, mientras miraba a la ventana –deberíamos vivir juntas-

  • Este….no has pensado que para vivir juntas tendría que saber cosas de ti, y pues salir y así?- le dije mientras la veía con un verdadero desconcierto.

-¿tu me quieres?- se limito a decirme

-hummm si….y ¿tu?- me limite a preguntar de nuevo.

-yo… siento más que quererte – me dijo jalándome hacia ella, mientras me acercaba tanto que podía sentir su respiración en mis labios.

Sentí como sus labios tocaron los míos, como su lengua comenzó a buscar la mía, como sus dientes mordisqueaban sus labios, se separo un poco y levanto un vidrio que dividió el asiento del conductor, comenzó a acariciarme los senos, despacio sobre la ropa, mientras metía su lengua en mi boca –shhhh…. Ahora si… no te vas a escapar….- entre beso y beso empezamos a sacarnos la ropa, no dejaba de besarme, y eso, en mi hacia que creciera un fuego que no había sentido en mucho tiempo una necesidad de ella, de sentirla que algún tiempo en verdad pensé que había desaparecido, no podía dejar de besarla, ya no pensaba con claridad, ese efecto tenia ella en mi, baje mi mano para sentir su sexo, sus pantis estaban húmedas y calientes, eso me éxito todavía mas, comencé a acariciarla sobre ellas,  y ella hizo lo mismo conmigo, estábamos ahí, semidesnudas dentro de un coche que todavía recorría las calles de la ciudad, sentía los altos, escuchaba el ruido de afuera, pero no me importaba… estaba ahí con ella y en ese momento solo existía eso, despacio la empecé a penetrar con el dedo índice, al ritmo de nuestros besos, que cada vez se volvían mas y mas intensos…. –cómeme- empezó a repetir despacio entre su respiración acelerada…. La verdad yo no sabía qué hacer… me agache frente a ella, ella levanto sus caderas y yo le zafe los pantis, los baje por sus piernas, ella me tomo del cabello y me empujo hasta su sexo, lo bese desesperada igual que sus boca, lamia de abajo a arriba, chupaba sus labios, hasta que ella empezó a moverse frenética marcándome un ritmo casi imposible de seguir, tome su clítoris entre mis labios y comencé a succionarlo al mismo ritmo que la penetraba con dos de mis dedos, estaba borracha de ella, no quería parar, la escuche gemir y no pare…. Se empezó a convulsionar a marcar un ritmo casi endemoniado, e igual no pare, no podía respirar pero la verdad no me importaba, solo quería estar ahí… me jalo del cabello y despego mi boca ansiosa de su sexo y me beso, mezclando su sabor con sus labios… me jalo hacia el asiento, y comenzó a masturbarme, yo trate de zafarme por que en verdad quería seguir probándola pero no me dejo, termino por ponerme boca abajo contra el asiento, montada ella sobre mí, sentía su sexo contra mis nalgas una de sus manos frotaba mi clítoris sin detenerse a pesar de mis peticiones que en ese momento eran casi ruegos y con la otra se encargaba de ver cuántos dedos podía meter al mismo tiempo en mí, yo gemía como loca… y la sentía frotarse mas y mas y mas rápido contra mi… me mordía el cuello, los hombros, hasta que tuve el orgasmo más fuerte de toda mi vida…. Ella se froto un poco mas contra mí, hasta que se vino de nuevo…. La sentí quedarse quieta un poco y sentí el peso muerto de su cuerpo sobre el mío un momento… estábamos ahí cubiertas de sudor, recuperando de golpe todo el tiempo perdido… tomo su mano derecha la que había estado dentro de mí y me ofreció sus dos dedos, todavía húmedos de mi sexo… yo los metí a mi boca sin pensarlo… después me beso…. Después del estrepitoso paso de su cuerpo sobre el mío… mientras trataba de incorporarme, de vestirme y ver infructuosamente hacia donde nos llevaba el coche… la vi sonriendo, no pude evitar y le sonreí de vuelta… - te amo – dijo de golpe, como si las palabras se hubieran escapado de sus labios, inmediatamente la vi cubrir su boca con la mano, como si hubiera dicho un secreto que nadie debía conocer, su mirada cambio de golpe.….