Las nalgas de mi hermana

Mi hermana es una hermosa mujer, con un cuerpo escultural y unas nalgas preciosas, y justa edad para gozarlas. Era urgente impedir cayeran en manos extrañas. Entonces me decidì ...

LAS NALGAS DE MI HERMANA

Decidí empezar desde el principio, pues de no hacerlo en ésta forma no podría explicar y menos entender, cómo me había sido posible, sin haberme visto precisado a desarrollar una larga, tediosa y desvergonzada actividad de previo calentamiento, lograr llegar a estar, como ahora lo narro, cómodamente sentado higball en mano, en una fabulosa terraza de hotel frente al mar, esperando nerviosamente emocionado, se hiciera realidad la promesa de encontrarme a la espera de mi hermana mayor, quien la semana anterior me había prometido puntualmente acudir a la cita previamente concertada.

No creo en la conocida versión de que la gran mayoría de los hombres respetamos a plenitud el sexto Mandamiento, y de que en consecuencia, no se nos antoja ni deseamos a la mujer ajena. No es cierto, la verdad es que se nos antojan todas : las de la propia familia, y las de la ajena mucho más. La diferencia es que, afortunadamente, en la inmensa mayoría no nos convertimos en criminales violadores y respetamos las reglas de conducta, convirtiéndonos en simples peticionarios de amor y sexo, todo de acuerdo en la generalidad de los casos, actuando con la capacidad, edad, experiencia y educación de cada persona; pero de que a toda mujer con buenas nalgas, inclusive algunas flacas y muchas gordas, claro que sí las deseamos y se nos antojan; ello es absolutamente humano. Lo importante y verdaderamente trascendente en la eterna batalla de la satisfacción sexual, es lograr la conquista de la hembra y disfrutarla con su pleno consentimiento, cumpliéndose así el antojo, el cual posiblemente también sea el de ella misma.

Un " antojo de nalgas " semejante, es la historia que deseo relatar.

No es necesario ni de importancia en la narración, ni de interés para el lector, atiborrarlos con una larguísima información sobre quienes son, ni el medio social y cultural en que se desempeñan y viven los diversos personajes de la historia; esa información se irá dando a conocer conforme al curso natural y desarrollo de los propios acontecimientos lo exija..

Vámonos por tanto a la parte medular de nuestra historia :

Era un día viernes, aproximadamente las l3:30 Hs., el elevador del edificio donde laboro y se encuentran mis oficinas profesionales, detuvo su marcha y abrió sus puertas para desalojar usuarios, principalmente a quienes ocurrian a los bares del Club Internacional. Había llegado ahí en forma absolutamente accidental, pero ya que en ese lugar me encontraba, me acerqué a la barra y solicité un tequila doble acompañado de una cerveza, eligiendo para que me lo sirvieran una mesa un tanto alejada de un grupo de comensales que alegremente departian.

Tras la copa doble que con gran satisfacción apuró mi garganta, y esperando la siguiente, acudieron a mi mente todos los ardientes y lúbricos pensamientos que durante los últimos meses había venido dolorosamente padeciendo; advertí en mi acelerado corazón, que definitivamente había llegado el momento crucial de confesar a esa mujer mi privilegiado antojo de concederme la dicha de gozar el primigenio de su virtud; y en el caso de no obtener el sagrado privilegio, tomar mi propia determinación de borrar y olvidar para siempre, arrancando de todas las fibras de mi ser, la bellísima y monumental imágen de esa hembra que habia cautivado, alegrado y esclavizado mi vida sexual, a la que teniéndola aparentemente tan cerca de mi alcance, era muy posible me fuera arrebatada perdiendo la ocasión de beber de sus primicias, arriesgando que un " barbajan " cualquiera, inclusive en perjuicio de ella misma, podría llegar a ser el afortunado en conquistar a tan suprema hembra : a Bertha, mi hermana.

Y era cierto mi soberbia hermana, a sus hermosos veintinueve años, apenas dos mayor a los míos , es una real hembra : preciosa por el lado que quieras contemplarla : alta en sus l.72 cms. de estatura, piel blanca nívea, cabello castaño muy claro, ojos negros grandes y brillantes, pestañas y cejas muy finamente delineadas; boca y labios tan divinamente atractivos que no encuentro cómo definirlos y que encierran todos los secretos del sexo que derrama a su paso; y más cuando se le puede contemplar erguida en su cuerpo monumental, luciendo sobre sus torneadas piernas un par de hermosísímas nalgas de potranca fina, rematando, como si todavía fuere poco para adularla en todo, una maravillosa visión de sus senos celestiales.

No es exageración ni mentira, únicamente verdad.

Tomada que habia sido ya la decisión de plantear el caso a mi propia hermana, y decidido hacerlo para esa misma tarde de viernes, telefónicamente la localicé en las oficinas de su propia empresa y expliqué tener necesidad y urgencia de platicar con ella esa misma tarde. Aceptando encontrarnos en un par de horas en el Café Versalles, un lugar cercano a su oficina, a donde me dijo estaría con nosotros Graciela, su amiga, " tu enamorada de siempre", -me dijo. No Bety, -protesté- claro que me resulta grata la presencia de Graciela, pero la realidad es que necesito hablar contigo de una situación muy seria y personal para ambos.Válgame Berto, - no me asustes - ¿ pues de qué se trata ? No tengas cuidado, -respondí, -agregando : bueno si no puedes trataré de hablar contigo la semana entrante, ya te avisaré. No, por favor, no me dejes con la intriga, vente con nosotras al Versalles, luego vamos a dejar a la Chela a su casa y nos quedará tiempo para tratar tu asunto. ¿ Quieres ? Bien, - así lo harémos, -remaché.

Acudí adonde se encontraban las mujeres y tras una gratísima recepción de sabrosos abrazos y besos en la mejilla, la mayoría de simple y grata cortesía y otros no tanto, pude enterarme que el objeto de la cita

entre las damas, era el acordar un próximo viaje de compras al Sur de nuestra frontera Norte, a la que nuestras mujeres son tan adeptas. Después de dejar a Chela en su casa, acompañado de Bety nos dirigimos a un Restaurant-Bar, ciertamente distinguido, que se ubica en el centro comercial de una de nuestras Colonias de lujo en la Ciudad.

Apenas habíamos tomado asiento e inclusive antes de ordenar servicio, Bety me increpó diciendo : híjole Berto, me tienes super intrigada, te veo muy misterioso; ándale … dime de qué se trata tu asunto y por qué es tan importante. Y a mí, al escucharla, el cielo se me vino al suelo.

No encontraba en ese instante las palabras adecuadas para iniciar el diálogo, ni las mas simples para empezar siquiera, y la situación claro, no era para menos : se trataba sencillamente de encontrar la forma justa, correcta, honesta y educada de pedirle las nalgas a mi propia hermana.

La emocionante situación que estaba viviendo, y el real conocimiento de la consciente responsabilidad que habría de depositar sobre mis hombros al poner en marcha tan atrevida petición sexual, y saber además que esa misma conducta podría traducirse en una auténtica y vergonzoza locura motivando muy posibles graves consecuencias, me obligó, sin desearlo, a guardar durante algunos segundos un nervioso silencio, a el cual mi hermana

Bertha, que es una mujer sumamente inteligente, buscando una explicación en mi conducta, clavó fijamente la mirada de sus ojazos negros en los míos, y figurando con sus labios una hermosa sonrisa, me sorprendió diciendo : la verdad Alberto, ya no puedes ocultarlo, estás enfermo : creo manito que tú estás enamorado. .

En el mismo instante que mi hermana pronunció su personal dictámen sobre mi nerviosismo, automáticamente ella misma, sin saberlo, me ofreció el camino para seguir el mío, y me tiré a fondo : " Sí Bety, estoy enamorado, más que eso, estoy locamente enfermo y precisamente por tí y de tí, - agregando : estoy enamorado hasta las pelotas, soñando contigo desnuda siempre y necesitándote con todas las urgencias del mundo; no me interrumpas, por favor, déjame explicártelo todo.

Mira, de principio debes entender que tengo por tí dos amores. El primero, muy grande y sincero, es el amor de hermanos; pero además de ese amor divino, tengo el otro, muy fuerte y terrible, el amor supremo del macho a la hermosa hermana hembra, y tú eres la más preciosa de cuantas mujeres he conocido en mi vida. Estás en estos momentos en la plena madurez de tu juventud, y al menos que yo sepa, no tienes aprobado candidato alguno al matrimonio, y sí en cambio, una eterna lista de pretendientes frustrados. Y en el medio de ésta situación, no puedo dejar de pensar y sufrir, que tú eres una preciosa hembra que no sé cuantas veces al día –- te ves obligada, ya debes estar acostumbrada--, a soportar el aguijoneo natural de tu propia e intensa sexualidad, escuchando además, al mismo tiempo, el constante asedio de toda clase de moscardones, esperando se les brinde la oportunidad de sorprenderte en un instante de femenina calentura, para irracionalmente arrebatar tu virginidad con ausencia total de la delicadeza y ternura que tu calidad de hembra se merece.

En esa forma pensando querida hermanita, y conociendo de tu edad y ardiente temperamento sexual, no es nada improbable tengas real y urgente necesidad de buscarte la forma, por sencilla que sea, de obtener algún tipo de gratificación sexual, con el único propósito de no verte obligada a anticipar sucesos y preservar tu deseo de llegar virgen al matrimonio; y una manera de lograrlo, mi adorada Bety, es constituirme en tu sagrado amante y celoso protector de tu integridad sexual, hasta que finalmente encuentres tu verdadero amor. En tanto yo, mi divina Bety, cuidaré con celo cada centímetro de tu bello cuerpo. Mis manos primero y mis labios después, recorrerán con grande amor y sapiencia todos y cada uno de tus pasillos erógenos, buscando en todo momento hacerte disfrutar al máximo de todas las delicias sexuales que nos son otorgadas por decisión divina a los humanos. De todas y en todo tiempo, sin mancillar en modo alguno la generosidad de tu cuerpo, que al unirse con el mío, siempre sano, estará totalmente entregado al tuyo y dispongas de él como tú lo quieras. Por último mi amor, no quiero por el momento la definitiva respuesta; quisiera me la dieras en persona la próxima semana que la tienes libre y que yo vacacionaré, como siempre, en mi Departamento en la Isla Padre, pudiendo entonces vernos allá mismo el jueves próximo alrededor de las tres de la tarde. ¿ Quedamos de acuerdo en ello ?

Una semana más tarde, cuando sentado en la terraza frente al mar con hig ball en mano, empezaba a desesperar por la falta de noticias, escuché el característico sonido de la cerradura en la puerta del departamento. Anticipé el arribo de mi querida hermana, pues ella era la única persona de toda mi familia a quien desde un par de años atrás, le había entregado llave y libertad total para disfrutarlo cuando lo estimara pertinente. Se abrió la puerta y la hermosa presencia de Bety sacudió mi cuerpo y ambos, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo con antelación, corrimos a abrazarnos y besar nuestras mejillas con tanta alegría y desesperación, que cualquiera hubiera juzgado que teníamos un siglo de no vernos. Luego, como asustados. nos quedamos mutuamente contemplando, sin pronunciar palabra, dejando por ese instante cruzar por nuestra mente los inconfesables y lujuriosos deseos que nos habían reunido, hasta que Bety, finalmente rompió el silencio y me sorprendió diciendo : " Bueno hermanito, ya estoy aquí. Y ahora, ¿ Qué es lo que piensas hacer conmigo ?

Primero amor brindémos por tu presencia y nuestro encuentro, y esperaramos se calmen nuestros nervios, los tuyos y los míos, ya que sabemos nos encontramos bajo una muy fuerte amorosa tensión. En seguida, tomar el baño que me dices tienes programado y luego, descansados y tranquilos, conocer si ya has pensado y consentido disfrutar a plenitud nuestras intimas inclinaciones sexuales, manteniendo nuestra relación sexual en el más absoluto secreto, ¿ estas de acuerdo ? Naturalmente lo estoy, - respondió Bety, agregando : Lo confirmo en todo, y ahora ya déjame pasar al baño mientras pones al hielo esas botellas de champaña Dom Perignon, que quiero beber y disfrutarlas como nunca antes lo he hecho, y luego gozarte cuando muerdas mis senos y yo a tu verga la acaricie toda, -me dijo.

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El chasquido de la puerta al abrirse, me hizo volver el rostro hacia la bañera, y vi, como si estallara en luces, la imponente presencia de mi hermana. Esperaba verla enfundada en un esplendente vestuario de gasas transparentes que aparentarian ocultar, sin conseguirlo, la belleza de su imágen; pero no, no llevaba nada que protegiera la desnuda majestuosidad de su cuerpo, dejándome arrobado mientras que caminando paso a paso a mi encuentro, anunciaba con una voz alegre y grave : " Así mi amor, así como me estás viendo, una noche me soñé buscándote desnuda, para refugiarme en tus brazos y entregarme toda a tí. " Y así diciendo, su hermosísimo cuerpo desnudo se fundió al mío en un cálido abrazo de amor desesperado.

. Esa arrebatada conducta de Bety, de inmediato me hizo tomar conciencia del extraordinario grado de lujuria que estaba viviendo mi querida hermana, lo cual confirmaba plenamente la oportunidad y tiempo en que estaba haciendo valer mi intervención. Pero era yo quien estaba obligado a darle a conocer todas las exquisiteces del amor sexual, evitándole tropelías como las que se trataba de salvar. Fue por ello que contrastando con sus ardientes ímpetus, la tomé en brazos y acariciándo suavemente sus hermosas nalgas, intenté recostarla en cama, pero fue ella quien con un rápido giro de su cuerpo me hizo perder equilibrio y caer abrazados, quedando sus tetas presionando mi vientre y su bello rostro sepultado entre mis piernas con mi erecta verga apollada en sus mejillas; circunstancia que inmediatamente fue aprovechada por Bety, que tomando mi verga entre sus manos, empezó a descargar sobre ella una interminable serie de besos y caricias, gritando más que diciendo : " ésta verga es mía manito, para nadie más debe ser éste vergón, sólo para tu hermanita ". ¿ cuál es su medida, cuánto mide tu cosa manito ? Cinta en regla, mide 24 cms., -le informaba, mientras hacía esfuerzos para mover su cuerpazo hacia el centro de la cama, buscando mayor espacio para invertir la posición desnuda de nuestros cuerpos y me permitiera llegar al corazón de su sexo y explorar con mis besos su vagina.

Era una situación irreal en la que quedaron colocados nuestros cuerpos : por una parte y con verdadera desesperada pasión, Bety se aferraba a mis genitales, sin permitir movimiento agarrando en una mano mis huevos, y con la otra apresar mi erecta verga pretendiendo con ella acariciar sus mejillas y besarla al mismo tiempo; razón por la que sin quererlo me mantenía bajo control testicular, imposibilitándome para enderezar mi cuerpo y separarme de sus piernas, en donde yo luchaba para alcanzar su zona púbica y brindarle al fin mis primeros besos y caricias a su precioso culito.

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La realidad era que ambos estábamos ardientemente enloquecidos de erotismo e incontenibles deseos de entregarnos por fin a disfrutar de nuestras ansias sexuales tan largamente contenidas; pero muy larga había sido la nocturna jornada, y así, entre besos, suspiros, abrazos y promesas, sin pretenderlo, nos quedamos dormidos.

C o n t i n u a r á

Muy pronto aparecerá la Segunda Parte. Nos interesa en mucho conocer la opinión de todo lector, particularmente de quienes hayan vivido o estén vi viendo una experiencia semejante a la nuestra, al. e-mail : lysayyo@yahoo.com.mx