Las mujeres de mi familia me ayudan 8, final
Después de vivir toda la vida en mi casa, con mi madre y mi hermana, con sólo 19 años me iba a vivir sólo y nada menos que a Inglaterra. Antes irme, ellas me ayudan a superar mi timidez
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(Resto de la semana y cierre)
El resto de la semana fue verdaderamente una prueba de fuerza para mí.
Después de cogerme a mi prima y apenas volví a la casa, llegó mi hermana. Eran apenas las 11:30.
-¿Cómo es que llegas tan temprano?- le pregunté.
-¡Ah! Dejé las niñas en la clase de ballet un poco más temprano…-
-¿Y eso?-
-Oh… es que… tengo una picazón por aquí…-
-¿Una picazón?- pregunté yo extrañado.
-¡Ay hermanito, jajaja. ¡Tengo ganas de coger, eso es todo! Ven, vamos a tu cuarto-
Así pues, pasé el mediodía con mi hermana, haciendo lo mismo.
Bueno, no lo mismo, porque a diferencia de la prima, mi hermana tenía mucha experiencia y tendía a llevar la iniciativa.
Como a las tres de la tarde, se despidió de mi, anunciándome que el viernes vendría otra vez.
-Vas a estar un año afuera, así que tengo que aprovechar cada momento- me dijo.
Después pasé la tarde en mi cuarto, durmiendo y reponiendo energías. Cuando, mamá llegó, relativamente temprano también, acababa de hacer un poco de ejercicio y de bañarme.
Cenamos juntos como siempre y después de pasar un raro frente a la TV, me dijo:
-Voy a darme un baño- me anunció -¿Cuando salga nos vemos en tu cuarto?-
Una vez en el cuarto, mamá se desnudó sin ningún preámbulo y se metió en la cama conmigo. Yo, por supuesto, también estaba desnudo.
-¿Me extrañaste?- me preguntó.
-Mucho- le mentí. En realidad, casi no había tenido tiempo de extrañarla.
-Yo también. Me he pasado todo el día mojada. Mmmm-
Esa noche hicimos el amor sólo una vez. La verdad era que mi cuerpo no daba para más, pero lo hicimos tan lento y con tanto cariño que mamá simplemente pensó que estaba cansado ¡y lo estaba!
El día siguiente me tocó un maratón semejante. Mi prima me llamó temprano para que fuera a su casa y por supuesto, la complací, aunque sólo hicimos el amor una vez. Bueno, ella acabó tres veces, pero yo sólo una.
Después vino mi hermana y logré el mismo efecto. Aguantando lo suficiente como para que ella tuviese dos orgasmos.
Con mi tía fué un poco más difícil porque ella se había preparado para que me la cogiera por el culo, lo que después de tantas expectativas no me gustó tanto. En cualquier caso, eso significó que tuve que acabar una vez dentro de su culo y otra vez en su vagina para que ella tuviera su recompensa.
Por último mamá volvió a mi cama en la noche ¿porqué no? Ella no podía saber que había pasado toda la semana cogiéndome a mi hermana a mi tía y a mi prima!!!
Finalmente llegó el sábado, día del viaje. Yo ya me había despedido el día anterior de mi tía y de mi prima. Mi hermana vino a acompañar a mamá al aeropuerto, así que nos despedimos los tres allí, con muchas lágrimas y muchos abrazos. Si ambas no hubiesen estado tan llorosas, quiás hubiesen notado que nuestros abrazos y besos eran un poco más de lo normal para una relación familiar, pero quién iba a prestar atención.
Finalmente pasé inmigración y quedé de mi cuenta. Quizás estaba demasiado cansado para darme cuenta, pero ya no estab nervioso, sólo quería llegar ya y empezar mi nueva vida.
Mientras esperaba para embarcar, una preciosa chica se sentó a mi lado y empezó a llorar quedamente.
-¿Estás bien?- le pregunté. Después de hacerlo me di cuenta que era la primera vez en mi vida que me atrevía a iniciar una conversación con una extraña.
-Si… no…- me contestó sorprendida.
-¿Estás triste porque te vas?- le pregunté con una sonrisa, tratando de ser simpático.
-Si… pero además estoy nerviosa-
-¿No tienes a nadie que te acompañe?
-No, voy sola-
-No tienes que estar nerviosa. Yo te acompaño-
-¡Gracias!- dijo esbozando una sonrisa.
¡Estaba hablando con una mujer. Y la miraba a la cara y no me moría de vergüenza!
Definitivamente el tratamiento proporcionado por las mujeres de mis familia me había curado.
Orlando
Febrero, 2021