Las mujeres de la familia 3

Postboda tranquila.

El día siguiente a la boda era domingo, me desperté primero, tenía a mi mujer al lado y yo, quizás por efecto aún de la viagra que me había dado Maite tenía una erección considerable, me levanté al aseo y al volver al dormitorio la vi con su culo durmiendo boca abajo y no me pude resistir. Le quite las bragas y la muy puta me ayudo a poder hacerlo. La estuve follando como una media hora, y cuando acabamos los dos sudorosos, a pesar del aire acondicionado, nos fundimos en un abrazo. Entonces nos besamos.

-Tu polla es la mejor Andy –Ella es la única que me llamaba así y sólo cuando estábamos solos.

  • Y entonces por qué estas con él?

  • Me da algo que necesito. Y tú con Reme, mi amiga y con Patricia, la vecina de abajo? No sabes que decir verdad? Jjajajjajj No te preocupes yo las animé a que tuvieran sexo contigo.

-Joder Luisa, y yo pensando que eran mis conquistas… jajajajaja Desde luego las mujeres sois mejores que los hombres. Y tú has estado con alguno más?

  • Sólo con Juan. Yo soy más selectiva. En cambio tú hasta con tu propia hija. No te lo reprocho la hiciste muy feliz anoche, bueno antes de anoche, os oí a los dos en la refriega y fue algo especial para mí, lo reconozco.

  • Gracias cariño.

-Perooooo… pero no quiero que te vuelvas a follar a mi hija. Nunca más. No quiero correr el riesgo de tener un nieto-hijo. Me lo prometes?

-Te lo prometo – le dije tras unos instantes de silencio.- Ayer cuando, durante la boda, la acompañe a cambiarse de zapatos, estuvimos hablando de ello y los dos decidimos que no volvería a pasar. Te parece bien?

  • Genial, es lo único que quería pedirte.

-Entonces con Patricia?

-Puedes tirártela las veces que quieras. Y a Reme si ella quiere también.

Bueno no estaba mal el trato, teniendo en cuenta que ella no sabía, Anna no le había dicho, que follamos ayer por la tarde y que Julia tampoco le había dicho nada y mi mujer no sabía nada de esos nuevos pasos que había dado. Pasaron 15 días desde la boda. Mi hija se fue de viaje de novios durante esa quincena  y luego se hizo a su vida normal de casada. Mi hija y su marido habían tenido las vacaciones el mes de Julio y como los dos eran profesores hasta septiembre no tenían que volver al trabajo les quedaba una quincena para disfrutar. Julia y mi hijo se habían ido a la costa, a la playa con los padres de ella que tenían un apartamento.  Mi hija y su ya marido vinieron a visitarnos al regresar del viaje, nos trajeron algunos regalos. Y durante unos días se volvieron a marchar, ahora con unos amigos, a Galicia. Mi mujer y yo disfrutamos de unos días tranquilos en una ciudad prácticamente vacía. Fuimos al médico y me hizo un reconocimiento para ver si podía tolerar el uso de la viagra. Me dijo que podía utilizarla pero que no abusase de ella.

Así llegó septiembre y todos empezamos con nuestras tareas en nuestros trabajos.  Yo solo follaba con Luisa, ya todo había pasado, parecía lejano y no sabía si todo aquello había sido un sueño y si volvería a pasar algún día. Julia fue la que nos sacó de esa monotonía. Nos llamaron un día para comunicarnos que estaba embarazada. Yo me quedé blanco, nunca creí que aquello pasaría.  Fue Julia y mi hijo quien nos sacaron de la monotonía, nos llamaron una tarde para comunicarnos que ella estaba embarazada. Yo me quedé blanco, no pensaba que aquello pudiera pasar en realidad. Pero parecía que sí, aunque siempre cabía la opción de que yo no fuese el padre, pero todo parecía indicar que sí. Lo que me dejó completamente helado fue cuando vino mi hija y su marido a casa a visitarnos y nos anunció que estaba preñada. Con una alegría, que yo era incapaz de compartir.  Mi mujer también estaba algo azorada aunque intentaba disimularlo.

Los días pasaban lentamente, Luisa me sorprendió un día al llamarme al trabajo, me pidió que pasara por casa de nuestros consuegros para recoger una cosa. Y así lo hice cuando salí de la oficina cogí el coche y me dirigí a esa zona de la ciudad donde vivían Maite y Juan. Dejé el coche bien aparcado y llamé al telefonillo. Me abrió Maite y al subir y entrar a su casa me dijo que estaba sola. Que Juan estaba en mi casa, follándose a mi mujer. Así fuera de buscar hoteles y gastarse dinero, más práctico.

-Se la habrá follado más de una vez en mi cama, seguro.

-Puede ser pero ahora tú no estás engañado. Y además me tienes a mí. Ven vamos al dormitorio.

Nos cogimos de la mano, entramos al cuarto, nos desnudamos y me la follé. Con rabia, como ahora Juan estaría dándole a mi mujer. No quiso por el culo, dijo que era virgen, porque le daba mucho miedo y le dolía mucho. No quise insistir... al final le acabe en la boca y se lo trago todo.

-Menudo sable tienes consuegro. El de Juan es poco más de la mitad que el tuyo. Ya tenía ganas de probarlo.

  • De quién ha sido la idea de quedar hoy las dos parejas?

  • De tu mujer, Luisa es la que idea estas cosas.

  • Estas cosas? Has hecho algún trio con ellos?

  • Dos veces. Aquí en mi casa. En esta cama.

  • Y la que planeaba todo era Luisa.

  • Siempre, ella es la ideóloga del grupo.

-Ya veo ya. Bueno voy a vestirme y me voy a ver si los pillo.

  • No los vas a pillar, he quedado que cuando salgas de casa les llamaré.

  • Entonces… si no hubiese follado contigo y me hubiera ido, no habrían follado en mi cama.

  • Les hubiera llamado igual y se habrían ido a un hotel.

  • Un beso, me voy Maite.

Puedes estar casado 24 años con una mujer pero siempre, siempre tendrá la opción de sorprenderte, sobre todo cómo funciona la mente de esa mujer cuando intuye que su hija está embarazada por su marido. Iba sumido en mis pensamientos cuando llegaba a casa. Al subir al piso, Luisa no estaba y Juan tampoco por supuesto. La llamé al móvil tardó en cogerlo. Estaba follándosela se notaba por las respiraciones q se oían sobre todo una especie de gruñidos de él.

-Dime cariño!  - me dijo.

-Estas follando?

-Sí.

-Donde?

  • En el coche de juan.

-Venga vente.

-Eso iba a decirte Andy. Llegaré tarde esta noche. Como ya lo sabes todo no me importa decírtelo. Juan se ha tomado una viagra y la cosa va para largo. Espera ahí en casa que ahora te lo arreglo yo.

A los 5 minutos de estar por casa como alma en pena, llamaron al timbre. Era Patricia mi vecina, mi amante, pero desde antes del verano no habíamos follado. Patricia era una morena de rasgos orientales, labios carnosos y a pesar de haber tenido un hijo a sus 37 años conservaba esa figura de una hembra deseable.

-Me ha llamado Luisa, y me ha dicho q estabas solito. Que subiera a hacerte compañía.

-Mira Patricia, no es por ti, pero esto no funciona así. Sabes lo que te quiero decir verdad?

  • Si lo sé, tú no eres hombre que tolere esa forma de funcionar. Yo con Luisa tengo mucha confianza y le cuento las veces que nos hemos acostado. Fue ella la que me animó a saborear ese salchichón que tienes aquí abajo.

Estábamos sentados en el sofá. Y puso su mano sobre mi pantalón.

-Si hubiera sabido que estabas sólo y que Luisa iba a tardar… me hubiera subido sin dudarlo. He dejado a mi marido con el niño, le he dicho que Luisa estaba disgustada y necesitaba hablar conmigo

Pasé mis manos por debajo de su pelo, cogiéndole la nuca y la acerqué a mí para besarla.

-Ya follaremos cuando nos apetezca. No porque nadie nos lo prepare.

-Es que a mí me apetece ahora. Hace dos semanas que no me lo hace mi marido. Me lo haces?

  • Para eso te has de quedar varias horas, voy a tomarme una viagra y te necesito aquí.

-Cuánto tiempo?

-Calculo que unas tres o cuatro horas.

  • Eso es hasta las 12 de la noche. Cuánto tarda en hacer efecto la pastillita.

  • 15 ó 20 minutos.

-Vale mientras bajo para que mi marido lo sepa y vuelvo a subir.

Así lo hizo, quién se podía resistir a aquella hembra? Yo sentado en el sofá ella de pie, le quite la falda vaquera y su tanga negro, luego ella misma se quitó el top y el sujetador. Y se abalanzó sobre mí.

-Quiero que me folles aquí en tu sofá, hasta ahora siempre lo habíamos hecho en mi casa, es la primera vez aquí.

-Morbosita te da más gusto así… -ringgggggg   sonó su teléfono, era su marido, le preguntaba algo del biberón del niño. Dejé de bombearla y esperé, pero como tardaba un poco dándole las instrucciones, empecé a metérsela y  sacarla lentamente, con mesura, para no hacerla gemir. Era muy estrecha su vagina  y le costaba soportar mi polla al principio.

-Quieres que baje yo? – Le preguntó ella. Entonces le metí mi polla más rápido y llegó a decir bajito – Uffffff – y siguió diciendo… -Ufff Javi si lo has hecho mil veces. Si quieres voy –yo oía lo que decía el también al tener tan cerca el teléfono, él decía:

-No cariño, ya me apaño yo, si cuando bajes estoy durmiendo despiértame.

-Vale cariño tu vales mucho pero tu mujercita también vale lo suyo, por eso confía en mí Luisa.

  • Anda que ya se podía confiar a su hija o a alguna amiga.

-Venga javi que somos vecinos, para eso estamos.

Cuando colgó no pude reprimir una carcajada, -con que para eso estamos.

  • Para eso estamos, para eso, para lo que tú ya sabes.

-Para esto –dije dándole duro.

-Así, así, no pares no pares, ahhhhhhh q bueno ummmmmmm

Tras la conversación con su marido teniéndome a mí dentro, y un poco de juego duro en su coñito y no lo pudo evitar, se vino como una loca. Fue el primero de 4 orgasmos que se llevó a su casa a las 2 de la mañana. Luisa llegó más tarde, sobre las 5 de la madrugada. Venia duchada del hotel, su piel olía a jabón.