Las largas noches de invierno

Antes de contaros la secuela del relato anterior he decidido subiros la precuela. En ella os enseño quién me enseñó a chupar pollas y porque eso acabó gustándome tanto. Espero que les guste

Los inviernos en la mancha son tan largos y fríos que pasas en casa encerrado  más tiempo de lo normal.

Si eres un anciano lleno de achaques eso no suele ser un problema, por eso a mi abuela le encantaba el invierno. Pero si eres un adolescente con las hormonas en pura efervescencia, ese largo periodo de aislamiento, es más que probable que acabe logrando en ti comportamientos y conductas que no se darían en una persona que pisara la calle con mucha más frecuencia.

No voy  a culpar a mi madre por ello. ¡Ella hacía lo que podía trabajando en ese restaurante de carretera hasta altas horas de la madrugada para poder alimentarnos!. Ella pensaba que dejándonos a dormir en casa de la abuela solucionaba por completo el tema de la atención que mi hermano mayor y yo requeríamos.

Pero mi abuela pensaba que a partir de las siete de la noche en la que la oscuridad reinante en la calle era notable, era la hora ideal para que todos nos acostáramos.

Mi hermano mayor y yo solíamos obedecerla, … al fin y al cabo era ella la encargada de hacernos la cena. ¡Si no le hacíamos caso no comíamos! …¡así que puntuales como un reloj suizo mi hermano y yo aparecíamos en la cocina con el pijama puesto dispuestos a cenar rápidamente para poder irnos a la cama!

Mi abuela estaba encantada con nosotros, …¡jamás había tenido ningún gesto de disgusto por nuestra parte! …¡Cenábamos y nos íbamos a la cama como corderitos obedientes!.

Pero Julián y yo guardábamos un pequeño secreto. Cada noche esperábamos pacientemente a que la abuela se acostara para ir corriendo hasta la sala de estar para poner la tele y estar viéndola hasta que nos dieran las tantas. ¡Al día siguiente no había Dios que nos levantara para ir al instituto, pero ése era un daño colateral que estábamos dispuestos a soportar! …

¡Las películas de Pajares y Esteso tenían la culpa de esa tremenda actividad nocturna!

Se podría hasta decir que esas primeras imágenes de tetas y culos son las responsables de las primeras pajas de mi adolescencia.

Pero esas películas, que vistas hoy en día nos parecen hasta inocentes, iban a tener la culpa de todo lo que me acabó pasando después.

Mi hermano y yo devórabamos las imágenes esperando y celebrando con fervor la aparición de alguna teta dispersa que hiciera que nuestra calentura se avivara.

¡Un poco después cuando los dos creyéramos que el otro se había dormido ya, … empezaba la fiesta nocturna que cada noche se celebraba bajo las mantas!

El pijama se bajaba hasta las rodillas haciendo que nuestras pollas, ya duras se rozaran con las sábanas de felpa.

Una fugaz mirada al que dormía al lado te garantizaba que tu hermanito pequeño dormía

y  después de eso ...ala …¡a darle al manubrio hasta soltar un lefazo que te dejara dormir como un lirón hasta el día siguiente!


Durante esas largas noches de invierno, yo jugaba el rol del hermanito pequeño. Ese que no se enteraba de nada de lo que hacía su hermano mayor cada noche porque dormía plácidamente. ¡por eso no había ningún problema en dejarlo que se quedara a ver esas películas picantes contigo!

…¡Yo me dormía nada más meterme en la cama, … permitiendo que mi hermano mayor se pudiera pajear a gusto!

Pero esa noche todo estaba dispuesto a salir mal. Empezando por la película que echaban en la tele. Esta vez solo salía Andrés Pajares. ¡Mal pensé yo mientras empezaba la película! …¡Me gustaban mas las pelis en las que salía también Fernando Esteso! …¡Mi hermano y yo nos reíamos a carcajada limpia con esos dos! ¿El nombre de la peli? …¡Brujas Mágicas! … El argumento, no lo recuerdo muy bien, se que el protagonista era un molinero, y por el nombre debería salir en ella alguna bruja.  ¡Brujas no lo se!

…¡Pero Tetas, … si que salían! …¡En una de esas escenas el protagonista se metía con tres tias en pelotas dentro de un montón de harina! …¡Yo estaba súper cachondo pensando en el tremendo pajote que me iba a hacer después de que mi hermano se durmiera! … ¡Cada noche después de que mi hermano mayor se corriera, esperaba un par de minutos y al oírlo roncar empezaba yo a pajearme!


El resultado es que cada mañana amanecía la habitación con un olor insoportable. ¡Pero lo peor eran esas sábanas de felpa!

…¡En ellas las corridas  resecas,  eran la prueba inequívoca de la tremenda actividad nocturna que se desarrollana bajo las mantas!

…¡o mi abuela no se enteraba de nada, ...o era la perfecta encubridora ante nuestra madre de que tenía a dos pajilleros por hijos!


La putada fue que esa noche nuestra abuela si nos acabó cazando. Mi hermano y yo reíamos a carcajada limpia las ocurrencias de Ozores y la simplez de Pajares, cuando la vimos aparecer con esa redecilla en el pelo que le daba un aspecto todavía más tétrico a la escena

¿Se puede saber que estais haciendo los dos a estas horas? …¿Quién os ha dado permiso para poner la tele? ...Dijo ella con el cuarto todavía a oscuras.

¡Fue una suerte que no diera la luz! …¡Si no hubiera visto como sus dos nietecitos queridos se levantaban del sofá y salían rumbo a la habitación luciendo una enorme tienda de campaña bajo el pijama!


En casa de la abuela había tres habitaciones. La de ella estaba junto a la salita donde estaba la tele, mi abuela la prefería porque era la que estaba más cerca de todo y no había que atravesar toda la casa para llegar hasta las otras dos habitaciones, se llegaba a ellas después de atravesar la cocina y un pequeño patio en el que hacía un frío de muerte. El único aseo de la casa estaba también en ese patio pero ni mi hermano y yo no lo usábamos durante la noche para mear. ¡El orinal que había bajo la cama era perfecto para no pasar frío!.

Cuando nos quedábamos en casa de la abuela mi hermano y yo dormíamos en la única cama de matrimonio que tenía la casa. Esto no fue siempre así, antes de eso en esa cama dormíamos mi madre y yo, pero desde que empezó a trabajar en la cocina de ese restaurante de carretera y empezó a llegar tan tarde a casa, empezó a sentirse culpable porque me despertaba a su llegada. Al día siguiente no había dios que me levantara por lo que el cambio que nos propuso a mi hermano y a mi era que los dos nos metieramos en la cama de matrimonio y ella ocuparía la que hasta ahora era la habitación

en la que hermano mayor se pajeaba bien a gusto cada noche después de ver las películas

A Julián le hizo puñetera gracia el asunto pero al cabo de un mes se acababó acostumbrando a la inquisidora mirada que le daba a su cuerpo cada vez que lo veía desnudarse delante de mí para ponerse el pijama


Esa noche ninguno de los dos queríamos dormir, pero no nos quedaba otro remedio. ¡Sabíamos que si volvíamos a la salita para poner la tele noche acabaríamos cobrando,

así que llegamos a la habitación sin nada de sueño sin saber que en ese lugar estaba a punto de desarrollarse el desastre!

Mi hermano se agachó y sacó el orinal que había bajo la cama.

Sin darse la vuelta para ocultarse se sacó la polla algo morcillona por las imágenes de la peliculita y empezó a soltar el caliente chorro de orina que sonaba metálico al chocar con las paredes del recipiente

.

¡yo debía esperar a que el acabara para poder mear, así que no me quedaba otra que mirar furtivamente esa polla que por primera vez le veía a medio empalmar!

Mi hermano tenía solo un par de años más que yo, pero

su polla era casi el doble de grande que la mía. Sus pelotas estaban totalmente cubiertas de vello y unos pequeños pelillos le subían por la pelvis hasta rodearle el ombligo

El no apartaba la mirada de mi cara mientras meaba como escrutándome con la miraba.

Por un momento pareció que estaba a  punto de  decirme  algo, pero se detuvo.

¡Acabó sacudiéndose la polla de las últimas gotas de orina, y se la guardó bajo el pijama mientras me alcanzaba el orinal!

!Tu turno Juanito!  ... Y no me la mires tanto que me voy a pensar que eres marica


En ese momento me di cuenta de que mi hermano se había dado cuenta de todo. Pero decidí no darme por aludido y dándole la espalda me puse a mear como si nada.

Mientras lo hacía no dejaba de pensar en la visión de la polla de mi hermano.  ¡Juraría que al guardársela la tenía aún más empalmada que cuando empezó a mear!

Pero eso  solo eran imaginaciones mías ¿Cómo iba a ser eso posible?

¡Vamos Juan apaga la luz y métete en la cama! ...¡No querrás que la abuela venga a echarnos otra vez la bronca! ...

¿Y este repentino interés por que me acostara a que venía?

¡Nada más apagar la luz, supe que las preguntitas de mi hermano mayor todavía no habían terminado!

Me acababa de meter en la cama cuando lo oigo de nuevo …

¿Juan tu eres marica verdad?

¡Y tu eres gilipollas! Le contesté sin dudarlo

¡Venga hombre no te enfades!  ...¡Solo era una pregunta!  Además que sepas que si lo eres no pienso decírselo a nadie.

¡No tengo nada contra los maricas! …¡cuantos mas maricas haya en estepueblo mas tias podré follarme!

¡Yo no soy marica! Le dije más cabreado aún

¿Y cómo lo sabes?

¡Porque lo se!

¿Y porqué lo sabes?

¡Porque si!

¿Sabes una cosa?  ....¡Podríamos hacer una prueba para ver si lo eres!

¿Qué clase de prueba? le pregunté, mientras pensaba en qué diablos estaría tramando

¡Mira toca!  ... Su mano me había agarrado de la muñeca y llevándola hasta su entrepierna hizo que me encontrara con su polla toda dura y totalmente descapullada.

¿Cuando se había quitado el pijama?

Julián tenía que habérselo quitado al meterse en la cama,

mientras yo me daba la vuelta para mear en el orinal y evitar que me viera el tremendo empalme que se me había puesto

¿Te gusta?

¡No! ...¿porqué iba a gustarme?

Porque no me la sueltas...¡A los maricas les gustan mucho las pollas! ¡Están obsesionados con ellas!

¿Y cómo sabes tú todo eso?  Le pregunté mientras se la soltaba con cierto disgusto.  ¡Posiblemente no tendría otra oportunidad como esa para poder tocársela!..

.¡Pero no podía dejar que mi actitud le confirmara lo que ya sospechaba!

¿Y cómo sabes tú tantas cosas de los maricas? Volví a insistirle

¿Yoooo? ....¡Porqué en la pandilla lo hemos hablado algunas veces!

...¡Fíjate que en este pueblo hay un montón! ...¡Algunos hasta están casados y con hijos!

¿no jodas?

¿no te lo crees?

Dicen que a Germán el de la bodega su mujer lo pilló en la cama con dos tíos que trabajaban para él.  ¡Échale mano el tiempo que llevarían follándoselo, sin que ella lo supiera!

¡Pero hay más!

...A Luís el peluquero dicen que le encantan las pollas mas que los pitis.

¡En ese momento pensé en lo difícil que era eso, ya que cada vez que había ido a pelarme siempre había visto a eso tío con un pitillo en la boca!

… ¡Hasta el Dani lo es!

¿Quién tu amigo?

¡Si puedes creértelo!

¡Pues la verdad es que no! …¿Cómo va a ser marica?, ... si esta saliendo con la tía más buena del pueblo

Ya pero por lo visto el año pasado lo vieron subirse a la caravana de unos feriantes.

¡Por eso tenía tantas fichas el cabronazo! ¡Se ve que cada vez que lo enculaban en esa caravana les sacaba algún viaje gratis!


¡Aquello me estaba poniendo cada vez más cachondo!

Mientras me imaginaba todas esas escenas mi mano jugaba con mi polla que cada vez estaba más dura bajo el pijama

¡Tu también te has puesto cachondo!  Me dijo mi hermano mientras me la agarraba y empezaba a pajeármela.

No, ... me he puesto así por la peli.

Mi hermano se estaba cansado de tanta tontería y con la mano que le quedaba libre,  me volvió a agarrar de la muñeca  para volver a colocarla sobre su polla

Instintivamente comencé a meneársela como si se tratara de mi propia polla. ¡Menudo estirón había pegado la jodia!  ¡No me cabía en la mano!

¡Si yo creo que tu también eres marica!

Dijo con un suspiro.

¡No se porque lo tienes tan claro! ...¡Tú también me estás pajeando!

¿Porqué tu no lo eres?

¡Porque a mi no me gusta chuparla! ...¡Ya verás como a ti te encanta!  ...

¡Levántate y dale a la luz!  ....

¡Quiero ver la cara que pones mientras lo haces! ...¡Si pones cara de marica es porque lo eres!

¿Y si viene la abuela qué?  ...¡Acababa de perder por completo el sentido!  ...¡No lo cuestionaba por lo que me había pedido,  ...sino por el hecho de que podían pillarme haciéndolo!

Lo único que tienes que hacer es echar el cerrojo, así la abuela no podrá entrar.

¡Como no me decidía mi hermano apartó las mantas hacía un lado haciendo que todo mi cuerpo se quedara en pelotas! …¡el frío que hacía en esa habitación cuando te destapabas me golpeó haciendo que me encogiera! …¡Pero el siguió insistiendo!

¡Venga! …¿de verdad que no sientes curiosidad por saber qué se siente al chuparla?

¡Vale! ...Lo haré, … ¡pero sólo si después tú me la chupas a mi!

¡Venga! …¡Te la chuparé yo a ti también después de correrme pero vamos a darnos prisa que hace un frío de muerte y no quiero acabar resfriado!


Los recios calcetines que llevaba puestos no evitaron que se me helaran los pies por completo cuando los deposité en el suelo para caminar hasta la puerta. ¡encendí la luz y mientras los ojos se acostumbraban un poco a ella, vi como mi hermano me miraba desde la cama!

…¡Había apartado las mantas totalmente y estaba pajeándose mientras me esperaba!

Con sigilo fui moviendo el cerrojo que bloqueaba la puerta por dentro. Durante años había usado ese cerrojo para librarme de que mi hermano, la abuela o mi madre me dieran  alguna paliza por haber hecho una trastada, pero ahora había descubierto definitivamente para que lo habían puesto allí antes.

En los años de la posguerra las casas antiguas de la mancha eran una especie de comuna donde convivían varias familias en un espacio muy reducido. A veces todos los miembros de una misma familia ocupaban la misma habitación.

¡Estoy seguro de que esta era la única forma en la que mi abuelo y mi abuela podrían disfrutar de algo de intimidad para poder follar a gusto!

Cuando corrí hasta la cama mi hermano abrió las piernas haciendo que me metiera entre ellas.

Al taparme con las mantas mi cuerpo recuperó rápidamente algo de la temperatura corporal que acababa de perder.

Julián se subió un poco hacia arriba mientras apoyaba la espalda contra en cabecero.

¡Tápate, bien y deja solo la cabeza fuera! …¡Es lo único que vas a tener que usar para comerte mi rabo!

¿pero y si no me gusta?

¡Si no te gusta, … me lo dices y volvemos a las pajas! … eso si te gustaba,

¿verdad?

¡Un poco!

¡Vale, …

tienes que empezar haciendo lo mismo! …¡con la mano me la pajeas bien despacio y con la lengua le vas dando pequeños lametones! …¡Piensa que estas a punto de comerte un helado! …¡Pero no la muerdas! …

Sin pensarlo le solté un primer lametón que recorrió la base del capullo. ¡Este reaccionó dando un respingo! …¡fué gracioso ver como con solo un lenguetazo esa polla se movía como si tuviera vida propia!

¿que tal sabe?

¡No sabe a nada!

¡Hazlo un poco más despacio y ya veras como notas el sabor!

Volví a intentarlo y efectivamente un regustillo como a salado golpeo mis papilas.

¡Sabe como a salado!

¿te gusta? …

¡Psss, … no se! …¿y a ti?

¡A mi me encanta!

¿te gusta chuparla?

…¿a quién...se...?

¡no tontaina! …¡Digo que a mi me encanta, que me la chupes! …

¡Vamos sigue!

Engullí el capullo en su totalidad y entonces la mano Julián se depositó sobre mi cabeza. Ligeramente empezó a empujar, quería que me la tragara, pero  yo no estaba dispuesto a seguir con eso. Sacándola de la boca le dije, …

¡No te mees! …¡Eso no me gusta!

¡Que no tonto! …

¡Tu chupa despacio! …¡Cuanta más saliva le pongas mejor!

Haciéndole caso llené la boca de babas y empecé a deslizarme engulléndome todo el pollón. Sus movimientos alzando la pelvis para meterme su duro rabo aún más dentro de mi boca me animaban a no desfallecer en el intento.

Tener que abrir tanto la boca y tan seguido hacía que me doliera un poco la mandíbula.

De vez en cuando mi hermano me pedía que me la sacara,  para ello tiraba ligeramente de mi pelo. Entonces yo se la pajeaba lentamente mientras lo miraba esperando que me diera alguna instrucción

.

La saliva ayudaba a que mi mano se deslizara con mucha más suavidad.

¡Buahhh, no te haces una idea del gustazo que me está dando!

¡Como sigas a ese ritmo no voy a tardar en correrme!

¡Si te corres avísame que me da mucho asco!

Le dije mientras me volvía a engullir su rabo hasta la mitad

¡No te preocupes si tú vas a ser el primero en notarlo! ... ¡Qué gustazooo dioosss!

¡Me la saqué y volví a insistirle, ... acuérdate que luego me lo haces tu a mi!

¡Siiiii te lo prometo pero haz el favor de no parar! ...¡Me encanta eso que haces con la lenguaaa!

Mi hermano debía referirse a esos chupetones que le daba al capullo! Y que estaban logrando que su polla y sus pelotas no dejaran de moverse.

Apenas tuve tiempo de apartarme cuando lo oí decirme entre suspiros...

¡Me corrroooo!

¡El primero de los lefazos me entró directamente en la boca!

Me aparté para protestar pero fue peor, ya que un segundo trallazo me dio en todo el ojo.

Julián al ver cómo me había olvidado por completo de su polla se la agarró para seguir agitándola mientras la leche no paraba de salir saltando hacia: ...  su abdomen,  ...otro a mi cara, ...otro a las sábanas, ...y el último a mi pelo ...

¡Buah chaval,  menudo gustazo,  ...esto hay que repetirlo!

¡Será para ti,  ...al final no me has avisado y te has corrido en mi boca y por toda mi cara!

¡Es verdad estás hecho un cristo,  pero la culpa es tuya por sacártela! ...¡Tienes que esperar a que acabe y luego tragártela o escupirla!

¡Tu no estás bien! ... ¡Sabe fatal! … ¿Cómo voy a tragarmela? ¡Que ascoooo!

...¡A ver cómo lo haces tú ahora listo!

¿Yooooo? ...

¡No pienso ahorrarme al pilón,  como mucho te termino con la mano!

¡Me habías dicho que lo harías tú después!

¡No pienso mamártela porque yo no soy marica!

Mientras me decía esto

se incorporó un poco para coger su pijama que estaba junto a la cabecera,  para enfundárselo y darse la vuelta dejándome con la cara llena de lefa,  ... pero con ese sabor amargo en la boca que me remarcaba que acababa de perder la partida.

¡Por lo menos podrías decirme si crees si soy o no un marica!

¡No lo se Juanito,  necesito probar algo más!

... A los maricas les encanta que les den por el culo, pero ahora mismo estoy tan cansado que creo que lo tendremos que dejar para mañana!