Las Infidelidades de Esther, Raymond y Peter

Mis jugos bajaban y al ver esto Raymond se apresuro a meter su rostro entre mis piernas y su lengua invadió mi chochitaaa.. Una y otra vez esa lengua me penetro hasta lo mas profundo, una y otra vez aquella lengua me hacia suya y yo solo podía gemir, gemir una y otra vez" aahhh ahhh ahhh"

Hola soy Esther, trabajo en un banco hacen como quince años, y mediante mucho trabajo fui subiendo por meritos propio dentro de la empresa hasta llegar a ocupar la posición de gerente del dept. de cobros, bueno ya estando aquí llegue a tener bajo mi supervisión hasta 5 caballeros, muy guapos por cierto jajjaja.

Les cuento un poquito sobre mi, soy alta bastante de anchas curvas, ojos negros que siempre miran de frente, pelo lacio largo rojizo, blanca, de caracter soy una persona (modestia aparte ) bien fajona, me encanta aceptar retos y conseguir las metas que nos impone la compañía logrando estar mi oficina siempre en primer o segundo lugar a nivel de compañía. Eso sí, para conseguir esto siempre he trabajado hombro con hombro con mis compañeros, nunca les he pedido que hagan algo que yo, ya no haya hecho, y es por esto que ellos me adoran. Francamente la química es muy buena, y siento que ellos me respetan como líder.

Y de esta manera pues trabajando muy duro, consiguiendo metas bien altas, fue que poco a poco tuve que empezar a quedarme más y más tiempo en la oficina... Día a día salir más tarde para mantener todo en orden, pues para conseguir resultados excepcionales, tienes que hacer cosas excepcionales también. Y fue así que algunos de mis compañeros al verme quedándome hasta tan tarde, comenzaron a quedarse conmigo para "hacerme compañía"... al menos eso pensé.

Peter se quedo él es mi mano derecha, en él yo confiaría mi vida, demás esta decir que "francamente" me gustaba muchísimo, un joven rubio, velludo, voz grave y delgado... no sé porque a mi me encantan los hombres delgados, no fuertotes noo, solo los delgados. Hasta ese día nuestra relación había sido muy respetuosa, de jefa y subordinados (pero también de buenos amigos). El me había contado mil problemas que tenía con su mujer, la que yo francamente no soportaba. También se quedo esa noche Raymond, quien desde que fue contratado se me brindo de una manera especial, incluso un día llego a decirme que me parecía a su novia, la que se encontraba en Estados Unidos. Raymond me invitaba a almorzar a menudo, y francamente nuestras charlas eran muy amenas, eso si, nunca nada más intimo que de decirme que yo me parecía a su novia. Pero mil veces lo vi mirándome mientras trabajábamos, y en muchas ocasiones él hacia hasta lo imposible por aliviar mi carga de trabajo. Así que no me sorprendió nada cuando ambos al pasar la hora de salida no se fueron, continuaron sus labores hasta que el resto del personal se había ido.

Ese día yo había ido a trabajar con un conjunto muy profesional de falda, aunque debo decir que la falda era una mini. El conjunto negro, de finas lineas blancas, una blusa blanca con mangas estilo gitana, el pelo largo decidí dejarlo suelto aquel día y unas pantimedias que se pegaban a mis piernas haciendo notar más lo largas que ellas eran, para luego finalizar en unas sandalias de tacón alto, me daban el impacto de una ejecutiva súper sensual. No hacia falta más que me sentara y cualquiera podría ver muy bien mis bien formados muslos... la blusa blanca tenia un escote bastante pronunciado en V que dejaba ver el nacimiento de mis senos, y la piel blanca de ellos.

Peter me dijo: "Esther dame las llaves, voy a cerrar la puerta, no vaya a ser que llegue un cliente." Esta bien, Peter aquí están. y no pude evitar observar por un momento cuando él iba de espaldas hacia la puerta, su rico trasero... "Ufff que rico esta el condenado." pensé, y luego seguí con mis labores, hasta que note que Raymond cuando de repente me pregunto, "Estas estresada Esther?" "Como te das cuenta?"- le pregunte. Es que lo puedo sentir al decir esto lo miro, y veo que se había quitado su gabán de trabajar y se había remangados los puños de su camisa, "Waoo que sexy se veía así." - pensé y observe como se encamino hacia mi. "Esther, déjame ayudarte con eso." -levante mi mirada a ver que era eso con lo que me quería ayudar y Raymond había llegado hasta donde yo estaba sentada y se encontraba justo detrás mío. "Raymond que haces?- le pregunte algo turbada pues nunca se me había aproximado tanto. "Nada Esther, tú tranquila verás como te alivias de tanto estrés." y al decir esto puso sus manos sobre mis hombros, y muy lento comenzó a darme un masaje. De repente me asuste, realmente creo que me paralice, no hice nada. Y él continuo ese masaje tan delicioso que de inmediato me empece a sentir, no podía hacer otra cosa sino sentir aquellas manos sobre mis hombros masajeando y poco a poco notar que con discreción iban bajando un poco hacia mis senos... No pude evitar sentir como se me pusieron

duros los pezones y él tampoco dejo de notarlo por lo que su mano comenzó a bajar

y más ... sin poder evitar sentía que la excitación iba creciendo en mi. Las manos de Raymond seguían moviéndose sin detenerse, cada vez el masaje se hacia más y más profundo. Sin percatarme comencé a gemir, la excitación no lograba contenerla y Raymond sabiéndome su presa en ese momento bajo sus manos, entrando por mi escote atrapo mis senos. "Aahhh Raymond"- gemí y sin poder evitar mi cuerpo comenzó a moverse, como buscando ... mis piernas se abrieron un poco y mi falda se subió dejando ver mucho de mis muslo."

En ese momento entro Peter en acción que yo ni siquiera había visto llegar de cerrar la puerta, solo pude ver que tampoco traía gabán y que se había sacado la camisa y abriendo sus botones me dejo a la vista su pecho lleno de vellos. Peter se paro frente a mi y me abrió un poco más las piernas, les cuento que no evite, no pensaba en nada, solo me estaba dejando llevar por la enorme excitación que sentía, y no podía dejar de pensar lo que aquellos dos caballeros me estaban haciendo... Muy pronto sentí su rostro el estaba rosando su rostro por mis muslos, la falda ya se había subido bastante y prácticamente todo estaba al descubierto viendo ellos mis y mi tanga de encaje blanco. Mientras Raymond con mucho cuidado según me tocaba, me masajeaba bajo sus manos lentamente hasta que sin darme cuenta, él logro quitarme mi chaqueta.."Raymond" -gemí. "Calla Esther, mi niña vas a ver como te quitamos todo ese estrés que tienes acumulado, recuerda mamita que el estrés es peligroso para la salud, así que tranquila, nosotros sabemos lo que tú necesitas." Al decir esto abrió de un todo mi blusa dejándome con los senos al aire. Mis senos quedaron turgentes muy parados ... estaban como yo quizás, ansiosos, anhelantes mientras Raymond detrás mío conseguía dejar mis senos al aire, aunque inmediatamente sus manos se apoderaron de ellos, Peter me abría mas las piernas y rozando todo su rostro comenzó a besarme. Una y otra vez sentí sus labios sobre mis panties besando, sus manos tocándome toda, invadiéndome de una manera que jamas había soñado.

"Esther mamita, ahora necesito que te pares", -al decirlo de inmediato me levanto. Peter dejo de besar mi cuevita por encima del tanga y con una mano tiro todo lo que estaba sobre el escritorio haciéndome un espacio. Tan pronto estuvo libre el escritorio Raymond me dijo: "Mamita ahora, vamos se una chica buena y recuéstate." No podía creerlo, ahí me estaban haciendo y yo paralizada, solo dejándome llevar por las mil sensaciones que me recorrían, que me hacían una presa fácil de hacer. Cuando estuvo frente a mi indicándome que me acostara, Raymond no pudo evitar bajar su boca y apoderarse de uno de mis senos, lamió todo, hasta tener el pezón muy duro entre sus dientes y me mordió... "Aahhhh ahhh" - esta sensación me hacia enloquecer, ya no lograba contener mi cuerpo, este parecía haberse apropiado de mi mente y decía solo déjate hacer ...

Peter se había desnudado y cuando Raymond me acostó me puso su enorme polla entre mis labios, con una gran hambre lo devore, comencé a lamer y a chupar toda aquella verga que se me entregaba sin más. Mis labios pasaban una y otra vez por su polla, bajaba lamia sus bolas "AAhh ahhh."- escuche Peter también gimiendo una y otra vez a medida que mi lengua se posesionaba de su verga. Aquella verga rica, larga aunque algo delgada, hacia fácil poder meterla toda en mi boca. Raymond dejo mi pezón y sentí como abrió mis piernas teniendo ante si la vista entera de mi cuevita, que con tanta excitación se había mojado sin remedio... Mis jugos bajaban y al ver esto Raymond se apresuro a meter su rostro entre mis piernas y su lengua invadió mi chochitaaa.. Una y otra vez esa lengua me penetro hasta lo mas profundo, una y otra vez aquella lengua me hacia suya y yo solo podía gemir, gemir una y otra vez" aahhh ahhh ahhh"

Peter sintiendo mi lengua mamándole tan rico la polla, me dijo "Esther quiero que te bebas mi leche, vamos niñita esta leche te hará mucho bien, " -- me dijo. " Peter vamos damela, quiero toda tu leche en mi boca, mi niño quiero tomarme tan rica leche, vamos échamela." Raymond y su lengua no dejaban de penetrarme ... aquella lengua de pronto estaba en mi chochita, como de pronto entraba en mi culito, aquella lengua me estaba dando mi sensaciones y yo ya no podía dejar de culear ""Aaahh ahhhh Meter, cójanme, vamos cójanme." Peter me metió su verga hasta lo mas profundo de mi garganta y una vez ahí comenzó a culear sin detenerse. Raymond sigue lamiéndome toda, aquella lengua se había convertido en mi dueña y sin detenerse una sola vez, Peter siguió clavando en mi su enorme polla hasta que mi cuerpo sintió como los espasmos lo hacían presa, de un viaje que ya no tenia retorno, ya sentía yo como se abría el cielo y yo iba en una caída libre, aquella sensación tan ricaa de saber que has tenido un orgasmo como pocos,... Peter al ver como los espasmos orgasmicos se apoderaban de mi cuerpo, con un gruñido que salia de lo mas profundo de si, se corrió echándome toda su leche dentro de mi boca... y ya ahí yo me adueñe de ella no permitiendo que se perdiera una sola gota... Raymond sintiendo también lo rico de nuestras corridas saco su polla y sin dudar exploto sobre mi chochitaa... regándome toda con su leche...

Y fue así mis amigos lectores, que al fin pude liberar todo el estrés que amenazaba con matarme...

He aquí la quinta y sexta infidelidad pues tuve la dicha de vivir el ser poseída por dos hombres a la vez... y que dos hombres... Esther