Las infidelidades de Emma capítulo 3

La reunión en la casa de Francisco en la que Emma recibe una propuesta. Emma y Álvaro follan por primera vez.

Recomiendo la lectura de los capítulos anteriores para poder comprender la historia.


Guadalupe le dio el espectacular abrigo de visón que llevaba puesto a la asistenta para que se lo guardara en un lugar seguro, dando paso a un look consistente en un vestido corto de cuero muy parecido al de Estefanía y a unas botas mosqueteras con bastante tacón; pidió a la asistenta una copa de vino y se sentó a mi lado y Lara comenzó a hablar:

Lara: -” Emma, supongo que te estarás preguntando qué coño haces aquí, porque te hemos citado y como es que nos conocemos entre todos nosotros, pues te lo voy a explicar.

Hace un par de años Estefanía estaba en una situación parecida a la tuya, cuerpo natural, estancada en un matrimonio y con una hija, sin trabajo estable y sin ser feliz, aunque aparentemente viviera en una buena casa y pareciera que lo tuviera todo.

Sin embargo, al conocernos su vida empezó a cambiar, ya puedes ver como está ahora y lo que ha cambiado su cuerpo con todas las cirugías que se le han hecho, vive con Álvaro que le da todos los caprichos y se la folla a diario varias veces y disfruta de un nivel de vida que muchas envidiarían, solo le falta una hermana que le haga un poco de compañía, y esa serás tú si aceptas la propuesta que te vamos a hacer.

No solo vas a hacer feliz a Estefanía si aceptas, Francisco también depende de ti, explícales porqué, Paquita”.

Francisco comenzó a hablar, agradeciendo primero a su mujer que le dejara expresarse.

Francisco: -” Verás, Emma, yo llevo muchos años sintiéndome una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, hace unos 3 años por fin encontré a Ama Lara que me comprendía y me dijo que ella conocía a un cirujano que me ayudaría con todo el proceso, si a cambio ayudaba a un amigo suyo, a Álvaro, a encontrar dos mujeres a las que modificar a su gusto; Estefanía es ya casi una de esas dos porque está cerca de conseguir la transformación completa, pero tú puedes ser la otra, la que falta, si aceptas. ¿Qué te parece la idea?”

Yo no supe muy bien qué decir, ya sospechaba la situación de Francisco así que me sorprendió poco, en cualquier

caso,

me surgieron dos dudas, lo que me iba a pasar en cuanto a cambio corporal y lo que pasaría con mi marido y mis hijas.

Sobre mi cambio físico solo me dijeron que mirase a Estefanía, a la que le pidieron que se desnudara para que pudiera ver su cuerpo y me hiciera una idea.

Ver sus enormes tetas me dio envidia, su cintura encorsetada y con alguna cicatriz y todos sus tatuajes y piercings también me gustó mucho e incluso me excitó, cada vez estaba más cerca del sí, de aceptar.

Y en cuanto a la segunda pregunta, Lara e Ingrid me aseguraron que

tod@s

estarían bien, mi marido encontraría a otra persona con quien seguir viviendo en la misma casa y que cuidaría muy bien de mis hijas, aunque yo ya no las vería nunca más.

Eso fue lo único que me echó para atrás, pero Estefanía me aseguró que ella se sentía muy liberada y que era muy feliz en su nueva vida, y me trató de vender que debería aceptar pese el alto coste

emocinal

que supondría el no volver a ver a mi familia, a mis hijas.

Ana, la psiquiatra (Que en realidad tenía 32 años muy bien llevados) me informó que ella me ayudaría a superarlo a nivel

emocinal

, haciendo conmigo dos sesiones semanales de terapia e incluso con medicinas si hacía falta.

Sin más, la asistenta anunció que la cena ya estaba lista, fuimos todos al comedor de la casa y nos sentamos a cenar (Me senté entre Marina y Estefanía), había muchas cosas ricas y estuvimos hablando del tema, pero ya con menos rigidez y pude empezar a conocer a Estefanía y a hacerle algunas preguntas de dudas que tenía.

Antes de marcharme a mi casa, Marina, Ingrid y Lara me pidieron que me lo pensara bien y que les diera una respuesta antes del viernes a las 15:00 (Era el miércoles por la noche), con la idea de empezar a organizar todo si decía que sí, o a seguir buscando si me negaba a aceptar la oferta, situación que también supondría mi cese en la empresa de Ingrid y tener que volver a trabajar desde mi casa hasta que encontrara otro trabajo.

Me despedí de Marina, con quien quedé en que nos veríamos al día siguiente en el gimnasio para el entrenamiento con Pilar y a Ingrid le dije que nos veríamos en la oficina con total normalidad.

Salí de la casa de Francisco y fui junto con Estefanía a por el coche con la idea de regresar a mi casa y ponerme a pensar en qué hacer con mi vida, cuando llegamos a los coches, vi que Estefanía abría la puerta del suyo, todo un Lamborghini Urus (Un cochazo muy caro y potente) totalmente nuevo, y le pregunté por el coche, Estefanía se limitó a decir que era un regalo de Álvaro y se ofreció a que fuéramos a la casa donde vivían los dos, a que le conociera en persona, para ver si con eso se aclaraban mis ideas.

Nos montamos en los coches y yo fui siguiendo a Estefanía en mi

Touareg

hasta La Moraleja, que es donde se encontraba la mansión en la que vivían Álvaro y Estefanía.

Aunque era de noche, se podía ver claramente el nivel de vida que manejaban ambos, un casoplón enorme con varias hectáreas de parcela que debía de valer una pasta.

Entramos en la casa, dejamos los abrigos, Estefanía también llevaba un abrigo de visón idéntico al de Guadalupe, y esperamos tomando un vaso de whisky a que llegara Álvaro junto con sus hijas.

Estefanía sacó una bolsa con cocaína y se preparó una raya y se la esnifó, no me

ofreció,

pero me dio a entender

que,

si aceptaba, esa sustancia iba a tener que estar presente a diario en mi nueva vida.

Pasados unos minutos, Álvaro apareció junto con dos chicas muy jóvenes e idénticas, que eran las hijas gemelas de Álvaro.

Álvaro tendría unos 60 años bastante bien llevados, iba todo trajeado y destacaba por su pelo, negro y cuidado y su piel bronceada, además tenía pinta de que se machacaba bastante en el gimnasio.

Las hijas parecían dos muñecas, tetas muy grandes, vestidos muy cortos y escotados y mucho maquillaje, las dos rubias y altas y con botas idénticas a las de Estefanía.

Estuvimos hablando los 4 durante cerca de una hora de lo que supondría para mí aceptar la oferta, tanto Álvaro como sus hijas estaban deseando que aceptara, las hijas eran muy dulces y querían que aceptara porque me prometieron que lo iba a pasar muy bien follando con ellas porque eran muy sumisas y querían enseñarme a mí a serlo también.

Álvaro me ofreció una demostración de lo que sería follar con él, yo acepté porque me estaba poniendo cachonda al pensar en la polla que este hombre tendría, guardada en el calzoncillo, pero si era acorde a su cuerpo, debía de ser de oro por lo menos (De buen tamaño).

Estefanía y las hijas de Álvaro comenzaron a desnudarse y yo también, Álvaro se bajó el pantalón y el calzoncillo y dejó por fin ver su enorme polla, larga y muy gruesa, nada más verla me entraron ganas de chupársela, así que le pedí permiso a Álvaro para hacerlo y él me dio vía libre.

Le chupé la polla casi por completo, pudo entrar en mi

boca,

aunque al principio me costó un poco, también le fui lamiendo los testículos y estuve disfrutando hasta que se corrió en mi boca y me tragué todo su semen.

Apenas unos segundos después, Álvaro ya estaba listo para un segundo asalto, me pidió que dejara mi culo preparado porque me lo iba a follar, de hecho, solo me iba a follar por ahí mientras hubiera riesgo de embarazo.

Álvaro me metió su enorme polla por mi culo, yo estaba tan excitada que me dejé llevar, solo notaba su polla entrando y saliendo de mi culo, yo desconecté y me puse a pensar en que mi nueva vida cada vez estaba más cerca.

Cuando Álvaro se corrió en mi culo, Estefanía se encargó de limpiar tanto a Álvaro como a mí, y yo tuve otro orgasmo cuando noté la lengua de Estefanía en mi culo.

Una vez que ya estaba limpia, aun me quedaba algo por ver esa noche, las dos hijas de Álvaro se pusieron sendos

strap-ons

con pollas tan grandes como la que había usado Marina conmigo la noche anterior en su gabinete y comenzaron a follarse las dos a la vez a Estefanía.

Estefanía estaba disfrutando como una perra, Álvaro estaba disfrutando también y a mí se me ocurrió volver a hacerle otra mamada, me salió de dentro, creo que acerté porque Álvaro se dejó hacer y sonrió.

Cuando Álvaro se corrió de nuevo y Estefanía ya también se había corrido, una de las hijas de Álvaro fue a limpiar a su padre, y la otra me limpió a mí, después yo fui a limpiar a Estefanía, que me lo agradeció con un beso en la boca que ya casi confirmó mi idea de decir que sí y aceptar la propuesta que me habían hecho.

Eran casi las 03:00 cuando salí de la casa de Álvaro y de Estefanía, estaba en una nube, seguía excitada y estaba ya casi decidida a dar el sí a la propuesta, solo tendría que buscar la forma de decírselo a mi marido, aunque ya me habían explicado cómo.

Simplemente tendría que hablar con él a solas y explicarle que quería el divorcio y que le cedía a él la custodia completa de las niñas, sin ninguna posibilidad ni siquiera de visitas para mí; a las niñas su padre les explicaría que yo me había ido de viaje y no iba a volver nunca más y ya con esa explicación bastaría.