LAS HISTORIAS DE MI VIDA, El Campesino Fortachón I

Este es un relato fuerte con incesto y algo más...Norbel se mete mi pija por completo en su boca desde atrás, su mano acaricia mi nalga y la otra sostiene mi verga para poderla trabajar, luego Norbel mete su cabeza más adentro aún y siento que Francisco comienza a relinchar, Norbel esta comiendo su

LAS HISTORIAS DE MI VIDA,El Campesino Fortachón I

Juan, es un chavalito que creció en el campo de labranza de su casa en un pueblo del interior de Honduras, en donde rodeado de 8 hermanos y sus padres fue creciendo haciendo lo propio de una pequeña haciendita atendida por su padre, trabajadores y sus hermanos mayores que a medida crecían desplazaban de uno en uno a los trabajadores hasta que llegó el momento en que solo quedaron 2 empleados y los 8 hermanos de Juan laborando.

Juan no se escapaba de los trabajos propios de la labranza, crías de ganado vacuno, gallinas, cabras y algún otro que fuera de temporada como los chumpipes (pavos).

Entre la escuela, el horario de trabajo en el campo y las tareas de la escuela Juan fue creciendo y formándose como un niño normal de su pueblo.

Las tardes calurosas de Marzo, Abril y Mayo eran la escusa perfecta para una zambullida en el río que pasaba cerca de la casa.

Juan al salir de la escuela ya estaba comenzando la pubertad debido a que no era muy diestro en lo escolar, sus hermanos tampoco lo habían sido pero salieron todos adelante y sus idas al campo los fortalecían enormemente como toda gente de campo que aunados a una alimentación alta en grasas y carbohidratos formaron unos músculos fuertes, casi macros pero muy hermosos a la vista.

Todos los hermanos en su casa lo más que tenían de diferencia uno de otro era un año de un par de meses de gestación y el resto en amamantar al vástago.

Todos eran llamados los 8 gemelos en el pueblo porque eran sumamente parecidos uno del otro, inclusive, Juan al verlo junto al mayor de todos que se llama Norbel, podía adivinarse como fue Norbel a los 15 y como sería Juan a los 23.

La casa de Juan estaba dividida en sectores básicos, cuarto de sus padres, área general y el cuarto de los hermanos.

Al ser un número grande de hermanos todos compartían cama con algún otro, por lo general eran como puestos asignados pero en ocasiones cambiaban y unos y otros dormían juntos.

Por las mañanas al despertar todos iban a la pileta a bañarse para luego tomar su desayuno y algunos a la escuela y otros a laborar.

El despertar de su cumpleaños No. 11 fue muy especial, Juan comenzó a notar algo que le picaba en la base de pene al pasar su mano a enjabonarse y pudo constatar que eran unas pequeñas hebras de pelo que iban asomando en su ingle, fue en ese momento y solo en ese momento que reparó que todos sus hermanos tenían frondosos bosques de pelo en la base de las vergas y que esas vergas eran mucho más grandes que la suya propia.

Noto como en las piernas, brazos y nalgas de sus hermanos también existían pelos por doquier.

Nunca había enfatizado en esto pues para él era normal verlos a todos así desde siempre.

No dijo nada pues le causó un poco de pena al notar que comenzaba a tener cambios que él mismo no esperaba, él suponía que era normal que él fuera lampiño y los demás no.

Incluso su hermano Francisco de 16 ya tenía pelos que ni él mismo había notado cuando aparecieron pero que allí estaban y rellenaban bien sus fuertes piernas, nalgas y raja del culo, las axilas; el pecho comenzaba a verse cruzado por una cruz de abundante pelos y de igual forma todos los demás hermanos hasta llegar a Norbel que era el mayor, quien daba indicaciones a todos ellos para que se asearan bien y tal como a él mismo le enseñó su padre que de vez en vez los acompañaba pues este se levantaba todavía más temprano que todos y muy pocas veces podían tenerlo de compañero de baño.

Esa mañana Juan salía de su sexto grado y comenzaba las vacaciones, había decidido continuar con los estudios pero no abandonar las tareas del campo pues eso también le gustaba.

Sus pensamientos estaban en esos pelos que brotaban sin pedir permiso e imaginar los cuerpos de sus hermanos que hasta ese día no se habían hecho notar para nada, pero que desde hoy parecían tener mucha importancia por sus formas, pelos y toda la gracia masculina que reflejaban, en el campo esa mañana pudo notar como los dorsos desnudos de todos ellos sobresalían de los dos dorsos de los trabajadores que aún conservaban en el campo.

Sus hermanos a pesar de ser un poco más jóvenes que los empleados que estaban al lado de todos sobresalían por el abundante pelo y la hermosura de sus facciones, mismas que todos en el pueblo decían que eran heredadas de su madre.

Luego que pasó el descanso del almuerzo, volvieron a la labor; a eso de las 3 pm Norbel dijo que por hoy estaba bien de chamba y que nos fuéramos todos al río pues hacía demasiada calor.

Así fue, los 10 nos dirigimos al río y mi padre dijo que él se iba porque tenía que acompañar a la Doña al pueblo y que esperaba que entre todos hiciéramos la cena que llegarían tarde.

Al llegar al río, buscamos una poza muy profunda y amplia que conocíamos desde críos todos pues era la más cercana a casa y contaba con un playón enorme de arena y piedras finas, sabroso para tirarse a descansar.

El primero en estar completamente desnudo fue Ramón que para ese entonces contaba con 20 años y buscando la rama alta de uno de los grandes palos que estaban en la orilla del río fue también el primero en hacer un clavado de cabeza del cual pude notar como su pene apuntaba hacia abajo y sus nalgas peludas se exponían a la vista de todos.

Rápidamente todos estábamos nadando desnudos como era costumbre.

Pude observar en un momento dado como los mayores comenzaron a hacerse bromas, de aprisionar a los menores para lanzarlos a la poza en forma de bala y como entre todos tomaban a Ramiro de unos 28 años y a Julián de unos 26 y jugaban a tirarse todos con ellos para hacerles ahogamientos en el río y estos luchaban por escapar.

Todo era muy divertido, esas eran nuestras escapadas al rio de forma habitual, pero esta vez pude ver que algunos de mis hermanos y en ocasiones algunos de los dos empleados al salir del agua y subir a las ramas para lanzarse presentaban una erección, algunas veces muy fuerte, otras veces menor; pero aquello comenzó a llamar mi atención y a la vez pude sentir como mi palomita que ya comenzaba a dar cambios se comenzaba a empinar al verlos a ellos excitados de los juegos y la emoción del momento.

El primero en notar mi verga ya bien paradita y un poco más grande de lo habitual fue mi hermano Sigfrido de 22 años, lanzó tremendo grito llamado la atención de todos y diciendo: Vean vean, a Juan ya se le empina el rábano y le está creciendo también. Jajajajajjaja

Todos rieron y miraron a mi pilincha, Yo rápidamente la tape con mis dos manos, cosa que no fue difícil para mi.

Ramiro el mayor de los dos empleados se me acerco y poniendo una de sus manos en mi hombro me dijo, no te preocupes; pueda que tu no lo recuerdes ahora, pero a cada uno de ellos les comenzó a crecer la verga al igual que a ti, no creas que todos estos huevudos a tu edad tenían la paloma como la tienen ahora, Yo los he visto a todos desarrollarse y todos pasan por lo mismo.

Vamos Juan, no les hagas caso me dijo Ramiro.

Yo tenía la cara roja como un tomate, mi verga se había bajado a lo más ínfimo de su tamaño y no apartaba las manos de allí, Ramiro totalmente desnudo como estaba, mostraba un rabo medianon, algo grueso y cabezón, con un cuerpo lampiño casi en su totalidad, tenía pelos en las axilas y un poquito en la base de su verga.

Mira me dijo, todos tus hermanos son como osos de peludos, pero Julián y Yo no, eso es porque no somos familia de ustedes, Tu padre es igual a todos estos, pero tus tíos, los hermanos de tu madre son igual de lampiños a nosotros,  tu ya tendrás tus pelos al igual que tus hermanos si sales a tu padre o serás lampiño como los hermanos de tu madre.

Toda esta charla me calmó, Ramiro en ningún momento quitó su brazo de mis hombros y se sentó bajo un árbol muy pegado a mí para charlar.

Yo luego de una media hora de charla estaba listo para enfrentar a mis hermanos o cualquier burla que estos hicieran de mí.

Me levanté con ayuda de Ramiro, este no quitó su brazo de mis hombros hasta llegar a orilla del río y llamar a todos ellos incluyendo a Julián y decirles a todos ellos: Juan hoy está entrando en la parte de su vida en la que cambia de niño a hombre tal como todos ustedes lo hicieron, recuerden que todos tuvieron sus cambios, unos antes otros después, así que al igual que a cada uno de ustedes les dije y ayudé a pasar por esta etapa, quiero que todos pero todos le ayuden a convertirse en hombre.

Fue un discurso que no podía esperar de alguien que supuestamente no tenía ningún tipo de educación a no ser conocer cuando viene un invierno bueno, un invierno malo, un verano corto o uno arrollador.

Ramiro me sorprendió, mis hermanos se acercaron a mí, todos me abrazaron y me felicitaron, cosa extraña, uno a uno, comenzando por Norbel su rito fue: Se me acercó, me extendió la mano, me abrazó y al soltarme me sorprendí pues con su mano izquierda bajo de mi hombro hasta alcanzar mi nalga derecha y con su mano derecha primero apretó suavemente mis bolitas y luego tomó mi pene y dándole un par de sacudidas luego unos breves de arriba abajo con suavidad pero firmemente agarrado con toda su mano me dijo, te voy a ayudar.-  Acto seguido me dio un beso en cada mejilla y uno en mis labios.

Esto me sorprendió y di un pequeño sobresalto, pero la mano que tenía en mi nalga me sostuvo en mi sitio y así uno y cada uno de ellos en orden de edad fueron acercándose a mí y repitieron el mismo ritual, siguió Sigfrido, luego Miguel de 21, después Ramón, continuó Erick de 19, luego Iñac de 18, se acercó Francisco con sus  17, para luego manolo de 16 que a pesar de ser el mayor inmediato era el más serio de todos y al tomarlo de sus bolas y luego de su pija ya bien paradita de tanto manoseo le dijo al terminar de besar sus labios durante un tiempo un poco más largo que todos sus hermanos, Yo seré quien te comience a enseñar ese arte de crecer, pero primero Ramiro y Julián te van a preparar.

Todo, repito todo era sub realista para mi.

Ramiro y Julián dijeron ustedes sigan en el agua disfrutando que nosotros ya venimos y salieron rumbo a la casa supongo para aparecer una media hora después.

Venían con unas mochilas y unos bultos más, comenzaron a disponer todo en el playón del río, armaron una fogata, comenzaron a hacer comida a las brazas, sacaron botellones de licor y nos sirvieron a todos por igual.

Yo solo había probado licor cuando le robaba del vaso a alguno de ellos o de mi hermano Norbel que los fines de semana se tomaba sus vasos de licor con amigos en el campo en los alrededores de la casa.

Cuando Ramiro y Julián volvieron terminaron de instalar todo, comenzaron a desnudarse y volver a quedar en pelotas al igual que lo estábamos todos, aquello era una vista sub-realista, un grupo de 11 tipos de una gran variedad de edades, desde un púber que comienza a cambiar su fisionomía de niño a hombre, hasta un hombre hecho y derecho como Ramiro con 28 años bien montados.

Yo al ver todos los preparativos para comer intenté vestirme pero Erick me detuvo y dijo: Mira Juan, hoy comienzas a ser hombre y por consiguiente aras como todos los demás hombres que estamos aquí, tú has lo que mires que hacemos y aprenderás.-  Solo atiné a decir: está bien, aprenderé a ser hombre.

Fuimos bebiendo un poco mientras todos me iban instruyendo en los cambios que mi cuerpo pasaría de la forma más grafica posible, cada uno de ellos a medida decía algo me lo demostraba en su propio cuerpo que como dije estaba completamente desnudo al igual que todos los demás que estábamos allí.

Miguel comenzó a hablar de la forma del pene y que algunos lo teníamos recto, él lo tenía hacia arriba; para lo que se paró y comenzó a pajearse hasta lograr una erección que apuntaba al cielo, para luego levantarse Julián y tomándome de los  hombros me indicó que me levantara para luego con su mano tomar mi pene y comenzar a pajearlo suavemente hasta hacer que se erectara, cosa que no costó para nada pues con mis hormonas revueltas y una mano gruesa, grande y callosa por el trabajo, manipulando una parte que nadie antes había tocado de esa forma, rápidamente tuve mi pito en pompa demostrándoles a todos la forma que estaba tomando y era recta como una lanza, firme y hermosa.

Todos los demás que estaban allí comenzaron a formar un semi circulo frente a mí, todos comenzaron a tocarse, sobarse, masturbarse hasta hacer que sus vergas se templaran, al tener sus penes en pompa se fueron acercando a mi, Miguel fue también el que primero se me acercó y tomando mi verga erecta que cabía justa en la palma de su mano la palpó y apretó unos momentos mientras con su otra mano tomaba la mía y la posaba sobre la suya propia haciendo que le diera un buen recorrido indicándome que de esta forma Yo sabría como era una verga que tuviera la forma de la que él tenía y que así nos conoceríamos mucho más y aprenderíamos a  querernos muchísimo más aún.

Todos mis hermanos se me acercaron y siguieron con ese rito de tocarme y que Yo los tocara a ellos, era alucinante, esa mañana había comenzado a andar un camino que nunca hubiera llegado a imaginar en mi vida que me hubiera tocado conocer, un grupo de hermosos osos de campo, acompañados por dos machos lampiños y todos sumamente amigables para mostrarme sus cuerpos e indicarme como eran los sentidos de los hombres de mi comunidad.

Ramón me habló sobre el los pelos en el cuerpo y para eso fue indicándome que él mismo tenía pelo que le cubría completamente su cuerpo por delante y por detrás, mismo que comenzaba en el empeine de su pié que era cubierto por una fina capa suave que subía por su chimpinilla y bordeaba hasta su pantorrilla para subir por completo por su pierna hasta llegar a la ingle en donde existía un completo bosque que cubría la base de un pene grueso muy grueso y que descansaba en un par de hermosos huevos que eran forrados y protegidos por una gruesa piel arrugada y bien peluda que casi no dejaba ver el color de la piel de ese lugar, luego abriéndose en el suelo frente a mi pude ver por primera vez a un hombre completamente desparramado, mostrándome ese lugar entre los huevos y el ano que allí supe llamarse perineo; lugar que era peludo al igual que todo lo que había visto hasta ese momento, estirando Ramón su mano me llamó para tomar la mía y hacerme pasar mis dedos desde su pubis, bajando por sus huevos y llegando al perineo para que pudiera sentir las diferentes texturas de los pelos allí alojados y poder constatar que en el área que llaman perineo se puede sentir parte de la verga, de la verga de Ramón.

Al sentir como bajo esa diminuta parte de piel recubierta de pelos existía parte de la verga de Ramón y que podía sentir como iba hacia adentro de su cuerpo no pasó desapercibido para mi que inmediatamente estaba la entrada de su ano que se mostraba arrugadita y sonrosada.

Luego Ramón se colocó en 4 patas como los perros y posando las manos en sus nalgas las abrió mostrándome como se ve la raja de un hombre peludo diciéndome: Anda Juan, no te cortes que aquí vas a aprender, toca todo lo que tu quieras y si tienes pregunta las haces y nosotros te contestaremos todo lo que sepamos de allí.

Yo tenía mi pija dura como roca, mi mano estaba recorriendo el cuerpo de uno de mis hermanos con todos los demás mirando y aprobando el que Yo lo hiciera como suponía ellos lo habían hecho alguna vez.

Toque su raja peluda, me acerque a olfatear, olía rico, a hierbas y río fresco, olía a hombre.

De mi boca por primera vez en mucho rato salió palabra alguna y fue: ¿Porque huele así, así olemos todos?

Y fue Sigfrido el que me contestó: No, todos y cada uno de nosotros olemos diferentes, nuestros cuerpos tiran diferentes olores en cada una de nuestras partes.

Por ejemplo: Ramón huelo de una forma en las axilas y otra en el culito, anda prueba a oler y así lo hice.

Luego dije: Me gustaría olerlos a todos ustedes y aprender a diferenciarlos y así fue, cada uno me prestó su culito, sus sobacos, su ingle, sus pies.

A medida fui olfateándolos, pude comprobar que algunos se erectaban, otros no, pude meter mi nariz bajo sus huevos y también comprobé que la suavidad en algunas partes es mayor que otras y pude sentir la rudeza de algunos bellos del cuerpo en relación a la piel suave y lampiña de otros dos.

Mis hermanos y amigos, mis mentores de la vida y sexo se comenzaban a compenetrar con migo en ese lugar.

Podía preguntar lo que quisiera y ellos me iban a responder como lo pude comprobar.

Luego de algún rato me animé a preguntarles que porque la pija me dolía tanto de tanto tenerla parada y porque se me paraba así, si la mayor parte del tiempo siempre la tenía chica y suavecita.

Iñac, de tan solo 18 años me dijo: Juan, a mi se me vino esa misma pregunta y fue Norbel el que me la contestó explicándome todo en relación a la función reproductiva y que se llenaba de sangre para endurecerse y que lo más normal es pajearse para que eyacules y librar esa tención o que eyacules a través de coger.

Todo eso no lo entendí y así lo hice saber.

Pues fácil dijo Sigfrido, es como cuando tú has visto que un perro se le monta a una perra o un chancho a la chancha o un caballo a la yegua.

Es igual, uno se monta en la mujer y se la coge igual ó en algunos casos te montas en otro hombre y te lo coges también.

Trague saliva, eso era fuerte y mucha información que también se los hice saber; por primera vez desde que comenzó todos reían por igual, les pareció de gracia lo que allí les dije Yo.

Yo reí por igual, Miguel se adelantó a todos y dijo: Juan, voy a proponer algo que quiero se mantenga aquí en este grupo y nada vaya a salir de aquí, no tienes que decir nada de lo que vas a oír o ver, ¿estas de acuerdo? Porque sino, mejor no enseñarte nada ahora y esperar a crecer un poco más.

NO, dije un poco algo y apresura, quiero aprender todo ahora y YA ¡!!

Todos hicieron silencio, todos sabían a lo que Miguel se refería y todos dijeron, Vamos a jurar que no vamos a decir nada y tu Juan lo aras al par nuestro.

Todos levantamos la mano en señal de estar de acuerdo y dijimos: Lo que haremos aquí es para aprender y nada ni nadie tiene que saber. Juro.

Un juramento muy fuerte y solemne, en el cual miraba muy bien, que todos mis hermanos y los dos amigos nuestros, nuestros empleados y mentores también juraban por igual a lo cual afirmé con mi cabeza y mi pronunciación de Juro.

Julián me dijo, pon atención Juan, lo primero será que aprendas que a las mujeres les gusta que las acaricien y que les digan cosas bonitas, cosas que les haga sentir bien, que les regales flores de esas mismas que cortas en el monte y llevas a tu madre.

Pues sí, eso es cortejar, lo único que cuando lo haces con una chava amiga tuya le indica que la quieres para amiga o para algo más.

MMmmmmm ¿Cómo así?

Pues veras, tú tienes a tu amiga Marta ¿verdad?, Sí

A pues bien, de repente tu comienzas a sentir algo rico por ella y quieres estar con ella un tiempo más, la invitas a alguna de las fiestas del pueblo y se ponen a bailar, ¿pero Yo no se bailar?.

Bueno, aquí te vamos a enseñar.

Baya baya a formarse para bailar que le vamos a enseñar al chico como se hace Ya.

Y Formando parejas entre mis hermanos todos comenzaban a cantar una canción de esas suaves melcochosas (dulces) que tanto gustan a las chicas.

Y me fueron indicando como poner el brazo en la cintura el otro en la mano o en otros casos ambos en la cintura y la espalda.

Miraba como sus cuerpos se juntaron, como sus penes se apretujaron uno contra el otro.

A media esto pasaba mi hermano Francisco tomó mi mano y me dijo: Ven te voy a enseñar.

Tomó ambas manos y se las colocó alrededor de su cintura, era una cintura estrecha pero cálida, pude sentir como comenzaban sus caderas fuertes y algo estrechas y que atrás mis manos comenzaron a sentir el crecimiento de sus nalgas que ya afloraban una buena cantidad de pelusa suave en todo su alrededor, él me fue indicando como mover los pies, donde apoyar mi cabeza, sentí su pene suave y dormido al chocar con mi pene que estaba en semi erección.

La excitación del momento era mucha, miraba como mis otros hermanos y amigos ya formaban sus propias parejas y bailaban a la par.

Francisco me dijo: Caya y escucha a estos como les dicen a sus parejas de baile y como comienzan a cortejar a una mujer.

Yo callé, miraba a los que estaban a mi par y podía escucharlos hablar como insinuaban uno ser el hombre y el otro la mujer, veía como uno abrazaba por los hombros y el otro la cintura, Yo tenía a Francisco por la cintura y supe que era la posición del hombre.

Francisco al igual que otros posaba sus manos en mis hombros y a ratos acariciaba mi nuca.

Aquello se cargó de sexo real, pronto sentí la verga de Francisco empujar desde abajo y presionar en mi propio sexo, pude sentir que su verga ahora estaba al igual que la mía, tiesa como leño.

Sus manos frotaban mi nuca y mis hombros y de forma instintiva sentí mis manos descender.

Por instinto volteo a ver a mis hermanos y veo que estos estaban igual que Yo, algunos tocaban al otro en sus nalgas, se las palpaban, los acariciaban y miraba como algunas de sus vergas se escavan por los lados mostrando sus cabezas sonrosadas y lustrosas.

Los labios de Francisco rosaban mis mejillas, se pasaban por el lóbulo de mi oreja y una de sus manos pasó a mi espalda.

Su cuerpo estaba subiendo de temperatura y podía sentir el movimiento lento y sabroso de su cadera al apretujarse contra mí.

Puedo sentir como sus nalgas se contraen y dilatan a medida paso mis manos por ellas y como sus piernas se separan un poco y mi pene en una de esas logra colocarse en el túnel que se forma bajo sus huevos y que con sus escasos centímetros logra llegar a donde supongo Yo está la entrada de su ano.

Su boca se mueve más junto a la mía, su mano en mi nuca toma control de mi cabeza y sus labios se juntan con los míos en la comisura de mi boca.

Sus piernas se cierran alrededor de mi verga y puedo sentir como los demás cesan de bailar, como se acercan hacia nosotros y nos dejan en medio de un círculo para poder bailar.

Bailar, esto ya no es baile, es sexo por primera vez.

Alguien tiende una manta y nos llevan hasta allí.

Suavemente suelto a Francisco, veo su hermosa cara, sus dientes al sonreír, dejamos de bailar, me toma de mi mano y me conduce a aquel lugar.

Todo es silencio, todos estamos ya allí, Francisco me invita a tirarme junto a él en la manta que colocaron allí y me apresuran a acompañar a mi hermano mayor a juntarnos en un abrazo singular.

Francisco toma la iniciativa de abrazarme, me acaricia de costado frente a él, una de sus manos sube desde mi cadera a mi cuello, observo esos hermosos ojos grises intensos como brillan, su respiración es fuerte y su boca emboza una hermosa sonrisa que se nota nerviosa, sensual y tentadora, sostiene mi cabeza por la nuca y poco a poco se acerca a mí.

Sus labios cálidos hacen contacto con los míos, primero es un beso casto, un beso de hermano; separa sus labios de mí, los vuelve a juntar y esta vez es un tiempo mayor; siento como una de sus piernas trepa sobre las mías, siento sus pelos rozar mis casi lampiñas piernas, que sus talones se posicionan atrás de mis talones y me sujeta acercándome a él.

Su lengua está hurgando en mis labios y hacen abrirse a mi boca.

Su aliento penetra en mí y puedo sentir como ese órgano pequeño pero juguetón roza mi propia lengua y la hace reaccionar.

Siento mi piel que quema y la de mi hermano igual.

Siento nuestras respiraciones chocar, mis ojos se cierran ya no se a donde mirar, sus manos me aprietan y las mías igual.

Nuestros movimientos hacen que nuestras vergas se aprieten una contra la otra, que nuestros cuerpos comiencen a sudar.

Nuestras piernas se enlazan, comenzamos a suspirar, a jadear.

A mis hermanos y amigos en nuestro rededor ya no los notos, no se si están.

Solo es Francisco y Yo.

Francisco me jala, colocándome sobre de él, abre sus piernas a mí alrededor, puedo sentir como sus talones tocan mis nalgas y su pija bien tiesa en mi abdomen.

Mis caderas por instinto comienzan a funcionar, mi verga roza su culito de forma particular, mi piernas se abren un poco más y mi pija se tiesa de forma singular; puedo sentir como un líquido brota de mi y como un cosquilleo me da a mi, siento que la punta de mi verga roza con un agujerito que se siento suave, rico y que un calorcito calientito brota de su interior.

Eso es el ano de Francisco, mi cuerpo sabe que es por allí y no se como entrar, en esos movimientos estoy cuando siento que una mano toma posesión de mi verga, mi propia verga está siendo tomada por alguien y no es Francisco, sus dos manos están en mi espalda en mi nuca, volteo a ver; es Norbel que despacio y suavecito me dice al oído, deja que Yo te voy a guiar.

Su gran mano toma el tronco de mi verga y lo tira despacio hacia atrás, siento como mueve su cuerpo y acariciando mi espalda con su boca, va bajando dejando un rastro de saliva y sensación de ser besado por sus labios carnosos y preciosos, sentir su manaza alrededor de mi pija y su otra mano sellar el camino por su boca recorrida.

Su boca se posa en mis glúteos y lo comienza a besar, se los empieza a comer.

Ahora con ambas manos abre mis glúteos y su boca saborea la raja de mi culo, un culo que está libre de pelos excepto alrededor de ese agujerito arrugadito y virgo que es mi culo.

Su lengua saborea mi raja y lame sobre mi culito, me asusto y volteo a ver, Francisco me abraza y comienza a besar, siento sabrosa esa boca que comienza a succionar un lugar que nunca pensé alguien llegaría a tocar.

Norbel, hábil con su lengua, sagas en cuestiones del amor; sabe muy bien que hacer, mi culo tiene sensaciones nuevas que ofrecer y que una lengua hábil me sabe dar.

Luego Norbel baja por mi perineo y llega a mis huevos, luego a mi troco principal; se mete el capullo de mi glande y comienza a succionar, siento que succiona mis entrañas y mi cuerpo comienza a temblar.

Mi pija está recibiendo el manjar de las caricias y una mamada de un macho sin igual.

Norbel se mete mi pija por completo en su boca desde atrás, su mano acaricia mi nalga y la otra sostiene mi verga para poderla trabajar, luego Norbel mete su cabeza más adentro aún y siento que Francisco comienza a relinchar, Norbel esta comiendo su ano, su fruto, su canal del amor.

Las piernas de Francisco me aprietan, me comprimen como si una boca me quisiera deshacer.

Las potentes piernas de Francisco logran suspenderme en el aire como si fuera de papel y así dar espacio a mí otro hermano a que le coma su túnel del amor.

El tronco de mi verga roza la cara de Norbel, el glande la entrada del ano de Francisco que Norbel como sin piedad y al sentir que Norbel se levanta se coloca tras de mi, sube con su boca por mi espina acariciando mi cuerpo hasta llegar a mi nuca besándola, mordisqueando y lamiendo hasta colocarse de tal forma que puedo sentir su inmensa verga que está alojada en mi raja por encima de mi culo y su boca que a estas alturas besa mi oreja le escucho decir: “Juan, cariño mío, hermanito mío Yo te voy a guiar”.

Siento como su cuerpo se mueve, su cuerpo peludo está sobre mi espalda y Francisco bajo de mi.

Siento la manaza de Norbel que toma mi tranca y apunta el glande a la entrada del jugoso ano de Francisco que siento abrir y cerrar a su alrededor.

Siento como Norbel está sosteniendo mi glande en esa entrada toda arrugadita y suavecita y siento como está mojada de la saliva de mi hermano mayor, el mayor de todos y que está sobre de mi.

Mi pija está tiesa cual roble, comienza a palpitar, Norbel la mueve hasta sentir que traba en el ojo del culo de Francisco y con un movimiento de sus propias caderas hace que la verga de él rose mi completa raja y presione sobre mi propia verga para con su primer estocada suave pero certera el glande de mi pija traspase el pequeño orificio de mi otro hermano mayor.

Francisco bajo de mi lo sintió, supe que me sintió entrar porque su cuerpo se movió, suspiró, jadeó, brincó y con sus manos se afianzó mucho más en mi y le escuche decir un aaaaahahhahahahaaaaa    que fue precisamente cuando Yo perdí mi virginidad en el ano de hermano mayor, casi un Querubín.

Norbel también pudo escuchar y sentir los movimientos de Francisco que ahora resoplaba de bajo nuestro.

Mi verga, taladraba por primera vez un culo y era el culito de mi hermano,  podía sentir su estrechez, su calor interno que segundos antes pude percibir como brotaba de sus entrañas al estar rozando su entrada posterior.

Norbel levantó sus caderas de las mías y sentía como su gran miembro se deslizaba hacia arriba por mi raja rozando mi ano también, Yo lo seguí, seguía a mi mentor; cuando supe llegar a conde él estaba situando sus caderas sobre de mi sentí como su mano calculaba en la entrada del culito de Francisco que mi propia verga no se saliera de tan riquísimo túnel de amor.

Su mano me detuve, no me salí e inmediatamente su verga comenzó a descender por mi raja, rozando nuevamente la entrada de mi culito hasta llegar a hacer de nuevo presión en mis caderas para que mi cimbel entrara cual columna de mármol en el interior de Francisco y poder volver a experimentar lo sabroso de ese canal.

Ya con ritmo fue mejor, comencé a tomar el ritmo de Norbel y sus caderas sobre mi, podía sentir su respiración sobre mi y su sudor bañarme cual cascada de amor, era un sudor que me bañaba a chorros, tibio y sabroso como ducha de atardecer, sus brazos eran columnas a mis costados que sostenían a ese coloso que me demostraba como amar.-  Su portentosa verga me hacía alucinar pues sobaba su tranca en la entrada a mi culito virginal que no hacía mas que abrirse al creer recibir al poste del hermano mayor.

Seguimos así, Yo en medio de mis hermanos; sintiendo lo que es amar por primera vez, Mi verga estaba a punto de estallar, podía sentir como comenzaba a engrosar, mis huevos comenzaban a llenarse para poder mandar por primera vez mi elipsis del amor y así fue.

Todo Yo comencé a convulsionar en un torrente de semen y pasión que fueron a dar a interior de mi hermano mayor de Francisco, él fue el que me hizo desvirgar mi pija en su interior, mi inocencia primaveral en un vuelco sin final hacia una hombría singular.

Norbel al sentirme retorcer por los disparos de semen en el interior de su hermano menor, solo separó su cuerpo para colocar el glande su pene en mi entrada posterior y disfrutar cuando mi ano fruncido abría y cerraba a cada trallazo que depositaba en Francisco y que en la punta de la cabeza de su verga era un pajazo sin igual.

Rápidamente pude sentir como Norbel con su dura verga puesta en solo mi entrada posterior, en tal posición que no me penetraba pero me hacía abrir ese fruncido ano para sentir el ojo de su cabezota puesto allí y en esos instantes en que llenaba las entrañas de Francisco sentí el primer trallazo de lefa, de semen, de mecos que me penetraban sin pedir permiso a mis esfínter y llegaba a entrar profundamente en mi haciéndome sentir como un disparo firme, abundante y caliente regaba mis entrañas y bañaba algo allí adentro que hacía que mi verga misma sintiera un placer mayor.

A medida Yo iba disparando mis propios jugos masculinos en el interior de Francisco, ensartándoselos bien adentro con mi pija, podía sentir que mi culito se dilataba y cerraba, podía sentir a cada dilatación como el glande de mi hermano Norbel estaba situado en esa pequeña entrada y que no me penetraba, que solo era la punta de esa gran chalámpa de carne dura, suave y caliente que a través de su gran ojo le inundaba a mi también de rico semen y que se sentía fenomenal, algo caliente y consistente que bañaba mi interior y que se estrellaba en lo que supe después era mi próstata que hacía que Yo disparara mucho más y mucho más semen en mi primera vez.

Todo termino.-  Mi verga no lanzó más, mi ritmo comenzó a decrecer pero podía sentir en la mera entrada de mi ano como mi hermano Norbel tiraba su último chorro de semen en mi interior, pues mi ano sin llegar a ser penetrado; tenía atrapado en su entrada el ojo del glande que le brindaba caricias, riego y amor.

Norbel retiro su riata de mi, se tiro a un lado de Francisco y Yo salí de él; me deje caer en medio de los dos, al voltearme a tomar aire pude sentir, pude ver a todos mis otros hermanos y amigos que estaban a nuestro alrededor que comenzaban a soltar sus jugos de amor y como nos bañaban llenos de lujuria y emoción nuestros cuerpos sudorosos, nuestros cuerpos agitados de todo lo vivido, Yo completamente bañado del sudor de Norbel, del mío propio y Francisco que había estado bajo de nosotros dos también tenía su cuerpo empapado de los jugos que Norbel y Yo habíamos dejado escapar y que ahora recibía la lluvia de semen de todos los demás.

Fueron cayendo de rodillas a nuestro alrededor y sonrientes por una gran iniciación comenzaron a reír, nos comenzaron a besar y a lamer hasta que nuestros cuerpos quedaron libres de nuestras muestras de amor.

Todos descansamos un rato más, nos fuimos a bañar y luego a cenar.

Era tarde, volvimos a casa con algo de las carnes que comimos y el licor que bebimos, pero muy contentos llenos de amor, nuestros padres no llegaban aún y dispusimos todo para su llegar.

Todos en todo el camino me dijeron que había sido la mejor iniciación que haya tenido lugar, me felicitaron y me dijeron que aún hay más.

Ya saben lectores, espero les haya gustado, espero tener pronto más; lugares, nombres, edad y cosas por allí bla bla bla bla por respeto y salvaguardo a los intereses de los involucrados.

LUDAVAGI

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