Las hijas rogando y el padre castigando. (8.)
Tras una agitada noche, Violeta descubre lo duro de ser la hermana mayor. Ocuparse de su familia, nunca fue antes tan doloroso y placentero.
Violeta siguió lavando los platos mientras las mellizas desaparecían por el pasillo, estaba agotada pero seguía nerviosa por lo sucedido aquella tarde, era como si una picazón le recorriera el cuerpo.
Podía estar en la cocina, como todas las noches limpiando los restos de la cena pero parecía que su cuerpo estaba en otro planeta, tropezaba con las sillas, le temblaban las manos, estaba como acalorada , sin saber muy bien como responder.
Ella siempre tan segura, ahora se veía atacada, asustada que no se reconocía.
Aun no sabia como reaccionaria al ver de nuevo a su hermano Alberto, sabia que tenían una discusión cerca, era imposible no tenerla. Aquello que había pasado estaba mal, lo sabia.
Aun así, no dejaba de pensar una y otra vez , en su dedo moviéndose con rapidez, dándole placer como nunca antes sintiera.
Era imposible no recordarlo sin excitarse.
Tuvo que apoyarse sobre el fregadero y humedecerse de nuevo la cara, la quemazón era cada vez mas fuerte, lo soportaría aunque tuviese que ducharse con agua helada.
Tras secar y colocar cada uno de los platos, dejo preparada la cafetera para el día siguiente, miro el reloj , solo eran las 23:00 , sentía como los nervios se retorcían en el estomago sin comprender lo que le pasaba aquella noche.
Aliso por tercera vez el mantel de la cocina y angustiada miro hacia el comedor, donde sus hermanas veían una película con su padre como otro día cualquiera.
Se habría obligado a sentarse con ellos, pero aquella noche notaba su cuerpo inquieto y sin duda Papa se lo hubiera notado.
Así que permaneció sentada en la cocina repasando las facturas, intentando leer el mismo folio una, dos , hasta tres veces.
Pronto consiguió dominarse, y confiar en los números, olvidándose de lo que sucedía alrededor, sintió que aquel ardor disminuía un poco, si no lograba calmarse no pegaría ojo , y lo peor era despertar al día siguiente con la carga que suponía tener que lidiar con la casa, el trabajo , la familia.
Vio el vaso de leche , lo toco notando que aun seguía caliente, supo que le vendría bien para relajarse y descansar. Bebió decidida un largo trago, noto un extraño sabor amargo en el paladar.
Volvió a su trabajo con las facturas , dando otro sorbo mas, esta vez el gusto era mas fuerte y decidió tirarlo.
- Lo que faltaba,-- pensó--, la leche esta pasada--.
Se levanto con el medio vaso en la mano , volcando lo sobre la pila, fregó cualquier resto .
Probo la leche del cartón que saco de la nevera, estaba vació.
–
Otra vez lo de siempre, que les costara lanzarlo a la basura-- se dijo.
Abrió el nuevo cartón y lleno el vaso, lo puso en el microondas mientras recogía las facturas de la mesa. Cuando estuvo listo,lo dejo de nuevo donde las mellizas lo habían puesto hacia un rato. Debían ser medianoche , del salón ya no salia ningún ruido.
Notaba el sabor amargo en el paladar cuando llegó al lavabo, se cepillo los dientes dos veces ,mientras se ponía su viejo camisón de cerditos, cuando al fin se hubo cambiado empezó a notar como le pesaban los ojos.
Salio del cuarto de baño bostezando, pero cuando se dirigía hacia su cuarto recordó la cesta de ropa sin doblar abandonada sobre el sillón del salón, calculo mentalmente 15 minutos mas, así que arrastrando su cuerpo hacia el salón ,comenzó a doblar la ropa torpemente.
Allí con la única luz de la calle como referencia tropezó con la mesilla, maldiciendo en silencio.
La luz de la cocina se apago, dejando el salón sumergido en un juego de sombras, los ojos le pesaban cada vez mas.
-- la ropa debería esperar hasta mañana.-- pensó.
su cabeza definitivamente se apoyo contra el respaldo del sofá rendida por el sueño.
No sabia cuanto había pasado pero el ruido de las llaves abriendo la puerta la hizo despertarse , no estaba en su cama, definitivamente se había quedado traspuesta en el salón , con la ropa aun a medio doblar sobre las piernas, pero estaba tan cansada que apenas podía mover un musculo.
Alberto subía hacia los escalones hacia su casa de tres en tres, estaba deseando volver al hogar, apenas había probado un chupito, estaba tan despejado como al salir de su casa aquella tarde.
Ansiaba comprobar como lo recibiría su hermanita, vaya si lo estaba.
Entro en silencio, viendo todo en la oscuridad en una calma decepcionante, entro en la cocina atracando de nuevo la nevera, seguía hambriento , saqueo la fuente de alitas de pollo mientras se quitaba la cazadora.
- Por una vez que llego pronto-- se dijo, con la boca aun llena se dirigió hacia el salón,-- al menos nadie le privaría de un trago de vodka tardío-- .
Lleno la copa un par de dedos , el sabor aguado del vodka le aviso del saqueo al que sus hermanitas seguro se lanzaban a la mínima oportunidad.
Fue al girarse para dejar de nuevo la botella en su sitio cuando la vio.
De no ser por el coche que había pasado en aquel instante por allí iluminando la sala , ni se hubiese dado cuenta.
Violeta estaba en el sofá dando cabezadas, igual que uno de esos viejos jubilados del parque, a su lado la cesta de la ropa abandonada a medio doblar le decían que se había quedado frita a media tarea.
- Chist-- chasqueo sus dedos frente a su cara.-- Estas frita, vete a la cama Joder.-- le dedico Alberto medio riendo.
- Mmmm, eres tu Alberto?-- murmuro medio dormida.
- Buffff, quien crees que seria? Brad Pitt?-- dijo arrimándose hasta poder sentir el aliento de Violeta en su cara.
- No se que me pasa...., estoy muyyy cansadaaa...., me pesaaa el cuerpoooo.... Aggggghhh!-- bostezo ruidosamente.
- Vaya menudo problema..., !
sus ojos empezaron a recorrer la hilera de botones que empezaba en su cuello y terminaba en aquellos asombrosos melones que también recordaba. * Ayudame a llegar a mi cuarto, anda....!-- dijo dándole la mano. * A ver!-- se inclino hasta pasar el brazo tras sus hombros y levantarla del sitio.-- Ohh!, Ohhh! Coñoooo pon de tu parte! … intentando que se quedara de pie. * Mmmmmfff! – oyeeee, que no puedo , no me van las piernas...., andaaaa se buenooo y llevame !-- dijo emitiendo otro fuerte bostezo. * Esperaaa, a ver ! --dijo intentado que se sujetara a su espalda, las piernas de su hermana arrastraban por el suelo como un muerto, lo dejo sin aliento del esfuerzo hasta que la soltó de nuevo sobre el sofá.
Ella apenas se había dado cuenta, pero casi lo estrangulo del esfuerzo.
- Joder... menuda suerte la mía..., ufff-- si hacia solo un segundo notaba las enormes tetas de Violeta aplastándose contra su espalda. La tenia a huevo..., la tenia donde quería. Miro hacia abajo, la polla empalmada por el roce.
Y su cabeza dejo de pensar, era su rabo quien mandaba.
- A ver , te agarrare a caballito pero por delante, vale? – enrosca tus piernas en mi cintura.
- Mmmm, murmuro mientras notaba como la levantaban sujetándola de nuevo. – sus manos se agarraron al cuello de su hermano , mientras su hermano la sujetaba por el culo, tal como hacían de niños.
Violeta apenas notaba como se ponían en movimiento, desde su cabeza apoyada le llegaba la fragancia del aftershave de Albero, el roce de su barba en su mejilla. Los brazos sujetaban su cuello sin mucha convicción.
Pero sus manos sin duda si la agarraban con fuerza, dos tenazas la aplastaban contra un duro bulto.
Ni se dio cuenta como el camisón subía de sus muslos hasta casi las caderas de un suave deslizamiento de su mano.
Las paredes se movían a cada paso, adentrándose en el pasillo entre la niebla que se adueñaba de su cansado cuerpo.
El roce del algodón sobre su culo la espabilo un segundo.
- Por fin había llegado a la cama..., mmm, se estiro sobre la sabana hasta quedar su cabeza apoyada sobre la almohada.-- cerro los ojos sin fijarse en como se hundía la cama justo a su lado.
Alberto había tenido que sudar lo suyo para traerla por el pasillo, algo tan sencillo como el peso muerto de su hermana se le antojaba insoportable mente lujurioso, su coñito rozándole el cipote a cada paso era mas de lo que cualquiera pudiera soportar, estaba tan cachondo que no recordaba como había llegado a su habitación.
La dejo sobre su cama , mientras se desnudaba a toda prisa de cualquier estorbo, la veía respirando regularmente sin duda en el reino de los sueños. Se volvió colocando el móvil enfocando la cámara hacia la cama.
Se apresuro por meterse junto a Violeta, durante un segundo se dedico a contemplar cada detalle de su cuerpo medio dormido, trazando un leve lengueteo , lamió la oreja con lentitud, seguía sin moverse.
Detuvo su lengua hasta llegar al cuello y comenzar a desabotonar aquel horror de camisón, uno a uno los botones fueron desprendiéndose de sus ojales, palmo a palmo la cremosa piel quedo al descubierto.
Se lanzo a besar aquella piel pecosa hasta dejar el ultimo botón libre y los magníficos melones libres para ser mamados hasta sacarles la leche.
Sentía la boca haciéndose agua cuando amaso con lentitud la teta arrancando el primer suspiro a Violeta, – después de todo, si lo nota..., veamosss cuanto...-- agacho la cabeza para chupar por primera vez los pezones de su hermana.
- Mm mm, mm mm, saben a nata.... ricos!-- envolvió la lengua alrededor del pezón hasta estirarlo cruelmente , oyendo la queja de su hermana. Chupo y chupo hasta hartarse , mordió con suavidad la tierna carne que le ofrecía Violeta.
Seguía mamando de sus tetas cuando la mano de su hermana se deslizo sobre su pelo, levanto la vista pillado por la cara de goce que Violeta tenia.
- Menuda calentorra... – pensó, y tras un buen rato chupando y sorbiendo agarro la tela donde se acababan los botones . La tela se desgarro casi de un solo tirón dejando al descubierto un cuerpo perfectamente formado, entradito en carnes, como a el le gustaba.
Con un coñito no muy peludo perfectamente recortado. * Vaya, vayas... menudo regalito.
Lamió decididamente el camino hasta el chochete peladito de Violeta , a pesar de las protestas consiguió colarse entre sus muslos hasta poder enterrar la cabeza en la entrada de su coño, a la primera pasada de su lengua soltó un gritito excitante, lamió con mas lentitud, escarbando sus dedos a cada succión de clítoris.
Sentía como se humedecía su boca con los jugos que parecían bañar su lengua a cada pasada, llenandole las fosas nasales del jugoso néctar que Violeta soltaba contra su boca.
Torturo el coño clavandole otro dedo acelerando los envites, sorbiendo hambriento de la corrida que seguro estaba a punto de soltar.
Era impresionante, pues podía sentir como estaba a punto de acabar, moviendo las caderas al compás de su lengua. La vio agarrarle el pelo atrayendo lo mas, animándole a que la hiciera correrse en su boca.
Alberto no podía creer lo que veía, pero así era, la santurrona de su hermana era mejor que cualquiera de las múltiples zorras que se había tirado.
Le ponía a mil, verla allí abierta de piernas con su cabeza comiéndole el coño, cuando llego el momento en que se corrió, la oyó chillar mientras le arañaba los hombros.
Trago y trago la estupenda corrida, hasta dejarla de nuevo al borde, a punto para joderla..
Odiando abandonar el gusto del coño en su lengua, levanto su cuerpo hasta colocarse encima de ella. Debió despertarse al sentir el peso de su cuerpo aplastarla contra la cama, pues abrió los ojos mirándole ausente.
- Queee hacesss... encimaa.... bajateee...-- susurro medio dormida.
- Voy a follarte Violeta..., a joderte hasta que no puedas moverte en días..., llenare tu coñito con mi semen hasta preñarte..., eso es lo que voy a hacerte-- le susurro al oído.
- Noooo, noooo, – dijo intentándolo apartar sin éxito--.
- Vaamooos, lo estas deseaaandooo hermanitaaa!, siii, verdaaaaddd?-- susurro al oído mientras comenzaba a sobar la polla sobre el coñito, – A mi no me engañas, dime, va , dime lo que quieres!
- Nooo, noooo, – susurraba cada vez mas devilmente Violeta,
Alberto seguía rozando el cipote cada vez mas lentamente, mordiéndola en el cuello ,la tenia aplastada bajo su peso contra la cama cuando con las rodillas le abrió las piernas para poder agujerear su coño.
La oía protestar contra su oído, pero sus dedos se llenaron de los flujos de los cuerpos pegados cuando acaricio el chochito dispuesto, estaba duro a punto de estallar, sabia que la primera follada seria rápida y bestial.
tenia el rabo tan duro que hubiese podido clavar un cuadro. La viciosa de Violeta se agitaba como una perra en celo , guió su rabo hacia la entrada y de un potente empujón se la clavo hasta la mitad.
Pudo sentir como las paredes del coño se abrían acogiendo su rabo como un torno apretándole hasta casi hacerle correrse allí mismo, intento ver en la cara de su hermana alguna reacción, seguía estando como ida, en otro mundo.
Ya no quería parar, así que empujo las caderas hasta hundirse hasta los huevos en el prieto coño de su hermana, sentía latir las paredes del coño ajustándose a su gran tamaño, no necesito ni dos segundos para notar las pulsaciones amoldándose al tamaño de su polla, y comenzó a joderla lentamente.
El sudor le bañaba el cuerpo cuando comenzó a clavarle pollazos , lentamente al principio , empezó a notar como las rodillas de su hermana se levantaban hasta colocarse sobre sus caderas. Por fin , aceptaba la follada , veía sus tetas rebotar a cada pollazo hasta volverlo loco.
La cama empezó a chirriar a cada sacudida, hasta que Violeta comenzó a gemir a su oído.
- Ugggggg, ugggggg, cabroooonnn, meeee dueeleeeeeee....
Alberto se lanzo a joderla como un animal, gruñendo y sudando , acabo irguiéndose y sujetándole los muslos usarla como diana de su rabo.
Cada vez estaba mas cerca, sentía como los escalofríos recorrían toda su espalda, a punto de correrse, cerro los ojos y miro al techo , a la vez que empezaba a correrse en un interminable orgasmo, vació su polla durante una eternidad, mientras hacia un esfuerzo sobrehumano por no chillar del gustazo.
Cayo traspuesto sobre el cuerpo de su hermana, aplastandola de nuevo contra la cama. Era alucinante, el mejor polvo de su vida , empezaba a notar como el cuerpo empezaba a relajarse , su polla fláccida escurriéndose del coño de Violeta.
Suspiro y se lanzo al costado de la cama, por primera vez la vio allí estirada, desnuda con el cuerpo brillante por el sudor, las tetas agitándose por la respiración acelerada, la piernas abiertas con el semen salpicado sobre las sabanas.
- Joder, Tranquilizate Alberto, --- se dijo, o acabaras fundido., tenia los ojos entreabiertos , como a punto de dormirse.
Sujeto la sabana y la cubrió hasta taparla por entero, estaba agotado, un sueñito lo ayudaría a descansar algo para el segundo asalto.
Poco a poco se dejo vencer por el sueño su cuerpo amoldado al de Violeta, era una magnifica manera de conciliar el sueño.
Cuando Violeta abrió los ojos en la oscuridad, no reconoció las paredes de su habitación, sentía como si el sopor se hubiera evaporado, pero no entendía donde había acabado durmiendo, allí en la oscuridad , los contornos eran los de otra habitación, intento salir de la cama, cuando noto la mano ciñéndole por la cintura.
Se giro asustada, para ver como la angustia se le clavaba en la garganta, Alberto dormía a escasos palmos de su cara totalmente desnudo, intento recordar como había llegado hasta allí, no lo consiguió, había como una niebla en su cabeza que la impedía recordar nada, giro de nuevo la cabeza y vio en el reloj las 4.30, debería salir de allí antes de que todo fuese a peor.
Se destapo; ella también estaba desnuda, con mucho cuidado levanto la mano de su hermano hasta posarla sobre la cama.
Con mucho cuidado intento moverse. El dolor la atravesó el cuerpo, sentía calambres por todos lados, como si hubiera recorrido a pie la vuelta al mundo, intento sin éxito sentarse, tenia los muslos pegajosos, como si algo se hubiera caído encima. Palpo a oscuras, un pegote se le pego en la mano.
- Que asco!--pensó. Notaba como el coño le escocia .
Cuando apenas hacia el primer intento por levantarse de la cama, el brazo detrás de ella la volvió a sujetar lanzandola sobre la cama.
- Ya estas despierta,?-- Que bien..., ahora si que podremoss disfrutar de lo lindo...
- Pero que haces, imbécil?, suelta... – dijo intentando manotear librándose de sus brazos.
- Vayaaa la señorita gruñona ha vuelto..., que pena... yo prefiero a la zorra...,
- Estas chifado,-- arrastrada de nuevo a la cama.-- Que me sueltes...
- Mmmm, dijo hociqueando en su cuello, sera mejor que te quedes de lado, quiero follarte así...
- Espera, animal, ni se te ocurra...-- o empiezo a chillar como una loca.-- le amenazo Violeta.
- A si?, tu crees?,-- dijo lamiendo su oído mientras su mano comenzaba a amasar la teta desde atrás.-- No seas tonta, no querrás dar mas problemas al pobre de Papa.
- Para, por favor, para...-- suplico Violeta.
- Que deje de hacerte esto-- pellizco el pezón hasta hacer que esta acallara su replica.-- Mira que duros los tienes, mmm, mmmm, mmmm,
- Paraaa, porrr favorrr, antes de que seaaa peorrr!-- intento protestar.
- Peor que …! dime …, de que te joda...!-- le susurro en su oído.-- No me importa! Ya te he follado..., mmmm, mmmm, – comenzó a frotar su polla tiesa por el culo de su hermana.
- Nooo es verdad!, nooo!-- gimió Violeta.
- Oh siiii, vaya que siii, y tu lo gozaste como la perra que eres! – no sientes el escozor de tu coño …., mmm, mmmm-- sujeto su pierna levantándola para acomodarse tras ella en aquella postura.
- Eres un animal...-- comenzó a llorar Violeta.
- Mmmm, mmm, no gritabas de dolor hacia un ratito, chillabas de placer hermanita..., joder... que ganas tengo de joderte...
antes de que Violeta pudiera protestar, hundió el grueso cabezón en el coño de su hermana, de un profundo envite. Esta se tenso al notar el capullo entrando en su escocida almeja.
- Auuuu, uuuuu, meee escuece , para , paraaa....
- Mmmmmm, mmmm, yaaa estaaa, aun esta algo apretado... que gozadaaaa.... ufff, uffff, uffff.-- clavo uno palmos mas de carne enterrándose hasta las entrañas.
- Ahhhhh, animaaaal, dueeeleeee, esperaaaa..... , gimió Violeta.
- Siiii, esoooo esss, asii, mmmm, mmmm, – dijo sujetándola por la pierna y comenzado a envestir profundamente el rabo hasta sentir el vaivén de los cojones golpeando su culo.
- Auuuu, auuuu, masss lentoooo, auuuu, auuuuu-- gimió Violeta.
Alberto aprovecho la ocasión para pellizcar el clítoris de su hermana, que empezó a jadear cada vez mas fuerte, cuando apenas llevaba un par de minutos trabajándola , las paredes del útero le apretaron la polla como un torno, noto como empezaba a pulsar a cada riñonada , corriéndose juntos a fuertes gritos.
No tardo en apretar los dientes mientras los chorros de esperma empezaban a bañar el coño de Violeta a cada riñonada.
- Lo iba a dejar seco-- pensó.
Los dos cayeron rendidos sobre la cama respirando acompasadamente, Alberto apenas podía mover un musculo, estaba rendido.
Violeta se levanto de la cama sujetando los restos de su camisón que estaban esparcidos por el suelo, era inservible.
Agarro la fina colcha y se enrollo en ella, desapareciendo por la puerta sin decir una sola palabra.
Cuando llego a su habitación Eva seguía durmiendo plácidamente, a oscuras abrió el cajón de la cómoda y busco un camisón limpio.
Se lo puso como pudo , acostándose en su cama al instante.
Sentía el cuerpo extrañamente tranquilo, agotado, se sentía sucia, estaba llena del semen de su hermano escurriéndose de su coño, rendida dejo que el día siguiente llegara cuanto antes.
El Sábado apareció envuelto en niebla y lluvia, golpeando por primera vez aquel caluroso otoño.
La fuerte tormenta trajo rayos y truenos que despertaron a cada uno de la agotada familia.
Paco fue el primero en salir de su habitación duchado y con el albornoz cubriéndole por completo se sentó en la cocina encendiendo la primera cafetera del día.
Estaba hambriento, tanto ejercicio después de aquella juguetona nochecita lo había dejado algo agotado, miro el reloj ; las 12:30, se sirvió la primera taza , acordándose de los culitos de sus mellizas; con razón tardaban tanto en levantarse, tardarían un tiempecillo en sentarse sin dolores.
Le extraño no ver a su hija mayor a aquellas horas, pero también se merecía un descanso de vez en cuando.
Dejo la taza sobre la mesa , volviendo a su habitación, se vistió rápidamente , si se daba prisa podría comprar algún dulce de la pastelería. Sus hijos bien que se lo merecían.
Con esa intención, bajo a la calle silbando feliz.
Oyó el portazo y abrió los ojos, Violeta estaba agotada, miro al reloj despertador dando un salto asustada por la hora, a su lado Eva hacia rato que estaba despierta con un libro entre sus manos.
- Que tarde!, me he dormido-- dijo saliendo de la cama casi de un salto.-- Como es que no te has levantado? No tienes hambre?--
- No.., tenia ganas de acabar este libro..., – murmuro Eva.
- Pues yo, me quede frita,-- bostezo levantándose , sujetando la toalla. Fue entonces cuando noto el escozor entre los muslos, y todo le vino a la memoria de golpe, tuvo que tragar saliva para intentar no revelar ante su hermana pequeña nada de lo que le había pasado.
Ando hacia el cuarto de baño, rezando para que nadie mas se hubiera despertado. Entro en silencio en el cuarto de baño de la habitación de sus padres, no quería mas sorpresas. Se ducho en silencio, intentando borrar cualquier rastro de la violación de su hermano.
Intentaba decidir como enfrentaría a su hermano , no sabia si podría mirarle a la cara sin descubrirse o lanzarle la cafetera ardiendo encima, estaba furiosa, tan cabreada que se vistió en silencio imaginando las mil torturas a las que sometería a su hermano Alberto.
En la cocina comprobó que el café estaba aun caliente en la cafetera, y se tomo una taza no sin antes sentarse algo incomoda en la silla de su padre.
Pensaba y pensaba cuando oyó la puerta de la calle abrirse, y la fría ráfaga de tormenta entro con el.
- Hola hija, menudo día de perros-- dijo abriéndose la chaqueta y dejando el paraguas chorreando en la pileta de la cocina.-- Veo que a todos, se os han pegado las sabanas, eh?-- dijo pellizcándole la punta de la nariz.
- Siii, buenoooo dijo sonrojandoseee – me costo dormir algo... - murmuro con la taza en las manos.
Iba a decir algo, cuando por la puerta apareció la cara medio dormida de Alberto, aun medio dormido.
- Veo que empiezan a despertar los bellos durmientes, eh?-- mucha juerga anoche, hijo?-- pregunto Paco dirigiéndose a su hijo.
- Mmmm, café..., – dijo bebiendo el primer sorbo de café caliente-- No, ayer llegue pronto...
- Entonces... , a ti también te costo dormirte, hijo?
- Algo así...-- miro a su hermana Violeta desde el borde de la taza-- No encontraba … la postura..., hasta que al final.... pues...
- Vaya..., has traído pastelitos de chocolate!-- interrumpió Violeta cada vez mas nerviosa.
- Si, nos merecemos algún que otro capricho de vez en cuando, no?
- Claro, – respondió Alberto bostezando-- Ah, se me olvidaba..., Matias me pidió que revisaras el contrato de los nuevos suministros...-- creo que los deje sobre la mesa...
- Ah si, se me olvidaba--.
Se dirigió hacia el comedor donde Alberto le dijo que estarían los documentos, tras unos minutos de búsqueda no consiguió dar con ellos, registro el cajón donde dejaban la documentación del negocio, pero no vio nada.
--Este chico-- se dijo,
volvió sobre sus pasos hasta llegar a su habitación, – seguía oyéndose la tormenta a través de la ventana abierta, – cerro la ventana, extrañado., volviéndose hacia la mesa que hacia de almacén de facturas y albaranes.
Encontró los papeles inmediatamente, leyó las paginas lentamente.
Cuando estaba a punto de salir de allí, vio el móvil de ultima generación de Alberto parpadeando sobre la pila mas alta de facturas.
Le extraño verlo encendido, siempre tan celoso de sus cosas , le molesto ver como descuidaba su bien mas preciado.
Agarro el móvil dispuesto a apagarlo, y le pico la curiosidad ….
- En que andará metido su hijo..., la curiosidad le pudo y entro en los menús de fotos. Primero vio las caras algo pasada de vueltas de algún chaval que no conocía, un par de chicas algo borrachas, – Joder con el crió...,--
por ultimo, vio una pestaña con un video... miro sobre su espalda y le dio a la tecla del play.
La impresión de ver a sus hijos jodiendo casi le hace soltar el móvil, pero allí estaba...
Alberto le tenia sujeta la pierna por detrás mientras se follaba a Violeta lentamente, y la muy guarra de Violeta parecía estar disfrutándolo. * Vaya, vaya... así que se me adelanto el chaval. Bueno.... de tal palo tal astilla! Penso.
Sin duda ya iba siendo hora de tener una charla padre-hijo sobre joder en su casa, sabia por experiencia que quien folla unido permanece unido.
Apago la pantalla del móvil y volvió sobre sus pasos.