Las hijas rogando y el padre castigando. (13.)

Es mejor desfogarse antes de volcar toda la rabia sin control , eso es lo que piensa Paco. Maria lo ayudara a descargarse, que buena hija no lo hace?.

Termino de almorzar, mirando una y otra vez el reloj de la cocina, calculando cuanto tardaría en almorzar sin cruzarse con nadie, Violeta apuro el ultimo trago de café, sujeto su bolso y poniéndose el abrigo se apresuro en salir hacia la calle.

Aun no estaba muy segura en como afrontar todo aquello, había dejado el desayuno de los demás dispuesto encima de la mesa de la cocina y cobardemente salio pitando hacia la biblioteca.

En su cabeza bailaban un millón de imágenes , casi perdió el autobús de cada mañana al distraerse con un escaparate de ropa de bebe, sacudió la cabeza aturdida y de una ultima carrera subió al autobús urbano.

Alberto fue el siguiente en aparecer en la cocina, las ojeras oscurecidas bajo los ojos, el pelo revuelto y la barba oscura asomando bajo el mono de trabajo del taller. Se sirvió una taza de café mientras las mellizas aparecían con sus mochilas al hombro.

  • Joder Alberto!-- menudo careto,-- has visto Rebeca-- menuda noche de juerga, eh?-- dijo dándole un codazo a Rebeca.
  • Ufff! Estoy muuuerto!, pero la miró guiñándole un ojo--, para nada la cambio por nada del mundo.
  • Y vas ir a si al curro?-- si pareces un zombi de ultratumba-- se rió Aura imitando los andares de los muertos vivientes.
  • Hoy no pienso pasarme mucho!, ahggggg! – bostezo con fuerza, a la vez que engullía una napolitana de la bandeja del almuerzo.-- así que...! a la mínima que pueda me largo pronto!
  • Vayaaaa hermanito! No será demasiada juerga para ti!-- mira que ya no eres un chavalín.

Alberto aparto la vista de la segunda napolitana para fijarse en su hermanita Aura, agachada delante de él colocando los libros en su mochila del colegio. Con aquella faldita de cuadros revelando un apetitoso culito carnoso delante de sus narices, meneándose solo con aquellas braguillas blancas tan excitantes.

Estaba hecho polvo, pero no muerto para no reaccionar ante tan sugerente visión matinal, la verga empezó a levantarse peligrosamente , y nada podía hacer para remediarlo.

Bajo la taza para poder apreciar los contoneos de ese culito delante de sus narices. Pronto como si adivinase como lo provocaba se levanto con su dueña mirándolo extrañada.

  • Oyeee... me has oído... , dijo agitando su mano delante de la ausente cara de Alberto-- Que si vas a venir a recogerme esta tarde?-- volvió a repetirle.
  • Ah, siii...-- sobre las 8, verdad?-- dijo Alberto recobrando el hilo de sus pensamientos.
  • Si, acuérdate... esta tarde hago de canguro de los niños de los Saenz, haré allí los deberes, así que..., solo pasa a buscarme.. te daré un telefonazo …. por si vienen antes... entendido?
  • Que si, pesada!... allí estaré.-- confirmo levantándose y desapareciendo rápidamente hacia la calle.

Aura no era muy experta en aquellas cosas , si jugaba bien sus cartas y efectivamente había comprobado el mas que evidente bulto tieso en el mono de su hermano, presumiria de follada con la tonta de Rebeca.

Con aquella idea en mente, abandono la casa con una sonrisa pintada en la cara , reuniéndose con su melliza en el portal de camino al colegio. Hablaron y hablaron todo el camino riendo sin parar , hasta llegar a las aulas.

Maria estaba acostada en su cama incapaz de mover un musculo, todo le dolía atrozmente como si un camión la hubiese atropellado, debía levantarse para desayunar pero todo el cuerpo le pinchaba y escocia, sentía que podía desarmarse al dar un paso, pero debía ducharse.

Estaba cubierta por los fluidos de Alberto, enrojeció al recordar como lo cabalgaba en la silla, se paso la mano por la cara avergonzada.

Aquello estaba mal, si daba tanto gusto?-- se cubrió con la bata, y dando pasitos cortos se adentro en el cuarto de baño.

Cuando hubo terminado, se sentía relajada..... , estaba hambrienta y dirigiéndose a la cocina desayuno en silencio, todos se habían marchado para sus respectivos destinos, así lo comprobó al ver las tazas usadas en el fregadero.

Preparo el lavavajillas, fijándose en la única taza que aun seguía en la repisa de las tazas, era la de Eva.

Extrañada, termino de llenar con detergente el electrodoméstico, debía haberse quedado dormida, se dijo.

Volvió a su habitación, y con algún que otro gesto de dolor se vistió rápidamente, pronto empezaría su horario de estudio, arreglo la cama tan bien como pudo, cambiando las sabanas manchadas por el semen salpicado.

Se coloco en su mesa escritorio y comenzó la jornada de estudio, atenta a los ruidos de los pasos de Eva en el pasillo.

La física era aburrida, pero continuo con los ejercicios prácticos concentrada.

Debieron pasar 40 minutos cuando levanto la cabeza del cuaderno, escuchando atenta, no había oído a nadie.

Preocupada, dejo los ejercicios abandonados y se dirigió hacia la habitación compartida de Eva y Violeta, primero llamo a la puerta, por si se encontrase mal. Al no recibir ningún sonido, abrió la puerta y se aproximo hacia el cuerpo acostado de la cama.

  • Eva, estas bien.... ? – No te he oído...--dijo levantando la sabana y viendo la almohada torcida en el sitio donde debía dormir su hermana.

Maria parpadeo sorprendida, descubriendo el viejo truco de la almohada , con el presentimiento que aquello no traería nada bueno, corrió hacia la puerta del garaje encendiendo todas las luces, tampoco estaba allí.

Cuanto tiempo llevaría fuera de casa? . La angustia le llego desde la boca del estomago.

Volvió sobre sus pasos hacia la casa, tenia que avisar a Papa. El sabría que hacer.

Marco el numero del taller con los nervios a flor de piel? Esperando a ser puesta con la voz serena de su padre.

  • Dígame?-- pregunto la voz de su padre al teléfono.
  • Papa, soy Maria. – aclaro-- Yooo, yooo, llamaba para que vengas corriendo...., Eva no esta en su habitación.-- hablo atropelladamente-- He ido esta mañana a ver porque no desayunaba.... y no estaba en su habitación.
  • Como que no esta en su habitación? – repitió la voz cada vez mas crispada de Paco.
  • Pues.... que no estaba... su cama estaba hecha y tenia una almohada imitando su cuerpo...-- aclaro Maria asustada al oír la primera tanda de maldiciones al otro lado de la linea.
  • Quedate ahí, Maria! Voy enseguida para allá!-- le repitió Paco furioso.

Colgó rápidamente, y volvió de nuevo hacia la puerta de su habitación. Intento ponerse con los problemas de ecuaciones, pero no podía concentrarse. Suspiro aliviada , cuando escucho la puerta abriéndose y los pasos de Papa.

  • Estoy aquí, papa!-- grito asomándose al pasillo nerviosa.-- se apretaba las manos sudadas intentando disimular su preocupación.
  • Hola pequeña!, --saludo Paco inclinándose y dándole un tierno beso en la boca a la sorprendida Maria-- A ver, dijo acariciando pacientemente los hombros de su hija. Tranquila! Cuéntame sobre que hora notaste algo raro.

Maria aun asombrada, comenzó a explicar los pasos dados esa mañana detenidamente, parándose en el incidente de la taza sin usar.

Paco se paseaba arriba y abajo intentando atar cabos, tras lo cual salio hacia la habitación de sus hijas entrando en tromba.

Se fijo en la cama deshecha, abrió el armario de la ropa comprobando si faltaba ropa, un par de perchas vacías, abrió cajones y por ultimo se agacho buscando cualquier pista bajo su cama. Un hilo negro colgaba de un costado , lo sujeto estirando de él , desenchufando lo que parecía un cargador de móvil.

--Tenia otro móvil, no lo hubiera pensado-- se dijo. Se levanto de un impulso dirigiéndose hacia su habitación a grandes pasos, abrió el cajón de su mesita y vio el móvil de Eva apagado. Encajaba en el cargador.

Era de la misma marca.

Recordó que aquellos modelos tenían un gps básico, útil para guiarse como callejero. Y la idea se le encendió enseguida.

Guardo el móvil en su bolsillo , dirigiéndose hacia el teléfono, marco un numero y espero pacientemente.

Cuando escucho la otra voz al otro lado, explico breve mente todo el problema , asintiendo con la cabeza. Maria veía como susurraba al teléfono un par de frases y colgaba.

  • Maria hija, voy a salir a reunirme con un amigo policía!.-- dijo acariciándole la mejilla. Puede que tarde algo, si vienen tus hermanos, explicales lo que ha sucedido. – Si tenemos suerte, puede que todo se acabe pronto.
  • Si, si.-- asintió Maria algo aliviada.

Paco dejo su casa en silencio, volando escaleras abajo. Su viejo amigo Pedro, le debía un favor, y este era el momento de cobrárselo.

Se encontraron a dos pasos de la panadería frente a su casa. Tras una breve conversación, le entrego el cargador y le explico por encima las circunstancias de la fuga de Eva, nada fuera de lo común en otro adolescente.

Pedro cogió la foto de muestra que Paco le habia dado , si seguían el procedimiento habitual puede que se adelantasen al siguiente movimiento de la chica fugada.

  • Es muy sencillo , Paco!-- los chicos y chicas de esta edad son muy difíciles-- Y bueno... si la has castigado... pues lo mas seguro... que este resentida...!-- Pero piensa siempre en algo....

No suelen alejarse mucho de los sitios que conocen....-- A ver, recuerdas los sitios por donde anda?

Paco hizo mentalmente la lista , poco a poco describió los lugares , acabando tras una pausa larga con un profundo cabeceo culpable.

  • Como ha podido hacer esto, Pedro?-- Con lo mucho que la quiero?-- dijo pasándose una mano por la cara cansada.
  • Tranquilo hombre, ten esperanza..., y quedate cerca del teléfono. – Te avisaremos si sabemos algo.

Se despidieron en silencio, cada uno en direcciones contrarias. Paco volvió sobre sus pasos hacia la intranquilidad de su hogar, subiendo inquieto cada escalón.

Cuando entro de nuevo, se encontró con la asustada carita de Maria .

  • Oh hija mía! – exclamo fundiéndose en un abrazo.-- cuanto te necesito.-- pronuncio estrechando el aturdido cuerpo de Maria.
  • Oh Papa! Que va a pasar?-- pregunto apoyando la cabeza sobre su hombro.
  • Nada, cariño! Dijo bajando y subiendo las manos por su espalda-- La encontraremos, ya veras como es todo un susto!

Maria levanto los llorosos ojos para ver mejor a su padre, sus manos bajando hasta detenerse en la basta tela de pana de su falda, sujetando fuertemente su culo con ambas manos. Apretándola mas y mas sobre el bulto enorme encajado entre ambos.

  • Ay nena, que haría yo sin vosotras!-- siguió apretando con fuerza el culo de Maria. – os quiero tanto que me duele!-- dijo subiendo su mano y atraiéndola hasta encima de su brutal erección.-- Mira como me duele.... hija mía!.
  • Ohhh,-- murmuro al rozar su mano sobre el tremendo bulto-- Y como hago... para aliviar tu dolor Papa?..., susurro al oído.

Paco se lanzo lamer aquella boca tan apetitosa, con los nervios a flor de piel no creía que pudiera llegar hasta el dormitorio, su hermano había echo un buen trabajo con ella, levantando la barbilla se empezaron a enredar las lenguas en un continuo roce sensual .

Maria alucinada se dejaba llevar sumisa, sujetando el cuello de su padre para no caerse por el susto al notar las manos de su padre en la cadera derecha aplastandola contra la pared del pasillo.

Tembló como un flan ante lo que se avecinaba, tanta calentura le daba algo de apuro, por fin levanto los ojos para mirar fijamente a su padre un instante y apartarla, recorriendo el contorno de su pecho subiendo y bajando rápidamente, deteniéndose el enorme bulto de su entrepierna.

  • Diooossss, que calor..... eeesssss enoooorrmeeeeee....-- pudo pensar con la boca cada vez mas seca.

Paco había llegado a la misma conclusión que su hija al levantar su mentón atándola a él. Con un brazo en la cadera derecha,el otro la estrecho por la cintura pegados los cuerpos sin espacio donde escaparse. Rozando paquete por primera vez contra el excitado cuerpo de Maria.

  • Ves nenaaaa... como me dueleee...,--necesitaaaa tu amooorr , cielo. – dijo mordiéndole la oreja al susurrarselo.

Maria podía sentir aquel bulto tieso restregándose impaciente contra su estomago., la sorprendió de nuevo la lengua de Paco chupando y lamiendo su labio inferior , provocando a su boca para abrirse ,dejando que la paternal lengua de Papa se enredara con la suya. – Sus brazos hasta ese momento de gelatina , se enroscaron alrededor de su nuca, tuvo que aguantar el chillido al verse de nuevo empujada contra la pared.

--Todo era nuevo y excitante para Maria-- se dijo Paco satisfecho. Lo justo era darle a la niña lo que la guarrilla quería, – que recordara siempre cuando pasara por ese pasillo.-- Vaya , si lo haría!--

Maria, hija..., enrosca tus piernas en mi cintura, anda..! como si te llevara a cuestas!-- dijo en tono meloso

La mano en la cadera bajo por tudo el muslo hasta guiarla tras su espalda , enseñándola donde colocar la otra pierna , dejando el coñito bien collado a su polla. Maria se quedo quieta al seguir los movimientos de las manos bajando por el primer botón de su camisita ,disparado como una bala hacia el pasillo, del fuerte tirón, la camisa se abrió en una lluvia de botones cayendo. Y antes, de poder tomar aliento tenia el sujetador subido hasta el cuello.

Paco se relamió ante la cremosa piel, impaciente se desprendió de su propio jersey de un veloz movimiento, los botones volando de un solo movimiento. Hambriento ante lo que se avecinaba , apoyo su mano tras la pared donde Maria esperaba ansiosa.

  • Voy a chupate la tetas nena, no te asustes...-- susurro Paco

El aliento caliente le encendió cada palmo de piel haciéndose empitonarse los pezones, la cabeza de su padre bajo hasta que empezó notar la punta de la lengua punteando su pezón derecho, arrancando el primer gemido a Maria. Paco continuo mordiendo y tragando teta, sorbiendo la aureola hasta enroscar su lengua una y otra vez. Yendo de una a otra teta en un afectuoso martirio. Pellizcando con los dedos , mientras su lengua y dientes encabritaban el otro.

Ya no pudo aguantarse, gimiendo mas y mas seguido a cada lenguetada.

  • Auuuuuuuuu!, aaaaaaaaauuuuu! Auuuuuuuuuuuuuu!,-- se retorcia excitada Maria.

La tenia en su poder, bajo con cuidado la mano hasta el cierre metálico de la falda de pana , abriendo la cremallera para deslizar la falda hasta la cintura y poder palpar el cálido coñito de su niña.

Un primer roce sobre las bragas le dejo bien claro, lo cachonda y caliente que había dejado a Maria.

  • Bieeennn, mejor para miiii.-- sere maloooo... ! Se dijo saboreando aquel instante.-- uno de sus dedos resbalo bajo el borde de la braguita blanca, el chillido le supo a gloria.. y a su rabo también.

Mamo la teta tragando con ganas , sorbiendo con ansias engullendo la tierna carne de Maria , mientras su manos volaban por la tela de la camisa despojándola de las mangas, rozando la sedosa piel hasta llegar al carnoso y redondo culito.

Al apretar las tiernas nalgas de su hija, su tranca parecía a punto de explotarle dentro de los pantalones. La levanto como si de una pluma se tratase , encajandola sobre la devil mesita del teléfono justo con el reflejo del espejo de la entrada frente a el.

  • Podría verse jodiendola, …. – Que excitante...

con las piernas de su hija enrolladas alrededor de su cintura, el se restregaba contra las empapadas braguitas de Maria, imitando las envestida, habituando la al bulto que iba a regar sus entrañas en unos segundos. Tuvo que dejarla tocar el suelo para como un adolescente cachondeo pelear con la correa de sus pantalones.

Con los pantalones enrollados en los tobillos, y los calzoncillos a punto de reventar , la vio contoneándose ingenuamente al deshacerse de la engorrosa falda de pana. El culo apuntando a su rabo.

Maria se moría por tener clavada dentro la polla de papa. Cada palmo de su cuerpo estaba al rojo vivo. Contemplo la ropa por el suelo excitada, lanzo el sujetador con el resto de la ropa esparcida por el suelo. Solo llevaba las braguitas blancas, su cuerpo ardía por probar rabo paterno. Semejantes ideas no eran las propias de una hija, lo sabia. Pero no quería hacer nada para cambiarlo.

Por un momento se avergonzó y bajo la vista, el sonrojo volvió a cubrir sus mejillas sin poder evitarlo.

Aquello no esta bien, pero no podía evitarlo, acaso era una guarra por hacer aquello? Dudo un momento , retrocediendo hasta tocar el frío espejo con la espalda. Estaba atrapada.

Paco tomo su mano entrelazando los dedos, diciéndole.

  • No te escondas de mi, hija!-- Dios sabe cuanto os quiero--- dijo tocándose el corazón , uniéndose ambas miradas-- Cuanto te necesito cariño.-- escucho Maria a la vez que la aplastaba sobre el espejo, rodeándola con sus brazos , juntando sus cuerpos con firmeza.

Su aliento rozaba sus pezones excitándola , pudiendo sentir el hormigueo por toda la piel. Instintivamente abrió la boca al ataque de su lengua, las manos le temblaban al rozar la goma del calzoncillo y destaparlo. Su enorme rabo salio disparado hacia afuera como un muelle. Se quedo muda de golpe.

  • Menuda polla gasta Papa-- se dijo alucinada al intentar agarrar todo aquel tremendo trozo de carne.

Paco volvió a sujetar su culo con ganas, levantándola hasta empotrarla entre el y el espejo. La niña ya sabia como actuar, enrollando las piernas alrededor de su cintura, rodeando el cuello con los brazos. Su labios bajaron por su cuello chupando y marcándola., los dedos abriéndole los labios del coño, hasta empezar a meterle un dedazo lentamente.

  • Ay cariñooo, que buenaaa estas... mmmmm, que coñooooo tan ricooo hijaa! – jadeo justo sobre su oído, metiendo otro dedo , comenzando a penetrarla mas rápidamente.

El cuerpo de Maria se tenso , empezando a pulsar , jadeando sin control a cada invasión , estaba a punto de volver a sentir aquella maravillosa explosión de placer, lo notaba subir , pulsando mas y mas. Sus caderas empezaron a moverse hacia delante y hacia atrás a la vez que los dedos de su padre se clavaban mas y mas, el pulgar sobando el clítoris. No lo soporto mucho mas, chillo como una loca el saco los dedos y le clavo la gruesa cabeza de tranca.

  • Uffffffffffffffffffffffff, uuuuuuuuuuuuufffffffffffffffffffffff, uuuuuuuuuuufffffffff--- siseaba Maria con los ojos cerrados.
  • Asiiii nenaaa, asssiiii , esoooo essss hijaa, acostumbrate a la verga de Papa...--murmuro al oido de Maria.

Casi sin darle tiempo a tomar aire, se la clavo de un profundo empujón, enterrandosela hasta el fondo. Chillo ante la impresión de tanta carne llenándola.

  • Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, dioooooooooooooooooooooooooooos--- aulló intentando no moverse ni un palmo.

Sentía aquella polla taladrándole el coñito aun dolorido, desgarrandola como un animal. Ni la inmensa polla de Alberto la había echo sentirse casi reventada como la polla de papa.

Paco se detuvo al sentir abrirse las paredes del coño de Maria, dilatándose para su rabo , amoldándose a su bestial tamaño, notaba las gotas de sudor bajándole por la espalda ante el esfuerzo que le suponía permanecer allí inmóvil.

El reflejo del espejo era lascivo, cerro los ojos para retomar algo de control, aquello de tener sus piernas rodeándolo hacia que su polla latiera excitada, le volvía loco aquello de notar su rabo tan apretado, descansando en su coñito.

  • Aguanta Pacooo, deja que la niña se adapte poco a poco.-- se ordeno ,cada vez mas sosegado.

Su ojos le devolvían su propia mirada a través del espejo, sonriendo le. La cabecita de Maria recostada sobre su hombro , su cabeza se levanto ante el gesto de su hombro y alzando la barbilla lamió su lengua en un lento beso , los dedos pellizcando el pezón . Serro los dientes intentando aguantar el impulso de joderla hasta morir de gusto.

Estaba en el cielo, el coño cada vez mas caliente y húmedo se dilataba a cada latido de su rabo, podía notarlo palpitando. Paco no era de acero, ni mucho menos.

Comenzó a sacársela tranquilamente siseando de placer hasta quedarse casi totalmente fuera de su coño, pudo ver la cara excitada de Maria abandonándose , sujeto de nuevo su barbilla diciéndole;

  • Mirame Maria, no quiero que olvides como te folla Papa, No lo olvide nuncaaaa cariño....!-- Os quiero tanto a todassss, que me dueleeeeee, uffff...., muchooooo Hija. Acaso , no aliviarías ese dolor?

Maria enfoco los ojos hacia la cara de Paco sin decir una sola palabra. Obedeciendo ciegamente envolvió firmemente las caderas de su padre, este comenzó a follarla despacio , poco a poco el mete-saca se volvió mas profundo y rápido, el sonido del rabo de su padre chapoteando en su coño era de lo mas excitante.

Pudo sujetarse con fuerza a su nuca o se hubiera derretido allí mismo, a cada riñonada parecía a punto reventarle las entrañas, como un animal .

Ambos follando como bestias en la entrada del pasillo, a casi dos palmos de la puerta de entrada, ya nada importaba, Maria solo podía hundir los talones en el culo de Paco a cada envestida, ensartandola como un pistón bien engrasado. Al poco, Paco bufaba al sujetarla por las caderas para empujar mas profundamente.

  • Que gustaaaazoooo de coñooooo hijaaaaa....., mmmmm,mmmmmm, mmmmmm, mmmmm, – repetía a cada riñonada.

soltó mientras bajaba la cara y mordía un pezón con rabia, haciendo que la pobre Maria sintiera fundirse las paredes de su coño.

El Plooooop, plooooooop, plooooooop, cada vez mas escandaloso hubiera sido de lo mas revelador a cualquier otro habitante de la casa, por suerte estaban solos,. No creía poder aguantar mucho mas sin chillar como una loca, así que se mordió los labios intentando no gemir a cada topetada de sus huevos.

  • Ahhhhh, ahhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhh diiiiiioooooooooosssssssss-- chillo enterrando la cabeza en el hombro de Paco.

Este estaba a punto de correrse, notaba sus cojones palpitando a punto de descargar , cada sonido de la boca de su hija pequeña lo llevaba al limite, cada pliegue del coñito prensando su polla era mas de lo que podía soportar. Bombeo el primer chorro de semen en un largo gemido que debió oírse hasta en la calle.

  • Siiiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa meeeeeeeeeeeeeeee corroooooooooo, – continuo descargando varias profundas envestidas hasta vaciarse completamente, aun sujentandola e impulsándose bestialmente hasta acabar quieto , fieramente aferrado a la vagina de su pequeña Maria..

Los brazos de ella colgaban ya sueltos de su cuello. Jadeando medio ahogada contra su oído, El olor a jodienda les llegaba a los dos a cada aliento , aun así, Paco levanto la cabeza de su hombro aun dentro de su niña sosteniéndose las miradas.

Volvieron a besarse cada vez mas despacio, el rabo agotado de paco deslizándose del coño de su hija. La tensión calmada.

La sujeto aun con cuidado mientras la dejaba sobre el suelo con mucho cuidado.

Maria casi no podía tenerse en pie, las piernas le temblaban como un flan, aun algo abrumada por las sensaciones se subió las braguitas blancas sin saber muy bien que hacer o decir. Con las mejillas aun enrojecidas por lo que sin duda pasaba por su cabeza, recogió el resto de su ropa y en silencio se vistió como pudo.

No miro ni un solo minuto hacia la figura de su padre imitandola, todo era demasiado desconcertante.

El abrazo de Paco la dejo de nuevo sin aire.

  • Que bien me haces, cariño!-- dijo besandole tiernamente la cabeza.-- Cuanto te quiero mi niña, mi tesoro!-- repitió mientras continuaba besando delicadamente la cara de su hija. – Hacia mucho tiempo... Ayyyy Maria mía, ya no soy un chaval-- dijo pellizcándole la nariz.

Maria volvió a bajar la vista ante la insinuación algo avergonzada.

  • No tienes que preocuparte tanto preciosa mía-- dijo besando delicadamente su boca-- Ambos nos queremos,encajamos perfectamente y disfrutamos. Que mal hay en ello?-- repitió convenciéndola .
  • Peroooo , esto no esta bieennn, no es normal, no?-- dijo mirando de nuevo hacia el suelo.
  • Ay cariño, no hay nada malo en disfrutar del sexo.-- Vamos , no seas mentirosilla!-- tu lo disfrutaste muchísimo pequeñina, dijo tirandole de la oreja.-- Y Papa te adora... hija! , quien mejor que tu padre y tu hermano para enseñarte...

Maria sintió que el suelo se abría bajo sus pies, Alberto no se lo habría dicho a nadie , eso era lo que esperaba de él.

Trago saliva, ante la acusación de su padre. No podría mirarle nunca mas a la cara .

  • No hija, no ha sido tu hermano quien me lo ha dicho-- adivino Paco divertido.-- Solo tuve que oíros esta mañana jodiendo!-- Vamos, no le des Tanta importancia....
  • Perooo....-- intento pronunciar Maria.
  • Pero nada, hija!. , Puedes acudir a tu hermano o a mi cuando quieras... Ya deberías saberlo!... dijo comenzando a caminar del hombro hasta el salón.
  • Y no te importa....-- intento pronunciar Maria cada vez mas alucinada
  • No me importa compartir a mis amores, peque!, Tus hermanas son hembras muy fogosas..., y necesitan ya sabes...-- dijo guiñándole un ojo.
  • Ahhhh!-- acabo de pronunciar Maria.-- Todas?.
  • Si hija, todas. – Acaso no te ha gustado lo que hemos echo en la entrada? – Ellas también tienen derecho.

Aun incrédula ante lo que oía, vio a su padre acercarse al mueble bar y servirse un trago largo de whisky.

  • Ahora me siento mas sereno, podre manejar mejor mi furia... – dijo golpeando la mano abierta sobre su pierna. – Porque-- dijo mirando a Maria de nuevo-- Si consigo encontrar a tu hermana Eva....-- recordara cada uno de los días de su vida.-- Te lo aseguro!-- apuro el trago.

Termino sentándose en su butaca, empezando el tercer pitillo del día esperando frente al teléfono la tan ansiada llamada.

  • Yooo, sera mejor que vuelva a mi cuarto a estudiar! – pronuncio Maria cada vez mas inquieta.

No escucho ninguna respuesta cuando se dirigió de nuevo a su habitación, los pasos se detuvieron frente al espejo donde la había follado de pie, y sin entenderlo volvió a sonrojarse. Si , como no iba a recordarlo.

Con las entrañas aun repletas del semen de su hermano, su padre acababa de llenarla con su lefa de nuevo.

Al paso que iban... , acabaría embarazada en cualquier momento. Bajo los ojos hacia su tripa, pasando su mano suavemente por encima. Imaginándolo.

Sin poder evitarlo, la sonrisa le subió a la cara. Un niño, o una niña.

Con lo que le gustaban a ella los niños..., Porque no?. Y tarareando alegremente se imagino un futuro lleno de pequeñas voces.....

Paco seguía fumando , la vista fijada en el teléfono. Las horas pasando en el reloj, pronto apareció Violeta por la puerta, dando un portazo.

  • Estoy aquí hija, – pronuncio Paco--
  • Hola Papa, – dijo Violeta agachándose para saludar a su padre.
  • Hola Cariño,-- respondió Paco levantándose y besando lascivamente a Violeta--
  • Mmmmm, --contesto Violeta con la lengua de su padre enroscada en la suya.

Se aparto algo sofocada, recuperando algo de control y acariciando la cara de su padre.

  • Diosss hija , menudo problema-- acabo diciendo.--

Violeta se sentó justo en frente a él intentando asimilar la fuga de Eva, cada explicación era un pequeño auto reproche que se clavaba en su conciencia. No habría echo lo suficiente, por una vez que soltaba algo las riendas....

Paco adivinaba por la mirada perdida de Violeta el camino de sus razonamientos, y apretó su rodilla firmemente.

  • No te preocupes hija, Un amigo policía esta sobre el caso..., ha quedado en avisarme si sabe algo..., es un buen tipo..-- aseguro .
  • Ya, bueno.-- murmuro Violeta levantándose-- Creo que, voy a preparar la cena, es muy tarde y ….

En ese preciso instante, la cerradura de la puerta volvió a abrirse, Rebeca subía como un terremoto dispuesto a arrasar con su inacabable energía.

  • Buenooo, pues... voy a hacer la cena-- repitió Violeta sujetando del hombro a Rebeca.--
  • Que pasa?... – intento soltarse rebeca.
  • No molestes a Papa, esta esperando una llamada importante. Y arrastrando a Rebeca hacia la cocina empezó a explicarle la historia de la fuga de Eva.

Sobre las once de la noche la puerta se abrió por ultima vez, por ella pasaron la figura renqueante de Aura, arrastrándose como alma en pena hacia la cocina.

  • Y a ti que te pasa?-- le pregunto Violeta-- Vienes de una batalla o que?--
  • Ah no, es que.... me he caído en casa de los Saenz , nada serio, pero casi no puedo dar un paso.-- aclaro rápidamente Aura.

Casi inmediatamente entro la figura algo agazapada de Alberto, el mono de taller casi limpio, la mirada y andares cansados.

  • Estoy muerto!-- dijo echando una mirada hacia Aura-- Pillo lo que sea y me largo a dormir!-- dijo bostezando
  • Oye, bruto! – Es que solo piensas en ti!-- le regaño Violeta-- Eva esta por ahí, vete tu a saber! Y solo piensas en comer y dormir!-- le amonesto furiosa.
  • No sabia nada, – hablo con la boca llena-- Hace mucho de eso?

Explico de nuevo toda la desaparición, contestando las preguntas de todos. Uno a uno callaron, y cenaron en silencio, las mellizas mirando su plato. Maria contemplando el vacío de la pared blanca, Alberto rodando el tapón de la botella por la mesa.

Uno a uno se despidieron de Paco, dejándolo solo frente al teléfono, la bandeja de comida intacta, el gesto serio.

Seria una noche muy larga .

Cuando el ruido de los pasos de sus hijos fueron acallándose en sus respectivos dormitorios, la casa se sumió en silencio. El tic-tac del reloj marcaba las 12, y el cenicero estaba repleto de colillas.

El riiiiing del teléfono, lo sobresalto , lo agarro antes del segundo timbrazo y con el alma enganchada a la garganta contesto.

  • Diga...-- consiguió tartamudear nervioso.
  • No me conoce-- escucho de la otro lado del teléfono-- pero entiendo su preocupación.
  • Oiga, perdone. Pero no tengo tiempo para perderlo en chorradas.....-- consiguió decir.
  • Su hija pequeña se largado... verdad?-- escucho de la voz femenina al otro lado.-- Pues fíjese, yo se donde la puede encontrar...
  • Escuche..., si esto es una broma de mal gusto... – grito sujetando firmemente el auricular.
  • Su pequeña Eva esta en el instituto donde fue expulsada..., exactamente en el cobertizo donde se almacenan los trastos viejos del gimnasio.
  • Como...? , intento preguntar... .Quienn es usteddd?...
  • Una amiga, solo alguien que se preocupa de un buen padre , amigo mio-- y que por nada del mundo quiere que el instituto salga metido en el asunto-- susurro la voz.
  • Vale, esta bien!, según usted . Esta escondida allí?., – En el gimnasio.
  • No, en el gimnasio no. En el almacén justo detrás, – hay un respiradero suelto..., por donde se suelen colar los fumadores de porros....-- aclaro la voz al teléfono.

Paco miro el reloj , las 0:15 de la noche , si pudiera iría hasta allí y arrastraría a la pequeña Eva hasta casa.

  • Puede que , si es usted discreto y sabe jugar sus cartas pueda sacarla de ahí esta misma noche.-- le explico la voz. – La llave de la verja esta escondida bajo el tope de madera, – déjelo todo como esta para mañana y nadie tiene que salir malparado. – Por mi parte, esta conversación no ha tenido lugar.-- acabo diciendo

Se rasco la barbilla firmemente, si salia en ese momento...,

  • Gracias por todo, – agradeció colgando muy despacio el teléfono.

En dos grandes zancadas se colgó el abrigo y salio disparado hacia la calle. Esta iba ser una noche que Eva jamas olvidaría.

Jamas...

Termino de almorzar, mirando una y otra vez el reloj de la cocina, calculando cuanto tardaría en almorzar sin cruzarse con nadie, Violeta apuro el ultimo trago de café, sujeto su bolso y poniéndose el abrigo se apresuro en salir hacia la calle.

Aun no estaba muy segura en como afrontar todo aquello, había dejado el desayuno de los demás dispuesto encima de la mesa de la cocina y cobardemente salio pitando hacia la biblioteca.

En su cabeza bailaban un millón de imágenes , casi perdió el autobús de cada mañana al distraerse con un escaparate de ropa de bebe, sacudió la cabeza aturdida y de una ultima carrera subió al autobús urbano.

Alberto fue el siguiente en aparecer en la cocina, las ojeras oscurecidas bajo los ojos, el pelo revuelto y la barba oscura asomando bajo el mono de trabajo del taller. Se sirvió una taza de café mientras las mellizas aparecían con sus mochilas al hombro.

  • Joder Alberto!-- menudo careto,-- has visto Rebeca-- menuda noche de juerga, eh?-- dijo dándole un codazo a Rebeca.
  • Ufff! Estoy muuuerto!, pero la miró guiñándole un ojo--, para nada la cambio por nada del mundo.
  • Y vas ir a si al curro?-- si pareces un zombi de ultratumba-- se rió Aura imitando los andares de los muertos vivientes.
  • Hoy no pienso pasarme mucho!, ahggggg! – bostezo con fuerza, a la vez que engullía una napolitana de la bandeja del almuerzo.-- así que...! a la mínima que pueda me largo pronto!
  • Vayaaaa hermanito! No será demasiada juerga para ti!-- mira que ya no eres un chavalín.

Alberto aparto la vista de la segunda napolitana para fijarse en su hermanita Aura, agachada delante de él colocando los libros en su mochila del colegio. Con aquella faldita de cuadros revelando un apetitoso culito carnoso delante de sus narices, meneándose solo con aquellas braguillas blancas tan excitantes.

Estaba hecho polvo, pero no muerto para no reaccionar ante tan sugerente visión matinal, la verga empezó a levantarse peligrosamente , y nada podía hacer para remediarlo.

Bajo la taza para poder apreciar los contoneos de ese culito delante de sus narices. Pronto como si adivinase como lo provocaba se levanto con su dueña mirándolo extrañada.

  • Oyeee... me has oído... , dijo agitando su mano delante de la ausente cara de Alberto-- Que si vas a venir a recogerme esta tarde?-- volvió a repetirle.
  • Ah, siii...-- sobre las 8, verdad?-- dijo Alberto recobrando el hilo de sus pensamientos.
  • Si, acuérdate... esta tarde hago de canguro de los niños de los Saenz, haré allí los deberes, así que..., solo pasa a buscarme.. te daré un telefonazo …. por si vienen antes... entendido?
  • Que si, pesada!... allí estaré.-- confirmo levantándose y desapareciendo rápidamente hacia la calle.

Aura no era muy experta en aquellas cosas , si jugaba bien sus cartas y efectivamente había comprobado el mas que evidente bulto tieso en el mono de su hermano, presumiria de follada con la tonta de Rebeca.

Con aquella idea en mente, abandono la casa con una sonrisa pintada en la cara , reuniéndose con su melliza en el portal de camino al colegio. Hablaron y hablaron todo el camino riendo sin parar , hasta llegar a las aulas.

Maria estaba acostada en su cama incapaz de mover un musculo, todo le dolía atrozmente como si un camión la hubiese atropellado, debía levantarse para desayunar pero todo el cuerpo le pinchaba y escocia, sentía que podía desarmarse al dar un paso, pero debía ducharse.

Estaba cubierta por los fluidos de Alberto, enrojeció al recordar como lo cabalgaba en la silla, se paso la mano por la cara avergonzada.

Aquello estaba mal, si daba tanto gusto?-- se cubrió con la bata, y dando pasitos cortos se adentro en el cuarto de baño.

Cuando hubo terminado, se sentía relajada..... , estaba hambrienta y dirigiéndose a la cocina desayuno en silencio, todos se habían marchado para sus respectivos destinos, así lo comprobó al ver las tazas usadas en el fregadero.

Preparo el lavavajillas, fijándose en la única taza que aun seguía en la repisa de las tazas, era la de Eva.

Extrañada, termino de llenar con detergente el electrodoméstico, debía haberse quedado dormida, se dijo.

Volvió a su habitación, y con algún que otro gesto de dolor se vistió rápidamente, pronto empezaría su horario de estudio, arreglo la cama tan bien como pudo, cambiando las sabanas manchadas por el semen salpicado.

Se coloco en su mesa escritorio y comenzó la jornada de estudio, atenta a los ruidos de los pasos de Eva en el pasillo.

La física era aburrida, pero continuo con los ejercicios prácticos concentrada.

Debieron pasar 40 minutos cuando levanto la cabeza del cuaderno, escuchando atenta, no había oído a nadie.

Preocupada, dejo los ejercicios abandonados y se dirigió hacia la habitación compartida de Eva y Violeta, primero llamo a la puerta, por si se encontrase mal. Al no recibir ningún sonido, abrió la puerta y se aproximo hacia el cuerpo acostado de la cama.

  • Eva, estas bien.... ? – No te he oído...--dijo levantando la sabana y viendo la almohada torcida en el sitio donde debía dormir su hermana.

Maria parpadeo sorprendida, descubriendo el viejo truco de la almohada , con el presentimiento que aquello no traería nada bueno, corrió hacia la puerta del garaje encendiendo todas las luces, tampoco estaba allí.

Cuanto tiempo llevaría fuera de casa? . La angustia le llego desde la boca del estomago.

Volvió sobre sus pasos hacia la casa, tenia que avisar a Papa. El sabría que hacer.

Marco el numero del taller con los nervios a flor de piel? Esperando a ser puesta con la voz serena de su padre.

  • Dígame?-- pregunto la voz de su padre al teléfono.
  • Papa, soy Maria. – aclaro-- Yooo, yooo, llamaba para que vengas corriendo...., Eva no esta en su habitación.-- hablo atropelladamente-- He ido esta mañana a ver porque no desayunaba.... y no estaba en su habitación.
  • Como que no esta en su habitación? – repitió la voz cada vez mas crispada de Paco.
  • Pues.... que no estaba... su cama estaba hecha y tenia una almohada imitando su cuerpo...-- aclaro Maria asustada al oír la primera tanda de maldiciones al otro lado de la linea.
  • Quedate ahí, Maria! Voy enseguida para allá!-- le repitió Paco furioso.

Colgó rápidamente, y volvió de nuevo hacia la puerta de su habitación. Intento ponerse con los problemas de ecuaciones, pero no podía concentrarse. Suspiro aliviada , cuando escucho la puerta abriéndose y los pasos de Papa.

  • Estoy aquí, papa!-- grito asomándose al pasillo nerviosa.-- se apretaba las manos sudadas intentando disimular su preocupación.
  • Hola pequeña!, --saludo Paco inclinándose y dándole un tierno beso en la boca a la sorprendida Maria-- A ver, dijo acariciando pacientemente los hombros de su hija. Tranquila! Cuéntame sobre que hora notaste algo raro.

Maria aun asombrada, comenzó a explicar los pasos dados esa mañana detenidamente, parándose en el incidente de la taza sin usar.

Paco se paseaba arriba y abajo intentando atar cabos, tras lo cual salio hacia la habitación de sus hijas entrando en tromba.

Se fijo en la cama deshecha, abrió el armario de la ropa comprobando si faltaba ropa, un par de perchas vacías, abrió cajones y por ultimo se agacho buscando cualquier pista bajo su cama. Un hilo negro colgaba de un costado , lo sujeto estirando de él , desenchufando lo que parecía un cargador de móvil.

--Tenia otro móvil, no lo hubiera pensado-- se dijo. Se levanto de un impulso dirigiéndose hacia su habitación a grandes pasos, abrió el cajón de su mesita y vio el móvil de Eva apagado. Encajaba en el cargador.

Era de la misma marca.

Recordó que aquellos modelos tenían un gps básico, útil para guiarse como callejero. Y la idea se le encendió enseguida.

Guardo el móvil en su bolsillo , dirigiéndose hacia el teléfono, marco un numero y espero pacientemente.

Cuando escucho la otra voz al otro lado, explico breve mente todo el problema , asintiendo con la cabeza. Maria veía como susurraba al teléfono un par de frases y colgaba.

  • Maria hija, voy a salir a reunirme con un amigo policía!.-- dijo acariciándole la mejilla. Puede que tarde algo, si vienen tus hermanos, explicales lo que ha sucedido. – Si tenemos suerte, puede que todo se acabe pronto.
  • Si, si.-- asintió Maria algo aliviada.

Paco dejo su casa en silencio, volando escaleras abajo. Su viejo amigo Pedro, le debía un favor, y este era el momento de cobrárselo.

Se encontraron a dos pasos de la panadería frente a su casa. Tras una breve conversación, le entrego el cargador y le explico por encima las circunstancias de la fuga de Eva, nada fuera de lo común en otro adolescente.

Pedro cogió la foto de muestra que Paco le habia dado , si seguían el procedimiento habitual puede que se adelantasen al siguiente movimiento de la chica fugada.

  • Es muy sencillo , Paco!-- los chicos y chicas de esta edad son muy difíciles-- Y bueno... si la has castigado... pues lo mas seguro... que este resentida...!-- Pero piensa siempre en algo....

No suelen alejarse mucho de los sitios que conocen....-- A ver, recuerdas los sitios por donde anda?

Paco hizo mentalmente la lista , poco a poco describió los lugares , acabando tras una pausa larga con un profundo cabeceo culpable.

  • Como ha podido hacer esto, Pedro?-- Con lo mucho que la quiero?-- dijo pasándose una mano por la cara cansada.
  • Tranquilo hombre, ten esperanza..., y quedate cerca del teléfono. – Te avisaremos si sabemos algo.

Se despidieron en silencio, cada uno en direcciones contrarias. Paco volvió sobre sus pasos hacia la intranquilidad de su hogar, subiendo inquieto cada escalón.

Cuando entro de nuevo, se encontró con la asustada carita de Maria .

  • Oh hija mía! – exclamo fundiéndose en un abrazo.-- cuanto te necesito.-- pronuncio estrechando el aturdido cuerpo de Maria.
  • Oh Papa! Que va a pasar?-- pregunto apoyando la cabeza sobre su hombro.
  • Nada, cariño! Dijo bajando y subiendo las manos por su espalda-- La encontraremos, ya veras como es todo un susto!

Maria levanto los llorosos ojos para ver mejor a su padre, sus manos bajando hasta detenerse en la basta tela de pana de su falda, sujetando fuertemente su culo con ambas manos. Apretándola mas y mas sobre el bulto enorme encajado entre ambos.

  • Ay nena, que haría yo sin vosotras!-- siguió apretando con fuerza el culo de Maria. – os quiero tanto que me duele!-- dijo subiendo su mano y atraiéndola hasta encima de su brutal erección.-- Mira como me duele.... hija mía!.
  • Ohhh,-- murmuro al rozar su mano sobre el tremendo bulto-- Y como hago... para aliviar tu dolor Papa?..., susurro al oído.

Paco se lanzo lamer aquella boca tan apetitosa, con los nervios a flor de piel no creía que pudiera llegar hasta el dormitorio, su hermano había echo un buen trabajo con ella, levantando la barbilla se empezaron a enredar las lenguas en un continuo roce sensual .

Maria alucinada se dejaba llevar sumisa, sujetando el cuello de su padre para no caerse por el susto al notar las manos de su padre en la cadera derecha aplastandola contra la pared del pasillo.

Tembló como un flan ante lo que se avecinaba, tanta calentura le daba algo de apuro, por fin levanto los ojos para mirar fijamente a su padre un instante y apartarla, recorriendo el contorno de su pecho subiendo y bajando rápidamente, deteniéndose el enorme bulto de su entrepierna.

  • Diooossss, que calor..... eeesssss enoooorrmeeeeee....-- pudo pensar con la boca cada vez mas seca.

Paco había llegado a la misma conclusión que su hija al levantar su mentón atándola a él. Con un brazo en la cadera derecha,el otro la estrecho por la cintura pegados los cuerpos sin espacio donde escaparse. Rozando paquete por primera vez contra el excitado cuerpo de Maria.

  • Ves nenaaaa... como me dueleee...,--necesitaaaa tu amooorr , cielo. – dijo mordiéndole la oreja al susurrarselo.

Maria podía sentir aquel bulto tieso restregándose impaciente contra su estomago., la sorprendió de nuevo la lengua de Paco chupando y lamiendo su labio inferior , provocando a su boca para abrirse ,dejando que la paternal lengua de Papa se enredara con la suya. – Sus brazos hasta ese momento de gelatina , se enroscaron alrededor de su nuca, tuvo que aguantar el chillido al verse de nuevo empujada contra la pared.

--Todo era nuevo y excitante para Maria-- se dijo Paco satisfecho. Lo justo era darle a la niña lo que la guarrilla quería, – que recordara siempre cuando pasara por ese pasillo.-- Vaya , si lo haría!--

Maria, hija..., enrosca tus piernas en mi cintura, anda..! como si te llevara a cuestas!-- dijo en tono meloso

La mano en la cadera bajo por tudo el muslo hasta guiarla tras su espalda , enseñándola donde colocar la otra pierna , dejando el coñito bien collado a su polla. Maria se quedo quieta al seguir los movimientos de las manos bajando por el primer botón de su camisita ,disparado como una bala hacia el pasillo, del fuerte tirón, la camisa se abrió en una lluvia de botones cayendo. Y antes, de poder tomar aliento tenia el sujetador subido hasta el cuello.

Paco se relamió ante la cremosa piel, impaciente se desprendió de su propio jersey de un veloz movimiento, los botones volando de un solo movimiento. Hambriento ante lo que se avecinaba , apoyo su mano tras la pared donde Maria esperaba ansiosa.

  • Voy a chupate la tetas nena, no te asustes...-- susurro Paco

El aliento caliente le encendió cada palmo de piel haciéndose empitonarse los pezones, la cabeza de su padre bajo hasta que empezó notar la punta de la lengua punteando su pezón derecho, arrancando el primer gemido a Maria. Paco continuo mordiendo y tragando teta, sorbiendo la aureola hasta enroscar su lengua una y otra vez. Yendo de una a otra teta en un afectuoso martirio. Pellizcando con los dedos , mientras su lengua y dientes encabritaban el otro.

Ya no pudo aguantarse, gimiendo mas y mas seguido a cada lenguetada.

  • Auuuuuuuuu!, aaaaaaaaauuuuu! Auuuuuuuuuuuuuu!,-- se retorcia excitada Maria.

La tenia en su poder, bajo con cuidado la mano hasta el cierre metálico de la falda de pana , abriendo la cremallera para deslizar la falda hasta la cintura y poder palpar el cálido coñito de su niña.

Un primer roce sobre las bragas le dejo bien claro, lo cachonda y caliente que había dejado a Maria.

  • Bieeennn, mejor para miiii.-- sere maloooo... ! Se dijo saboreando aquel instante.-- uno de sus dedos resbalo bajo el borde de la braguita blanca, el chillido le supo a gloria.. y a su rabo también.

Mamo la teta tragando con ganas , sorbiendo con ansias engullendo la tierna carne de Maria , mientras su manos volaban por la tela de la camisa despojándola de las mangas, rozando la sedosa piel hasta llegar al carnoso y redondo culito.

Al apretar las tiernas nalgas de su hija, su tranca parecía a punto de explotarle dentro de los pantalones. La levanto como si de una pluma se tratase , encajandola sobre la devil mesita del teléfono justo con el reflejo del espejo de la entrada frente a el.

  • Podría verse jodiendola, …. – Que excitante...

con las piernas de su hija enrolladas alrededor de su cintura, el se restregaba contra las empapadas braguitas de Maria, imitando las envestida, habituando la al bulto que iba a regar sus entrañas en unos segundos. Tuvo que dejarla tocar el suelo para como un adolescente cachondeo pelear con la correa de sus pantalones.

Con los pantalones enrollados en los tobillos, y los calzoncillos a punto de reventar , la vio contoneándose ingenuamente al deshacerse de la engorrosa falda de pana. El culo apuntando a su rabo.

Maria se moría por tener clavada dentro la polla de papa. Cada palmo de su cuerpo estaba al rojo vivo. Contemplo la ropa por el suelo excitada, lanzo el sujetador con el resto de la ropa esparcida por el suelo. Solo llevaba las braguitas blancas, su cuerpo ardía por probar rabo paterno. Semejantes ideas no eran las propias de una hija, lo sabia. Pero no quería hacer nada para cambiarlo.

Por un momento se avergonzó y bajo la vista, el sonrojo volvió a cubrir sus mejillas sin poder evitarlo.

Aquello no esta bien, pero no podía evitarlo, acaso era una guarra por hacer aquello? Dudo un momento , retrocediendo hasta tocar el frío espejo con la espalda. Estaba atrapada.

Paco tomo su mano entrelazando los dedos, diciéndole.

  • No te escondas de mi, hija!-- Dios sabe cuanto os quiero--- dijo tocándose el corazón , uniéndose ambas miradas-- Cuanto te necesito cariño.-- escucho Maria a la vez que la aplastaba sobre el espejo, rodeándola con sus brazos , juntando sus cuerpos con firmeza.

Su aliento rozaba sus pezones excitándola , pudiendo sentir el hormigueo por toda la piel. Instintivamente abrió la boca al ataque de su lengua, las manos le temblaban al rozar la goma del calzoncillo y destaparlo. Su enorme rabo salio disparado hacia afuera como un muelle. Se quedo muda de golpe.

  • Menuda polla gasta Papa-- se dijo alucinada al intentar agarrar todo aquel tremendo trozo de carne.

Paco volvió a sujetar su culo con ganas, levantándola hasta empotrarla entre el y el espejo. La niña ya sabia como actuar, enrollando las piernas alrededor de su cintura, rodeando el cuello con los brazos. Su labios bajaron por su cuello chupando y marcándola., los dedos abriéndole los labios del coño, hasta empezar a meterle un dedazo lentamente.

  • Ay cariñooo, que buenaaa estas... mmmmm, que coñooooo tan ricooo hijaa! – jadeo justo sobre su oído, metiendo otro dedo , comenzando a penetrarla mas rápidamente.

El cuerpo de Maria se tenso , empezando a pulsar , jadeando sin control a cada invasión , estaba a punto de volver a sentir aquella maravillosa explosión de placer, lo notaba subir , pulsando mas y mas. Sus caderas empezaron a moverse hacia delante y hacia atrás a la vez que los dedos de su padre se clavaban mas y mas, el pulgar sobando el clítoris. No lo soporto mucho mas, chillo como una loca el saco los dedos y le clavo la gruesa cabeza de tranca.

  • Uffffffffffffffffffffffff, uuuuuuuuuuuuufffffffffffffffffffffff, uuuuuuuuuuufffffffff--- siseaba Maria con los ojos cerrados.
  • Asiiii nenaaa, asssiiii , esoooo essss hijaa, acostumbrate a la verga de Papa...--murmuro al oido de Maria.

Casi sin darle tiempo a tomar aire, se la clavo de un profundo empujón, enterrandosela hasta el fondo. Chillo ante la impresión de tanta carne llenándola.

  • Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, dioooooooooooooooooooooooooooos--- aulló intentando no moverse ni un palmo.

Sentía aquella polla taladrándole el coñito aun dolorido, desgarrandola como un animal. Ni la inmensa polla de Alberto la había echo sentirse casi reventada como la polla de papa.

Paco se detuvo al sentir abrirse las paredes del coño de Maria, dilatándose para su rabo , amoldándose a su bestial tamaño, notaba las gotas de sudor bajándole por la espalda ante el esfuerzo que le suponía permanecer allí inmóvil.

El reflejo del espejo era lascivo, cerro los ojos para retomar algo de control, aquello de tener sus piernas rodeándolo hacia que su polla latiera excitada, le volvía loco aquello de notar su rabo tan apretado, descansando en su coñito.

  • Aguanta Pacooo, deja que la niña se adapte poco a poco.-- se ordeno ,cada vez mas sosegado.

Su ojos le devolvían su propia mirada a través del espejo, sonriendo le. La cabecita de Maria recostada sobre su hombro , su cabeza se levanto ante el gesto de su hombro y alzando la barbilla lamió su lengua en un lento beso , los dedos pellizcando el pezón . Serro los dientes intentando aguantar el impulso de joderla hasta morir de gusto.

Estaba en el cielo, el coño cada vez mas caliente y húmedo se dilataba a cada latido de su rabo, podía notarlo palpitando. Paco no era de acero, ni mucho menos.

Comenzó a sacársela tranquilamente siseando de placer hasta quedarse casi totalmente fuera de su coño, pudo ver la cara excitada de Maria abandonándose , sujeto de nuevo su barbilla diciéndole;

  • Mirame Maria, no quiero que olvides como te folla Papa, No lo olvide nuncaaaa cariño....!-- Os quiero tanto a todassss, que me dueleeeeee, uffff...., muchooooo Hija. Acaso , no aliviarías ese dolor?

Maria enfoco los ojos hacia la cara de Paco sin decir una sola palabra. Obedeciendo ciegamente envolvió firmemente las caderas de su padre, este comenzó a follarla despacio , poco a poco el mete-saca se volvió mas profundo y rápido, el sonido del rabo de su padre chapoteando en su coño era de lo mas excitante.

Pudo sujetarse con fuerza a su nuca o se hubiera derretido allí mismo, a cada riñonada parecía a punto reventarle las entrañas, como un animal .

Ambos follando como bestias en la entrada del pasillo, a casi dos palmos de la puerta de entrada, ya nada importaba, Maria solo podía hundir los talones en el culo de Paco a cada envestida, ensartandola como un pistón bien engrasado. Al poco, Paco bufaba al sujetarla por las caderas para empujar mas profundamente.

  • Que gustaaaazoooo de coñooooo hijaaaaa....., mmmmm,mmmmmm, mmmmmm, mmmmm, – repetía a cada riñonada.

soltó mientras bajaba la cara y mordía un pezón con rabia, haciendo que la pobre Maria sintiera fundirse las paredes de su coño.

El Plooooop, plooooooop, plooooooop, cada vez mas escandaloso hubiera sido de lo mas revelador a cualquier otro habitante de la casa, por suerte estaban solos,. No creía poder aguantar mucho mas sin chillar como una loca, así que se mordió los labios intentando no gemir a cada topetada de sus huevos.

  • Ahhhhh, ahhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhh diiiiiioooooooooosssssssss-- chillo enterrando la cabeza en el hombro de Paco.

Este estaba a punto de correrse, notaba sus cojones palpitando a punto de descargar , cada sonido de la boca de su hija pequeña lo llevaba al limite, cada pliegue del coñito prensando su polla era mas de lo que podía soportar. Bombeo el primer chorro de semen en un largo gemido que debió oírse hasta en la calle.

  • Siiiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa meeeeeeeeeeeeeeee corroooooooooo, – continuo descargando varias profundas envestidas hasta vaciarse completamente, aun sujentandola e impulsándose bestialmente hasta acabar quieto , fieramente aferrado a la vagina de su pequeña Maria..

Los brazos de ella colgaban ya sueltos de su cuello. Jadeando medio ahogada contra su oído, El olor a jodienda les llegaba a los dos a cada aliento , aun así, Paco levanto la cabeza de su hombro aun dentro de su niña sosteniéndose las miradas.

Volvieron a besarse cada vez mas despacio, el rabo agotado de paco deslizándose del coño de su hija. La tensión calmada.

La sujeto aun con cuidado mientras la dejaba sobre el suelo con mucho cuidado.

Maria casi no podía tenerse en pie, las piernas le temblaban como un flan, aun algo abrumada por las sensaciones se subió las braguitas blancas sin saber muy bien que hacer o decir. Con las mejillas aun enrojecidas por lo que sin duda pasaba por su cabeza, recogió el resto de su ropa y en silencio se vistió como pudo.

No miro ni un solo minuto hacia la figura de su padre imitandola, todo era demasiado desconcertante.

El abrazo de Paco la dejo de nuevo sin aire.

  • Que bien me haces, cariño!-- dijo besandole tiernamente la cabeza.-- Cuanto te quiero mi niña, mi tesoro!-- repitió mientras continuaba besando delicadamente la cara de su hija. – Hacia mucho tiempo... Ayyyy Maria mía, ya no soy un chaval-- dijo pellizcándole la nariz.

Maria volvió a bajar la vista ante la insinuación algo avergonzada.

  • No tienes que preocuparte tanto preciosa mía-- dijo besando delicadamente su boca-- Ambos nos queremos,encajamos perfectamente y disfrutamos. Que mal hay en ello?-- repitió convenciéndola .
  • Peroooo , esto no esta bieennn, no es normal, no?-- dijo mirando de nuevo hacia el suelo.
  • Ay cariño, no hay nada malo en disfrutar del sexo.-- Vamos , no seas mentirosilla!-- tu lo disfrutaste muchísimo pequeñina, dijo tirandole de la oreja.-- Y Papa te adora... hija! , quien mejor que tu padre y tu hermano para enseñarte...

Maria sintió que el suelo se abría bajo sus pies, Alberto no se lo habría dicho a nadie , eso era lo que esperaba de él.

Trago saliva, ante la acusación de su padre. No podría mirarle nunca mas a la cara .

  • No hija, no ha sido tu hermano quien me lo ha dicho-- adivino Paco divertido.-- Solo tuve que oíros esta mañana jodiendo!-- Vamos, no le des Tanta importancia....
  • Perooo....-- intento pronunciar Maria.
  • Pero nada, hija!. , Puedes acudir a tu hermano o a mi cuando quieras... Ya deberías saberlo!... dijo comenzando a caminar del hombro hasta el salón.
  • Y no te importa....-- intento pronunciar Maria cada vez mas alucinada
  • No me importa compartir a mis amores, peque!, Tus hermanas son hembras muy fogosas..., y necesitan ya sabes...-- dijo guiñándole un ojo.
  • Ahhhh!-- acabo de pronunciar Maria.-- Todas?.
  • Si hija, todas. – Acaso no te ha gustado lo que hemos echo en la entrada? – Ellas también tienen derecho.

Aun incrédula ante lo que oía, vio a su padre acercarse al mueble bar y servirse un trago largo de whisky.

  • Ahora me siento mas sereno, podre manejar mejor mi furia... – dijo golpeando la mano abierta sobre su pierna. – Porque-- dijo mirando a Maria de nuevo-- Si consigo encontrar a tu hermana Eva....-- recordara cada uno de los días de su vida.-- Te lo aseguro!-- apuro el trago.

Termino sentándose en su butaca, empezando el tercer pitillo del día esperando frente al teléfono la tan ansiada llamada.

  • Yooo, sera mejor que vuelva a mi cuarto a estudiar! – pronuncio Maria cada vez mas inquieta.

No escucho ninguna respuesta cuando se dirigió de nuevo a su habitación, los pasos se detuvieron frente al espejo donde la había follado de pie, y sin entenderlo volvió a sonrojarse. Si , como no iba a recordarlo.

Con las entrañas aun repletas del semen de su hermano, su padre acababa de llenarla con su lefa de nuevo.

Al paso que iban... , acabaría embarazada en cualquier momento. Bajo los ojos hacia su tripa, pasando su mano suavemente por encima. Imaginándolo.

Sin poder evitarlo, la sonrisa le subió a la cara. Un niño, o una niña.

Con lo que le gustaban a ella los niños..., Porque no?. Y tarareando alegremente se imagino un futuro lleno de pequeñas voces.....

Paco seguía fumando , la vista fijada en el teléfono. Las horas pasando en el reloj, pronto apareció Violeta por la puerta, dando un portazo.

  • Estoy aquí hija, – pronuncio Paco--
  • Hola Papa, – dijo Violeta agachándose para saludar a su padre.
  • Hola Cariño,-- respondió Paco levantándose y besando lascivamente a Violeta--
  • Mmmmm, --contesto Violeta con la lengua de su padre enroscada en la suya.

Se aparto algo sofocada, recuperando algo de control y acariciando la cara de su padre.

  • Diosss hija , menudo problema-- acabo diciendo.--

Violeta se sentó justo en frente a él intentando asimilar la fuga de Eva, cada explicación era un pequeño auto reproche que se clavaba en su conciencia. No habría echo lo suficiente, por una vez que soltaba algo las riendas....

Paco adivinaba por la mirada perdida de Violeta el camino de sus razonamientos, y apretó su rodilla firmemente.

  • No te preocupes hija, Un amigo policía esta sobre el caso..., ha quedado en avisarme si sabe algo..., es un buen tipo..-- aseguro .
  • Ya, bueno.-- murmuro Violeta levantándose-- Creo que, voy a preparar la cena, es muy tarde y ….

En ese preciso instante, la cerradura de la puerta volvió a abrirse, Rebeca subía como un terremoto dispuesto a arrasar con su inacabable energía.

  • Buenooo, pues... voy a hacer la cena-- repitió Violeta sujetando del hombro a Rebeca.--
  • Que pasa?... – intento soltarse rebeca.
  • No molestes a Papa, esta esperando una llamada importante. Y arrastrando a Rebeca hacia la cocina empezó a explicarle la historia de la fuga de Eva.

Sobre las once de la noche la puerta se abrió por ultima vez, por ella pasaron la figura renqueante de Aura, arrastrándose como alma en pena hacia la cocina.

  • Y a ti que te pasa?-- le pregunto Violeta-- Vienes de una batalla o que?--
  • Ah no, es que.... me he caído en casa de los Saenz , nada serio, pero casi no puedo dar un paso.-- aclaro rápidamente Aura.

Casi inmediatamente entro la figura algo agazapada de Alberto, el mono de taller casi limpio, la mirada y andares cansados.

  • Estoy muerto!-- dijo echando una mirada hacia Aura-- Pillo lo que sea y me largo a dormir!-- dijo bostezando
  • Oye, bruto! – Es que solo piensas en ti!-- le regaño Violeta-- Eva esta por ahí, vete tu a saber! Y solo piensas en comer y dormir!-- le amonesto furiosa.
  • No sabia nada, – hablo con la boca llena-- Hace mucho de eso?

Explico de nuevo toda la desaparición, contestando las preguntas de todos. Uno a uno callaron, y cenaron en silencio, las mellizas mirando su plato. Maria contemplando el vacío de la pared blanca, Alberto rodando el tapón de la botella por la mesa.

Uno a uno se despidieron de Paco, dejándolo solo frente al teléfono, la bandeja de comida intacta, el gesto serio.

Seria una noche muy larga .

Cuando el ruido de los pasos de sus hijos fueron acallándose en sus respectivos dormitorios, la casa se sumió en silencio. El tic-tac del reloj marcaba las 12, y el cenicero estaba repleto de colillas.

El riiiiing del teléfono, lo sobresalto , lo agarro antes del segundo timbrazo y con el alma enganchada a la garganta contesto.

  • Diga...-- consiguió tartamudear nervioso.
  • No me conoce-- escucho de la otro lado del teléfono-- pero entiendo su preocupación.
  • Oiga, perdone. Pero no tengo tiempo para perderlo en chorradas.....-- consiguió decir.
  • Su hija pequeña se largado... verdad?-- escucho de la voz femenina al otro lado.-- Pues fíjese, yo se donde la puede encontrar...
  • Escuche..., si esto es una broma de mal gusto... – grito sujetando firmemente el auricular.
  • Su pequeña Eva esta en el instituto donde fue expulsada..., exactamente en el cobertizo donde se almacenan los trastos viejos del gimnasio.
  • Como...? , intento preguntar... .Quienn es usteddd?...
  • Una amiga, solo alguien que se preocupa de un buen padre , amigo mio-- y que por nada del mundo quiere que el instituto salga metido en el asunto-- susurro la voz.
  • Vale, esta bien!, según usted . Esta escondida allí?., – En el gimnasio.
  • No, en el gimnasio no. En el almacén justo detrás, – hay un respiradero suelto..., por donde se suelen colar los fumadores de porros....-- aclaro la voz al teléfono.

Paco miro el reloj , las 0:15 de la noche , si pudiera iría hasta allí y arrastraría a la pequeña Eva hasta casa.

  • Puede que , si es usted discreto y sabe jugar sus cartas pueda sacarla de ahí esta misma noche.-- le explico la voz. – La llave de la verja esta escondida bajo el tope de madera, – déjelo todo como esta para mañana y nadie tiene que salir malparado. – Por mi parte, esta conversación no ha tenido lugar.-- acabo diciendo

Se rasco la barbilla firmemente, si salia en ese momento...,

  • Gracias por todo, – agradeció colgando muy despacio el teléfono.

En dos grandes zancadas se colgó el abrigo y salio disparado hacia la calle. Esta iba ser una noche que Eva jamas olvidaría.

Jamas...