Las hijas rogando y el padre castigando. (10.)

Maria esta triste, que tendra Maria, sentirse diferente puede a veces ser muyyyy bueno.

Maria agotada cerro la puerta a sus espaldas, miro el reloj de la cocina mientras se dirigía a la nevera dispuesta a prepararse un bocadillo. Se asomo al salón, y vio como su padre dormía con las gafas apoyadas en la nariz.

Volvió para la cocina, y ceno en silencio preguntándose donde habrían ido el resto de sus hermanos, como no oyó a las mellizas supuso que estarían ya en la cama, aun no era muy tarde, apenas las 22:00 de la noche, le extraño que se hubieran acostado tan tarde sabiendo lo que molestaban con lo de tener un poco de independencia.

Tampoco veía a Violeta, se imagino a su hermana con alguna de sus aburridas compañeras de trabajo , Eva , seguiría castigada en su habitación a pan y agua..., --pensó.

Termino de limpiar lo ensuciado en la cocina y se dirigió a su habitación, aun tenia un par de días para ella su cuarto, que alivio no tener que compartirlo.

Entro a oscuras, sacándose el jersey por la cabeza, lo tiro de cualquier manera sobre la silla y siguió desvistiéndose lentamente hasta dar con el interruptor de la lampara junto a la cama.

El susto fue tremendo. Allí mirándola estaba estirado su hermano Alberto, contemplando al detalle su cuerpo medio desnudo.

  • Que susto!.... Joder Alberto...., sal de mi habitación....va, ya esta bien con la broma!--dijo Maria intentando cubrirse ante la hambrienta mirada de su hermano.
  • Mmmmm..., estoy aquí por un encargo... hermanita miá...!-- Así que, tu veras, dijo abandonando la postura tumbada de la cama y sentándose.
  • Un encargo..., de quien?-- pregunto extrañada Maria mientras se cubría con su vieja baja de flores.
  • Pues de quien va a ser.... de Papa.-- mmm, no te cubras hombre..., dijo llevando su brazo hasta la bata y sacándosela de un estirón fuerte.
  • Oyeeee...!-- respondió Maria cada vez mas nerviosa-- Tu estas loco..., sera mejor que te vayas...-- dijo tartamudeando nerviosa.
  • Ay Maria!, ven y siéntate aquí a mi lado, Va...-- dijo palmeando justo a su derecha, – Solo quiero ayudar a Papa, – no le ves lo cansado que estaba....

Maria dudo unos segundos, hasta sentarse unos palmos mas lejos de lo que su hermano le había indicado, le miro durante unos minutos y por fin le pregunto.

  • Que es lo que te ha pedido Papa?-- pregunto cada vez mas nerviosa.
  • Buenoooo Maria, Papa me ha pedido que le ayude..., para ser mas exactos , me ha pedido que le sustituya hoy, aquí y ahora....
  • Sustituir.... en que?--- pregunto retrocediendo un par de palmos desde donde estaba sentada.
  • Vamos... no te hagas la tontita..., acercándose arrinconandola a los pies de la cama.-- Papa y yo Queremos lo mismo, dijo acariciando suavemente la suave piel de su mejilla. Queremos saborearte … , lamerte hasta que te corras en mi boca y luego...., bueno ya veremos....
  • No te creo....!-- susurro asustada al ver como se abalanzaba Alberto sobre ella y abriéndole la boca de un abrasador beso, su lengua no dejo de enrollarse sobre la suya provocandole aquel calor tan agradable.

Sin darse cuenta hacia donde les llevaba los besos, Maria se vio tumbada a los pies de la cama con el peso de su hermano aplastandola sobre el colchón, su lengua no dejaba de volverla loca dejándola sin aliento.

Tan pronto como su lengua se volvía mas y mas atrevida, sus manos empezaron a deslizarse sobre la tela de la camiseta que aun llevaba puesta, cerrándose sobre su teta, apretándola y arrancándole el primer gemido.

Cuando su boca dejo de atormentarla, apenas pudo parpadear ante de que siguiera lamiendo su cuello hasta llegar al comienzo del cuello de la camiseta, aun apretándola con fuerza a través de la tela, notaba los pezones duros .

Y casi boqueo al oír como la mano sujetaba la tela y se rajaba bajo su mano, dejándola en sujetador y pantys .Alberto lamió palmo a palmo su piel.

Y es que este no podía creer en su suerte.

Aquella tarde volvió a su casa ante de lo habitual, estaba cabreado no sabia si esa era la razón por la que sus colegas no paraban de meterse con él.

Cuando aquella tarde decidieron largarse a tomar algo, decidió pasar.

Estaba algo cansado, y la verdad, es que estaba deseando explorar a Violeta hasta que no pudiera cerrase de piernas durante una semana.

Se sonrió, mientras aparcaba el coche en el garaje, sabia como se extrañarían verlo a aquellas horas, pero , quien le podía negar un buen coño?.

Subió las escaleras silbando, apurando el paso entro en la casa con un fuerte portazo. Llego a la cocina dispuesto a seguir la excitante lucha de la noche anterior, pero le sorprendió verlo todo oscuro y en silencio.

Regreso sobre sus pasos hacia el salón donde sus hermanas mellizas terminaban la centésima pelea por el mando de la televisión, justo a su lado , Eva se pintaba las uñas de las manos concentradisima, mientras su padre daba cabezadas en su butaca.

  • Donde esta todo el mundo?, pregunto en tono indifente.

Su padre despertó al oírle, y le sonrió mientras le hacia señas de acercarse.

  • Ya ves...., nos han abandonado-- dijo sonriendole.
  • Vaya..., así que te han dejado de niñera , eh?--
  • Oyeee...., dijeron a la vez las mellizas, que no somos unas crías-- respondieron lanzandole uno de los cojines del sofá.
  • Claro, claro..., repito Alberto frustrado por la desaparición de su hermana mayor.
  • Si hijo, a Maria aun no la he visto, aunque dijo mirándose el reloj, no creo que tarde en llegar, en cuanto a Violeta..., pues ha salido con sus amigas, también tiene derecho, no?
  • Bueno si, claro..., se apresuro en responder Alberto cada vez mas decepcionado.

Paco vio la cara de decepción de su hijo, y decidió compensarle. Volviéndose hacia donde sus hijas alborotaban , les recordó.

  • Niñas, a la cama a descansar...., venga sera mejor que vayáis a dormir..., o mañana se os pegaran las sabanas.

Las mellizas dejaron de pelearse un instante, y se miraron mutuamente. Se levantaron y con lentitud se acercaron hacia su padre despidiéndose con un beso en la mejilla.

Alberto se asombro de ver a las mellizas comportarse de una manera tan mansa. Cuando su hermana pequeña repitió la misma acción, tuvo que descubrirse admirad del empeño de su padre al llevar a aquella pequeña salvaje por el buen camino.

Se quedaron solos en el salón, y su padre se arrellano en su sofá,haciéndole el gesto de imitar su postura.

Al sentarse frente a él , contemplo su postura algo forzada, quizá cansada-- pensó.

Paco se dirigió a el con una voz clara y contundente.

  • Alberto hijo, quería hablar contigo de algo en particular..., veras... no se como empezar, – entiendo que eres joven, supongo que debes tener las hormonas a mil...
  • Papa... ahora vas a darme la charla....! Joder... que no tengo 15 años!... – resoplo Alberto .
  • No hijo... espera. Digamos que..., entiendo que sientas unas ganas locas de joder...

quien no las tendría a tu edad..., pero... * Para..., para..., no sigas, vale?-- dijo levantándose de un brinco. * Oye siéntate!, dijo en tono autoritario, aun no he acabado... siguió hablándole Paco. * Esta bien..., venga sigue... * Veras entiendo que te folles todo coño que este por ahí fuera..., pero... a tus hermanas... * Que....? – dijo acalorándose * Pensaras que tu padre es idiota, verdad? Que no se da cuenta de lo que pasa bajo sus narices?. Oye, que no nací ayer. * No se de que coño me hablas. – respondió Alberto mirando al suelo. * Vamos... Alberto, se como te follaste a Violeta anoche. Joder..., si la pobre casi no podía dar un paso esta mañana., encima te grabas con el móvil, como para no verlo.-- * Mierda..., eso es privado...-- respondió furioso el hijo. * Veo que no lo niegas..., bueno al menos eres sincero.-- Veras no te equivoques hijo.

No te estoy acusando de nada... Dios me libre.

Alberto levanto la mirada perplejo, si le hubieran pinchado no le hubiera salido ni una gota de sangre. Su padre estaba conforme.., eso si que lo dejo de piedra.

  • No niego que me sorprendiera, pero vamos hombre. Soy un hombre liberal..., y bueno tu hermana hace mucho que necesitaba una buena polla. Así que...

Primero la sonrisa estúpida escapo de su cara, estaba ante su padre..., y oficialmente le estaba dando permiso para tirarse las veces que quisiera a su hermana.

  • Oye, oye, solo te pido que seas algo mas discreto..., ahí donde la ves grita como una perra cuando esta a punto de correrse...

Alberto no dejaba de alucinar ante la confesión que su padre le hacia, suponía que él también se había tirado a Violeta. – Joder con la mojigata.

  • Perooo... quieres decirme que tu...
  • Si, hijo..., tu hermana es mucha hembra … y yo ya no estoy tan joven..., dijo palmeando la rodilla de su hijo., entre todas tus hermanas me van a dejar seco...
  • Ah.... dijo con la mandíbula desencajada.-- Mis hermanas?-- se oyó repetir.
  • Buenooo, a las mellizas solo las folle el ojete... pero ya entiendes... tienen ganas de guerra, y buuufff, debo descansar algo.-- Por eso... quería pedirte un favor hijo.
  • Siiiii, claroooo...-- respondió Alberto alterado.
  • Veras tengo demasiado desatendida a Maria, le prometí... ya sabes... darle algo rico hace alguna noche, y noto como se impacienta.
  • Ahhh, – asintió mudo de admiración-- Y dime, --dijo algo mareado-- que coño querías de mi? No me van esos rollos de chupársela a un tío, ni nada de eso. Eh?-- dijo riendo nervioso.
  • Nooo, hombre no,-- Veras hijo vas a encargarte de estrenar a tu hermana, que te parece?

Alberto palmeo mentalmente la ocurrencia de su padre, Joder menudo chollo. Podría follarse a fondo a Maria, el que pensaba irse de vació.

  • Joder Papa, y me lo sueltas así! ….. – dijo pasándose la mano por la cara aun incrédulo, Alucinoooo.... , peroooo tu estas al tanto de...
  • Puede que tu padre este un poco sobrepasado, hacia mucho que no me dedicaba a joder como un adolescente!-- se rió palmeando cariñosamente el hombro de su hijo.-- Y que mejor,... que tu hijo... seguro que no te faltaran ganas..., eh?
  • No lo sabes bien, papa. Pero Mierda, me lanzas una bomba así y coño... no soy de piedra!
  • Para que andarnos con medias tintas, hace un tiempo que tus hermanas necesitaban algo de disciplina-- le dijo sonriendo le cómplice.-- A la pequeña Eva por ejemplo le gusta insultar y ponerse como una gata furiosa, pero cuando la jodes.... mmmmm, cuando la tienes clavada en ese coñito...!-- puso una cara imbécil de felicidad.-- Pues nada, que se vuelve una leona..., y no veas como te exprime la polla., te deja seco.
  • Ostia!, – trago sorprendido Alberto-- Eva también..., le pregunto.
  • Claro... , a esa la tengo especialmente enfilada..., tengo unas ganas terribles de abrir su culete...-- dijo codeando cómplice a su hijo.
  • Madre miá Papa, jamas lo hubiera imaginado..., te has cepillado a todas tus hijas...-- soltó riéndose profundamente.
  • No, a todas, no. a tu hermana Maria aun no la he catado. Y no sabes cuanto lo lamento..., pero es que ya no me siento tan joven... y tu hermana Violeta me ha dejado seco..., por eso te ruego hijo que lo hagas tu..., hoy estoy muerto... y creo que tu hermana se merece una follada en toda regla..., pues eso... que la recuerde para toda su vida....
  • Bueno, pues a mi de coña!-- dijo levantándose rápidamente del sofá.
  • Procura que no chille mucho, eh?. A tu hermana le pone a cien que le coman el coño antes... recuerda que sera la primera vez..., se un poco cariñoso y no se te olvide..., procura disfrutar y hacerla disfrutar.-- dijo paco estirándose las piernas , apoyando la cabeza sobre el respaldo del sofá bostezando.
  • Claro, claro...-- respondió Alberto, avanzando hacia la habitación de Maria, apenas quedaban 15 minutos para las 10 de la noche, pero el tenia la intención de esperarla hasta el amanecer.

Cuando la puerta se abrió a las 10, se preparo mentalmente a como la follaría, repaso mentalmente los asombrosos consejos de su padre-- Joder, con el viejo. Si que se lo tenia bien montado.-- Estaba mas que impaciente por adelantar las lecciones de las mellizas, seguro que si se apresuraban podían sacar sobresaliente en follar.

La puerta se abrió , y la figura entro en la oscuridad confiada, desvistiéndose a cada paso, podía ver como la falda bajaba por las caderas, dejándola únicamente con unos pantys de rayas . Luego el jersey de lana acabo lanzado junto a la falda, y pudo contemplar devilmente el magnifico tetamen que gastaba la dulce Maria.

--Joder... con la niña..., que les daba Violeta de comer.... para tener ese par de Melones colosales, listos para ser lamidos hasta sacarles leche...-- mmmmmm, la boca se le hacia agua. Pronto la vio acercarse a tientas hacia donde el estaba esperándola ansioso, encendiendo la luz, y retrocediendo asustada.

Ahora que la tenia bajo su poder , había intentado ser paciente explicándole a su hermanita la situación tan especial , y el acuerdo con el que había llegado con su padre.

La veía algo nerviosa cuando le pidió sentarse justo a su lado, pero no debía abalanzarse sobre ella hasta que no tuviera la certeza que se dejaba llevar por el deseo.

Si se excitaba tanto como esperaba , la tendría dispuesta a todo... vamos se la follaría durante todaaaaa la noche....-- mentalmente se froto las manos.

Provocar a su lengua era justo la llave para lanzarse a por el resto del tesoro de la inocente Maria, y comerse la boca de su hermana no fue tan aburrido como esperaba.

La muy zorra había tendió un buen maestro con el viejo, pues sentía como lamia su lengua con la misma ansia de una perra en celo.

  • Dominate, dominate.... Jodeeer... que buenaaaaa esta... coñoooo, mmmm...-- la tumbo sobre la cama dispuesto a darle la mejor comida de coño que hubiera echo en su vida.-- debía dejarla tan dispuesta que luego se dejase joder como le diera en gana.

Sentía la polla creciendo contra el estomago de Maria, la maldita camiseta le impedía poder chupar aquellos pezones que parecían llorarle para que los mordiera hasta dejarlos rojos. De un tirón hizo trizas la camiseta y la lanzo echa un guiñapo al suelo.

Pudo darse cuenta como su hermana se tensaba algo intranquila.

  • Relajate Maria,-- le dijo suavemente al oído, acariciando por primera vez los pantys...., pronto su mano alcanzo la cinturilla de estos y comenzó a deslizarlos por sus caderas....-- Va preciosa, ayudame algo anda...., te juro que vamos a pasarlo de puta madre.

Maria se movió bajo el peso del cuerpo , ayudándose de sus manos deslizo las medias hasta la mitad de sus muslos, hasta que el calor del cuerpo de Alberto le hizo olvidarse de cualquier tipo de frío. Estaba ansiosa, su hermano la tenia medio desnuda sobre la cama mientras el seguía vestido con su pijama.

No dejaba de sentir el enorme bulto que rozaba constantemente contra su estomago, y que le hacia imaginarse un millón de posibilidades, se relamió sin fijarse como su hermano la miraba hambriento.

  • Ya esta....-- respondió Maria lamiéndose la boca lascivamente a la vez que levantaba las caderas para deslizar los pantys.
  • Mmmmm, preciosa...! espera... – otro fuerte tirón y los pantys fueron a parar a sus tobillos. Empezaba a impacientarse , intento controlar el tono de su voz cuando le ordeno. --- Venga Maria, abre las piernas para mi.--

Los ojos de Maria se abrieron sorprendidos, pero obedeció ciegamente abriendo lentamente los muslos , vio como Alberto levantaba su cuerpo para verla únicamente con las braguitas, le dio algo de apuro y su mano voló rápidamente intentando desviar la atención.

Decisión incorrecta.

Alberto clavo los ojos en aquella manita que intentaba esconder un glorioso chocho, del que escapaban rizitos castaños, otra vez sentía salivar la boca. – Que hambre, pensó.

  • No hagas eso Maria..., dejame verte... bien...! – murmuro

Despacio , sin dejar de mirarle aparto la mano, y dejo que él la mirase intensamente.

  • Muy bonito..., tan hermoso como toda tu...-- suspiro suavemente mientras su mano se adelantaba para deslizar los sujetadores arriba y liberar sus tetas. --- Mmmmm, lindooo!. Asiiii...., eso es... dijo sujetando la cadera para deslizar la braga y dejarla totalmente expuesta a su hambrienta mirada.
  • Siii, esooo esss...., pon tus manos detrás.... sujeta el poste de la cama-- le dijo sin desviar la vista de su acalorada cara.

Maria suspiro lujuriosamente dispuesta y sujeto a sus espaldas el poste a los pies de su cama.

Pudo ver como le obedecía , dispuesta y preparada a recibir placer , que sus ojos se detuvieron en los enormes melones subiendo y bajando , el mundo le pareció que se paraba en aquellos latidos.

  • Preciosa... – susurro en voz baja. Su mano derecha comenzó a acariciar con ansia las magnifica teta derecha, su otra mano deslizándose por toda la sedosa piel hasta posarse sobre el rizado coñito , el pulgar castigando muy despacio el clítoris de su viciosa hermanita.

Enseguida la tuvo jadeando casi sin aliento, gimiendo como una puta cuando el se lanzo a chuparle aquellos pezones puntiagudos. * Ahhhh, ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh-- gemía cada vez mas seguido. * A quee bien nenaa...--dijo destetándose un instante mientras comenzaba a castigar mas duramente el dedo , clavandoselo hasta el nudillo.-- Joder con la niña-- pensó.

Había que ser de piedra para no ponerse a mil ante el espectáculo, al ver como movía las caderas al ritmo de su dedazo. Era hora de hacerla correrse, y le clavo otro dedo ,en medio de un gritito excitante. – Vamos nena, correte para mi...-- le dijo acelerando las embestidas de sus dedos.-- Mojame la mano...! * Ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, --alcanzaba a gritar cada vez mas alto.

El ultimo aullido tuvo que ser silenciado por Alberto tapándole la boca cuando por fin se corrió dejándolo alucinado , con la mano untada con una abundante corrida. Estaba traspuesta con la cabeza arqueada sobre la sabana, poco a poco la cara se tiño de un tímido rosa .

Para luego transformarse en un vistoso rojo, debía sentirse sofocada por la intensidad con la que se había dejado llevar.

Intentando desviar la mirada hacia un lado, respiraba agitadamente haciendo que sus pezones le apuntaran a la cara ,recordandole su delicioso sabor.

Maria apenas podía recobrar el aliento, el corazón le iba a mil como queriendo salirse le del pecho, no podía mirar a su hermano sin abochornarse confundida y deseosa de algo mas.

Ver como el la miraba hambriento chuparse la mano que tanto gusto le había dado, hizo que el rubor inflamase aun mas si cabe su cara.

  • Riquísimo... ya me lo imaginaba...-- dijo notándose como los pantalones del pijama tensos a punto de romperse por su polla como el acero.-- Tranquiloooo..., tranquilooo... – se ordeno mentalmente.

No espero mas, solo dejo que sus ojos volvieran a fijarse en los suyos , desafiándola a decirle cualquier cosa, sus manos volaron de nuevo hacia las tetazas de su hermanita empezando de nuevo a magrearlos hasta sentirlas pesadas.

Los pezones respondieron bajos sus dedos empitonándose al pellizcarlos , apuntándole llamándole a ser chupados de nuevo. Los mordió hasta arrancar el primer quejido de Maria, quería verla bien y sus dedos se turnaron con su boca, la oyó de nuevo boquear y no pudo evitar hurgar con su boca el manjar que le ofrecía su hermanita.

  • Que ricooo,verdad? Mmmm, delicioso...., mmmm – dijo engullendo de nuevo la teta.

Maria no sabia que le estaba sucediendo solo se dejaba llevar por el glorioso placer que sentía al lamerle las tetas, apenas se daba cuenta como gemía al estar en el séptimo cielo, solo deseaba que no acabara nunca.

Alberto chupaba hambriento una y otra vez , enroscando la lengua hasta morderla y hacerla chillar, la oía gemir como una gata en celo , siguió torturando sus pezones con las yemas de los dedos mientras no dejaba de relamerse mirando el coño al aire.

Incapaz de resistirse, froto su peligrosa polla aun tapada por el pijama una vez mas contra la carne de su coñito expuesto, esta vez el gemido se convirtió en un chillido demasiado provocativo.

  • Ufffffffffffffffffffffffffffffff.... – chillo sin control Maria.
  • Hostiaaaaa... se tuvo que parar un instante para palpar su polla que empezaba a chorrear ya dispuesta a taladrar un coñito bien dispuesto. – se tuvo que serenar para no lanzarse.

Siguió trabajándose el clítoris cada vez mas fácilmente, deslizando hasta tres dedos y masajeando furiosamente el clítoris de Maria, rodeándolo y machacándolo sin piedad , la volvió a oír jadear como una perra ofreciéndose , levantando las caderas para empezar la jodienda.

Nunca como entonces deseo tanto follarla, le dolían los cojones por no descargar el semen desde el día anterior, estaba sudoroso aguantando el esfuerzo de no tirársela como un animal, siguió frotando el clítoris mas y mas duro. Era alucinante notar los jugos del coño bañándole toda la mano.

  • Voy a comer este jugoso coñito...-- le dijo riéndose nervioso. Bajo la cabeza deplanzando el peso de su cuerpo hacia los muslos de su hermana, hundió su clítoris en su boca tragando y tragando, amamantando como si de un bebe se tratase , hurgo enroscando su lengua , pajeando a su hermanita lentamente .

Maria hacia tiempo que se dejaba llevar sin atreverse a protestar, disfrutaba demasiado gozando así que dejo solo pudo acariciar la cabeza de su hermano , atrayendolo mas y mas , animándolo a seguir.

  • Mmmmfff, mmmmfff--- sabrosoooooo.... mmmffff--- murmuro con la boca llena de la carne hinchada de Maria.
  • Uuuufffffffffff, uuuuffffffffffffff, ufffffffffffffff, ooooohhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, ufffffffffffffffffffffffffff,-- conseguía pronunciar arqueando el culo para darle una mejor posición para hacerla gozar.

Y entonces su cara se sepulto mas profundamente en su vagina, Maria boqueo de la impresión y tuvo que agarrarse a la madera de la cama al notar la oleada, cada gruñido de Alberto era acompañado por un jadeo desperado, el chupo con tanta fuerza que se sintió derretirse.

La oleada de placer la invadió de arriba a abajo, los temblores le bullían por todas las terminaciones nerviosas, estallando al tacto de la lengua de Alberto entrando y saliendo de su coño.

Le agarro el pelo con fuerza, cuando se derritió e un ultimo grito que la dejo fundida como un cubito de hielo deshecha, mientras se arqueaba y empujaba su coño en su cara para que le siguiera haciendo aquello que tanto le gustaba. Maria se agarraba con fuerza a la cabeza de Alberto , aullando mas y mas seguido, acercándose peligrosamente a otra cima dolorosamente agradable.

Estaba otra vez a punto...

Y Alberto chupo más y más duro, bebiendo glotonamente del clítoris de la putilla de su hermana. Ya nada quedaba de la tímida colegiala, ahora la muy calentorrra estaba aplastandole la cara , animándole a seguir comiéndole el coño , hasta hacerla correrse una y otra vez.

  • Ayyyyyy queee me haceeeessss, ooooohhhh Albeeertooooooo! --- aulló chillándole,

No dejo de meterle la lengua, mas rápido y profundamente, hasta que el chillido de Maria debió de escucharse desde cualquier lado de la casa.

  • Menuda perra!-- pensó Alberto lamiendo la corrida y volviendo a comenzar otro asalto mas, no dejaba de aullar asfixiandole la cara contra su coño-- Pero menuda manera de morir--

no sabia si habían sido 10 o 100 minutos, cuando volvía a correrse de nuevo en oleadas que la dejaron casi muerta, cuando por fin pudo levantar la cara enterrada del coño la tenia totalmente empapada por las corridas de su hermanita, allí seguía rendida respirando como si hubiera batido el récord de la milla.

  • Vamos mirame,-- le ordeno Alberto.

Poco a poco sus ojos fueron abriéndose , enfocando la cara de Alberto que parecía mirarla como si de un plato de nata se tratase, se levanto de la cama andando hasta la gastada silla de mama.

Lo veía desprenderse de la camiseta que llevaba lanzandola al suelo echa una bola, y luego juguetear con el cordón del pantalón de su pijama y bajarlos hasta los tobillos en una patada.

Maria le siguió con la vista, hasta verle sentarse en la vieja silla de su madre desnudo y alargando la mano para llevarla hasta donde él estaba, no dejo de fijarse en la tremenda barra de carne que furiosamente se empinaba hacia el techo.

Trago saliva, pues ya imaginaba lo que le pediría su hermano a continuación.

  • Mariaa, ven aquí conmigo va...! – le rogó en un tono juguetón.

Con las piernas como de gelatina se levanto de la cama nerviosa y se acerco tímidamente hasta la mano tendida de su hermano, no tardo en acomodarla sobre su regazo , como cuando era una cría y la montaba a caballito. – Muyyy bieeen, date la vueltaa cariñooo , dejame ver tu carita..., asiiii , esooo esss – dijo metiendole la lengua hasta la garganta...

  • Esta si que seria una cabalgada divertida...-- pensó Alberto mientras su amorosa hermanita se dedicaba a enterrar sus manos de nuevo en su pelo abrazándose a su cuello, inclino la cabeza y la beso una y otra vez intentando que se relajase, cuando su lengua dejo de lamer la suya , sus manos hacia rato que la sujetaban del redondo culito restregando la mojada vagina sobre su polla.

Maria seguía encandilada por la lengua de Alberto, sus manos la agarraban con fuerza del culo aplastandola contra la caliente barra de su hermano una y otra vez.

Los dos jadeaban por el calenton, pero fue él quien la dejo de besar aun con amasando furiosamente el culito prieto sin descanso.

  • Va tocameee cieloo! – le susurro al oído Alberto.-- Tendrás que acostumbrarte a toda esta carne! – Vamos nena, no seas tímida-- la presiono acercándola mas y mas.

Maria dudo como debía comportarse, miro la tranca y luego a el , fue como una señal para Alberto ,sin apartar los ojos de ella sujeto su mano hasta guiarla a su entrepierna. El contacto de la piel de su mano contra el capullo de su rabo le hizo trempar un poco mas. Aguanto como pudo el aliento cuando Maria rodeo su mano su tieso rabo.

Ella veía el poder que ejercía con el simple roce de su mano, pero apenas podía sujetar la tensa carne con una mano, era enorme casi tan largo como los postes de su cama, incluso la punta parecía una ciruela madura gigante, la asusto pensar como aquel trozo de carne podía caberle .

  • Venga nena, tocame la polla..., despacito...--

Maria paso un dedo sobre la gran vena que latía sobre el grueso poste de carne.

  • Essss enoooormee...-- murmuro Maria en voz baja.
  • Ohhhh siiii, cariñoooooo, mmmfff-, Diiiioooossss no pares!!!!--jadeo por el esfuerzo .

Lo oyó gemir, y sin dejar de mirar sus reacciones apretó su mano decididamente hasta la base y recorrió la vuelta lentamente hasta la gruesa ciruela,alucinada por los gemidos que salían de su boca.

  • Mas rápido , cariño!-- le suplico Alberto , comenzó a deslizar su mano arriba y abajo mas y mas rápido, los gemidos de placer eran de lo mas esclarecedores. Pronto comenzó a rogarle.-- Nenaaaa sobameee los cojones,,, oooohhhh Diooosss!

No entendía, pero al bajar la mirada la mano de Alberto la guió hasta dos gruesas bolas de carne bajo la polla, ahora entendía. Paso su otra mano entre sus piernas y agarro las apretadas pelotas. Su mano comenzó a rodarlas entre sus dedos hasta arrancarle un grito.

  • Lo hago bien? – pregunto algo cortada mientras lo bombeaba con una mano y lo masajeaba con la otra.

Alberto estaba a punto de correrse, llevaba demasiado rato aguantándose y sentía como empujaba mas y mas a cada tallada lo llevo al limite, se corrió con un jadeo que lo dejo seco, un chorro de lefa salio disparado hacia las tetas de Maria que asombrada aun seguía machacando su polla, otro chorro escupido como un geiser furioso resbalo sobre su labio antes de que le soltara la polla sorprendida.

Al abrir los ojos , su hermanita estaba sobre su falda con las manchas evidentes de esperma marcándola , la boquita algo abierta y los ojos desorbitados. Su lengua salio tímidamente lamiendo el caliente goteron que seguía sobre su labio inferior, ver la lengua chupar su semen lo hizo excitarse de nuevo.

Estaba agotado pero.... madre miá , no tardaría en ponerse a tono.

Sonreía como al salir de clase, y cuando sus miradas finalmente volvieron a encontrarse, le alucino verla tragar su lefa como una zorra caliente.

  • Ya esta?-- pregunto en tono inocente.
  • Ummm, solo acaba de empezar cielo... , dame un poco de tiempo para recuperarme, dijo pasando un dedo por el manguerazo de lefa y llevándolo a la boca de su hermanita.
  • Vamos tragatelo, es mejor que la leche de vaca!-- rió mientras veía como Maria lamia su dedo como una viciosa.
  • Mmmm, mmmm....--- murmuro..-- Puedo bajarme de aquí?....-- es que esto tengo frio... dijo
  • Dejame darte calor cielo, ven … abrazate a mi.., dijo rodeándola fuertemente en sus brazos y se lanzo a lamer glotonamente la lengua de Maria.

El coño lubricado de Maria se rozaba cada vez mas lentamente sobre el rabo de su hermano, que empezaba a recuperar algo de la alegría de uno minutos atrás, la comida de bocas la excito animándola a contonear sus caderas al ritmo que ella desconocía.

Alberto estaba empalmándose por momentos el carnoso culete de su hermanita no dejaba de moverse bajo sus manos, rogándole , suplicándole sin dejar de jadear contra su boca.

Y es que el tacto del vello de Alberto sobre sus pezones le producía un hormigueo por todo el cuerpo, se sentía mala, y le gustaba la sensación de la polla creciendo, empinándose , trempando a cada movimiento de pelvis, era delicioso.

  • Separa las piernas..., esoo es...--- ordeno Alberto , a la vez que sus manos acariciaban la sedosa piel de los muslos , abriéndola delicadamente.-- Ahora levantate un poquito...-- al ver las tetas rozándole la cara ,aprovecho la ocasión para morder y estrujar los pezones un momento.

Una de sus manos sobaba lentamente su rabo pausadamente guiándolo hacia la entrada del empapado coñito.

Maria vigilaba todos los movimientos de su hermano, esperando, apurada por lo que sucedería, aquello seria doloroso, era demasiado grande...,intento echarse atrás cuando el cabezón rojo palpo la entrada de su coñito la primera vez, tanteando algo torpemente unto la corrida de los labios para acabar clavandole la punta de la seta, deslizo el capullo como abriéndose paso sobre mantequilla fundida.

Tan deliciosamente húmedo y acogedor, reparo como Maria se tensaba un poco intentando descabalgarse, ya había hincadoo el cabezón y apoyo la mano sobre la cadera de su hermanita ,obligandola a empalarse un poco mas sobre su rabo , la escucho quejarse... ante lai nvasión de tanta carne.

  • Auuuuu, auuuu, dueeeleeeee.... , paraaaa, paraaaa--- suplico Maria.
  • Ya casi esta mi cieloooo..., espera a ver....-- gruño Alberto empujándola mas y mas abajo.

Las paredes del coño se apretaron aferrándose a su polla como un puño de acero , dilatándose ante la invasión del rabo del hermano,clavándose hasta las entrañas y rasgando la pequeña telilla , provocandole un punzante suplicio, durante unos segundos Maria sintió que se moriría, al dolor de tener toda la polla de su hermano dentro de su coño, se sumaba aquella sensación tan extraña.

No podía moverse ni un centímetro de donde estaba, estaba incomoda allí encajada, empezaba a darse cuenta que aquello no había sido una buena idea.

Los calambres empezaron a subirle por las piernas, intento poner las manos sobre el respaldo de la silla para poder desencajarse de su hermano, pero el dolor volvió a invadirla al intentarlo.

  • Oyeee Albertoooo..... estoo duueeleee, sueltaameee.... vaaa!--suplico Maria dirigiéndose a su hermano

Este hacia lo posible para no lanzarse a follarse a su hermana a lo animal, era su primera vez, había notado como rajaba su himen cuando se la clavo hasta el útero, dejo que se acomodase unos segundos y cuando empezaba a rogarle que la soltase , levanto las caderas por primera vez dándole el primer pollazo.

Aulló de dolor, lo sabia, pero se quedo quieta sujetándose a sus hombros, clavo otro empujón hasta hacerla rebotar contra sus huevos, y siguió atentamente sus ruiditos. A la tercera envestida los aullidos eran mas bajos y sus manos se agarraban mas fuerte a él.

  • Aiii, aiiii, aiiii,....-- gemía Maria con los ojos cerrados.
  • Va cariño..., sera mejor que me montes tu..., venga...., mueveteee …. esoooo, asiiii , ahhhh, nenaaaaa, arribaaaa esooooo essss...., asiiiii.-- aulló Alberto

Maria notaba como el dolor iba desapareciendo, pero el calor de su coño aumentaba hasta abrasarla, la tranca de Alberto le provocaba un gustillo muy agradable, y cuando su mano dejo de sujetarla por la cadera añoro su tacto, empezó a bajar otra vez su pelvis comiéndosela y volviendo a subir.

No sabia que le sucedia, su cuerpo la obligaba a cabalgar aquel trozo de carne mas y mas profundamente, cuando se alzo por quinta vez, oyó como era Alberto quien gritaba mas y mas fuerte, pronto se lanzo a sujetarle los cachetes del culo acelerando mas y mas la cabalgada.

Ella seguía gozando , las redondas bolsas de carne le golpeaban cada vez mas rápidamente contra el culo. Se aferro al cuello de su hermano y se empleo a fondo, culebreando sobre la cara de Alberto que empezó a morderle la teta al notarlas junto a la cara. Eso fue demasiado para ella, las palpitaciones de su coño se aceleraron hasta hacerla boquear del gustazo.

Alberto disfrutaba de la follada como nunca antes, la sentía montandolo como una experta amazona cuando apenas unos segundos antes la desvirgaba, jamas imagino la reacción de su hermanita y menos aun lo caliente de su reacciones.

Para el era una gozada notar el coño ensanchándose para su rabo, las contracciones que estaban enseñándole que faltaba muy poco para que acabara corriéndose y regando su coñito por primera vez.

Tenso los músculos del cuello y se lanzo hacia delante, clavandosela hasta el útero, sujeto su culito una vez mas y acabo por usar todo su cuerpo para impulsarse en una serie de profundas envestidas que debieron ser demasiado para la pobre Maria que acabo chillando como una loca al correrse y provocarle a él la primera descarga de esperma, otro profundo estoque , le dejo seco las pelotas, se vació con rabia , mientras su hermana caía sobre su hombro agotada.

  • Agggg, aggggg, agggggg.... – respiro Maria envolviendo sus piernas sobre las caderas de Alberto.-- Diooosss mioo...., que me has echooo... – resolló
  • Ayyy nena, me has dejado secoooo...Ufff-- dijo respirando contra su pelo.

Cuando las respiraciones de ambos se tranquilizaron, Maria no podía mirar a la cara de su hermano.

Estaba avergonzada por su abandono, pero no quería dejar de sentir el calor que sintió al notar el primer chorro inundando su coño. Se abrazo mas fuerte a su cuello, solo un segundo después noto como la polla de Alberto se deslizaba de dentro de su coño ,provocandole un siseo de dolor.

Antes de que pudiera abrir ni siquiera la boca lo escucho decirle.

  • Ohh nena... estas hecha una leona..., pero espera a ver..., vamos a pasarlo muy bien toda la noche...,! Le susurro al oído, mientras se levantaba de la silla llevándola con el a cuestas.
  • Espera..., mejor me bajo...-- le susurro al oído.
  • De eso nada..., no quiero que te me escapes... – dijo transportándola hasta la cama y dejándola recostada.

Seguía dolorida, pero lo que la asusto fue ver la polla fláccida de su hemano manchada de sangre-

  • Estas lleno de sangre...-- murmuro señalandole.
  • Es tuya cariño..., tu primera jodienda es lo que tiene...,-- esta noche te dolerá un poquito el coño. Nada que no pueda solucionar un poco de descanso..., eh?-- dijo
  • Pero... no querías seguir toda la noche...
  • Esta bien..., lo decía por tu bien tigresa..., pero si insistes.

Alberto se metio desnudo bajo las sabanas tapándose a los dos con ellas, acomodándose contra el tierno culto de su hermanita, la sujeto de la cintura.

Seria una noche muy largaaaa...., muy muy larga.