Las hermanas Ling 13

Modelo cambia de sexo por amor

LAS HERMANAS LING – 13

La boda de Lawan y Narissara, fue una boda típica tailandesa, los diversos actos duraron 3 días, con el ceremonial tradicional.

La Novia, ataviada con el traje típico, parecía una autentica muñeca de porcelana, el novio con su tocado tradicional, la abundancia de flores le dio a los festejos un colorido muy especial, en los novios se les veía una complicidad de felicidad, deseando que todos los festejos se terminasen para estar a solas.

A los dos días, Sung, fue a visitar al médico, le explico que estaba embarazada y el problema que había tenido durante su primer embarazo, le recomendó un ginecólogo que la podía atender durante su embarazo.

Cuando acudió al ginecólogo, yo la acompañe, le dijo tras la exploración oportuna, que no se preocupase, se relajase y evitase viajes, si notase alguna perdida, le avisase y reposo absoluto durante al menos los 4 primeros meses y le recomendó abstención de relaciones.

Wai y Sei, ya se habían marchado, ya que Sei tenía visitas pendientes a Shanghái, Pekín, y otras capitales de países del entorno. Yo regresaría a Hong-Kong la semana siguiente y me alojaría en la casa de Sei, había dado orden de que el personal de servicio me atendiese como su prometida.

Al llegar a Hong-Kong, y tras recoger el equipaje me dirigí a tomar un taxi, el taxista me coloco el equipaje en el coche y me abrió la puerta del mismo, en el momento de entrar, note un pequeño pinchazo que me dejo algo sorprendida, le di la dirección de destino y sin notarlo, caí en un profundo sopor.

Cuando me desperté, no reconocía donde estaba, la habitación era sencilla, quise abrir la puerta pero estaba cerrada con llave, golpee la misma pidiendo que me dejasen salir y pidiendo socorro, allí permanecí varias horas, nadie acudía. Me quede dormida sobre la cama cansada de gritar pidiendo auxilio. Cuando desperté tenia sobre la mesa algo de comer, tenía hambre, eche mis cálculos  y llevaba encerrada aproximadamente 3 días, comí lo que me pusieron y a los cinco minutos estaba nuevamente dormida, me habían dado un somnífero, dejándome consciente pero sin voluntad alguna. Cuando me desperté, entro un hombre en el cuarto y me dijo.

Desde este momento perteneces al Sr. Hong Gang, y tendrás que obedecer todo lo que se te mande, no tendrás derecho a nada y le servirás con humildad y cortesía. En eso, apretó un mando a distancia, y al momento sentí una excitación vaginal y clitoriana que en un principio me extraño, pero me recordaba a las excitaciones durante el coito. Y me dijo.

Te hemos puesto unas bragas con vibrador, no podrás sacártelas solamente cuando hagas tus necesidades y se te darán otras limpias. Con ellas te excitaremos sexualmente hasta que nos pidas que desees tener relaciones sexuales, te convertiremos en una adicta al sexo. Recibirás a los clientes de la casa y tendrás sexo con ello, si quedan satisfechos tendrás recompensas si es lo contrario, te mandaremos a un burdel del interior del país y estarás todos los días con las piernas abiertas. Y ahora para ver como actúas me haces una mamada.

Me cogió por los pelos y me puso de rodillas, se bajo los pantalones y me ordeno que le hiciese una felación. Su pene era de un tamaño normal, pero olía a orines su glande estaba lleno de requesón, no se lo limpiaba desde hacía meses, según me lo metía en la boca, su pene crecía y lo que en un principio parecía normal, llego a los 20 cm con 7 de diámetro, tenia puesto un salto de cama semi transparente color blanco, tras correrse en mi boca, me llevo a una sala donde había 5 chicas que estaban vestidas con ropas similares. Allí me dejaron y se fueron.

Enseguida las chicas, se acercaron a mí y me explicaron.

El Sr. Hong Gang era un proxeneta, que tenia montada un negocio de trata de blancas, comerciaba con las chicas llevándolas a diferentes países del entorno, incluso a algunas las había vendido a países árabes, las que quedaban preñadas las mandaba al interior del país. O las vendía a los países árabes, ya que al parecer a los árabes les gustaba follar con preñadas, si tenía la suerte de caerle en gracia estaría de enhorabuena, ya que la reservaría para el mismo y sus amistades más importantes, la llevaría de viaje como muestra enseñando el tipo de mercancía que tenia y para que la probasen.

Les pregunte cuanto tiempo llevaban retenidas, me dijeron que la que menos un año y la que más 4, aunque llego a estar una chica 7 años, que era imposible salir de aquel burdel y que no lo intentase ya que lo mejor que le podía pasar era que la matasen y lo peor sería desfigurarla, torturarla, marcarla y demás brutalidades inimaginables. Con respecto a las bragas me aconsejaron que tras pasar unas semanas pidiese que quería follar, ya que si no y hasta la fecha que lo pidiese estarían cada hora dándole al mando para excitarme y correrme provocándome orgasmos que me dejarían destrozada. De esa manera tendría descansos ya que los clientes solían venir a la caída de la tarde y durante el día no tendría las excitaciones de las bragas, eso sí, debería fingir muy bien el placer para que saliesen satisfechos. Me indicaron que los clientes no podían penetrarnos analmente, si se enteraban de que nos había dado por el culo, nos venderían a los burdeles más bajos de la ciudad.

Así pase una semana, cada hora entraba un hombre y con el mando me excitaba, tenia sesiones de 20 minutos, realmente me excitaba, me tumbaba sobre un sofá y comenzaba a pensar en Sei lo que me producía mas placer, llegando a tener tres orgasmos en 20 minutos.

Sei, se extraño de que no me hubiese puesto en contacto con el al llegar a Hong-Kong, pregunto si había llegado a su casa y le dijeron que no, llamo a Bangkok y le dijeron que desde que marcho no habían tenido noticias. Eso lo alarmo y se puso en contacto con la policía explicándole mi desaparición, el comisario jefe tomo un interés particular en averiguar mi paradero, pero no tenían ninguna pista.

Tras un mes en el burdel, solicite que tenia deseos de un hombre que me llenase, el encargado sonrió y me dijo que esa noche tendría uno abre como me portaba.

Eran las 11Pm aproximadamente cuando me dijeron que bajase al salón, que un seños quería tener una noche agradable, me acicale lo más rápido posible y baje, era un hombre de aproximadamente 40 años, le cogí de la mano y lo lleve a una de las habitaciones más elegantes, cama de 2x2 con dosel, la ropa de cama era de raso, tenía un servicio acoplado con yacusi, cuando entramos y tras cerrar la puerta le invite al baño, prepare el yacusi y los dos nos metimos en el, lo enjabone y el a mi masajee su pene bajo el agua se lo bese ya terminado de bañarle, me lo lleve a la cama, deje que me manosease por todo el cuerpo, mis pechos, mis glúteos, mi sexo nos pusimos en posición para un 69 y comenzamos a limpiarnos el sexo mutuamente, cuando comprobé que el ya estaba muy excitado le pregunte qué posición quería, me pidió que le cabalgase.

Poniéndose tumbado en la cama, su pene parecía el mástil de una bandera, me arrodille ante él y apunte su pene hacia mi vagina, poco a poco lo fui introduciendo su cara reflejaba satisfacción y lujuria, me agarraba por las caderas levantándome y bajándome rítmicamente, le quite las manos de mis caderas y se las puse en mis pechos, entonces fui yo la que comencé a moverme primero lentamente y después más rápido, arriba y abajo en círculos lateralmente, hasta que note que esta apunto de correrse, apure un poco mas y note como su esperma golpeaba las paredes de mi vagina, caí sobre él, simulando agotamiento  al tiempo que el gritaba de placer, me levante y me tumbe a su lado, le limpie el pene con la boca y lo abrace, hacía tiempo que no había tenido un orgasmo por penetración, no lo había hecho con un cliente, en mi mente era Sei el que estaba a mi lado y abrazada a el nos quedamos dormidos.

Todos los clientes que pasaban la noche conmigo yo no los veía como clientes en mi mente les ponía la cara de Sei. Y por norma era uno cada noche solamente descansaba 4 días al mes aludiendo que tenia la regla, eran cuatro días que descansaba y planeaba como escapar.

Así pase 5 meses, sin ver el sol, pensaba en Sung, como llevaría el embarazo, en Lawan si habría hecho feliz a Narissara, en las escuelas si las chicas habían sido contratadas.

Un día el mismo Hong Gang se presento quería pasar la noche conmigo ya que los clientes habían quedado satisfechos, era un hombre de unos 65 años, no muy alto, sobre 1,70 complexión normal y de unos 75 kg de peso, pelo negro y ojos negros, limpio y educado. Le hice el mismo tratamiento que al resto quedo satisfecho y tras pasar la noche juntos me informo que a partir de ese momento yo era para el únicamente, y que cuando viajase iría con él, para mí fue en parte un alivio, ya que trataría de agotarlo y satisfacerlo para no estar todos los días con su pene dentro de mi coño.  A partir de ese día, solo me acostaba con él, me llevaba de viaje a Shanghái,  Singapur, Pequín y otras capitales limítrofes, enseñándome como muestra de sus mercancías, me tenía que dejar tocar, metían sus dedos en mi sexo me apretaban los pechos y tenía que hacer mamadas, para demostrar que sabía hacerlas, cuando salíamos de viaje me daban una droga que anulaba mi voluntad, y únicamente obedecía las ordenes que me daba Hong Gang.

En todas las ciudades, nos hospedábamos en hoteles de gran lujo, y por las tarde me llevaba a salas de stripteases, donde tenía que hacer un numero llegando al desnudo integral. Lo último que me sacaba eran unas pezoneras con unos colgantes que con cada movimiento se movía como badajos de campanas, hacían juego con el tanga que tapaba mi sexo que tan solo era una pequeñísima tira de tela tapándome la raja de mi coño depilado, luego del baile me volvía a poner las pezoneras y el tanga y me paseaba por el salón, dejándome sobar, había días que mis glúteos terminaban colorados de los pellizcos que recibía y mis tetas igual, me podían tocar pero no penetrarme eso si yo estaba obligada a mamársela al que lo pidiese, una vez hubiese pagado por el servicio.

En las puertas de los locales donde actuaba, tenían puestas varias fotografías mías con mi escaso atuendo como reclamo.

Sei, no había dejado de buscarme, a sus agentes en todas las capitales les había pedido que hiciesen averiguaciones, si me habían visto, se corría el rumor de una organización de trata de blancas, que secuestraban a mujeres y las enviaban a diferentes lugares para ejercer la prostitución, anunciaban con antelación mis actuaciones.

Sung, afortunadamente había llevado a buen término su embarazo había tenido una niña, que no paraba de querer y le hacía pensar en mi constantemente.

Había pasado 2 años recorriendo los salones de striptease, del extremo oriente.

Un día uno de los agentes de Sei, en Singapur le envió una fotografía de los carteles en los que aparecía casi desnuda, preguntándole si podría ser yo.

Cuando la vio casi no me reconocía, me obligaban a maquillarme exageradamente y había adelgazado bastante, mis pechos ya no estaban tan erectos por el manoseo a que estaban sometidos constantemente. Con la fotografía, fue a la policía de Hong-Kong, y al gobernador a indicarle que me tenían media localizada.

La policía, de los diversos países, se pusieron de acuerdo, estaban a punto de desmantelar una red muy importante de trata de blancas, averiguaron que días actuaba y donde, tenían todo preparado, para que el mismo día y a la misma hora irrumpieran en los locales en una macro redada para coger a todos los cabecillas, les estaban siguiendo los pasos y cerrando el círculo.

Atando cabos, descubrieron donde tenía la sede de los centros de prostitución, que además desde los mismos distribuían drogas, si los cogían, las penas que les podían caer seria como mínimo cadena perpetua, dependiendo del país donde fuesen detenidos, ya que en algunos por tenencia y distribución de drogas era la pena capital.