Las fantasías de Laura: Puente en la playa I
: Laura tenía 29 años de 1,72, era una diosa de playboy con el cuerpo de una estrella porno, con una preciosa melena castaña oscura. Su piel morena, era sedosa y suave, con unas caderas redondas y firmes y un culo perfecto, con unas enormes tetazas en forma de gota de lluvia de talla 75G.
David mantenía la mirada al frente, impertérrito e inalterable, con el gesto impasible. No por cualquier razón era el mejor jugador de póker de su grupo de amigos.
A su alrededor su mujer y las otras tres parejas de amigos con las que solían salir a cenar y a veces a bailar, montando todos jaleo, mientras David apenas esbozando una sonrisa los miraba como si estuviera analizándolos.
David era el dueño y gerente de una empresa de venta y mantenimiento de todo tipo de construcción, la concesión en el país de una marca de gran prestigio internacional. Con la crisis habían pasado sus apurillos pero ahora volvían a remontar con fuerza. En el grupo también estaba Manuel y su mujer Isabel, Manuel era un contratista de materiales de construcción, que a acusa de la crisis había tenido que fusionarse con otros tres contratistas para sobrevivir y seguir adelante. Luego estaban Juan y su mujer Pilar, Juan era jefe de mantenimiento de una gran cadena de supermercados, y como no tenía su propia empresa y la cadena de supermercados estaba sana durante la crisis, el no había notado nada. Finalmente estaba Pedro y su mujer.
Pedro tenía una empresa de alicatadores, manejaba varias cuadrillas, su tío tenía una empresa construcción y reformas especializadas en casa de lujo, con muchos contactos entre los ricos de la ciudad, eso le había permitido sobrellevar la crisis, antes de la crisis facturaba como un demonio, pero con la crisis su tío le había salvado el pellejo a su empresa, ahora había vuelto a enviar cuadrillas fuera de los encargos de su tío, pero no muchos, el 90% por ciento de su facturación dependía de la empresa de su tío, que había tenido recientemente un ictus y estaba postrado mientras su socio llevaba el negocio. Sentada junto a él, estaba su mujer, Laura. Y aquello ya era harina de otro costal!
Pedro media aproximadamente 1,90 y siempre había sido un obseso del gimnasio, musculado a tope y con un peinado rubio de punta daba miedo a kilómetros luz. Cuando salían a bailar su sola presencia entre ellos espantaba cualquier problema que pueda presentarse en la noche, la sola presencia de esa mole les daba toda la seguridad del mundo. Claro un cachalote de esas dimensiones, solo podía tener a su lado una mujer que no desentonase.
Laura era la hembra más potente sobre la que nunca había posado sus ojos David. David analítico y observador como un depredador nocturno, se dedicaba desde su silenciosa postura a examinar todas las mujeres de todos los lugares por los que pasaba, y por mucho que lo intentaba nunca veía algo semejante a Laura.
Laura tenía veintinueve años y medía 1,72, era una diosa de playboy con el cuerpo de una estrella porno, coronado por una preciosa melena del color castaño más oscuro, hasta el punto que a veces se teñía de negro y no se notaba en absoluto la diferencia, las puntas de su oscura, sedosa y brillante melena le llegaban hasta la mitad de la espalda, una breve raya al medio dividía la misma para luego peinarse o bien con raya al medio hasta el final, o dejando caer el cabello hacía atrás como en torrente. Sus ojos eran marrones y preciosos, con unas cejas perfectas y bien hechas, finas y perfectamente trazadas, unas mejillas tersas y suaves y unos labios naturales abultados y sensuales, unas orejas preciosas y siempre decoradas con pequeños pendientes o bien alguna perla, o bien algún brillante. Su nariz era lo único algo extraño tenía una nariz rectilínea, como un ángulo de 60 grados, lo que con su piel con un leve moreno natural le confería el aire de una mujer árabe o persa y esa arrebatadora belleza oriental.
Su piel además de levemente morena era sedosa y suave como una pluma, con unas caderas redondas y firmes como una colina donde nunca se pusiera el sol, y un culo perfecto como moldeado por un escultor clásico, fruto de su genética y de su pasión por los ejercicios aeróbicos, de hecho así era como había conocido a Pedro, en el gimnasio. Aquel culo de redondez geométrica, era el final de dos magnificas y maravillosamente torneadas piernas, largas como la línea del horizonte, y que hacía aún más largas el hecho de que siempre fuese con tacones altos, o con botas de tacón alto, o sandalias de tacón alto, todo lo cual aun levantaba y resaltaba aún más su culo de ensueño. Pero Dios no contento con haberle dado aquellos atributos para enloquecer a todos los machos que se encontrase a su paso, le había dotado de unos magníficos, enormes, abundantes y equilibrados pechos naturales, unas tetazas que le caían en forma de gota de lluvia y que turgentemente desafiaban a la gravedad apuntando con sus pezones al frente, y a los que acomodaba en sujetadores y wonderbras de talla 75 americana en una copaza G, dos tetazas que resaltaban como dos golosos frutos del deseo, cualquiera que fuera la prenda que vistiese Laura.
Laura trabajaba con Pedro, ella era la que se encargaba de todos los aspectos administrativos de la empresa de alicatar, con dos administrativas junto a ella, se encargaba de la gestión de toda la parte administrativa, por eso durante la semana solía ir vestida con faldas de tubo y medias de seda, normalmente negras y trasparentes, sobre sus tacones de punta de ejecutiva, blusas de seda o preciosos jerséis de punto a veces con su correspondiente chaquetas, o a veces no, toda aquella ropa entallada remarcando sus caderas y su culo, sobresaliendo sus enormes y a la vez armónicos bultos mamarios. Y después en su tiempo libre siempre vestía preciosa y con clase, pero muy sexy, camisetas de tirantes, tops, trasparencias, camisetas ajustadas, minifaldas infartantes, leggings, vaqueros ajustados, jerséis de pico y otras partes superiores con escotes que eran balcones al jardín de las delicias de sus tetazas, etc… Solo vestía tangas preciosos y arrebatadoramente sexys, así como wonderbras, a veces una talla inferior, para que a través del escote pareciese que sus enormes globos iban a desbordar su ropa y desparramarse a su alrededor. Las uñas de los pies perfectamente cuidadas y las manos adecuadas a su tamaño acabadas en unos preciosos dedos con unas uñas largas y preciosas siempre pintadas.
Y a pesar de ser semejante diosa de la lujuria, Laura, no tenía el carácter arrogante y altivo de la mujer consciente que podría tener a cualquier hombre que quisiera solo con chasquear los dedos. Era simpática y divertida, risueña y pizpireta, muy coqueta y abierta a los compadreos y toqueteos superficiales, entre bromas y risas, con una voz muy femenina y sexy.
Claro aquella hembraza dando aquellas confianzas, daba lugar a reacciones equivocadas. Los hombres del grupo de amigos tenían que saber atar sus deseos irresistibles de abalanzarse sobre aquella hembra y al mismo tiempo no dejar de mostrarse amistosos, porque de una simple ostia de Pedro cualquiera de ellos podía amanecer en el cementerio. Así que Manuel y Juan solían jugar el papel de los serviles babosos, mientras David, que se presentaba en toda circunstancia como alguien comedido y distante, sonreía levemente desde un segundo plano, no siendo nunca protagonista de las chanzas y alborotos donde Laura era el centro, inalterable con su cara de póker. Esto había hecho que su mujer, Candela, se convirtiese en la mejor amiga de Laura. Las otras dos mujeres no lo expresaban cuando estaban todos juntos, pero les corroía la envidia a Laura, que no solo era más joven, sino que hacía que sus maridos babeasen por ella poniéndose en ridículo gustosamente.
Pero David no era así o al menos eso creía Candela, David parecía inmunizado ante los encantos de Laura. Candela estaba convencida además que su marido la deseaba con locura, porque cada vez que salían juntos los cuatro matrimonios, no solamente actuaba con indiferencia hacia Laura, sino que después al regresar a casa se la follaba con locura y deseo desmedido, echándole dos, tres y hasta en una ocasión cuatro polvos seguidos. Lo que no sabía la pobre Candela era que cuando se la follaba David, este cerraba los ojos y se concentraba con todas sus fuerzas en imaginar que se estaba follando a esa diosa de curvas demoniacamente deseables. Candela era una mujer normal, lo que siempre le había atraído a David de ella era su dinero. Lo suyo había sido un braguetazo en toda regla, pero la inocente Candela nunca se había dado cuenta, con el dinero de su padre David había obtenido la concesión, y ahora vivían muy pudientemente.
Embarcada en estas convicciones Candela se había convertido en la mejor amiga de Laura de aquel círculo de amigos, que se habían conocido todos por sus vínculos en el ramo de la construcción. Eran amiguísimas, todo el día al Whatsapp, compartiendo fotos, secretos, intimidades y confesiones. Todo lo cual, incluidas fotos de Laura en los probadores de todas las tiendas de la ciudad ,para conocer la opinión de Candela, probándose desde modelitos explosivos hasta lencería, Candela divertida y confiada en la actitud fría y distante de David, solía mostrarle aquellas fotos, donde también se podía observar a Laura en actitudes graciosas, con su enorme sonrisa . David en muchas ocasiones tras lanzar una mirada indiferente reteniendo con trabajo titánico la expresión de deseo y sorpresa que su rostro deseaba dibujar, se dirigía en silencio e indiferencia al baño para pajearse. Mas de una noche, en la mitad de la misma, en el más absoluto de los silencios, David le había cogido el móvil a Candela y sigilosamente se había metido en el baño, a escudriñar las fotos que le había mandado Laura a Candela y esta le había mostrado. Observaba aquel cuerpo de pecado, masturbándose relajado con el rostro de deseo y lujuria con el que siempre desearía poder mirarla.
Candela había intentado muchas veces montar algún salida o algún viaje las cuatro parejas, a una casa rural, a la playa, o a alguna otra ciudad, la verdad es que los cuatro matrimonios se lo pasaban bien cuando salían a cenar y luego por ahí. Pero Pilar e Isabel siempre tenían algún compromiso o excusa perfecta que les impedía participar del plan. Candela sabía que la verdad era que no estaban dispuestas a ver a sus maridos babear durante varios días seguidos ante Laura, ni que decir si iban a la playa o a algún lugar donde hubiese piscina, si viesen a ese monumento en bikini harían el mayor de los ridículos y ellas caerían fulminadas por los celos.
David estaba mirando como si no mirase, con la mirada perdida, examinando a Laura desde una especie de segundo anillo del grupo, que formaba alrededor de una mesa donde reposaban los cócteles. Había venido directamente del trabajo, con sus labios pintados de rojo carmesí, con sus tacones negros, sus medias de seda transparente, su falda de tubo negra, llevaba puesta las gafitas, como de azafata del un, dos, tres, que gastaba para leer, lo que aún le daba más morbo. Una blusa blanca de algodón, donde remarcaban sus enormes bultos, se había desabrochado los tres botones de arriba y una cadenita de plata circundaba su cuello, Juan y Manuel procuraban no fijar mucho la mirada en el canalillo glorioso que estaba a la vista de todos, entre aquellos dos lozanos pechotes, que Laura mostraba al publico con los simples y naturales movimientos de su cuerpo, hacia adelante para hablar con uno, hacía un lado para hablar con otro. David expectante como un felino en la noche con la mirada perdida, gravaba en su mente cada detalle de aquella hembra para dejarlos libres en su mente cuando al llegar a casa se follase a Candela, pensando que era Laura.
Candela había propuesto un juego, muy en su línea habitual, de animadora del grupo. Un juego entre picante e inocente como le gustaban a ella. Había pedido a los el pub, un bol, unos bolígrafos y un taco de esos de los de apuntar de un bar. Cada uno de los allí presentes debía escribir en un papel y en mayúsculas para que no se reconociese la escritura de cada cual, su mayor fantasía sexual, y después doblarlo y dejarlo dentro del bol. Candela los removería y después los leería en voz alta. La idea provoco algarabía, miraditas morbosas y risas cachondas. David permanecía impasible, esbozando su sonrisa de hombre de hielo.
Todos participaron y colocaron los papeles doblados en el bol. David escribió lo que siempre le decía a Candela como respuesta recurrente cuando le preguntaba sobre ese tema. Que a el le gustaría penetrar analmente a una negra. Candela empezó a leer.
- Dar por el culo a una negra. Buuuhhh que aburrido!
Protesto Candela entre las risas de los demás.
- Que me hagan una cubana entre cuatro tetas. Esto lo ha escrito un hombre, lo que me gustaría saber es como llevar a cabo esa técnica.
Dijo burlona Candela, entre las risas y las chanzas de los demás.
- Hacerlo con una mujer y que mi marido también participe….. uuuuhhh la temperatura va subiendo.
Exclamo risueña Candela, mientras todos sonreían ansiosos por escuchar la siguiente fantasía.
- Hacer una cubana a varios hombres y al que más aguante antes de correrse, follármelo mientras los otros están mirando……. Jooooderrrr que caliente, esto esta hirviendo.
Grito Candela subiendo teatralmente la voz. Mientras Juan y Manuel aullaban y las chicas y Pedro estallaban en risas escandalosas.
- Que me lo hagan con los pies…..joder que derroche de imaginación.
Dijo con voz de fastidio Candela.
- Una doble penetración en un lugar público de día. Yeeepaaahh
Volvió a gritar Candela animando el ambiente. Mientras todos aplaudían y reían, menos David que simplemente sonreía torciendo la boca.
- Follar en la última fila de un cine lleno…….huuuuummm!
Volvió a elevar la voz Candela, ante el estallido de risas y cachondeo de todos.
- Y la última dice…… follar en un ascensor entre plantas…..jajajaja, un kiki exprés deberá ser eso.
Concluyo Candela entre risas y aplausos. Al rato cuando acabaron los cocteles, salieron del pub, era viernes y todos estaban algo cansados así que decidieron ir cada uno a su casa, la próxima vez quedarían en sábado y saldrían a bailar.
- Me preocupa Laura. Aunque de cara a todo el mundo se muestra tan risueña como siempre, lo esta pasando muy mal con Pedro!
Comenzó a hablaren voz alta Candela mientras iban en el coche camino a casa.
- Que es lo que sucede?
Pregunto David sin apartar la vista de la carretera con un tono de voz átono e indiferente.
- Que no funcionan en la cama. Y hace mucho que no funcionan, ya te lo he explicado antes.
Respondió Candela.
Que Candela fuera la confidente de Laura era una fuente de información valiosísima sobre los aspectos más interesantes de la vida de Laura. Por lo visto la mole de Pedro tenía una serie de disfuncionalidades en el pene, no solo era relativamente pequeño para el tamaño mastodóntico del resto de su cuerpo (según le había contado Laura a Candela, él lo achacaba a una adolescencia de anabolizantes) lo que desnudo le daba un aspecto un tanto ridículo, si no que su resistencia y aguante, desde que se conocieron y casaron, había mermado extraordinariamente. Esos problemas hacía que Pedro fuera cada vez más reticente a tener relaciones sexuales, lo que insatisfacía mucho a Laura, y además cuando lo hacían, Pedro eyaculaba precozmente, amén de que Laura era muy muy muy viciosa y fantasiosa en el sexo, y Pedro carecía completamente de imaginación.
- Ya sabes que Laura no va por ahí de superhembra, es una chica excepcional, generosa y humilde. Pero le va mucho, muchísimo la marcha, en realidad es supercaliente. Me ha contado, que antes de conocer a Pedro, cuando salía por ahí, follaba como una loca, escogiendo ella a los tíos, incluso ha follado con varios diferentes cada noche o montándose tríos, o cualquier otra cosa que su mente viciosa elucubrase. Y siempre teniendo el control, es lo que más la excita, dirigir los tempos del sexo.
Le explicaba Candela entre divertida y escandalizada.
- Has visto la fantasía esa de hacer una cubana con sus pechos a un grupo de hombres y luego follarse ante ellos al tío que hubiera tardado más en correrse por la cubana?
Le pregunto Candela a David.
- Si la he oído.
Respondió David con su tono indiferente y átono.
- Te puedo garantizar al 100 x 100 que esa fantasía la escribió Laura. Además de reconocer su letra, conozco su mente sucia, jejejeje.
Le confirmo Candela, haciendo que más allá de la expresión imperturbable de David, su excitación prendiese como leña seca.
- Y que va a hacer entonces, Laura?
Pregunto David intentando mantener su tono indiferente a pesar de que se moría por saber más.
- No sé, esta muy muy muy jodida, y totalmente desenamorada. Le ha propuesto a Pedro ir a ver especialistas, terapeutas, lo que sea, pero el se niega, su ego de macho y todo eso! Además el nunca ha sido muy cariñoso o atento y todo eso. Cree que le basta con su físico y su cartera, como si Laura fuera una privilegiada por poder lucirle por ahí, así que las peleas son continuas, amén de la insatisfacción y frustración de Laura en todos los sentidos, y los gestos de pareja quedan solo para la galería.
Respondió Candela.
- Y cual es la solución, entonces?
Volvió a preguntar David intentando contener entre los labios el deseo por obtener más y más información valiosa.
- Pues nunca es sencillo, y en este caso menos. Por movidas de responsabilidad y todo eso se casaron en separación de bienes, así que la empresa es al 100% de Pedro, así como la casa, ella apenas dispone de sus ahorros y ya. Así que si se divorcian por iniciativa de ella, este animal la pone en la calle totalmente, así que esta bastante jodida. Ya sabes como es de divertida y payasa, el otro día a modo de broma me dijo que se buscaría un amante discreto, y dejaría todo como estaba. Yo le dije que muy discretos tenían que ser los dos, y muy valiente el amante, porque como los descubriese Pedro los mataría de un golpe….jajajajaja.
Respondió sonriente y risueña Candela, viendo como David también esbozaba una sonrisa que ella interpreto como que le había hecho gracia, cuando en realidad era una sonrisa satisfacción por lo relevante de la información que ahora tenía. La hembraza de Laura insatisfecha, desenamorada y abierta a otras relaciones, oro puro!
Aparcaron, apagaron el coche y David y Candela subieron a casa cogidos de la mano. Entraron en el piso y se dirigieron a su dormitorio. En el marco de la puerta se insinuó Candela rodeando con sus manos por el cuello a su marido.
- Ya ves Pedro y Laura dan la imagen de la pareja perfecta, de perfectos cuerpos y luego todo un desastre. Nosotros si que somos la pareja perfecta, cariño.
Le susurro de forma sexy Candela a David, el cual ya no podía más, en la memoria de su iris solo estaba grabada la figura y el rostro de Laura. Cerrando los ojos tomo por la caderas a Candela y levantándola en volandas la empotro contra la pared del dormitorio, al tiempo que le bajaba las bragas de un fuerte tirón, y bajándose los pantalones mientras se devoraban en un morreo, la ensarto como una oliva, bombeando salvajemente en su interior, adelante y atrás, atrás y adelante, imaginando que se estaba follando a Laura, aunque los pequeños pechos de Candela como era normal le fastidiaban la ensoñación.
Candela se corrió entre gritos muy satisfecha como era habitual en ella, mientras para David aquello no era más que un supletorio de su verdadero deseo, de Laura.
Era martes por la noche, Candela estaba en el dormitorio, hablando por teléfono, al principio animada entre risas, pero después se hizo el silencio, mientras David veía la tele en el salón. Tanto tiempo sin risas, ni oír hablar en alto a Candela lo extraño.
Candela entro en el salón resoplando y con cara de indignación.
- Menudo pedazo de cabrón, tu amiguito Pedro! Acaban de tener una pelotera enorme, un broncazo de tal tamaño que hasta ha roto algunas puertas y muebles, el salvaje, amén de poner a la pobre Laura de puta y guarra para arriba, y recomendarle que se compre un consolador. Antes de irse de casa dando un portazo, el impotente.
Le espeto Candela llena de rabia. David la miro con los ojos muy abiertos expresando sorpresa, sin saber que responder.
- Bueno, bueno, tan amigo mío, tampoco es!
Respondió vacilante David.
- Da igual de quien sea amigo, es un cabrón y quien si es mi amiga es Laura. Esta rota llorando y atrapada en su matrimonio, como ya te he contado. Así que….
Dijo Candela expectante, como tratando de conseguir la aprobación de David.
- Así que….qué?
Le interpeló David curioso.
- Pues que le he propuesto que se venga con nosotros el puente de este fin de semana a la cabaña de la playa. Para que desconecte de ese salvaje y pueda levantarle la autoestima.
Respondió Candela.
David pensó muy rápidamente, no podía dar muestras de jubilo, pero aquella era una ocasión ideal, debía mantener la calma, incluso mostrarse reticente.
- Huuuum! Gracias por habérmelo consultado, si yo quería estar con mi mujer y disfrutar de un puente a solas, romántico y a la vez teniendo sexo por todos los rincones de la casa, que?
Dijo David sin alterarse pero expresando malestar pausado.
- Joder David! Pobre Laura, esta muy jodida, yo soy su amiga y de verdad la he visto más jodida que nunca, podría ser un buen plan, además las celosas y bordes de Isabel y Pilar nunca nos dejan hacer nada juntas, como pasar un fin de semana!
Respondió Candela mientras David le devolvía una impostada mirada de severidad.
- Venga Cariño te lo compensareeeh….
Le dijo dulcemente Candela a David mientras se colgaba abrazándole por el cuello, lográndole sacar una tenue sonrisa y sin saber lo encantado que estaba con la idea.
Al medio día del viernes apareció Laura con una bolsa de viaje y un semblante un poco serio. La recibió Candela, abrazándola y sonriéndole, mostrándose desinhibida e intentando que volviese a ser tan risueña como siempre.
- Cariño no tienes que preocuparte de nada, ni tener vergüenza de nada, quiero que estés cómoda con nosotros y pases unos días estupendos. A David le he explicado que tú y Pedro estáis pasando una crisis de pareja, sin darle detalles, y el lo ha entendido y no le ha dado más importancia. Así que siéntete cómoda por favor.
Le dijo Candela mientras le acariciaba la mejilla.
David apareció a continuación cargado con las bolsas y maletas para la playa. Laura le sonrió y le saludo tímidamente con la mano. David le sonrió y dejando las bolsas junto a Candela y el maletero del coche le devolvió el saludo con la mano, sin decir nada, relamiéndose en su mente.
Laura estaba inmensa como siempre, llevaba una camiseta de manga corta naranja, con un enorme escote ancho y redondo que dejaba a la vista la mitad de sus gloriosos globos, y unos mini shorts vaqueros con dobladillo que se ceñían a su celestial culo y que aún estilizaban más sus largas y esculturales piernas que se sostenían sobre dos zapatos de tacón de verano como dos sandalias. Las uñas de los pies perfectas y pintadas de un tono rosa oscuro y las uñas de la mano otro prodigios de perfección pintadas del mismo tono, sus labios pintados de carmín rosado brillante a juego con las uñas, algo de colorete sobre su tez morena, y una liviana sobra de ojos violeta, las pestañas perfectas, y dos preciosos pendientes colgando de sus delicadas orejas, unas gafas de sol redondas y grandes que se sostenían en su particular nariz arabesca. Estaba preciosa con su melena castaña oscura y haciendo ese gesto tan sexy de acomodarse el pelo por detrás de la oreja.
La naturalidad de David, haciendo como si aquello lo hubiesen planeado desde siempre y sin darle mayor importancia a su presencia, la hizo sentirse cómoda y pronto empezó a sonreír como era en ella habitual, mostrando su perfecta y nacarada sonrisa, al entregarle a David su bolsa de viaje para que la acomodase en el maletero.
Cuando estuvieron listos los tres subieron al coche y se dirigieron a la cabaña de la playa. Candela iba en el asiento del copiloto y Laura se sentaba detrás. La conversación estaba animada entre las dos mujeres, Candela le dio rápidamente motivos a Laura para que se situase en el medio del asiento trasero para poder mantener una conversación más animada con su amiga, y no tardo en explotar en su risa alegre, que la hacía aún más sexy, con su preciosa y femenina voz, un monumentazo de mujer como aquel con aquel carácter alegre y comunicativo.
David mantenía su postura, distante, relajada y sonriente, pero indiferente ante los encantos de Laura. Pero en previsión de aquel momento ya había situado el espejo retrovisor de forma que solo tenia que mover el rabillo del ojo para contemplar todo el esplendor de aquel escote, balcón de gloria! Laura no se daba cuenta y seguía bromeando y riendo con Candela, muy relajada y cómoda como si estuviera en casa! Desconocedora aún del plan que David había trazado para ella.
A la hora llegaron a la casa de la playa a tiempo para comer, era principios de junio pero ya hacia calor y la intensidad del sol era perfecta par broncearse. David se tomo un momento, solo un instante muy disimuladamente, para lanzar una mirada analítica a Laura, mientras ella y Candela sacaban las cosas del coche.
Era una hembra tremenda, alta y esbelta, pero no delgada, maciza, con la piel suave como de alabastro, con un cierto tono de color, no blancuzca o rosada, aquellas piernas largas y perfectas, como esculpidas en mármol, su risa amplia y sexy, su cabello sedoso y oscuro que se acomodaba constantemente de forma tan sexy, con su finas y perfectamente cuidadas manos, su culo, redondo y firme, lomas de gloria cuya topografía dibujaba el ajustado short vaquero y aquellos melonazos perfectos realzados y recogidos en su precioso wonderbra que ofrecía al mundo a través del escote de su camiseta naranja. De la comparación Candela salía muy mal parada, con su apenas 1, 64 de estatura, destacaba a la baja.
David aparto la vista y se concentro en contener su libido, debía tener mucha precaución, para poder llevar a cabo sus planes, manteniendo la ficción de la indiferencia que le causaban los encantos de Laura.
La cabaña estaba en un pequeño complejo con otras tres en forma de cuadrado, cada una tenía su patio con cierta privacidad y daban a una piscina no muy ostentosa común y estaba situada a unos diez minutos de la playa más cercana, y no había mucha gran vegetación cerca.
- Uffff que calor, hace aquí dentro, Candela.
Le dijo Laura a Candela resoplando.
- Si hija le da todo el día el sol, y el aire acondicionado tarda en funcionar y a David no le gusta, aunque es verdad que por la noche recibimos la brisa del mar directamente y refresca. Vamos te enseñare tu cuarto enfrente del nuestro, y aprovechamos y nos ponemos más frescas, mientras David hace la ensalada y pone una pizza en el horno. Verdad cariño?
Se dirigió Candela a David, lanzándole una sonrisa de complicidad a Laura y llevándosela hacía el interior de la casa.
- Como deseen las señoras!
Respondió David en su tono frio e indiferente.
David iba preparando la comida en la cocina americana con barra al salón de la casa, mientras oía el alborozo y las risas de las chicas, en el cuarto. Al poco aparecieron ambas más ligeras de ropa. Candela en bikini con una camiseta larga. Y Laura conservaba sus shorts vaqueros, se había cambiado los tacones de verano, por unos veraniegos tacones de esparto con cintas de colores, pero el cambio descomunal era su parte de arriba apareció con una camiseta ajustada de tirantes rojo chillón, donde sus mamazas parecían estar embutidas pidiendo a gritos escaparse de la camiseta. David le lanzo una mirada de refilón y haciendo un gran esfuerzo mantuvo el semblante neutral, al tiempo que notaba la gran sequedad de su garganta.
- Jajajaja, más fresquita y liberada con esa camiseta de tirantes, nena? Así sin sujetador que estas en la playa, deja que esas domingas disfruten de la libertad.
Jaleaba Candela a Laura.
- Jajaja…..siiiiiii….libertad!
Gritaba exultante Laura riendo profusamente con su voz tan femenina.
David había puesto algo de música latina discotequera y Candela empezó a bailar poniendo morritos y haciendo posturas sexys acercándose a Laura. Entonces Laura respondió, sin dejar de reír muy sexy, se recogió el pelo por detrás de las orejas con las dos manos. Y empezó a bailar restregando sus piernas con las de Candela, agitando violentamente sus hombros de manera que su tetazas se balanceaban se forma salvaje dentro de su camiseta de tirantes ajustada, en un momento dado al ritmo de bailar moviendo todo su cuerpo y acercándose a Candela, añadió el hecho de empezar a estirarse la camiseta llevando el escote hacia abajo al tiempo que abría la boca con un gesto de sorpresa impostada , la tetas se balanceaban arriba y abajo generando la expectativa de que en cualquier momento alguna de ellas saldría por el escote, las chicas dieron una vuelta sobre si mismas y chocaron los culos, sin dejar de reír divertidas, antes de volver a estar una frente a la otra, cuando continuando con el baile, Laura tomo sus enormes melones por debajo elevándolos como ofreciéndoselos a Candela, sin dejar de contonear todo el cuerpo.
David tragaba saliva, con los labios muy juntos trataba de no lanzar miradas de más de dos segundos a la escena. Las mujeres bailaban como si el no estuviera allí, y aunque había visto muchas veces bailar a Laura, siempre en el grupo de amigos y mucho más comedida que aquella forma. La polla de David estaba tiesa como un mástil. Mantener la compostura le costaba un trabajo titánico, y gracias a la barra las mujeres no podían ver como le temblaba el pulso, de forma que cortaba los ingredientes de la ensalada muy despacio por temor a cortarse debido a la continencia de la excitación.
- La comida esta lista!
Dijo David al tiempo que apagaba la música y encendía la televisión, suspirando con un respiro de alivio. Mientras las chicas riendo y divertidas se dirigían a la cocina a ayudar a David con los platos.
- Uyy, perdón!
Le dijo Laura a David con su esplendida sonrisa y una voz muy sexy, cuando al salir por el arco de la cocina al salón ambos con cosas para la mesa, Laura rozo accidentalmente con una de sus tetazas el antebrazo de David. David no respondió trago mucha saliva en silencio, tratando de mantener la calma, por un segundo creyó que hasta podría perder el equilibrio.
- Cari, te encuentras bien? Se te ve muy blanco!
Le interrogo Candela, David respiro de nuevo, todo podía irse al carajo si Candela se daba cuenta de lo que la presencia de Laura lo alteraba.
- Estoy algo cansado, el calor tan grande de la casa y eso, ir poniendo la mesa y yo me refrescare en el baño.
David se encerró en el baño mientras continuaba oyendo reír a las chicas en el salón, se lavo la cara, se apoyo en una pared del baño y se hizo un pajote rápido y aliviador, le dolían hasta los huevos cuando empezó.
La paja lo relajo bastante y durante la comida centro todo su esfuerzo en no mirar a Laura. Tenía que mantener la imagen de indiferencia ante aquel pibonazo.
Eran algo más de las cuatro cuando acabaron de comer. Y Candela propuso que se echaran un poco, así que el matrimonio se dirigió a su habitación y Laura a la suya. Candela cayó enseguida en un sueño profundo. David no podía, cada vez que cerraba los ojos aparecía ante él la figura de exultante de Laura. Trato de hacer respiraciones relajantes debía controlar aquello, mantener su comedia hasta que llegase el momento adecuado.
Eran algo más de las seis cuando, Candela se despertó, se levanto y se dirigió al cuarto de Laura golpeando a la puerta, levemente. David se hacía el dormido. Laura abrió, llevaba un rato despierta pasando el tiempo con su móvil.
- Salimos al patio a tomar el sol? Hay unas esplendidas tumbonas esperándonos.
Le dijo susurrando divertida Candela a Laura.
- Estupenda idea! A que hemos venido sino.
Respondió Laura mostrando su preciosa y perfecta sonrisa.
Empezaba el espectáculo otra vez, pensó David conteniendo la respiración. Candela cerró la puerta de la habitación, y a los pocos minutos pudo oír a las dos chicas en el patio riendo y bromeando. En las otras tres casas no había nadie extrañamente.
David se puso un bermuda y una camiseta de tirantes. David era de mediana estatura y cabello castaño, ni muy gordo, ni muy delgado, de ojos claros y pelo en el pecho. Cogió una revista de economía y sus gafas de sol, y tomando aire profundamente se dirigió al patio, concentrando su mente para no comerse con sus ojos a la mujer que llevaba años deseando locamente.
- Buenas tardes señoras!
Dijo David conservando la concentración y perdiendo la conversación cuando observo a Laura de espaldas sobre la tumbona.
- Buenas tardes David!
Respondieron las dos a la vez, girando sus cabezas.
David estaba impasible y petrificado, pero no porque estuviese fingiendo sino por lo que veía, Laura tumbada sobre la tumbona, con un bikini negro a lunares blancos, que sin ser un tanga de un hilo, si era tanga y le entraba por la raja del culo dejando a la vista sus dos esplendidas nalgas, firmes y circulares como una esfera, su espalda tersa como el terciopelo y sus muslos preciosos y sedosos brillaban al sol. Llevaba sus gafas de sol y el pelo recogido en un moño en el centro de la cabeza para poder broncear bien su espalda, y se había desatado la parte de arriba del bikini para no dejar marcas en el bronceado.
David tardo un segundo en salir de su ensimismamiento, buscando una tumbona frente a las chicas para sentarse con su revista, pero tal era excitación que le había provocado la figura de Laura, como nunca la había contemplado, que casi se tropieza y se cae, pero había demasiado en juego así que sus reflejos le salvaron de tamaña torpeza.
Se sentó estirando las piernas y abriendo la revista como si ignorase a las dos mujeres, mientras a través de sus gafas de sol radiografiaba en su mente cada milímetro de la piel de Laura, pero que buenísima estaba!
Las chicas también bromeaban y hablaban ignorándole como si el no estuviera allí.
- Yo me depilo el pubis en triangulo!
Le decía Candela a Laura.
- Yo depilado brasileño con una ligera franja de la vagina hacia arriba. Es un poco más trabajoso y doloroso, pero a los hombres les gusta mucho.
Respondía a su vez Laura.
- Además solo gasto tangas o braguitas brasileñas, así que también es el depilado donde se luce mejor esa ropa interior, no crees?
Preguntaba Laura a Candela.
- Tienes razón nena, pero también lo has dicho el depilado brasileño es un coñazo y doloroso. Y el piercing del ombligo a santo de que?
Pregunto Candela
- Me gusta es muy sexy, no crees, a los hombres también les ha entusiasmado siempre.
Respondió Laura sonriendo.
- Si tu lo dices, te creo, pero que no cuenten conmigo para agujerearme el ombligo, jajajaja.
Dijo Candela risueña.
David cerraba los ojos tras sus gafas de sol y se imaginaba ese depilado brasileño en ese precioso coñito de Laura, huuuum! Y ese piercing sobre su lengua mientras le lamia el ombligo a aquella diosa prodigiosa.
- Cariño ya llevamos un ratito aquí, y empiezo a notar la espalda muy acalorada, podrías ponerme algo de aceite bronceador?
Pregunto Candela a David sacándolo de su ensoñación.
- Si, si claro!
Respondió David imperturbable. Candela había situado el aceite bronceador delante de ellas, así que lo cogió y se lo dio a David que se coloco de rodillas entre ellas. Haciendo fuerza para mantener el rictus impasible de la cara y fijando la mirada en el cuerpo de su esposa, aunque el aroma del cuerpo de hembraza de Laura que estaba a centímetros de él, lo embriagaba.
David extendía el aceite bronceador por la espalda de Candela, masajeándola como sabía que a ella le gustaba, haciendo el ejercicio de fijar su mirada en el horizonte, para no lanzar ni una sola mirada sospechosa al escultural cuerpo de Laura.
- Huuuuuummm, eres fantástico cari, por favor masajéame los muslos y las piernas también por favor!
Le pidió Candela a David, el cual procedió a extender el aceite por la parte inferior de su cuerpo, masajeándolos a su vez.
- Cuando David haya acabado contigo podrías ponerme tú a mi aceite bronceador, por favor Candela?
Le pidió inocentemente Laura con su voz sexy y femenina a Candela.
- Huuuuuummm, nena esto me deja tan relajada y tan bien, que no tengo ningunas ganas de moverme en un rato largo. Pero seguro que a David no le importa ponerte el aceite bronceador y masajearte.
Un rayo se cruzo en la mente de David. Que estaba pasando, que estaba pasando? Seria aquello una trampa? Debía permanecer frio como el acero y aunque se moría de ganas para abalanzarse sobre aquel cuerpo y masajearlo brutalmente, él no podía dar el primer paso.
- David, huuum! Por favor, te importaría?
Pregunto Laura como disculpándose con aquella voz tan sexy e inocente. David no movió ni un músculo de la cara.
- Si claro, no hay problema.
Respondió girándose hacia el cuerpo divino de Laura, y dejando caer un chorro de aceite bronceador a la altura de los homoplatos de aquel cuerpo de diosa zorra del porno.
David empezó a extender y masajear el aceite bronceador, sintiendo profundamente el tacto de aquella piel, suave, brillante preciosa, como cálida porcelana. Su corazón bombeaba sangre a su polla de forma brutal.
- Huuuum! Si que lo hace bien David, muy bien, Candela!
Gemía satisfecha Laura. Tal gemido era fuego en el polvorín de excitación de David. Sin dejar de disfrutar de aquel cuerpo, David concentro su mente en otra cosa, la última película que había visto, el último partido de fútbol, como se hace cuando a tu mujer le cuesta correrse y tú quieres aguantar lo más posible para que ella alcance el orgasmo.
- Huuuuuummmm, que bueno, es magnifico, por favor los muslos y los gemelos también.
Seguía gimiendo, disfrutando y pidiendo Laura, ronroneando femeninamente como una gatita. David trago saliva varias veces en silencio, manteniendo los labios juntos, extendió un chorro de aceite bronceador en cada una de las piernas de Laura y dirigió sus manos extasiadas a sus piernas. Que muslos de granito y seda, que piernas largas y suaves, al final del tobillo izquierdo llevaba una pulsera y en ambos pies anillos de plata, que zorra más sexy, como le costaba a David controlar sus dedos que llegaban hasta el final de los muslos y deseaban asaltar aquel turgente y perfecto culo, aquellas nalgas divinas, la polla de David era nuevamente un enorme mástil erecto. Una sensación de mareo lo embargo, si no se contenía ahora podían peligrar todos sus planes.
- Bien ya esta espero que las señoras estén bien servidas, voy un momento a dentro he de hacer una llamada.
Dijo David, levantándose y tambaleándose mientras se dirigía al interior.
- Gracias cariño, eres un amor.
Respondió Candela!
- Si gracias David, ha sido estupendo.
Respondió Laura con un gemidito sexy en la voz.
No podía ducharse se le notaria y a lo mejor Candela le preguntaba y no podía pajearse otra vez, a lo mejor eso afectaba a sus planes nocturnos, así que David entro en el baño se tranquilizo un poco, respiro hondo durante un par de minutos se bajo los bermudas y metió el pollón erecto y los huevos en la pila del baño poniéndolos bajo el agua fría, durante más de cinco minutos. Aun tardo otros diez minutos en volver a patio.
David volvió a sentarse en su tumbona y a leer su revista, observando el cuerpo de Laura a través de sus gafas de sol.
- Huuum! Voy a darme la vuelta para que ahora se me broncee el cuerpo y las tetas por delante.
Dijo Candela deshaciéndose de la parte de arriba del bikini y dándose la vuelta.
- A mi también me gustaría!
Dijo Laura dulcemente mirándola de soslayo.
- Pues hazlo! Yo aquí me pongo siempre en topless.
Respondió Candela.
Laura lanzo una mirada a David y volvió a mirar a Candela que comprendió enseguida.
- Va! Por David no te preocupes, el no tiene problemas con que las mujeres hagan toppless, está muy acostumbrado y no hay problemas, verdad cariño?
Pregunto Candela a David.
La mente de David volvía a pensar a velocidad de rayo. Era aquello otra trampa?
- Hacer lo que os parezca bien, yo estoy enfrascado en mi revista.
Respondió con su cara de palo, al tiempo que cruzaba sus piernas, para evitar una erección incomoda y delatora.
- Jajajajaja, fantástico!
Dijo Laura riendo, con aquella voz sexy y dándose la vuelta en la hamaca, con la parte de arriba del bikini negro con grandes lunares blancos colgando, se lo saco rápidamente por el cuello y lo dejo en el suelo junto a la tumbona.
Menos mal que llevaba las gafas de sol! Los ojos se le iban a salir de la cara, no había adjetivos para definir lo que tenía ante el, aquellos enormes y turgentes pechotes, en forma de gota de lluvia que se desbordaba del cuerpo de Laura, erectos y firmes. Y que areolas, que areolas! Para aullar a la luna, los más grandes que había visto nunca David, grandes y proporcionados, magníficos, rodeados de preciosas venas y acabados en aquellos apetitosos y gloriosos pezones, perfectos.
Las dos mujeres seguían actuando como si el no estuviera, bromeando mientras se pasaban el aceite bronceador y lo extendían por su la parte frontal de su cuerpo. Y David no paraba de tragar saliva cerrando sus piernas sobre su patente erección y fijando sus ojos por primera vez en el mayor objeto de deseo de aquel cuerpo. Allí ante él estirada y con la piel reluciente por el aceite, estaba la mujer más sexy y grandiosa que conocía, a menos de dos metros de él y él no solo debía reprimir los impulsos para saltar sobre ella, sino trasmitir indiferencia.
Aunque lo intentaba, no podía, era muy superior a sus fuerzas. Así que luchando contra su deseo fijo su mirada en la revista, aunque no tardaba ni cinco segundos en volver a mirar aquellos globos magníficos. El sol no tardo en perder fuerza y con él, la tortura deliciosa de David.
- Que os parece si voy al pueblo y compro algo de comida china para cenar?
Pregunto David.
- Bien cariño, así mientras Laura y yo nos duchamos y ojeamos algo que podamos ver esta noche.
Respondió Candela.
David necesitaba salir, alejarse de allí antes de que las chicas se levantasen o no podría ocultar su erección.
En la ciudad aprovecho para darse un largo paseo y concienciarse que debía esperar, si su plan tenía éxito, Laura seria suya.
Apareció sobre las nueve con historias de atascos por el puente y mucha gente en el chino. Ambas mujeres iban por la casa en sandalias con la parte de abajo del bikini y una camiseta de tirantes, donde las tetazas de Laura se balanceaban desafiando a la gravedad.
Cenaron en el salón viendo las noticias. David quería controlar su libido pero una cosa era estar con los babosos de Manuel y Juan y todo el grupo, y así poder confundirse con el paisaje y otra muy diferente era estar a centímetros de aquella diosa en bikini y con las tetas a la vista por cualquier lado y lograr disimular desinterés.
Después de cenar se sentaron a ver una peli, un rollo de pasteleo que habían escogido las mujeres, David se sentó junto a su mujer y al otro lado se puso Laura. A las once acabo la película, Laura la acabo bostezando, y cuando apagaron la tele todos decidieron ir a la cama. Ahí empezaba el segundo acto.
Candela iba bostezando y farfullando algo irrelevante cuando tras cerrar la puerta, David le tapo la boca y la agarro con fuerza atrayéndola hacía él violentamente. Candela dio un respingo de sorpresa antes de que su marido le arrancase el tanga del bikini, y bajándose a continuación el bermudas, la empalase con su enorme y excitadísima erección, ella lanzo un grito contra la mano de David, mientras este subiéndola a la cama la penetraban desde atrás brutalmente, bombeando frenéticamente, atrás y adelante, adelante y atrás. En un momento dado se aferro con sus manos a las caderas de Candela y aumento el bombeo más fuertemente.
- Más despacio cariño, ah, ah, más despacio, que me vas a hacer relinchar de placer y ahí enfrente esta Laura, la pobre, ah, ah, ah, ah!
Dijo Candela entre gemidos apagados intentando reprimir sus expresiones de placer.
Eso incentivo aún más a David que aun empujo más rápida y fuertemente tomando a Candela por los hombros.
- No puedo, no puedo, no puedoooooo máaaaaas! Ahhhhhhh, aaaahhhh, ooooooohhhh, sigue cariño sigue, sigueeeeeee!
Empezó a gritar como una loca Candela, llenado la casa con sus gritos de placer durante largos minutos, gritos que hacían retumbar las paredes.
- Me corrooooo, me corroooo, aaaaaaaaahhhhh me corrrroooooooo!
Acabo Candela vociferando mientras David la inundaba con su leche, y saliendo de ella se tumbaba a su lado.
- Joder Cari, ha sido magnifico, magnifico!
Dijo Candela arrastrándose hasta la cómoda cercana a buscar toallitas húmedas con las que limpiarse la ingente corrida de David.
Mientras David cerraba los ojos y dejaba volcar en su memoria los recuerdos de aquella tarde, el cuerpo y el tacto espectacular del cuerpo de Laura, de forma que, como si tuviera veinte años recupero completamente su erección. Se incorporo y sin dejar a Candela darse cuenta la volvió a coger del pelo girándola y lanzándole un morreo apasionado al que ella respondió instintivamente, al tiempo que David la cogía en volandas y la empotraba contra la pared contigua al cuarto de Laura y la volvía a ensartar.
- Aaaaaahhhh Cariño que te pasaaaahh, aaaahhhh como estaaaaaasss
David empezó a bombear violentamente, arremetiendo contra la pared apropósito.
- Aaaaahhhh, follaaaaameeee, follaaaaaaameeee, aaaaaaaaahhhhh, folllaaaaameeee, aaaaaaahhh.
Gritaba desencajada abrazándose a David, aullando y aullando sin cesar durante minutos.
- Me corro, me corro, me corro, me corroooooooooohhhh, ooooohhh!
Estallo de nuevo en un orgasmo Candela.
Candela estaba completamente entregada, enroscada por las piernas al cuerpo David, el cual la deposito en la cama saliendo de ella, esta segunda vez, el no se había corrido, pero el coñito de Candela no paraba de verter fluidos.
- Huuummm déjame jugar con tu clítoris!
Le susurro lascivamente David mientras dirigía su mano derecha a jugar con sus labios y su clítoris, sin dejar de besarla y recibir sus caricias en el pecho. Como siempre David cerraba los ojos y pensaba que era el cuerpo de Laura el que estaba poseyendo, Laura, Laura, esa magnifica hembra.
- Ooohhh, oooohhh, que te pasa hoy, ooohhh, me encanta, me encanta, sigue….aahhhh, pobre Lauraaaahhh.
La sola mención de Laura hizo que David se excitase más y aumentase el masaje en el clítoris a un ritmo trepidante.
- Ohhhhh, ooooohhhh, oooohhhhh!
Empezó a gritar Candela tensando todo el cuerpo, al tiempo que David introducía los dedos corazón y anular en la raja de Candela y empezaba a frotar fuertemente, mientras Candela aumentaba aún más sus chillidos abriendo mucho los ojos como si se le fueran a salir de la cara. Llevaba así algunos minutos cuando David tomándola por las caderas, se situó detrás de ella tumbándose sobre la cama y con ella sobre él con las piernas abierta la empalo de nuevo, bombeándole fuertemente el punto G con su nervuda estaca.
- Aaaahhhh, aahhhh, no puedo maaaaas, no puedo maaaas, esto es demasiadooooo buenooo, oooohhhhm me corrooooooooo!
Candela estallo en una inmensa corrida como un surtidor, manchando la cama y el suelo.
- Oooooohhh!
Acabo David, corriéndose de nuevo.
Candela aún estaba recuperándose jadeando levemente de placer y revolviéndose en la cama, cuando David salió de la habitación se dirigió al baño con la escusa de coger papel para limpiar el suelo y pego la oreja a puerta de la habitación donde dormía Laura.
- Oooooh, oooohhh, oooohhh, si, si, si…
Unos leves gemidos se oían a través de la puerta, la tan cansada Laura, no había podido evitar excitarse ante los lascivos y lujuriosos sonidos de su amiga que retumbaban por toda la casa y se masturbaba soñando con un hombre que la montase como a una perra en celo.
A la mañana siguiente David se quedo en la cama haciéndose el dormido, dejando salir primero a Candela con una extraordinaria sonrisa de satisfacción, cuando esta había juntado la puerta, se acerco sigilosamente a la junta para observar que sucedía cuando se encontraran las dos mujeres.
Laura ocupaba el baño y salió al poco esplendida, en bikini con una ancha camiseta de tirantes blanca, con su magnifica y perfecta sonrisa de marfil, se dirigió picarona a Candela.
- Vaya marcha ayer por la noche, no?
Pregunto a Candela.
- Perdona nena, de verdad perdona, no quería ponerte los dientes largos, e intente contenerme para que no nos oyeras, pero David estaba fogoso como un león en celo y me follo magníficamente, de verdad lo siento!
Respondió Candela un poco compungida.
- No, mujer no te disculpes, soy yo quien me he metido en vuestro fin de semana a solas. Aunque vamos debiste quedarte en la gloria, jajajaja, no?
Pregunto risueña y alegre.
- David tiene un pollón nervudo y potente de buen tamaño y ayer estaba duro como una barra de acero, y me lo hizo tres veces seguidas, tres! No veas que pasada nena, que placer más increíble nena!
Respondió Candela sonriendo y alardeando con complicidad.
- Vaya suerte que tienen algunas, hay que ver, jajaja. Te espero en el salón.
Dijo riendo risueña Laura con aquella voz tan femenina, acomodándose su sedosa melena hacia atrás con sus delicadas y preciosas manos y dejando el baño libre a Candela. Aún no estaba en el salón al final del pasillo cuando se giro y lanzo una mirada extraña entornando levemente los ojos y mirando hacia la puerta por cuya junta observaba David, al tiempo que se llevaba la yema del índice de su mano derecha a la boca y se lo mordisqueaba leve y de forma muy sexy, mientras con la mano izquierda se frotaba la entrepierna por encima de su bikini. El pez a mordido el anzuelo pensó David esbozando una expresión de éxito.
Durante el desayuno David seguía con su pantomima de indiferencia ante Laura, pero era ella quien le miraba de otra manera. Seguían las bromas y las chanzas con Candela, pero de vez en cuando David la descubría mirándole de forma interesada, casi admirativa, allí junto a ella tenía un macho que había demostrado probadamente su valía la pasada noche. Y ella estaba ansiosa por disfrutar del sexo. Ahora David necesitaba una oportunidad adecuada y el círculo de su plan se cerraría.
Aquella mañana se dirigieron a la playa. Las dos mujeres por delante, riendo y haciendo bromas, Laura llevaba un pareo rosado como la parte de debajo de su bikini-tanga, y arriba una camiseta de tirantes blanca de punto, con un escote en forma de pico bordeado con unas tiras decorativas con dibujos como arabescos, la raya de las cejas, rímel, y un leve sombreado oscuro en los parpados, un pintalabios rojo pasión. Pulseritas en ambas manos y en el tobillo derecho, aunque se había quitado los anillos de los pies, si que tenia alguno de plata en las manos y una cadenita de oro preciosa alrededor del cuello, todo ello decorando aquel cuerpo hecho para los peores pecados de la carne.
Atravesaron un bosquezuelo de pinos bajos, dunas y matojos antes de aparecer en la playa en una cala abierta, donde el bosquezuelo y las dunas entraban y salían creando recodos en la playa.
Las mujeres habían decidido ya en el desayuno hacer topless y ni siquiera habían llevado en su bolsa playera la parte de arriba del bikini, al llegar extendieron sus toallas en la arena y se preparaban a sacarse la parte de arriba de su ropa, cuando David mirando fijamente al horizonte del mar, se bajo el bermuda dejando a la vista un bañador de slip ajustado, donde podría verse su bien dotada tranca marcando paquetazo. Candela apenas se fijo, pero David pillo por el rabillo del ojo a Laura que lo observaba con la boca abierta en expresión de asombro. El momento de recoger el anzuelo estaba cerca pensó David, solo necesitaba una ocasión de estar a solas con Laura.
Laura se saco su camiseta de tirantes de punto sin apartar la vista del bulto de David, dejando sus enormes y magníficos melones en forma de gotaza de lluvia y de copa G de wonderbra ante el resplandor del sol y el relucir del azul mar. David conservaba sus gafas de sol y la observaba a través de ellas manteniendo su rictus impertérrito, mientras notaba como su culebra empezaba a palpitar amenazando con delatarle.
Laura embadurno de aceite bronceador a Candela, mientras David devolvía la vista al mar.
- Me parece que voy a darme el primer baño de la mañana.
Dijo en voz alta David lanzando una mirada de soslayo a las mujeres que estaban sobre las doradas arenas.
- Yo también me voy a dar un baño, antes de empezar a tomar el sol, para estar fresquita antes que achicharrada, jajajaja.
Dijo riendo Laura con su femenina y sexy voz. La ocasión era única pensó David
- Bueno aquí os espero!
Respondió Candela estirándose sobre su toalla.
- Espera David que voy contigo.
Le pidió Laura a David, el cual se deshizo de sus gafas de sol, giro la cabeza y le lanzo una sonrisa enigmática y contenida al tiempo que afirmaba con la cabeza.
Allí, adentrándose en el agua junto aquella mujer escultural, aquella sirena de enormes y duras mamazas, un escalofrió recorría la columna de David y su polla no paraba de palpitar creciendo, por lo que entro rápidamente en el agua, para que Laura no pudiera darse cuenta. Se adentraron saltando ante la llegada de las olas, aquella diosa del porno, saltando con su melena al viento y sus tetazas agitándose arriba y abajo ante sus saltitos, arrojando risas divertidas y de impresión ante la temperatura del agua.
Encontraron una posición cómoda donde el agua les llegaba por los hombros a unos cuarenta metros de la orilla. Y se quedaron quietos uno frente al otro, era ahora o nunca pensó David.
- Te lo estas pasando bien, Laura?
Empezó preguntando David para guiar la conversación.
- Si, muchas gracias, es estupendo estar aquí con vosotros.
Contesto Laura sin dejar de sonreír con sus dientes de nácar.
- Espero que anoche no te molestásemos mucho, ya sabes… ya sabes cuando nos fuimos a dormir.
Dijo David sonriendo picaronamente.
- Jajajaa, bueno algo os oí! Parece que estas en plena forma, no, jajajaja?
Respondió entre risas estruendosas y sexys Laura.
- Si estoy muy en forma, no como Pedro. Candela me conto que nunca ha dado la talla suficientemente y ahora ni la talla ni la hora.
Le espeto David de forma muy poco delicada.
- Como? Pero si Candela me dijo que no te había dicho nada, la cabrona!
Respondió boquiabierta Laura.
- Jajajaja, Candela me lo cuenta todo, todo, todo. Tiene completa confianza en su maridito. Por eso sé que estas a dos velas desde ni se sabe, y que incluso estas pensando en buscarte un amante, porque no puedes divorciarte de Pedro, porque te quedas en la calle.
Dijo David acercándose a Laura hasta que sus cuerpos se rozaron, al tiempo que tomaba su mano derecha de forma sorpresiva y la ponía sobre su paquete que no dejaba de palpitar.
- También sé que te encanta dirigir en el sexo, y tengo algo que proponerte. Déjame ser tu amante, tu diriges y tu pones las condiciones a todo, solo será sexo, puro y duro, controlando las situaciones para que no se entere Pedro y a cambio podrás tener mi polla y mi vitalidad, como y siempre que quieras. Yo solo quiero disfrutar de tu cuerpazo de diosa de playboy.
Dijo David poniendo las cartas boca arriba. Laura estaba casi en estado de shock con los ojos abiertos como platos, haciendo tímidos intentos de apartar su mano del paquete de David, permaneciendo sin embargo abierta facilitando la fricción del rabo de David.
- Esto, esto, esto, …esto es increíble, esto me lo podía esperar de Manuel o de Juan, pero de ti, de ti! Si para ti parecía que fuera un jarrón o una estatua, ni una mirada te he visto echarme nunca, cacho cabrón! Y Candela es una de mis mejores amigas nunca le haría esto, como crees que se lo tomara cuando se lo cuente?
Cuestiono Laura con tono indignado.
- Candela es una pobre infeliz. Además tu los has dicho, nunca te he lanzado ni una sola mirada, yo lo niego todo y lo achaco a tu despecho por oírnos anoche y ella estará convencidísima y fin de vuestra amistad….. venga no te gustaría sentir esto dentro tuyo, empujando fuerte en tu interior hasta que te corras, como hace años que no haces, venga, dime que no!
Respondió David pegándose al cuerpo de Laura y frotándole con más fuerza la mano contra su miembro a punto de explotar en su bañador. Laura resoplo y lanzo una mirada de duda, antes de soltarse la mano con violencia, y lanzarle una mirada de desprecio, antes de dirigirse a la playa dejando atrás a David.
- Eres un cabrón que lo tenía todo planeado, cabrón!
Dijo enrabietada e indignada Laura mientras salía del agua dejando atrás a David, que la contemplaba con una sonrisa lasciva.
David salió poco después y se dirigió a la toalla donde estaban las dos mujeres. Laura con todo su esplendor tumbada sobre su espalda y apoyada sobre sus hombros dejando que el agua marina se secara sobre su piel tenuemente bronceada, sus pezones estaban duros y erectos como el granizo, por el efecto del mar, pero había conservado su preciosa melena seca, allí tumbada y serena con sus muslos perfectos clavo su mirada en David que le devolvió la mirada, ya no había desprecio en los ojos de Laura y si reflexión. David tuvo la tentación de acomodarse el paquete, pero se lo ahorro y volvió a adoptar su típica pose de indiferencia frente a Laura, al tiempo que se sentaba en su toalla y se ponía sus gafas de sol como ausente. Laura no dejaba de mirarle como examinándole, haciendo caso omiso de los chascarrillos y chanzas de Candela, entornando sus ojos y lanzándole miradas que lentamente se tornaban de deseo. David sin mover la postura de su mirada hacía el horizonte pudo advertirlo a través de las gafas de sol, sintiendo las miradas de deseo de Laura. Que apenas noto que su piel estaba seca, se puso la camiseta de tirantes blanca de punto y se levanto de la toalla.
- Chicos cojo las llaves y voy un momento a la casa, pensaba que me había traído el móvil para oír algo de música mientras tomaba el sol, pero debo habérmelo olvidado en la casa.
Dijo Laura dirigiéndose a ambos.
- Esta bien nena, yo seguiré aquí disfrutando del sol.
Respondió confiadamente Candela, mientras Laura sostenía la mirada de David y con un gesto de la cabeza le indicaba repetidamente que le siguiese a las dunas y el bosquezuelo, el afirmo levemente con la cabeza indicando disimuladamente con la mano izquierda que le diese algo de tiempo.
- Cariño voy a dar un paseo hasta la otra punta de la playa a ver si han abierto ya el chiringuito de todos los años.
Dijo David cuando apenas hacía tres minutos que se había ido Laura.
- Bien, bien cariño como te parezca.
Respondió Candela.
David se apresuro sobre la arena de la playa y dio la vuelta al primer recodo que encontró, para enfilar por las dunas rápidamente hasta la perpendicular que daba a su cabaña, allí junto a un pino esperaba Laura.
David se acerco, Laura lo miraba muy seriamente, con la mirada entornada la brisa acariciaba su pelo, y ella desprendía el aroma del deseo.
- Vale David, acepto, tu propuesta, pero con condiciones!
Dijo Laura.
- Si aceptas, aceptas!
Contesto David con incredulidad abriendo mucho los ojos!
- Ya te he dicho que si cabrón calculador, pero con condiciones.
Repitió Laura.
- Que condiciones?
Pregunto David.
- Si me deseas, si deseas este cuerpo, estas grandes tetas que os enloquecen a todos, mis largas piernas, mis perfectos y torneados muslos, mi culo firme y redondo como una esfera, yo debo tener el control. Yo seré quien diga como, cuando y donde, y con quien, no quiero celos de ningún tipo, si solo quiero que participes en mis fantasías como observador. Esto será solo sexo, todo el sexo del mundo, voy a cumplir todas y cada una de mis fantasías, todas! Estas de acuerdo?
Le expuso muy seriamente Laura mirando fijamente a David.
David sentía como su pulso se aceleraba e incluso balbuceaba al hablar, el deseo desbordante de todo el tiempo que hacia que conocía a Laura le poseía y dominaba.
- Si, si…. tú tienes todo el control…yo solo soy tu instrumento de placer.
Dijo David abalanzándose sobre Laura que lo contuvo cogiéndole por las muñecas.
- Que cabrón eres, te morías de ganas por mi todo este tiempo y te has pasado todo el tiempo mostrándome indiferencia, jajajajaja, eso me encanta, eso me ha decidido a tomarte como amante, cabrón frio y calculador, pero recuerda yo tengo el control, jajajaja!
Respondió con aquella voz tan sexy riendo risueña Laura.
- De momento las manos quietas, y dame tu lengua, cabrón calculador.
Dijo Laura al tiempo que deslizaba sus finos, preciosos y femeninos dedos dentro del bañador de David y empezaba a pajearle profusamente. David se lanzo a la boca de Laura como un sediento que atraviesa el desierto. Enlazando sus lenguas en un fantástico beso francés, mientras Laura apoyada por la otra mano le bajaba el bañador a David, y pajeaba su verga de abajo a arriba de arriba abajo, con su mano suave y maravillosa.
- Vamos masajea mis tetas por encima de la camiseta de algodón, venga cabrón! Como me pone tu frialdad y control!
Ordeno Laura a David.
Sin dejar de alargar su beso francés, David poso sus manos sobre aquellos enormes melones, intentando abarcarlos y apretándolos intensamente con las yemas de sus dedos, mientras Laura seguía pajeandolo rítmicamente.
- Que grande y fuerte la tienes cabrón, como me pusiste anoche, empujando contra la pared, seguro que lo planeaste también, verdad, cabrón, verdad, como me pones, como me poneees!
Susurraba sexy y lascivamente Laura a David con su dulce y suave voz.
- Cometelas, cometelas, uuuuh! comete mis tetas. Aaaahhh demuéstrame lo loco que te vuelven y que tan bien me has ocultado todo este tiempo. Aaaaahhh Comételas hasta que me provoques un orgasmo de pezón, vamos, vamos, cariño. Oooohh!
Le exigió dulcemente Laura entre gemidos a David. El cual arrastro su lengua desde la boca de Laura mordisqueándole el mentón y lamiéndole el cuello, al tiempo que le levantaba la camiseta blanca de tirantes y sosteniendo con sus manos las mamazas de Laura se las llevaba a la boca, mientras ella no dejaba de pajearle lentamente.
- Aaahhh, oooooohhhh, aaaaahhhh así , asi, asiiiiii, siiiiii!
Gemía Laura con su voz dulce, cerrando los ojos y mordiéndose el labio inferior retorciéndose de placer, mientras David lanzaba chupetones a la superficie de las tetazas de Laura y recorría con la punta de la lengua la circunferencia de las areolas de aquellos melonazos divinos, siguiendo la línea de sus venas hasta sus pezones, los cuales succionaba con fuerza, mordisqueaba y batía con su lengua en un ritmo frenético, alternativamente.
- Aaaaaahhhh, aahhhhhhh, oooooooh, esto es el paraíso, sigue así cariño, sigue así, muyyy bieennn!
Aullaba de placer Laura, sin dejar de masturbar la tranca de David.
- Aaaahhhh, aaaahhh, aaahhhh, magnificooooohhh, me corroo, que orgasmo de pezón!
Dijo Laura contorsionándose contra el tronco del pino.
Laura tomo por la cara a David con sus dos manos y la llevo hasta sus labios fundiéndose en un morreo tras otro, mientras David no dejaba de sobar y apretar sus tetazas por el mismo babeadas.
- Ahora es tu turno estratega mío, jajajaa.
Dijo Laura riendo de esa manera tan sexy.
Se arrodillo sobre la arena de las dunas, se acomodó femeninamente con sus finos dedos el cabello detrás de la orejas y cogiendo el tronco de la verga de David, empezó a lamerle con toda la extensión de su lengua el glande muy lentamente, sin dejar de lanzarle miradas lascivas a los ojos fijamente mientras cambiaba de lado de la polla a la hora de lamerle.
- Ooooohhh, ooooohhh, es el paraíso!
Jadeaba David echando la cabeza para atrás mientras se apoyaba en el tronco del pino con las piernas abiertas y la mujer de sus sueños entre ellas mamandosela.
- Sluuurpp, te gusta cariño, aahhh te gusta cómo te la estoy mamando, sluuurppp, te gusta cómo te la lamo, sluuurpp, ahhh!
Le decía Laura de forma lenta y sexy mientras se la chupaba, al tiempo que gemía de forma impostada.
Lanzo un lengüetazo desde el tronco a la cabeza y se trago de un golpe la verga de David.
- Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!!!
Aulló de placer David. Cuando Laura se trago entera su polla y empezó a bombear sobre la polla adelante y atrás, atrás y adelante. Laura tomo las manos de David y las coloco sobre su cabeza al tiempo que se ella apoyaba las suyas en sus muslos. David que gemía y jadeaba de placer tirando la cabeza para atrás, instintivamente empezó a bombear más profundamente en la boca de Laura adelante y atrás , atrás y adelante a un ritmo altísimo, pero Laura no protesto, ni tuvo arcadas.
- Aaaaaahhhh, aahhhhh, me corrrooooo, me corroooo.
Grito David metiendo al máximo su polla en la boca de Laura y descargando en su garganta toda su cálida leche, cuando sintió salir hasta la última gota, retiro su tranca lentamente de la boca de Laura que seguía ajustando la polla de David con sus turgentes labios.
- Chuuuuaappps!
Sonó como si descorchasen una botella, cuando agarrando la verga por el tronco, Laura se la extrajo de la boca. Sacudiendo la polla para que extrajese hasta la última gota de semen y bebiéndosela.
- Oooohhh, que maravillosa zorra!
Dijo David con admiración.
- No lo sabes tu bien, pero te lo voy a enseñar. Por fin una polla como dios manda deslizándose por mi garganta, quiero hasta la última gota, uuuuuhhhh!
Respondió Laura con aquella voz tremendamente sexy y femenina, chupándose los preciosos y delicados dedos y dándole los últimos lengüetazos al glande de David.
- Ahora es mi turno, estimula mi raja con tus dedos mientras te recuperas
Dijo Laura a David obligándole a sentarse tras ella. Mientras volvían a enroscarse en una consecución de morreos y besos franceses, y David deshacía lentamente los lazos del bikini tanga rosa de lycra de Laura, sacándoselo para acceder a su raja con aquel maravilloso depilado brasileño.
David deslizo los dedos anular y corazón de su mano derecha y empezó a frotar la empapada raja de Laura adentro y afuera, afuera y adentro, utilizando la mano izquierda para grabar sobre sus tetazas sus huellas dactilares. Tardo muy poco en volver a estar erecto como un mástil.
- Ya estas listo cariño ponte de rodillas, yo me pondré a cuatro patas frente a ti y me la clavas, machote, que eres un machote!
Le pidió Laura, divertida. David procedió, se puso de rodillas frente a ella que estaba allí a cuatro patas y apoyándose en sus fantásticas caderas la ensarto en su dilatado coño.
- Oooooohhh, si cariño, siiiii, oooohhh, pero no me toques, no te muevas, quédate tieso deja que yo bombee! Aaaahhh, oooohhh.
Exigió nuevamente Laura entre gemidos y jadeos de su voz suave y dulce.
Así David allí tieso con su rabo como un tronco, empezó a ver como Laura bombeaba sobre sus pubis adelante y atrás, atrás y adelante, haciendo desaparecer su verga ante su vista.
- Oooooohhh eres una puta maravillosa, maravillosa….oooooohhh!
Estallaba de gozo David, cerrando los ojos y tirando la cabeza para atrás.
- Aaahhhhhh tu polla es un sueño, un sueño, hace años que no me follaba una polla así, una polla así…..aaahhhh!
Así estuvieron durante muchos minutos sin pausa alguna, en una tormenta de gemidos y jadeos de ambos, que llenaban medio bosquezuelo, gemidos y jadeos que el ruido del mar impedían oír a Candela.
- Túmbate David, tumbate ahhh!
Ordeno Laura a David.
David se tumbo y Laura dándole la espalda se subió sobre su polla y se la trago toda, empezando a bombear de arriba abajo y de abajo a arriba, apoyada en sus tacones de esparto.
- Aaahhhh, aahhhhh, estoy en la gloria, esto es una polla, una pollaaaaaa, Pedro hijo de putaaaa! Aaaaahhhh, fóllame, fóllame, follameeee, David!
Gritaba extasiada Laura, aumentando el ritmo de bombeo que David ayudaba agarrando con fuerza el culo de Laura y ayudándola a subir y bajar.
- Me corro, me coooorroooo, Lauraaaahhh, me corrooo.
Gritaba David al borde del climax.
- Yo tambieeeen, yo tambieeeennn cariñooooo, correteeee, correttteee dentro, preñameeeee!!!! Aaaaaaaahhhhhh
Estalló en un orgasmo maravilloso Laura abriendo mucho los ojos al tiempo que sentía el cálido chorro de la leche de David inundando su útero.
Laura bajo de David y ambos se fundieron en un nuevo morreo mientras recuperaban el aliento.
- Voy con la tonta de Candela, apenas llegue me voy al agua, tu llega más tarde, y no te preocupes del gilipollas de Pedro! Que nosotros vamos a pasárnoslo muuuuyyy bien! Jajaja
Dijo Laura picaronamente y llena de vicio, atándose el tanga bikini rosa y acomodándose la camiseta de punto blanca de tirantes, para volver a la playa.
- Y el móvil?
Pregunto David.
- He tardado tanto en volver porque no lo encontraba y lo he buscado por todas partes y como soy tan tonta lo había guardado en la bolsa de la playa y no lo he encontrado a la primera…. sluuup!
Respondió Laura antes de lanzarle un lengüetazo de despedida al traidor al pollón semiflácido de David y marcharse guiñándole un ojo con una sonrisa de oreja a oreja. Aquel iba a ser un fin de semana magnifico, pensó David.