Las experiencias de Sofia (2)

Sofia cumple porfin su fantasia inacabada. Esta vez ayudada por su amiga.

No había pasado ni un par de días cuando yo ya quería más. Después de escupirlo me juré que el próximo me lo tragaría todo. Por suerte tuve dos noticias ese mismo día. La buena es que el próximo fin de semana mis padres volverían a irse a esquiar. La mala que se irían con los vecinos y mi amiga Laura pasaría conmigo el fin se semana. Laura a parte de ser mi vecina es mi mejor amiga. Hemos ido al colegio siempre juntas y hemos compartido nuestros mejores secretos. Es mas mi primer encuentro sexual lo tuve con ella. Pese a eso no se ha roto nuestra amistad.

A lo que íbamos. Yo cachonda perdida todo el día pensando en ese pedazo de tranca de Pegaso y no poder disfrutar de ella por Laura. Así que tuve que idear algo. Yo no me podía quedar sin Federico (el mote que le he puesto al pene del caballo).

Llego el viernes por la tarde, y mis padres se fueron. Al poco, llego Laura. Ella siempre ha sido más atractiva que yo; morena, ojos negros, pelo largo ondulado, piel tostada. Vamos, la típica andaluza de Cordoba. Siempre que la veo nos damos un pico. Y así fue. Nos instalamos en casa.

No sabia como hacer para librarme de ella, necesitaba estar un rato a solas con mi Pegaso, y no sabia como hacerlo. Así que adopte otra táctica mas arriesgada. Confesárselo todo.

Con la excusa de mirar el correo electrónico nos dirigimos a mi cuarto. Estuvimos charlando un poco y sin que se enterara ella y como en un acto de descuido abrí unos de mis videos porno, salía una mujer joven haciéndole una mamada a un perro.

Se quedo alucinada, blanca. Intente cerrar el video pero con los nervios apenas podía. Pero al final lo cerré. Hubo un rato de silencio. Realmente pensé que esa táctica seria un fracaso, me arrepentí al instante. Yo tenía la cabeza agachada, todo avergonzada. No sabia que decir. Al final Laura rompió el silencio. "¿Realmente se la estaba chupando a un perro? ¿Eso se puede hacer?"

Apenas levante la cabeza para afirmar a la pregunta. Intenté explicar lo sucedido. Lo mas claramente posible el echo de que estuviese ahí ese video. Inventando alguna excusa barata pero creíble sobre videos que envían amigos, de tonterías, bromas… Pero todo cambio radicalmente cuando ella pregunto si tenía mas de esos videos. Ahí decidí volver a tomar la táctica inicial. Involucrar a Laura. Le dije que si. Y le enseñe. Estuvimos hablando un buen rato sobre zoofilia. Mujeres con perros, caballos, dudas.. Me pregunto que si me excitaba viendo esos videos, y le conteste que mucho, que era un bicho raro que eso no era normal pero que me excitaban un montón. Ella me dijo que era la primera vez que los veía pero que también estaba excitadísima. Entonces me pregunto: "Lo has hecho alguna vez?" Tarde varios segundos en responder y al final le dije que si. Le dije que le contaría el mayor de mis secretos si nunca se lo decía a nadie. Le conté lo ocurrido con Pegaso la semana anterior con pelos y señales, No omití ningún detalle. Laura estaba excitadísima, y yo también. Le dije que mi intención era hacerlo este fin se semana, pero estando ella allí no lo podía hacer. Pero Laura me cortó rápidamente y me dijo que quería verlo en directo.

Antes de bajar a ver a Pegaso le enseñe varios videos de zoofilia equina: Mamadas, corridas, penetraciones vaginales, anales, penetraciones brutales. Para hacernos una idea. Bajamos al establo, estábamos solas en toda la finca, ya era de noche. Yo llevaba conmigo una jarra para llenarla. Y un bote de aceite de oliva. Llegamos a Pegaso, y empecé a acariciarlo. Empecé a desnudarme cuando Laura me puso las manos en la cadera y me dijo que de eso se encargaba ella. Me desnudo poco a poco. Me acariciaba como en otras muchas otras ocasiones. Empezó a besarme. Los besos de Laura han sido siempre los mejores que han probado mis labios. Me arrodille al lado de Federico (El pene de Pegaso) u empecé a acariciar sus testículos. Laura se quedo al lado como lo hacia. Intente convencerla de que lo probara, pero ella solo quería mirar y ayudarme en todo lo posible. No tarde en pasar mi lengua por la punta retraída del pene. No me quitaba ojo de encima. No tardo en empezar a masturbarme, se puso detrás mío, mientras pasaba sus manos por mi vagina y mi ano, no paraba de besarme el cuello mientras miraba como pajeaba al caballo para mostrarle el pedazo de pene.

No tardo en sacar todo su poderío. Laura se quedo asombrada, me confeso que en los videos parecen mas pequeños. Yo no paraba de lamérselo. Estaba completamente loca de éxtasis. Comiéndosela a Pegaso y mi amiga introduciéndome los dedos. Estaba que me salía, estaba a mil. Con ella no tenia que pedirle nada, ya sabia lo que me gustaba, yo me había acostado con ella muchas veces, y sabia que me encantaba las brutalidades.

No tardo en embadurnarse las manos y restregarme todo el aceite por el cuerpo. Se centro en mi entrepierna, donde ya mis experimentados agujeros no tardaron en dilatarse. Tenía 4 dedos ya introducidos en mi vagina y un par de ellos en el ano. Yo no aguantaba más, estaba a punto de tener un orgasmo. ¡Que placer! Estaba súper excitada, quería mas, mucho mas, que no acabara nunca. Intentaba abrir toda la boca para que me entrara el capullo pero era demasiado grande. Así que ponía su agujerito central en mi boca y con mi lengua lo chupaba, de vez en cuando salía una liquido transparente que seria el liquido preseminal, yo me lo tragaba todo. No era yo. En ese momento era una maquina del sexo. En ese momento me pregunto Laura si alguna vez me había penetrado Pegaso. Y con la boca pegada al pene re respondí que no. A Laura se le puso una sonrisa impresionante en la cara, y me respondió que ese seria el día.

Salí un breve momento de mi estado de excitación y recupere la noción. Cogí el pene se lo puse en la cara y le dije "Tu has visto este pene" ¡Es dos veces tu brazo! Es muy gordo para mi.

Ella sabia que a mí me ponía muchísimo el tema de las dilataciones. En alguna ocasión ella me ha llegado a hacer un fisting, tanto vaginal como anal. No tardo en contestarme diciéndome en lo dilatados que suelen estar mis agujeros pero que tenia razón, q era mucho. Así que me dijo que ella se encargaría de prepararme en una futura sesión zoofílica yo seria penetrado por Pegaso. No tarde en seguir mamando el miembro del caballo. Laura empezó a introducirme los dedos en mi ano. Uno, dos, tres, cuatro, ahí llego mi segundo orgasmo. Ahora estaba mas pendiente de Laura que del caballo así que deje de mamar. Y me puse a cuatro patas para que se dedicaran mas exclusivamente a mi trasero.

No dejaba de embadurnarme el culo con aceite, y poco a poco fue introduciendo la mano con los dedos juntos y alargados. Entraros sus 5 dedos en mi culo y cerro la mano dentro haciendo un puño. Mis gemidos eran continuos, no paraba de agradecerle su compañía mientras ella no paraba de mover su mano. In ese momento empezó a introducir su otra mano en mi vagina. Era increíble, notaba como me estaba abriendo completamente por dentro. Apenas me dolía por que ya estaba acostumbrada, era puro placer, todo para mi. Estaba ida, yo no sabia donde estaba, solo sentía sus dos manos dentro de mi, me estaba haciendo un doble fisting. Tuve mi tercer orgasmo. Estuvo así un buen rato hasta que volví más o menos en mí y me di cuenta que había dejado a Pegaso. Laura saco sus manos y me ayudo con el pene, Se puso a su lado u empezó también a lamerlo. Puso unas cuantas caras raras, nos reímos un rato por eso, pero seguimos mamando.

Teníamos la jarra preparada al lado, cuando oímos un relincho, no tarde en cojearla he introducir su pene dentro. Lleno media jarra de un semen bastante espero, algo menos que la leche condensada. Laura no podía creer lo que estaba viendo, Se asusto de la cantidad de semen.

No tarde en ofrecérselo pero ella negó con la cabeza. Así que pegue un suspiro y empecé a beber. Era un sabor fuerte pero no desagradable, quería bebérmelo todo, y tuve que hacerlo en varias tandas. Al final conseguí hacerlo. Me relamí los labios para aprovechar lo que quedaba.

Mire a Laura con cara de ser la mujer mas afortunada del mundo. Nos abrazamos un buen rato, nos despedimos de Pegaso y le di las gracias. Nos duchamos juntas.

Toda la noche estuvimos hablando de este tema. Leyendo relatos, viendo más fotos, videos, y al final concretamos que Laura me prepararía para Pegaso, para que pudiera disfrutar al máximo de él.

Continuara