Las enseñanzas de mi primo (4)
A sueldo
Las enseñanzas de mi primo (1) http://www.todorelatos.com/relato/13395/
Las enseñanzas de mi primo (2) http://www.todorelatos.com/relato/125575/
Las enseñanzas de mi primo (3) http://www.todorelatos.com/relato/125603/
Cuando se fue hacia la habitación, me recompuse como pude y limpié el estropicio que había en la bañera y en mi cuerpo.
Después tranquilamente me terminé de duchar y fui hacia el cuarto. Al entrar, vi que Antonio estaba en su cama pero estaba dormido, así que sin hacer ruido me puse el pijama, me metí en la cama que compartía con Antonio y me dormí.
Esa mañana me desperté tarde y Antonio estaba ya acostado, había vuelto tarde pero como estaba reventado del día anterior ni me enteré. Me vestí y bajé a la cocina a desayunar. Allí estaba terminando de desayunar Alfonso, el cual ni me dirigió la mirada.
Me senté, mi tía me puso el desayuno y solo cuando Antonio se levantó después de terminar, se dirigió a mí:
-David, ahora cuando termines de desayunar, vístete que te vienes conmigo a dar una vuelta.
-Vale
Y si más palabras, se dirigió al salón a jugar a la consola mientras me esperaba.
Sinceramente me puse muy nervioso. Lo del día anterior me había encantado y hasta ese momento, Antonio nunca me prestó la más mínima atención, así que me dirigí a la habitación rápidamente, me vestí y baje lo antes posible.
-¿Ya estás? Vale, pues vamos que tenemos mucho trabajo.
Sin mediar palabra, se fue hacia la calle y yo detrás de él como su perrito faldero. Empezamos a andar, no sabía hacia dónde.
-Veras David, lo primero que quiero saber es si te gustó lo de anoche.
-Si claro, mucho.
-Bien, pues vamos a dejar las cosas claras, si quieres que se repita, te lo tendrás que ganar trabajando para mí. Si eres aplicado, por la noche tendrás tu premio, sino, te castigaré. ¿Entendido?
-Si.
La verdad es que no me daba opciones, solo me marcaba las reglas.
-Perfecto. Igualmente, a partir de ahora, tienes prohibido dejar que Antonio te toque. Solo te tocarán cuando y quien yo diga, ¿entendido? De todos modos no te preocupes que ya lo aclararé yo con él y no habrá necesidad de que tengas que decir que no jejejejeje
-De acuerdo
-Otra cosa, ¿te masturbas? Porque si es así, a partir de ahora lo tienes igualmente prohibido mientras estés aquí. Si estás en tu casa, tendrás que masturbarte todos los días 3 veces antes de las comidas ¿entendido?
-Si
-Vale, perfecto. Ya estamos casi llegando. A partir de este momento mantén tu boca cerrada sin hablar y haz todo lo que yo te diga cuando te lo diga. Quédate detrás de mí. Repito, tooodoooo ¿de acuerdo?
-Si
Llegamos a la puerta de una tienda, era un sexchop por lo que vi en el cartel.
Al entrar, Alfonso se acercó al dependiente al que saludó amigablemente y empezó a hablar con él en voz baja, mientras el dependiente me lanzaba miradas mientras hablaban.
Solo pude escuchar cuando el dependiente le dijo que sin problemas, que entrase en la 2 pero que fuese discreto y que luego se acordase de su parte.
-Ven conmigo, me dijo mientras se dirigía hacia el fondo de la tienda para entrar por una puerta con un cartel que ponía Cabinas de visionado.
-Entra aquí, desnúdate y abre las ventanillas de ambos lados, me decía mientras me señalaba hacia la puerta de una cabina con el número 2.
Al entrar, cerré la puerta y empecé a desnudarme, mientras observaba como en la pantalla estaban poniendo una película porno gay donde un tío musculado con pinta de skin penetraba a un joven delgado.
Cuando estaba totalmente desnudo, abrí dos portezuelas que abrieron dos ventanas a las cabinas de cada lado. Allí me quedé embobado viendo la película.
En esas estaba, cuando escuche voces fuera. Una era de Alfonso, la otra no lo sé. Embobado con la película no les presté más atención, hasta que Alfonso abrió la puerta y me dijo:
-Ahora atiende la ventana y no me hagas quedar mal.
Al cerrar la puerta, miré hacia la ventana y pude observar como un hombre mayor, con algo de barriga, comenzaba a desabrocharse el pantalón y a bajárselo.
Se bajó igualmente los calzoncillos y acercó su polla a la ventana.
-Ven y mámamela suavecito putita
Me quedé en shock, mi primo pretendía que fuese una puta para él. Se me humedecieron los ojos. Una cosa es jugar con mis primos y dejarme hacer por ellos y otra muy distinta era chupársela a ese tío gordo que me mostraba su gorda aunque pequeña polla por la ventana.
-A ver putita, ya pagué por tus servicios, ¿acaso quieres que me queje del mal servicio y te muelan a palos? Ven aquí y chúpamela
Vi que no tenía escapatoria. Estaba encerrado en una cabina de 2x2, con mi primo detrás de la puerta que a buen seguro me apalearía si no hacía lo que me pedían y con una polla de un desconocido en la ventana de la pared
Con los ojos humedecidos, cogí con mi mano esa polla y comencé a masturbarla.
Era muy distinta de las que conocía. La verdad es que conocía muy pocas jajajajjajaa, solo las de mis dos primos y la mía.
Esta era muy gruesa pero pequeña. No era espectacular pero si me llamaba la atención por su forma, casi como una peonza.
El capullo estaba casi enterrado en una montaña de piel. Con el movimiento de vaivén de mi mano, observé como se mojaba la punta mientras comenzaba a endurecerse por la base.
Era curioso, se endurecía y engrosaba la base que casi ni podía abarcar con la mano aunque solo crecía a lo largo muy poco.
En solo un par de minutos, mi mano no podía cerrarse a su alrededor y ya si quedaba la cabeza de su polla fuera de la piel.
-Bien putita, métetela en la boca. Quiero que abras bien la boca para follartela.
Me agaché y comencé a chupar la punta que asomaba.
-No quiero que me la chupes, te he dicho que abras la boca que quiero follartela.
Abrí la boca como me ordenó y comenzó a empujar para meterla todo lo posible. Notaba como entraba en mi boca sin llegar a la garganta, pero su grosor me obligaba a abrir al máximo la boca y aun así solo entraba la mitad.
-Mantén la cabeza firme y no te vayas para atrás puta, abre bien que eres una incapaz. No eres ni capaz de metértela entera.
Eso no sé porque me dolió en mi orgullo así que abriendo al máximo la boca, intenté tragarme lo máximo que pude.
-Eso es, ahora aguanta ahí, me decía mientras comenzaba a un frenético viaje de ida y vuelta en mi boca, mientras literalmente me la follaba.
Aguantando como podía para mantener la boca lo más abierta posible, de pronto noté como soltó un gruñido y un chorro de semen se fue literalmente por mi garganta hacia dentro, seguido de otro y otro y otro.
No sé porque, pero al notal el primer chorro no me aparté, solo me mantuve ahí quieto notando como el semen del desconocido corría por mi garganta hacia mi estómago.
Tras unos segundos, simplemente retiró su polla y cerró la ventana dejándome ahí agachado frente a la misma con el sabor de su semen en mi boca.
-Shiiiiiiiiiiiii, vuelvete guapito hacía aquí que ahora me toca a mi, escuche decir detrás de mí desde la otra ventanilla que seguía abierta a la otra cabina.
(CONTINUARÁ)