Las dotes del viejo vagabundo

Qué bueno es ayudar y que te lo agradezcan de esa manera.

Regresaba con Paco de cenar  de un buen restaurante en el casco viejo de nuestra ciudad e íbamos buscando el coche pues lo habíamos aparcado algo retirado por lo difícil del estacionamiento de la zona, y cuando nos dirigíamos a él, en callejón oscuro, se nos acercó, un hombre con aspecto de vagabundo pidiendo alguna moneda para poder cenar.

La primera impresión mía fue asustarme, pues las ropas oscuras, largas y anchas que llevaba junto a su gran estatura, eran intimidatorias, y más  sus facciones, con una cara enjuta y huesuda, que me hicieron recordar aquel actor que tan bien encarno el papel del conde Drácula, como era  Christopher Lee.

Pero rápidamente se disiparon al hablar con aquella clase y educación, pidiendo rápidamente disculpas tras ver el susto que me lleve, diciendo que no pretendía robar ni asustar, sino solo pedir algún euro pues llevaba todo el día sin comer, pues acaba de llegar a la ciudad procedente de Madrid y lo poco que tenia se lo había gastado en el autobús, volviendo a disculparte por su mal aspecto y su atropellado acoso.

Paco y yo nos miramos como aceptando estas escusas y tras observarlo vimos en sus rasgos, nobleza y sinceridad,  pues tras volver a mirarlo  mejor, ese aspecto desaliñado escondía realmente un hombre de unos 60 años con ropa  de marca, aunque estaban sucias y mal arregladas, su pelo algo  largo estaba recogido por una cola, en su mayoría ya blanco por la edad,   la barba de varios días sin afeitar disimulaban unas facciones que realmente eran agradables, y que bien arreglado seria guapo.

Paco echo mano a la cartera para darle un billete y el generosamente intento rechazar, diciendo que solo quería una monedas pues no quería ser abusar de nuestra paciencia y gratitud, que solo quería comprar algún bocadillo y al día siguiente ya se buscaría la vida.

Nos volvimos a mirar sorprendidos viendo que aquel hombre no era un mendigo cualquiera, y dirigiéndome a mi esposo, le dije: ¿Mira paco porque no lo invitamos a cenar a casa y que se pegue un baño y mañana lo acercamos a algún centro social para que le ayuden, que no parece mal hombre?..

Paco ante mi sorprendente petición, se quedó algo perplejo pero acepto pues veía  que haríamos una buena acción.

El vagabundo intento rechazar nuestra propuesta pero al final acepto y tras subirnos en el coche nos dirigimos a casa.

Lo primero que hicimos es ofrecerle un baño y que se cambiara de ropa, dejándole Paco un chándal, mientras yo metía  toda su ropa en la lavadora y le preparaba algo de cena.

Cuando salió de la ducha ya peinado limpio y  afeitado pues le había dejado paco los artilugios de afeitar, nos sorprendió más a los dos, su buena presencia, aunque seguía estando delgado, su cuerpo era el de un hombre que se había cuidado mucho, caminaba con elegancia y lo cierto es que hablaba con mucha clase.

Mientras cenaba y nosotros lo mirábamos, él nos contó que su situación había llegado tras un tortuoso divorcio en el que había perdido su empresa, y que todo había comenzado tras su mala cabeza con buscar compañía fuera de su casa.

Mirándome picaronamente, se dirigió a paco y le dijo, la culpa la tienen estas bellezas de seres que los hombres tanto anhelamos y que nos llevan por la calle de la amargura, riéndose seguidamente.

Yo le agradecí el cumplido y le dije que hoy había medios para no tener que ser infiel y que si se hablaba todo en el matrimonio se podía llegar a un acuerdo y entendimiento en los gustos y placeres.

El respondió que es difícil encontrar una mujer que entienda eso, y él no la había  tenido, y además  su ex no sabía disfrutar con el de las dotes que la madre naturaleza le había otorgado.

Paco al oír este comentario, entre risas le dijo, “vamos amigo que dispones de buena herramienta y tu mujer no le gustaba o no sabía usarla”.  Los dos se rieron y yo algo cortada por el comentario me puse roja sorprendentemente.

Siguió paco con el tono irónico y volvió a decir, pues si a mí me dan esas dotes, esta me mata en dos o tres años, riéndose otra vez, a lo que él dijo, “igual estamos incomodando con esta conversación a tu mujer”.

Yo ya entrando en el tema, le replique rápidamente que nosotros éramos un matrimonio liberal y que se sorprendería si nos conociera más, pues nuestras relaciones en ese campo era abiertas y además últimamente muy gratas y placenteras, pues habíamos añadido a las mismas amigos y matrimonios, haciéndonos esto más unidos y además disfrutábamos mucho del sexo ahora.

La conversación siguió en tono picante  y parecía que a nuestro amigo el tema le había hecho efecto, pues al levantarse a retirar los platos, le mire rápidamente ese bulto que se movía en el interior del chándal que al no llevar slip delataba que aquello que realmente era grande,  estaba creciendo también.

Paco le dijo en toco pícaro “Amigo, no me ensanches el  chándal con ese aparato que luego cuando me lo ponga yo ,  la mía va a bailar dentro”

Los tres nos volvimos reír ya cada vez más calientes y más cuando Paco ya andaba sobándome con delicadeza, viendo que Rafa, que era como se llamaba nuestro vejo amigo, no quitaba ojo de  sus manos, devorando con su mirada cada movimiento de las mano de mi esposo, y dirigiéndose a este le dijo,..!Que suerte tienes de tener una hembra así ¡.

Paco que no necesitaba nada ya para romper el hielo y deseando como yo ver aquel  hombre desnudo y participando con nosotros, se dirigió a él con la mirada y le dijo:   Yo comparto con los buenos amigos la mesa y esta espléndida mujer, si ella claro, acepta también, pues como te decimos somos liberales a tope”

Y sin mediar más palabra comenzó a desnudarme mostrando mis encantos a aquel macho que apoyado sobre la cocina me miraba con lujuria,  yo ayude con algún contoneo de cuerpo al despliegue de mi desnudez, viendo rápidamente que el chándal de Rafa se estaba quedando chico.

Bueno la verdad es que asustaba ver lo que podía haber allí debajo y más con el grosor que parecía haber allí escondido.

Paco se desnudó rápidamente y yo le agarre rápidamente el rabo pues estaba ardiendo en deseos de comer aquello y más para poner caliente a aquel viejo vagabundo que ahora parecía un semental encantador, y más cuando se quitó la parte de arriba mostrando un cuerpo muy bien proporcionado, marcado como dije ante por la delgadez pero muy sexy, con una mata de pelo espesa poblando su pecho, bajando esta en pico hacia sus partes nobles que ahora se disponía a descubrir.

Le dije, espera que quiero yo hacer de anfitriona ese hermano mayor que dices tener, y tras soltar el rabo de paco me dispuse a bajar el pantalón.

La sorpresa que nos llevamos nos dejó a los dos unos segundos sin palabras, mientras el esbozaba una sonrisa picarona viendo nuestras caras.

Les tengo que decir que no se había quedado corto al hablar de sus dotes, pues el rabo que tenía delante era simplemente colosal, de unas proporciones  que muy pocos en la naturaleza dispondría de semejante talla, el grosor estaba bien proporcionado a su longitud que era mucha, marcado por una red de venas que decoraban todo su recorrido como si fuesen grabados artísticos, con una cabeza en forma de seta de mayor dimensión que todo lo demás, haciendo esta una vista que asustaba.

El riendo  nos preguntó si nos gustaba:

Paco fue el primero en contestar, diciendo, amigo me dejas en ridículo, menudo rabazo tienes.

Yo no me quede corta y tomándolo con mis dos manos para sujetar aquel pollon colosal, le dije, esto me destroza seguro y me tienen que llevar a coser si me metes esto.

El riéndose volvió a decir que me sorprendería de ver por los agujeros que había entrado  y que no se preocupara que tendría cuidado pues sabia usarlo bien.

Yo ya estaba intentado comer aquella cabeza en forma de seta que brillaba esplendía ahora con mi saliva y que apenas podía meter en mi boca mientras mis manos recorrían todo aquel mástil hasta llegar a sus proporcionados huevos cubiertos por un espeso bello blanco  y negro que adornaban  pero no escondía su buen tamaño también.

Paco ya había vuelto a la realidad tras el shock de ver aquel rabo y ya andaba en mis bajos con su mano hurgando y dilatando para las acometidas que esa noche me esperaban, acerco su polla no con algo de timidez para que chupara las dos y ahora es cuando realmente se veían  las colosales dimensiones de el de Rafa, pues como siempre conté, Paco no está escaso de aparato, pero junto aquel monstruo, parecía la de un niño.

Rafa tomo rápidamente las riendas y tras tumbarme sobre el sofá, comenzó a acariciar y besar el interior de mis muslos, acercando cada vez más su boca a mi afeitado conejito que anda pidiendo rápidamente atención.

No paro de alagar la vista que tenía delante, sus manos ya subían hacia mis pezones que tras mojar sus dedos en saliva  los iban poniendo duros,  recorriendo también sabiamente toda mi aureola, su lengua ya estaba en la puerta de mi cueva, que se abría en todo su esplendor  palpitando ante la inminente comida de aquel viejo vagabundo que me tenía extasiada.

Ya mis gemidos me delataban y él me decía, despacio cariño que la noche es larga y hay que hacerte gozar como la reina que eres.

Paco llevaba su rabo hacia mi boca, que yo succionaba desesperaba por la necesidad de ser montada por aquel macho madrileño que ahora comía  despacio y delicadamente mi conejo, con una clase que me hizo explotar rápidamente.

El no pareció sorprendido por mi rápido orgasmo y amplio su radio de comida hacia mi ano que también palpitaba y deseaba de cariño de esa experta lengua.

Paco yo bombeaba su polla en mi boca viéndome con tanto placer, y tras dirigirse a  Rafa, le dijo, perdón amigo pero voy a darte un poco de atención no sea se nos duerma ese hermano que tienes, retirando seguidamente su rabo de mi boca y dirigiéndose al aparato de aquel viejo, comenzando a pajearlo cariñosamente e intentando también chuparlo.

Yo lo miraba con envidia y veía lo difícil que era meterse aquello en la boca, aunque Paco lo intentaba, cosa que Rafa agradecía con gemidos pues tanto sobeteo sobre su polla lo estaba poniendo también cardiaco.

Yo ya estaba cerca de mi segundo, cuando le pedí que me penetrara, rogándole tuviera cuidado con aquel mástil.

Paco lo soltó rápidamente como desenado verlo entrar en mis entrañas.

Rafa se lo  agarro con la mano ,haciendo está a la vista pequeña abrazando semejante falo, y dirigiendo a mi abierto coñito que previamente acondicionado separando mis piernas, comenzó a frotar aquella cabeza en forma de seta, con tanta maestría que yo antes de la penetración volví a correrme.

Le dijo a paco que se la pusiera en la boca para que fuera mamando y así acallar las ansias de sexo que yo tenía.

Cogí la polla de paco con tanta pasión que él me  pidió la tratara con cuidado pues parecía me la iba a comer a bocados, viendo como yo la devoraba.

De pronto sentí como si un fuego fuera penetrando en mí abriéndose espacio como una taladradora de túneles que devora las paredes a su paso,.

Levante como pude la cabeza para ver entrar aquello, y vi como aquel semental estaba metiendo toda aquella inmensidad en mi caliente y afeitado conejo que esta noche parecía contraído y pequeño ante aquel coloso que iba a perforarlo.

Se dejó caer ya su cuerpo sobre mí, clavándome toda; con los primeros movimientos de mete y saca, notaba como aquella cabeza de seta rozaba por todas las paredes de mi túnel, recogiendo todos los jugos que de ellas se desprendía, dándome tanto placer, que no sabía esa noche lo que me sucedía.

Además se movía con una delicadeza y maestría, que parecían los movimientos de un astronauta, contrastando con las embestidas de paco y su rabo hacia mi boca.

Me tuvo así durante varios largos y placenteros minutos, que para mí fueron inmejorables, pues creo que le regale una ráfaga de mis pequeños orgasmos pero que ahora los sentía más en mi interior, era como si nacieran más dentro de mí.

La saco después de una sesión de acoso placentero y girándome poniéndome ahora el culo e en pompa , volvió con otra sarta de penetraciones , ahora acelerando  algo el ritmo, contagiando nuestros gemidos y placer a Paco, lo que hizo que este explotara viendo aquel polvo colosal.

Casi no me dio tiempo a tragar todo lo que mi marido  soltaba por su rabo, mientras Rafa ahora sobaba mis pechos a la vez que seguía dando cuenta con sabias y dulces clavadas a mi ardiente conejo, ya dilatado al máximo tras las acometidas de aquel coloso.

De pronto me tomo por la cintura fuertemente casi levantándome, cambiando nuevamente  el ritmo, yo ya no sabía si estaba consciente ante aquel polvo colosal y aquella follador tan esplendido, que me estaba dando una sesión para enmarcar.

Sus huevos los notaba ahora golpear en mis labios vaginales, sintiendo el fuego abrasador de su rabo con el bue ritmo que llevaba y que pronto fue calmado con la suelta por esa inmensa cabeza de tal cantidad de semen que me sentí ahogada por mi sexo, note a este salir con fuerza y a ráfagas largas durante largos segundos  que los dos disfrutamos.

Esta fue acompañada por tan cantidad de gemidos  que nos dejó  a Paco y a mí sin palabra, pues vimos que no solo habíamos disfrutado nosotros.

Rafa quedo unos segundos con su rabo aun clavado en mi escocido pero agradecido conejo, mientras tomaba aliento, sin dejar de besar mi espalda y mi nuca.

Paco le agarro cariñosamente los huevos por detrás, diciéndole que me había hecho gozar bien, diciéndole también que se recuperara pronto que  quería verme otra vez perforada pero ahora por los dos, uno por cada agujero.

Rafa mirándome, le dijo, espera que esta reina se recupere y nosotros también, que la noche es larga y el sexo hay que disfrutarlo como un buen vino, degustándolo lentamente y tomando todos sus jugos y aromas.

Saco posteriormente  aquel mástil ya más relajado pero con gran dimensión, yo no pude contenerme y aunque apenas podía sentarme tras aquellas clavadas, lo agarre y comencé a besarlo y comerlo cariñosamente.

El agradecía aquel agasajo que yo le estaba dando, pues estaba recostado sobre el sofá ahora todo relajado, tomando  ya su ritmo natural en la respiración, mientras sus huevos se habían quedado relajados, colgando tras su gran descarga.

Paco no me dejaba respirar y acomodándome se puso a comer con hambre mi conejito que resudaba toda clase de jugos ahora.

Estuvimos así durante unos minutos  recuperando fuerzas pero a la vez dándonos placer,,, y este no tardó en llegar pues……..