Las dos moritas
Estaba un día en mi habitación cuando oí pasar por afuera unas alegres voces hablando en un idioma desconocido.
Vamos a poner que yo me llamo Pedro, jeje, no és mi nombre. Pero no lo diré para no entrar en la lista del FBI de los delincuentes más buscados del mundo. Jaja no será tanto, no he cometido ningun acto de terrorismo internacional ni nada parecido pero digamos que mi forma de ser está bastante alejado del ideal occidental de persona.
El caso és que yo vivo en un pueblo de la costa brava de Girona. Como todas las cercanías, mi pueblo está bastante plagado de los comunmente llamados moros. Inmigrantes de marruecos por si me lee algun americano que no entiende. Antes de ir al grano os haré entender más o menos que tipo de persona soy. Soy un hombre de 27 años y me creo bastante diferente al resto de personas por unas cuantas razones.
Comenzando por que soy bisexual/transvestido en closed (me gusta tomar el papel femenino en una relación homo), aunque eso no és del todo lo que me destaque entre mis tocayos. Después está que me gustan las niñas pero no quiero que se me incluya dentro del fenomeno mediatico de estos últimos tiempos que han puesto todo hombre al que le gusten las niñas, a la altura de un delincuente común. Sí, repito que és verdad que me siento atraído por esas tan inocentes personas de entre 5 y 12 años pero de ninguna manera soy un pederasta violador asesino. Pues nunca le haría daño a una de ellas.
Esta frase de que "nunca les haría daño" la oí alguna vez por la tele. Hablando del comportamiento habitual de los pederastas y entonces pensaba yo: a ver si soy yo uno de esos pederastas de que habla la tele? Pero NO! Creo que esas personas de las cuales se han extraído esas pautas de comportamiento patológico eran de verdad personas enfermas de la cabeza cuyo cerebro y alma estaba en mal estado y esa pauta en concreto de "nunca les haría daño" era unicamente heredado de cuando eran personas normales (buenas) que les gustaban las niñas.
És todo más complicado de lo que acabo de escribir pero más o menos esto és una introducción al tema. Pero bueno, que yo no estoy para debates éticos ni nada de eso. Él que me crea, que me crea y él que no, pues que no me crea y tan contentos. Yo nunca cometeré un delito penalizado por la constitución española ni la constitución divina y... vamos al grano.
Todo comenzó un día que estaba yo en mi habitación (vivo aún con mis padres) después de comer. Cuando de pronto oí unas alegres vozes femeninas hablando en otro idioma. Yo me giré hacia la ventana (vivo en una planta baja) y vi dos chavas moras que pasaban por delante de ella mientras hablaban casi a gritos en su idioma. En ese mismo instante yo sentí como una llamada de que tenía que conocer a esas chavas.
Cogí mis llaves de un revuelo y casi corriendo salí de mi casa para encontrarme con ellas. Cuando hube salido las ví como a un tiro de piedra que seguian caminando hacia quiza "el cole"? Las alcanzé en un momento y en cuanto ello les dirigí la palabra. Les dije algo como que mi nombre era Pedro y que hacía días que las veía cada día pasar por delante de mi casa a la misma hora (todo inventado) y que quería ser su amigo o quería conocerlas o algo así. Pero bueno, ellas me contestaron con la evasiva de que no vivían aquí, que vivían lejos y nos despedimos en un instante.
Después de ese día traté un poco de observar si de verdad cada día pasaban por delante mi casa y así era. Como daté, cada día a las 3 pasaban por delante, debían dirigirse al colegio pero muy tarde digo yo que iban, a las 3 en punto. Fue entonces que planeé mi segundo encuentro con ellas.
Primero traté de aprender unas cuantas palabras en marroquí. Un cliente de mi tienda moro me enseñó unas cuantas frases. Me dijo, entre otras, unas palabras mágicas que me enseñaron como decir "hola-aelem" y "te quiero conocer-briz ata harraf elik" fue entonces que tuve algo con lo que intentar conocerlas.
Cada día, al mediodía, salgo a pasear a mis dos perros por el pueblo y a veces incluso me acerco al campo para que tengan sus vicios de oler y mear y etc. Uno de esos días lo programé para a las 3 pasar por delante de mi casa y encontrarme con ellas.
Las vi a lo lejos, como a un par de travesías de mi casa y al momento de ellas verme, vi como una de ellas se metía por otra calle, como si se asustase de verme. Yo continué mi caminar hasta que llegué a la que se había quedado en el centro de la travesía. Trataba de llamar a su amiga que estaba ya lejos en la otra calle y parecía haber escogido otro camino. Se la veía fantástica, girada a mi le veía un traserito inchado que desnudo debía estar para comérselo. Yo me le acerqué y le solté toda la plática que tenía aprendida.
-Ahelem.
Ella se giró y.
-bhit ata harraf alik.
Entonces ella me soltó una larga parrafada en su idioma que evidentemente no entendí una torta. Yo le excusé que no hablaba marroquí y que unicamente un amigo me había enseñado esas palabras porque yo quería conocerla.
Después de ello le volví a soltar otra nueva plática que tenía preparada de que yo no era ningun ladrón y que unicamente quería ser su amigo. Charlamos unas cosas más, me dijo que se llamaba Zenia y que se iba porque tenía que ir al colegio y yo le pedí su telefono. Pero me dijo que no la llamara porque sus padres no la dejaban tener amigos y menos amigos españoles. Yo le dije que la llamaría de una manera que ella sabría que era yo: llamaría, colgaría y volvería a llamar para así ella me reconociese y cogiera el telefono ella. Hasta ahí lo conseguí todo, me dió su teléfono y me despedí de ella dandole un beso en el moflete.
Mmmm si tenía destreza conseguiría quedar con ella algun día. Esperé al domingo pues trabajo el resto de la semana y me dispuse a llamarla. Lo hize por la mañana esperando que ella estuviese en casa y entendiera mi señal de llamar/colgar/llamar de nuevo. Y así fue, cogió el telefono una voz que inconfundiblemente tenía que ser ella. Quedé con ella para irnos al cine. Fantástico!
No me acuerdo de que película escogimos porque la verdad és que no miré mucho. A los cinco minutos ya tenía la lengua en su boca y las manos danzando por su fenomenal cuerpo. Le desabroché la blusa y le chupé un poco las tetas mientras le metía la mano entrepiernas y la estimulaba esa divina rajita obteniendo el primer gozar sexual de su vida de esa morita. Entretanto corría la peli, yo iba pensando donde me la podía llevar para kilarmela pero tenía dudas. Porque en mi casa estaba mi madre y en el localillo que tengo encima de la tienda estaba mi padre trabajando en la tienda y no era cuestion de que me viese subir con una chica.
Entonces lo pensé: soy un tio valiente, porque no ir al lavabo del cine? Y si nos ve alguien? A tomar por culo, vamos a probar suerte.
Estabamos en una de las filas de asientos que estan más arriba, por lo tanto más cerca de la puerta y dudo que nadie se fijara en nosotros cuando salimos. Tan pronto salimos de la sala de visionado nos encontramos en la puerta del lavabo. Fantástico, tenía el paraíso a dos pasos de mi y tenía el corazon a mil revoluciones tal soldado del vietnam.
Con Zenia cogida de la mano nos metimos en la sección femenima de lavabos y sin esperar un segundo nos metimos en uno de los particulares cerrados. Digamos que soy muy fogoso porque la cogí de ese inchado trasero y la eleve hasta mi altura para pegarla contra la pared y comerla.
Fue todo muy pasional, su ropa cayó al suelo como si fuera yo un leon que me estuviera comiendo una gacela. Los sostenes casi que se los arranqué, descubriendo unos senos evidentemente apropiados a su edad. Se los comí de nuevo mientras le bajaba los pantalones y las braguitas. Sería capaz de quilarmela en el lavabo del cine? Por esos momentos aún tenía dudas y para disiparlas me bajé los pantalones mostrandole mi tieso cipote.
Ella lo tocaba con curiosidad al ser el primero que veía pero digamos que la situación no estaba para romanticismos. Después de masturbarnos mutuamente unos instantes, la giré preparandola a mi follada. Tenía un culo divino, nada de el tipico culo de niña flaca infantil. Sino un femenino y inchado culo que le marcaba verdadera diferencia genérica.
No me estuve para historias y se la metí bastante directamente. Ella soltó un gritito pero por fortuna éramos los únicos en el lavabo. No sé cuantos orgasmos le arramcaría pero seguro que muchos pues seguía el ritmo de mi follada con un gemir propio de una personada agonizante en su lecho de muerte.
No tengo una picha muy grande la verdad. Segun me dijo una furcia hace tiempo, la tengo normal tirando a grande jaja. Bueno, volvamos al tema, estuve un buen rato follandola. Me gusta alargar cuanto más posible el juego de follar y para eso juego con mi ritmo de meterla sacarla, cambiando mi velocidad constantemente y metiendo en ocasiones solo la puntita y de pronto por sorpresa meterla toda jaja.
Bueno, ya me estoy enrollando otra vez, lo que quiero contar és esa historia de la morita. Como vi que no tenía la edad de tener la regla y yo soy un tío sanisimo que siempre follo con preservativo e incluso soy donante de sangre, me corrí dentro de ella. És una gozada poder correrse dentro de una tía sin tener que temer miedos a embarazos o contagios de mierda, ni de ella a ti ni de tú a ella. Aún recuerdo el precioso tacto que tenían esas nalgas cuando yo impactaba en ellas en mis profundas enbestidas finales.
Daría miles de euros por volver a tenerla? No, no me gusta el puterío. Me gustó durante un tiempo pero digamos que me acabó rallando. Por volver a estar con ella no daría nada. Si gozé ese día con ella és porque me lo merecía y agradezco a la personalidad divina que me lo concedió.
En acabado el polvo la ayudé a vestirse y nos fuimos cual pareja. No la he vuelto a llamar porque me da miedo esa manera de ser de los moros. Que si su padre descubriese que me follé a su hija, debería temer por mi vida.