Las dos fotos

Pequeñas historias de dos fotos.

Aquella era la última noche del congreso profesional al que había asistido en Barcelona. En la penumbra de la mesa del pub del hotel, conversaba con Javier, un colega de Bilbao, que había conocido; un tío simpático Repasábamos detalles de la última conferencia en su modernísimo Ipad mientras tomábamos la última copa de la noche, riéndonos de las anécdotas y chascarrillos que habían circulado por el congreso durante el fin de semana.

En una de las carcajadas, Javier volcó mi copa y para tratar de evitar el desastre, antes que se derramara el liquido, lanzó su Ipad en mi dirección, aterrizando de golpe contra mi estomago. Mientras Javier refunfuñaba por la copa perdida y se levantaba para pedirme otra, yo recogía su Ipad.  La aplicación de diapositivas se había cerrado y en su lugar se había abierto la galería de fotos. En concreto una foto.

Un chica morena, media melena, con el flequillo un poco por encima de las cejas y con la sonrisa más preciosa del mundo estaba tumbada encima del edredón de raso de una cama. Su espalda descansaba en el cabecero y sus muñecas estaban atadas a los barrotes  con lo que parecían dos pañuelos.

Inmediatamente tuve una erección: se me puso como un tronco. La chica aparentaba tener unos30 años pero aparentaba 10 menos y la sonrisa le daba un aire cándido... candidez que acababa en cuanto seguías viendo la foto: llevaba un top blanco de gasa ceñido anudado al cuello. Lucia unas tetas tremendas; una 110... Y sus pezones oscuros y enhiestos parecían querer rasgar el tejido.

Las piernas ligeramente abiertas, dejando ver el tanga a juego con el top, transparentando una tirilla de pelo y algo muy evidente: una humedad manifiesta que oscurecía ligeramente la gasa pero no lo suficiente para dejar ver sus labios vaginales entreabiertos. Era sin duda la foto con carga sexual más fuerte que jamás había visto: Toque justo de candidez y sexualidad..

En estas me pilló Javier cuando volvía del bar. Me miró; yo a él; él, a la foto y de nuevo a mí...

-                  Joder, tío.. lo siento... Saltó la galería cuando me lo tiraste.

Por un momento la cara de Javi se tensó pero al momento se relajó con una sonrisa.

-                  Que cojones... No pasa nada... ¿ Verdad?

-                  Claro, ¿ Quien te piensas que soy ?, ¿ Una vieja?

-                  ¿ Te gusta la chica?

-                  Es preciosa, una ricura... ¿ Quien es?

-                 Mi novia... bueno, una amiga con derecho a roce. La conocí en Madrid, tonteamos y siempre que voy por la capital, quedamos.

-                 Pues es la bomba.

-                 ¿ Te mola la foto, eh?

Se quedó pensativo mirando como devoraba la foto con los ojos...

-                 ¿ Puedo contar con tu discreción?

Yo asentí con la cabeza y deslizando el dedo por la pantalla me enseñó la foto siguiente:

El escenario era el mismo; la escena, diferente.

La chica seguía maniatada al cabecero pero ahora estaba tumbada en la cama. El pelo estaba revuelto y ella parecía desmayada o quizás dormida, con la cabeza ladeada y la boca entreabierta. Su cuerpo estaba desnudo; sin el top ni el tanga. parecía brillante de sudor bajo la luz del flash.

Las  piernas extendidas y entreabiertas. Tres detalles eliminaban la candidez de la anterior foto y añadían un toque de sordidez: Uno eran los dos condones que estaban sobre sus pechos y que por los regueros que bajaban por ellos hasta el abdomen y las axilas parecían bien cargaditos.

Otro era el otro condón que claramente  sobresalia de su ano y el tercer detalle era la botella de refresco que se encontraba introducida hasta la mitad de su longitud en la vagina.. Resultaba increíble que fuera la misma chica en las dos fotos.

Javi pareció leerme el pensamiento:

-                   A esta dos fotos las llamo yo “El ángel y la puta”.

Y continuó hablándome de ella, como la había conocido, cuando quedaban, lo que hacían, etc... conversación que no seguía porque:

-                   Estaba pensando como podría hacerme con las dos fotos.

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-                   Como levantarme sin ser descarado para ir a hacerme una paja..

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-                   Pensando que el mundo es en realidad muy pequeño y que nos separan pocos grados de separación y...

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-                   Como avisar a mi mujer para que no viniera a buscarme al pub y no descubriera que acababa de conocer a su amante...