Las desventuras de Noemi (2)
Noemi sigue enterrada. Va a tener que ver a su Dueño con otra esclava. Para colmo deberá meter su lengua en sitios imaginables para su boca hasta ese momento. Luego llegará un castigo todavía más duro... un cinturón de castidad.
LAS DESVENTURAS DE NOEMI: PARTE 2
(Importante leer antes la primera parte del relato, también publicado en www.todorelatos.com)
Suenan los pajaritos. Es un día precioso, y la luz dorada ilumina el campo. Entre toda esa naturaleza hay algo que no encaja. En el suelo, una cabeza sin cuerpo. Si nos fijamos mejor está enterrada. Su cuerpo no está visible. La mujer duerme. Su cansancio es tan profundo que ni se despierta cuando se acerca su dueño. Pero cuando cae en su cabeza un chorro de agua helada despierta de golpe y grita. Su dueño ha vaciado un cubo de agua en su cabeza. El sonrie al verla toser, escupir agua tragada, y en resumen sufrir. Su dolor es su gran placer. Ella empieza a gemir y quejarse, se ha despertado y el infierno ha vuelto. Sigue ahi en ese agujero, apenas siente su cuerpo. Empieza a suplicar que se le desentierre. El la mira, ella esta a la altura de sus zapatos, justo donde le gusta que esté.
- Mira que no darme los buenos días puta desagradecida... - Y se da la vuelta para irse. Ella le dice que vuelva, grita, llora. Pasado un tiempo que parece una eternidad vuelve su dueño. Pero está acompañado. Una esclava suyo está con él. No de las que hay que chantajear para tenerla, si no, las que gustosamente están con él. La esclava viste solo una tanguita. Se le va feliz, excitada, pone una toalla en el suelo junto a Noemi. No la saluda, y Noemi se dispone a quejarse y pedir piedad, pero su Dueño le pone un bozal de pelota. Se tumban los dos, y hacen el amor. Noemi ve como el chupa los pechos de su esclava, acaricia su culo, y siente envidia. Aunque odia su chantajista, también no puede evitar desearle. Cuando acaban, quitan el bozal a Noemi y la mandan limpiar el coñito de la esclava llamada Tracy, y la polla de su dueño. Noemi está degradada, caliente, incómoda y se siente muy humillada. Ya no se atreve a suplicar. Finalmente su Amo le dice que le va a dejar pedir piedad, pero con una condición. Manda poner a Tracy a cuatro patas, y poner su culo en la cara de Noemi.
Ella debe meter su lengua y suplicar perdon. Noemi nunca he tenido su lengua en un culo, y lo hace con asco. Su dueño se rie de ella, y le dice que lo meta más. Se aleja, y hace fotos. El cuadro es precioso, su preciosa esclava feliz a cuatro patas, y Noemi con cara de asco, enterrada y obligada a sobar un culo femenino. Le dice a Noemi que pida perdón. Ella lo hace, pero apenas se entiende lo que dice. Tanto Tracy como su Dueño se echan a reir - Que dices cerda, no se te entiende jajajaja - Tracy gime un poco de placer, ya que al hablar Noemi, siente mover la lengua en su ano. Su dueño masturba a Tracy hasta correrse.
Al hacerlo, su trasero se mueve con los espasmos haciendo difícil el trabajo de Noemi. Finalmente su Dueño se pone en una tumbona, y permite que su esclava saque a Noemi de su agujero. Tracy le da algun masaje a sus miembros, para volverlos a animar. Noemi se queja, lloriquea, y Tracy la trata con cariño y la cuida. Su Dueño las observa con una media sonrisa. No tiene mucha costumbre de dar cariño a Noemi, asique le parece bien que lo haga Tracy por el, sabe que Noemi necesita sentir un poco de piedad y cariño. Eso hace aún más duro el castigo posterior ya que ella se relaja. Tracy acaba por ponerle un collar de perro a Noemi y encadenarla a la pared. En el suelo le pone dos cuencos, uno de pan, y otro de agua. Y la deja ahí. Noemi está al sol, y se queja, pero ya ninguno le hace caso. Pasado un rato se van a comer a un restaurante. Noemi debe quedarse y comer su manjar de pan y agua.
Aquella noche, su Amo le deja entrar en la casa. Le lleva de su correa, y le explica que tiene un regalo para ella. Ella le mira con miedo y odio. El la enseña un cinturón de castidad. Para haceros a la idea mirar en esta pagina . Ya no son cosas del pasado, que solo existian en la edad media. Ahora son mas comodas, practicas, y hasta higiénicas. Pueden ser llevadas por mucho mucho tiempo.
Las medidas para este cinturón su Amo los cogió nada más conocerla. Ahora había llegado hecho a medida desde USA, y ya era el momento de llevarlo. No fue difícil el colocarlo. Una vez puesto, Noemi sintió la opresión en su cintura y sexo. Sabía que iba a ser imposible librarse de ello si no lo quería su Dueño.
Ella le miró, y fingió indiferencia -Desde que te conozco carezco de ganas de masturbarme o de tener sexo- dijo ella con cara de odio.
Su Señor sonrió. La cara de rabia y orgullo de su esclava era todo un cuadro. Ver asi a esta mujer, desnuda con su cinturon mientras sus ojos brillaban odio era muy excitante.
Bueno, dijo el - entonces el castigo no ha sido para tanto.
Al día siguiente ya era lunes, y Noemi volvió a su casa. Debió de hacer su vida de semana, acudiendo al trabajo, al instituto donde era profesora. Tuve que tener cuidado con la ropa para que no se notase el cinturón. Era ciertamente apretado y bien diseñado, pero su paranoia le llevó a ponerse ropa floja. La verdad es que Noemi si se masturbaba. Intentó hacerlo, y era imposible. Intentó meter una regla entre el cinturón, pero no había espacio. Dio golpes en el metal, pero nada hacía llegar ni una sensación a su caliente coño. Odiaba mear através de la rejilla del cinturón. Odiaba el cinturón. El viernes, al ir junto a su Amo, el olió su excitación, y vio por su cara su grandísima frustración.
Ves? Ya lo sabía yo. Te masturbabas... es más, por la frustración que tienes encima, yo creo que te tocabas el coñito con demasiada frequencia jajajaja
Tuvo el placer de ver su orgullo derritirse. Noemi se arrodilló, como a cámara lenta, y entre gemidos empezó a suplicar.
- Porfavor, venga, necesito tocarme, vale? No es justo esto. Venga, porfavor, quitamelo un rato
Su Señor no dejaba de sonreir, pero no se imutaba. Se limito a tocar los pezones de su esclava y tirar de ellos. Su gesto se frustró más, y gruñó como una cerda. - oh oh, porfavor, lo necesito, porfavor, deja que esta putita se masturbe, si? mmm porfavor
El se rio, y finalmente dijo: Si, te dejo. La cara de Noemi cambió, casi denotaba triunfo, y a la vez, impaciencia por poder hacerle a su coño un trabajito. Su Amo fue hasta la cocina, y cogió un pepino. Era grande, grueso, gordo. Se lo arrojó a su esclava. Ella lo cogió y casi se le cae. Miró hacia el. - Me tengo que masturbar con esto? - torció el gesto
- Bueno, vale, me es igual, lo que sea, pero quítame ya el cinturón, vale? que ya no aguanto más, voy a explotar -
Su Señor se rió al decir - Nunca dije que te fuera a quitar el cinturón - Los ojos de Noemi brillaron con rabia, y pisó el suelo con fuerza con el pie izquierdo al gritar - Joder, dijiste que me podia masturbar, lo dijiste, donde coño crees que me voy a meter esto si no? -
Su Amo le miró y sonrió. Ella solita se dio cuenta en ese instante y su cara fue un cuadro. Sin mas, empezó a llorar al darse cuenta de que sus ganas de tocar sus coñito mojado no iban a ser saciados. Lloro porque se sentia tan humillada, y sabia que se habia burlado de ella. Habia jugado con su excitación, esperanzas. Su sexo no era suyo, estaba cerrado a cal y canto. Lloró además, porque sabía que su frustración le había llevado a ser exigente y maleducada, olvidando sus modales, y sabía que esto tendría castigo y duro. Sin más se derrumbó y se cayó a los pies de su Señor derrotada. - Lo siento, porfavor, suplico piedad. Siento haberme puesto de esta manera. No tenia derecho, solo soy una puta sin voluntad - Su Amo le miraba con expresión de sarcasmo al decir: - Pues no, no tienes voluntad. Ni el chantaje mas duro parece ser capaz de hacertelo ver. Tu sexo ya no es tuyo. Y tus modales han sido deplorables, creeme, tendran castigo. Ahora si quieres masturbarte el culo. Porque a lo mejor en otro momento ni te dejo. - La cara de Noemi ya denotaba cierto orgullo otra vez, solo un poquito al decir: No gracias, ya no me hace falta.- Pero su Amo se acercó y dijo - Insisto- dijo, y metió de lleno el pepino en su ano. Era tan grande, su dolor era tanto que sólo pudo emitir un gemido sordo. Poco a poco, el pepino se deslizaba mejor. El gesto de Noemi cambió, y empezó a gemir un poco de placer. Entonces su Dueño le dijo que siguiera ella. Noemi siguió a masturbarse el ano y gemir. Era muy divertido el verla. Viciosa, caliente, hambrienta de sexo y orgasmos. Nunca reparó en que la webcam la enfocaba. Tras un rato su Dueño le informó que acababa de dar un espectáculo por internet. La cara roja de Noemi por la verguenza y la excitación al quitarse rapidamente el pepino era el mas bonito cuadro. Ella miró al techo y aulló de desesperación mientas su Dueño se reía a carcajada limpia CONTINUARÁ....