Las desgracias nunca vienen solas (2/2)
Siguen las desgracias y abusos a la joven casada en su intento de llegar a su casa, pero antes debe salir de ese peligroso barrio de ghetto negro.
Las desgracias nunca vienen solas (2/2)
Capitulo 2.- Totalmente degradada para todo y por todos
Molly, aterrorizada, siguió sufriendo todo tipo de vejaciones por parte del hombretón negro… Ahora le dijo:
- “Tengo algo grande dentro de mis pantalones que necesita que lo chupen y los dos sabemos que una señora como tú, necesita una polla negra y tiesa en la boca... Baja mis pantalones y saca mi polla"
Con los ojos llenos de lágrimas, Molly vio marcada la polla del hombretón en la parte delantera de sus pantalones como queriendo salir y supo sin verla que sería enorme... Al estar totalmente indefensa, tuvo que levantar su mano temblorosa para agarrar la cremallera de sus pantalones y bajársela con miedo porque sabía lo que vendría después.
"Continúa, perra… Agarra mi polla y sácala", le amenazó.
"S... Sí, señor", gimió Molly metiendo su mano en los pantalones y sintiendo inmediatamente la enorme, caliente y tiesa polla del hombretón negro.
"Continúa, pequeña perra blanca… Saca mi gran polla, juega con ella y dale besos… Continúa."
Molly, nerviosa, se las arregló como pudo para sacar la polla tiesa del hombretón negro y sacársela al aire libre, donde sobresalía enorme y obscena.
- "Oooh... Oooh, Dios mío", gimió abriendo exageradamente sus ojos.
Ella casi se desvaneció cuando la vio... Era la polla más grande y caliente que jamás había visto… Enorme, negra y tiesa como una tabla... Tenía gotas de pre-cum goteando de su punta, mientras se agitaba frente a su cara surcada de lágrimas.
"¿Qué te parece?... Apuesto a que nunca has visto una polla tan grande y caliente, ¿verdad?... Seguro que no la tiene ninguno de la gente que conoces, eh?.. Apuesto a que no has tenido nada ni la mitad de grande dentro de ese jugoso coño de ama de casa, ¿verdad?”, se rió entre dientes.
"Nnn... No señor... No la he visto jamás", gimió Molly.
"Sí… Lo sé… Es mucha polla para una pequeña ama de casa como tú, ¿no?"… Continúa, perra… Juega con mi gran y negra polla y comienza a besarla toda... ¡¡Ya!!... Y saca también mis bolas grandes, que quiero que me las beses y me las lamas”, le ordenó.
"Oh, Dios... Oh, por favor... Yo... Yo nunca..nunca he hecho eso... Ooooh... Por favor... Por favor...", gimió Molly, sin creer lo que estaba a punto de hacerle al hombretón negro… Sin acabar de creerse que estaba en un callejón, desnuda y de rodillas con los dedos alrededor de una enorme polla negra muy tiesa.
"Ahora, estaba empezando a creer que no eras una perra blanca apretada… Pensé que aprendiste la lección anterior cuando metí mi dedo en tu culo... ¡¡Maldita sea!!... ¿Me están diciendo que no te gusta mi gran polla negra?... Porque me vas a enojar mucho."
"Oh, no... No... Yo no dije eso... Me gusta... Me gusta mucho... Es... Es muy agradable... Muy, muy agradable", gimió aterrorizada.
"Entonces dime cuánto te gusta mi gran polla… Dime cuánto te gusta jugar con pollas grandes y negras y cómo te gusta besarlas, lamerlas y chuparlas", le dijo retorciendo los dedos en su cabello.
"Yo... amo las grandes..grandes pollas negras... Me.. gusta mucho besarlas y..y lamerlas y chuparlas", gimió la pobre Molly muerta de miedo.
"¿Y te gusta frotar una gran polla negra por todo tu jugoso coño de ama de casa, verdad?”
"Oooh... Oh sí... Me..me gusta frotar una gran polla negra sobre mi..mi jugoso y pequeño coño de ama de casa", sollozó avergonzada e impotente por lo que le obligaba decirle.
"Eso es, señora... Eso es lo que quiero oír… Ahora, besa y lame mi gran polla por todas partes… Me has convencido de cuánto te gusta”, gruñó peligrosamente.
Con un gemido de terror y lágrimas corriendo por sus mejillas, la pobre Molly se inclinó hacia delante y, con los dedos envueltos alrededor de la base de la enorme polla tiesa y negra, comenzó a besarla hacia arriba y hacia abajo por el enorme tronco... Sintió el intenso calor de la polla monstruosa contra sus labios, sollozando mientras lo hacía… No tenía otra opción.
- "Vamos, cariño… Quiero sentir tu lengua... Dale una buena lamida a la punta de mi polla", le dijo.
Demasiado aterrorizada para siquiera pensar en resistir y temer por su vida, Molly sacó la lengua y lamió alrededor de la cabeza del enorme pene negro y luego el largo tronco de arriba abajo.
- "Ooooh, así... Así... Lame mi polla, perra… Lame mi polla como una buen puta ama de casa que eres… Es muy agradable lo que me estás haciendo... Ooooh sí… No te olvides de mis grandes bolas negras... Necesitan besos y también lamidas... Sigue", gruño
Molly buscó obedientemente en los pantalones y sacó sus enormes y peludas bolas.
- "¡Continúa, coño!... Dale besos con eso labios tan carnosos que tienes… Quiero sentir tu lengua trabajando en mis bolas grandes y calientes… Bésalas y pasa la lengua por ahí... Continúa", gruñó.
Molly levantó la enorme polla negra contra el estómago del hombre y a regañadientes acercó su rostro a sus grandes bolas colgantes, las besó varias veces y se las lamió según lo ordenado.
- "Ahora, ¿qué tal si te follo en la boca?... Ya verás como te gusta abrir abrir esa jugosa y pequeña boca para que yo puedo poner mi polla ahí dentro y darte una buena follada", le dijo.
Tratando de evitar lo inevitable, Molly besó y lamió la polla y las bolas del hombretón negro con mayor entusiasmo... La idea de tener que meterse la enorme polla negra en su boca y chuparla la horrorizaba… Y si fuera él quien se la metía en su boca, ¿qué haría ella?
"Continúa, perra… Abre esa boquita para que pueda darte una buena cogida jugosa… Vamos, continúa", gruño de nuevo.
"Oooh... No... No...", gimió Molly impotente.
"No, qué?... ¿Diablos!... Voy a correrme en tu boca y te lo tragaras todo como una buena hija de puta."
"Oooh... Pero si yo nunca... nunca... Oooh... Por favor... Nadie me hizo... me hizo hacer eso", gimió Molly.
"Abre la boca, perra... Quiero meterla… Si no lo hacen, voy a inclinarte y joderte el culo… ¿Te gustaría más eso?, le dijo frunciendo el ceño amenazadoramente.
"Oh, no... Nooo... No me la metas por el culo... Por favor... Yo... abro la boca y te la chuparé bien... Yo... te dejaré correrte en mi boca ... Oh, por favor, no me metas por el culo... ", gritó Molly, incapaz de imaginar una polla tan grande metida en su culo virgen.
Absolutamente aterrorizada, la inocente ama de casa abrió la boca, trago lo que pudo de esa enorme polla negra y comenzó a chuparla como una vulgar puta.
- "Oooh, así… Chúpala, perra… Chúpala mientras te jodo por la boca", gruñó mientras la follaba de ese modo provocándole arcadas.
Sollozando Molly movió la cabeza hacia arriba y hacia abajo sobre la polla monstruosa a pesar de las arcadas… Su mente se tambaleó ante la horrible idea de tener que tragar su descarga de semen caliente en su boca, en cualquier momento… Ella no podía imaginar la cantidad de esperma que debía almacenar ese par de bolas tan grandes y cómo iba a tragárselo todo, pero sabía que iba a tener que hacerlo o él podría decidir meterle la polla en su culo.
- "Oh, sí... Oh, sí… Chúpalo, perra… Me voy a correr... Me voy a correr en tu boca... Prepárate, puta… Tendrás un buen y jugoso bocado", gruñó mientras la boca de Molly se deslizaba húmeda arriba y abajo a lo largo de su enorme polla negra.
Con la boca llena de polla, Molly dio un fuerte chillido cuando sintió el primer chorro de esperma caliente golpear la parte posterior de su boca... Esto fue seguido por varios más que inmediatamente llenaron su boca de esperma, dejándola sin más remedio que tragar con un trago claramente audible... El hombre corpulento la agarró por el pelo para que tragara todo… Y ella lo hacía tragando como podía, aunque no podía evitar que algo de eso saliera por las comisuras de sus labios y goteara por su barbilla.
- "Oooh, sí… Chupa mi jugosa polla, perra… Traga todo mi esperma caliente", le dijo mientras continuaba bombeando chorro tras chorro en la pequeña boca de Molly.
La pobre mujer tragó y tragó, con los ojos muy abiertos, haciendo lo mejor que pudo para mantener la fuente de la enorme polla negra en su boca hasta que, finalmente, su corrida terminó y él tiró de su cabeza hacia atrás para ver su cara llena de lágrimas y sus labios cubiertos de semen.
"Eso estuvo muy bien, señora", le dijo frotando su polla en su mejilla.
"Por favor... ¿Puedo irme ahora?... Yo.. hice lo que querías... Por favor, déjame ir", sollozó Molly, sin creer lo que acababa de hacer.
"¿Qué?… "¿Me están diciendo que no te lo están pasando bien?... ¿Me están diciendo que no te encanta chupar mi gran polla negra?... ¿Es eso lo que estoy escuchando, señora?... Porque si es así, me voy a enojar mucho", gruñó.
"Oh, no ... Eso no es lo que estoy diciendo... Me lo estoy pasando muy bien... Me encanta chupar tu gran polla negra... Yo,..lo hago muy a gusto... Por favor, no te enfades", chilló Molly de miedo.
"Maldita sea, señora… Ni siquiera todavía lamí tu coño… ¿Quieres irte antes de que pruebe tu bonito coño blanco?... Maldita sea… Tendré que golpearte y joderte por el culo para enseñarte quién es el jefe "
"Oh, no... Tú eres el jefe... Tú.. no tienes que enseñarme… No me golpees... Por favor, no me golpees", chilló la pobre ama de casa.
"Bueno, ¿qué tal si me ofreces un buen espectáculo de coño, señora?... ¿Por qué no te acuestas ahí y te abres de par en par?... Quiero ver un lindo coño blanco y quiere verlo ahora", gruñó empujando a Molly, aterrorizada y sollozante, hacia un viejo y sucio colchón que había en el suelo."
"S..Sí, señor", sollozó Molly acostándose rápidamente de espaldas sobre el sucio colchón, levantando las rodillas y separandolas con temor, lo más posible, para complacer al horrible hombre.
"Sí… Eso es, señora… Eso es lo que quiero ver", le dijo mirando entre los muslos ampliamente separados de Molly hacia su coño completamente expuesto.
El hombre corpulento se arrodilló entre las piernas de la pequeña Molly, que sollozaba sin parar y alargó la mano para hacerle cosquillas con un dedo entre sus labios vaginales.
- "Este pequeño coño esta muy mojado… Es agradable y bonito... Me gusta… Especialmente cuando está tan húmedo y jugoso... Bonito coño… Muy bonito", le dijo sonriendo.
Molly chilló y se meneó involuntariamente mientras el dedo del hombre exploraba su indefenso coño, haciéndole cosquillas en su pequeño agujero mojado.
- Mmmm... Este pequeño coño está pidiendo que me lo coma… Voy a lamerlo para ver cómo sabe", le dijo inclinándose y besando el interior de los muslos ampliamente separados de Molly.
El hombretón negro procedió a lamer el interior de los temblorosos muslos de Molly, yendo lentamente hacia su pequeño coño... Luego lamió los costados de su coño y al final, le dio un beso largo y jugoso en pleno coño.
Molly dio un chillido cuando sintió que la gran lengua del hombre lamía directamente entre los labios de su coño y le hacía cosquillas en su clítoris… Luego dio otro chillido cuando lamió su pequeño y húmedo agujero y la metio hacia adentro.
- "Me encanta tu coño, señora… Me gusta lo mojado que lo tienes… Así puedo saborear muy bien el jugo que segrega tu coño... Ahora mantén esas piernas bien separadas, que quiero seguir lamiendo tu coño" le dijo.
Con sus poderosas manos separó mucho los muslos de Molly y se puso a trabajar con la lengua su pequeño coño... Ella chilló y chilló cuando la gran lengua se deslizó entre los indefensos labios de su coño y sondeó su pequeña y húmeda entrada.
"Oooh... Oh, no ... Oooh... Oh, no", chilló, apretando su agujero del coño alrededor de la lengua larga y caliente.
Tu coño se está poniendo caliente, ¿verdad, señora?... ¿Le gusta mi lengua cómo te lame tu jugoso coño, eh?... Ahora veamos a qué sabe tu ano”, le dijo riendo a carcajadas.
"Oh, no... El ano,no... Por favor... Aaaah… Aaaah", Molly chilló cuando el hombretón fácilmente empujó sus piernas sobre sus tetas y puso su rostro entre sus gordas y temblorosas nalgas… Sacó la lenguay se puso a lamerle el ano.
"Mmmm... Qué delicioso… Qué culo", murmuraba el gran hombre negro mientras su lengua exploraba el ano de Molly.
Molly chilló en voz alta, apretando las nalgas regordetas alrededor de la cara del hombre mientras lamía su pequeño y sensible ano.
"Aaaah... Aaaah... Oh, no... Ooooh… No... No... No", se quejó ella mientras la lengua caliente del hombreton negro le lamía su ano.
"Vamos, pequeña perra ama de casa… Dime cuánto te gusta… Dime qué tan caliente te pone... Dímelo ya."
Todavía aterrorizada, la pobre Molly no pudo evitar ponerse caliente… Nadie la había lamido el culo… Totalmente humillada, no podía negar el efecto que la lengua caliente del hombretón negro estaba teniendo sobre ella y que se acumulaba rápidamente en su coño… Una calentura que rápidamente la estaba llevando al límite.
- "Oh, sí... Me gusta... Ooooh... Me gusta… Eso.. me está poniendo caliente... Me está poniendo muy caliente... Ooooh... Pon tu lengua en mi culo... Por favor, pon tu lengua en mi culo y lámame mucho… Ooooh"...", chilló, incapaz de controlarse.
El corpulento hombre negro humedeció la lengua entre las nalgas temblorosas de Molly y luego volvió a lamerle el coño recalentado.
- "Oooh, Sí... Ooooh... Lame mi coño... Lame mi pequeño y caliente coño... Oooh... Oooh... Voy a correrme... Voy a correrme”, gritó.
Molly chilló, juntó cuando su pequeño coño estaba en la boca del hombretón y comenzó a soltar jugos incontroladamente.
- "Oooh... Dios mío... Yo... me estoy corriendo... Me estoy corriendo… Oh, Dios mío... Oooh", chilló cuando el jugo del coño salió de entre sus labios vaginales para ser lamido por el hombretón negro.
Cuando el orgasmo de Molly disminuyó, los sentimientos de humillación y vergüenza la invadieron… Humillación al ser forzada a someterse a tal acto por un violador… Y vergüenza por haber perdido el control y tirar tanto jugo.
Poniendo su rostro en sus manos, comenzó a llorar desesperadament
- "¿Por qué lloras, perra?... Si quieres llorar, te meteré mi gran polla en tu ano y así tendrás algo por lo que llorar", se burló.
El hombre corpulento se puso de rodillas con su enorme pene negro sobresaliendo tieso y le dijo mientras acariciaba obcenamente su monstruosa polla:
- "Mira esto, perra… Mira cómo lamiéndote el culo y chupando tu coño, se me ha puesto... Tengo otra erección de nuevo y necesito descargar mi semen. Así qué vamos a hacer algo para mi polla, eh?"
Molly miró entre sus dedos y con los ojos llenos de lágrimas y vio la enorme y tiesa polla y supo que estaba realmente en problemas.
"Después de haber bombeado tu boca y llenártela de esperma caliente, creo que voy a meter mi polla dentro de tu jugoso coño y bombear allí... Sí… Voy a follarte el coño, señora", le dijo.
"Oooh… Por favor, señor... Es..es demasiado grande... Por favor, no lo meta en mi.. mi coño... Por favor, no " grito Molly aterrorizada.
"Sí, tienes razón… Es demasiado grande para tu pequeño coño… Voy a metértela por el culo y bombear hasta correrme."
"Oooh, no... Nooo... Mételo en mi..mi coño... Por favor", le dijo Molly gritando aterrorizada ante la idea de que un pene de ese tamaño se lo metiera en su culo virgen.
"Pídemelo, perra… Pídemelo… Y dime por qué debería joderte el coño en lugar de darte por el culo", le preguntó amenazadoramente.
"Por favor, jodeme mi coño... Por favor… Mi.. Mi coño es agradable y caliente para ti ... Por favor, pon tu gran polla dentro de mi pequeño coño caliente y follame bien... Por favor", sollozó Molly.
"Pues no sé que hacer, señora… Ese gordito y blanco culo tuyo se ve muy bien para mí… ¿Vas a menearte y darme una buena cogida?", sonrió, disfrutando del terror de la pequeña ama de casa.
"Oh, sí... Yo.. me moveré muy bien para darte placer a ti... Yo.. te daré una cogida muy jugosa... Yo lo haré", le respondió la pobre Molly entre lágrimas.
"Hazle cosquillas a tu coño… Tócatelo bien y haz que sea agradable para mí", le ordenó a la pequeña ama de casa asustada.
Inmediatamente Molly movió una mano entre sus piernas ampliamente separadas y comenzó a tocarse con un dedo hacia arriba y hacia abajo por su hendidura exhibida abierta.
"Mira... Yo.. me estoy tocando el coño como me lo has pedido... Yo.. voy a hacer que mi coño sea agradable para ti... Por favor, jóde ya mi pequeño coño… Jódeme", le dijo sollozando la pobre Molly presa de pánico.l
"Seguro que eres caliente, ¿verdad, señora?... Tienes el culo apretado para ofrecerme tu coño a esta gran polla negra antes de que te folle ¿no es así?”, le preguntó burlonamente.
"Oh, sí... Yo.. soy una perra muy caliente... Por favor, pon tu gran polla negra dentro de mi pequeño coño mojado y fóllame... Por favor, fóllame", gritó Molly gritó mientras se masturbaba su coño para darle placer visual al hombretón negro.
"Está bien, ya lo has conseguido… Te voy a joder como nunca antes han jodido... Voy a meterte mi gran polla en tu jugoso coño y llenártelo de esperma caliente", le dijo cogiendo su enorme polla en una mano y avanzando para frotar la cabeza contra el pequeño y asustado coño de Molly.
Molly dio un chillido cuando la cabeza de la gran polla del hombretón se metio en su agujero bien húmedo del coño y acto seguido le metio 12 cm del tronco de polla.
"Aaaah... Aaaah... Oh, Dios mío... Es demasiado grande para mi pobre y pequeño coño… Aaaah… No me la metas toda", le dijo mientras su coño se deformaba y estiraba para aceptar esa polla increíblemente grande.
"Eso es, señora… Chilla y ruega", se burló, metiendole otros cinco centímetros por el indefenso coño de la ama de casa."
"Aaaah... Oh, Dios mío... No metas más... Por favor", suplicó.
"Aún falta meterte un poco más, perra… Sobre unos 12 cm. más o menos para comenzar a joderte", le dijo.
"Aaaah... Oooh... Oh,Dios mío… Aaaah", Molly aguantó mientras el hombretón le metía otros cinco centímetros de polla negra.
"Vamos, empieza a mover a ese gordito culo alrededor de mí… Muéstrame cómo jodes, mientras voy a meterte algo más de polla en tu coño."
"Oh no... Por Dios, no... No me metas más polla... Por favor… Yo.. meneo mi..mi pequeño culo regordete… Oooh... Tu polla es muy grande... Muy grande y caliente... Oooh… Estás destrozando mi pobre coño", se lamentó la pobre Molly, apretando los siete centimetros de grosor de esa monstruosa polla negra.
"Eso es, perra… Mueve ese culo y dime cuán buena jodedora eres", gruño.
"Oooh... Yo.. soy una buena jodedora... Soy muy buena jodedora…
Oooh, mi coño... Mi coño está muy caliente... Fóllame... Fóllame", le pidió Molly chillando, comenzando a perder el controly vergüenza.
"Toma polla, perra blanca", murmuró, follando con su enorme pene dentro y fuera del coño de la pobre e indefensa ama de casa.
"Oh, sí... Yo.. estoy aprendiendo mucho… Ooooh… Yo nunca tuve una polla así de grande, metida en mi coño", chilló Molly, mientras su coño comenzaba a babear jugo y apretaba fuertemente la monstruosa polla, que se lo deformaba por el grosor que tenía.
Aunque aterrorizada por la sumisión, Molly nunca había tenido tanta polla metida en su coño y las sensaciones abrumadoras que tuvo la hicieron perder su vergüenza y humillación.
- "Oooh... Oh, Dios mío... Fóllame... Por favor, follaaaammeeeee... Ooooh... Yo me voy a.. correr" grito al borde del orgasmo
Con un chillido y con sus tetas rebotando, Molly fue al límite y comenzó a correrse sobre la polla del hombretón negro.
"Oh, Dios mío... Aaaah… Aaaah”, se quedo quieta mientras sus jugos se derramaban mojando la polla gigante que rellenaba su coño.
"Así, perra…Me has lubricado muy bien mi pollón… Ahora voy a bombear tu jugoso y pequeño agujero de coño... Prepárate, perra... Voy a tirarte tanto esperma caliente en tu coño que se saldrá a chorros de tu boca... Aquí viene ya... Aquí viene. "
Molly sintió claramente el primer chorro poderoso de esperma caliente en su coño todavía cremoso y chilló… Sus chillidos se hicieron más fuertes con cada explosión sucesiva mientras le llenaba el coño con su semen.
La corrida del hombretón negro le pareció interminable, lo que hizo que la pequeña ama de casa violada, abriera los ojos y saltara con cada chorro caliente de semen que le llegaba a su chocho.
Cuando finalmente el hombretón negro terminó, sacó su enorme y goteante polla y se la puso en la cara surcada de lágrimas de Molly y la hizo que la besarla y lamiera hasta dejársela limpia.
La pobre pequeña ama de casa, aterrorizada, y bien violada, se derrumbó y sollozó incontrolablemente sobre el sucio colchón.
"Oh, Dios... No puedo más... Por favor, no me humilles más", le rogó con lágrimas en los ojos.
"Te digo, señora, que tienes un gran pedazo de coño... Creo que te dejaré ir, pero quiero hacer una cosa más contigo."
"¿Una..una cosa más?... Oh, no, por favor... No me hagas más cosas, por favor", gimió patéticamente, Molly.
"Bueno… Parece que no quieres que te deje ir… Me alegro… Voy a hacer que me chupes la polla de nuevo y follarte otra vez."
"Oh, no .. Nooo... Déjame ir... Por favor, déjame ir... Te lo ruego... Por favor, no me jodas más" chilló aterrorizada.
"Señora, podría joderlos toda la noche si quisiera, pero estoy tratando de ser amable… Ahora no la dejaré ir hasta que consiga lo que quiero."
"¿Qu..qué me quieres hacer?", preguntó Molly gimiendo.
"Quiero poner otra vez mi dedo en el culo como lo hice antes... Me gustó mucho hacerlo y quiero repetir… Tienes un gordo culo, que me gusta mucho… Si no me dejas hacerlo, estoy pensando meterte mi polla ahí dentro."
"Ooooh... Nooo... Por favor... No quiero que me hagas eso… Me dolió mucho cuando me haciste eso", gritó Molly asustada.
"O.K., perra… Voy a dejarlo pero te meteré mi polla."
"Oh No... Oh, Dios, no... Nooo", gritó Molly de pánico al pensar en una polla de ese tamaño metiéndosela por su culo.
"Dime, perra, ¿qué quieres que te meta por ese culo: mi dedo o mi polla.”
"Tu..Tu dedo... Por favor... Tu dedo", sollozó.
"Pues ponte de rodillas, pega tu cara en el colchón y pon tu culo en el aire para que pueda meterte mi dedo y jugar con tu ano."
Totalmente degradada, Molly sabía que no tenía otra opción y, resignándose al menor de los males, asumió la posición humillante.
El hombretón negro se rió, golpeándole su culo y jugando con él durante unos minutos, disfrutando de la forma en que rebotaba y se sacudía en sus grandes manos... Él le hizo cosquillas con el dedo entre las nalgas regordetas del culo, haciéndola chillar de miedo y de repente metió su dedo directamente sobre su pequeño y apretado agujero anal.
"Aaaaagg... Aaaaaggg...", gritó Molly cuando el dedo corazón, el dedo grande, se lo metió hasta el segundo nudillo y lo retorció.
"Aaaaagg... Oooh... Oh, no... Aaaagg."
El corpulento hombretón folló con el dedo el pequeño ano de Molly, disfrutando de sus gritos, chillidos y sollozos, durante varios minutos antes de sacarlo finalmente... Luego la puso de pie por el pelo y la hizo ponerse las bragas.
- "Vamos, coño… Vuelve al coche... Voy a dejarte ir."
Tan aliviada como estaba de haber sobrevivido a esta terrible experiencia y finalmente haber podido salir de ella, Molly, sollozando y vestida sólo con bragas, se dio cuenta de que estaba en la misma situación en la que se encontraba cuando se había quedado sin gasolina.
"Pero..pero yo.. no puedo ir así a casa… Yo,.. todavía estoy sin gasolina", gimió cuando él abrió la puerta de su coche y la empujó dentro.
"Te mentí sobre la gasolinera para disfrutar de tu cuerpo... Hay una calle abajo… Sólo tienes que quitar el freno de tu coche y poco a poco bajara la calle, que es cuesta abajo” le dijo sonriendo burlonamente.
"Per,... Pero mi billetera... Tienes mi bolso... Y.. Y mi ropa... Yo.. necesito mi ropa... Yo..Yo no puede ir así..sólo con mis..mis bragas y sin dinero... Por favor", sollozó.
"No creo que vayas a necesitar dinero… Cuando los chicos de la gasolinera te vean con las tetas al aire y en bragas, te llenarán el deposito… Sólo tendrás que quitarte las bragas y que te follen para pagar la gasolina… Eso es todo… Tendrás que ser muy amables con ellos y darles todo lo que quieren”, se rió entre dientes,
Aunque acababa de ser violada por completo, Molly no podía creer lo que estaba escuchando… En realidad estaba diciéndole que si quería gasolina en su coche, tendría que tener relaciones sexuales con chicos jóvenes... Y eso era absolutamente impensable… Antes de que ella pudiera protestar, el hombretón negro se había ido y se había llevado su dinero y ropa con él.
Llorando, Molly soltó el freno de mano, lo puso en punto muerto y, con la pendiente que había en la calle, el coche se deslizo poco a poco y se dirigió a la gasolinera.
Ella temblando de humillación vio como un adolescente negro, alto y desgarbado, se acercó a su coche, miró y sonrió ampliamente.
Molly puso un brazo sobre sus tetas y el otro sobre sus bragas, sonrojándose de vergüenza.
"Por favor... Yo.. necesito gasolina... Me robaron... Yo.. no tengo dinero... Puedo pagarte mañana... Por favor", le dijo tartamudeando.
"Tom… Ven aquí... Echa un vistazo a esto", le gritó a un chico más joven.
"Por favor... Sólo dame algo de gasolina... Por favor... Yo.. te pagaré mañana... Lo prometo", gritó Molly llena de vergüenza mientras el otro chico se acercaba.
"¡Ostras!… Ella sólo lleva bragas", dijo el chico más joven, con los ojos muy abiertos.
"Señora… No podemos darle gasolina sin dinero… ¿Qué opinas, Tom?, dijo el chico mayor.
"Bueno… Quizás podríamos darle un poco si se quita las bragas y nos enseña su coño."
"Vale… Nos enseñas el coño y nos hacen una mamada a cada uno y te daremos algo de gasolina", le dijo el mayor,sonriendo.
"Por favor, muchachos... Yo.. no quiero hacer eso... Por favor", les dijo tartamudeando.
"Vamos, señora, no tenemos mucho tiempo… Es mejor que se quite las bragas y nos deje jugar un rato con su coño”, le dijo el mayor.
"Sí… Si quieres gasolina, tienen que darnos un poco de tu coño", dijo el más joven.
"Oh, por favor, muchachos... No me hagan eso", sollozó Molly.
"Está bien, señora… Puede quedarse ahí sentada toda la noche... Nosotros nos vamos a dormir.", le dijo el chico mayor.
"Muy bien ... Muy bien Yo.. les dejaré jugar un poco con mi coño pero.. pero prométeme que me darás gasolina", les dijo Molly resignada ante su desgracia.
"Escuchaste eso, Tom… Se va a bajar las bragas y nos a dejar jugar con su coño... Llevémosla dentro para que podamos divertirnos con ella", dijo el chico mayor emocionado,
"¿Dentro?", "No, dentro, no... Yo.. no quiero ir dentro", tartamudeó.
"Señora, no podemos tocarle el coño aquí a la intemperie… Tenemos que entrar dentro para disfrutar tranquilos y que nadie nos moleste", le dijo el mayor.
Totalmente atrapada, Molly permitió a regañadientes que los chicos empujaran su coche hacia un compartimento y cerraran la puerta.
Esperó, temblando en el coche mientras ellos cerraban rápidamente la gasolinera, sin creer lo que estaba a punto de hacer con estos chicos con tal de conseguir gasolina... La desgracia, la humillación y la vergüenza eran casi demasiado grandes para soportarlos pero no tenía otra solución.
Los chicos la obligaron a sentarse en el asiento trasero con ellos a ambos lados de ella.
- "Vamos, señora, bájase las bragas y enseñenos su coño", le dijo el chico mayor.
Cerrando los ojos con fuerza, Molly se agachó, agarró la goma de sus bragas y se las bajó, ofreciéndoles su coño.
- "Mira que coño más bonito, ¿verdad?", dijo el joven Tom con la boca abierta cuando Molly le enseño su coño y éste no tardó en comenzar a tocárselo, al igual que a chuparle las tetas.
Molly tuvo que sentarse pasivamente y sollozar mientras los chicos le tocaban y jugaban con su coño.
Cuando pensó que habían jugado lo suficiente con su coño, pidió la gasolina... Los chicos se rieron y le dijeron que iba a tener que hacer más que dejarles tocarle el coño si quería gasolina... No fue hasta que ella les chupó los dos penes y dejó que cada uno de ellos la follara en el asiento trasero para conseguir que finalmente llenaran su deposito y la dejaran ir.
Completamente desnuda porque los chicos habían insistido en quedarse con sus bragas, Molly condujo fuera de la gasolinera.
En su desesperación por salir de allí lo más rápido posible, giró sin darse cuenta por una calle lateral que era un callejón sin salida y desierto.
Para su horror, antes de que pudiera dar la vuelta al coche, de repente la rodearon una pandilla de veinte jóvenes... No tuvo tiempo de cerrar la puerta antes de que uno de ellos la abriera.
- "Guuuaaaauuu!!... Mirad, que tenemos aquí… Parece que hemos cazado hoy un buen coño blanco… ¿Quién va primero?", dijo uno de ellos mientras los otros se reunían para mirar a la pequeña ama de casa aterrorizada, sollozando y desnuda.
Molly gritó desesperada… Sabía lo que iba a pasar… Lo sabía perfectamente… Y contó veinte chicos.
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