Las cuatro de la tarde y no he garchado

El negro me había dejado desarmada, me dolía todo el cuerpo, mis tetas , mis nalgas y mis pezones… rabiaban de tanto manoseo… Cuando bajé del ascensor, al caminar hacia mi apartamento me temblaban las piernas, y tuve que abrirlas exageradamente por el ardor que tenía en el ojete. Me tiré en la cama y me quedé seca de inmediato. Desperté cuando ya caía la tarde, pregunté a recepción si tenían el teléfono de la rotisería y pedí medio pollo al spiedo y jugo de naranja.

21er. DÍA LUNES 22

LAS CUATRO DE LA TARDE Y NO HE GARCHADO

El negro me había dejado desarmada, me dolía todo el cuerpo, mis tetas , mis nalgas y mis pezones… rabiaban de tanto manoseo…

Cuando bajé del ascensor, al caminar hacia mi apartamento me temblaban las piernas, y tuve que abrirlas exageradamente por el ardor que tenía en el ojete.

Me tiré en la cama y me quedé seca de inmediato.

Desperté cuando ya caía la tarde, pregunté a recepción si tenían el teléfono de la rotisería y pedí medio pollo al spiedo y jugo de naranja.

Mientras esperaba le mandé un mensaje a mi novio, confirmándole que llegaría a Bs As el jueves alrededor de las 20 hrs. en el Ferry.

También le pasé aviso de mi retorno al veterano que tenía de novio informal, pero sin decirle hora ni nada… Por las dudas, viste…

Terminé intentando hablar con mi vieja, pero no logré que me atendiera, así que le dejé un mensaje.

Llegó el pollo, cené en la cama mirando tele, y volví a dormirme.

Al otro día me despertó, el insistente sonar del teléfono, con una llamada del Juez.

Me preguntó si era ese día que viajaba, le dije que no, que era al otro día, el jueves, y agregué un… ¿Por qué pasó algo?

No nada… estamos en el parrillero con el canciller, preparando unos chorizos y charlando, y decidimos invitarte a almorzar, porque se nos ocurrió algo y queremos hacerte una propuesta.

Le acepté la invitación y me dijo que entonces Samuel me pasaría a buscar a eso de las 11.

Me duché, y como aún faltaba más de una hora para que viniera Samuel, aproveché a pasarme por todo el cuerpo una crema de aloe que me gusta mucho.

Cuando decidía cómo vestirme, se me ocurrió estrenar unos pantalones que me había regalado el comisario…  (seguramente con la guita que hizo conmigo).

Mientras me los probaba frente al espejo, pensé… están buenos, pero, para cojer son muy incómodos…

Y me dije… Dios mío… Que emputecimiento tengo….

Al final me coloqué un vestido que me había regalado el juez, …

Pasó Samuel a buscarme y partí rumbo a la casa del Juez, llegamos y me esperaban él y el canciller…

(Lo recuerdan, el gordo que es patrón del negro Samuel).

Estaban los dos junto al parrillero, pero, cuando llegué, lo primero que hizo el Juez fue pedirme que lo acompañara al supermercado, y por supuesto acepté gustosa.

Después me di cuenta, que lo que buscaba era poder charlar un poco a solas y tranquilos.

Directamente, al supermercado no fuimos.

Estacionó su camioneta bajo unos pinos…

…y dijo…

Si alguna de mis preguntas te molesta, dímelo sinceramente… de acuerdo?

Si, de acuerdo, pero, porque me va a molestar…

No me voy a poner con mucho detalle de lo que conversamos, pero les digo que las preguntas que me quería hacer eran más que nada referentes a cómo era la relación con mi novio, qué planes teníamos, cómo era él, si tenía alguna idea de mis picardias, ese

tipo de cosas.

Se llevó una gran sorpresa, cuando le conté el tipo de relación que teníamos. Y que nuestros planes eran ser una pareja abierta.

Le puse como ejemplo, la fiesta que había organizado con dos amigos, antes de venirme, y que me hizo garchar sin problema alguno.

Luego para hablarle claro, agregué…

Por supuesto… que él sabe muchas cosas, pero ni se imagina, al grado de emputecimiento que yo he llegado…

Pero igual, todo bien.

El dijo, bueno después seguimos charlando…

Regresémos, así con el canciller te contamos de qué viene la cosa…

Apenas me acomodé con un vaso de whisky, el juez arrancó preguntándome…

Decime Noe, que posibilidad existe de que viajes a Buenos Aires, veas a tus viejos, arregles lo que tengas que arreglar…

Y después, en los primeros días de febrero, regresés a pasar todo el mes invitada por nosotros, alojada aquí en mi casa.

Si aceptas, nosotros pagaremos todos los gastos, incluidos los de tu viaje a Bs. As., ida y vuelta. Además te ganarías un muy buen dinero.

La invitación me interesaba, quería saber más…

Pregunté qué era lo que estaban planeando y ahí, el canciller intervino diciendo…

Por supuesto Noelia, pregunta todo lo quieras, nuestro deseo es que te quede todo bien claro, no nos interesa engañarte, tú no te lo merecés.

Te explico, imagino sabés, que en febrero, la gente que se mueve aquí en Punta del Este, es de otro tipo, una movida más tranquila.

-Si dije… Nunca he estado en febrero, pero me han comentado.

Bueno, nosotros entre el 5 y el 8, vamos a recibir varias personas con las que tenemos sumo interés en concretar algunos negocios...

Por lo que, nos vendría muy bien tener una anfitriona como tú, para que se sientan bien atendidos y predispuestos a llegar a un acuerdo con nosotros, entre otras cosas.

La idea es que estén siempre acompañados, cuando van a la playa, o a pasear, por ejemplo…

Y lógicamente, procurar entretenerlos con todo aquello que veamos que les atrae y los hace sentirse bien.

Enseguida agregó, además, si se diera la ocasión de vivir esas experiencias que a tí tanto te gustan, sabés que estarás protegida y bien cuidada.

Porque, imagino que en algún o algunos momentos, se va a dar lo que tu sabes… Nooo?

Samuel anunció que estaban prontos los chorizos, y yo aproveché la pausa para pensar un poco.

En definitiva, pasaría un mes más en Punta del Este, no gastaría un centavo, y me ganaría unos buenos dolares.

La verdad, no le veía las contras…

En la sobremesa, entre todo lo que hablamos, en determinado momento que quedamos solos, el Juez me preguntó si era viable invitar a mi novio, para que él también viniera a pasar febrero acompañándome y disfrutando un poco.

Lo quedé mirando, porque realmente me sorprendió, entonces le dije… me estás hablando en serio, porque él estaría loco de la vida, no conoce Punta del Este…

Siempre dice que le gustaría venir,pero ,no ,no , no sé, lo estás diciendo en serio.

En esa situación, sin darme cuenta había empezado a tutearlo, en serio Ernesto me estás hablando en serio o me estás haciendo una broma, no comprendo bien por dónde viene la mano.

No mi amor, es totalmente en serio…

Y te aclaro Noelia, yo estaría encantado de recibirlo en mi casa, mi única duda, es si habría algún problema. O si tu te sentirías condicionada, en caso de darse algún planteo para hacer una fiestita o alguna cosa de ese tipo.

Con el canciller estábamos hablando, que para nosotros sería muy importante conocerlo y ver cómo nos entendemos.

A nosotros se nos ocurrió, por otras cosas que podrían llegar a plantearse, pero no quisiera adelantarme a los acontecimientos.

No Ernesto, no seas malo, no me dejés así. Dame algunos datos más…

Bueno, hagamos una cosa, ¿ tenés algún compromiso hoy, que tengas hora para irte?

No Ernesto, ninguno…

Entonces qué tal si, cuando se haya ido el canciller, nos vamos a mi dormitorio, que tengo unos regalos que te compré para que te los pruebes.

Y en las dos o tres horas, más o menos, que él va a demorar en volver, hablamos tranquilos y te voy contando algo más…

Así después, en la cena vos podés darnos una respuesta de lo de ahora, pero ya teniendo presente la otra posibilidad…

Eso sí, todo después que me hayas sacado un buen polvito…

¿Qué te parece?...

Bárbaro, respondí…

y… si te querés, podría quedarme hasta mañana, porque ya tengo las valijas prontas…

Eso estaría genial…

Cuando se iba el canciller, escuché que el juez dijo…

Mira que la guachita va a estar para la cena, y ahí nos dará su respuesta…

Y el canciller…

A eso está muy bueno…

En todo caso, después yo la arrimo a su apartamento…

El juez…

No ella  se va a quedar hasta mañana.

Y el canciller…

Y tenés problema en que yo también me quedé…

El juez…

Yo ninguno…

Después la consultamos a ella…

Y yo después de oírlos pensé…

Bueno… Esta noche, me pongo al día.

Ahí quedamos, y mañana les cuento. No se enojen por no haberme comido ninguna hasta ahora.

Pero, consideré necesario contarles esto, para que vayan haciéndose la idea de lo que se viene.

Un beso… Chauuuu