Las cosas que te decía bajito...

Una pequeña fantasía que te susurré una mañana...

Mmm. Me imaginaba que si, que cocinabas bien :-) Tan femenina... Seguro que haces de la cocina una forma de servicio al Amo.  Podría imaginarte, solo con collar y delantal (tal vez zapatos)... Llegar a casa y... ...llegas corriendo, haciendo botar tus tetitas jóvenes como un cachorro, porque sabes que me gusta, sonriendo, para lanzarte a besar mis zapatos... te revuelvo un poco el pelo y voy al despacho a dejar las cosas, tirándote mi abrigo encima. Lo cuelgas y me traes una copa al sofá en el que me siento, Me descalzas, masajeas y lames mis pies unos minutos y luego pides permiso para seguir cocinándome la cena.

Al cabo de un ratito, concentrada en lo que estás preparando, no te das cuenta de que estoy a tu espalda hasta que mis manos fuertes te sujetan de pronto, rodeándote. Amaso una de tus tetas con una mano y entro en tu enterpierna con la otra. Sin permisos, sin prolegómenos... Eres carne y carne que me pertenece, y así la uso. Te aprieto contra mí, te sobo, te magreo, muerdo tu oreja y beso tu cuello mientras tú, jadeando, te debates, no sabes qué debes hacer, si seguir preparando la cena -yo no te he dicho que te detengas-, si darte la vuelta y arrodillarte ante mi bragueta -yo no te he dicho que lo hagas-... Te bloqueas un poco y tu instinto de perra te enseña el camino adecuado... echas la cabeza atrás, dejas el cuchillo en la encimera y abres los brazos, dejándote hacer. Eres una muñeca entregada... eres un cuerpo para ser usado, y lo asumes... una vez más...

...

Me alejo unos centímetros, solo un instante, lo suficiente para que gimas de ansiedad por no sentirme... pero, antes de terminar el gemido, mi mano abierta empuja tu espalda, doblándote sobre la encimera en la que estabas trabajando, mientras la otra mano levanta un poco tu muslo y tu cadera, quedándote de puntillas sobre el otro pie...

Te muerdes los labios, esperando, deseando que entre en ti... musitas muy bajito, casi solo para ti "porfavorporfavorporfavorporfavorpor", sonrío y coloco la punta de mi polla en tu rajita brillante, húmeda desde que has oído mis llaves en la puerta... la muevo arriba y abajo, apretando tus labios vaginales... tu letanía se hace un poco más alta, casi un lloriqueo "PorFavorPorFavorPorFavorPorFavorPorFavor", y de un golpe de cadera, te meto mi polla hasta dentro... te empujo contra la encimera, sujeto del pelo tu cabeza contra ella, entre las cebollas y la tabla de cortar, te embisto una vez y otra, sin cuidado, sin cariño, usándote como lo que eres, una sierva, un juguete, mi relajo... a cada empuje, vas gritándome tu agradecimiento "GRACIASGRACIASGRACIASGRACIAS" Lo hago unos minutos, y, tan de golpe como la he metido, la saco...

"Límpiala". Ahora sí, te arrodillas de golpe y te afanas en tragarla, golosa, rechupeteando los flujos que la hacen brillar, enhiesta, victoriosa, tras su paseo por sus auténticas posesiones. Tras pedirme permiso con la mirada, me la guardas y besas mi bragueta... Me voy y vuelves a lo tuyo... jadeante... los pómulos rojos como la grana... tu coño chorreándote por los muslos...

...sirves la cena, para uno, y te acercas a gatas para indicarme en silencio. frotándote contra mi pierna que puedo cenar si me apetece... espero unos minutos, te inquietas, pensando que si se enfría tal vez me disguste o te castigue, intentas insistir besando mis pies... me sigues aliviada cuando me pongo en pie, intentando besar mis talones mientras camino, sabes que eso me divierte a veces...

Me siento a la mesa y te quedas en pie a mi lado, las manos a la espalda, por si necesito algo... mientras como, distraídamente manoseo tu entrepierna, tu vientre y la parte inferior de tu pecho... en un momento determinado, me limpio los labios en tus senos... "no queremos manchar una servilleta teniendo aquí tus tetas ¿verdad perra? jajaja"... "sí, mi Señor, úseme a mí,es mucho mejor", respondes contenta de verme de buen humor... te hago arrodillarte y doy trocitos a la boca, o me coloco pequeñas porciones de comida en la palma de la mano, para que la comas de ahí... me limpio los dedos y la mano en tu pelo... escupo traguitos de vino en tu cara. Cuando termino, satisfecho, escupo sobre las sobras y las pongo en un rincón de la cocina. Me coloco allí, erguido y altivo, con un pie a cada lado del plato, sonriendo... "¡come!"

...mientras comes, coloco el pie sobre tu cabeza... aprieto a veces un poco, solo por diversión, manchándote la cara... luego me coloco tras de ti y comienzo a meterte un par de dedos... quieres dejar de comer, pero te agarro por el pelo y te restriego otra vez el rostro por el plato... jajaja... qué pasa, putita, ya no tienes hambre?... intentas musitar algo pero no te entiendo, tampoco me importa, estoy absorto mirando como reaccionas a cada movimiento de mi mano en tu interior, los grandes y profundos, y los sutiles pequeños requiebros de un dedito, cómo tus gemidos, tu respiración, los movimientos de la cabeza responden, como los resortes de la marioneta que eres en mis manos. Saco la mano de tu coño, te levanto sobre tus rodillas y te abofeteo las tetas... te escupo,,, te abofeteo la cara... Mira cómo me has puesto la mano, zorra! Te apresuras a lamer mi mano hasta dejarla bien limpia...

...te cojo del pelo y te llevo a rastras, a cuatro patas, como si tu melena fuera también una correa, (y en cierto modo  lo es, porque todo son correas que te atan a servirme, las de cadena, las de pelo, las de miradas, las de palabras)... te conduzco con la cara manchada, el coño empapado, los pómulos rojos, los pezones en punta, hasta la sala, te pongo de rodillas y comienzo a follarme tu garganta con violencia... hasta bien dentro... adoro ese sonido que hace cuando llega al fondo "guic guic guic"... adoro el tacto en la punta de mi glande cuando reprimes las arcadas... adoro ver brotar esas pequeñas lagrimitas de tus bellos ojos grises... mmmm, cómo me ponen... La saco un momento y escupo en tu cara, mezclando mi saliva con la tuya, que sale mientras boqueas buscando aire y te abofeteo con mi polla, esparciendo las babas por tu rostro unos segundos solo antes de volver a clavártela hasta el fondo..."