Las confesiones de ximena (2)

Ximena le narra a su amiga su primera infidelidad

Después de haberme dicho no saber por qué lo había hecho, Ximena sonrió y me dijo

  • Ya sé que estoy loca amiga y más loca te voy a parecer cuando termine de contarte. … A la mañana siguiente de lo del bikini Ricardo se levantó temprano y al salir de bañarse, lo ví desnudo y le pedí que nos echáramos un rapidín. El se rio, me respondió que tenía un desayuno importante con un cliente y usando la broma, ya no tan broma, sobre el vecino agregó “Pero ahí está Luis, después del espectáculo que le has dado y lo que él te ha dicho, no creo que lo piense dos veces

  • Como en la noche lo habíamos vuelto a hacer ___ Levanté las cejas y ella aclaró ___ No te lo he dicho, pero cuando estoy ovulando me convierto en una autentica ninfómana… Pero déjame seguir… Como lo habíamos hecho en la noche yo seguía desnuda en la cama, así que miré a mi esposo y con voz cachonda le respondí “ Es buena idea, pero no vayas a regresar a casa sin avisarme, no quiero que me encuentres así mira”

Separé mis piernas, me puse una almohada entre ellas y la abracé diciendo “Así Luis, empújamela hasta el fondo papito” Al verme en esa postura acarició mis muslos, sonrió y me respondió “Lo prometo, cuando regrese entraré con cuidado y si no te encuentro abajo me escondo y espero a que termines… Enojada por lo que me decía lo miré a los ojos y le respondí “Me encontrarías desnuda en la cama y escurriendo su leche” Me besó en la boca y respondió “Eso me pondría super cachondo” Lo miré enojada y le respondí “Trato hecho amorcito, me vas a encontrar escurriendo el semen de otro y me lo vas a limpiar con tu lengua, a ver si como roncas duermes papito”Tenemos un trato” Me contestó dándome la mano, después me dio un beso y se fue sonriendo

Después de que Ricardo salió, yo bajé a desayunar e hice limpieza en la casa, tú sabes, pasar la aspiradora, sacudir y todo eso, y al terminar me metí a bañar. Como estaba muy cachonda, mientras pasaba el jabón por todo mi cuerpo, me hablaba a mí misma diciendo“ Eres un Cabrón y un pendejo, Cabrón porque me lo dices a sabiendas de lo caliente que estoy y pendejo porque supones que no soy capaz de hacerlo. Pero si piensas que no lo voy a hacer, estás equivocado, ¡Idiota!, parece que no entiendes que como mujer me cojo al que me guste.  Ya te voy a enseñar con que facilidad saco a la puta que todas llevamos dentro”

Quedó en silencio, la miré fijamente a los ojos y ella justificando sus palabras dijo

  • Tenía mucho coraje de que me hubiera rechazado

- Te entiendo, ¿Y qué hiciste?

  • Comprenderás que después de enjabonar mi cuerpo mientras me bañaba, salí de la ducha muy excitada y después de mi diario ritual de untarme crema por todos lados terminé en pleno ataque de ninfomanía, me urgía tener sexo…. Tú y todas sabemos que al estar cachondas nos esforzamos por vernos sensuales para excitar a nuestro hombre, así que con la idea de esperar a que regresara mi esposo no me puse ropa interior, solamente me puse encima un vestido entallado, precisamente este que traigo puesto. Me senté frente al tocador y noté en el espejo como mis endurecidos pezones se resaltaban sobre la tela del vestido. Me delineé las pestañas con mi rímel y puse perfume en medio de mis pechos y en mi pubis, justo donde comienzan mis labios vaginales. En resumen, estaba como a Ricardo le enloquece verme y no pierde ni un segundo para llevarme a la cama. Bajé las escaleras descalza y al hacerlo sentía el sensual roce de la seda del vestido sobre mi piel y eso me prendía aún más

- ¿Por qué no te masturbaste?

  • En esos días no me sirve de nada, necesito sentir el cuerpo de un hombre, tú sabes, los besos, la lengua, las caricias, etc. Y si me meto un vibrador, más que relajarme me pone como loca … El caso fue que al bajar a la sala miré con resignación el reloj de la pared, Ricardo me había dicho que regresaría como a las tres de la tarde y era medio día, las doce y diez minutos para ser precisa. Ya te imaginarás lo que decidí hacer. ¿O no?

- Supongo, pero dímelo

  • El asuntó fue así… O más bien me convencí de verlo así, te explico … Si Ricardo se había reído de mi deseo de sexo, lo más seguro es que al regresar también me rechazara y yo no estaba dispuesta a eso, máxime cuando a escasos cinco metros de distancia estaba Luis quien ardía en deseos por tenerme en la cama.

- Y mientras te autoconvencías de ello, más te excitabas… ¿O me equivoco?

  • Ni lo dudes

- El problema en ti radica en que en esos días no sacas de tu mente el deseo, es normal que en esos días nos pongamos cachondas, le pasa a todas las hembras en la naturaleza, pero nosotras tenemos la capacidad de controlar ese deseo ya que nuestro deseo sexual no se rige por el instinto sino por la razón ….

  • Y él deseo me controla a mí, ¿Te refieres a eso?

Afirmé con la cabeza y ella me confesó

  • Pero yo no lo quiero controlar … Si lo analizas como persona normal y no como psicóloga lo entenderás, además Ricardo se lo había buscado pidiéndome que lo hiciera. Así que buscando auto convencerme o mejor dicho auto justificarme pensé “Ricardo se merece que le ponga los cuernos y me lo hace fácil pidiéndomelo, Luis me gusta, no es un desconocido, así que no debe ser tan difícil… Lo voy a convencer de que me pida las nalgas”.

- A sabiendas que te las iba a pedir

  • ¡Claro! Sabía que a la primera insinuación me las pediría … La única realidad era, que ya fuera mi razón o mis instintos animales, yo quería coger…. Por otro lado, nada me obligaba a serle fiel a Ricardo

- El fue infiel, tú eres infiel y el marcador queda “Uno a uno” ¿Justicia o venganza?

  • Las dos cosas…. Además, ¿Tú crees que a mí me preocupaba hacerlo? ¡Para nada! Lo que sí es que estaba nerviosa y no por ser infiel, sino por el hecho de hacerlo, ¿Me entiendes?, por eso decidí salir a la terraza. Cuando salí, como todos los días Luis estaba en su ventana, lo saludé, él me miró con vestido y me preguntó “¿Y él bikini?”, yo reí y pregunté “¿Te gusta verme en bikini?” No respondió a mi pregunta, sino que preguntó “¿Vas a salir a algún lado?” le respondí “No, estoy sola en casa, Ricardo va a regresar tarde” y como en mi voz había puesto un tono de insinuación él se “lanzó” preguntando “¿Quieres que te acompañe? Podríamos estar juntos” …. Sin duda me lo había propuesto así que con voz muy coqueta, ya sabes, fingiendo vergüenza pero insinuando un “si quiero” le respondí “Si quieres estar conmigo aquí te espero”

-Eso de “Estar conmigo” fue una clara invitación a coger

  • ¡Claro que lo fue!… Al fin de cuentas de eso se trataba. Luis cerró su ventana y yo lo fui a esperar a la puerta de entrada, salió de su depa vistiendo unas bermudas y un chaleco de mezclilla abierto, supongo que con la idea de enseñarme lo atractivo que eran sus fuertes brazos y su lindo pecho desnudo… Al cerrar la puerta detrás de él caminé hacia la sala y él me dijo “No sé cómo te ves más sexy, si en bikini o descalza con ese minivestido”, sonreí y me descaré preguntando “¿Cómo te excito más?”, él sonrió y respondió, “Déjame comparar, levántate el vestido para verte en lencería”, “No traigo” Le respondí y él dijo “¡Qué mejor! “

Ximena se puso de pie, se quitó los zapatos, dio dos pasos hacia atrás y a escasos dos metros de la mesa se detuvo diciendo

  • Más o menos ésta sería la distancia que nos separaba. Yo lo miré fijamente a los ojos como dudando y él me dijo “Déjame ver lo que me quita el sueño” Yo reí y aun sonriendo hice esto

Ximena se levantó el vestido hasta el cuello para dar lentamente un giro completo frente a mí. Bajo la trasparencia de su lencería de encaje resaltaba lo blanco de su piel y el rosa de sus pezones que contrastaban con su incipiente bronceado. Al juntar sus bien torneados muslos se formaba un espacio vacío en forma de pequeño y sensual triangulo invertido cuya base era su sexo, su breve cintura hacía resaltar sus caderas, su columna vertebral se hundía donde comenzaban sus firmes y redondas nalgas que se adornaban con unos bien marcados y atractivos hoyuelos de Venus. La miré sorprendida por lo bello de su figura y bromeando pregunté

- ¿Quieres hacer que te envidie?

  • ¿Por?

- Por lo buena que estás amiga

Se rio y se disculpó, acomodó su vestido y se sentó nuevamente, mientras se ponía los zapatos le dije

- ¿Y le regresaste el sueño? ___ Pregunté bromeando**

  • Como “Solo la puntita” ___ Respondió riendo y agregó ___ Al bajar mi vestido lo miré, y él simplemente me dijo “Haz el amor conmigo  Ximena”, sobre sus bermudas resaltaba el “bulto” de su erección por lo que supuse que no usaba calzones, no le dije nada, solo caminé frente a él y al hacerlo pasé mi mano sobre su pecho desnudo, le sonreí y caminé hacia la escalera, él entendió y me  siguió… Por un momento, mi excesivo nerviosismo, me hizo dudar, pero ya no había remedio, tenía que aceptar las consecuencias.

- ¿Deseabas esas consecuencias?

Ximena movió la cabeza en un gesto de aceptación mientras decía

  • ¡Pues sí!... Sí lo quería… Subimos la escalera y al llegar a la recámara él me abrazó por detrás pegando su erección a mis nalgas y dijo “Me encantas Ximena” Me giré para quedar frente a él y nos besamos, yo acaricié y besé su bello torso mordiendo sus tetillas, después ya menos nerviosa me quité el vestido y me subí a la cama, me acosté de lado y le hice una seña para que se subiera y antes de hacerlo ya desnudo con una enorme erección observé detenidamente lo atractivo que es. Si que está bien dotado como me había dicho Fernanda y no solo eso, sino que tiene el pene más lindo que he visto … Claro que mi punto de comparación solo se remite a mi marido, al hotel nudista y a las películas porno que solemos ver … ¡No te rías amiga!, te juro que lo tiene muy bello, muy bien hecho

El me recorrió con la mirada diciendo “Te he deseado tanto Ximena, no sabes las veces que soñé en este momento”,No hables más corazón, mejor ven aquí y hazme tuya”. respondí y él se subió a la cama junto a mi para seguir con los besos y los abrazos, con su boca y lengua recorrió todo mi cuerpo saboreando cada poro de mi piel y cuando sus dedos acariciaron el interior de mi vagina, me giré para quedar boca arriba y doblé mis piernas apoyando mis pies sobre la sábana. El sonrió al verme con las piernas abiertas dispuesta al placer y se agachó en medio de ellas para besar y saborear mi sexo hasta llevarme al orgasmo.

Después de eso se arrodilló entre mis piernas con sus manos apoyadas en mis rodillas y cuando sujeto su pene con su mano, dispuesto a penetrarme, no resistí la tentación de enderezar mi cabeza para ver como lo hundía dentro de mí… Me gusta, me excita ver como el pene de mi hombre se pierde dentro de mi carne, ¿A ti no?

- ¡Me excita ver como lo mete, pero me excita más tenerlo adentro! ___ Ximena sonrió y continuó diciendo**

  • Cuando su pene se perdió dentro de mi yo sonreí afirmando con la cabeza para que supiera lo delicioso que estaba y volví a apoyar mi nuca sobre la almohada, levantando mis brazos para pedirle que se acostara sobre de mí, él lo hizo y permaneció inmóvil sobre de mí con su cabeza a un lado de la mía, después de estar así varios segundos me dijo “Que deliciosa estás Ximena, como deseaba sentir tu calor” Yo sonreí y le respondí “Disfrútalo”. Se enderezó y comenzó con el delicioso ritual, pero de una forma espectacular, entraba y salía varias veces metiéndolo hasta la mitad y después “me la dejaba ir” hasta el fondo haciéndome gemir sin control, gemidos que él acallaba juntando su boca a mi boca entreabierta para saborear nuestras lenguas y mezclar nuestras salivas. Su aliento, sus labios y su lengua estaban impregnados del olor y el sabor de mi sexo, así que cada beso que nos dábamos era como “echarle gasolina” a una hoguera que ardía sin control… La hoguera de lo prohibido.

Toda esa mezcla de sensaciones, físicas y mentales, me llevaron a la deliciosa serie de orgasmos que suelo tener cuando estoy super excitada …. ¿Si sabes a lo que me refiero? …. Cuando el primer orgasmo comienza a bajar de intensidad, ¡Pum! Comienza otro con fuerza y así hasta que quedas medio muerta de placer

X imena quedó en silencio, le ofrecí más café, ella aceptó afirmando con la cabeza y yo me levanté a servirlo, al regresar con el café y sentarme frente a ella me miró a los ojos y me dijo

  • Me encantó hacerlo…

- ¿Por qué? ___ Pregunté**

  • ¡Porque es muy bueno en la cama!

Ximena me miró a los ojos y al notar que mi silencio le pedía ser más explícita en su afirmación dijo

  • Me supo llevar, tanto que me olvide que era una mujer casada cogiendo con un amigo en mi propia cama y con la puerta de la recámara abierta….

- Si ya lo habías hecho sobre la mesa del comedor, ¿Qué importancia tenía que la puerta estuviera abierta?

  • Con tu marido es diferente amiga, con él tienes la intimidad de toda la casa… ¿Pero con otro? Quieras o no se necesita más intimidad ¿O no?

- No tengo práctica en eso ___ Respondí bromeando y ella agregó**

  • Lo que pretendo decirte es que nada me importaba, yo solo quería placer y me dedique a disfrutarlo… Recuerdo que mientras me lo hacía de esa manera tan especial, yo en mi desesperación le decía “Mételo hasta el fondo, quiero sentirlo todo” . Después cuando mis orgasmos terminaron, él se quedó inmóvil dentro de mí, me acarició la cara besándome dulcemente en los ojos, las mejillas y la boca como si disfrutara mi placer y después de esa especial ternura, me miró a los ojos y con voz suave me dijo “Voy a seguir preciosa”, le sonreí aceptando y él siguió con lo suyo.

Cuando sentí que su pene se endurecía, puse mis manos en sus nalgas, pero él en un tono casi desesperado me sentenció “¡Es que me estoy viniendo Ximena!” Trató de salirse, pero yo se lo impedí jalándolo hacia mí con fuerza hasta sentir su pubis pegado al mío y sus testículos pegados a mi periné muy cerca de mi ano, apreté mi vagina, nos miramos fijamente a los ojos. ¡Y lo dejó venir!, estiró los brazos apoyando las manos sobre la cama para levantar su pecho, apretó sus nalgas como si quisiera metérmela más, sus ojos se desorbitaron, levantó la cara hacia la pared y yo cerré los ojos para concentrarme en disfrutar de la delicia de su orgasmo, sentí contraerse su pene, su pubis, sus testículos y sus nalgas al ritmo de sus gemidos, Una, otra y varias veces más me hizo sentir como sus fuertes contracciones “inyectaban” rítmicamente su ardiente semen en lo más profundo de mis entrañas.

Al terminar volvimos a abrir los ojos y nos miramos, yo le sonreí y él se recostó sobre mi cuerpo con la respiración agitada. Lo abracé para acariciar su espalda y mientras lo hacía le pedí “Quédate ahí corazón” y permaneció así hasta que su respiración se normalizó, al hacerlo levantó su cabeza, me miró a los ojos, me besó dulcemente y me dijo “Que rico coges Ximena” yo sonreí y respondí “¡Tú!, tú lo hiciste todo corazón, yo solo me dejé querer y créeme que me encantó ” él respondió “Tuve mucha mujer, me gustas mucho” … “Qué bueno que te gusto tanto” dije sonriendo pícaramente y nos besamos dulcemente por varios minutos.

Pero se tenía que acabar y muy a pesar de que me hubiese encantado quedarme en la cama con él, cuando su pene perdió la erección y abandonó mi cuerpo yo me giré boca quedando boca abajo de tal forma que mi pelvis quedara apoyada sobre un almohadón que tenemos, le pedí que me pasara unos pañuelos desechables de la caja que había en el buró y cubrí la entrada de mi vagina con ellos. Decidí que así, con mis nalgas levantadas y cubriendo la entrada de mi vagina esperaría a Ricardo… Llena del semen de otro

- ¿Cómo venganza? ___ Ximena pensó por unos segundos y respondió**

  • Ceo que sí…  Por eso, y muy a mi pesar, regresé a Luis a nuestra realidad diciendo “Ya va a regresar Ricardo, es mejor que te vayas corazón” él preguntó “¿Y tú?” , “Por mí no te preocupes, solo descanso un momento, tiendo la cama y me meto a bañar” le respondí mientras lo escuchaba ponerse sus bermudas y su chaleco, me dio un húmedo beso en la boca y besó mis nalgas diciendo “ Gracias Ximena, fue increíble, te quiero mucho amiga” y se fue __ Ximena rio con cierta melancolía y agregó __ Me dio mucha ternura que me diera las gracias, como si coger conmigo hubiera sido lo máximo, algo…. No sé

- Por lo que cuentas, el chico tenía experiencia ¿No crees?

  • ¡Sí claro!, solo que mi duda era ¿Con quién? Si no salía de su casa…

- ¿Con la hermana?

  • ¡Exacto! Pero no te adelantes, a lo que voy es a esto, mira… Llámalo intuición femenina o lo que sea, pero creo que mi marido me dio tiempo para que yo lo hiciera.

- El te lo había dicho, según lo que platicas te dijo que si no te encontraba abajo esperaría a que terminaras ¿O no?

  • Si, y me lo cumplió el cabrón, te explico por qué… La puerta de la recámara estaba abierta y no escuché la puerta de entrada, sino que de pronto vi a Ricardo de pie bajo el marco de la puerta y ahí se quedó varios segundos observándome desnuda en la cama con nuestro almohadón bajo mi pelvis y mi cabello humedecido por el sudor.

Ante tal espectáculo ya no había nada que decir, él en silencio se desnudó y se subió a la cama detrás de mí, me besó la espalda y las nalgas, me separó las piernas y quitó los pañuelos desechables de mi sexo, yo apreté mi vagina y al sentir el semen fluir fuera de ella pregunté “ ¿Esto querías?” No respondió así que era mi turno de…. De tomar venganza, lo cual se me hizo fácil ya que en la postura en que estábamos, él detrás de mí en medio de mis piernas yo no le veía, así que le dije “Teníamos un trato Ricardo”,“Si amor y lo voy a cumplir” respondió y de inmediato se agachó a recoger con su lengua parte del semen y me dio un beso profundo. ¡Pienso que esa forma de pasarme el semen de Luis para que yo lo tragara lo excitó tanto que lo hizo varias veces y entre beso y beso le ganó la excitación y me dijo “¡Por la forma en que te cogió supuse que así se había venido, se vació dentro de ti mamita!”

Y después agregó Me hubiera encantado estar contigo y verte gozar”“¿De verdad?” Pregunté con sarcasmo y agregué “Para la próxima te invito, pero solo a ver, ¿Te parece?” Me besó la espalda, las nalgas, las piernas, se arrodilló en medio de mis muslos y sospechando sus intenciones le dije “ Estoy llena de semen amor” pero antes de terminar de decirlo ya me había penetrado. Y al hacerlo me sentí violada y no me preguntes por qué, pero me gustó

- ¿A qué te refieres con sentirte violada?

  • Porque me estaba usando, ¿Me entiendes?... Yo no importaba, él solo buscaba su propio placer sin importarle lo que yo sintiera, solo le importaba eyacular dentro de mí, me estaba usando para masturbarse.

- ¡Por favor, Ximena!... Eso nos ha pasado a todas

  • ¿Te ha pasado a ti? ___ Afirme con la cabeza y ella agregó ____ ¿Y no te has sentido mal por eso?

- ¡Por supuesto que no! …  Sergio me lo ha pedido y yo se lo he permitido, Qué haces cuando tú no quieres y tu pareja te insiste diciendo “Por favor amor, necesito venirme, tú solo déjate coger” …O viceversa, ¿Cuántas veces es una la que usa a la pareja para satisfacerse? …. Que los hombres reaccionen en automático con la primera caricia no implica que siempre quieran, lo que pasa es que como son “facilones” nunca se niegan

Ambas nos reímos y yo agregué

-La realidad es que no todas las relaciones sexuales tienen que ser perfectas, ni el hecho de que “nos usen” o los usemos para masturbarnos destruye la química sexual de una pareja…. Pero lo que quiero que me digas es ¿Por qué te gustó?

  • ¿Quieres saber si soy masoquista o porqué lo preguntas?

-Preguntar es una “desviación profesional” ___ Nos reímos y respondió diciendo**

  • No creo que seamos “sado-masoquistas”, no encontramos placer en lastimarnos. Y respondiendo a tu pregunta te diré que me gustó por varias razones. Al estar acostada sobre el almohadón me penetraba muy profundo y eso me encantaba. Por otro lado, no dejaba de pensar en que cada vez que me lo empujaba hasta el fondo su pene se mojaba con el semen de Luis y si a eso le sumamos lo vulgar de sus palabras, ya que me decía cosas como “Me encantas putita” , “Me gusta cogerte, tienes una panochita deliciosa” ,“Tú si sabes disfrutar la verga mamita” … Todas esas sensaciones  se juntaron para llevarme a un nuevo y delicioso orgasmo que me hizo quedar “Toda flojita” ___ Ximena dejó caer sus brazos para dar énfasis a lo que quería expresar y agregó ____ Al llegar “su turno” él con voz cachonda me dijo “Ahora si mi putita consentida, vas a sentir el placer de tener dos leches en lo más profundo de tu delicioso cuerpo” yo dije “Seré tu pastelito de dos leches” Y no respondió, solo gimió con fuerza y eyaculó

Al terminar, me besó en la espalda y preguntó …” ¿Te gustó?, yo respondí “Me violaste Ricardo” Me giró para acostarme de lado, me abrazó con fuerza, me pidió perdón y cambió la conversación diciendo… “Cuando me salga vas a sentir tu panochita desbordarse de tanta leche” Me reí y le aclaré “Te voy a confesar algo… Al principio me hiciste sentir mal, pero después entendí tu necesidad de cogerme, ¡Estás celoso amor!” No respondió, solo siguió besándome, acariciándome y declarándome su amor

- ¿Qué tanto te excitan las palabras vulgares?

  • Cuando lo estoy haciendo mucho ¿Por qué?

- Por nada …  ¿Y en que terminó todo?

  • En que compramos más almohadones

Ximena se rio y continuó diciendo

  • Ricardo se levantó para preparar la ducha y cuando me llamó, entré en la ducha y le pregunté “¿Sigo siendo tu putita consentida?” El soltó la carcajada y afirmó “¡La mejor de todas!” , pregunté “¿Sin importar que tenga otro cliente?” y él me abrazó diciendo “¿Y cómo evitarlo?... Una mujer con este cuerpo tiene derecho a tener miles de clientes” y ahí quedó todo, nos vestimos y me llevó a comer al restaurante que me gusta… ¿Sabes?, mientras nos duchábamos veía el semen escurrir fuera de mi vagina y pensé que si no me estuviese cuidando, no sabría de quien sería mi hijo

Soltó una sonora y nerviosa carcajada, yo la interrumpí diciendo

- Tengo una pregunta Xime ¿Cuándo él te presionaba para que lo hicieras, llegaste a pensar que posiblemente lo que quería era que fueras infiel para dejarte?

  • No …. Mira…. Todo en la vida tiene una razón ¿Verdad? ….

Ximena quedó en silencio mirándome a los ojos como si dudara en decir algo, se acomodó el cabello y dijo

  • ¡Qué importa!... A lo que voy es a que no tuve la menor señal de arrepentimiento, cogí con mi vecino y lo disfruté como si lo hubiera hecho con mi marido o tal vez más .... ¿No debería de sentirme arrepentida, culpable, sucia, cochina, la más puta del barrio, algo así?

- No necesariamente. La culpa y el arrepentimiento están relacionados a la moral y moral viene de “Moris”, que significa costumbre, y por definición Moral o “Moralis”es el conjunto de normas y costumbres subjetivas que guían la conducta de grupos de personas en una sociedad … Y no digo más, no voy a explicarte porque se nos acaba el tiempo, solo te diré que lo que para nosotros es malo, en otras latitudes no lo es, de igual forma, lo que para nuestros padres o abuelos era absolutamente inmoral para nosotros ya es normal.

Tu reacción es algo complicado de explicar ya que cuando tú lo hiciste estabas condicionada por un deseo de venganza, tal vez querías demostrarle que lo podías hacer o simplemente vengar su infidelidad para emparejar las cosas tal y como él lo quería, bajo la premisa, muy real, de que al compartir la culpa ya no hay culpable. Así que no es de extrañar que no sintieras nada de lo que dices... Además, nadie se flagela por haber sido infiel, ni hoy, ni antes y no creo que lo hagan en el futuro…. La costumbre de lapidar a la adultera estaba “confinada” a la moral de una sociedad… Y con esto no niego que aún existan esa y otras aberraciones como costumbre entre los fundamentalistas, costumbres contra las que la humanidad protesta en todos los foros internacionales

  • ¿Entonces por eso tampoco hubo reproches?

- Seguramente, el problema radica en que el ver las cosas como “algo normal”  terminar haciéndose una costumbre

  • Como en nosotros que ya vemos el sexo con otros como algo sin importancia y hemos caído en el libertinaje sexual el cual nos gusta y practicamos muy seguido

- ¿Me lo quieres contar?

  • ¡Claro!

En su voz y sus gestos se notaba tranquilidad, así que continuó diciendo

  • Primero te debo platicar lo que pasó al día siguiente ya que tiene mucho que ver con todo esto. Ese día, en el que cogí con los dos, ya por la noche, como siempre lo hago, me unté mis cremas y como Ricardo me pidió que durmiéramos desnudos a la mañana siguiente, cuando mi marido se levantó para meterse a bañar, yo me lavé la boca me cubrí tan solo con un camisón corto, escotado por la espalda y bajé a preparar el desayuno… Al bajar Ricardo a la cocina me sentó en sus piernas para besarme la espalda y antes de irse al trabajo, me besó con tanto amor que me erizó la piel… ¿Me entiendes verdad?, (Afirmé con la cabeza y ella continuó) . Como siempre lo acompañé a la puerta y esperé ahí hasta que se metió al elevador. Al cerrar la puerta yo caminé hacia la cocina con la idea de tomarme otro café, pero me detuve frente al espejo que tenemos en el pasillo, un espejo de piso a techo que hace ver el pasillo más amplio. Ahí me quité el camisón y desnuda frente a ese espejo me recorrí con la mirada, mis pies descalzos, mis piernas, mis pechos, las curvas de mi cintura, mi pubis depilado, me giré para ver mis nalgas de perfil y sonreí convencida de que estoy buenísima

Soltó una carcajada, pero la interrumpí diciendo

- No te rías, sí que lo estás, tienes un cuerpazo amiga ___ Ella sonrió y continuó**

  • Ahí pasé varios minutos y cuando me puse nuevamente el camisón entré a la cocina, me senté a la mesa para beber mi café y mientras lo hacía acariciaba la piel de mis muslos sonriendo y pensando en las veces que Luis me había dicho lo mucho que le gustaban… En eso estaba cuando sonó el timbre, me levanté a mirar la pantalla del interfono y ví que era Luis, me puse nerviosa por estar en camisón y sin ropa interior, caminé de prisa hacia la escalera con la idea de subir a ponerme otra cosa y al darme cuenta de mi tontería, simplemente acomodé mi cabello y fui a abrir la puerta.

- ¿Qué tontería?

  • La de avergonzarme por recibir a Luis en camisón y sin ropa interior

Ximena movió sus manos como buscando explicar con ademanes que era tonto el pudor frente a alguien con quien se había acostado el día anterior, yo afirmé con la cabeza y continuó diciendo

  • Al abrir la puerta nos saludamos con un beso en la mejilla y me preguntó “¿Me invitas un café?” Con un ademán lo invité a pasar, cerré la puerta y caminé delante de él hacia la cocina sintiendo su mirada sobre mis piernas y nalgas, al llegar ahí me dijo “Qué hermosa eres, no tienes idea de lo que me gustas… ¿Sabes que sigo pensando que lo de ayer fue un sueño?” Yo lo miré a la cara, reí y respondí “No corazón, fue realidad” él quedó en silencio y yo pregunté “¿Viniste solo para decirme eso?”

Respondió “No” y con cierta preocupación agregó “Quería saber si…Mejor dicho… Lo que pasa es que como ayer te quedaste en la cama cuando me fui… No sé si…” Me reí de su nerviosismo y le dije “ No le des tantas vueltas Luis, di lo que vas a decir” y lo hizo preguntando “¿Te encontró así Ricardo?” Me reí y respondí “Es posible, pero a él no le importa” él quedó desconcertado y preguntó “¿Estás molesta conmigo por haber terminado adentro?” Me reí y con cierto sarcasmo respondí “¿Molesta?, No Luis, ya te avisaré si vas a ser papá” Al ver su gesto, solté la carcajada y le dije “No te espantes cariño, no va a pasar nada… Además, yo fui la que te obligó a hacerlo ¿O qué? ¿Hubieras preferido terminar fuera siendo nuestra primera vez?” “No, claro que no” respondió sonriendo. Y mi error, por llamarlo de alguna forma, fue el decir “nuestra primera vez” ya que al decirlo él dio por hecho que habría más

Y no solo eso, sino que le dije “Por cierto eres muy bueno en la cama ¿Con quién aprendiste a hacerlo tan bien?” Luis sin vergüenza alguna respondió “Con Fernanda” … Volteé la cara y lo miré escandalizada, él sonrió y agregó “Fernanda y yo no tenemos parentesco alguno, nos gustamos y ella me lo propuso, Fernanda es muy… Digamos liberal”. Yo voltee hacia la barra de la cocina para servirle el café y al hacerlo comenté “Y a ti te encanta que lo sea ¿verdad?” , Luis se acercó por detrás de mí diciendo “A mí me encantas tú” al tiempo que me abrazaba por la cintura y pegaba su erección a mis nalgas besándome en el cuello y la espalda … ¿Que podía hacer?, si la noche anterior le había dado las nalgas, ni modo de decirle “Déjame que soy una mujer casada”

- Pudiste decir cualquier cosa que le aclarara que no lo harías otra vez

  • ¿Después de las pendejadas que dije? Y la verdad no quise hacerlo… El me gusta mucho y es muy bueno cogiendo, por eso giré mi cabeza y le ofrecí mi boca….

- ¿Te gusta Luis o el hecho de tener dos hombres? __ Quedó pensativa unos segundos y respondió**

  • Creo que las dos cosas….  El caso es que nos besamos, él metió sus manos bajo mi camisón para subirlo y quitármelo, acarició mis pechos y no sé ni cómo… bueno, si lo sé… Terminé “empinada” sobre la barra de la cocina ofreciéndole las nalgas y disfrutando de una excelente cogida. Mis piernas comenzaron a temblar y con mi mano ahogué un grito incontrolable de placer que ennegreció mi vista, él me detuvo por la cadera mientras yo me venía y al terminar de correrme levanté mi mano pidiendo tregua y terminé sentada en el piso de la cocina. Luis se mantuvo de pie junto a mi acariciándome la cabeza repitiéndome que yo le gustaba, que estaba buenísima, que cogía delicioso y cuando me dijo “Me encanta como te vienes Ximena” yo levanté la cara para verlo.

Estaba ahí de pie con los pantalones y los calzones debajo de sus piernas, encima de sus zapatos, observé sus fuertes muslos, sus bellos testículos y su lindo pene erecto, hinchado y latiendo ansioso de placer… ¡No lo resistí!, me arrodillé frente a él y le dije “Ahora déjame ver y sentir cómo te vienes tú” y me agasajé con sus testículos y su miembro, besando, lamiendo y mamando esa delicia hasta hacerlo eyacular dentro de mi boca, no sabes la venida que se dio, tuvo que sujetarse de la barra para no caer de rodillas y cuando me vio tragar su deliciosa carga exclamó “Te amo mujer, eres una maravilla”. Después se subió la ropa y terminé sentada en sus piernas, desnuda y tomando café

Ximena soltó una carcajada y yo le pregunté

- ¿Y qué te dijo Ricardo?

  • Decidí no contarle nada... ¡Sí, ya sé que lo engañé! … Y fue por mi arrepentimiento que decidí “ponerle en suerte” a Fernanda.

- ¿Convenciste a Fernanda para que se acostar con Ricardo?

- Bueno, no había que convencerla… Ya te había dicho que es muy cínica y como varias veces me había comentado lo mucho que le gustaba mi marido y yo le había dicho que ella le gustaba a él, me bastó con insinuarlo al decirle que al día siguiente mi marido estaría solo toda la tarde y ella me sonrió pícaramente. Lo platiqué con Ricardo y quedamos en que yo saldría con una amiga y le dejaría el depa para estar a solas con Fernanda. Cuando regresé, como a las 7 de la tarde, me encontré con Fernanda en el estacionamiento del edificio, yo le sonreí y ella se acercó a mí y me dijo “Ya sé por qué siempre te veo sonriente” Fingí no entender para que me dijera algo más, pero se subió a su automóvil y se marchó. Yo subí a mi depa y al entrar en voz alta pregunté “¿Estás arriba?” Ricardo respondió “Como quedamos amor”.

Al subir, Ricardo permanecía desnudo en la cama nos saludamos con un beso en la boca, beso con el cual me hizo saborear lo que habían hecho y ese sabor de sexo que había en su lengua me excitó mucho, al separarnos me dijo “Esa Fernanda es una caliente… ¡Buena para coger la condenada” sonreí y pregunté “¿Terminaste adentro?” y él respondió “Se fue a su casa escurriendo mi leche” No lo dejé continuar ya que la sola idea de su semen dentro de otra me tenía ardiendo y al tiempo que le decía “No creo que Fernanda sea mejor que yo”, me quité las bragas. Me subí la falda y terminé cabalgándolo para satisfacerme.

- ¿Te sentiste violadora?

  • No, yo solo quería ….

- Disfrutar del sexo ¿O no?

Ximena se rio haciendo un gesto de aceptación a mis palabras y continuó diciendo

  • Al día siguiente después de que Ricardo se fue a trabajar invité a Fernanda a tomar un café con la idea de que siendo tan cínica me contaría algo…Y es que ella no sabía que …  La cosa era así…Fernanda sabía que Ricardo iba a estar solo y que quería con ella porque yo se lo había dicho, lo que no sabía, es que Ricardo sabía que ella iría dispuesta a coger con él… ¿Me entiendes?

- Creo que sí …

  • Al llegar, pasamos a la cocina, le serví un café, pero no me dijo absolutamente nada sobre ella y mi marido.

- Era lógico, por muy cínica que sea no creo que te platique como se cogió a tu esposo

  • ¿Y lo del día anterior, sobre verme siempre sonriente?

- A ver…. Ella te había dicho que quería con Ricardo y tú le facilitaste todo, primero diciéndole que él quería cogérsela y después dejándoles el depa para ellos… De ahí que lo que te dijo sobre “verte sonriente” fue la afirmación de que lo había hecho fue como decirte “Me cogí a tu marido”. Pero pretendías que te contara como lo había hecho y eso ya es mucho pedir.

  • Tal vez, sin embargo, me insistió en que Luis se quería acostar conmigo, con eso entendí que Luis no le había platicado nada, así que buscando que se abriera sobre ella y Ricardo decidí descararme y le dije “Te voy a platicar una intimidad…. Ricardo quiere verme coger con otro y si Luis se anima a ser el otro pues…, ¿Cómo ves?” Sin perder ni un segundo tomó su móvil y llamó a Luis para decirle eso, sin cortar la llamada me dijo “Dice que si le das las nalgas te folla frente a quien tú quieras”, yo en voz alta buscando que Luis escuchara dije “Dile que venga mañana en la noche a divertirse con nosotros”

Ese día en la noche, estando desnuda en la cama, arrodillada entre las piernas de mi marido me puse a jugar con mis labios y lengua con su pene y comenté “Debe ser rico mamar así mientras otro te está follando de perrito” … Tal y como lo había planeado al meterme su miembro en la boca él gimió y preguntó “¿Quieres que hagamos un trío?”. Yo saqué su verga de mi boca y apoyando mis labios sobre su glande pregunté “¿Un trío? Sería delicioso ¿Pero con quién?” Y él respondió “Es cosa de que le hables a Luis¿Te animas o no?”. Afirmé con la cabeza mientras devoraba su delicioso pene y al terminar de coger me dijo “Invita a Luis mañana en la noche y hacemos un trío” … Cosa que ya había hecho sin que él lo supiera.

Hago un paréntesis para aclarar que Ricardo me había dicho que no perdiéramos el tiempo platicando tonterías, que fuéramos a lo nuestro… Cuando Luis llegó yo estaba en la recámara, recién había salido de bañarme y me estaba poniendo crema y perfume. Me puse un angosto top de tubo sobre mis pechos, unas braguitas de algodón y una minifalda de mezclilla a la cadera y bajé descalza. Los encontré en la sala bebiendo una copa sentados uno frente al otro, Luis en el sofá grande y Ricardo en el sofá de dos plazas, yo me serví una copa de licor en el bar y al entrar en la sala me senté junto a mi esposo y crucé mis piernas para enseñar prácticamente todo mi muslo. Ricardo me acarició diciendo “Platicaba con Luis de lo buena que estás amor” yo sonreí y pregunté “Y a que conclusión llegaron” Luis respondió “A que tienes un cuerpazo y unas piernas que son una delicia, dignas de enredarse en la cintura de cualquiera” Yo sonreí agradeciendo y miré a Ricardo, él afirmó con la cabeza animándome a dar el siguiente paso, así que le dije “¿Quieres que las enrede en la tuya?”