Las confesiones de ximena (1)

Ximena decide confesar sus "desviaciones" a Renata, amiga de la infancia y psicóloga de profesión, no como consulta profesional sino como una charla entre grandes amigas

Ximena y yo nos conocimos en la escuela primaria y desde entonces hemos sido grandes amigas. Por muchos años (infancia, adolescencia y juventud) nos veíamos prácticamente todos los días. Más como suele pasar, el destino (léase mi matrimonio con Sergio), me obligó a cambiar de residencia a otra ciudad lo que llevó nuestra amistad al contacto telefónico en todas sus modalidades (Llamadas, mensajes, redes sociales etc). La última vez que la ví fue el día de su boda con Ricardo tres años atrás…. Un día por medio de un mensaje me comunicó que vendría a pasar unos días a la playa, aquí, en la ciudad donde yo radico.

A diferencia de lo que se cree, las personas que vivimos en este tipo de ciudades turísticas no llevamos una vida de eternas vacaciones, sino que tenemos trabajo y obligaciones como las puede tener cualquiera en su ciudad de residencia. Yo le expliqué a Ximena lo referente a mi tiempo libre y le propuse salir a cenar con nuestros respectivos esposos para vernos, sin embargo, ella insistió en que quería verme en privado por lo que acordamos que al llegar a su hotel me llamaría para concertar una cita a temprana hora en mi casa, así lo hizo y quedamos de vernos dos días después de su llegada a la ciudad

Cuando llegó a la casa realmente me sorprendí de lo bien que le había sentado el matrimonio. En los tres años que habían pasado sin vernos había dejado de ser la “Chica bonita” de finas facciones y grandes ojos color miel para convertirse en una mujer muy atractiva. Ella, consciente de su belleza y sensual figura, la lucía usando un vestido muy fino confeccionado en seda natural de corte mini y entallado con el cual no solo resaltaba el tamaño de sus pechos, su vientre plano, su breve cintura y unas nalgas muy bien formadas, sino que, además mostraba en forma generosa unas hermosas y bien torneadas piernas de sensuales muslos en cuya piel se apreciaba ese “ligero brillo” que da la tersura y la suavidad. No era de extrañar que al saberse poseedora de esas extremidades las cuidara con esmero y las mostrara con orgullo

Después de abrazarnos pasamos a la cocina y bromeando sobre sexo, como solíamos hacerlo, (Bromas que no son exclusivas de los hombres) para adular su belleza le dije.

  • Estás muy guapa amiga, se nota que te tienen bien cogidita __ Ella soltó una carcajada y replicó

  • ¡Bien y seguido! ... Y tú “no cantas mal las rancheras amiga” (Expresión usada en México para indicar la igualdad de condiciones con el interlocutor), se nota que te la “dejan caer” bastante seguido, debes ser muy buena ordeñando vergas

  • Te aseguro que no me la sacan a mi para metértela a ti

  • ¡Tú ganas!

Respondió riendo al tiempo que levantaba el pulgar de su mano derecha y preguntó

  • ¿Estamos solas?

  • ¿Por qué?

Respondí señalando la cafetera ofreciéndole una taza de café, ella aceptó diciendo

  • De favor amiga… Lo que pasa es que quiero platicarte cosas muy personales

  • Si quieres podemos pasar a mi despacho

  • No, no es necesario, aquí estamos bien Renata, solo te voy a pedir que mañana que nos juntemos a cenar no comentes que te vine a ver. ¿Sí? … Ricardo tuvo una cita de negocios y supone que estoy en el hotel

Levanté las cejas preocupada por el misterio y por el hecho de que me llamara por mi nombre ya que, desde la escuela primaria, solo me decía Renata cuando estaba triste, preocupada o enojada, siempre me había tratado con el apodo, puesto por ella misma, de “Rana”, (Por mi nombre y no por algún parecido con el animalito). Llevé las tazas de café a la mesa, me senté frente a ella y pregunté

  • ¿De qué se trata Ximena?

  • He hecho muchas locuras amiga y necesito contártelas

  • ¿Qué clase de locuras?

No respondió, pero su gesto me hizo entender de lo que se trataba, así que pregunté

  • ¿Necesitas una consulta profesional?

  • No, lo que necesito es desahogarme, necesito platicar con alguien y ¿A quién más puedo recurrir que no sea a ti? Ya que además de ser mi mejor amiga eres psicóloga

  • O sea “Yo no quiero platicar, yo quiero que me escuchen”

  • ¿Todavía te acuerdas?

Preguntó riendo al haberle recordado un episodio de nuestra adolescencia y agregó

  • Ese día necesitaba platicar y soltar maldiciones para desahogarme, pero ahora necesito que me escuches, necesito desahogarme sin maldecir a nadie… Eso hacen los psicólogos ¿O no?

  • Así es… Nos ganamos la vida escuchando locos

  • ¿Locos por el sexo?

  • ¿Y qué me queda? Elegí ser sexóloga

  • Como quien dice enseñas a coger

  • Hay quien asegura que “El amor entra por el estómago” y enseña a cocinar, yo digo que entra por la vagina y enseño a coger

Después de reírnos de nuestra tonta charla, me acomodé en mi silla y enseñándole las palmas de las manos como diciendo “Adelante” me dispuse a escucharla convencida que por el tipo de educación tan religiosamente estricta que habíamos recibido en nuestras casas y en la escuela de monjas, su historia sería una más de las que había escuchado de mujeres educadas dentro de cualquier fanatismo religioso, torpezas como “Mi marido lo quiere hacer de tal o cual forma, me quiere chupar los pechos, quiere meterlo en mi boca, usa condón, me chupa ahí por donde me penetra” o la peor y más aberrante que he escuchado “Quiere que me desnude” … Ximena se aclaró la garganta y comenzó diciendo

  • ¿Cómo te lo platico? ..... Ya sé que con palabras, pero es que para mí es difícil de explicar… Y es que la verdad yo nunca imaginé que Ricardo fuera así y que yo…

  • ¡Espérame! …. ¿Te está violentando? ¿Obligándote a hacer algo contra tu voluntad? ¿Te golpea?

  • ¡No, No!, ¡Nada de eso! … Si es algo referente al sexo, pero los dos estamos de acuerdo en ello

  • De ser así, no veo ningún problema, al contrario, lo sano es que la pareja decida libremente y de común acuerdo sobre su vida sexual, por eso se le nombra “vida íntima” Y si aceptamos que nuestra sexualidad es algo más complejo que el instinto de reproducirse, lo indicado es que las parejas acuerden o si lo quieres negocien su vida sexual… “Si esto te gusta y a mí no me molesta complacerte de esa manera, ¡lo hacemos!, pero si esto otro te gusta y a mí me molesta, me humilla o me denigra ¡No lo hacemos!” ya que, sin duda alguna, la forma como la pareja enfrenta su sexualidad es motivo de unión o de separación de la misma.

  • ¡Sí claro! En la pareja debe de haber “química”

  • ¿Con química te refieres a la mutua atracción? ___ Ximena afirmó con la cabeza y yo agregué ___ Te doy mi punto de vista… Cuando se inicia una relación de pareja los sentimientos predominantes son, la pasión, la amistad y el cariño… Solemos decir que nos casamos o decidimos vivir con la persona que amamos y eso no es así... Decidimos formar una pareja con la persona que nos gusta, que nos atrae sexualmente, por la que sentimos un especial cariño y con la que compartimos gustos, costumbres, ideales etc. ¿Eso es amor? ¡No lo creo! Eso es lo que llamamos enamoramiento ¡Estamos enamorados! Y para pasar del enamoramiento al verdadero amor se necesita tiempo. Es el tiempo, los años de sortear juntos todo lo que nos pone delante esta aventura llamada vida lo que hace que ese sentimiento deje de ser enamoramiento para convertirse en amor y amar es dar sin esperar recibir …. Con “química” entiendo que en la pareja existe una similitud en gustos, costumbres, creencias, ideales y sueños… Cuando esto se cumple, a los ojos de los demás forman una “bonita pareja”. ¿Y en la intimidad qué? ¿Cuál sería la química sexual? .... El sexo no es solo cuestión de química sino de mutua entrega. Muchos lo suponen como algo trivial al pensar que hombre y mujer que viven juntos por lógica tienen sexo. ¡Y eso es cierto!, todas las parejas lo hacemos, pero lo importante no es “hacerlo” sino cómo “hacerlo” y no me refiero a posturas sexuales sino a la búsqueda de la mutua satisfacción…

  • Ya me perdí amiga

  • A ver…. Te lo pongo de esta manera… Una frase que en lo personal me gusta mucho dice “El sexo entre enamorados está lleno de chispas de amor” …. ¿Y dónde están esas chispas?... Cuando tenemos relaciones íntimas con nuestra pareja por lo general nos desnudamos y no solo del cuerpo. Me refiero a que nuestra desnudez es total, no puedes ocultar nada de tu cuerpo, pero tampoco puedes ocultar tu capacidad o incapacidad de dar … Al ser un asunto entre dos, debe existir el común acuerdo en hacerlo buscando dar placer al otro. Nota que digo “Dar placer” y no “obtener placer”, ya que cuando los dos buscan “Dar” y no “Recibir” al estar dando, están recibiendo…. Y en ese “dar” están las “chispas de amor”. Por eso yo siempre aconsejo preocuparse y ocuparse en dar placer a tu pareja.

En tu cara veo no me entendiste … A ver… Te pongo un ejemplo… Si reducimos el placer sexual al orgasmo, el hombre siempre lo tiene, sin embargo, puede no estar satisfecho de sus relaciones sexuales, ¡Y en la mujer, ni se diga!... No tienes idea de la cantidad de parejas que estando en consulta la mujer desengaña al marido diciendo que la mayoría de sus orgasmos han sido fingidos. O la contraparte, muchos de ellos le afirman a su pareja sentir más placer al masturbarse que al tener sexo con ellas…. ¿Lo notas?, Frente a la insatisfacción nosotras fingimos y ellos simplemente eyaculan porqué lo tienen que hacer. Y es que el sexo no es solo un pene dentro de una vagina “El sexo comienza, con la idea de tenerlo”

Y para lograrlo, lo primero es conocer a tu pareja y eso se logra con el diálogo ¿Cuántas mujeres son incapaces de decir lo que les gusta en la cama o se escandalizan por que el hombre les pide algo? .... También existen hombres para los que el sexo no es algo espontaneo sino un “protocolo de estado”, ¡Siempre hacen lo mismo! Desde el juego previo hasta el orgasmo. …. Voy a ser indiscreta, una paciente me decía que si la pusieran desnuda en la cama con los ojos vendados y hubiese tres hombres, entre ellos su marido, dispuestos a cogérsela, con la primera caricia reconocería a su esposo y no porque lo conociera mucho, sino porque él siempre hacía lo mismo. Y también me enteré de una mujer a la cual el marido le pidió que le metiera el dedo en el ano para estimularle la próstata, y en ese momento ella lo tacho de homosexual y terminaron divorciados.

  • Yo se lo he hecho a Ricardo y lo disfruta como loco, se da unas venidas de película

  • ¡Claro! Lo importante es sacarse de la mente los prejuicios y disfrutarse mutuamente …. ¡Aclaro!... En lo que he dicho no me he referido al sexo aventurero, casual o de plano comprado, ya que en ese por lo general no hay compromiso alguno y mucho menos el deseo de complacer al otro. Ese no es mi asunto, yo atiendo a parejas donde hay relaciones sexuales insatisfechas o cargadas de desviaciones enfermizas y a veces perversas que son el campo de la psiquiatría…. Pero no creo que sea tu caso.

  • Creo que si es mi caso

Bebí un poco de café, la miré a los ojos y le dije

  • Te escucho Ximena

Ella inspiró profundo, hizo un breve silencio y no sin dudar, por la vergüenza, preguntó

  • ¿Te lo puedo platicar al detalle, “con santo y seña”?

  • Así lo hacíamos de adolescentes Xime y nunca se nos “brincó el escapulario”, y créeme que por mi profesión ya he escuchado de todo, así que adelante… ¡Te escucho!

  • El asunto es que yo me casé siendo virgen _ Ante mi gesto ella aclaró __ ¡Te juro que así fue!, a ver. ¿Cuándo te platique que ya lo había hecho? Si te platique que hacíamos “cositas”, pero hasta ahí

  • ¿Pensabas que llegar virgen al matrimonio era una virtud?

  • ¡Por Dios! Eso nunca me importó… Lo que pasó es que a mí me daba pánico embarazarme, un pánico que se aumentaba con las historias sobre condones rotos y otras fallas del “gorrito” … Y nunca me atreví a tomar pastillas por temor de que me descubrieran… Las comencé a tomar cuando me iba a casar ¿Te imaginas lo que me hubieran hecho si me las descubren antes?...

  • Me lo imagino, pero continúa

  • El primer día de nuestra luna de miel llegamos al hotel como a las 11 de la mañana y ya estando en la habitación “lo hicimos”, al terminar de limpiarme me puse un bikini, cosa que él odiaba, pero supuse que después de haber hecho el amor no le molestaría… Cuando me vio me dijo “¡Por favor, Ximena, no te pongas eso!” Primero me asusté al suponerlo enojado pero mi sorpresa fue cuando agregó “Eso no es un bikini amor, eso es un traje de dos piezas, parece que te lo heredó Marilyn Monroe” Me pidió que me vistiera y fuimos a recorrer tiendas para comprarme tres bikinis muy sexys

Al regresar al hotel, Ricardo eligió cuál de ellos ponerme y al hacerlo exclamó “¡Wow!, ¡Que buena estás mamita!... Te van a ver con ganas de cogerte” yo reí halagada, me giré frente a él y pasando mis manos sobre la piel de mis costados, en plan de broma le dije “Sin duda que todos querrán tener estas curvas y se van a morir de envidia al saber que tú las disfrutas”. El siguiendo la broma dijo “Cuando te vean a mi lado van a pensar “¡Que buena mujer se está cogiendo este cabrón!” Nosreímos y bajamos a la alberca donde nadamos y después fuimos a caminar por la playa. Yo nunca había analizado como me miraban los hombres, notaba que yo les gustaba, pero hasta ahí, fue cuando él me comenzó a decir en voz baja “Mira cómo te ve ese o aquel… Te quieren coger mamita”. Que comencé a disfrutar de esas miradas

Lógicamente yo fingía diciendo “¿Cómo crees? O No lo noté”, pero por dentro me sentía halagada, me gustaban las miradas. Y si a mí me gustó ¡A Ricardo le encantó! Ya que esa noche desnudos en la cama de la habitación me dijo “¿Te acuerdas del tipo que te miraba fijamente, el que jugaba en la arena con un niño?” Yo le respondí preguntando “¿Al que regañó la esposa porque me estaba mirando?” Se rio afirmando y besó mi pubis comentando “Con que ganas te hubiera hecho esto” Y por primera vez “Se bajó” … ¿Me entiendes? ___ Afirmé con la cabeza, (“Bajarse” o “Bajarse al guayabo” son expresiones vulgares que hacen alusión al cunnilingus) ___Yo al sentir su lengua en mi sexo exclamé jadeante “¡Que delicia amor!, si me hiciera esto juro que le abro las piernas para que me la meta, me encanta, me encanta” …. Y seguimos hasta el final con una nueva pasión, una pasión desmedida, una pasión desbordada… No sabes, fue increíble, ahí comencé a disfrutar del sexo…

  • ¿Y antes?

  • Mi primera vez fue en la noche de bodas y después lo hicimos al día siguiente, que fue esa mañana que te platico en el hotel…

  • Me refiero a si lo habías disfrutado

Aclaré interrumpiéndola, ella juntó sus labios pensativa e hizo un sonido “Mmmmm” y a continuación respondió

  • No, creo que no… Te explico... No puedo decir que me sentí mal o que me dolió… Me gustó estar desnuda junto a él, me gustó tenerlo dentro de mí, me gustó que disfrutara de mi cuerpo, me gustó el roce de su pene en mi clítoris, pero faltó algo…. ¡Vamos! Para que me entiendas, físicamente fue como si me masturbara ¿OK?

  • ¿Llegaste al orgasmo? ¿Sentiste placer?

Levantó la cara para acomodar su cabello, me miró como dudando, sonrió y al final agregó

  • Sentí bonito… Y es que no sentí pasión, fue hasta esa noche que te platico cuando la pasión se desbordó haciéndome perder la cordura que debe tener la mujer recién casada para que el marido no la juzgue mal (Risas) …. Recuerdo que “nos faltaban”, no solo manos, sino también, boca y lengua, para acariciar, besar, lamer y chupar nuestros cuerpos, hasta que yo enloquecida por sus caricias y la humedad de su lengua le suplique que me la metiera.

Creo que la pasión se encendió en él cuando le comenté lo que me decían otros hombres al verme sola….

  • ¿Qué te decían?

  • Cosas como “Que buena estás” o “Que ricas nalgas tienes” o de plano, “Vamos a mi habitación y te doy algo que te va a encantar” y más de uno me sacó la lengua moviéndola como indicando que me lo quería lamer. Fueron varias cosas muy cachondas que al comentarlas hacían que Ricardo se prendiera y como yo me concentré en sus besos y sus caricias, todo fue nuevo para mí. Y al tenerlo dentro de mí, comencé a apreciar el tamaño y el grosor de esa “suave dureza” entrando y saliendo de mis entrañas … ¡No te lo puedo explicar! Solo sé que me hizo conocer el placer del sexo… Y me volví adicta a ese placer

Y si a eso le aumentamos el hecho de que yo me entregué sin prejuicios … Me explico ... Deje que el placer fluyera en mí sin importarme nada que no fuera el mismo placer, como dicen “lo deje venir” y al hacerlo inconscientemente comencé a gemir como loca mientras me invadía una “placentera tensión” que me desesperaba y me hacía sudar… Una tensión que hacía que mis piernas temblaran, movía mi cabeza de un lado a otro, con mis manos apretaba mis pechos y oprimía la endurecida piel de mi pubis. Todo en mí estaba “apretado”, endurecido por la tensión…. Yo sabía que el orgasmo me relajaría ya que siendo adolescente me había masturbado varias veces para ese fin, pero esa vez ¡fue la locura! Ya que algo inesperado “explotó” dentro de mí, algo que nunca pensé que pudiera existir.

Fue una descarga de placer, algo inexplicable que recorrió mi columna desde el coxis hasta la nuca, algo delicioso que hizo que mi cuerpo brincara sin control … Todo dentro y fuera de mi se contraía, mi útero, mi vagina, mi ano, mis nalgas, mi vientre, mis piernas. Y es que mis orgasmos se presentaron uno detrás de otro y terminé sudando, medio muerta de placer…. Después, cuando pensaba que no podía haber más placer, Ricardo se endureció aún más, me lo metió hasta el fondo, hasta hacerme sentir su pubis pegado al mío y ahí, en lo más profundo de mi carne comenzó a contraerse con fuerza una y varias veces más, te juro que sentí el calor de sus descargas llenando mi vagina ___ Hizo un silencio y después sonriendo como si dudara en hablar agregó ___ Y fue lo máximo, no tienes idea de lo mucho que me gustó tener su semen dentro de mí, creo que conocí el placer de sentirme mujer...

  • ¿Y antes no?

  • No. La primera vez que lo hicimos me extrañó que su semen se saliera de mi vagina y que bueno que era así ya que me daba cierto “asquito”, no me gustaba tener eso dentro de mí, pero lo supuse algo necesario … Sin embargo, en esa noche que te platico cambió mi sentir sobre el hecho de que eyaculen dentro de mí. Dejó de ser la idea de una necesidad reproductiva, la idea romántica del hombre sembrando su semilla dentro de la mujer… ¡Ahora me encanta que lo haga! Me hace sentir que es tan mío que se queda dentro de mi y eso me causa placer. Cuando siento que su pene se endurece se lo pido diciendo “Ven amor” o “Dámelo todo” o cualquier otra cosa que le indique que me encanta que me llene de semen y al sentirlo eyacular cierro mis ojos para disfrutarlo. Ahora sé que mientras más semen me da, más placer le di y eso me hace sentir bella, sensual, buena cogiendo y muy mujer … ¿Si me entiendes verdad?

  • Por supuesto, soy mujer y también me encanta el sexo y bien sabes que yo no me casé virgen, lo que no te conté es que a mí Sergio me dijo “Solo la puntita” y yo de inocentita le creí sin saber que se refería a la puntita del otro lado, la que le queda pegada al pubis…

  • Y de seguro le sigues pidiendo que te meta esa puntita ¿O no?

  • ¡Ni lo dudes!

Nos carcajeamos y después en tono serio traté de explicarle

  • Mira Xime. El órgano sexual más efectivo es el cerebro y cuando el instinto se une a la razón el resultado siempre se verá magnificado…. ¿A qué me refiero? Te pongo el ejemplo clásico, el de la prostituta; Usualmente una prostituta no disfruta con un cliente, sin embargo, si disfruta con el que tal vez es su proxeneta o su novio y muy a pesar de que el cliente sea mejor amante que el novio, ella no lo nota…. La pregunta sería ¿Por qué?, si con los dos está haciendo lo mismo... La respuesta a esto está en la mente, su mente sabe que con el cliente es trabajo y con el otro es placer y así responde…. Entonces, si al tener sexo te concentras en sentir a plenitud lo que erróneamente solemos hacer en automático el placer se magnifica… Otro ejemplo de esto podría ser una caricia, digamos en tus piernas, si te acaricia un desconocido, le quitas la mano y le reclamas, si te acaricia tu marido, mojas las bragas ¿Me entiendes?, misma acción, diferente reacción

Por otro lado, te diré que existen tres, llamémosle “actitudes”, entre hombres y mujeres, pero me referiré a los hombres… Por un lado, están los que se excitan cuando los demás miran a su mujer con deseo, máxime si son bellas como tú… Están los celosos que suponen que la mirada de un extraño significa que la mujer le coqueteó y le es infiel… Y están los que para mí son normales, a ellos ni les gusta, ni les enoja que miren a su mujer mientras no le falten al respeto o la agredan…. Tu marido está en el primer grupo, a ellos cuando miran a su mujer con deseo se les engrandece el ego ya que se sienten envidiados por la mujer que tienen, llámalo machismo o estupidez que al fin y al cabo para mí son sinónimos.

Lo realmente importante es que, si a ti no te molesta exhibirte y si después de hacerlo te va muy bien en la cama, entonces ¡Disfrútalo!... Además, te diré algo que he comprobado en la consulta… El hombre que abiertamente luce a su mujer es menos nefasto que el que la cela constantemente, el celoso es destructivo al extremo, destruye a su pareja y se destruye a si mismo al grado que todo lo pierde, incluso la libertad cuando lleva sus celos al extremo.

  • Los celos son algo natural ¿O No?

  • ¡Claro que no!, los celos son patológicos. Te pregunto ¿Qué culpa tiene una mujer de que la miren otros hombres? Y si ella anda con otro ¿La vas a tener a fuerzas? Pero como dije antes, todo esto es válido para ambos sexos, hay mujeres muy celosas, pero también están las que disfrutan de ver a su pareja en la cama con otra.

Ximena balbuceo

  • Así somos ___ Y continuó su relato diciendo

  • Lo que Ricardo no esperaba, pero le encantó, fue que, al lucirme frente a otros para después darme esas cogidas espectaculares, me volvió exhibicionista… Tanto que una vez lo convencí de irnos una semana a un hotel de “ropa opcional” __ La miré desconcertada y aclaró __ Es un hotel nudista en la playa, te lo recomiendo... Yo moría de ganas de estar desnuda frente a mucha gente, en especial hombres … Incluso hemos subido a la red mis fotos posando desnuda. No te imaginas lo que nos excitan los comentarios que ponen los que las ven

  • Dejando aparte lo de la red ¿Cuál fue la reacción de Ricardo en ese hotel nudista? ¿Se puso celoso?

  • ¡No, para nada! .... No tienes idea de cómo lo disfrutó, en especial un día en que yo salí temprano a caminar por la playa y tiempo después él salió y me encontró platicando con tres hombres. ¿Te imaginas?, tenía enfrente de mi a tres hombres desnudos y estaban guapos. Después, cuando regresamos a la habitación ¡GUAU!, La locura amiga, la locura….

La interrumpí para preguntar

  • A ver, dices que no le gustaba que usaras bikini, imagino que era celoso y ahora disfruta que los demás te vean desnuda ¿Por qué se dio ese cambio?, Según tu opinión ¿Cuál fue la razón?

Ximena bebió de su taza de café, me miró fijamente a los ojos desconcertada por mi pregunta y dijo

  • No lo sé… Me imagino…OK… Te lo voy a decir, pero no me juzgues a la ligera…. Unos días antes de casarnos Ricardo me fue infiel, él me lo confesó y yo lo perdoné

  • ¿Y por qué lo perdonaste?, ¿” Por amor”? ___ Pregunté entrecomillando con mis dedos la última pregunta

  • ¡No!... Más bien por temor al ridículo, ya teníamos todo listo para la boda y no podía terminar con él, solo imagínate el ridículo que haría. Ya me veo avisando a mis invitados “Siempre no me caso” y regresando los regalos de boda, todos me preguntarían la razón ¿Y qué les iba yo a decir?... Además, la verdad es que me dolió, pero no creas que me importó mucho ¿Qué le puede quitar a una? La verga no se desgasta.

  • ¿Y la traición?

  • ¿Cuál traición si me lo confesó? Una pinche vieja le ofreció las nalgas y se la cogió. Eso fue todo

  • ¿Todo?, ¿Y lo que me cuentas qué?, ¿No será que quería o quiere “emparejar” las cosas para que tú seas infiel?

  • Ya las emparejamos Renata

Con eso me certificó lo que yo suponía, no obstante, fingiendo admiración por lo que escuchaba dije

  • A ver, a ver… ¿Me estás diciendo que fuiste infiel?

  • Los dos lo fuimos, pero en común acuerdo

  • ¿A qué te refieres con común acuerdo? ¿Intercambiaron parejas, hicieron tríos o qué?

Ximena se rio y respondió

  • No, bueno casi, o mejor dicho sí, pero fue después

  • No te entendí nada, Cantinflas lo hubiese dicho más claro

Soltó una carcajada y agregó

  • Si ¿verdad?… Perdón, pero es que eso tiene su historia, te platico… Comenzó casi un mes después de regresar de nuestra luna de miel…. Nosotros compramos en un edificio de condominios, el cual tiene dos pent-houses, en uno vivimos nosotros y en el otro una pareja digamos, “rara”, ella es madre soltera con un hijo y él viudo con una hija, Fernanda, la hija de él, tenía entonces 19 años y Luis, el hijo de ella…. Los departamentos son de dos pisos y con una terraza de unos cinco por cinco metros a la que puedes salir por la sala o el comedor, tienen tres recámaras,

Usando sus manos para indicar las orientaciones explicó

  • La principal está así y las otras dos, una está pegada a la principal y la otra de este otro lado, desde la ventana de esta puedes ver tu terraza y la del vecino… Ya lo conocerás un día que vayas por allá…. Yo me imagino que esa última que te digo era la recámara de Luis ya que él se asomaba por la ventana cuando yo salía a mi terraza, Ricardo lo notó y un día me dijo “Ese Luis, te trae unas ganas locas, a ver si un día por andar mirándote no se cae por la ventana el pendejo… Ya le deberías hacer el favor” Pregunté “¿Te refieres a…?” Y al ver su gesto de afirmación le grité “¡¿Cómo crees?!, ¡Es un niño amor!”

Y ahí quedó la cosa, pero semanas después, lo dicho por mi esposo me lo confirmó Fernanda la… ¿Qué será? ¿Media hermana?, No, tal vez hermanastra... ¡Lo que sea pues!

Te cuento… A pesar de que los papás de ellos son muy amables viajan mucho y pocas veces los vemos, así que nuestra vecindad en realidad es con los chicos, yo comencé a tener trato con Fernanda y al final nos hicimos amigas llegando a intimar en muchas cosas. Ella es una chica muy liberal, tanto que raya en lo cínico, me confesó que es bisexual, me platicó sobre la muerte de su mamá y como a los dos años de eso su papá se había casado con “esa señora” que había sido su empleada y que era madre soltera … Cosas así… Pero un día abiertamente me confesó que Ricardo y yo le gustábamos, sin proponerme nada, lo que sí hizo fue decirme sin tapujos “El que tiene muchas ganas de coger contigo es Luis ¿Tú cogerías con él?”

Yo quedé desconcertada ante tal cinismo y ella agregó “Es muy guapo y está muy bien dotado, no te vas a arrepentir” lógicamente pregunté “¿Y tú como sabes que está bien dotado?” Y sin vergüenza alguna respondió “Lo he visto desnudo varias veces”. Yo no quise ahondar en el tema sobre haber visto desnudo a su “hermano” y solo respondí “Luis es muy atractivo y me cae muy bien, ¿Pero de eso, a acostarme con él? …. No sé Fer, yo amo a mi marido y no podría ser infiel “…. Con eso supuse que entendería que no estaba dispuesta a ser infiel, ¡Pero le valió madre! ya que respondió “Te aseguro que Ricardo sabe que a una mujer como tú no se le puede tener en exclusiva, como tú tampoco puedes tener a ese hombre en exclusiva… Además, le estarías haciendo un favor a un amigo ¿O no?” Te juro que no supe que responder y sin poder ocultar mi molestia sonreí y cambié el tema

Esa noche, no sé si escandalizada o encabronada, se lo platiqué a Ricardo y el respondió “¿Y qué esperabas amor?, ya te había dicho yo que el muchacho te quiere coger ¿Y quién no? ... Ya le deberías de hacer el favor para evitar un accidente” Lo miré con cara de asombro y él aclaró “Si mamita, ese muchacho pendejo, o se cae por la ventana o de plano se la va a arrancar pensando en ti” Solté la carcajada y respondí “¡Como crees!, además ¿Qué quieres que haga?, ¿Qué le lo invite a coger?”. El se rio y respondió “Tú seduces al que quieras…A ver, dime algo sinceramente, ¿Te gusta Luis?”

Yo nerviosa moví los anillos en mi dedo y viéndolo a los ojos le respondí “De gustarme si me gusta, pero…” El me interrumpió diciendo “¿Entonces?” Yo me reí y lo reté diciendo “Y si es así de fácil ¿Por qué no te coges tú a Fernanda?” Me respondió “Si tú me lo pides le meto la verga ya que la muchachita está bastante buena”, “¿Te lo tengo que pedir?, ¡no me jodas!” respondí, después lo miré muy seria y pregunté “¿De verdad lo quieres?, ¿Quieres que me acueste con Luis? Y su respuesta fue seria y contundente “¡Sí amor!”

Al sospechar, como tú dices, su deseo de “emparejar las cosas” le respondí “Te entiendo amor, pero ¿Cómo supones que puedo acostarme con otro, así como así” Me dio un beso en la boca y respondió “Tú te acuestas con el que quieras mamita ” Moví mi cabeza negando y él agregó “Te conozco amor, cuando te entra la calentura lo único que te calma es uno de esos orgasmos que tú tienes donde parece que nunca vas a terminar de venirte” Le di un manotazo en el brazo yavergonzada respondí “¿Y qué quieres que haga? A veces me vengo así y ¡Me encanta! ¿Tienes algún problema con eso?” El respondió “¡Al contrario!, solo lo dije para que estés consciente de que cuando te calientas ya nada te detiene, eres única en la cama, solo es cosa de que te decidas y te coges al que te guste, ¡mamita sabrosa!” y terminamos haciendo el amor como cada vez que platicamos de tener sexo con otro

  • ¿Te gustó lo que te dijo?

  • ¡Pues sí! … Y también lo que me dijo Fernanda ¿A quién no le gusta saberse deseada? Tal vez por eso tiempo después al enterarme que Luis estaba solo en su casa ya que él tenía vacaciones escolares y Fernanda aún no, comencé a salir a mi terraza en shorts y top a limpiar y regar mis plantas o simplemente a asolearme, para quitar este color “lechoso” de mi piel… ¡No te rías!, Siempre me dijiste que parecía yo un “gusano hervido” … Además, ya te expliqué que soy exhibicionista

  • ¿Qué edad tenía Luis?

  • Acababa de terminar la prepa para entrar a la universidad, 17 o 18… No lo sé…. Pero en lo que estaba... Ricardo insistía en el tema, me decía que un día quería llegar a casa y encontrarme desnuda en la cama recién cogida por el chico y ….

  • ¿Te presionaba? ___ Pregunté interrumpiendo

  • No lo creo…Más que presionarme, pienso que me incitaba a hacerlo, como que me retaba, ¿Me explico? Además, nos gustaba usar el tema como “motorcito de arranque” ya que al hablar de ello nos poníamos tan calientes que cogíamos delicioso. Siempre que me pedía que fuera infiel era cuando estábamos desnudos en la cama (Risas), por eso siempre lo supuse una charla digamos “porno”, algo para excitarnos. Hasta que una noche después de hacer el amor me volvió a pedir que cogiera con Luis. Ahí entendí que no era solamente un tema para excitarnos, sino que el asunto era otro

  • Emparejar las cosas …. Si yo fui infiel y me perdonaste, selo tú para que yo te perdone ¿No es así?

  • Es lo más seguro, ya que como nunca le reproché nada, mi silencio lo hacía sentir muy mal …. ¡Pero no tiene caso hablar de eso! ... Lo que quiero decirte es que esa noche entendí que me lo decía en serio, tanto que le respondí “Está bien, lo voy a hacer, pero después no te arrepientas de lo que estás pidiendo ¡Y escucha muy bien lo que te voy a decir Ricardo!, Si me llegas a reprochar lo más mínimo, en ese momento te mando al carajo ¿De acuerdo?” … Y aunque no lo creas sonrió, me estiró la mano para que le diera la mía y cuando las juntamos me dijo “¡Tenemos un trato amor!”

En ese momento no lo podía entender, ¿Qué felicidad puede haber en que tu pareja te sea infiel?, Así que para aclarar las cosas y en plan de darle otra oportunidad para recapacitar agregué “Creo que no sabes lo que me pides Ricardo, pero si así lo quieres, lo haré. Solo te advierto que yo lo pienso disfrutar como la mujer que soy, el que al final va a sufrir eres tú”

  • Muy claro de tu parte y supongo que lo hiciste

Quedamos en silencio unos segundos en los que ella bebió de su taza de café y después preguntó

  • ¿Quieres que te lo platique?

  • Si tú quieres

  • Al hacer ese trato con mi marido quedamos que lo haría solo si Luis me lo pedía… Por supuesto que también era una condición que yo lo tenía que seducir y ¿De qué manera seduce la mujer al hombre? ___ La miré en silencio y ella se respondió afirmando ___ ¡Enseñando con coquetería! __ Se rio y agregó__ Así que comencé a salir en bikini a tomar el sol acostada sobre un camastro que tenemos en la terraza y tomando poses muy sexys, piernita doblada y todo eso, poses de revista para que me entiendas. El asunto fue que Luis abrió su ventana y se decidió a platicar conmigo mientras yo me asoleaba, cosa que hicimos por varios días sin que me insinuara nada

Hasta que un día me puse mi bikini más pequeño, la tanga es un triángulo que cubre mi sexo y él top son dos triángulos pequeños que cubren mis aureolas__ Mientras lo describía con palabras separó el índice y el pulgar de su mano para marcar una distancia, un “tamaño”, que pasó sobre uno de sus pechos ___ ¿Si me expliqué?

Preguntó, yo sonriendo respondí

  • “Los conozco muy bien”

Ella rio señalándome con el índice de su mano y continuó

  • Así salí a la terraza. Ya te imaginarás que al verme Luis exclamó “¡Guau!, que buena estás Ximena de verdad que envidio a Ricardo” al pregúntale el por qué respondió “¿Por qué ha de ser? El duerme contigo ¿qué no?” Yo reí y me acosté boca arriba en el camastro y seguimos charlando de cosas sin importancia.

A mediodía cuando llegó Ricardo, yo estaba en el comedor con el bikini puesto, lógicamente me preguntó la razón para estar así, yo le platiqué que había salido a asolearme y lo que Luis me había dicho y con mucha seguridad, más bien con mucha maldad de mi parte, moví mi tanga para enseñarle mi sexo y lo amenacé diciendo “Mira lo que le voy a dar, muy pronto su leche van a estar aquí adentro”. Ricardo me besó emocionado, me abrazó, me subió a la mesa del comedor donde desató la tanga, subió mis piernas a sus hombros y me dio una super cogida … No tienes idea de las veces que me vine, ni de la clase de corrida que él se dio, tuve que lavar la alfombra del comedor (Soltó una sonora carcajada) … Pienso que tanto placer fue producto de lo que le platiqué ¿No crees?

  • Seguramente, ya que la idea era excitante para los dos… Pero dime algo ¿Por qué querías ser infiel?

Ximena dudo en responder, como si quisiera decir algo, pero se arrepintió y con la mirada distraída respondió

  • ¿Por qué? .... No lo sé… Nunca pensé serlo, te juro que yo estaba muy satisfecha con las cogidas que me daba Ricardo, no necesitaba otra cosa

  • ¿Y por qué lo hiciste?

  • Tal vez por curiosidad, por saber que se sentía hacerlo con otro con el permiso de mi marido, por puta, en verdad no lo sé