Las clases particulares.

Las clases particulares.

Mi nombre es Sandra, soy una chica de 22 años que vivo en casa de mis padres ya que todavía no tengo la posibilidad de independizarme ya que no tengo ingresos.

Actualmente estoy preparando unas oposiciones para trabajar de celador y gracias al esfuerzo económico de mis padres estoy recibiendo unas clases de refuerzo en una Academia para conseguir el objetivo.

Como cada mañana me levante a las siete de la mañana. Salí en camisón a la cocina, di los buenos días a mamá y tras desayunar me di una ducha rápida y me metí en mi cuarto a estudiar.

Un pequeño descanso de 30 minutos a media mañana y estudiando hasta la hora de comer. Después de comer, un poco de relax viendo media hora la televisión y a estudiar otra vez hasta las cinco. A esa hora como cada tarde me arregle y me fui camino de la Academia en donde tendría las clases desde las 6 de la tarde hasta las 10.

Las clases nos las da Alicia, un sol de mujer tiene unos 45 años y su mayor ilusion en estos momentos es que la tres alumnas que estamos recibiendo sus clases aprobemos la oposición y ahí estamos Bea, Sara y yo estudiando para intentar sacar la plaza de celadora. Las tres somos de parecida edad, como os he comentado yo tengo 22 años, Bea es un poco más joven y está a punto de cumplir los 21 años y Sara la más mayor (por dos meses) a punto de cumplir los 23 años. Hemos formado un grupo muy conjuntado y hemos llevado nuestra amistad fuera de las clases y solemos quedarnos tomando algo los viernes cuando acabamos las clases a las que también se apunta Alicia, la profesora ya que actualmente no tiene compromiso y vive sola por lo que aprovecha para salir y disfrutar.

En estas que según os contaba quienes son mis compañeras, estoy llegando a la Academia y no os he dicho que hoy es viernes por lo q cuando acabemos la clase nos iremos a tomar unas copas las cuatro para desconectar un poco de toda la semana estudiando.

Por ese motivo hoy me he puesto elegante para ir a clase, en vez de los vaqueros y una camiseta hoy me he puesto una minifalda ajustada de color negra, unos panties de color beige muy finos ya que hace buen tiempo estos últimos dias y unos zapatitos con un pequeño tacón. Por arriba una blusa blanca de manga larga entallada y que realza mis pechos al quedar bastante ajustada, también una chaqueta color rojo pasion a juego con los zapatos.

Cuando llegué a clase ya estaban tanto Alicia como Bea y Sara.

Hola guapas, ya estais todas.

Hola Sandra, hoy por llegar la última te toca voluntaria en todas las tareas dijo Alicia sonriendo.

Que elegante vienes, dijo Bea.

Bueno, no es que vosotras hayais venido con ropa de andar por casa, venis muy guapas también a ver si esta noche alguna de las cuatro tiene suerte y conoce a algún chico que merezca la pena.

Venga, vamos a comenzar la clases, dijo Alicia, que queda poco tiempo para los exámenes y las tres tenéis que sacar plaza que sino me enfadaré.

Hoy vamos a dar una clase de anatomía podemos hacer la clase de una manera teórica y que memoriceis todo en vuestra cabeza o hacerla de manera más práctica, lo que vosotras me digais...

Yo prefiero algo más práctico, que para memorizar ya tengo los libros en casa, dijo rápidamente Bea. Sara y yo asentimos con la cabeza, bastantes horas pasábamos todas las mañanas estudiando y memorizando cosas que preferíamos una clase más práctica y más siendo viernes que estábamos con ganas de irnos a tomar una copa.

En ese caso, voy a necesitar una voluntaria para ir mostrando sobre su cuerpo cada uno de los músculos y huesos.

Ni Bea, ni Sara ni yo dijimos nada, las tres nos mirábamos y nos reíamos.

Bueno pues si no hay ninguna voluntaria, Sandra, ya sabes por haber llegado la última te toca.

Me levanté de la silla y me acerqué hasta Alicia. En ese momento Bea y Sara silbaron según caminaba. La chaqueta roja que había traído la había dejado colgada en el perchero de la sala y con la blusa entallada y la minifalda ajustada tenía un muy buen tipo.

Como hay confianza Sandra y para aprovechar bien la clase, comenzó a decir Alicia, voy a pedirte que te quites esa blusa tan bonita para que pueda mostraros bien cada uno de los músculos y huesos.

Bea y Sara comenzaron a gritar y yo me puse un poco Roja. Sandra si te da vergüenza dejalo haremos la clase más teórica.

La verdad que siempre había tenido pensamientos en los que me exhibía delante de la gente pero a la hora de la verdad era muy cortada.

En ese momento Sara se levantó y dijo, vamos Sandra yo te ayudo y comenzó a desabrocharme los botones de la blusa, tiró de una manga, después de la otra y dejó mi blusa sobre una silla. Y allí a pesar de mis vergüenzas me encontraba yo en sujetador delante de mis compañeras. Menos mal que al ser viernes me había puesto un sujetador bastante elegante de encaje negro y no uno de los sujetadores que usaba a diario de color carne y que eran todo lo contrario a cualquier cosa llamada sexy.

Alicia mostró algunos de los músculos de los brazos y de encima de mi cintura y me pido que me diese la vuelta, en ese momento noté que me desabrochaba el sujetador y como sujetaba mi brazo izquierdo para sacarlo en primer lugar y posteriormente el derecho, le dio el sujetador a Sara para que lo dejase en la silla y continuó mostrando los distintos músculos de la espalda, date la vuelta de nuevo Sandra y tapandome los pechos con las manos me di la vuelta.

Si te tapas, difícilmente vamos a poder continuar con la lección, dijo Alicia y me vi obligada a dejar caer mis manos. Allí estaba delante de las tres enseñando mis pechos pero en ese momento pasé de estar roja de vergüenza a un Estado de excitación viendo las caras de satisfacción tanto de mis compañeras como de Alicia.

Cuando Alicia me pidió que me quitase la falda, no necesité que me lo dijera dos veces, primero me quite los zapatos y desabroche la cremallera posterior de la falda y deje que cayera hasta los tobillos, saque un pie fuera y con el otro levanté la falta la cogí y se la di a Sara.

¿Me quito también los panties verdad Alicia?

Si por favor, nos facilitará la clase y comencé a bajarmelos, Bea se levantó y me ayudó, me sujete en sus hombros y levantando uno de los pies Alicia sacó los panties y a continuación hicimos lo mismo con el otro pie. Ya solo me quedaban las bragas, ese día no me había puesto unas braguitas brasileñas o un tanga sino que llevaba unas bragas de algodón de talle alto que cubrían todas mis nalgas y me llegaban casi hasta el ombligo, por lo que antes de que Alicia dijera algo, cogí y me las baje, una vez quitadas se las di a Sara y en plan atracción tararee chantatachan y levanté los brazos. Allí estaba desnuda delante de mi profesora y compañeras y cada vez más excitada.

Alicia continuó con la clase durante las dos horas siguientes, a pesar de haber acabado todos los músculos y huesos yo en vez de vestirme me senté desnuda en mi asiento hasta que finalizó la clase y la verdad con la excitación que tuve durante ese tiempo no es que prestara mucha atención a Alicia.

Cuando concluimos la clase Alicia dijo

Bueno Sandra, el próximo día si quieres damos otra clase práctica ya que vemos que te encuentras muy a gusto pero hoy tendras que vestirte si quieres venirte con nosotras a tomar unas copas.

Comencé a vestirme mientras ellas me esperaban charlando. De buena gana habria salido esa noche tal como Dios me trajo al mundo.