Las clases no son aburridas
Lo pasaba bien con mis amigas... aunque un buen polvo con el profesor nunca viene del todo mal.
Ya se acercaba el final de verano, se terminaban las vacaciones y no sabía nada de Paco desde que se había ido a su pueblo. Los últimos días de vacaciones me estaba corriendo unas juergas impresionantes y la verdad es que no me apetecía quedar con él, tan solo estar con mis niñas de fiesta día trás otro.
Uno de esos últimos días estaba tomando una caña con Carmen (su compañera) en una terraza, no sé como pero salió el tema del día de la cena de empresa de la autoescuela, como sabeis, ninguna de mis amigas sabe lo del lio con Paco. Carmen me hablaba de Paco, sobre aquel día y me dijo...
-Tia, que raro que Paco no siguiese después la fiesta!!!-
-¿Raro? ¿por qué es raro?- (dije yo algo nerviosa)
-Porque sabiendo como es Paco... él sigue la fiesta, es el último en volver a casa siempre-
-Ah, pues no sé-
-Pues tú fuiste la última persona a la que dejó en casa- (dijo con cara de pilla)
-No sé tia, estaría cansado-
-No creo... ¡ligaría!, las unicas veces que no vuelve es porque liga y encuentra plan-
-Pues como no ligara de camino para la discoteca???- (le dije yo)
En el momento que terminaba mi frase mi cuerpo ardía en deseo, quería ver a Paco, me puse malísima de recordar la cara de vicioso que me puso Paco en el coche aquel día, me sentía nerviosa y cachonda, aunque Carmen parecía no darse cuenta de mi estado (gracias a Dios). Cambié de tema y nos fuimos de allí sin hablar nada más sobre Paco.
Esa noche estaba muy caliente, me apetecía mucho verle, aunque decidí pasar y dejar que fuera Paco quién me buscase a mí. Me follé a mi novio a saco pensando en Paco para saciar mi apetito sexual en ese momento;mordía la almohada fuertemente para no dejar escapar su nombre en un momento de descarga.
Por la tarde del día siguiente me encontraba en casa, estaba a punto de meterme en la ducha cuando derrepente sonó un sms en mi teléfono móvil. Me quedé un tanto confundida, pues no esperaba a nadie a esas horas, miré de quién era y allí estaba su nombre... (Paco).
¿Qué haces?
Uff, que subidón de calor me dió el cuerpo, lo único que deseaba es que viniese conmigo a la ducha y me estampara fuertemente contra la mampara dándome caña. Tardé en contestarle un poco y le dije lo que iba a hacer, sin dar pie a nada más para ver hasta que punto llegaba. Paco, como siempre, fué más cabrón que yo y como no le había dado pie, me dijo que se iba a cenar con sus amigos, pero que le apetecía verme más tarde. Yo le dije que estaría ocupada, que ya veríamos; para que después él me describiése la mejor invitación a ser follada que me habían descrito en toda mi vida.
Ahora si que no sabía que hacer, estaba ya que me corría solo de leer en la pantalla de un puto teléfono móvil. Me masturbé en la ducha una y otra vez, no podía aguantar el deseo inconsciente que me tenía encerrada en esa aptitud realmente cerda. Lo hacía de todos los modos posibles, corriéndome y retorciéndome de gusto una y otra vez imaginando que Paco me follaba sin compasión. Cuando salí de la ducha le contesté y le dije que después nos veriamos...
Me vestí con una faldita corta, un tanga negro de encaje y una camiseta abierta por el pecho, que a Paco le encanta. Quedé con las chicas y me fuí por ahí un rato; ya bastante tarde le llamé por teléfono y me dijo que estaba tomando algo por ahí. Decidí irme a casa un rato, tomarme unos cubatillas más y esperar mientras leía algún relato y me pusiera un poco más burra de lo que estaba. Ya algo tarde, Paco me mandó un sms... yo, casi inconsciente del alcohol cogí las llaves del coche y me dispuse a ir a follarme a ese cabrón que me tenía toda la tarde caliente. En un par de minutos sonó mi teléfono móvil, ésta vez una llamada; Paco al ver que no contestaba pensaría que estaría por ahí y pasaría del tema, o yo que sé.
Cogí el teléfono y bastante borracha le dije que iba para allá.Me las vi y me las deseé para poder llegar hasta su casa con semejante pelotazo... pero llegué. Allí estaba Paco esperándome, llevaba puesto un tanga y unas chanclas, estaba mirándome con esa cara que me pone tan cerda y que tanto me gusta, me adentré en el jardín con mi coche y aparqué. Nada más ver como se acercaba me abalancé sobre él, Paco me correspondió de inmediato, nuestros besos eran oleadas de placer, sentir su lengua en mi boca llenándome lentamente me hacía imaginar el comidón que me tendría preparado para ese día.Sin mediar palabra me abrazó, levantó mi cuerpo y me estampó fuerte contra mi coche pegándose a mi cuerpo, le miré a los ojos empujándole hacia atrás y le llevé lentamente cerca de la piscina mientras continuábamos magreándonos.
Al llegar a la piscina Paco me cogió fuerte y me puso contra el suelo, mi cuerpo estaba a cien y un calor inmenso invadía lentamente todo mi ser. Levantó mi falda y se deshizo de mi tanga con facilidad introduciéndome un dedo y provocándome un placer excelente, bombeó una y otra vez con su dedo mientras recorría todo mi cuello con su lengua, eso me excitaba muchísimo y mis jadeos iban haciendose cada vez más continuos, mis gemidos se oían bastante rápidos y eso excitaba a Paco, su miembro estaba en su máxima dureza y yo lo tocaba con mis manos. Paco se giró y puso su boca en la entrada de mi vagina, pasó su lengua en innumerables ocasiones por toda mi raja y yo cada vez más empapada le pedía más caña, su lengua subía y bajaba, succionaba mis labios vaginales de forma maestral y mordía de vez en cuando llevando bien la intensidad para hacerme gozar del todo. Me empecé a correr fuertemente, apretando su cabeza con mis piernas para que no parase de comerme, mi placer iba en aumento y solté un gruñido bastante audible que le descolocó y le hizo ponerse más bruto todavía conmigo, me estaba comiendo el coño de la mejor forma que me lo habían hecho en la vida y eso tenía un nombre... DIOS!!!, fué lo que le dije cuando mis fluídos estaban por toda su cara y nariz y Paco continuaba dándome caña con la lengua.
Le incorporé cuando de terminé de correrme y le asistí una mamada en agradecimiento a su gran cunnilingus, mi boca subía y bajaba por todo su tronco y con mis manos acariciaba sus testículos, bajé y subí con mi boca bruscamente metiéndola hasta lo más hondo de mi gargante, Paco jadeaba fuerte y me repetía una y otra vez...
-Que gusto, como me la chupas-
Le tumbé en el suelo y me puse de lado, me sentía bien, los dos estábamos disfrutando con lo que hacíamos y eso era lo más importante. Continué comiéndome ese palo tan apetecible, le miraba con cara de furcia y Paco me sonreía sin dejar de mirarme a los ojos. Se echó hacía atrás y continué asistiéndole la mamada, que al poco tiempo frenó para mirarme cerdamente...
-¡Quiero follarte, te voy a follar ahora!-
-mmm, como me gusta que te pongas autoritario...pero no me vas a follar, te voy a follar yo a ti!
Me revolví succionandola una vez más y le senté en el borde de la piscina, Paco miraba atontado; yo todavía llevaba puesta mi camiseta y no dejaba de mirarme los pezones que de ser tan ajustada y estar tan excitada parecía que fueran a salirse por fuera de la tela. Me coloqué encima de él y la metí hasta tocar fondo, los dos suspiramos al mismo tiempo que entró y me moví rápidamente... Paco no dejaba de mirarme y acariciaba mis pechos por encima de mi camiseta, haciendo la intención de arrancármela como con tantas había hecho en anteriores ocasiones.
-Vamos hazlo, lo estás deseando, me la he puesto porque sé que te encanta esta camiseta-
-No, que luego te tienes que ir medio desnuda-
-Nunca te ha importado, arráncamela cabrón, vamos, lo estoy deseando-
La cogió del centro con fuerza y estiró, mis pechos salieron enseguida como balas y Paco los cogió entre sus manos con fuerza. Los magreaba haciendo círculos mientras yo llevaba un ritmo desenfrenado con la penetración.
-Que tetas tienes joder, me encanta follarte-
-A mí me encanta que seas salvaje-
-Que buena estás, que buena estás- (repetía una y otra vez)
Cogí sus manos con fuerza y continué más rápido, mis caderas parecían no tener frenos, mi cuerpo se estremecía antes ese viril miembro que tenía dentro de mí y cada vez sentía más y más ganas de que no terminase jamás de follar con ese cerdo. Cogí una de sus manos con fuerza y la apreté... me iba a morir de gusto, me iba correr como una zorra con todas las letras y no iba a parar hasta que lo consiguiese, Paco comenzó a respirar muy rapidamente, apretó mi culo con su otra mano fuerte y se echó un poco hacia atrás...
-Para por favor, que me corro-
-No, correte joder, correte-
Se empezó a mover al ritmo que yo estaba llevando y con su mano todavía entre mis dedos, empecé a jadear notablemente y a chillar como nunca, Paco me miraba fijamente y yo a él, los dos con cara de depravados nos follábamos como si nunca más volviesemos a vernos. Apreté su mano muy fuerte y me corrí considerablemente, Paco mientras yo me retorcía puso una cara rara y se echó hacia delante abrazándome con fuerza. Se quedó dentró de mí y yo sentía caer todo dentro de mí y tocando mis mulos suavemente, sus fluídos me llenaban las piernas y eso me excitaba. Al tiempo de estar abrazados me tiré a un lado suspirando, Paco se echó hacía atrás tumbándose y me acarició la cara.
Todavía con la respiración entre-cortada, nos mirábamos y tocábamos como si fuese algo nuevo. Enlazó su brazo en mi cuello y posé mi cabeza en su pecho. Estuvimos un rato hablando abrazados y Paco me explicó las constelaciones como si estuviésemos en una clase escolar. Yo reía con él, mientras me contaba chistes y me enseñaba las estrellas como a una niña.
-¿por qué me gusta tanto estar contigo?- (me dijo Paco)
Justo al decirme eso, pasó una estrella fugaz (aunque os parezca una mariconada, creo que es un detalle que debo agregar)
-¿La has visto?- (le dije a Paco)
-Pide un deseo- (dijo mirándome a los ojos)
No dijimos nada más, nos miramos y volvimos a abrazarnos de nuevo. A los pocos minutos me besó y me hizo otra pregunta...
-¿por qué te gusta tanto quedar conmigo?-
-No lo sé Paco, porque me das morbo. Ya te lo he dicho muchas veces-
-¿por qué te gusta tanto follar conmigo?-
-jajaja, dejalo ya, vale???, esto parece un cuestionario-
Nos levantamos y entramos dentro, Paco me llevó de la mano hasta el sofá. Me abrazó y nos quedamos allí hablando, encima de la mesa divisé uno de mis piercings y reí a carcajada limpia...
-Paco, ¿qué es eso?-
-Yo que sé, ¿qué es?-
-Es mi piercing tio-
-Será de la última vez que nos vimos-
Los dos reíamos de ver el piercing allí plantado desde a saber cuando y en uno de esos momentos de risas, me fijé que también había un tanga mío debajo de la mesa.
-Anda mira, si eso también es mío, que acaparador estás hecho, y yo sin tanga por la vida-
Volvimos a reír, mi cuerpo seguía caliente con sus caricias y cada vez que sus dedos me tocaban sentía un cosquilleo que me hacía estremecer, quería comerle entero. Toqué su pecho con dedicación, acariciando cada rincón y besándole lentamente. Me incorporé masajeándole la espalda, Paco echaba su cabeza hacia atrás y mis manos subían por su espalda a sus hombros y pasaban a su nuca que le hacía excitarse lentamente cuanto más fuerte le acariciaba el pelo.
Le cogí la mano y le llevé hasta donde tenía la barbacoa, le dí de beber a lo "nueve semanas y media" mientras le seguía acariciando, los dos reíamos sin parar de tocarnos lentamente. Bajé lentamente hasta poner mis labios sobre la punta de su pene y comencé a lamer de nuevo, Paco cogió mi cabeza y me llevaba a su ritmo, lentamente iba chupando cada cm de el tronco de su pene y me embestía la boca de vez en cuando. Me levantó a pulso con una mano y me llevó hasta la mesa, tiró todo lo que había sobre ella y me colocó dando lametazos por mi rajita que estaba completamente mojada esperando que ese miembro la llenase de placer. Bajó con su lengua por todo mi ano dejándome atontada con sus movimientos bucales y poco a poco fue penetrando su lengua en mi ano. Mi vagina estaba ardiente, quería tenerlo dentro ya, pero no fué así... ahora le tocaba disfrutar a la parte de atrás y así lo hizo, metió su pene con fuerza en mi culo extasiándome de gusto. En pocos movimientos y quizás por su cansacio, se fué enseguida, llenándome el culo con sus fluídos. Pidió perdón mil veces.
-No pasa nada, no pasa nada. Hemos disfrutado los dos, pues ya está-
-Vente mañana, esto no puede terminar así-
-Mañana no puedo venir Paco, ya nos veremos otro día y ya está-
Nos volvimos a acostar en el sofá abrazados, casi nos quedamos dormidos acariciándonos lentamente. Paco cogió una manta que había cerca y me tapó con ella porque empezaba a hacer un poco de frío. Al poco rato de estar allí...
-Paco vamonos que se va a despertar tu hija-
-Sí vamos, que está amaneciendo ya-
-¿ya está amaneciendo?-
-Sí, mira-
Salimos fuera, me vestí rápidamente buscando mis cosas por todos los rincones de el jardín. Paco cogió mi camiseta completamente rota y se rió al verme todavía con las tetas al aire. Le miré riendo y saqué una camiseta del maletero de mi coche, yo lo había hecho aposta y había sido más precavida ésta vez con la ropa...
Me despedí de él y desaparecí como si nada. Esa semana Paco ya empezaba a trabajar y le vi en numerosas ocasiones haciendo sus clases. Pasaba repetidas veces por mi trabajo mirándome con cara de salido, me pone un montón, me encanta follarme al profe ;-). Un saludo a tod@s.
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