Las Chicas Súper Ponedoras

Azúcar, flores y muchos colores fueron los ingredientes que Marina y Carlos usaron para crear a las niñas perfectas, pero por accidente agregaron el químico X y así fue como nacieron; Las Chicas Súper Ponedoras ...

El primer capitulo de las aventuras de "Las Chicas Súper Ponedoras."

Analía, Belinda y Casandra.

Carlos y Marina tienen 40 años de casados, felizmente casados claro. Hace 18 años en este día, Marina hizo de Carlos el hombre más feliz de la tierra – pues le dio 3 hermosas hijas: Analía, Belinda y Casandra. Desde el día que supieron que Marina estaba embarazada comenzaron las preparaciones, Carlos jamás había estado tan emocionado. No dormía, no comía, lo único que hacia era estar sobre Marina – siempre asegurándose de que no deseara por nada. No había antojo que el no pudiera cumplir. Carlos y Marina habían crecido en un orfanatorio y desde pequeños sabían que eran el uno para el otro. Como ellos no tuvieron a nadie que diera la cara por ellos cuando estaban niños, juraron jamás darle la misma vida a su bebe. Si, a su bebe. Porque hasta que Marina fue a su primera cita con el Doctor, se dieron cuenta que no era uno, ¡si no tres! Si que les crecería la familia, pero ellos estaban contentos y llenos de esperanza. Sabían que con paciencia y amor podían lograrlo todo


Miércoles 24 de Diciembre del año 2008: Narración. Las hijas de Carlos y Marina ya no eran unas niñas, se habían convertido en unas mujercitas echas y derechas. Eran idénticas en lo físico; las tres de estatura mediana, delgadas, pelo largo y rubio y piel blanca como la nieve. Las chicas se divertían con la gente ya que nadie podía distinguirlas, bueno solo sus padres. Pocos se daban cuenta de algo muy importante Una característica la cual hacia casi imposible confundir a las nenas; el color de sus lindos ojos. Analía los tenia verde limón, Belinda color miel y Casandra tan azules como el mar. Pero como las chicas tenían un don para apoderarse de la gente, jamás nadie ponía atención a tan pequeño detalle. Las tres eran educadas y nunca peleaban frente a sus padres. Jamás levantaban la voz y no había nada que no hicieran por ellos… A simple vista eran las niñas perfectas. Tal y como esperaban Carlos y Marina.


Miércoles 24 de Diciembre del año 2008: Joel y Mario."¿Las chicas súper ponedoras?" Pregunto Joel incrédulo y un poco excitado. Mario lo miro fijamente y con una risa tétrica le contesto, "si, esas chicas tienen poderes mágicos amigo." Se sonrió de nuevo antes de voltear a ver su reloj. "No te entiendo, haber explícame." Joel estaba nervioso, sus manos comenzaron a sudar. Frotándose las manos y mirando hacia el cielo oscuro como imaginándose lo que estaba a punto de declarar, dijo; "Analía es la reina del sexo oral y no miento cuando te digo que puede hacer que termine un muerto." Se lamio los labios, "Belinda es una experta en todo lo que tenga que ver con el sexo anal. Tiene un culito delicioso y no tardaras nada para llenarlo de semen." Se ajusto su pene ya erecto antes de continuar, "y de Casandra que puedo decir… Panocha más sabrosa no vas a encontrar. Parece que tiene dientes la muy perra; y lo mejor de todo es que las tres trabajan en equipo, son muy unidas las hermanitas." Termino de ajustarse y Joel pudo notar que su pantalón estaba un poco mojado. La verga de Joel estaba ansiosa y brincaba de la emoción, "¿y a que horas van a llegar pues?""No tardan amigo, no tardan…" Contesto Mario con despreocupación.


Miércoles 24 de Diciembre del año 2008: Narración. "Noche de paz, noche de amor…" Los padres de las chicas cantaban alegremente mientras ellas abrían sus regalos. Como era de esperarse las chicas se portaron súper bien, les dieron las gracias a sus padres junto con un fuerte abrazo y beso. Después se despidieron y se fueron a ‘dormir.’ Por varias horas Carlos y Marina platicaron abrazados frente a la chimenea, le dieron gracias a Dios por haberles dado unas nenas tan lindas y tan obedientes. Cuando menos pensaron les dieron las tres de la mañana, se miraron a los ojos y se juraron amor eterno antes de dormir. Nunca se hubieran imaginado donde estaban sus niñas y mucho menos lo que habían echo durante esas dos horas


Jueves 25 de Diciembre del año 2008: Analía, Belinda y Casandra."¡Casandra si no te apuras te dejamos!" Gritaron Analía y Belinda, estaban desesperadas por salir de la prisión de su cuarto. "Como rechingan cabronas, dejen que me saque estas mendigas bolas chinas…" Casandra cerró sus ojos y comenzó a contractar sus músculos vaginales. En su carita angelical se dibujo el placer y sus hermanas sabían que estaba cercas del orgasmo. Su respiración se acelero y de repente se puso en cuclillas contra la pared y libero las bolas de su interior. "Yo no se como puedes hacer eso Casandra," dijo Belinda. "La ultima vez que yo intente meterme esas bolas sentí que se me iban a perder.""Ya déjense de mamadas, que se nos hace tarde." Analía estaba molesta. Las tres hermanas salieron por su ventana exactamente a la una quince de la mañana. Sabían que sus padres todavía estaban despiertos, pero como ellos no tenían nada que sospechar la probabilidad de que fueran a media noche a chequear a las hermanas era muy chica. La noche estaba fría y la neblina no les permitía ver mucho; así que agarradas de la mano corrieron como almas en pena atravesando el bosque que separaba su casa del resto del pueblo. Odiaban hacer esto, el miedo era grande pero mas grande era la necesidad de sentirse mujeres. Corrían como si alguien las persiguiera, y no podían evitar voltear hacia atrás de vez en cuando; pero aun así, con el pavor que se apoderaba de sus cuerpos era más la excitación. Estaban consientes de que iban al "matadero" como le gustaba decir a Casandra y eso, las hacia vibrar de emoción.


Jueves 25 de Diciembre del año 2008: El Encuentro."No van a venir Mario…" Joel ya estaba más que desesperado por conocer a las nenas. "Como eres desesperado, si vienen lo que pasa es que viven lejos… Pero tu no te preocupes que aquí van a estar en menos de lo que canta un gallo." Mario le contesto mirando su reloj. Los dos estaban sentados en la caja de la Ford F-150 de Mario, esperando pacientemente a las chicas. En realidad Joel ya tenía enfadado a Mario estaba convencido de que las hermanas no vendrían; pero lo que Joel no sabia era que Mario seguido las citaba y en mas de una ocasión había traído amigos. Hay que compartir de lo bueno, aunque el ya había disfrutado en varias ocasiones de las chicas, siempre se quedaba con ganas de repetir. Apenas había abierto la boca Joel para volver a preguntar si en realidad vendrían, cuando a lo lejos vieron a las hermanas. Las tres venían agarradas de la mano, corriendo. Su pelo largo volaba tras de ellas, dando la ilusión de que volaban… En realidad parecían Ángeles, pero estas chiquillas eran unas diablas. Sin decir nada Analía se dejo ir sobre Joel y comenzó a besarlo apasionadamente, el al principio no supo como responder pero pronto sus manos comenzaron a manosear el exquisito cuerpo de su agresora. Belinda y Casandra se miraron y sonrieron, ya conocían a Mario así que al mismo tiempo se acercaron para compartir un tierno beso con el. Las manos de Mario sujetaban las cabezas de las hermanas y con un movimiento rápido y ágil las guio hasta que junto sus labios. Sin poner ni un poco de resistencia las hermanas comenzaron a besarse sensualmente. Mientras las hermanas se besaban Mario removía las chamarras que en algún momento las mantenían calientitas, pero después de semejante beso ya no eran necesarias. Sus cuerpos ardían por dentro y al sentir el aire fresco a su alrededor los pezones de las chicas se endurecieron de inmediato. Sin perder más tiempo Mario desnudo a Belinda y después a Casandra antes de regresar a la caja de la Ford. Las hermanas manoseaban sus tiernos cuerpos mientras sus lenguas exploraban sus bocas juguetonas. De reojo Mario vio como Analía se deslizo hasta quedar en cuclillas frente a Joel, Mario soltó una carcajada ya que estaba casi seguro de que a Joel le estaban temblando las piernitas. Analía estaba arrodillada frente aquel extraño, ansiosa de probar aquel pedazo de carne que la esperaba tras aquel zíper. Se mordió su labio mientras miraba a Joel intensamente con sus ojos verdes que brillaban de la emoción. Joel jamás había estado con alguien tan hermosa y en realidad no podía dejar de mirarla a los ojos, algo en su mirada lo cautivaba. Con una agilidad incomparable Analía desabrocho el pantalón de aquel joven y con un movimiento rápido y eficaz bajo sus pantalones junto con el bóxer hasta sus tobillos. El pene de aquel muchachito estaba a mil, listo para satisfacer aquella jovencita. A pesar de ser muy joven la naturaleza había sido buena con Joel ya que tenía un buen pedazo de carne, grueso y lleno de lechita calientita para Analía. Sin perder tiempo la reina del sexo oral atrapo la cabeza de Joel entre sus labios calientes y complacientes; con su lengua recorrió la orilla de la cabeza que ahora brincaba entre sus labios. Joel no tardo en soltar aquel liquido pre-seminal que volvía loca a Analía. Agarrado de la caja de la Ford, Joel perdió el equilibrio cuando Analía comenzó a mover su cuello, el no lo sabia, pero ella estaba entrenando su garganta y pronto Joel estaría en un éxtasis total. Mario deleitaba su pupila con las hermanitas traviesas, Casandra jugaba con los pezones de Belinda mientras el deslizaba sus dedos entre las piernas de las chicas. Las dos estaban empapadas, pero eso no lo sorprendía. Deslizo dos dedos dentro de la conchita de Belinda quien respondió arrepegando su cuerpo contra su mano; ya que tenía los dedos bien lubricados los removió y los introdujo en el ano hambriento de la joven. Los sonidos que emitían eran orgásmicos y Mario sabía exactamente lo que estaba haciendo, sacudía sus dedos ágilmente dentro de aquel hoyito apretado y excitado. Casandra disfrutaba cuando miraba a sus hermanas queridas disfrutar, tomo los pechos de Belinda entre sus manos y los junto pellizcando tiernamente sus pezones. Después deslizo su lengua calientita sobre los pechos de su hermana, estremeciendo su hermoso cuerpo. Se acerco a Mario y desabrocho su pantalón, le escupió en la cabeza y lubrico rápidamente aquel tronco ansioso de penetral a alguien. Después guio a su hermana y usando su propia mano, alineo el pene erecto de Mario con el hoyo descarado de Belinda. Belinda gruñía como una perra en celo mientras se pellizcaba y jalaba sus propios pezones, movía sus caderas de una manera desenfrenada enterrándose todo el pene grueso y largo de Mario. Le encantaba sentir como su recto se abría y cerraba cada vez que aquel monstruo salía de su interior. Para Belinda no había nada más rico en esta vida, que un buen tronco en su colita. Casandra no conforme con solo ver a su hermana disfrutar, se arrodillo frente a ella e introdujo los labios vaginales hinchados de Belinda en su boca; y comenzó a masturbarse. Analía comenzó a mover su cabeza lentamente, abriendo camino en su garganta con el pene delicioso de Joel. Le encantaba hacer temblar a los hombres y Joel no era la excepción. Sus piernitas temblaron cuando sintió su glande entrar en la garganta de la chica, seguido por gran parte de su tronco. La nariz de Analía descansaba entre el pelo púbico de Joel, no conforme con solo tener todo el miembro del impresionable joven en su boca, Analía saco su lengua y comenzó a lamer los testículos de aquel muchacho que ahora estaba en la gloria. Joel no podía dejar de sollozar, no podía creer que la boquita de la chica lo pudiera hacer llorar. Pero era tanto lo que sentía que no sabia de que otra manera expresarse, estaba a punto de estallar. Con la lengua de afuera estimulando los testículos de Joel, Analía comenzó a gemir lentamente; haciendo vibrar su garganta. Después comenzó a botar su cabeza con delicadeza, era toda una experta. Joel no tardo nada en llenar su garganta de semen; el cual ella se trago con mucho gusto. Mario cogía a Belinda con gran fuerza, mientras Casandra se comía la panochita deliciosa de su hermana e introducía sus lindos dedos en lo más profundo de su conchita. Belinda estaba cerca, su orgasmo la esperaba, sus piernas temblaban y se calentaban. Soltó un grito escalofriante y se relajo por completo dejando que su orgasmo se apoderada por completo de su cuerpo, disfrutando al máximo del pene de Mario y la boca de su hermana. Esto fue demasiado para Mario y termino dentro de aquella colita complaciente. Llenado a Belinda con su lechita dejo que la chica lo exprimiera por completo. Los jugos azucarados de su hermana ayudaron a Casandra a terminar casi al mismo tiempo que ellos. Esa noche todos disfrutaron al máximo, las chicas se cambiaron y se fueron de inmediato pues era tarde o temprano depende como lo quieran ver y en la mañana irían temprano a misa con sus padres. Los dos chicos se dejaron caer sobre la caja de la camioneta, agotados pero con una sonrisa de oreja a oreja "Las chicas súper ponedoras ehh…" Dijo Joel débilmente. "Si amigo, súper ponedoras." Contesto Mario con una sonrisa en la boca.

© Derechos Reservados Ziomara Carrillo – 2010